FIC~Ricarjulista~ -Y de repente...- ((TERMINADO))

ola me presento que nadie me conoce xd sooy joana tengo 14 años y soy de lanzarote, islas canariaa llevo tiempo leyendo fic del barco y la verdad nunca me he decidido a escribir en ninguno pero como veo que has preguntado si quieren que lo sigas escribiendo pues bueno te digo que a mi me harias un gran favor soy 100% ricarjulista y tu fic es muy bueno por favor siguelo
la parte de ricardo con el bebe a sido asdjhikilpsd DIOS que casi muero .
asique SIGUELO POR FAVOR !!! *.*
ya que se acabo el barco sin ninguna escena ricarjulista :(al menos poder leer tu fic :)

Que perfecta perfeción. Este capitulo me ha encantado, sobretodo la parte de Ricardo con el bebé, a sido preciosa. Sobre lo de continuar el Fic, mi respuesta es si. Continualo porque yo voy a seguir pasandome y leyendo por aqui, además de seguir mi fic también.
Bueno eso, espero que lo sigas :)

Bueno lo primero, muchisimas gracias por seguir ahí leyendo mi fic. Lo segundo es que tenía planeado acabarlo ya, pero he decidido seguiirlo un poco más, ya que no tenemos nuestra dosis ricarjulista todos los jueves al menos que la tengamos por aquí.

Os dejo el siguiente capitulo, espero que os guste!!


CAPITULO 18



Unos meses después todo había vuelto a la normalidad. Todos habían decidido mudarse a un barrio cerca de Miami en el cual, casi todo el mundo era de habla hispana, por tanto tendrían menos problemas con el idioma.

Cada cual, o cada familia, vivía en una casa diferente, pero todos los viernes se juntaban a cenar, Julia, Vilma y Salomé llevaban por las mañanas a los pequeños a la guardería y a Valeria al cole, por las tardes les tocaba a los hombres recogerlos. A pesar de que todos tenían sus trabajos, se complementaban a la perfección.

Ricardo y Julia vivían su amor, aún no se habían casado pero tenían planeado hacerlo pronto, eran muy felices junto a sus dos hijas pequeñas, Valeria y Aitana.

Dos casas más abajo vivían Ulises y Ainhoa, esta no se había recuperado del todo, pero su evolución iba viento en popa, y en unos meses más podría salir corriendo detrás de sus hermanas.

Junto a estos vivían Julián y Salomé, con Izan. Y justo en frente estaban Vilma, Cho y la pequeña Ainhoa. Marimar y Burbuja también tenían allí su casa, pero se pasaban más tiempo viajando que en su casa.





Julia: ¡Ya estoy en casa!-dejó las llaves en el mueble de la entrada, el bolso en el perchero, entró al salón.- ¿hola?.-llegó a la cocina y vio un post-it en la nevera.

“Tengo reunión con la tutora de Valeria, las niñas están con Ainhoa. Ricardo”

Ni un “te quiero”, ni un “beso”. La extrañó encontrarse con esa nota, pero mucho más la extrañó que no la había dicho nada de la reunión. Volvió a coger las llaves y fue a casa de Ulises y Ainhoa.

Cuando llegó las niñas estaban jugando con Ainhoa, mientras Ulises les preparaba la cena.

Valeria: Julia, ¿no está tardando mucho papa?

Julia: No lo sé cariño, igual pasó a comprar algo antes de ir a casa.-Valeria se quedo conforme y volvió a jugar con su hermana pequeña.

Ainhoa: ¿Julia pasa algo?

Julia: No…bueno no lo sé.-Ainhoa arrimó más la silla de ruedas y cogió la mano de Julia.

Ainhoa: No te preocupes por nada, mi padre a veces se dispersa, ya lo sabes jajaja.-Julia sonrió.



Al ver que Ricardo no volvía Julia le llamó al móvil, le llamó tres veces y en ninguna encontró respuesta. Julia dio de cenar a las niñas allí y decidió volver a casa, Ulises intentó convencerla de que se quedará a cenar ella también pero esta no quiso. Aitana se había quedado dormida, así que la cogió en brazos, Valeria recogió sus deberes del cole y se marcharon a casa.

Cuando entró se llevó una sorpresa, para nada se esperaba ver allí a Ricardo. Estaba sentado en el sofá, viendo la televisión. Valeria al entrar se tiró encima de su padre, este la preguntó por el colegio, y la dijo que subiera a acostarse, ya era tarde.

Julia: ¿se puede saber por qué no has contestado a mis llamadas?-dijo aún con Aitana en brazos.

Ricardo: cuando las vi ya había llegado a casa, al no veros aquí imaginé que las niñas habrían querido cenar allí, que ya vendríais.-dijo sin apenas mirarla.

Julia: claro…ya vendríamos.

Subió al piso de arriba, dejó a Aitana en su cuna y se metió en la cama. Estaba enfadada, no solo por cómo había actuado Ricardo sino por la manera en la que la habló. Sabía que si hablaba ahora con él sería peor, mejor descansar y mañana sería otro día.

Al día siguiente…

Cuando sonó el despertador ella ya estaba preparando el desayuno, no había dormido nada bien esa noche. Ricardo apagó el despertador y fue a despertar a Valeria y Aitana.

Ricardo: venga dormilonas, arriba ¡que ya es viernes!-dijo mientras las hacia cosquillas.

Valeria: no papa, quiero dormir más.

