Fanfic El Barco // Ricardo/Julia, Piti/Vilma/Palomares/Ramiro/Sol, Ulises/ Ainhoa, Gamboa/Estela.... //

Noe perfecto, porfavor siguelo prontísimo <3

Ayer me aburría y me empecé a leer el fic. 24 horas después, lo he acabado y EXIGO más! Noe, porfavor, siguelo pronto o me dará algo!!!!

PARTE 39

Piti y Vilma disfrutaban de la cena. Salomé les había preparado un caldo de pescado, muy suave y delicioso.
-Bueno, Vilma... ¿Qué tal todo? -preguntó Piti
-Genial Piti, la verdad es que estoy muy bien, ¿y tú? - respondio vilma.
Piti no era el tipo de respuesta que se esperaba
-¿Yo? eh.. pues igual, igual de bien que tú -añadio el chico sonriendo tristemente.

Piti se llevó la cuchara a la boca y un par de gotas, ensuciaron su impecable camisa blanca.

-Ups.. -pronunció secándose con una servilleta. Lo único que hizo fue extenderla más.
-Anda.. trae -dijo sonriendo Vilma. Añadió un poco de saliva a la servilleta y se arrodilló al lado de Piti.

Piti la miraba con ternura, mientras ella, le intentaba limpiar la mancha en el pecho. Vilma subió la mirada y se encontró con los intensos ojos azules de Piti, mirándola, quizá, con deseo y ternura.

-Gracias Vilma
-No hay de que -respondio sonriendo. Cuando iba a levantarse, se le rompio el tacón izquierdo y cayó sobre los brazos de Piti, quedándose a centímetros de su boca.

Ambos deseaban besarse. Piti dudó por un momento, pero el nerviosismo le pudo.

-emm.. ¿estás bien? - pregunto el joven, levantandose de la silla y ayudandola.
-Me hace daño el tobillo..
-Vamos a enfermeria - dijo Piti y la cogió en brazos.




-Salomé -pronunció Julián con voz melosa, abrazándola por detrás
-Dime cariño -se volvió la cocinera besándole
Acariciándole la tripa a Salomé - ¿Como ira nuestro hijo? -preguntó De la Cuadra sonriente
-Con unos padres como nosotros, seguro que está perfecto -le respondió salo besándole nuevamente




Ricardo le quitó el sujetador a Julia, mientras esta le iba quitando poco a poco los pantalones. Ambos deseaban sentirse, de nuevo. Julia besó el pecho masculino, explorando nuevas sensaciones en el cuerpo de Ricardo. El capitán besaba el cuello femenino con deseo y pasión. Cuando Julia comenzaba a sentir de nuevo a Ricardo, cerca de ella, alguien abrió con timidez la puerta. Julia se bajó de encima de Ricardo y se tapó rápidamente con la sábana, dejando el cuerpo desnudo de Ricardo a la vista, que rápidamente, cubrió con la almohada.

El primero en asomar la cabeza fue Ramiro.

-Un momento !! -gritó el capitán.
Ramiro y Sol esperaron fuera.
Ricardo se puso los boxers y los pantalones. Busco la camisa, pero no estaba allí. Mierda, pensó.
Julia por su parte, se puso el sujetador , la camiseta que llevaba y las bragas, pero los pantalones, los había perdido, así que decidió quedarse envuelta en las sábanas.

Ricardo salió sin camiseta al pasillo, causandole impresión a Sol y otra muy distinta a Ramiro, que, si no fuera por la gravedad de la situación, hubiera echado a reirse.
-¿Y bien? ¿Que quereis? -pregunto el capitán, bastante molesto
Sol, sin saber por que, bajó la mirada para no distraerse con el pecho del capitán, pero hubiera preferido no hacerlo, pues lo que vio fue peor.
Una enorme carcajada se escuchó por todo el Estrella.
Ricardo comprendió la carcajada y se puso las manos, mas molesto todavía.
-A ver... aquí no habeis visto nada.
-Por supuesto que no... -respondió Ramiro, casi llorando de la risa.
Ricardo suspiró fuerte.
-Ahora en serio, capitán -comenzó Sol, acercándose para enseñarle la nota, pero recordó la escena y volvió a reirse- no puedo... -dijo desviando la mirada del cuerpo de Ricardo y yéndose para atrás.
-¿Qué pasa aquí? -grito el capitán, muy molesto
-Capitán... verá, hemos encontrado una nota... -dijo Ramiro en tono serio

Julia escuchó eso, y de un impulso se levantó, sin pensar que no llevaba pantalones.
Salió corriendo para ver la nota.
Cuando la vio Ramiro, se tapó en un impulso, los ojos.
Ricardo se puso delante de Julia.
-Cariño, ves... ves a por una mantita, o algo
Julia volvió a la cama avergonzada y se enrollo una sábana.
Volvió a salir.
-A ver, ¿que nota? -preguntó con tono serio
-Esta -dijo Ramiro acercándosela
-Julia, ¿esta es la de antes? -le pregunto Ricardo
-Sí, pero no la he leido... a ver..
Ricardo y Julia se quedaron pálidos al leer el contenido de la carta y entendieron la interrupción de Ramiro y Sol.



