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GRAN PRODUCCIÓN

DeAPlaneta estrenará "Los Borgia" el 6 de octubre, sólo en cines

Dirigida por Antonio Hernández, la película cuenta con un importante elenco artístico. Lluis Homar, Sergio Peris-Mencheta, María Valverde, Eloy Azorín y Sergio Muñiz dan vida a los cinco miembros de la familia Borgia. A ellos se suma, entre otros, Paz Vega, Roberto Álvarez y Ángela Molina. Será sin duda una de las grandes películas del año.

Por RedacciónPublicado: Lunes 31 Julio 2006 00:00

"Los Borgia" es una de las grandes apuestas cinematográficas del 2006. Con una inversión de diez millones de euros es una superproducción rodada en los lugares auténticos donde vivió la familia Borgia. Con una cuidada y lujosa producción, Los Borgia será una de las grandes películas de este año y una de las más destacadas del cine español.

El guión funde aventuras y acción con rigor histórico para conseguir una historia que combina entretenimiento y espectáculo, y que contiene también una certera y profunda reflexión sobre el poder y la ambición, el amor y la pasión, la muerte y la soledad.

Dirigida por Antonio Hernández, uno de los directores más reconocidos del cine español y ganador de un Goya por su película En la ciudad sin límites, la película cuenta con un importante elenco artístico. Lluis Homar, Sergio Peris-Mencheta, María Valverde, Eloy Azorín y Sergio Muñiz ('El Traidor') dan vida a los cinco miembros de la familia Borgia: Rodrigo Borgia (Papa Alejandro VI), y sus cuatro hijos, César, Juan, Lucrecia y Jofré. A ellos se suma una amplia lista de importantes actores españoles hasta completar un reparto de lujo, que incluye a Paz Vega, Roberto Álvarez, Ángela Molina, Eusebio Poncela, Antonio Dechent, Antonio Valero, Roberto Enríquez, Diego Martín, Enrique Villén y Miguel Ángel Muñoz.

La película se rodó íntegramente en escenarios naturales italianos y españoles repartidos entre bellos palacios y jardines renacentistas, conventos y edificios de la época, así como calles y plazas seleccionadas con rigor en la misma Roma y en sus cercanías. Así, se rodó en Viterbo, pueblo medieval perfectamente conservado que simulará las calles de Roma; en el palacio y jardines de Caprarola, en cuyos salones se recrearon las estancias del Vaticano y también en diversos palacios de Fiano Romano, Bracciano, Manziana, Ponzano, Ariccia. Finalmente, el equipo se desplazó a España para rodar en las Comunidades de Navarra y Valencia.

Bajo la supervisión de Stilde Ambruzzi, una de las más destacadas directoras artísticas de Italia, se creó el bello y espectacular marco en el que se desarrolla la historia que nos transporta a la Italia de finales del siglo XV, en los albores del Renacimiento; época de la historia que ha dado grandes maestros del arte, como Leonardo Da Vinci, Bramante o Boticcelli, pensadores como Maquiavelo -íntimamente ligado a la familia por fijar sus ojos en César Borgia- y grandes familias aristocráticas y poderosas que se repartían el territorio italiano, como los Medicci, los Colona, los Orsini o los Farnese. Todos ellos, junto a los Borgia, crearon los cimientos del estado y de la sociedad moderna.

La sinópsis de 'Los Borgia'

Juan, César y Jofré, los tres hijos de Rodrigo Borgia, se dirigen al Vaticano, donde se está celebrando el cónclave para elegir nuevo Papa. Allí se enteran de que su padre, Rodrigo Borgia, acaba de ser elegido pontífice con el nombre de Alejandro VI.

El nuevo Papa sueña con aumentar los territorios del Vaticano de todas las formas posibles. Para ello nombra Capitán de sus ejércitos a Juan, su hijo mayor, y lo casa con María Enríquez, una noble dama española. A su hijo segundo, César, lo nombra Cardenal, y para su única hija, Lucrecia, acuerda el matrimonio con Juan Sforza. Finalmente obliga a Jofré, su hijo pequeño, a casarse con Sancha de Aragón. Pero César quiere ocupar el lugar de su hermano Juan y controlar el ejército. Entre los dos comienza una gran rivalidad. Una noche, los hermanos regresan de una fiesta y Juan se despide de ellos. Al día siguiente, encuentran su cadáver en el río. El dolor de Alejandro es inmenso: es su hijo preferido.