Ricardo: no venga arriba, voy bajando, ayuda a tu hermana a bajar las escaleras ¿eh?


Cuando bajó y entró en la cocina la vio, ya estaba vestida, todo el desayuno en la mesa preparado.

Ricardo: buenos días.-pero ella no le contestó. Fue por detrás y la abrazó.- buenos días.

Julia: vaya, ¿hoy estamos de buen humor?

Ricardo: perdóname lo de ayer, de verdad, supongo que estaba cansado…-Julia giró sobre sí misma y quedó frente a él.-tus ojeras me dicen que no has dormido mucho ¿no?

Julia: exacto, no he dormido mucho. Hoy soy yo la que está cansada.-se zafó de sus brazos y fue hacia la entrada.-en un rato vendrá Vilma a por las niñas, hoy entro antes a trabajar tengo reunión. ¿Las recoges tu no?

Ricardo: claro, como siempre.- Julia salió de la casa dejando a Ricardo sin saber qué hacer ni qué decir. Ni si quiera le dio un beso de despedida. Tenía que acabar con esa situación, se estaba dando cuenta que no solo le afectaba a él, sino también a Julia y a sus hijas. Cogió el móvil y envió un mensaje a Julián, necesitaba desahogarse con su amigo.

Gracias por este fic. Me encanta leer fics y sobre todo si son ricarjulistas!. Además el tuyo es bastante original. Espero que lo continues por mucho tiempo :)

Por cierto, que ocultará Ricardo?...

Hola, yo también quiero que continúes el fic. Como dices tú, ahora que se ha acabado la serie necesitamos nuestra dosis de Ricarjulismo semanal y solo la tenemos con los fics.
Aunqueno comente, te tengo que decir que ME ENCANTA tu fic y lo leo siempre que actualizas. Pero como suele ser desde el móvil y tarda en conecarse y todo eso, no comento.
Son muy *----* con sus tres hijas <3 me encanta, síguelo pronto y ojalá dure mucho :)

Espero que os guste el siguiente capitulo.Un besooo!


CAPITULO 19


Tras un largo día de trabajo había quedado a comer con su amigo Julián. Trabajaba dando clases sobre cómo ser capitán, se encargaba de preparar a personas que, como él hace algunos años, querían convertirse en marines, y por qué no, en un futuro ser capitanes de su propio barco.

A pesar de que su trabajo le gustaba echaba mucho de menos navegar. Él era un hombre de mar, necesitaba su barco tanto como respirar. Llevaba casi dos años sin hacerlo y se estaba ahogando en tierra. Sabía que ahora tenía una familia a la que cuidar y atender…pero al fin y al cabo hace unos años también la tenía, y eso no le impidió embarcarse una y otra vez en el Estrella.



Julián: no se Ricardo, ¿qué quieres que yo te diga?

Ricardo: Julián necesito consejo, tu eres mi mejor amigo, que digo eres mi hermano. No sé qué hacer, siento que así no puedo aguantar más, pero lo que menos quiero es hacer daño a Julia.

Julián: ¿sabes? Hace tan solo 2 años yo tampoco me veía afincado, en tierra y sin saber nada de velamen o de tormentas en alta mar. Pero Salomé me necesita, y en ningún momento se me ha pasado por la cabeza volver a navegar.

Ricardo: el problema es que yo me levanto cada día pensando en cómo sería mi vida si volviese a embarcarme, necesito ese cambio Julián.

Julián: ¿va todo bien con Julia?

Ricardo: si, no es eso de verdad. La sigo amando más incluso que el primer día, adoro a mi familia, pero no puedo vivir sin el mar…

Julián: pues creo que deberías hablarlo con ella, no creo que sea solo decisión tuya. Tenéis una familia Ricardo, sois una familia…háblalo con ella, seguro que te entiende.-Ricardo asintió no muy convencido.

Ricardo: mira qué hora es, anda vamos a por los niños.


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Estaba agotada de su día de trabajo, el trabajo en un hospital no era nada fácil, además de trabajar durante tu jornada, siempre te llevas el trabajo a casa, siempre le sigues dando vueltas a las cosas.

Además no había parado de pensar en todo el día en Ricardo. Habían tenido otra riña, otra más…le daba la sensación que últimamente era lo único que hacían. Quizás ambos necesitaban un respiro, eso era, necesitaban unas vacaciones.

Antes de llegar a casa pasó por una agencia de viajes y planeó un romántico fin de semana, se lo debían y se lo merecían. Dejarían a las niñas con Salomé, o con Vilma. Se irían ellos dos, solos. Se moría de ganas por llegar a casa y contárselo a Ricardo.



Julia: ¡¡ya estoy aquí!!-alguien la cogió por la espalda y la tapo los ojos con un pañuelo de seda.

Ricardo: shh, no grites. Estamos solos.-terminó de atarle el pañuelo y la cogió de la cintura guiándola hacia el salón.

Julia: ¿qué es todo esto? ¿y las niñas?- su entrada a casa la había inquietado, se había asustado pero Ricardo lograba calmarla dándole besitos por el cuello.

Ricardo: las niñas están con su hermana, esta noche solo estaremos tú y yo.-poco a poco la quitó el pañuelo.

Julia: es precioso.-la mesa estaba preparada como aquella vez, como su primera cita. Un mantel blanco impoluto, velas a ambos lados de la mesa, una suculenta cena y el vino. Se dio la vuelta y le besó.- te quiero.

