FIC RICARJULISTA [Terminado] || Un día dejé caer una lágrima en el océano. El día que la encuentres, será el día que deje de quererte. || Epílogo ||

Que asco me da Leonor... Síguelo que esta muy interesante, quiero riña Ricarjulistaaaaaa!!! Si, soy masoca ¬¬'

Jolin que pena, pobrecillos, Julia se lo iba a contar y va la otra guarra y se lo cuenta. Que rabia madre mia. Y el pobre Ricardín que se entera por la otra. Me sabe fatal, me lo imagino y todo y se me caería el alma en pedazos. Siguelo proto artista. Que sabes que el fanfic me encanta y que tu poder de la escritura es perfecto. Enserio, sigue asi. Y continualo protnto. Muchos besitos cuidaos mucho! <3

Muchas gracias por vuestros comentarios, de verdad que me encanta que os guste el fic :)


CAPÍTULO 22 ~


Leonor había dado el alta a Ricardo para que fuera a su camarote a hacer reposo y le ayudaba a ir hasta el camarote.

-Gracias por acompañarme. -Le dijo Ricardo sentándose en la cama

-De nada, pero me extraña que no se lo hayas dicho a Julia. -Leonor pretendía hundir la relación y cuanto mas se metiera en el asunto, mas lo conseguiría.

-Ya bueno... -Contestó Ricardo desanimado

-¿Te pasa algo?

-No, bueno si... Es que lo del aborto... -No le apetecía en absoluto hablar del tema, pero no podía desahogarse con nadie mas. -¿Por que no me lo dijo?

-No lo se -Dijo la mujer mientras se sentaba a su lado

-¿A ti te lo contó? -Preguntó Ricardo

-Si claro, le hice una revisión -Leonor tuvo que mentirle pero para conseguir lo que se proponía tenía que hacerlo

-Me parece increíble que me lo haya ocultado, íbamos a ser padres...

-Ricardo -Leonor colocó su mano en el hombro del hombre. -Ahora no tienes que pensar en eso, tienes que reposar y recuperarte del todo. Así que deja el tema y ya lo hablarás con Julia.

-Si, tienes razón.

Leonor salió del camarote y mientras Ricardo se derrumbaba ella sonreía maliciosamente.






Ya estaba anocheciendo y Julia, que había estado en el puente de mandos organizando los mapas, se retiraba al camarote para estar con Ricardo.
Julia entró en el camarote y se encontró con su marido sentado en la cama y el rostro enterrado entre sus manos.

-Ricardo cariño, ¿que pasa? -Preguntó acercándose hacia él

-¿Por que no me lo dijiste? -Le dijo levantando la cabeza y mirándola

-¿De que estás hablando? -Contestó Julia extrañada

-El aborto Julia, -A la doctora le cambió el rostro y se puso en pie poniéndose de espaldas a él -¿Por qué narices no me lo habías contado?

-¿Quién te lo ha dicho? -Le prguntó a punto de llorar.

-Leonor, pero da igual... -Dijo quitándole importancia

-¿Leonor? ¿Te lo ha contado Leonor? -Contestó girándose para mirarlo. -Pero si yo no se lo he contado.

-Pero si fuiste a hacerte una revisión -Dijo Ricardo extrañado

-Pero que dices, yo no me he hecho ninguna revisión. -Contestó Julia seria

-Bueno eso da igual, ¿Por que no me contaste que estabas embarazada? -Preguntó Ricardo de nuevo subiendo el tono de la voz

Julia no contestaba y las lágrimas estaban a punto de brotar de sus preciosos ojos marrones

-¡JULIA QUE ME CONTESTES! -Ricardo estaba cada vez mas enfurecido

-¡Iba a contártelo! Lo iba a hacer en la mañana de nuestra noche de bodas Ricardo, iba a decirte que íbamos a ser padres -Julia ya había empezado a llorar y Ricardo también. -Y créeme que la noticia de estar embarazada ha sido lo mejor que me ha pasado.

-Lo siento... -Dijo Ricardo poniéndose de pie costosamente. -Siento haberte gritado y siento haber hecho que pierdas a nuestro hijo...

-Tu no tienes la culpa de lo que ha pasado -Mientras Julia decía esto Ricardo se acercaba a ella para abrazarla y tranquilizarla. -La culpa la tiene la persona que te disparó, y te juro que cuando sepa quien es lo mataré con mis propias manos.

