Fanfic El Barco // Ricardo/Julia, Piti/Vilma/Palomares/Ramiro/Sol, Ulises/ Ainhoa, Gamboa/Estela.... //

Me encanta^^ Siguelo pronto

PARTE 43: Veneno

Abrió los ojos pesadamente, todo lo que tenía a su alrededor parecía moverse, tenía una fuerte jaqueca y la última imagen que recordaba era la de Ulises y Javi en la playa, momentos antes de que todo el mundo a sus ojos quedara negro durante unos instantes.
Ainhoa miró a su alrededor, estaba atada al tronco de un árbol, con una cinta en la boca, y los pies amordazados. No había ni rastro de Ulises, ni de Javi, y eso le provocó un ataque de ansiedad, el cuál hizo que se desmayara de nuevo.

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Eran las nueve de la noche, y el sol dejaba sus últimos rayos de luz sobre el hemisferio donde navegaba el Estrella Polar.

Gamboa y el resto de voluntarios habían llegado a la isla, con linternas, y habían bajado cautelosamente y en silencio a tierra. Cuando sus pies volvieron a sentir el suelo firme, nadie pudo evitar alegrarse, abrazarse y armar un poco de jaleo, que fue callado enseguida por el líder de los voluntarios, Gamboa.

-¡Eh!, ¡no hemos venido a una fiesta! –gritó Gamboa y todos los voluntarios disiparon sus gritos de alegría- estamos aquí para rescatar a Ulises y a Ainhoa, y en cualquier momento, pueden atacarnos por dónde menos lo esperemos, así que alegrías, las justas –finalizó Gamboa apuntando con la linterna en todas las direcciones-

-Gamboa, acabamos de pisar tierra después de cuatro meses, por un poco de alegría, no pasará nada, em? –respondió desafiante Ramiro, que empezaba a hartarse del comportamiento de su ‘’amigo’’-

Gamboa ignoró a Ramiro, que por su parte, animó a los chavales y volvió la alegría. Cuando Ramiro le dio la espalda a Gamboa, este se acerco y le hizo una llave, dejándolo totalmente inmovilizado en la arena.

-¿A que no lo has podido evitar? –dijo Gamboa con su sonrisa torcida- Pues imagínate que no fuera yo, y hubiera sido Tom o Víctor, ¿aún tienes ganas de seguir celebrando esto? –añadió presionándole con fuerza el pecho, dejándole poco a poco sin respiración.

Ramiro, al borde del desmayo, le dio la razón a Gamboa y ordenó que todo el mundo se callara. Una vez más, volvía a estar bajo las amenazas del colombiano, las cuáles le empezaban a hartar ya.

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Ricardo y Julián se habían quedado retrasados del grupo, porque el walkie del capitán se le había caído al agua, mientras De la cuadra giraba la zodiac, y Ricardo estaba buscando con la linterna la manera de cogerlo. Cuando se decidió, metió la mano y algo se al rozó. Al principio pensó que era el walkie, y lo presionó, pero unos segundos después, noto un agudo pinchazo en la mano, y la sacó rápidamente.

-Mierda –se lamentó el capitán sacando la mano rápidamente-

-¿Qué pasa ahora? –preguntó Julián mirándole-

-Algo me ha mordido… -respondió su fiel amigo, mirándose la herida de la mano, de la cuál salía bastante sangre- Pero tengo que cogerlo.. –dijo sudando y metió la otra mano, cogió el walkie y la saco rápido presa del pánico-

-A ver, déjame verla.. –contestó Julián cogiéndole la mano-

Ricardo soltó un grito al notar el contacto de la herida con el dedo del primer oficial

-Joder Julián, con más cuidado, que escuece…

-¿Qué escuece? Pero.. ¿tú que clase de marinero estás hecho, copón? –respondió sonriendo Julián apartándole el dedo- Tranquilo, que eso no es ná, un poco de agua y te la vendas con un trozo de tu camisa –añadió el oficial-

Ricardo obedeció a su oficial y metió y sacó rápidamente la mano del agua, para limpiarse la herida. Seguidamente se arrancó un trozo de su camisa y se envolvió la mano.

