FIC RICARJULISTA [Terminado] || Un día dejé caer una lágrima en el océano. El día que la encuentres, será el día que deje de quererte. || Epílogo ||

Ooooh Marisa también esta viva!!!No puede gustarme más!!!!
Escribes genial, vuelve pronto con más que tu fic me tiene totalmente enganchada!!!

Eva hija, siempre me dejas con la intriga :') Me ha encantado y te pido por favor que lo continues prontito :) Muchas gracias por escribirlo y bueno muchos besos a todos, cuidaros muchisimo :) PD: Se me olvidaba, ¿Tenéis Twitter? Es que me he echo uno hace poco. :) Decidme si quereis como os llamáis y os sigo :D Muchos besos! Adios.

Bueno os dejo el capitulo 34 que espero que os guste :) Muchas gracias por todos vuestros comenntarios aqui y las que me dicen por Twitter lo que os parece, las que leeis el fic sois quienes me animais a continuarlo. Gracias.

Y mi twitter es @EviiGarcia5 :)


CAPÍTULO 34 ~


Las manos de Julia no paraban mientras ayudaba a Salomé a recoger los platos de la comida, la cocinera la miraba de reojo en silencio y observó como los ojos de la doctora miraban a todas partes buscando algo que parecia haber perdido.

-Julia, ¿qué pasa? -Preguntó Sapo cogiendo sus manos para que las dejarra quietas.

-Nada, no me pasa nada ¿qué me tiene que pasar? -Contestó Julia.

-Se te han caido tres platos al suelo, y menos mal que estamos en una playa y cuando los platos de caen a la arena no se rompen, pero se ensucian -Dijo la cocinera haciendo que Julia se diera cuenta de lo nerviosa que estaba. -¿Me dices que pasa?

-Está bien, te lo diré pero no digas nada. -Contestó agarrando el brazo de Salomé y apartándola un poco de donde estaban todos.

-Si tranquila, pero dimelo ya que me estas empezando a asustar.

-Ricardo no ha venido a comer...

-Espera, ¿estas asi de histérica porque Ricardo no ha venido a comer? Cariño Ricardo lleva dias casi aon vivir porque no estas con él.-Contestó la cocinera que obviamente, no habia entendido lo que Julia queria decirle.

-Salomé déjame acabar, Ricardo y yo estábamos en el palmerall y alguien nos ha disparado y él ha decidido ir a ver quien ha sido... Hace 3 horas -Salomé se tapó la boca con las manos, ahora entendia la preocupacion de Julia,

-Pero tenemos que hacer algo -Contestó Salomé



Julia cerró los ojos, suspiró y una pequeña lágrima descendió por su mejilla derecha.

Al volver a abrir los ojos vio la cara de preocupación de su amiga, a lo lejos observó a los jóvenes tumbados en la arena pasándoselo bien y justo por su lado vio pasar a Leonor que acababa de sali del palmeral.

-Tienes razón, ahora vuelvo. -Julia le dio un beso en la mejilla a Salomé, entró en su tienda de campaña, cogió su pistola y la escondió en parte de atrás de su pantalón.




La doctora fue detras de Leonor y cuando estuvieron un poco lejos del campamento la agarró fuertemente del brazo y se la llevó hacia el palmeral.

-¿Se puede saber qué coño haces? -Dijo Leonor soltándose del agarre de la doctora.

-Donde está Ricardo. -Julia dijo esto sin preguntar, exijiendo la respuesta.

-Ni lo se ni me importa si te soy sincera. -Leonor intentó irse y al hacerlo escuchó un pequeño 'click' que adivinó en seguida lo que era.

-Ya he quitado el seguro, solo me queda apretar el gatillo para rebentarte la puta cabeza. -Dijo Julia mostrándose segura y firme, mientras Leonor se reia sin tomarla en serio.

-¿Vas a disparame? -Preguntó la mujer irónica -No tienes lo que hay que tener para hacerlo, así que guarda eso o te harás daño.

Leonor se dio la vuelta y Julia apretó el gatillo dandole al troco de la palmera que Leonor tenia justo delante haciendo que unos trozos de la corteza se desprendieran y que el disparo se escuchara en toda la isla.