-Shh... Tranquila -Decía Ricardo abrazándola con fuerza. -Intentaremos tener otro hijo, ¿vale? Tenemos tiempo

-Ricardo, es casi imposible que me vuelva a quedar embarazada. Sería un milagro -Ricardo se separó unos centímetros de Julia y le levantó la cabeza

-Bueno, pues habrá que empezar a creer en los milagros -Dijo mientras le acariciaba la cara con dulzura y se acercaba para darle un beso




Detrás de la puerta del camarote Leonor lo había escuchado todo.

-Tendremos que poner en marcha el plan B... -Dijo hablando con alguien por el walki.


...CONTINUARÁ...

Os dejo el siguiente capítulo, a ver que os parece ;)



CAPÍTULO 23 ~


Dos semanas habían pasado desde la boda de Ricardo y Julia, dos semanas desde que aquel disparo lo cambió todo. Ricardo ya estaba recuperado y hoy iba a volver a ejercer de capitán.

Todos los tripulantes habían pisado tierra firme, se iban turnando en grupos. Si, todos habían pisado tierra menos los recién casados, pero no les hací falta pisar la tierra teniéndose el uno al otro.


-Papi, papi -Decía Valeria moviendo el brazo de su padre, que estaba rodeado por Julia, para despertarlo

-¿Qué pasa cariño? -Contestó con los ojos entrecerrados por el sueño.

-¿Puedo ir con Ainhoa a jugar a la playa? -Valeria ponía carita de niña buena para tratar de convencer a su padre.

-Está bien, pero tened cuidado -Ricardo no se había podido resistir a la súplica de su hija, y sabía que Ainhoa cuidaría bien de Valeria.

La pequeña salió del camarote dando saltos de alegría. Ricardo dio un beso a Julia en la cabeza haciendo que se despertara.

-Buenos días -Dijo la doctora sonriendo abrazada a su marido.

-Buenos días, voy a ducharme ¿vale? -Contestó Ricardo deshaciéndose del abrazo cuidadosamente

Julia asintió con la cabeza, estirándose en la cama y volviendo a cerrar los ojos.





Ricardo entró al baño, se desvistió y se metió en la ducha. El agua comenzó a caer, cuando de repente sintió como unas manos le rodeaban por la espalda hasta llegar a su abdomen. Ricardo dio media vuelta para ponerse frente a ella, frente a Julia.

-¿Qué haces? -Preguntó el hombre riendo

-¿Yo? Nada -Contestó con picardía -¿Es que no puedo ducharme con mi marido? -Dijo mientras se acercaba a él para besarlo.

Ricardo nunca hubiera pensado que un beso de esa mujer pudiera transmitirle sensaciones tan agradables.

-Así que ducharte. -Dijo pasando sus manos alrededor de la fina cintura de Julia. -¿Solo ducharte? -Preguntó mientras le acariciaba la espalda

-Bueno, a parte de ducharnos, -Dijo rodeando el cuello del hombre con sus brazos. -Podríamos ir empezando a creer en los milagros ¿no?

Ricardo se limitó a sonreír. Bajó sus manos hasta las piernas de la doctora para cogerla y apoyar su espalda contra la fría pared del baño, que a penas parecía estar fría en ese momento.

-Pero eso si, -Dijo Julia. -Me sigues debiendo una noche de bodas, que no se te olvide. -Los dos rieron.


Ricardo, comenzó por besar el cuello de Julia, ascendiendo hasta su mejilla y unos segundos después llegando a sus labios y perdiéndose en ellos como si fueran el manjar mas exquisito del planeta.

Julia se dedicaba a enterrar sus dedos entre el pelo del capitán aislándose del mundo que la evolvía si saber controlar la situación notando como su corazón latía mas deprisa y que su respiración se aceleraba.

El hombre continuaba besando a Julia mientras acariciaba sus piernas, notando como el agua seguía cayendo y los empapaba, como si estuvieran bajo la lluvia en medio de la calle.
Cuando el hombre se sintió satisfecho de haber acariciado a su mujer, realizó un movimiento, que hizo que todo dejara de existir, que solo estuvieran ellos dos, y que llegaran a tocar el cielo.




Un amor que se hizo posible porque rompía las barreras del tiempo y del espacio y se mofaba de los prejuicios del mundo.