Ricardo: siéntate, quiero comentarte algo.-retiró la silla de Julia y la ayudó a sentarse, luego hizo lo mismo él y, entre miradas y gestos de complicidad, empezaron a cenar.

Julia: yo también quiero contarte algo.-se levantó y cogió de su bolso un sobre, el sobre de la agencia de viajes.- mira, creo que es lo que necesitamos.-le dio el sobre.- ¡ábrelo!

Ricardo: voy.-lo abrió, dentro había un fin de semana para dos en una pequeña casa cerca del mar, un viaje para dos el próximo fin de semana.- vaya, esto es genial ¿no?

Julia: no parece que te haya hecho mucha gracia, si no te viene bien ese fin de semana podemos cambiarlo.

Ricardo: no, no es eso.-se levantó de su sitio y se sentó junto a Julia.- verás yo…lo que quería decirte es…-le cogió la mano a Julia.

Julia: ¿qué?-preguntó ansiosa.

Ricardo: me han ofrecido ser capitán de un buque.-dijo mirándole a los ojos.- zarparíamos este fin de semana y…bueno estaríamos un mes de travesía.-Julia apartó su mano de la de Ricardo, se levantó y fue hacia la ventana. Tras un rato sin encontrar respuesta habló.-Dime algo Julia por favor, enfádate, dime que estoy loco. Pero no te quedes callada.

Julia: No me puedo enfadar.-se dio la vuelta y le miró a los ojos.-Si es eso lo que necesitas…lo que te hace feliz, adelante.

Ricardo: ¿de verdad?-pero los ojos de Julia denotaban tristeza.- pídeme que me quede, que no lo haga y no lo hare, solo tienes que pedírmelo.-la cogió suavemente de la barbilla para que le mirase a los ojos.

Julia: es que no lo voy a hacer, no tengo derecho.

Ricardo: eres mi mujer, la madre de mis hijas. Claro que tienes derecho a hacerlo.-una lágrima rodó por la mejilla de Julia.

Julia: cuando en aquel hospital, yo decidí irme, tú no lo hiciste, no me obligaste a que me quedara. Y yo no lo voy a hacer ahora. Aunque me duela horrores perderte.-volvió a sentarse en la silla.

Ricardo: ey, es que no me vas a perder.-se sentó de nuevo junto a ella.- Julia, te amo. Tú y las niñas sois lo más importante para mí, dentro de un mes volveré y nos casaremos. Te lo prometo.-Julia sonrio, se levantó y puso música.


Era imposible no acordarse de aquella canción. Era su canción, al igual que aquel día, el día de su primer baile, Julia ofreció su mano a su marido, este la cogió y comenzaron a bailar abrazados. No sabían que les depararía el destino, pero ahora estaban juntos y eso era lo realmente importante.

NOOOO! XQ? XQ? XQ? XQ?

Ahora que eran familia feliz y va Ricardito y le dan ganas de navegar... 1 MES ES MUCHO.

Despues de la riña te digo que me encanta jajajaja Pero eso si yo quiero una despedida, antes de que Ricardo se vaya como Dios manda eh...

Siguelo pronto!

Aquí os dejo la pre-despedida jajaja. Espero que os guste!!
Un beso!


CAPITULO 20


Julia: ¿Cuándo zarpa ese barco?-le preguntó mientras seguían bailando.

Ricardo: el domingo, a la hora de comer.

Julia: pues habrá que aprovechar hasta entonces ¿no?-comenzó a besarle.

Ricardo: ¿de verdad no te importa que me vaya?-pero Julia no le hizo caso y siguió besándole mientras le desabrochaba la camisa.-Julia, por favor para.

Julia: Pues claro que me importa Ricardo joder, pero que quieres que haga. Me gustaría que en vez de largarte de travesía nos fuéramos los dos de fin de semana o con las niñas por ahí, pero eso no es lo que necesitas, tú quieres irte, embarcarte y yo lo acepto. Pero no me lo hagas más difícil, por favor.-apagó la música y se fue a la habitación que ambos compartían.


Ricardo supo en ese mismo instante que la había cagado. Ella le estaba poniendo las cosas fáciles y él no hacía más que fastidiarlo. Fue corriendo tras Julia, cuando entró en la habitación la vio, estaba de espaldas a él, sentada en la cama. Ya se había puesto su camisón para dormir. Ricardo se acercó a ella por detrás y la besó en el cuello.

Ricardo: perdóname, soy un idiota.-la abrazó por detrás sentándose el también en la cama.

Julia: si, lo eres. Pero eres mi idiota preferido y te quiero.-se volteó y comenzó a besarle de nuevo.


Ricardo estaba sentado en la cama y Julia acabó sentada encima de él, sin dejar de besarle siguió lo que antes había comenzado, desabrochó poco a poco los botones de la camisa del hombre. Él dejó de besarla y juntaron sus frentes mirándose a los ojos. Ella acarició sus hombros al mismo tiempo que le quitaba la camisa.

Poco a poco subió sus manos por los muslos de su mujer, hasta la cintura, llevándose con él el camisón de esta, hasta quitárselo. La tumbó en la cama, y con cuidado se puso sobre ella. Acariciaba cada parte de su cuerpo como si fuera el tesoro más preciado que alguien pudiese conseguir.