-Se trata del hombre al que quiero, el padre de mi hijo. -Leonor se dio la vuelta. -Tengo lo que hay que tener para disparar a la zorra que ha arruinado mi vida en varias ocasiones.



-¿Pero se puede saber que hace con esa pistola doctora? -Preguntó Julián que acababa de aparecer seguido de Salomé, que se habia asustado al oir el disparo, Piti, Vilma y Ainhoa.

Julia seguía apuntando a Leonor llorando, dándose cuenta de que no iba a poder disparar.
Ainhoa y Vilma se acercaron a Julia, le quitaron la pistola que sostenia, casi sin esfuerzo, y la abrazaron.

-Tranquila Julia, vamos a encontrar a mi padre ¿vale? -Dijo Ainhoa secándole las lágrimas, a lo que Julia asentía.

Leonor hizo una mueca hacia la doctora, no la soportaba.

-Y tu, -Dijo Salomé dirijiendose a Leonor -no pongas esa cara, porque a lo mejor Julia es demasiado buena persona para dispararte, pero como no nos digas donde está Ricardo te cojo de los pelos y te arrastro por toda las isla hasta que te quedes calva.


Debemos creer que la derrota no es una opción. Pero incluso cuando la esperanza da paso a la realidad y tenemos que rendirnos sólo significa que hemos perdido la batalla de hoy pero no la de mañana. Ocurre algo con la derrota si te dejas y te rindes de verdad olvidas porque estabas luchando antes.
Y justo cuando piensas que has ganado la batalla, haciendo del mundo un lugar seguro de nuevo, a lo lejos viene otra mina antipersona. Algunas guerras resultan una victoria completa y total, algunas guerras terminan con una ofrenda de paz y algunas guerras terminan en esperanza. Pero estas guerras no son nada comparadas con la guerra más espantosa de todas, la que aún queda por luchar. Y para esta lucha lo que nos hace falta es tener un buen ejército junto al que combatir.


...CONTINUARÁ...

Dondé estará Ricardo?¿?¿? Pobre Juli, no la hagas sufrir mucho que esta embarazada!!! jaajajaja
Un besazo guapaaa y continualo prontito!

O.O
(esperando el siguiente)

Bien nuevi capitulo. Pero... ¿Donde está Ricardo? Tengo ganas de leer mas, continualo prontito que me has dejado con una intriga increible! :P En cuanto pueda te sigo, yo me llamo en Twitter @Maria99Maria99 :) Muchos besitos a todos cuidaros muchisimo!! :D Un beso muy grande!

Sin palabras.... Continúa proto plis ;) y mil gracias!

Gracias por los comentarios :)
La verdad es que este capitulo llevaba mucho tiempo pensando en escribirlo asi que espero que os guste, porque a mi me ha encantado escribirlo



CAPÍTULO 35 ~


Julia, Salomé, Julián, Vilma, Piti y Ainhoa que apuntaba a Leonor con la pistola para que la mujer no hiciera ninguna tontería.

Salomé y Julia iban un poco por detras de el grupo, hablando.

-No hacia falta que vinierais todos, -comentó Julia. -yo sola me las podia apañar.

-Cielo, llegas a disparar con ese tembleque de manos y en vez de a Leonor te habrias cargado a un pobre pajarito -Le contestó Salomé con su siempre presente sentido del humor, haciendo que Julia se riera.

El cas es, que elegimos y escogemos a quien queremos para estar cerca de ellos. Y una vez que hemos escogido a esa gente, tendemos a quedarnos cerca. No importa cuánto daño les hagamos, la gente que sigue contigo al final del día, esos son los que vale la pena tener. Y claro, a veces, cerca, puede ser demasiado cerca. Pero a veces, esa invasión del espacio personal, puede ser exactamente lo que necesitas.

-¿Le habrán hecho algo? -Preguntó la doctora preocupada.

-¿A Ricardo? Tu te has casado con él ¿no? -Contestó Salomé obteniendo un movimiento afirmativo por parte de Julia. -Pues entonces tu mejor que nadie deberias saber que Ricardo está bien.