Estela esperaba en una mesa improvisada en cubierta, a Gamboa, un hombre que desde el primer momento le atraía, pero por diversas causas, no se había dado cuenta hasta hacía pocas semanas. Lucía un elegante vestido negro, que se adaptaba perfectamente a las curvas de la muchacha.
Gamboa salió por la puerta del puente de mando, vestido como nunca antes lo había hecho en el Estrella, con una camisa blanca, con corbata negra y traje de chaqueta. Estela se quedó impresionada, y se levantó para recibirle con dos besos.
-Estás muy bella, Estela –pronunció Gamboa con su tono particular
Estela le dió dos besos, a modo de saludo. –Tú estás guapísimo- sonrió Estela, ruborizando la cara de Gamboa.
-Por favor… -dijo Gamboa apartándole la silla a la joven. Estela se sentó, agradeciendo el gesto y Gamboa la imitó.
-El postre lo he preparado yo, espero que te guste –dijó Estela con una voz sensual
-Viniendo de ti, seguro –respondió Ernesto con una sonrisa, que hacía mucho que no sacaba a la luz.

-He dicho que contestes, Javi –gritó Ulises al joven.

Ainhoa se acercó a Ulises, y cuando vió a Javi, sin saber el por qué, le resulto muy familiar. El chico, al verla, se puso nervioso, hasta tal punto, que tuvo que seguir haciendo ruido con la moneda.

-No me acuerdo muy bien –mintió el chico- baja el arpón, no llevo nada –levantó las manos para demostrarlo

Ulises bajó el arpón.

-Escupe –gritó UIises cabreado, más de lo normal

-Yo estaba en un proyecto científico de investigación, partíamos con un barco, duraba tres semanas, pero, la primera noche, hubo un gran tormenta… -el chico tragó saliva al recordarla- de repente todo desapareció, radio, comulación… el pánico nos invadió a todos, no sabiamos nada y… vinieron unos hombres con pistolas –volvió a tragar saliva y las lágrimas se le deslizaron por los pómulos- mataron a todos y cada uno de los tripulantes, excepto a mí.
Ulises y Ainhoa examinaban cada unos de los gestos y expresiones de Javi, con el dolor pintado en el rostro.

Ulises se acercó amistosamente y posó su mano en la espalda del chico.

-¿Por qué a ti no?

-Porque mi padre es un científico muy importante, y me dijeron que también vivía, que lo tenían ellos en otro barco, y que yo, tenía que esperar en este barco, unos días, hasta que regresaran para llevarme con ellos.

-¿Por qué no te llevaron desde el principio? –preguntó a Ainhoa, a la cuál todo esto le sonaba muy raro.

Javi volvió a ponerse nervioso, ante la mirada y la voz de Ainhoa

-N..no sé







‘’Hola tripulantes del Estrella Polar, os informo, que Ulises y Ainhoa, están muy cerca de ‘’la tierra’’, tendreis que venir a rescatarlos si quereis volverlos a ver con vida, y os los entregaremos a cambio de Ramiro, el cojo. Teneis 24 horas’’

Ricardo miró a Julia, sin dar crédito a lo que sus ojos leían. Ramiro miró preocupado la expresión que ponía Julia.

-Han sido ellos, los del proyecto Alejandría, estoy segura, han manipulado al pato, y ahora van a coger a Ulises y Ainhoa…

-¿Por qué a mí? –preguntó el chico

-Porque eres ingeniero de telecomunicaciones, y eso es muy útil, sobretodo si se les ha estropeado algún aparato en el barco científico, o para cualquier cosa que se les haya ocurrido, no lo sé… -dijo Julia preocupada

-Pero, ¿no le vamos a entregar a Ramiro, verdad? –preguntó Sol muy preocupada

-Claro que no –respondió el capitán, antes de que Julia se le adelantará – tenemos 24 horas, hay que idear algún plan. Dentro de 2 horas, quiero a todo el mundo en el comedor, avisad al resto, por favor –añadió con voz firme Montero.

Ramiro y Sol fueron a avisar al resto y Julia y Ricardo, se quedaron mirándose en la puerta de la bodega. Definitivamente, ese no era su día.

Fueron recogiendo las prendas, a medida que se iban vistiendo. Llegaron a enfermería y Ricardo, se puso la camiseta y Julia su bata.

-Julia… por una vez, en 30 años que llevo en el mar, no sé que hacer con mi tripulación… y lo peor de todo, esque la vida de mi hija está en peligro –dijo el capitán suspirando
-Para eso estoy yo Ricardo, para ayudarte, en todo… -respondió Julia con una leve sonrisa.