Julia hizo que rodaran sobre la cama hasta quedar ella encima de él, le dejó un reguero de besos por el cuello, el pecho, el abdomen. Se incorporó y sin dejar de mirarle le desabrocho el pantalón. Se levantó un segundo para poder deshacerse de los pantalones y de la ropa interior del hombre. Este la cogió y la volvió a poner debajo suyo. No podía dejar de mirarla, era perfecta.

Le susurró un te quiero al oído y la besó en los labios, bajó por el cuello hasta sus pechos. Le quito la ropa interior que les separaba, sin dejar de besarla y de acariciarla. Puso las manos de la mujer a ambos lados de su cabeza y entrelazó sus manos.

Julia: hazlo ya por favor, necesito sentirte.

Y como si fuera un marinero obedeciendo a su capitana lo hizo. Solo le hacía falta un movimiento de cadera de su marido para tocar el cielo, para que los dos dieran un paseo por las estrellas. Ese paseo sería largo, muy largo. Iban a estar mucho tiempo separados.

Con un movimiento de Julia, esta acabó encima de él, le besó, se incorporó y comenzó con ese movimiento que sabía que a Ricardo le mataba. Él era perfecto para ella y se había dado cuenta el mismo día en que bailó con él por primera vez.

Pasaron así toda la noche, entre besos, caricias y gemidos por ambas partes. No sabían las veces que habían llegado a lo máximo esa noche, pero había sido perfecto. Como ellos, ellos eran perfectos el uno para el otro. Como las piezas de un puzle, cuya única función es encajar, unirse para siempre, porque si intentan encajar en otros puzles no lo consiguen.

Los primeros rayos de sol entraban por la ventana, no habían dormido nada. Julia estaba tumbada, de lado, mirando hacia la ventana. Ricardo la abrazaba por detrás.

Ricardo: me pasaría así todo el día.-dijo mientras besaba a Julia en el cuello. La mujer suspiró y se acurruco más hacia Ricardo.

Julia: deberíamos ir a por las niñas, tenemos que explicarles todo.

Ricardo: lo sé. Pero me da mucho miedo ¿sabes?-Julia se dio la vuelta y juntó su nariz a la de su marido.

Julia: todo irá bien ¿vale? Valeria lo entenderá.- se levantó de la cama.- venga arriba, vamos a por las niñas.

Ricardo: si, os voy a llevar a comer a algún sitio chulo.-dijo abrazando a Julia.

Julia: ¿a si?-pasó sus brazos alrededor del cuello de Ricardo.

Ricardo: claro, y después…¿Qué te apetece?

Julia: da igual, da igual lo que hagamos mientras estemos juntos.-Ricardo le besó en la mejilla.

Ricardo: ¿te parece si esta noche cenamos con Ainhoa y Ulises? Así se lo contamos también.

Julia: perfecto. Me voy a duchar ¿vale?-le dio un beso.

Ricardo: ¿cómo que te vas a duchar?-Julia le miró con cara rara, Ricardo la cogió en brazos.- nos vamos a duchar.


Y entre risas, caricias y besos volvieron a amarse. Ambos sabían que explicárselo a las niñas, o al menos a Valeria no iba a ser fácil. Pero entre los dos conseguirían hacerla entrar en razón. Eran una familia, estando juntos o a 200 millas de distancia.

Acabo de morir de amor. HDHDUSSHHSSHEEBSSHSBSU QUE BONITO TODO *----*

Siguelo pronto

Por aquí otro capitulo!!Es más largo de lo normal pero esque estaba inspirada jajaja.
Un beso!!

CAPITULO 21



Aquella mañana recogieron a Valeria y Aitana, estuvieron en un enorme parque que había cerca de su casa y después Ricardo las invito a comer, les hubiera gustado ir a un restaurante bonito, cerca del mar quizás, pero las niñas habían elegido, más bien Valeria había elegido, así que tuvieron que conformarse con una hamburguesería.

En realidad les daba igual, qué más da donde estuvieran si estaban juntos, los cuatro. Cuando terminaron de comer, Ricardo miró a Julia, había llegado la hora de explicárselo a las niñas.

Valeria: podríamos ir mañana con todos al parque ¿no? A Izan y Alba seguro les encantará la idea, y así estamos todos juntos…que este viernes no hubo cena.

Julia: cariño papa quiere contarnos algo.-dijo mientras cogía a Aitana y la ponía sobre sus piernas.-deja el vaso cielo lo vas a tirar.

Ricardo: verás Valeria, yo…a papa le han ofrecido un trabajo.

Valeria: ¿otro? Pero papa tú trabajas mucho ya. ¿Quién va a recogernos en el cole si tú estás trabajando?-Ricardo miró a Julia y esta bajó la cabeza.

Ricardo: Cariño, voy a volver a ser capitán.

Valeria: pero tú ya eres capitán, aunque estés en tierra ¿no?

Ricardo: Sí…-Valeria no se lo estaba poniendo fácil, Julia que veía la escena en silencio decidió intervenir.

Julia: lo que tu padre te quiere decir, es que va a volver a navegar. Va a trabajar como antes, como antes de que nos conociéramos.-la cara de Valeria cambió por completo, se puso seria y miró a su padre.

Valeria: el cumple de Aitana es dentro de un mes ¿estarás?

Ricardo: ¿hija has entendido lo que te hemos explicado?-dijo cogiéndole la mano.

Valeria: Sí, ¿vas a estar o no?-Julia miró a Ricardo.

Ricardo: sí, bueno no lo sé.