Julia se tranquilizó, las palabras de su amiga la ayudaban. Y en ese instante recordó el momento en que se enamoró de Ricardo...



{{Flashback Julia}}

La doctora ofrecía su mano al capitán y es que una preciosa canción de Jacqui Dankworth y no pudo resistirse a comprobar si a demás de ser un gran padre y de saber capitanear un buque, tambien se le daba bien bailar

¿Y cómo iba a resistirse Ricardo a una oportunidad de bailar con la mujer de la que llevaba enamorado desde el preciso instante en que sus miradas se cruzaron?

Así que se acercó a ella y la aprisionó dulcenmente contra su cuerpo rodeandola por la cintura.

-Me ha parecido tan bonito lo que ha hecho por su hija -Dijo Julia refiriendose al echo de que hubiera preparado todo auello por hacer feliz a Valeria.

-¿Si? Pues antes cuando la he cogido he notado así, como un ras de esparadrapo... -Dijo Ricardo haciendo que Julia bajara la cabeza para mirar la zona que ella misma por la mañana habia revisado. -No se si va a tener que revisarme los puntos doctora...

Y cuando ella estaba ya complétamente preocupada Ricardo le sonrió dulcemente indicando que lo único que había hecho era gastarle un bromilla, y Julia empezó a reirse.


Mientras Ricardo guiaba a Julia en el baile, la mujer se sorprendía por lo bien que bailaba el hombre y mientras tanto, mientras se dejaba llevar por el capitán, Julia se perdía en sus ojos azules. ¿Cómo es posible que nunca se hubiera parado a contemplar esa maravillosa mirada?

Y al llegar la canción a sus últimas notas, Ricardo rodeó a Julia con sus brazos, ella apoyó sus manos en los hombros del capitán, se sonrieron y no puedieron hacer nada mas quue darse un abrazo en el ue se vieron inmersos varios minutos, y es que el tiempo se había parado.

Después de el baile los dos se sentaron en el sofá, donde Valeria estaba durmiendo, sin hacer mucho ruido con tal de no despertarla.

Comenzaron a hablar, a contar anécdotas de su pasado. Julia se reia mucho con todo lo que le contaba el capitán sobre los viajes que había vivido en el Estrella. Ricardo vio como Julia bostezaba, y aunque se pasaria la noche con ella, ambos tenian que dormir.

-Me parece que va siendo hora de irnos a descansar ¿no le parece? -Dijo el capitán poniéndose de pie.

-Si, tiene razón. -Y al intentar levantarse vio una misión imposible, ya que Valeria se había abrazado a Julia. Estaban tanto ella como Ricardo tan concentrados en su charla que no se habia dado cuenta de que la pequeña se habia abrazado a ella.

Se miraron y se rieron y cuando Ricardo acercó su mano a Valeria para desperatarla, Julia la apartó.

-No la desppierte capitán -Julia se levantó como pudo y cogió a Valeria en brazos. -Le acompaño al camarote.

-Está bien. -Sabia que la doctora era muy cabezota, y era demasiado tarde para ponerse a discutir.




Julia dejó a la niña en su cama y le dio un dulce beso en la frente mientras Ricardo contemplaba la escena, un poco mas y se le habria caido la baba.

-Me marcho ya al camarote -Dijo Julia

-Si claro, yo la acompaño -Contestó el capitán

-No hace falta de verdad

-No es molestia doctora, ha traido a mi hija en brazos hasta aquí así que dejeme acompañarla por lo menos. -Antes no habia querido discutir con ella, pero el caso es que él tambien era bastante cabezota.

-Está bien. -Aceptó finalmente Julia, un par de segundos mas con el capitán no le harian daño.




Ya en la puerta del camarote los dos estaban de pie despidiéndose.

-Gracias por acompañarme y por haberme invitado a la fiesta capitán. -Dijo Julia sonriendo.

-Gracias a usted por haber venido y por el baile -Comentó el capitán.

-No sabia yo que a demas de manejar este barco bailara tan bien -Dijo Julia. -Es mas durante un par de minutos bailando con usted he conseguido olvidarme de que estamos en un buque en el fin del mundo.

