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Como la gran mayoría de comedias, 'Modern Family' sigue un esquema fijo (la famosa estructura A+B+C y a veces +D) que marca las líneas maestras sobre las que se deben construir cada uno de sus episodios. De vez en cuando se lo saltan a la torera, es verdad, y esta misma temporada tenemos el magnífico ejemplo de "Connection Lost", un experimento que tenía todos los números de salir fatal, pero lo cierto es que ni es lo habitual ni necesita que lo sea porque, entre otras razones, el punto fuerte de 'Modern Family' continúa estando en la deformación de lo simple, de lo cotidiano. Exáctamente como en "Grill, Interrupted".
La familia unida
Ya que hemos empezado hablando de esquemas, "Grill, Interrupted" sigue el mismo que prácticamente todos los episodios centrados en la celebración de algún acontecimiento, ya sea un cumpleaños, un funeral, Navidad o la Súper Bowl. En este caso es el cumpleaños de Jay el elemento que concentra a todos los personajes en un mismo espacio, algo que hacía tiempo que no pasaba pero que desgraciadamente casi no se aprecia debido a las grandes dimensiones de la mansión de los Pritchett-Delgado.
Aún así, el episodio consigue su objetivo principal que no es otro que juntar las diferentes tramas (con sus diferentes tipos de humor) a un ritmo vertiginoso muy de vodevil sin que acabe pareciendo un revoltijo sin sentido, y eso que no debe ser nada fácil mezclar el humor absurdo de la falsa borrachera de Luke y Manny (y su gélida resolución) con la comedia romántica en la que están inmersos Haley y Andy. Por cierto, si alguien dudaba que estos dos no fuesen camino a convertirse en Claire y Phil, aquí nos lo dejan bien clarito (sólo les faltó anunciarlo con luces de neón) sobre todo tras el paralelismo entre la falta de celos de Claire al escuchar la supuesta conversación ambigua de Phil con Gloria y la manera en la que el novio médico de Haley minusvalora los 'innuendos' entre su novia y Andy.
La barbacoa de la discordia
Jay y Phil, por su parte, también mantienen relación llena de momentos incómodos y malentendidos propiciados casi siempre por el afán de éste último por conseguir un poco de afecto de su frío suegro. Este tema ha sido una constante desde que empezó la serie y sabemos que la gracia está precisamente en que es un conflicto (narrativamente hablando) que nunca se solucionará a pesar de los pesares.
Por mucho que Phil se arrastre o que le haga regalos sofisticados como una barbacoa destripa-pollos, para Jay siempre será el pesado de su yerno que dio al traste con el prometedor futuro de su hija, y que le devuelva un dinero prestado hace décadas no resuelve nada. Eso sí, sirve de vínculo perfecto entre esta trama y la de Mitchell y Cam, otra en la que se aprovechan de nuestro conocimiento como espectadores de los personajes. Es decir, si no supiésemos que Cam es un manirroto y sólo nos enseñasen los abrigos de visón sería mucho menos gracioso. Seguro que nos reiríamos, sí, porque son Cam y Lilly, pero definitivamente no sería lo mismo.
Alex, la sucesora
En "Spring Break" fuimos testigos de cómo se hacía añicos el sueño de Alex de estudiar en Harvard pero, como suponíamos, no ha tenido ningún problema para encontrar otra universidad. Si nada se tuerce, el próximo año la veremos estudiar en Cal Tech y su 'annus horribilis' dará paso a una nueva etapa intensa pero feliz. ¿El problema? Que arrastra sobre sus hombros el peso de las grandísimas expectativas que ha ido creando a lo largo de estos años.
Que Haley dejase la universidad era algo incluso esperable (y veremos a qué decide dedicar Luke) pero Alex, por su condición de cerebrito, cree que no puede permitirse el lujo de fallar a su familia. Jay (y nosotros) sabemos que no lo hará y que llegado el momento llevará la corona de líder de su abuelo con sensatez. ¿Acaso no recuerda la que lió su familia durante el verano mientras ella estaba fuera? Ser la voz de la conciencia y la cordura no es lo más divertido (ni lo más fácil de interpretar) pero está claro que ni los Dunphy ni 'Modern Family' serían lo mismo sin Alex. Alguien tiene que hacer el trabajo sucio y le ha tocado a ella. Y que así sea por muchos años más.
