Este sábado 20 de junio, Carlos Boyero ha querido dedicar su columna de opinión en El País a dos de los tertulianos políticos más polémicos de la televisión: a Eduardo Inda y a Francisco Marhuenda. Con el título de "Malnacidos", el crítico ha dejado claro la poca simpatía que siente hacia los dos colaboradores de 'Al rojo vivo'.
Así, Boyero comienza el texto cargando contra Inda: "Yo nací un día en el que Dios estaba enfermo. Por ello, siento alivio y solidaridad al encender la tele y escuchar en 'Al rojo vivo' (La Sexta) a un viscoso energúmeno gritando con síntomas de histeria: 'Es (o eres, no recuerdo) un malnacido'. Y me repito: 'Menos mal, no estamos solos, además de Vallejo y yo existen otros malnacidos'"
Eduardo Inda en 'Al rojo vivo'
"Sin Inda y Marhuenda se acabó la risa"
El crítico continúa dando su punto de vista sobre Inda como tertuliano en el programa de Ferreras: "Antonio García Ferreras, alguien con el que mantengo buen trato desde sus aguerridos tiempos en la SER, persona inteligente y también muy lista, estratégico perro de presa, intenta calmar a ese tertuliano que tanto sabe de nacimientos buenos y perversos con una declaración de amor: 'Eduardo, tú sabes que después de tu padre yo soy la persona que más te aprecia en el mundo'"
De este modo, en el artículo Boyero se pregunta sobre los razones que hacen que el presentador de 'Al rojo vivo' sienta aprecio por Eduardo Inda y tenga en su programa a Francisco Marhuenda: "Me pregunto por los motivos de ese volcánico aprecio del sensato Ferreras hacia el indescriptible Inda, aunque yo también esté convencido de que el corazón tiene razones que el cerebro no entiende. Pero dejo que mi imaginación se dispare y llego a una conclusión ¿surrealista? Disponer a diario, mañana, tarde y noche, gracias al don de la ubicuidad periodística, de dos involuntarios clowns, dos esperpentos tan delirantes, dos apologistas de lo indefendible sin sentido del ridículo, supone un chollo inagotable para el espectáculo presuntamente político que persigue Ferreras. Sin Inda y Marhuenda el próspero negocio se le hunde. Se acabó la risa. Que les mime."