Los sentimientos, las pasiones, las añoranzas, se entrelazaban con el tiempo y formaban una única unidad que se desvanecía poco a poco para dar paso a afirmaciones o contradicciones al rededor de sus sentimientos.


...CONTINUARÁ...

Que ilusión, otro capitulo. Me ha parecido superchulo, aunque tengo muchas ganas de saber que pasa. Y si Leonor les va hacer algo. Los capítulos han sido preciosos. Sigue aí que me encanta tu fanfic y sabes que soy tu fan número 1. Jeje. Enfin muchas gracias por escribirlo y gracias por todo. Eres genial! Un beso muy grande a todas. Y a ti sobretodo, cuidaos mucho y espero que os vaya genial la semana. Un besito!! :)

Otro capítulo por aquí, disfrutad :)




CAPÍTULO 24 ~


Ricardo había ido al puente para volver a su tarea de capitán, a su tarea de dirigir aquel buque. Estaba controlando la situación de la isla con los prismáticos cuando notó como unas manos suaves acariciaban su espalda y se acercaba a su cuello para darle un dulce beso.

-¿Cómo lleva la guardia capitán? -Preguntó sonriendo

-Pues de momento muy bien doctora. -Contestó dejando los prismáticos. -Que te parece, que mañana vayamos a tierra.

-¿De verdad? -Dijo con gran ilusión, a Julia le gustaba estar en el barco con Ricardo, pero le apetecía coger la arena de la isla con sus manos y oler las plantas que habían en aquel trocito de paraíso.

-Pues claro, Julián ha dicho que vendrán ellos al barco y que él se encargará de controlar la situación desde aquí. -Ricardo miraba a través del cristal como sus dos hijas jugaban en la arena, le encantaba verlas tan felices.

-Pues entonces voy a ir a buscar el bikini -Dijo Julia acariciando la espalda de Ricardo -Porque la ducha de esta mañana me ha gustado mucho, -Dijo sonriendo. -pero eso si, un baño contigo, por la noche, en el mar... -Ricardo se rio ante el comentario de Julia

Salomé, que ya habí vuelto al Estrella a causa de que Vilma se había torcido el pie, había ido a llevar una taza de café a Ricardo al puente de mando y a ver como estaba. Pero lo que no se imaginaba era que también estaría Julia y mucho menos de la conversación que estaban teniendo.
La mujer volvió a la cocina y hizo lo mas lógico del mundo: Avisar a Vilma y a Estela para contarles los cotilleos de última hora de Ricardo y Julia.




Después de haber estado un rato en el puente de mandos, Julia se dirigió a la cocina para coger un vaso de agua.

-¿Pero de verdad que has oído eso? -Decía Vilma riéndose y mirando a Salomé

-¿Qué es lo que has oído? -Dijo Julia entrando en la cocina y sonriendo

-No nada... -Contestó Salomé disimulando y dejando paso a Julia para coger un vaso de agua.

-¿El agua de la ducha estaba caliente hoy doctora? -Dijo la cocinera aguantando la risa y provocando que a Julia casi se le cayera el vaso.

-¿Eso a que viene? -Contestó nerviosa

-No por nada, por curiosidad... -Continuó diciendo Salo mientras Vilma y Estela no podían aguantar mas la risa.

-¿Qué has oído? -Preguntó la doctora muerta de vergüenza

-No nada, no se que de una ducha con Ricardo... -Y después de este comentario ninguna de la tres mujeres agunataron y empezaron a reírse mientras Julia se tapaba la cara con las manos.

-¡Sois lo peor! -Dijo roja como un tomate y mientras se reía.





Ya era de noche, el día había pasado con tranquilidad, Julia había estado hablando con Ricardo otra vez para decirle lo de que Salomé les había oído y los dos reían a carcajadas.


Cada vez que Leonor veía a la pareja sonriéndose y regalándose sonrisas y miradas, se moría de los celos y no podía esperar mas a poner en marcha el plan B. Esta noche conseguirí romper esa relación.


Julia dormía abrazada a Ricardo y una persona entró en el camarote dipuesta a cumplir las órdenes de su superior.
Se acercó sigilósamente a la pareja con un pañuelo empapado en cloroformo para poder dormirlos a ambos y secuestrar a la doctora.
Acercó el pañuelo a la cara de Ricardo, pero antes de colocar el pañuelo en su rostro miró a la pareja y se le dibujó una pequeña sonrisa en los labios y recordó su pasado. Recordó cuando era feliz

-¿Pero se puede saber que hace aquí? -Dijo el capitán y haciendo que Julia también despertara -Gamboa ¿qué narices hace aquí?