-Voy a avisar a Julia, esto no me lo ha hecho un bicho normal Julián… -ricardo cogió el walkie- Julia, ¿me escucha doctora? Ricardo Montero, ¿me escucha? ¿Julia? –nadie contestaba-

-Ricardo, el walkie está lleno de agua, por mucho que llames a tu querida doctora, no va a contestar… -sonrió Julián y encendió el motor de la zodia hasta aproximarse a la orilla-

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-Julia cariño, tranquilízate, seguro que están bien… -intentaba tranquilizar a la doctora Salomé, llevándole una tila,y tomándose otra ella

-¿Y por qué Ricardo no me ha hablado desde que se fue? Bueno, ni a mi Ricardo, ni a ti Julián, te lo recuerdo… -contestó Julia posando su cabeza entre sus manos- Algo va mal… lo sé

Salomé se quedó sin saber que responder

-Voy a ir Salomé, la gente que está allí no quiere matarles, pero si no consiguen lo que quieren, son capaces de hacerles daño hasta conseguirlo, y eso no voy a permitirlo… -dijo Julia levantándose de la mesa, después de meditarlo unos minutos-

-No cielo, tú de este barco no te mueves, tienes que quedarte… ¿y si nos pasa algo? ¿quién nos atiende en enfermería? –preguntó Salomé con ojos llorosos-

-Salo, volveré en menos de 15 minutos –respondió Julia con una tierna sonrisa, y salió de la cocina hacia cubierta-

Salomé se bebió la tila de un trago, y se puso a hacer la cena para los tripulantes que quedaban a bordo del barco

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Tom y Víctor había llevado a Ulises junto con Ainhoa, para que esta se tranquilizara cuando había vuelto a retomar la consciencia.

-¿Qué quereis de nosotros, cabrones? –dijo Ulises entre dientes, intentando soltarse con todas sus fuerzas

-¿De vosotros? –se rió Víctor y miró a Tom- De vosotros nada, no teneis nada que nos sirva de momento… -prosiguió Víctor-

-Entonces, ¿por qué nos teneis aquí? –preguntó Ainhoa

-Queremos a Ramiro, y cuando tu querido papi, nos lo entregue, Ulises y tú volveréis al barco de papá –respondió Tom con una pizca de gracia-

-¿Y cuándo van a venir? –preguntó Ainhoa atemorizada-

-Esta noche, pero vosotros quedareis libres mañana… hemos decidido haceros sufrir un poquito más, por el tiro que me pegó tu padre –respondió el teniente sonriendo-

Ainhoa y Ulises se miraron. Al menos, estaban los dos juntos.

-¿Y Javi? ¿Dónde está Javi? –preguntó Ainhoa-

-En un lugar mejor –rió Tom y se fue junto con Víctor, hasta perderles de vista-

Ambos se quedaron atados a sus correspondientes árboles, atemorizados, y con ganas de que esa noche pasara lo más rápido posible.

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Julia llegó a tierra. El único sonido que había era el de las olas que morían al tocar la costa. Eso todavía la intranquilizó más. Momentos después, vio como una luz se asomaba entre los matorrales y se acercó cautelosamente. Cuando llegó al lugar, vio que era Gamboa.

-Gamboa, Gamboa! –le llamó Julia en voz baja-

Gamboa se acercó a ella.

-¿Qué haces tú aquí? –le preguntó el colombiano

-Estaba preocupada, Ricardo no da señales de vida, ¿Dónde está? –preguntó Julia, algo más calmada

-No lo he visto, pregúntale a Julián, él venía con tu querido capitán… -respondió-

-Oye, antes de irme… ¿ya habeis hecho el intercambio? ¿por qué os quedais a pasar la noche aquí?

-Nos han dejado una nota, el intercambio será mañana, por eso yo estoy de guardia, y luego me releva De la Cuadra, que está ahí –señaló a la derecha-

Julia fue corriendo al lado del primer oficial, despidiéndose de Gamboa

-De la cuadra, de la cuadra por favor, abra los ojos, ¿Dónde está Ricardo? –preguntó Julia nerviosa zarandeando a Julián-

-Joder, que pesadas sois las mujeres cuando os dejamos solas un par de horas… -respondió Julián y al ver la mirada asesina de Julia, reaccionó- en la playa, está en la playa, que le ha mordido un bicho o no sé qué –finalizó y se dio media vuelta para continuar durmiendo-

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Ricardo miraba al Estrella Polar sonriendo. Julia le había perdonado su comportamiento, porque le quería, y eso era lo que le hacía feliz. La herida le escocía, y cada vez se le infectaba más, pero después de meditarlo, había decidido no molestar a Julia. Unas delicadas manos le taparon los ojos, lo que le hizo dar un respingo y asustarse, hasta que escuchó su voz.

-Ah, eres tú.. –sonrió Ricardo como un bobo-

-Sí, aquí me tienes, estaba muy preocupada por ti.. –respondió Julia sentándose a su lado, en la arena- ¿Qué te ha pasado en la mano? –preguntó Julia cogiéndosela-

-Se me ha caído el walkie, y para poder hablar contigo, metí la mano en el agua…y algo me mordió.. –respondió Ricardo, mirando la silueta de la doctora.