Valeria: tampoco estuviste en mis primeros cumpleaños, ni en mi primer día de cole, ni cuando hice la obra de teatro de fin de curso, y faltabas en Navidad. Yo pensé que eso ahora había cambiado, me gusta más esta vida papa. Cuando tú te ibas mamá siempre se quedaba llorando, yo no quiero que Julia también llore porque tú no estás.-Julia no pudo evitar que las lágrimas inundasen sus ojos.

Ricardo: Sólo es un mes hija, te prometo que estaré aquí para el cumpleaños de tu hermana, ey mírame.-la cogía suavemente la cara.-te lo juro.

Valeria: ¿puedo ir a jugar fuera?-Julia asintió y Valeria salió al pequeño parque de la hamburguesería.

Ricardo: no se lo ha tomado tan mal ¿no? Pensé que iría peor.

Julia: es una niña Ricardo, aún lo está asimilando. ¿Nos vamos a casa? Aitana está muerta de sueño.-se levantó cargando en brazos a su hija, cogió su bolso y la bolsa de la niña. Ricardo la cogió del brazo.

Ricardo: no quiero que estés triste, por favor, no soporto verte llorar. Trae que cojo yo a la niña.-cogió a Aitana, Julia le miró.

Julia: solo te pido una cosa Ricardo, no les prometas nada que no vayas a cumplir después. Ellas no te lo perdonarían y yo tampoco te perdonaría que las hicieras sufrir.-le acarició la mejilla y salieron de aquel lugar.



La cena con Ainhoa había ido mucho mejor, ella entendía que el mar era lo que movía a su padre. Aunque no terminaba de entender que quisiera cambiar otra vez de vida, así de repente. Ulises le prometió a Ricardo que cuidaría de ellas, que ayudarían a Julia en todo lo que necesitase.

Cuando llegaron a casa la pequeña Aitana ya dormía plácidamente en brazos de su madre, esta la acostó y después fue a la habitación de Valeria.


Julia: tu hermana parece una marmota jajaja.-arropó a la niña que ya estaba metida en la cama y se sentó a su lado.-vamos a estar bien las tres, ya verás.

Valeria: ¿me prometes que no vas a llorar nunca?-Ricardo que pasaba por el pasillo, no pudo evitar oír lo que decía su hija y se quedó tras la puerta entornada. Julia asintió no muy convencida.- ¿Ni por la noche cuando Aitana y yo no te veamos?

Julia: ¿y tú me prometes que no me vas a dejar sola, que me vas a ayudar con tu hermana y que vas a dormir conmigo toooodas las noches?-Valeria puso cara pensativa.

Valeria: mmm no creo que a papa le gustase mucho eso…pero como no va a estar. Trato hecho.-estiró su mano y Julia la estrecho antes de hacerla cosquillas.-jajaja para Julia, para por favor que tengo muchas cosquillas.

Julia: ¿A sí? ¿Tiene cosquillas esta princesita? No lo sabía yo.-Julia le dio un beso y se tumbó con ella.

Valeria: Julia.

Julia: dime amor.

Valeria: ahora que no va a estar papa... ¡podremos desayunar en la cama!-Julia la miró y la abrazó. Sabía que la niña hacia todo eso para que no estuviese triste.

Julia: pues claro que si señorita.-se levantó, la volvió a arropar y le dio un beso en la frente.-y ahora a dormir princesa, enseguida viene papa a darte las buenas noches ¿sí?

Valeria: hasta mañana Julia.

No podía dormir. Lo había intentado de todas las formas posibles, para un lado, para el otro, boca arriba, boca abajo…Era imposible. Solo podía pensar en que al día siguiente por la noche no le tendría allí a su lado.

Decidió levantarse, si seguía así lo único que conseguiría sería despertar a Ricardo y necesitaba descansar. Bajó a la cocina, se sirvió un vaso de leche y se sentó en la mesa. Su cabeza no dejaba de dar vueltas, de pensar. “Yo puedo, voy a poder con esto” se repetía a sí misma una y otra vez. Pero tenía miedo, no podía negarlo. El hecho de estar separada de él le aterraba, y mucha más la idea de perderlo.


Ricardo: Julia, cariño ¿qué haces aquí?-dijo mientras se acercaba a ella.

Julia: no podía dormir y no quería despertarte.-alzó su mano para acariciarle la mejilla.- Lo siento.

Ricardo: no lo sientas. No me has despertado tú.-se acercó más a ella, se colocó entre sus piernas y le colocó un mechón de pelo tras su oreja.

Julia: ¿a no?-posó sus manos en la cintura del hombre.

Ricardo: No. Es que noté que no estabas, me desperté porque no te tenía a mi lado.

Julia: pues vas a tener que acostumbrarte a dormir solito.-Ricardo hizo una mueca triste.-porque si me enteró que mi querido capitán ha dormido acompañado…recorreré las millas que hagan falta nadando…-la interrumpió con un beso.-…y te colgaré del palo mayor.- volvió a besarla.- ¿me copias?

Ricardo: Te copio.-ahora fue ella la que le calló con un beso.- y te quiero.


Julia le miró y se abrazó a él. Este comenzó a besarle el cuello, a acariciarla. La cogió de la cintura y se pegó más a ella. La mujer le cogió la cara y comenzó un beso lleno de pasión. Era como si con ese beso quisieran decirse todo lo que no podrían decirse en el mes que Ricardo estuviese fuera, como si quisieran grabar en su piel cada caricia, en sus ojos cada mirada. El capitán quiso quitarle el camisón pero Julia le frenó.