-Lo siento capitán... -Dijo apartándose para dejar que tanto Julia como Ricardo se pusieran en pie. -Lo siento de verdad

-¿Qué es lo que siente? -Dijo Ricardo, pero al ver como sujetaba un pañuelo húmedo pudo entenderlo todo.




Gamboa se había sentado en la silla del camarote, llevaba varios minutos hablando con Ricardo y Julia. Estaba dispuesto a contar la verdad.

-Entonces, ¿Leonor ha recuperado la memoria? -Preguntó Julia incrédula

-Así es, pero yo no he podido cumplir lo que me ha mandado hacer. -Dijo Gamboa sincerándose. -Julia es la única persona del Proyecto que me ha hecho darme cuenta de que no somos nada para ellos, y no pienso traicionarla.

-Está bien Gamboa, le creo -Dijo el capitán poniendo su mano en el hombro de colombiano. -Pero no va a decir nada de esto ¿está claro? Leonor confía en usted, y debe seguir siendo así para que nos infrome.

-Está claro -Asintió Gamboa. -Pero creo que le interesará saber quien le disparó, bueno, a la doctora creo que también le puede interesar bastante...

-¿Sabes quien le disparó? -Dijo Julia

-Siguiendo las órdenes de Leonor, Phillippe le disparó capitán.

Julia palideció al instante, Phillippe estaba vivo. Y no solo eso, casi acaba con la vida del hombre que mas había amado en toda su vida.


...CONTINUARÁ...

Jolin me has dejado con la intriga. Me he reido mucho con lo del cotilleo de Salomé, hasta me lo he imaginado. :') Muy chulo todo el capitulo. Sobretodo como ha terminado, espero que Philippe no se meta en la relación de Ricardo y Julia. Siguelo pronto por favor, que me has dejado intrigadisima!! :D Cuidaros muchisimo todos y tu artistaza sigue asi que escribes genial! :)

Esto se pone cada vez más interesante!!!Ahora que Richi se cargue a Philipe muahahahaha
Continualo prontito!

Dios Eva sabes que te quiero verdad. Me enamoro de tu Fic cada vez más que lo sepas. Y a ver si le dan por saco ya a Leonor que me cae muy mal. Wujajaja Y a Phillipe también eh! NO dejes que nadie se acerque a los dos más menos del barco.
Un besazo :))

Otro capitulito por aquí! Muchas gracias por los comentarios :)


CAPÍTULO 25 ~



Ricardo, después de la conversación que habían mantenido por la noche con Gamboa, había decidido que este último también los acompañaría a tierra, además de Leonor, Estela, Palomares y Ramiro. Salomé, Julián y Vilma eran los únicos que habían regresado al Estrella.

Una vez hubieron desembarcado comenzaron a saltar, pues ellos aún no habían pisado ese trozo de tierra salvo en el día de la boda de Ricardo y Julia... y que no acabó muy bien.
Ricardo abrazaba a Julia por la cintura mientras sonreía y se acercaba a sus labios para darle un beso.
Gamboa miraba todo el paisaje, buscando algo, bueno, a alguien. Pensaba decirle todo lo que pensaba, estaba harto.



Las horas pasaban deprisa en lo que para los tripulantes se había convertido en un paraíso y Ricardo y Julia hablaban mientras el hombre ayudaba a la doctora a hacer una cena en la improvisada cocina que había montado Salomé.

-¿Sabes que podríamos hacer esta noche? -Dijo Julia con una gran sonrisa

-Pues no se... ¿Qué podríamos hacer? -Contestó girándose para mirar como Julia cocinaba

-Pues darnos un baño. -Ricardo la miró -¿Qué te parece?

-Una muy buena idea doctora... -Continuó diciendo el hombre. -Pero doctora, ¿está segura de que quiere bañarse en el mar por la noche, con el capitán? -Dijo acercándose a ella.

-No, con el capitán no. -Contestó Julia dejando la cuchara de madera que sostenía y levantando la cabeza para mirarle a los ojos. -Quiero bañarme, el mar esta noche con mi marido Ricardo Montero. Eso quiero. -Ricardo se acercó a ella y la besó

-Te quiero. -Contestó el hombre separándose de sus labios. -Y siempre te voy a querer, pase lo que pase






El sol se había escondido, y la luna había hecho su aparición, una luna llena que iluminaba el mar y reflejando un brillo que parecía ser magia.