Con la muerte de Juan, César deja los hábitos y es nombrado Capitán de los ejércitos. Al frente de ellos conquista los territorios vecinos y, así, se extienden las fronteras del Vaticano. Los sueños de Alejandro VI para iniciar una dinastía han comenzado a cumplirse. Pero los enemigos de los Borgia han ido aumentando con el paso del tiempo. Las antiguas rivalidades germinan convertidas en oscuras tramas que van a poner en peligro la hegemonía de la familia en Roma.

Historia de Los Borgia

Originarios de Valencia, los Borgia se convirtieron en una de las familias más importantes e influyentes de la historia de Italia. Su poder llegó a su máximo apogeo cuando Rodrigo, nacido en Xátiva, se convirtió en Papa con el nombre de Alejandro VI en 1492. Su tío abuelo había sido el primer español que ocupaba la silla papal con el nombre de Calixto III. Cuando fue elegido Papa, Rodrigo Borgia tenía 59 años, varios hijos reconocidos en España y cuatro más que vivían con él en Roma: César, Juan, Lucrecia y Jofré, todos ellos fruto de su larga relación con Vanozza Catanei.

Desde el inicio de su mandato como Papa, Alejandro soñó con extender las fronteras del Vaticano más allá de la ciudad de Roma. Su fin era conquistar todo el país y crear una dinastía monárquica que se sucedería en el poder a través de sus hijos. Durante su papado consiguió apoderarse de los territorios vecinos hasta ocupar el centro del país y doblegar a las familias rivales. Su papado duró hasta 1503 y durante once años se creó grandes enemigos que le acusaron de simonía y de cometer toda clase de crímenes. Y aunque es verdad que fue un político sin escrúpulos fue también un gran estadista, un experimentado militar que supo mantener la Santa Sede a salvo de las codicias franco-españolas. Fue también un gran mecenas que favoreció el arte y la literatura y construyó numerosos monumentos.

Rodrigo Borgia utilizó a sus hijos como instrumentos para conseguir sus objetivos. Sobre todo a Lucrecia a la que casó en tres ocasiones –la primera con sólo 13 años- para establecer ventajosas alianzas políticas, y a César, a quien puso al frente de sus tropas. Éste heredó de su padre la ambición y la inteligencia y fue un gran guerrero, despiadado y cruel, pero visionario e inteligente. Fue modelo del libro El Príncipe, de Maquiavelo.

Los Borgia fueron acusados de cometer grandes crímenes y pecados, desde el incesto a ser unos expertos y fríos envenenadores que utilizaban la "cantarella", eficaz y mortal pócima, para eliminar a sus enemigos. Sus enemigos se cebaron especialmente con la única hija de Rodrigo, Lucrecia. La que fue considerada como una de las mujeres más hermosas de su época ha pasado a la historia como sinónimo de envenenadora y lujuriosa. Sobre ella se han vertido toda clase de acusaciones, entre ellas la de la amante de su padre y de su hermano, César. Pero hoy en día, la mayor parte de esas acusaciones han sido rebatidas por los historiadores que la presentan más como una víctima de la familia y como una mujer generosa y culta y amante del arte.

Cinco siglos después de que los Borgia dominaran Italia, la Historia no se pone de acuerdo en cuánto hay de verdad o mentira en todas las acusaciones que se han vertido sobre los miembros de la familia. Crueles asesinos o simplemente fríos y astutos estrategas, lo que no hay duda es que siempre han sido y siguen siendo fuente inagotable de estudio, como lo demuestran los más de setecientos libros que se han publicado en todo el mundo y en diferentes idiomas.

Hoy como ayer, los Borgia siguen despertando odios y amores, enemigos y admiradores como ninguna familia de la historia. Ahí radica su interés y su grandeza.

Comentarios del Director

Apasionante. Con este adjetivo calificaría la experiencia que para mí ha supuesto realizar una película como "Los Borgia". Algo que nunca había previsto en mi filmografía; una película de época, de gran presupuesto y disponiendo de unos medios humanos y técnicos poco frecuentes en el cine en el que habitualmente he desarrollado mi profesión, que alguien podría calificar de intimista y de autor.

