Crítica de 'OT 2017': Un descafeinado regreso en el que la desafinación fue la gran protagonista

Por fin. Eso es lo que muchos debieron pensar durante el estreno de 'OT 2017'. Después de meses de preparativos, rumores, castings, filtraciones y muchas dudas, el formato de Gestmusic regresó a Televisión Española pero no, su regreso no brilló como debiera, lo hizo a medio gas, con una gala de presentación a la que le faltó ritmo, espectacularidad y emoción. Un primer programa que cumplió pero del que se esperaba muchísimo más.

El regreso de 'OT' era esperado por muchos. La nostalgia creada a raíz de 'OT: El Reencuentro' era más que evidente, se había idealizado mucho (quizás demasiado) el formato y por ello se esperaba una vuelta potente, que estuviese a la altura y que saciase esta expectación que había entre los fans más acérrimos del programa, pero Gestmusic falló. Se evidenció que 'OT' no es el formato perfecto que muchos teníamos en la mente. Posiblemente, a día de hoy es complicado reinventar un talent show musical como éste para lograr que sea un programa que aporte algo al panorama televisivo nacional, que sea atractivo y novedoso porque 'OT 2017', por ahora, no ha marcado algo diferencial respecto al resto.

Una noche carente de emoción

A nivel general, no fue una gala desastrosa, ni mucho menos. Se cumplió, se percibía la calidad y se evidenció el trabajo que ha habido detrás de la misma. ¿El problema? Que no hubo nada más. Le faltó mucha emoción, mucho sentimiento, echamos de menos que se nos transmitiese más y que se lograse crear un vínculo emocional con el público. Era posiblemente la vez que lo tenían más sencillo. ¿Por qué no crear una unión entre 'OT1' y este 'OT 2017'? ¿Por qué no aprovechar la emoción que estaban viviendo los candidatos antes de ser elegidos? El programa no aprovechó nada de eso y en él se acabó generando un clima frío, carente de emoción.

Un grave problema: el ritmo

Otro gran problema que tuvo la gala fue su estructura y ritmo. ¿Era buena idea unir la emisión de varios vídeos de presentación a la vez? Posible no, se cortaba de una forma evidente el ritmo de la gala. Pero no fue el único error y es que, por ejemplo, nadie entendía por qué Rosa López había aparecido en mitad de la gala, paralizado el ritmo de actuaciones de una forma radical. Echamos de menos una coherencia y una estructura narrativa más clara y sobre todo mucho más ágil. Acabó siendo una gala demasiado larga y muy lenta.

¿Y la espectacularidad?

Este también fue uno de los errores que más se evidenciaron a lo largo de la noche. Nos acabamos encontrando ante la que parecía una versión barata del mítico 'OT' con un plató más pequeño, puestas en escena muy sencillas (posiblemente por tratarse de la gala 0) y la gran falta de un show que impactase y nos dejase a todos con la boca abierta. Era todo mucho más básico y simple de lo que imaginábamos. 'OT' necesitaba volver sorprendiendo y no, no lo hizo. ¿Por qué no hacer una gran actuación conjunta en la que presentarlos a todos a la vez? ¿O un puesta en escena inicial sorprendente?

Un nivel musical... pésimo

En un programa de música no puedes contar con más de medio casting cantando mal en la primera gala y sí, en 'OT 2017'... sucedió. El nivel de los concursantes sorprendió a todos, pero de una forma muy negativa. Gallos, mucho nerviosismo e inexperiencia se apoderaron del plató durante toda la gala. La poca edad de casi todos los concursantes acabó provocando que sus inseguridades se evidenciasen de una forma tristemente muy clara. Parecía que nos encontrábamos en un festival de gallos más que en la primera gala de un talent show de primer nivel. Sí, algunos de ellos lograron brillar (sobre todo los que integraban las últimas tandas de actuaciones), pero hubieron mucho más que no lo hicieron bien e incluso acabaron quejándose de problemas de sonido y sin duda este mal resultado musical acabó desluciendo el show.

Roberto Leal y el jurado aprueban

El presentador sí cumplió. Supo mantenerse en su papel y es que pese a los nervios evidentes del estreno, sí que llevó muy bien las riendas del estreno y acabó aprobando (con nota) su primer gran noche al frente de 'OT'. Lo mismo sucedió con el jurado que sorprendió como uno de los elementos positivos con un Joe Pérez-Orive sobresaliendo y convirtiéndose en el nuevo Risto Mejide o Mónica Naranjo que supo mantener su papel de diva musical-villano que tanto nos gusta.

Mucho que trabajar, mucho que mejorar

En definitiva, ahora simplemente queda coger aire y empezar a trabajar. Hay mucho que mejorar, muchos aspectos que afinar (al igual que la voz de los concursantes) pero hay todavía margen para hacerlo. Hay potencial y sí es posible que nos encontremos ante una buena edición de 'OT'. Emoción, verdad y buena música, esas son las claves para lograr que esta operación... sí sea un triunfo.