Julia: Ricardo cariño, que en esta mesa comemos todos los días.-dijo con una mueca divertida en su rostro.- vamos a la habitación.

Ricardo: negativo, nuestra pequeña monstruita ha ocupado la cama.-siguió besándola.- así que, mi querida doctora, tendrá que conformarse con esta cocina.-Julia se agarró a su cuello, él la cogió en brazos sin parar de besarla.

Julia: cuando vuelvas, recuérdame que nos vayamos tu y yo, solos, unos días ¿sí?-ambos rieron, Ricardo apoyó a Julia contra la pared.

Ricardo: cuando vuelva, no pienso separarme de ti en…por lo menos…cuatro días.-seguían acariciándose y besándose mientras hablaban.

Julia: ¿cuatro días? ¿Eso es lo que aguanta capitán? Claro…que igual ya no está para estos trotes.-Ricardo la apretó más entre la pared y su cuerpo, y Julia gimió.

Ricardo: No me tiente doctora, no me tiente.



Aquella noche volvieron a amarse, volvieron a demostrarse lo mucho que se querían. Cuando al amanecer volvieron a su habitación vieron que sus dos pequeñas estaban durmiendo allí. Se acostaron con ellas y se durmieron. Dentro de unas horas Ricardo se iría, pero ella no se quedaría sola. Si no tuviera a sus dos pequeñas no podría afrontarlo, pero con ellas sabía que podía con todo.

Simplemente genial!! Sigelo pronto!! Un beso

He muerto de amor cuando Ricardo dice cuando vuelva, no pienso separarme de ti en…por lo menos…cuatro Dias y Julia le dice ¿cuatro días? ¿Eso es lo que aguanta capitán? Claro…que igual ya no está para estos trotes. Y Ricardo la apreta más entre la pared y su cuerpo, y Julia gime. Y el capi le dice: " No me tiente doctora, no me tiente".

Enserio, ese trozo me ha matado, a sido tan perfecto, amoroso y a la vez gracioso. Iba leyendolo en el autobús y me he reido un poco y ya ves a la gente mirandome como si estuviera loca :') Buenisimo, jaja. Me ha encantado, continualo prontito que quiero saber mas!!! :D Un beso muy grande a todos <3

Te juro que eres increíble, estoy enganchadísima a tu blog, por favor escribe mucho y pronto, que me voy a Londres una semana y creo que no aguantaré sin leerte tanto.
PD. Gracias por existir y escribir esto, y hacerme sentir asdfghjkl durante el tiempo que te leo y me alejo del mundo.

CAPITULO 22



La marcha de Ricardo había pillado por sorpresa al resto de la familia, había sido todo demasiado rápido. Los primeros días todos apoyaban mucho a Julia, y a Valeria que era la que más notaba la ausencia de su padre. Julia sabía que lo hacían por ayudar, pero a veces todo eso la agobiaba, no hacían más que recordarla que estaría un mes sin él.

Al fin y al cabo…es solo un mes. Se ha ido por trabajo, en un mes estará aquí y espero que nos haya echado tanto de menos que se piense el volver a embarcarse . Se decía a sí misma.

Ya había pasado una semana desde que le vieron partir, Julia había logrado cambiar todos los turnos de ese mes, de forma que podría pasar las tardes con las niñas.

Julia: Valeria cariño guarda tu mochila en el maletero mientras coloco a tu hermana en la silla.-le dijo mientras ataba a la pequeña Aitana en la sillita del coche.

Valeria: qué raro que hayas venido en el coche ¿no? ¿Dónde vamos?

Julia: ¿raro? No, es que he quedado con Salomé. Vamos a la cafetería del centro ¿te apetece?

Valeria: ¡¡Sí!! ¿Puedo pedirme un batido de esos que llevan yogurt?-Julia miró por el retrovisor, vio la cara de Valeria y no se pudo negar.

Julia: Claro.- dijo riendo, pero esa sonrisa se esfumó al instante. Estaba nerviosa, al parar en los semáforos no hacía más que martillear el volante con sus dedos.

Valeria: ¿te pasa algo Julia?

Julia: nada cariño.- en ese momento Aitana empezó a llorar.-dale a tu hermana el muñeco anda a ver si se calma.


Cuando llegaron a la cafetería Salomé ya estaba allí, sentada en una de las mesas, con Izan que no paraba de mirar a la puerta hasta ver que aparecieron sus primas. Julia se sentó, pidió un café para ella y un batido para Valeria y Aitana.


Julia: ¿qué tal? ¿Qué te dijo el médico?-dijo tocándole su ya enorme barriguita.

Salomé: nada hija, que estoy a punto. Dice que de la semana que viene no paso…tengo tantas ganas de verle la carita.

Julia: imagino…-Salomé miró a Julia y vio su nerviosismo.

Salomé: ¿y a ti qué te pasa?

Julia: ¿a mí?, nada. Que me va a pasar…-le dio un sorbo a su café. Salomé volvió a mirarla, no le creía nada.- Tengo un problema…

Salomé: oye si es por las niñas o por el trabajo o algo, aunque esté a punto de dar a luz sabes que no hay ningún problema, Julián estará encantado de llevarlas, traerlas o lo que haga falta.

Julia: no, no es eso.

Salomé: ¿Ricardo? ¿Te ha vuelto a llamar?