Julia y Ricardo caminaban por la orilla del mar cogidos de la mano, alejándose unos cuantos metros del campamento. Se miraban, se sonreían y con tan solo un cruce de sus miradas se decían que se querían.



Cuando estuvieron lo suficientemente alejados del campamento, Julia comenzó a quitarse la ropa ante la atenta miraba de sus ojos azules. Se quitó los zapatos, dejó caer su pantalón y se deshizo de su camisa azul para quedarse en ropa interior dejando ver su sensual figura y haciendo que Ricardo dejara volar su imaginación, su deseo y la pasión que sentía por Julia.

Y es que la pasión es una sensación ta abrumadora que puede derrumbar murallas, la pasión es el único sentimiento que nos da una razón para vivir.





La doctora se metió en el mar, mientras miraba a al hombre pidiéndole con la mirada lo que ambos pensaban, y como era de esperar Ricardo aceptó. Se desvistió y se metió en mar buscando con sus manos la fina cintura de la mujer.
Se acercaban sus labios, como si de dos imanes se tratara, y esque la tierra prometida, el pariso, que llevaban buscando meses no era aquel que acabavan de encontrar y en el que ahora formarían una nueva vida. No, esa tierra prometida estaba en los labios de Ricardo según Julia pensaba y en los labios de Julia según el punto de vista de Ricardo.


Pero por lo visto lo ambos querían hacer aquella noche en el mar, tendría que esperar.
Porque los dos tenían ganas de satisfacer sus deseos si, pero la verdad es que cuando se oye un disparo...



...CONTINUARÁ...

Que ganas tenia ahora me lo leo en cuanto haga lks deberes y estudie un poco :)

Uau sin palabras y ¿eso del disparo? Madre mia, me has dejado superintrigadisima!! :) Me ha encantado todo. Escribes genial. :D Bueno, espero ansiosa el siguiente capítulo. Que ganas!!! :) Muchos besitos a todos! Cuidaros muchisimo!!

El caso es interrumpirlos ya sea en la serie o en los fics xD Me ha encantado!!!A ver de quien es el disparo...
Siguelo pronto :)

CAPÍTULO 26 ~


Ricardo y Julia salieron a toda prisa del agua depués de haber escuchado el disparo, se vistieron a toda prisa y se dirijieron al camapamento para coger una linterna y la pistola que Ricardo guardaba el la tienda.

El capitán miró a Julia y se encaminaron al lugar donde habían escuchado el ruido.



Se adentraron el el palmeral con la poca iluminación que les proporcionaba la linterna y viero a Gamboa de pie apuntando a un hombre que estaba tumbado en el suelo agarrándose la pierna con fuerza por el disparo y ocultando su rostro.

-¿Pero se puede saber que ha hecho Gamboa? -Preguntó Ricardo mirando al colombiano -Julia, mira a ver como está el hombre.

Julia se acercó al herido, pero antes de poder agacharse para ver la herida el hombre giró la cabeza dejando ver su identidad.

-¿Me has echado de menos cariño? -Dijo Phillippe sonriendo con ironía mientras el sudor caía por su frente por el dolor.

Julia se dirigió a Ricardo y se abrazó a él, que no esperaba para nada la reacción de su mujer.

-Bueno capitán, aquí tiene al cabrón que le disparó el día de su boda y que no acabó con su vida pero si con la de su hijo y de Julia. -Dijo apuntando directamente a la cabeza del francés. -Y si usted quiere ahora mismo le vuelo la cabeza de un tiro y acabo en seguida con todo esto.

Ricardo miró a Julia para esperar un respuesta de ella, un consejo, pero la doctora seguí inmóvil y abrazada al cuerpo del capitán.

-Baje el arma Gamboa, la muerte no es la solución. -Dijo Ricardo haciendo uso de su sentido común, haciendo un esfuerzo por no seguir sus impulsos y por no hacerle caso a la rabia que sentía y le decía que él mismo le pegara un tiro para matar al hombre que había arruinado parte de su vida.







Julia estaba en la enfermería cosiendo la herida de la pierna, después de haber extraído la bala, de el que hace un tiempo, fue el amor de su vida.