Ricardo sonrió, algo que hizo que por un segundo a Julia se le parara el corazón, y despues de esa sonrisa cogió la mano de Julia y le dio un dulce beso acompañado de un "Buenas noches, que descanse Julia".

Al entrar al camarote y cerrar la puerta la doctora sonrió. Sonrió como una tonta enamorada, y fue en ese preciso instante en el que se dio cuenta de que se habia enamorado de Ricardo.


No hay porque oír arpas sonando, o pájaros cantando o tienen que caer pétalos del cielo. Y hay días en que el romanticismo decae, pero… si miras alrededor el mundo es alucinante. Así que párate un segundo, disfruta de la belleza, siente la magia. Empápate de ella. Porque no es eterna. El romanticismo se desvanece, pasan cosas. La gente cambia. El amor morirá. Pero… quizá no hoy.

{{Fin flashback Julia}}



El cuerpo es un esclavo de sus impulsos. Pero hay algo que nos vuelve humanos… y que podemos controlar. Despues de la tormenta, despues de la carrera, después de revivir un momento pasado podemos relajarnos y limpiar nuestra mente. Podemos intentar olvidar el pasado, pero algunos recuerdos del pasado no queremos olvidarlos porque son los que nos dibujan una sonrisa en el rostro cada mañana al despertar


-Julia cielo, que ya hemos llegado. -Dijo Salomé a la doctora, que parecia estar fuera de este mundo.

Ante ellos había una casa muy parecida a la que estaba mas cerca de la orilla.

-Yo entraré primero. -Dijo Julián sacando una pistola que llevaba guardada.

De La Cuadra entró en la casa y estuvo varios segundos dentro comprobando que no habia nadie, un rato despues se asomó para avisar que no habia pelligro.

Entraron en la casa con cautela hasta que llegaron a lo que parecia la habbitación principal y vieron a Ricardo en el suelo con varias heridas en la cara, e inconsciente


...CONTINUARÁ...

Que bonito Eva, me ha encantado. Genial enserio, es la perfección escrita. Lo que como siempre me has dejado con la intriga. :') Continualo prontito que tengo muchas ganas de saber mas. Un beso muy grande a todos<3

Que bonito y que bien escribes!!!!
Siguelo pronto!!!!Un beso!

Hace ya tiempo k leo tu Fic y la verdad es k me encanta!!! Escribes de maravilla! Es genial! Sigelo prontito!!! Un beso

CAPÍTULO 36 ~


La bala impactó en la cabeza de uno de los presentes, haciendo que todos se dieran cuenta de que la vida se puede acabar en cuestion de segundos. La vida se nos escapa de las manos, seas del bando que seas, de los malos o de los buenos...



4 horas antes...

Ricardo avanzaba despacio por el palmeral intentando no hacer demasiado ruido.

Los minutos iban pasando y lo único que veia el hombre eran palmeras y mas palmeras, hasta que encontró una casa, que le recordó a la que se encontraba.

Entró sujetando la pistola con decisión. Escuchó un ruido, pero no le dio tiempo a esquivar el golpe que le propinaron el nuca haciendo que cayera al suelo, inconsciente.



Veia borroso, el golpe habia sido fuerte como para dejarlo inconsciente pero no como para matarlo. Tardo unos segundos en notar que estaba sentado en una silla y con sus manos atadas a su espalda. Y tardo un segundo mas en reconocer a la persona que estaba frente a él.

-Suponia que habias sido tu quien ha disparado -Dijo Ricardo.

-Ya, ¿Qué esperabas? ¿Que despues de haber dicho algo confidencial a tu querida doctora te dejara campar a tus anchas? -Pregunto Leonor -Es mas a Julia tambien deberia darle un toque de atención... -Ricardo reacciono despues de escuchar esto, sus cinco sentidos se accionaron.

-Ni se te ocurra tocarle un pelo ¿Lo entiendes? Ahora me tienes aqui atado, pero me soltaras. Y si me entero de que le has hecho algo te mataré -Le advirtió el capitán algo a lo que la mujer respondió con una carcajada.