Ambos se encontraban iluminado únicamente por la luz de la luna.

--Julia miró la camisa rasgada del capitán- Entonces… habrá que curar la herida, ¿no? –respondió la doctora, mordiéndose el labio-

-Pero si no tienes, el botiquín, y sin el botiq-Julia calló con un beso a Ricardo-

Ricardo siguió besando a la doctora, y se dejó caer sobre la arena. Ya nada le dolía, ya nada le entristecía, porque ahora, lo único que existía para él era Julia.

Julia se puso encima del cuerpo de Ricardo, arrancándole la poca camisa que le quedaba y besándole suavemente por el pecho.

‘’Ricardo, vuelve conmigo, Ricardo’’ le decía Julia suplicante al oído, mientras le besaba por el cuello.

‘’Estoy aquí, contigo’’ le respondia él desabrochándole la camisa, y besándole los labios con pasión.
De pronto, todo se esfumó, Julia no estaba, nada estaba, lo único que veía era blanco, todo blanco a su alrededor…

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-RICARDO, RICARDO POR FAVOR –gritaba Julia con lágrimas en los ojos, pegándole pequeños golpes en las mejillas- VUELVE, VUELVE CONMIGO RICARDO
Ricardo estaba sin pulso y la palidez iba mostrándose en su rostro. El veneno de la picadura iba haciéndole efecto, y el tiempo, corría en su contra.

*-*
He muerto.
¿Cómo puedes dejarnos así ¬¬? ¿Pretendes que dejemos de respirar todas?
¿Tú has leído seguido lo que has escrito?
Al pasar de la escena de la playa a la última me he deprimido T-T eres cruel.

Síguelo ya.

Lo seguiré pronto :P

ACLARACIÓN: Era un sueño de Ricardo, por si no quedó claro. Él está desmayado en la arena y sueña con Julia, no le da el telele a mitad XD

VaVaya noe, escribes super bien me he quedado en ell capitulo 4 y la historia va ya super avanzada..
Lo que quiero decir con esto, es saber si tienes algun blog o algo donde solo pongas los fics porque entre tanto comentario :$

Mas te vale seguirlo pronto, porque no puedes dejarnos con esta intriga!

Uau Noe. Entro después de bastante tiempo y me encuentro esto? :O Es PERFECTO!! <3 Enserio, siguelo pronto porque me has dejado con la intriga. Bueno besos a todos, cuidaos mucho. Y tu sobretodo Noe Siguelo prontisimo!! ;) Besos.

Bfff, hacia un monton de tiempo que no te leía, y entro y me encuentro con esto! Madre miaa, me encantaa me encantaaa:) Por favor acutaliiza yaaa!! No nos dejes asii!

By: Lidiaa:)

Gracias por vuestros comentarios chicos. Me dan fuerza para seguir escribiendo. Ahora he hecho un blog, con este mismo fic, pero cambiando cosas. Voy por el primer capítulo, a medida que vaya colgando avisaré por aquí, pero no va a cambiar mucho, la verdad.

Cuando llegue a la última parte que colgué aquí en el post, os aviso, y así la leeis desde ahí que es más cómodo... Aunque las colgaré en ambas partes.

Os dejo el blog :)

http://fanficelbarco26noe.blogspot.com.es/

Noe ahora mismito me paso! :) Lo iré leyendo :D Jeje, así me vuelvo a enterar de todo, que casi ni me acuerdo. MUCHOS BESITOS! Cuidate mucho artistaza!

Uau :0
Noe me encanta tu historia me la he leido en menos d dos dias
Eres increible
No continua? No me puedes dejar asi

¡muchas gracias a los nuevos seguidores del fic!

Estas navidades lo continuo, lo prometo :)

Que guay. :) Tengo muchas ganas de leerlo :P Esos si, me lo voy a volver entero para acordarme de algunas cosas. :) Bueno un besito a todos y cuidaos muchisimo. Y Noe cuidate mucho artista!

ESPECIAL NOCHEBUENA

RICARDO Y JULIA

Los últimos rayos de sol se marchaban poco a poco, para dejar lugar a la noche. Una noche especial, para compartir en familia, Nochebuena.

Valeria, Ainhoa, Julia y Ricardo cenaban en el comedor, en la mesa central, mientras que el resto del pasaje cenaba en las mesas verticales.
Por ser navidad, Salomé les había preparado a todos un delicioso mousse de pescado, junto con un poco de ensañada, aliñada con los pocos condimentos que quedaban tras varios meses de travesía.