Julia: No, supongo que llamará esta noche. No es eso Salo.-estaba tan nerviosa que la taza de café temblaba entre sus manos.

Salomé: ay cariño suéltalo ya, que al final de los nervios tengo al bebé aquí mismo.-Julia miró a los niños que juagaban, alejados de ellas.

Julia: Tengo un retraso.-a Salomé casi se le cae el donuts que tenía en la mano.

Salomé: Un…un retraso…y no es de pagos ¿verdad?-Julia negó con la cabeza, Salomé sonrió pero al mirar a su amiga comprobó que ella no estaba tan feliz como debería estarlo.

Julia: yo no puedo quedarme embarazada ahora Salomé. Yo aquí sola con las niñas, el trabajo, todo el día para un lado y para otro, Ricardo al otro lado del mundo, los preparativos de la boda, la recuperación de Ainhoa…¡¡si Aitana a penas ha cumplido su primer año!!

Salomé: bueno a ver, tranquila. Has dicho que tienes un retraso…pero no te has hecho la prueba ¿no?-Julia negó con la cabeza, cada vez estaba más nerviosa.

Julia: no me atrevo a hacérmela.-Salomé agarro la mano de su amiga, cada vez la veía peor.
Salomé: ¿Julia estás bien?

Julia: no, me cuesta mucho respirar.-se puso las manos en el pecho, estaba teniendo un ataque de ansiedad en toda regla.

Salomé: tranquila cariño por favor, voy a llamar a Julián.


Al ver el jaleo Valeria se acercó a la mesa, pero Salomé enseguida la dijo que se fuera a jugar. Cuando Julián llegó iba acompañado por Piti, este se quedó en la cafetería con los niños y Salomé y Julián llevaron a Julia al hospital, a pesar de que ella se negó.

Piti cogió a los tres niños y los llevó a casa de Ainhoa, le explicó a esta lo que había pasado. Aún no tenían noticias del hospital. Ainhoa y Piti estaban en la cocina, el teléfono del salón sonó y Valeria lo cogió.


Valeria: ¡papa! Ya pensé que hoy no llamabas.

Ricardo: hija, estaba llamando a casa pero nadie me lo cogía…¿qué hacéis en casa de la tata?-Piti corrió a quitarle el teléfono a Valeria, no querían que le dijera nada de lo que había pasado, pero llegó tarde.

Valeria: es que el tío Julián se ha llevado a Julia al hospital…

Ricardo: ¿Cómo al hospital? ¿Qué ha pasado Valeria? Oye ponme a tu hermana por favor, dile a Ainhoa que se ponga.- Piti le quitó el teléfono y se lo llevó a Ainhoa.

Ainhoa: papa tranquilo vale, todo está bien.

Ricardo: ¿qué todo está bien? Ainhoa estoy a no sé cuantas millas de distancia, tu hermana me dice que Julia está en el hospital y nadie me dice nada…Me quieres contar de una vez qué narices pasa.

Ainhoa: pues…Julia llevaba unos días muy nerviosa, pero no pasa nada. Ha tenido un ataque de ansiedad y la llevaron al hospital.-en ese momento el timbre sonó, Piti abrió la puerta, eran ellos.- espera papá, creo que ya están aquí.

Ricardo: dila que se ponga anda, necesito hablar con ella.-Ainhoa le tendió el teléfono y le hizo señas diciendo que era su padre, Julia se negaba a ponerse pero al final Ainhoa la convenció.

Julia: hola…

Ricardo: Cariño ¿cómo estás? ¿Qué ha pasado?

Julia: estoy bien, de verdad ha sido solo un susto…

Ricardo: ¿seguro?

Julia: si…oye ahora tengo que descansar, hablamos dentro de unos días ¿sí?

Ricardo: claro, mañana mismo vuelvo a llamar. Cuídate por favor…

Julia: No te preocupes, aquí todos me cuidan.

Ricardo: te quiero.

Julia: yo también.-y colgó.



Había sido muy fría, pero la noticia que acababa de recibir la había descolocado por completo. Cuando vieron que Julia ya estaba bien, Salomé, Julián y Piti se fueron. Pronto llegaría Ulises así que él mismo podría llevar a Julia y a las niñas a casa.

Julia: Ainhoa.-estaban las dos sentadas en el sofá del salón, mientras las niñas jugaban en la habitación.- podemos quedarnos aquí esta noche, por favor.-y comenzó a llorar.

Ainhoa: ey, claro que sí. Ya sabes que esta es vuestra casa, pero no llores más, ya estás bien ha sido solo un susto.-Julia se abrazó a ella.-aunque a mí no me engañas, sé que hay algo más, pero ahora tienes que estar tranquila. Cuando te sientas preparada me lo cuentas ¿vale?



Estaba embarazada. Debería estar pletórica y contenta, pero no lo estaba. Y es que, a veces, las buenas noticias pueden convertirse en una losa que te oprime el pecho y no te deja a penas respirar.

Muero de amor, siguelo por Dios, siguelo, siguelo, siguelo.

Aish otro pequeño Montero Wilson *_*, Ricardo está tonto solo nos falta que alguien se le meta en la cama a Julia o le hagan daño para que Ricardo reaccione y vuelva, a ver si se entera ya que lo necesitan.

SIGUE PLS

PD: ¿Tienes Twitter?