Continuará…

Muy bien Noe muy bien! Me encanta :) Ahora, tócale un solo pelo a Ramiro y cojo el AVE ¬¬ :P continuación ya, plis ;)

PARTE 40

Cuando Ricardo se dispuso a salir de enfermeria, se dio de bruces con Piti llevando en brazos a una Vilma, con los ojos llorosos.

-¿Qué ha pasado?- preguntó el capitán preocupado al ver el rostro de Vilma

-Se le ha roto el tacón, y se ha torcido el tobillo de forma muy fea… -respondió Piti tumbándola sobre la camilla

-Julia, yo voy al punte de mando, si necesitas algo, avísame por walkie –pronunció Ricardo, cerrando la puerta tras de sí.

Julia cogió suavemente el pie de la muchacha, y lo dobló con delicadeza hacia la iquierda.

-¿Duele?

-Sí –respondió Vilma angustiada

Julia repitió el gesto, pero hacia el sentido opuesto

-Ahí menos…

-Empuja mi mano –dijo la doctora

Vilma intentó empujar, pero fue incapaz.

-Ahora, intenta hacer fuerza con el pie hacia ti.

Más de lo mismo. Julia apreto levemente la zona del tobillo y vió que lo llevaba bastante hinchado.

-Tienes un esguince seguro, pero no puedo precisar el grado, tendría que hacerte radiografías para saber si tienes fisuras, o es un simple esguince que se cura con el tiempo, pero no tengo aparatos, de momento, te tomas estos antiinflamatorios –Julia se acercó al armario y sacó un bote de pastillas- uno cada 8 horas, ahora te pongo una escayola, e iremos observando la evolución.

-Gracias Julia.. –dijo Vilma retorciendose de dolor

-Ahora, te voy a pinchar un antiinflamatorio, para que te haga efecto rápido. Mañana, comienzas con el tratamiento. –Julia le pinchó- Piti.. –desvió la mirada- quédate esta noche con ella, si necesita moverse, la llevas en brazos, no quiero que apoye el pie.

Piti aceptó con una leve sonrisa y se sentó al lado de Vilma, la cuál le agradeció el gesto con una sonrisa.





-Algo no me termina de cuadrar… pero no parece mal chico Ulises, llevémosle al Estrella Polar y que le haga una revisión Julia..

Javi se tornó pálido al escuchar su nombre, de nuevo.

-¿Ju…Julia? –preguntó el muchacho, casi temblando

-Sí, ¿la conoces? –preguntó Ainhoa extrañada

-No no… que va… -trató de disimular el chico- esque… mi madre se llamaba igual, y me ha dado… cosa –mintió-

-Ya… -pronunció Ulises en tono irónico.

De repente, el barco, hizo un enorme ruido, y todo se balanceó. Ainhoa cayó encima de Javi y Ulises se pegó un golpe tremendo contra la pared. Ainhoa miró a Javi, a los ojos, muy de cerca. Le seguía resultando muy familiar esa mirada.

-¿estáis bien? –interrumpió Ulises, acercándose a Ainhoa y levantándola

-Sí.. Javi… ¿te conozco? –preguntó Ainhoa, extrañada.

-No creo, he vivido en el extranjero desde los 10 años… soy de Barcelona, ¿tú?

-Yo soy de Valencia… pues no sé..me resultas familiar… -respondió la chica-

De repente, el barco comenzó a inundarse de agua. Ulises, Ainhoa y Javi se miraron aterrorizados. Habían tocado fondo y el casco se había partido. Pero eso sólo se podía significar dos cosas: una cordillera submarina, o que la tierra estaba muy cerca. Tenían poco tiempo para evacuar, pues el barco se hundia rápidamente, posándose sobre el suelo marino y dejando una humareda de polvo.

-Rápido, Ainhoa, ponte esto –gritó Ulises, aguantandose en pie como pudo, y le dio su chaleco salvavidas.

Ainhoa le obedeció, y se preparó para tomar oxígeno, mucho oxígeno. El agua les cubrió por encima del cuello, el barco se balanceó, quedando tumbado a ras de suelo, nunca más volvería a ver la luz del sol.

Javi, Ulises y Ainhoa, tomaron el último soplo de oxígeno y nadaron por los pasillos del barco ruso, lo más rápido que podían.






Estela y Gamboa finalizaron su romántica cena, llena de risas y bromas. Estela se levantó e hizo un gesto a Gamboa para que la siguiera.

-Hora del postre… -le dijo Estela insinuante

Gamboa sonrió y le cogió la mano a la chica, que le conducía a su camarote.

De camino se encontraron a Ramiro y Sol, muy alarmados.

-Chicos, al comedor, ha pasado algo muy grave–dijo Ramiro.