Cuando Tedy Villalba me ofreció el proyecto, mi conocimiento de los Borgia se limitaba a esa leyenda negra que pesaba sobre la familia que había intentado cambiar el destino de la Iglesia Católica durante el papado de Alejandro VI. Envenenamientos, incestos, despotismo, crueldad y muerte. Al leer el guión de Piero Bodrato y en las posteriores lecturas sobre publicaciones acerca de la familia originaria de Valencia, descubrí el enorme potencial cinematográfico y humano de aquellos seres que en el cenit de su vida habían conseguido poseer lo que cualquier gobernante habría deseado. Rey de reyes, así era y se comportaba Rodrigo Borgia desde el trono del hombre más poderoso de la época; porque tal vez su reino nunca llegó a abarcar toda Italia -una de sus pretensiones- pero su poder espiritual como cabeza visible del cristianismo le otorgaba una influencia y preponderancia superior a la de cualquier monarca de la época.

Objetivo. En la medida de lo posible había que mostrar al espectador la realidad de la historia de los Borgia; abandonar cualquier especulación; tampoco hacía falta, en doce años de historia, Rodrigo y sus hijos Juan, César, Lucrecia y Jofré, contenían tantas tramas argumentales que el problema sería el contrario: ¡qué elegir!. La respuesta a tal pregunta surgió de inmediato: la familia. El motivo y la regla para todo. Familia. Parecía evidente que la venganza, el crimen, la política, el poder, estaban al servicio de algo mucho más atractivo: Las pulsiones emocionales que los motivaban.

El equipo. Siempre he sido un defensor de la autoría del equipo en cualquier película, en las mías, más; y "Los Borgia" es el perfecto ejemplo. Con el apoyo incondicional de Antena 3 y Ensueño Films, conseguimos tener durante todo el proceso un equipo entusiasta, entregado y de un nivel altísimo. El reto era llevar al espectador al año 1.492, como en una máquina del tiempo. No sólo el protocolo, la moral, las formas, el decorado o el vestuario, sino que también la luz, el sonido, hasta el olor, si lo hubiera, pertenecían a un mundo que ya ha desaparecido y que teníamos que reinventar. Así, Stilde Ambruzzi en la dirección de arte, Luciano Capozzi en el vestuario, Javier Salmones en la fotografía tuvieron la misión de componer el escenario. Para movernos en él, yo precisaba una cámara que pudiera narrar la grandeza y miseria de los poderosos, aquellos decorados naturales donde había sucedido realmente la historia requerían de la minuciosidad y equilibrio estético; David Acereto, segundo operador de mis últimas películas era el hombre ideal para volar sobre sus cabezas, espiar sus intimidades, engrandecer sus ceremonias; Junto Ricardo Morgadas en el foco, mis ojos, y por lo tanto los de los espectadores estarían allí, dentro de la historia. Y el resultado empezó a surgir desde el primer día de rodaje.

El reparto. Desde mi primer cortometraje supe que si contaba con buenos actores me garantizaba en un alto porcentaje la calidad de la película. Y resultó que los productores pensaban exactamente igual. De ahí que haya disfrutado de este excepcional elenco. No voy a describir qué opino de cada uno de ellos, porque suman 92; ni siquiera de los protagonistas; es algo que no necesita comentario; véanlo. Resumirlo puedo, en una sola frase: Estoy seguro de que fueron así; con sus caras, sus voces, sus miradas, sus movimientos y sus emociones. Yo tenía la sensación constante de que me había colado en sus vidas. Qué vértigo, qué viaje tan fascinante.

El cine. Cuando un director termina el rodaje tiene la sensación de que se lleva los elementos precisos para hacer una película que todavía no lo es. Será en el montaje, en la mezcla final, donde adquirirá la forma que hará de ella una buena o mala película. Iván Aledo en el montaje, Juan Ferro en el sonido y Angel Illarramendi en la música son los encargados de conseguirlo. A todos los avala su currículo; para mí dirigirles sólo significa marcarles la dirección de destino; el resto me limito a disfrutar. Aquel instante en que la muerte de un hijo se convierte "en el dolor más profundo", o la sonrisa de Lucrecia en el amor más puro, y la espada de César en un ciclón, uno siente que el poder del cine va más allá que el de la propia realidad.

Gracias. Este es mi más sincero comentario. Gracias a quienes me han permitido realizar una película tan ambiciosa y a quienes han colaborado en ella para hacerla tan especial. Yo ya la he visto; espero que quien la vea piense como yo, que ahora conoce a Los Borgia.

Vestuario. Será otro de las grandes bazas de esta superproducción. Tras un exhaustivo estudio de los cuadros y frescos de la época, Luciano Capozzi, responsable de vestuario, ha diseñado más de doscientos vestidos realizados con las más lujosas telas que llevarán los personajes principales, a los que se sumarán más de mil prendas realizadas para mostrar tanto el esplendor y riqueza de los nobles como la pobre realidad del pueblo llano de Roma.

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