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Vaya gazapo

#0
supergatociro
supergatociro
07/05/2018 21:22
Resulta que Ernesto le dice a Matilde, que se ha enterado por el banco de que ha sacado una importante cantidad.

Es que estos guionistas no saben que en 1971,una mujer casada no podía sacar dinero del banco sin la firma del esposo, cierto que podía tener la autorización, pero se supone para gastos corrientes, no para una cantidad como la que saco, para eso en La España del Chaparrito, precisaba el permiso del marido, y, otorgado ante notario, o ante dos testigos. claro que tampoco nadie le iba pedir un préstamo a una mujer en aquella época

Ciro el gato
#1
helene
helene
07/05/2018 23:10
ciro, cuando Ernesto estaba convalenciente o incluso en coma, le hicieron un poder a Matilde para que pudiera manejar todo el dinero
#2
helene
helene
07/05/2018 23:12
y no me acuerdo en que año pero durante el franquismo se dicto una ley que se llemaba la mayoría de edad de la mujer casada en la que se decretaba que las mujeres podrían sacar dinero del banco y abrir cuentas corrientes y hacer mas gestiones sin el permiso del marido
#3
olaa121
olaa121
07/05/2018 23:29
Cuando Ernesto lo dijo justamente me llamó la atención veo que no fui la única, me pareció muy extraño que en aquella época una mujer casada haya podido sacar tal cantidad (estamos hablando de un dineral en la época) sin permiso del marido.
Una cosa es sacar pequeñas cantidades previa autorización del marido y otra distinta que disponga del efectivo que quiera sin que ni siquiera se le informe a Ernesto.
#4
Nalise
Nalise
08/05/2018 07:52
Creo recordar que se arregló la autorización para actuar en su nombre, ya que el se suponía que estaba incapacitado por su "enfermedad"
#5
ficticia
ficticia
12/05/2018 22:54
No vale poner paños calientes.
La discriminación de la mujer fue un hecho con el que tuvieron de convivir y soportar varias generaciones durante la dictadura. La legislación patriarcal, sustentada en la autoridad del padre/marido se basada en la sumisión al varón, en la desigualdad jurídica entre los cónyuges que marcaba la inferioridad de la mujer en todos los órdenes de la vida. Una de las expresiones más lesiva de esto era la llamada licencia marital, que obligaba a la mujer casada bajo régimen de gananciales –que era el que regía en el derecho común y por supuesto en Madrid– a solicitar autorización de su marido para de entre otras muchas cosas, abrir una cuenta bancaria, disponer de ella y operar, aunque los bienes fueran propiedad de ella.

La consagración de la discapacidad jurídica de la mujer fue así desde 1938 hasta que dicha licencia marital fue derogada con la aprobación de la Ley 14/1975

En la ficción no se ha incapacitado a ernesto y en el momento de la disposición del efectivo el esposo ya aparece reestablecido.

Por mucha novelación de la memoria que se hace en la serie se tiene que echar mano de las mujeres solteras adultas para intentar paralelismos (por los pelos) con la actualidad. Para las casadas o menores la vida guardaba más parecido con "El cuento de la criada"