-¿Qué ha pasado? –preguntó Gamboa, aunque ya sabía la respuesta

-No ha tiempo de explicaciones –contestó Sol y cogió de la mano a Ramiro para que se marcharán en busca de Julián. Ramiro, sin saber por qué, el cálido contacto con la mano de Sol, le estremeció y le hizo sonreir, a pesar de todo lo que estaba sucediendo.

Ramiro y Sol, fueron en busca del primer oficial, para que diera la orden. Se lo contaron todo, y Julián avisó a toda la tripulación por megafonía.


-¿Qué leches es todo esto, Ricardo? –preguntó Julián a su fiel amigo, en el puente de mando

-No tengo ni puñetera idea, pero no me gusta nada… -respondió Ricardo, al borde de la desesperación.

-Ricardo, esta mañana, he oido a Ulises y a tu hija… habían encontrado tierra, esa maldita tierra, que ahora…seguramente, les tenga encerrados… -pronunció Julián con un hili de voz, abrázandose a su amigo.

-Mi niña… joder, tendría que haber hecho la guardia, y haber evitado todo esto… -se lamentó Ricardo.

-Eh, no te me vengas abajo, que si el capitán se viene abajo, la tripulación se hunde, copón.. –le respondió Julián, pegándole una suave colleja.

-Tenemos que pensar algo, algo para salvarles y que no se lleven a Ramiro…

En ese momento, entró Palomares al puente de mando.

-Capitán, tengo el plan perfecto.

Noe quiero maaas, aunque bueno ya te lo imaginaras despues de la turra que te doy por twitter.

No es justo que lo dejes así!!! Siguelo pronto, por favor, que estoy con la intriga!

PD: ay mi Gamboa, que guapo todo trajeado! *.*

-Escupe!! -le espetó con la poca delicadeza de siempre de la Cuadra

-El barco, lo dejamos amarrado, en sentido opuesto a la tierra, para salir huyendo cuánto antes. Bajamos del barco, el capitán, tú y yo, en una de las lanchas. Gamboa y Piti en otra lancha, pero sin que puedan ser vistos, llegamos allí, hacemos el cambio, y listo.

-Pero, Palomares, quieren a Ramiro, no a ti... -le respondió el capitán

-Yo sé hacerme el cojo, me cortais el pelo, y lo tintamos con esprai, me pongo sus gafas de sol y listo..

-¡No voy a consentir perder a ninguno de mis tripulantes!

-Vamos, capitán.. -respondió Palomares con una leve sonrisa- yo en este barco no pinto nada, ya no... y cada vez que veo a Vilma.. -tragó saliva y apretó la mandíbula- cada vez que la veo, no sé que decirle, no soy capaz de tocarla ni saludarla, ya no podemos ser amigos, y sé que ella va a elegir a Piti, y yo así no puedo vivir -unas lágrimas se le deslizaron por la mejilla- yo sin Vilma ya no puedo estar en este maldito barco, necesito irme..

De la Cuadra observaba la escena, y al ver que Ricardo no respondia nada, lo hizo él.

-Pero vamos a ver, copón, ¿tú quieres a Vilma?

-Claro que sí, oficial

-Pues entonces tienes que luchar, no tiene que rendirte a la primera de cambio, si Vilma está confusa, entre Piti y tú, pues hay que joderse, el amor no es un camino de rosas siempre, y tienes un 50% de posibilidades de que se decante por ti, leches

-Pe..pero... -Palomares se quedó por un momento sin contestación. No había nada que reprocharle, tenía razón- así yo puedo investigar, quiénes son toda esa gente, me podeis infiltrar un micro y un chip localizador, para que escucheis absolutamente todo -respondió el chico con un brillo de luz en la mirada.

Ricardo y Julián se miraron. No era un mal plan.

-Me parece buena idea pero..

-Ni peros ni nada, capitán, necesito salir de este barco...

-Me quieren a mí, e iré yo, no voy a consentir que este barco se quede sin cura. -interrumpió Ramiro, que había escuchado la conversación desde fuera.

-No, Ramiro, en este barco te necesitan más que a mí... tienes que quedarte.

-Me parece buena idea lo del transmisor que ha dicho Palomares, yo puedo fabricar uno, que no capten con ningún tipo de radar, y un micrófono también, me ofrazco voluntario, capitán... -respondió Ramiro sonriendo

Sol le miraba con ojos de ternero degollado, desde la otra esquina del comedor. No le escuchaba, pero ya sabía que él quería ir, para no poner en peligro a la tripulación. Un leve suspiro se le escapó, acompañado de unas cuántas lágrimas se le deslizaron por los ojos.

-¿Estás bien? -preguntó una chica de pelo liso, moreno.