-Tranquilo, a tu mujercita no la puedo tocar, de momento. Y tengo a alguien que disfrutará mucho mas que yo contigo. -Leonor hizo una señal con la mano y Philippe entró en la habitación.

-Que te diviertas. -Dijo Leonor dandole un par de palmadas en la espalda al frances y saliendo de la casa.

-Lo haré -Contestó Philippe aunque Leonor ya no podia oirle.



Philippe se acercó a Ricardo con rostro victorioso, restregándole que estaba ahí, atado a una silla, y no podia hacer nada.

De pronto el francés apretó los puños y le dio a Ricardo un puñetazo con la derecha que por un momento hizo que su visión se tornara borrosa.
Seguídamente le propinó otro puñetazo que hizo que la sangre brotara del labio inferior de Ricardo y que notara el sabor de la sangre en su boca.

Ricardo sonrió bacilante levantando la vista, desafiando a Philippe.

-Esto lo haces por Julia. No puedes soportar que esté conmigo, que te haya olvidado. -Dijo Ricardo un poco aturdido por los golpes

-No es por eso Ricardo, créeme. Me importa bien poco que se la haya tirado un par de veces. -Contestó Philippe indiferente moviendo las manos para prepararlas para golpear mas al capitán.

-Eso te da igual, puede ser. Pero el echo de que esté enamorada de mi y de que te odie, porque cometiste el error de desaparecer, si te molesta bastante. Somos una familia. Me quiere y yo a ella, y da igual que me pegues una paliza descomunal, porque eso no va a cambiar nunca.

Después de haber dicho esto, la cara triunfal que Philippe tenia segundos antes pasó a una de odio, rabia, repugnancia. Celos.

Y todos esos sentimientos los exteriorizó propinando otro puñetazo en la cara de Ricardo, algo mas fuerte que los anteriores.
Seguidamente sacó su pistola y, con el mango, lo golpeó con fuerza varias veces consiguiendo que la cara de Ricardo se llenara de heridas de las que chorreaban gotas de sangre.
Paró un segundo, dio un pasa hacia atrás y le propinó una patada en ell estómago haciendo que la silla quedara apoyada sobre las dos patas de atras. Perdió el equilibrio, y cayó al suelo.

El dolor era insoportable. Philippe acercó su cara a la de Ricardo y le dijo algo que le hizo pensar.

-Podría matarte ahora mismo si quisiera. Pero hay alguien que insiste en protegeros y me lo impide.

Philippe se levantó, se puso frente a Ricardo y le dio una última patada en el estómago haciendo que al capitán le ardiera el estómago por el dolor y antes de caer en un profundo sueño se paró a analizar. ¿Protegernos? ¿A quienes? Y lo mas importante ¿Quién?






Ricardo abrió los ojos pesádamente al notar como unas manos le daban palmadas en las mejillas.

-¡Papá! ¡Papá! -Le decía la joven llorando a su padre, al que Julia acababa de desatar manos y pies.

-Ainhoa, mira... -Dijo la Salomé mirando a Ricardo que habia abierto un poco los ojos.

Ainhoa abrazó a su padre y a Julia que estaba llorando desconsoladamente. Le habian hecho eso por querer decirle la verdad, por estar juntos.


Julián y Piti esperaron un par de minutos, y cogieron a Ricardo despacio, para no hacerle daño y ayudarle a ponerse en pie, caminaban hacia la puerta seguidos de las mujeres.

-De aqui no se mueve nadie -Dijo Leonor a la vez que agarraba a Ainhoa de los pelos y le apuntaba a la cabeza con una pistola.

Ninguno de los tripulantes del Estrella se habia dado cuenta de que Leonor no habia estado con ellos.

-Suéltala por favor. -Dijo Julia en una suplica que a la mujer pareció hacerle gracia.

-Te he dicho que la sueltes -Repitió la doctora, esta vez sacando la pistola que tenia escondida en la parte de detrás de su pantalón.





Philippe estaba fuera de la casa. Nadie le veia, pero él les veia a todos. Sostenia un walki con una mano, y con la otra sostenia una pistola.

-Está incumpliendo algo que tenia muy claro -Decia una voz a través del walki.