-¿Qué pasa? ¿No vas a decir nada? -Dijo Phillippe intentando aguantar el dolor, la anestesia local no era lo mejor del mundo, pero era algo. -Vamos, Julia, por favor... Hemos compartido muchos momentos en esta vida, yo te quiero y se que tu también. Y estoy seguro de que podrás perdonarme. -Cuando el francés terminó de decir todo esto Julia acabó de coser la herida, dejó el material en la mesa, se quitó los guantes y se vio dispuesta a enfrontarse a uno de los pocos miedos que habían en su vida ahora mismo.

-Mira, escúchame bien -Empezó la doctora armada de valor. -Me mentiste, ¿de verdad esperas que todo vuelva a ser como antes? Lo primero que debes saber es que no te quiero, ya no te quiero. He conseguido olvidarte y es lo mejor que he hecho en mi vida, sacarte de mi mente. Ricardo es el único hombre hombre que ocupa ahora mismo mi corazón y mi mente. Y lo segundo, es que no te voy a perdonar, disparaste a mi marido y hiciste que perdiera al hijo que esperábamos Ricardo y yo. No esperes que te perdone, para mi no existes, par mi... -Hizo una pausa dejando que cayera una lágrima que no pudo contener. -Estás muerto. Moriste hace tiempo.




Julia salió de la enfermería y vio a Ricardo que estaba sentado en el suelo, que se levantó de inmediato al ver a la doctora.

-¿Qué tal todo? -Preguntó el capitán acercándose a ella.

Julia rompió a llorar y Ricardo la miró y no pudo evitar que se le partiera el alma en mil pedazos al verla así. La cogió suavemente de los hombros y la acercó hacia él para abrazarla y si era necesario no soltarla nunca.


Y es que hay tiempo de herir y tiempo de curar, tiempo de destruir y tiempo de edificar, tiempo de rasgar y tiempo de coser, tiempo de amar y tiempo de odiar...



...CONTINUARÁ...

Madre del amor hermoso. ¿Enserio? Capitulazo, me lo he imaginado y todo :O Me ha parecido superchulo, cpntinualo prontito artista que me tienes enganchada a tu fanfic. Muchas gracias por escribirlo, de verdad. :D Mil besos a todos cuidaros muchisimoo! :)

Siento la tardanza, pero es que la noticia esta de que El Barco se acaba no es que inspire mucho para escribir, pero ya he vuelto y os dejo otro capítulito :)
Espero que os guste



CAPÍTULO 27 ~

El tiempo parecía escaparse, irse acompañado por el viento. Había pasado una semana más y Valeria había cogido un pequeño resfriado por lo que Ricardo había decidido volver al Estrella para que la pequeña descansara, y Julia, empezaba a ejercer su cargo de mamá y también había querido volver al buque.

Valeria estaba tumbada en la cama de su padre y Julia, y esta última recostada a su lado acariciando su cabeza mientras esperaban a que Salomé llegara con un vaso de leche calentito y unas cuantas galletas.

-Por aquí traigo una merienda rica rica. -Dijo la cocinera entrando en el camarote sosteniendo una bandeja y cuando se acercó a la cama vio que la pequeña se había dormido. -¿Aún tiene fiebre?

-Si, unas décimas pero ya le ha bajado un poco. -Contestó la doctora incorporándose para ponerse de pie. -Y creo que me ha pegado el resfriado o algo, porque llevo un par de días con unas nauseas y unos mareos...

-Pues si que podría ser que te lo hubiera pegado. -Contestó Salomé sin pensar otra opción -Por cierto, hoy vuelta a la rutina, pescado para comer

-Puf... -Bufó Julia sentándose en la silla del camarote y poniendo mala cara

Salomé comenzó a pensar en que tal vez Valeria no le había pegado nada, sino que le pasaba otra cosa...

-Julia, cielo -Dijo la mujer acercándose a la doctora -¿Podría ser que estuvieras embarazada? -Julia se sorprendió.

-No creo, es muy difícil, sería demasiada suerte... -Contestó sonriendo

-Pero podría ser ¿no? -Julia asintió, pero seguía creyendo que era algo imposible, pero si algo le había enseñado aquel viaje, era que las cosas imposibles podían llegar a suceder. -Salgamos de dudas ¿Quedan test de embarazo en la enfermería?