-Sí.. -respondió Sol secándose las lágrimas- esque...nada, no te preocupes

-Tranquila, puedes confiar en mí -dijo la chica

-No es nada, esque, me está empezando a gustar un chico, y eso, nada más... por cierto, ¿Cómo te llamas? No te había visto por aquí, antes... esque soy muy despistada -sonrió la chica

-Me llamo Nerea, encantada... ya sabes, si necesitas cualquier cosa, estaré por aquí, aunque no me veas -la chica sonrió y se alejó

Sol se quedo mirando un rato por dónde se había ido Nerea. Le resultaba muy extraño no haberle visto antes, pero decidió no darle importancia, y tomarlo como un descuido propio.


Minutos después...

La tripulación del buque Estrella Polar, estaba reunida en el comedor. Julia se acercó por detrás del capitán, dispuesta a escuchar el plan que había decidido. Ricardo comenzó a contarles todo. Finalmente iría Ramiro.

-... y así pues, hemos decidido, que Ramiro vaya, con el transmisor y el micrófono- finalizó el largo discurso Ricardo.

-Pero capitán, no nos podemos permitir perder a Ramiro, él es una pieza clave en el barco...-intervino Julia

En parte, tenía razón.

-Y entonces, ¿qué propones que hagamos? -le respondió el capitán, en tono irónico. No le gustaba nada que le llevaran la contraria, ni siquiera Julia, aunque tuviera razón. Desde niño le molestaba que le dijeran lo que tenía que hacer, y que nada de lo que él decía le pareciera bien a nadie.

-Pues, hombre... -respondió Julia molesta, al notar el tono irónico del capitán y se acercó mucho a sus labios- eso es faena tuya, guapo- añadió dándole dos palmaditas en el pecho y alejándose.

-Pero si..

-Ricardo, dejala.. -intervino Julián.

-Bueno, pues ese será el plan....

-Capitán.. -intervino Palomares- yo puedo disfrazarme de Ramiro...

-¿Y cuánto tardarán en escubrirte? ¿7 minutos? Te matarán...

Palomares no había pensado en ese detalle. El silencio volvió a reinar en el comedor, y los minutos, seguían pasando sin remedio.

-Mira, Gamboa, Julián y yo, nos acercaremos a la isla con Ramiro, entonces, en el intercambió, dos lanchas con tripulantes, voluntarios, vendrán, e intentaremos liberar a Ulises y Ainhoa, si hace falta armas, se emplean, Gamboa ya os enseñó... -pronunció el capitán.

-Eso está mejor... -dijo Julián- pues venga copón, a prepararnos que el tiempo vuela.

Los tripulantes voluntarios se quedaron en el comedr y los demás, fueron a ayudarles a cargar armas y cosas útiles, por si hacía falta combatir.

El Estrella Polar, tendría que contar otra nueva experiencia, dentro de poco tiempo. Buena o mala.





Al mismo tiempo, Ulises, intentaba con todas sus fuerzas abrir la compuerta del barco, para salir a la superficie. Javi y Ainhoa, estaban detrás, rezando por que se abriera pronto, pues el oxígeno se les terminaba, y empezaba a nublarseles la vista. En un último golpe, Ulises abrió la puerta, y dejó pasar a Javi y Ainhoa, después salió él. Ambos salieron a flote, casi sin ser conscientes de lo que se habían salvado, pero su sorpresa, fue aún mayor, cuando vieron que a 2 millas, estaba la tierra tan deseada.


CONTINUARA

Ayyyyyyyyyyyyy! Pero no lo dejes así!!! Como mañana por la tarde no esté colgado el siguiente capitulo... no sé, no se me ocurre ninguna amenaza que de miedo... xD

Ole y Ole tu! Porfavor que bien escribes. Enserio, me encanta!
Haber cuando lo sigues que me has dejado con la intriga :)

BESAZOS A TODAS! y sobretodo CUIDAOS MUCHISIMO... Siguelo prontito y cuida mucho.e
:) <3

PARTE 41

Los chavales se preparaban para lo peor. Todos estaban en sus respectivos camarotes preparándose para la posible lucha, todo fuera por la tierra.

Ramiro terminó de ducharse y se puso los pantalones cortos y la camiseta de tirantes. Salió de la ducha secándose el pelo con la toalla y se encontró con Sol.

-Hola –dijo el joven sonriendo

-Hola…-respondió Sol, sin ningún tipo de entusiasmo

-¿Te pasa algo?

‘’Sí, que te vas a ir’’ pensó la chica. – No, sólo que estoy preocupada, por si algo no sale bien…

-Claro que saldrá bien –respondió Ramiro acariciándole el brazo cariñosamente –es más, cuándo tengamos esa isla, montaremos una gran fiesta, y tú, bailarás conmigo, aunque… con la cojera, no sé yo si se le puede llamar baile –sonrió- ¿Qué te parece?

A Sol se le iluminó el rostro. Sin duda, Ramiro era ‘’su’’ chico.