-Que tengo que hacer. -Preguntó Philippe

-Pégale un tiro en la cabeza. -Exijió la voz -Dispara.

-A tus órdenes.

Tiró su walki al suelo. Sujetó la pistola con las dos manos. Quitó el seguro del arma. Apretó ell gatillo y una bala salió disparada hacia el interior de la casa.


La mayoría de nosotros hacemos daño todo el tiempo. A veces aunque intentemos ayudar, hacemos más mal que bien… Y entonces la culpa levanta su cabeza. Lo que haces con esa culpa es decisión tuya. Tomamos decisiones… que te metieron en problemas en primer lugar o aprendemos de la culpa e intentamos con todas nuestras fuerzas seguir adelante.


La bala impactó en la cabeza de uno de los presentes, haciendo que todos se dieran cuenta de que la vida se puede acabar en cuestion de segundos. La vida se nos escapa de las manos, seas del bando que seas, de los malos o de los buenos...

...CONTINUARÁ...

Nuevo capitulo que ilusión me hace leerlo, mañana en cuanto tenga un ratillo lo leeo. Muchas gracias por escribir. Un beso muy grande a todos. <3

Exijo que Ricardo le devuelva la paliza a Philippe!!!!Da igual ahora o después pero que le reviente!!! JAJAJA

Me gusta mucho y estoy enganchadisima a tu FIC, continualo pronto y que Julis le de unos mimitos a Ricardo no??? jajaja
Un beso!

Por aquí os dejo un capitulillo mas ;)


CAPÍTULO 37 ~

Leonor cayó al suelo nada mas que la bala impactó en su cabeza.

Ainhoa se alejó de Leonor y abrazó a Julia. Todos estaban boquiabiertos, acababan de disparar a unos de sus mayores problemas durante toda la travesía, ahí, delante de sus narices.


1 DIA DESPUÉS...



Las heridas de Ricardo no habian cicatrizado aun. Pero tan solo habia pasado un dia. Julia lo habia curado bien y cariñosamente, pero no podia hacer milagros. Las heridas no cicatrizan rapido, porque el tiempo pasa despacio.

Estaba cambiando las sábanas de la gran cama que estaba en la casa, eran blancas e impolutas. Habia encontrado un par de flores por el palmeral y las estaba esparciando por la habitación a toda prisa, Julia no tardarí en volver y queria darle una noche especial. Le habia costado convencer a Julian de que se quedara con Valeria, pero Salomé era mas comprensiva y se encargó de convencer a De la Cuadra.

Julia habia con la zodiac ido al barco un momento, acompañada de Salo, para coger un par de cosas de la enfermería.

Ricardo no habia calculado el tiempo muy bien y la doctora llegó antes de tiempo.

-Ricardo ¿qué es todo esto? -Preguntó entrando en la habitación y examinando cada detalle. El capitán se giró sosteniendo un par de pétalos en sus manos.

-Bueno, -Dijo mientras se acercaba a Julia dando la vuelta al cuerpo de la mujer y abrazándola por la cintura. -me han dicho que estuviste a punto de disparar a Leonor para saber donde me habian llevado. -Julia sonrió. -Quería agradecértelo de alguna manera.

-Pues la verdad es que me podria acostumbrar a estos agradecimientos... -Julia se giró manteniendo el equilibrio en sus talones, agarró la camisa de Ricardo y lo llevó hasta la cama. Lo tumbó de un pequeño empujón y ella se colocó sobre el capitán.

Julia acarició la cara de Ricardo delicadamente, pasando sus dedos por las heridas que tenía. Acercó sus labios a los del hombre.

Llevaban tantos días sin estar así de juntos, a centímetros de distancia, que los dos querían perderse en el cuerpo del otro toda la vida si era necesario.


Los labios de Ricardo rozaban los de Julia, sin llegar a tocare, la respiración del hombre cosquilleaba en la delicada piel de la doctora.
Un escalofrío recorrió su cuerpo.

