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Cada semana, las cosas avanzan en el caso del asesinato de los dueños de la mansión, en manos, supuestamente, de sus dos hijos adoptivos. En este último capítulo de 'How to Get Away With Murder', tendremos la ocasión de conocer un poco más a fondo a un personaje misterioso, y obtendremos nuevas pistas sobre quién podría haber ocasionado las intrigantes muertes.
Una visita inesperada
Cuanto todo parecía calmarse, tenía que venir Philip y secuestrar a Oliver. O, al menos, eso es lo que cree su novio. Pero no. Ni corto ni perezoso, "secuestrador" y "secuestrado" se presentan en casa de Keating cuando Nate está ya llamando a sus compañeros de comisaría. Philip niega ser homosexual, y admite haberse creado el perfil en la página al enterarse de que le habían hackeado. El chaval dice que sus padres reales viven en Iowa y se marcha de la casa sin saber qué "favor" pedirle a Annalise, dejando a la abogada preocupada.
Tras esto, el grupo se pone en marcha para intentar encontrar una muestra de ADN de Philip en el salón. Pero no hace falta, porque Oliver se ha vuelto a adelantar a todos sus nuevos compañeros y ya tiene una pajita que usó el sospechoso en un restaurante. Con ella, Frank pretende que una conocida haga el análisis en unos laboratorios, pero la mujer no está demasiado por la labor.
Pero las malas noticias no terminan nunca, y la odiosa Sinclair ofrece un trato a los hermanos adoptivos sospechosos del asesinato, con el cual cada uno cumpliría 15 años de prisión. Mientras Catherine le pregunta a Wes qué haría (a lo que éste contesta que aceptaría la oferta), Michaela es la encargada de hacer que Caleb no acepte, pero la chica falla estrepitosamente y el acusado acepta una pena de 30 años, con la que su hermana no pisaría la cárcel.
Pero aún hay más, porque el bueno de Asher descubre que Sinclair ha estado escuchando todas sus conversaciones, y encuentra en casa de Keating un bolígrafo con un micro dentro. Así pues, la profesora piensa una argucia en la que cuentan que el arma del crimen está escondida en la misma mansión, y la fiscal consigue una orden para registrarla, pero no encuentran nada.
Pero no hay descanso posible para el equipo, porque Catherine se acoge ahora a un trato por el que ella permanecerá 10 años entre rejas y dejará libre a su hermano. Sin embargo, justo en el momento en el que el juicio iba a terminar, aparece Frank con las muestras de ADN y coincide. Pero no solo eso, sino que Philip parece ser fruto del incesto entre los dueños de la mansión.
No obstante, en esa misma casa, después de un rato de pasión, Caleb le enseña a Michaela un arma escondida, y Wes descubre que Catherine también le pintó uno de sus cuadros a Philip, pues aparece en la foto. Al chaval, por cierto, nadie le cree cuando va a declarar en comisaría porque Nate le ha añadido delitos inventados a su historial policial. Al final, Philip se monta en el coche de Catherine diciéndole que no se preocupe, que se va a hacer cargo de la situación.
Próximo capítulo
El siguiente episodio, bajo el título "What Did We Do?", será emitido el próximo 19 de noviembre. Se trata ya del "Winter Finale" y parece que, por fin, descubriremos quién disparó a Annalise.