-Seguro que bailarás mejor que yo, pero acepto –respondió con una sonrisa la joven-

Ramiro le guiño un ojo y continuó su camino, con una sonrisa. Sol lo imitó, pero en dirección opuesta.

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-Julia, por favor, ábreme…

-Quiero estar sola, capitán… -contestó Julia

-Necesito hablar contigo, por favor, sólo será un minuto…

El pestillo del camarote de la doctora, se abrió y seguidamente, la puerta también.
Ricardo pasó y trató de explicarle lo anteriormente sucedido

-Mira Julia, lo siento, he estado un poco borde contigo, y tú eres la última persona que merece ese tratamiento por mi parte.

-¿Has acabado? Muy bien, te lo agradezco –respondió la doctora empujándole levemente hacia la puerta- luego nos vemos, capitán.

Ricardo se quedó en la puerta, sin obedecerle.

-Por favor, Ricardo, sal de mi camarote, ya… -dijo Julia a punto de perder los papeles-

-No, hasta que entres en razón…
-¿Qué es exactamente lo que te molesta? ¿Qué no entre en razón, o que no quiera verte?

-Supongo que… preferiría que me abofetearas mil veces, a que me digas que no quieres verme…

Julia se acercó poco a poco, y le dio una bofetada. Después sin decir nada, cerró la puerta con el gesto serio, y apoyó su espalda contra el marco, con una leve sonrisa.
Ricardo se quedó perplejo, delante de la puerta, pero sonriendo.



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Ulises y Ainhoa se miraban incrédulos. Javi, trataba de disimular que le importaba.

-¡Es tierra! Cómo la que no vemos desde hace cinco meses, tierra, con arena, playa… -decía Ulises emocionado- Ainhoa, ¡por fin! –añadió el chico y le abrazó-

-Vamos, rápido, tenemos que llegar… pero.. –hizo una pausa- ¿Cómo avisaremos a mi padre? –preguntó Ainhoa preocupada

Ulises no supo que responder, pero intervino Javi.

-Tranquilos, yo llevo un walkie.

Los tres se dirigieron nadando hacia la tierra, cada vez, más ansiosos por llegar.

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Todo estaba preparado para el plan establecido por el capitán. Quedaban a penas dos horas para ponerlo en marcha. Lanchas, armas e incluso algunos chalecos antibalas.
El sol estaba descendiendo del punto más alto del cielo, escondido entre algunas nubes, pero majestuoso sobre el océano. La tierra se veía cada vez más clara. Estaban a 1300 millas de la playa.

Gamboa se abrochaba el último pase del chaleco antibalas, en ese momento, unas manos femeninas se le posaron en su cintura, estremeciendo cada centímetro de su cuerpo.
-Ten cuidado, ¿vale? –le susurró sensualmente al oído Estela- y toma esto –le cogió la mano suavemente y la abrió, proporcionándole un colgante- te dará suerte.

-‘’Grasias Estela’’ –respondió Gamboa con su acento particular, agradeciéndole con un efímero beso su detalle.
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-Vilma, te pondrás bien, ya verás… -le decía Piti besándole la mano-

-Gracias por todo Piti… eres un sol –respondió la chica con esa sonrisa, que tanto le caracterizaba

-Me tengo que marchar… ya sabes, no puedo fallarle ni al capitán, ni a Ramiro, te cuidará Julia… -Piti se acercó y le dio un beso en la mejilla-

Vilma removió el pelo del chico y le agradeció el beso con una sonrisa espléndida.

Piti salió y se dirigió al salón, donde se encontraban todos listos.
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Julia deambulaba por los pasillos, pensando en Ricardo, y en el estúpido plan que iban a llevar a cabo. Cuando giró la esquina, se dio de bruces con Nerea.

-Uy, perdona, culpa mía, por no mirar por donde iba –se disculpó la chica-

Julia le miró de arriba a abajo. Esa chica le resultaba demasiado familiar.

-Tampoco me mires así, que ha sido sin querer, ¿Eh? –añadió Nerea con una sonrisa

-¿Nos conocemos? –preguntó la doctora extrañada

-Sí, alguna vez nos habremos visto en estos 75 metro de eslora, ¿no crees, Julia? –le respondió en un tono misterioso, guiñándole un ojo, y marchandose del lugar, dejando a una Julia muy confusa.

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-¿Ya lo has arreglao con la Wilson? –preguntó Julián

-No, no quiere hablar conmigo… -se lamentó el capitán, tomando un sorbo de anís

-Ricardo, copón, que parece que seas nuevo…-le respondió sirviendose un culín de anís- tú tienes que ir, con una cenita romántica por sorpresa y zas, la morreas.