La voz de Ricardo se vio convertida en un susurro que solo ella pudo entender. Un te quiero que solo ellos dos podían llegar a comprender. Y cuando el capitán juntó sus labios con los de Julia para besarla, la doctora volvió a respirar después de haberse quedado sin aliento contemplando la mirada de su marido.
Le había mirado muchas, demasiadas, veces a los ojos, pero seguía sintiendo esa falta drl aire que tanto necesitaba. Se perdía en sus ojos, se moría en ellos y al cabo de unos segundos conseguía resucitar.


Julia comenzó a desabrochar los botones de la camisa de Ricardo hasta dejar al descubierto el torso del hombre en el que pudo ver que una gran parte de su abdomen estaba morada debida a uno, o dos o a saber cuantos, fuertes golpes, probablemente patadas.
Se había llevado la paliza de su vida por protegerla.

La doctora miraba el golpe y posó su mano con delicadeza sobre el abdomen del capitan, a lo que este último reaccionó y colocó una de sus manos sobre la mejilla de Julia, restándole importancia.

El tacto de Ricardo era delicado, sus manos fuertes pero también suaves. Julia notaba como los latidos de su corazón se aceleraban tan solo por el simple echo de que sus pieles estuvieran tan juntas.
Después de un instante, Julia tomó la mano de Ricardo y la apretó contra su mejilla. El capitán la atrajo hacia él, junto au frente con la de la doctora y le susurró que estaba bien, que ahora su mejor medicina eran sus besos. Se acercó a sus labios y la besó dulcemente.


Julia se deshizo de su pantalón con la ayuda de Ricardo, este último se colocó encima de la mujer.
Las manos del capitán ascendian desde la cadera de Julia hasta su cuello, pasando por su abdomen, que comenzaba a crecer debido al embarazo, y siguiendo el camino por su pecho, haciendo que la doctora se estremeciera.


Ricardo depositó un pequeño beso en el cuello de Julia, bajando poco a poco, trazando un camino de besos hasta llegar al primer botón de la camisa, que comenzó a desabrochar hasta dejar al descubierto sus pechos cubiertos por el sujetador. Pasó su dedo índice por el pelo de Julia colocando un mechón de su pelo detras de la oreja de la mujer.


Julia apoyó los codos en la cama y cogió un poco de impulso para quedarse prácticamente sentada frente a Ricardo rodeando el cuello del capitán con sus brazos.

Ricardo enterró sus dedos en el pelo de Julia y se acercó a sus labios para besarla apasionádamente, a la vez que bajaba sus manos hasta la espalda de la doctora y desabrochar el sujetador de esta.

Los pantalones de Ricardo no tardaron en desaparecer, al igual que la ropa interior de ambos.

Unos segundos después volvieron a estar juntos por completo, unidos como si fueran uno.

¿39 dias? ¿en serio? 39 dias sin pasar una noche juntos. Les parecía algo imposible, y se habian prometido que nunca volvería a pasar. ¿39 dias sin estar juntos? Nunca mas.


"La lógica tiene qur estar por encima de todo. La lógica te salvará cuando ninguna otra cosa pueda hacerlo. "
Eso era lo que le habían enseñado a Julia desde pequeña, pero cada vez que Ricardo estaba cerca de ella, esa lógica, que tan importante le habían enseñado que era, se desvanecía. La lógica desaparecía.

Ricardo le había demostrado que parte de esa lógica es el amor. El amor muchas veces te hace perder la lógica, pero el amor, es algo que necesitas para vivir.

...CONTINUARÁ...

Me ha encantado!! Por favor siguelo pronto, tengo ya ganas de ver el peque Montero Wilson hahahaha muchas gracias por escriber lo haces de maravilla. Un beso.

Preciosisimo, porfa no tardes en actualizar . Mil gracias por tu fic sin duda el mejor! Besos

Me conecto para deciros que siento el retraso del siguiente capítulo, pero es que estamos en fallas y no hay tiempo jajajaj

Pero la semana que viene subiré nuevo capítulo.

Gracias por los comentarios, y por la paciencia. Besitos :D

Pues nada aqui nos dejas con ganas de más!!!Espero que no se haga mucho de regor el siguiente capitulo. Disfruta de las fallas!!!

Cuando puedas guapa! Seguiremos esperándote ;) gracias por todo! Mil besos =D