OMG! Pero Julia está embarazada!! :O Que fuerte, y encima Ricardin de travesía por el mar. Ojalá vuelva prontito a cuidar a nuestra doctora que le hace falta. Síguelo muy prontito que me has dejado con ganas de saber más cosas. Muchas gracias por escribirlo, un beso muy grande a todos. Cuidaros muchísimo! <3

Creo que acabo de morir, no miento, he muerto y tengo una receta para ti pequeña Wilson, solo revivo con mas capitulos asi que haz un favor al mundo y escribe mucho porfavor, muerome con tu fic es demasiado eh, lo amo.
PD: ¿Tienes twitter?

Paso muy rápido a dejaros el siguiente capitulo!!!

CAPITULO 23



Al día siguiente Ricardo la volvió a llamar, pero fue incapaz de contarle nada. Estaba dispuesta a hacerlo, hasta que él le contó que sus jefes querían que siguiese al mando de ese buque. Le habían dado hasta que regresara a tierra para que se lo pensara. Ella sabía que si le decía que estaba embarazada otra vez él declinaría la oferta, pero lo haría por ella y por el bebé, no porque realmente quisiera.

Había decidido no decirle nada hasta que volviese, ni a Ainhoa ni a Salomé les parecía buena idea, pero ella les hizo prometer que no dirían nada. Era su decisión y debían respetarla.

Sus problemas de ansiedad no habían cesado del todo, pero se encontraba más tranquila, poco a poco iba asimilando que iba a ser mamá de nuevo. Aunque no era el mejor momento jamás se le pasaría por la cabeza no tener a su bebé.

Era sábado, aún faltaban dos semanas para que Ricardo volviese, se encontraba en la cama, rodeada de sus dos princesas, que aún dormían. Tras levantarse un par de veces al baño, por sus nauseas matutinas, decidió hacer el desayuno y subir a desayunar con las niñas.


Julia: mmmm que rico desayuno me voy a comer yo solita.-Valeria abrió un ojo y la vio sentada en la cama con una bandeja llena de bollitos, tostadas, zumo, leche y los cereales de Aitana.

Valeria: ¡Ala! Hay de todo, que rico.- dijo mientras se desperezaba y se sentaba igual que Julia.

Julia: pero bueno si yo pensé que estabas dormida, vamos a despertar a esta brujilla de aquí.

Valeria: ¿cosquillas?-Julia la miró, asintió y ambas comenzaron una guerra de cosquillas para despertar a la pequeña Aitana.


Mientras desayunaban no podía evitar pensar en lo rápido que había pasado el tiempo. Con todo lo que habían vivido parecía que habían pasado 5 o 6 años, pero no, ni siquiera habían pasado 3. Y allí estaba ella, enamorada del mejor hombre del mundo, madre de familia numerosa y a 8 meses de tener a su segundo bebé.

El teléfono la sacó de sus pensamientos, Valeria fue rápida a cogerlo. Sabía quién era, todos los sábados llamaba a la misma hora.

Valeria: …pues sí papá, estamos desayunando en la cama.-dijo mientras volvía a sentarse en la cama de nuevo.

Ricardo: ¡¡¡pero bueno!!! Más os vale que no haya ni una miga cuando yo vuelva…¿todo bien cielo? ¿el cole?

Valeria: todo muy bien, he sacado un 8 en el último examen de mates.

Ricardo: como se nota que eres mi hija jajaja.-los dos rieron a través del teléfono.-oye princesa ¿me pasas a Julia?

Valeria: si papi, te quiero.-le tiró un par de besos y le dio el teléfono a Julia.

Julia: hola.-dijo mientras le limpiaba la boca a Aitana, que se fue detrás de su hermana a jugar a la otra habitación.

Ricardo: así que otra vez desayunando en la cama ¿eh?

Julia: ya ves…es que nos encanta jajaja

Ricardo: ¿cómo va todo amor?

Julia: bien, tus hijas pequeñas creciendo mucho, Ainhoa ya puede andar aunque aún con las muletas, Salo en cualquier momento nos llama para decirnos que esta de parto jajaja…todos bien.

Ricardo: ¿y tú? ¿Cómo estás tú?

Julia: pues…echándote de menos, pero ya estoy mejor.-necesitaba cambiar de tema.- ¿sabéis ya el día que llegáis aquí?

Ricardo: no, pero te prometo que llegaré a tiempo de soplar las velas con la peque ¿vale?-de repente se escuchó mucho barullo a través del teléfono.- oye tengo que dejarte, creo que tenemos una tormenta acercándose.

Julia: tenga cuidado capitán y no se haga mucho el héroe, que le necesitamos de vuelta. Te quiero.

Ricardo: volveré sano y salvo, despídeme de las niñas, en cuanto pueda volveré a llamar. Te amo.



“Le necesitamos de vuelta”, la última frase que Julia le había dicho no dejaba de resonar en su cabeza. Su familia le necesitaba y él…él se había largado al otro lado del mundo. El barco dio un bandazo y le sacó de sus pensamientos. Ya tendría tiempo de darle vueltas, ahora tenía que poner sus 5 sentidos en la tormenta y en sacar su barco de allí.

Bueno, bueno, se me ha hecho un pelin corto pero aún así me ha encantado. Me imagino a Julia y a las peques desayunando en la cama. Que cuquis! :) Me ha encantado, continualo prontito que me has dejado con la intriga :D Siguelo prontito, me ha encantado!! Enfin, muchos besitos, cuidaros muchisimo!! <3