-Sí, y en cuánto veas las velitas, sale corriendo y se enfada… venga Julián…

-Sí se enfada, ZAS, la morreas, que seguro que a la Wilson este cuerpo serrano le tiene loco.. –le respondió Julián tocandole el abdomen al capitán

-¡Quita! –dijo soltándole un suave codazo- que al final Salomé va a pensar que tenemos algo…

-Es que lo tenemos, cariño –respondió Julián, sonriendo y acercándose a él

-Que quites joder –le respondió Ricardo, dándole un empujón sonriendo- entonces, pase lo que pase…ZAS, la morreo, ¿no?

-Pues claro, copón santo y bendito –pronunció Julian sonriente- oye, que voy a despedirme de Salo, y tú, deberías hacer lo mismo con tu doctora –le guiñó un ojo y se fue.



CONTINUARÁ…

Jobar Noe, que bien escribes maja. A ver si subes pronto la continuación, que me he quedado muy intrigada... No se pueden enfadar, y menos ellos. ;)

Demasiado corto Siguelo pronto, por favor!!!! Por cierto, me encanta cuando Julián "tontea" con Ricardo. Me parto de risa yo sola xD

Bueno, no puedo decirte mucho más porque ya lo sabes, genial escritora! ;)

Noe me encanta O.O Lo adoroo! Me lo leo una y otra y otra vez, sobretodo las partes de Ramiro y Sol (que quiero morreo, eh) :P Sigue prontito!

Parte 42: El rescate

Julián terminó de despedirse de Salomé, con un suave beso, entre lágrimas y suplicas, para que no fuera.

Ambos ascendieron a cubierta, dónde ya se encontraban todos, menos el capitán, preparados para el rescate. Julián lo buscó, y le preguntó a Gamboa.

-¿Y Ricardo? –preguntó nervioso mirando para todos los lados-

-No ha subido aún, estará despidiéndose de su Julia… -contestó con retintín-

-Ah, es verdad, bueno, ves agrupando a los alumnos en lanchas, que quedan 15 minutos para salir –añadió el primer oficial y desplegó la escalerilla que llevaba desde el barco al mar-

Gamboa fue distribuyendo a todos los alumnos voluntarios en las lanchas, sumando un total de tres lanchas con 27 alumnos entre las tres.
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Ricardo se puso el chaleco antibalas. Estaba en el puente de mando, y se dirigió a enfermería en busca de Julia.

-Tranquila, a Piti no le va a pasar nada, ni a él ni a nadie, esa gente no quiere matarnos.. –mintió Julia para tranquilizar a Vilma y cogiéndole la mano tiernamente

-Bueno, y tú no estás preocupada por Ricardo? – preguntó Vilma sonriendo-

-Preocupada sí, pero él ha querido todo esto… -dijo restándole importancia, aunque por dentro se estaba muriendo

-Bueno, él te quiere, y tú a él, haz el favor de ir a despedirte como dios manad, Julia –le dijo vilma sonriendo

-Será mejor que no Vilma…

En ese momento entró Ricardo por la puerta

-¿Va todo bien, doctora? –preguntó mirando a Vilma

-Genial, dentro de un par de días podrá caminar

-Me alegro –respondió el capitán- ¿Tienes un minuto?

-mmm…esque tengo que hacer unos infor...-Vilma le interrumpió dándole un codazo- Sí, capitán

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Burbuja estaba en el camarote del capitán, cuidando a Valeria. Ricardo se lo había pedido por favor, y que pasara lo que pasara, nunca le dejara sola.

-Burbuja, ¿Dónde van todos? –preguntó la niña

-Va..van de excu…excursión

-Yo también quiero salir de este barco –protestó Valeria- ¿Cuándo vamos a llegar a casa? –añadió

-Pu…pues pron…pronto, y me inv…invitarás a una pa..pa…paella –respondió sonriendo Burbuja

-Sí, a mi papá le salen muy ricas –respondió la niña sonriendo-

Burbuja y Valeria se pusieron a jugar con los peluches, se inventaron historias, y así pasaron los que le quedaba de tarde.
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-Julia, en realidad no sé que decirte, lo siento mucho, y… que nos marchamos ya… -se metió la mano al bolsillo y le cogió la suya- Toma, te informaré por walkie-le dio el walkie y le apretó la mano- Te quiero –finalizó Ricardo y se marchó, sin esperar respuesta de ella

Julia se quedó en mitad del pasillo, apretando el walkie contra su cuerpo con firmeza. Después de meditarlo unos segundos, volvió a enfermería.
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-Vamos, teneis que estaros atentos a mis órdenes, y siempre, por detrás nuestro, ¿entendido? –gritó el capitán Montero

-Entendido, capitán –gritaron todos al unísono-

Los tripulantes se despidieron de sus compañeros que se quedaban en el Estrella y fueron subiendo poco a poco a las lanchas.

-Ramiro!! – gritó Sol antes de que el chico se subiera a la lancha. Estaba dispuesta a decirle lo que sentía por él

-Dime Sol.. –respondió el chico sonriendo

-Que te…tengas un buen viaje… y acuérdate que me debes el bai.. –Ramiro le calló con un beso en la mejilla, muy cerca de la comisura de sus labios. Sonrió y se subió a la lancha, dejando a la chica estupefacta.