A Valeria le había preparado un plato especial, patatas fritas, del naufragio del Queen América y el último huevo que quedaba desde que habían zarpado del puerto de Valencia.
Poco a poco el pasaje se fue retirando, a dormir o a celebrar la nochebuena con sus amigos o parejas. En el comedor sólo quedaron Valeria, Ainhoa, Julia y Ricardo.

Julia y Ricardo se lanzaban miradas fugaces, llenas de un sentimiento todavía no encontrado totalmente. Ainhoa cogió a Valeria de la mano y le susurró al oído algo que le hizo sonreir.

---Buenas noches papi –pronunció Valeria y se acercó dándole un beso muy tierno en la mejilla, seguidamente, fue al lado de Julia- buenas noches Julia –meditó unos segundos y le dio un abrazo y otro beso en la mejilla

Julia agradeció el gesto de Valeria y se lo recompensó con una sonrisa y una caricia en la mejilla. Ricardo y Julia levantaron la mirada y agradecieron con sus miradas a Ainhoa que esa noche se quedara con Valeria.

Ainhoa y Valeria marcharon al camarote y Ricardo y Julia se miraron a los ojos y acto seguido sonrieron. Sólo ellos sabían lo que les esperaba aquella noche.

Ricardo recogió los platos, mientras Julia cogía los cubiertos y los vasos. Ambos se dirigieron a la cocina. Ricardo depositó los platos en la pila y seguidamente, ayudó a Julia a depositar los cubiertos y los vasos. Ella pasó sus brazos por la cintura del capitán, rodeándosela mientras él se limitaba a mirarla con deseo.

Julia atrajo la cintura del capitán lo que más pudo a la de ella y se acercó poco a poco a su oído;
---¿Te apetece que nos encerremos en el camarote toda la noche? –le susurró con un tono de voz muy sensual-
---Contigo me apetece todo –respondió con el mismo tono-

Julia se separó poco a poco de Ricardo, cogiéndole de la mano, y le siguió hasta el camarote.
Ambos se adentraron en el camarote del capitán, y este dio una vuelta a la llave.
Ricardo giró su cuerpo y se acercó hasta el de Julia, hasta que sus ropas se fundieron en una sola línea. Ella puso la mano en su cuello, acariciándole suavemente la nuca con sus dedos. Ricardo puso sus manos un poco más debajo de la cadera de la doctora y la subió hacia arriba, aprisionándola con su cintura. La llevó hasta la cama, donde se dejaron caer con delicadeza. Ricardo quedó encima del cuerpo ardiente de la doctora.

Julia arrancó los botones de la camisa del capitán, de un venazo de pasión y este se liberó de la camisa lanzándola al suelo. Dirigió su azul mirada, hacia los ojos avellanados de la doctora, que esa noche más que ninguna pedían a voces que ambos cuerpos formaran uno sólo.

Ricardo se despojó de los pantalones y ayudó a Julia a deshacerse de su vestido rosa. Cuando el capitán vio, tras varios días intentándolo, de nuevo el cuerpo de la doctora semidesnudo, a pocos cm de él y su sonrisa de princesa, volvió a sentirse el hombre más afortunado del mundo. Poco a poco, acercó sus labios al cuello de la doctora, y los deslizó por ahí, como si de un juego se tratará, proporcionándole suaves caricias, mientras terminaba de quitarle la ropa interior.

Julia acariciaba de arriba abajo la espalda de Ricardo, con la yema de sus dedos, mientras emitía suaves suspiros de gozo. Los labios de Ricardo subieron hasta encontrarse con los de Julia, para anunciarles que comenzaba una vez más su viaje.
Julia le mordió suavemente el labio a Ricardo, mientras él iba haciéndose dueño de ella, poco a poco. Las manos de Ricardo exploraban cada uno de los secretos que ocultaba el cuerpo de Julia, mientras esta le recompensaba con caricias y besos, acompañados de suaves gemidos y fuertes suspiros.


Minutos después, ambos dieron por finalizado el viaje, con un beso confundido por un suspiro largo. Ricardo cayó al lado de Julia, satisfecho de tenerla con él, para siempre. Julia giró su cuerpo hacia él y apoyó su cabeza en su hombro, pasando el brazo por su torso desnudo y levemente mojado.

Ricardo pasó su mano izquierda por la espalda de Julia, mientras jugueteaba con su pelo, intentando que el sueño no le venciera. Julia, sin poder articular todavía palabra, le dio un suave beso en el pecho y se durmió encima de su pecho. Ricardo le dio un beso en le cabeza, recuperándose y quedó dormido con la mujer que amaba entre sus brazos.

Noe me encanta. Hacia tiempo que no escribias, y entrar y ver esto me supera. No dejes de escribir, porque me da algo. Sigue así :))

no sigues?