Habían pasado un par de horas y ya era casi de noche, Ricardo estaba en enfermería con Phillippe, que ya estaba casi recuperado de su disparo, con Leonor y con Gamboa. Los cuatro esperaban a que llegara Julia para interrogar al francés y a Leonor.

-Capitán, ¿Se lo ha dicho a Julia? -Preguntó el colombiano apartando al hombre.

-Que si, se lo he dicho esta mañana -Ricardo comenzaba a preocuparse -A lo mejor se le ha olvidado, me ha dicho que iba a estar un rato con Valeria...

-Pues, avísela por el walki. -Contestó Gamboa

Ricardo cogió el walki y salió de la enfermería.



-Julia, ¿Dónde estás? -El hombre comenzaba a preocuparse, desde esta mañana que no había visto a la mujer desde el desayuno.

Ricardo esperó un par de minutos a que la doctora contestara pero no daba señales de vida ni parecía que las fuese a dar.
Iba a volver a llamar a la doctora cuando vio como Gamboa se abalanzaba sobre Phillippe, el capitán entró corriendo a la enfermería.

-¿Pero se puede saber que ha pasado? -Preguntó separando a los dos hombres que tan solo se habían propinado un par de puñetazos.

Ni Gamboa ni Phillippe habían contestado a la pregunta de Ricardo, y tampoco lo había hecho Leonor, que parecía una estatua y no había dicho palabra.

-Nadie va a contestar ¿no? -Dijo el hombre esperando alguna palabra -Miren no tengo ni idea de donde está Julia, así que dejaremos esta conversación para otro día. -Los presentes asintieron y aceptaron la propuesta del capitán.





Ricardo llegó a su camarote, con el rostro cansado. Entró y vio a Valeria durmiendo, se acercó a la niña para darle un beso en la frente.

-¿Qué tal el día? -Preguntó Julia que acababa de entrar al camarote.

-¿Se puede saber dónde te habías metido? -Le preguntó Ricardo cruzando los brazos

-Es que me he distraído con Salomé en la cocina -Le contestó sonriendo

-¿Ya está? -Dijo Ricardo esperando alguna otra excusa.

-Bueno, si que hay algo mas... -Julia siguió hablando sin poder parar de sonreír, pero Ricardo la interrumpió

-No, es que me parece increíble. -Decía el hombre un poco enfadado. -Esta mañana te he dicho que teníamos que hablar con Leonor y Phillippe, para descubrir algo sobre toda esta mierda del preyecto y tu te entretienes de cotilleo con Salomé

-Ricardo pero que... -Julia intentaba explicarse pero el capitán no la dejaba.

-Porque seguro que ni te acordabas, y me has dejado ahí tirado media hora esperando a que llegaras -Julia se limitaba a asentir mientras sonreía. -¿Vas a hacer algo mas a parte de reírte en mi cara?

-Bueno, ¿ya te has tranquilizado? -Preguntó Julia riéndose y el hombre asintió -Ricardo, estoy embarazada.

Ricardo abrió los ojos como platos y de tener el rostro mas serio del mundo pasó a tener el mas feliz que había tenido en meses.

-Pero, ¿no dijiste que era muy difícil? ¿Que sería un milagro que te volvieras a quedar embarazada?

-Si, pero hemos visto muchas cosas que creíamos imposibles que fueran a suceder y aquí estamos en el fin del mundo.

Ricardo abrazó a Julia y la levantó en el aire mientras los dos se reían y se les escapaban algunas lágrimas, ¡Iban a ser padres!

Y es que la vida solo es tolerable porque existe lo excepcional, lo extraordinario, lo atípico. Y en este caso la excepción a todo lo malo que les había pasado en este tiempo la tenían ahí, su felicidad. La felicidad de ambos.


...CONTINUARÁ...

OOh!! Están embarazados!!!Que genial!!!
Vuelve prontito con más!!!

Aiixxx que ilusión me hace que Julia y Ricardo vayan a ser papas aunque sea en un fanfic. Enserio, cada día e gusta mas tu fanfic. Me encanta, se verdad. Continualo pronto que me dejas con ganas de mas. :) Y bueno con todo lo de la noticia de El Barco necesito mucho mas de todo esto! :) Muchos beitos a todos. Cuidaros muchisimooo"!!