-¿Qué? ¿Es Ramiro el que te gusta? –le preguntó Nerea

-eesto…emmm.. no, que va, sólo somos amigos… -respondió la joven y se fue corriendo a su camarote, muy feliz por un lado y por otro, bastante preocupada


Nerea se quedó mirando a Ramiro, sonriendo misteriosamente. Nadie sabia que se había subido al barco dos noches antes, y que provenía del proyecto Alejandría. Su misión era vigilar, que Gamboa y Julia hacían su trabajo, y si alguien descubría algo del proyecto Alejandría, acabara con ese alguien.



El sol iba descendiendo poco a poco, acompañado de pequeñas nubes, dándole un color anaranjado al cielo, que poco a poco, iba perdiendo su brillo.

-¿Ya te has disculpao con la Wilson, Ricardito? –pregunto Julián

-S..s..s..si –respondió Ricardo nada convencido

-Me caguen la leche… nada más vengamos quiero que le plantes un morreo del copón, me oyes? –gritó Julián

-Shh.. baja la voz hombre… -respondió su amigo mirando hacia todos lados, por si Julia aparecía

-Anda, que sí es que no puede ser contigo porque...-Julián continuó hablando mientras se subia a la lancha, pero la mente de Ricardo, no prestaba atención a sus palabras, pues una suave y femenina voz le había llamado tímidamente por detrás.

Ricardo se quedó mirando al frente, pálido como la cal, pero con la típica sonrisa de enamorado.








-Dime… -respondió con una vocecilla de inocente, retomando el aliento

-¿Pero qué dime ni leches? –respondió Julián girándose y vio a Julia- ah copón, que no te había oído, os dejo solitos, parejita… -rio Julián y alejó un poco la lancha de la escalerilla-

-Ricardo, eres la persona más importante del mundo para mí, ten mucho cuidado, ¿vale? –dijo Julia poniéndole su mano en el hombro

Ricardo se giró lentamente, y le ofreció una sonrisa, que tranquilizó bastante a la doctora Wilson.

-Ya sabes que te quiero mucho.. –respondió Ricardo, con su torpeza natural, que era lo que más le gustaba a Julia.- esto.. debo irme Julia, luego hablamos… -dicho esto el capitán hizo un gesto para que Julián se acercara con la lancha y finalizado el gesto, Julia bajó un escalón, giró a Ricardo bruscamente y le plantó un beso en los labios suavemente. Después se retiró lentamente y le susurró.

-Estaré pegada al walkie, háblame cada 5 minutos, por favor… -y dicho esto, se fue a cubierta, con los demás alumnos

Ricardo se quedó anonadado ante ese beso, y sólo asintió con la cabeza, más rojo que un tomate. Les había visto toda la tripulación del Estrella Polar. El capitán, al fin, subió a la lancha, y antes de que Julián hiciera su típica bromita, le espetó

-Ni una palabra, o te vas directo al agua

Todos se despidieron con la mano de sus compañeros, y en especial Gamboa de Estela, que se había quedado muy preocupada por él.

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Javi, Ulises y Ainhoa, por fin llegaron a tierra. Para Ulises y Ainhoa, pisar la tierra, fue una sensación única y muy especial, para Javi, no tanto.

Ulises, reventado después de nadar dos millas, cogió a Ainhoa en brazos, y se tiraron a la arena. Allí la beso apasionadamente, hasta que Javi llegó.

-Javi, corre, el walkie, tengo que avisar a mi padre de que hay tierra!! –gritó Ainhoa muy alegre.
De pronto, la vista de la chica se quedó negra temporalmente. Cayó desmayada en la arena, a causa de un golpe por detrás.

Ulises vio caer a Ainhoa, pero no le dio tiempo a reaccionar, porque a él y a Javi, les golpearon, dejándoles inconscientes también.

Había llegado la hora de la verdad.


CONTINUARÁ...

Hola Noe hacia tiempo que no te escribia. Pero si que te leeía. Lo único esque me conecto desde el mobil (Como ahora) Y hoy me he quedado tan uau :') que digo. Tengo que escribirle por mucho que me cueste ... Enfin, me ha ENCANTADO es PERFECTO y me has dejado con una intriga fuaaa. :)Enfin muchos BESOS a TODAS y desearos un PERFECTO verano. Que lo paseis muy bien y bueno además quería añadir que sigas muy prontito Noe. Besos :) <3

Ya era hora Noe, llevabas siglos sin colgar otra parte! Se me ha hecho cortísima, así que siguelo pronto o me muero. En serio, porque me enfadaré i dejaré de respirar. Como siempre, genial, Noe!

por favor, escribe ya, que al final me voy a morir