Bueno, por aquí os dejo el siguiente capítulo. Este, el siguiente y a lo mejor otro mas serán capítulos de felicidad total, así que disfrutadlos jajajaj


CAPÍTULO 28 ~


-¿Voy a tener un hermanito? -Preguntó Valeria a su padre y a Julia que llevaban varios minutos abrazados

-Si, cariño -Contestó Julia acercándose a la niña -Vas a tener un hermanito o una hermanita

-¡Qué guay! -Dijo con una gran sonrisa, parecía que el resfriado se le había pasado de golpe -¿Y cuándo va a llegar? -Ricardo y Julia se rieron

-Pues en un par de meses -Contestó el capitán también acercándose a su hija. -Nueve si todo va bien.

-Jo, pero eso es mucho tiempo... -Dijo Valeria poniendo cara triste y mirando a la doctora

-Ya cariño, pero habrá que esperar si quiere que el bebé nazca sano y fuerte para que puedas cuidarlo y jugar con él -Le contestó acariciándole la cara a la pequeña

-¿Y puede ser un niño? Es que ya estamos Ainhoa y yo, y me gustaría que fuera un niño

-Habrá que esperar, pero cuando sepamos si es niño o niña te lo diremos la primera ¿trato hecho? -Le contestó Julia, a lo que Valeria asintió y se dieron un apretón de manos mientras Ricardo las miraba sonriente

-¿Bueno, que pasa aquí? ¿Habéis montado una fiesta y yo no me he enterado? -Dijo Ainhoa entrando en el camarote que había decidido volver al barco para ver como estaba su hermanita.

-¡Ainhoa vamos a tener un hermanito! -Gritó la niña dando saltos en la cama

-¿De verdad? -Preguntó sorprendida pero feliz mirando a Julia que asintió ante la pregunta de la chica -¡Julia eso es fantástico! -Se acercó a la mujer y le dio un gran a brazo y después se lo dio a su padre.

Ahora si serían una familia feliz, ya lo tenían todo.






Leonor fue a la enfermería intentando que nadie la viera, tenía que hablar con Phillippe

-Julia está embarazada. -Dijo nada mas haber cerrado la puerta.

-¿Disculpa? -Contestó Phillippe incorporándose. -Pero eso es imposible, tuvo un aborto y no es tan fácil volverse a quedar embarazada

-Pues ya ves, la suerte no está de nuestro lado...

-Pero a ver estás segura, ¿cómo te has enterado si se puede saber? -Preguntó Phillippe esperando que no fuera verdad

-Pues hombre si se pone la niña a chillar que va a tener un hermanito cuando la puerta del camarote está abierta de par en par... Pues como para no enterarse -Dijo un tanto molesta ante la duda del francés

-Bueno y que vamos a hacer... -A Phillippe le molestaba muchísimo el echo de que a Julia ya no le importara, y más aún le molestaba que hubiera decidido dejar el Proyecto Alenjandría, arriesgando su vida, por tan solo haberse enamorado del capitán del barco. Cosa que nuca debería haber pasado.

-¿Cómo que qué vamos a hacer? -Preguntó sonriendo de manera maliciosa

-Aquí tu eres la zorra sin escrúpulos ¿qué has pensado hacer?

-¿Así que yo soy la zorra si escrúpulos? -Dijo acercándose a él y quedándose a centímetros-Pues cuando te acostabas conmigo en Ginebra me parece que no pensabas lo mismo...





Valeria se había recuperado en un par de horas y se había ido a jugar con Bubuja. Y Ricardo, había aprovechado la ausencia de la niña para preparar una cena en el camarote. Un mantel blanco que cubría la mesa, dos velas que iluminaban la estancia y una rosa que había dejado fuera del camarote, en el suelo.

Julia había ido un rato a la cocina para hablar con Salomé y Ainhoa sobre el embarazo, pero había vuelto al camarote por la llamada que había recibido de Ricardo por el walki.
Caminaba deprisa, lo había notado serio, pero al llegar a la puerta y encontrarse con la rosa en el suelo se le pasó la preocupación, se agachó la cogió, sonrió, y abrió la puerta. Y ahí estaba él, con una camisa blanca impecable, el pelo peinado y una gran sonrisa.

-¿Y todo esto? -Preguntó Julia acercándose a Ricardo y rodeando su cuello con los brazos quedándose a centímetros de sus labios.

-Bueno, vamos a ser padres, habrá que celebrarlo ¿no?


...CONTINUARÁ...

Jo. Ahora no puedo leerlo :'( Luego lo leeo y comento :)