FIC~Ricarjulista~ -Y de repente...- ((TERMINADO))

Escribes genial!!! Tengo muchas ganas de leer el siguiente capitulo! Por favor siguelo pronto. Me muero por ver la llegada de Ricardo, y que por fin puedan estar juntos con Julia y tener a su hijo. Muchas gracias y muchos besos.

Un capitulo más por aquí!!! Espero que os guste!!Un besazo!


CAPITULO 24



Domingo, 4 de la mañana. Faltan unas horas para que amanezca, el teléfono suena y una somnolienta Julia lo coge. Son buenas noticias, Salomé se ha puesto de parto. Se viste, despierta a Valeria, coge en brazos a la pequeña Aitana y sale de casa.

Después de dejar a las niñas con Ainhoa, coge el coche y pone rumbo al hospital. Al llegar se encuentra allí con Ulises en la sala de espera.

Julia: ¿te han dicho algo ya?-pregunta tras saludarse.

Ulises: No, mi padre está dentro con ella, pero no sé nada aún.

Julia: quédate aquí voy a preguntar.- al trabajar en ese hospital y conocer a todos los que allí trabajaban, podía enterarse de cómo estaba Salomé. Se acercó a la recepción de urgencias, estuvo hablando con una de las enfermeras que estaban por allí.

Ulises: ¿y? ¿Qué te han dicho?-preguntó cuando Julia volvió.

Julia: tranquilo, aún no la llevaron al paritorio, si no dilata lo suficiente en menos de una hora le harán una cesárea. Será mejor que nos sentemos, esta va para largo.

Ulises: tienes mala cara... ¿quieres un café?-al escuchar la palabra café Julia salió corriendo al baño. Otra vez las nauseas.- creo que no lo va a querer.


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A unas cuantas millas de allí, un capitán observaba el mar desde su barco. Tras la tempestad llega la calma y es cierto. Después de la tormenta que habían sufrido hacía unas horas el mar estaba tranquilo, calmado. Al contrario que su cabeza, que no paraba de dar vueltas y de pensar.

Le quedaban menos de dos semanas para decidir, para darles una respuesta a sus superiores. ¿Quería seguir navegando? ¿Quería pasarse meses y meses separado de su familia? Si lo miraba por ese lado, la respuesta era NO. Pero luego pensaba en lo mal que lo había pasado sus últimos meses en tierra, la necesidad por volver a navegar llegó a afectarle tanto que discutía con Julia a todas horas.

Al fin y al cabo Valeria y Ainhoa ya estaban acostumbradas a que él pasase más tiempo navegando que en casa, y Julia…ella lo había conocido así, siendo capitán.


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Julia: es precioso Salomé, otro De la Cuadra en la familia.-dijo mientras cogía al pequeño Roberto de brazos de su padre.

Ulises: ha salido a su hermano mayor, eso está claro.

Julián: anda ya, este niño es igual de guapo que su madre.-dijo mientras le daba un beso en la frente a su mujer.

Julia: toma anda, hermano mayor.-le puso el bebé en brazos a Ulises.- voy a pasarme por casa, me cambio y traigo a las niñas ¿sí?-Salomé asintió.

Julián: si que mis sobris estarán deseando conocer a su primito.

Ulises: ¿traes también a Ainhoa?

Julia: claro, nos vemos en un rato.-y salió de la habitación.



Unos días después Salomé y Roberto fueron dados de alta, todos les hicieron una fiesta de bienvenida en su casa. Fue una tarde entretenida, feliz y en familia. Aunque Julia no la disfrutara mucho, en este embarazo estaba teniendo todos los problemas que no tuvo con Aitana. Tenía muchas molestias, nauseas, mareos…Valeria aún no sabía nada, pero la niña estaba empezando a darse cuenta de que algo pasaba.



A 5 días del cumple de Aitana, tuvo que pedirse unos días libres en el trabajo. Sus visitas al hospital últimamente habían sido varias, estaba teniendo perdidas y su medico le había dicho que o paraba el ritmo o perdería el bebé.

Ainhoa iba todas las mañanas a casa de esta, no quería dejarla sola y así la ayudaba con los preparativos de la fiesta.

Ainhoa: ¿ya te ha dicho mi padre cuando vuelve?

Julia: no, aún no. ¿Parque de bolas o fiesta en el burguer?-decía mirando un catalogo de fiestas infantiles.

Ainhoa: Parque de bolas mejor. Julia no me cambies de tema…

Julia: ¿Y qué quieres que te diga Ainhoa? No, nose cuando va a volver tu padre, y tampoco sé si cuando vuelva me va a decir que se queda o que se vuelve a ir, no lo sé. No lo sé…-volvió a bajar la mirada hacia el catálogo.- voy a llamar para reservar el día.


Tenía que hacer algo, Julia le había dicho mil veces que no le dijera nada a su padre sobre la situación que había en su casa, pero no podía ver sufrir más a Julia. Hablaría con su padre esa misma tarde, le contaría todo y le haría volver.

Precioso, tengo ganas ya de que vuelva Ricardo, me da mucha pena la pobre Julia esta solita, necesita a su marido que la cuide. Muchas gracias por el capitulo, siguelo pronto que tengo ganas de ver que passa, un beso.

Vamos Ricardo vuelve ya y quedate que tu familia te necesita!! :') Continualo prontito, muchos besitos!! <3 Cuidaros muchisimo!! :)

Y por fin la esperada vuelta!!!Aunque igual no es como esperáis xD espero que no me matéis!!!

CAPITULO 25



Julia y Valeria: ¡¡Cumpleaños feliz, cumpleaños feliz te deseamos Aitana, cumpleaños feliz!!-tras cantarle ambas se tiraron en la cama profesándole todo tipo de mimos y cosquillas a la pequeña de la casa, que hoy cumplía su primer añito.

Valeria: te voy a tirar de las orejas jajaja

Aitana: nooooooooo.-mientras se refugiaba en los brazos de su madre.

Julia: feliz cumple princesa.-abrazó a su pequeña, estaba muy feliz, pero no podía esconder su tristeza. Ricardo hacía dos días que no llamaba y ni siquiera le había asegurado que estaría allí hoy. Valeria se dio cuenta y se abrazó a ellas.



Después de comerse el suculento desayuno que Julia y Valeria habían preparado se vistieron, Aitana le había pedido a su madre ir al parque, y esta no le iba a negar ese capricho a la cumpleañera. El timbre sonó.

Valeria: ¡¡abro yo Julia!!-Por la puerta entró Ulises, con una enorme caja envuelta con un precioso papel de Hello Kitty y un bonito lazo rosa.

Ulises: buenos días ¿Dónde está la cumpleañera?

Valeria: está arriba, Julia le esta vistiendo.

Ulises: pues venga vamos arriba.-Ulises se llevó a Valeria al piso de arriba, dejando la puerta abierta. Ese día no sería Aitana la única en recibir sorpresas.




Ainhoa: vamos ya se han ido, ¡¡entra!!

Ricardo: me esconderé en la cocina, detrás de la mesa. Lleva allí a Julia primero ¿sí?

Ainhoa: ¡¡si pesado!!



Cuando Ricardo desapareció por la puerta de la cocina, Julia bajó las escaleras.

Julia: no me ha dicho tu hermana que tu también habías venido.-le dio un beso en la mejilla.- me alegra tanto verte de pie.

Ainhoa: y a mí, ¿me invitas a un café?.-Julia asintió. Las dos fueron hacia la cocina, pero antes de entrar Julia se giró y se abrazó a Ainhoa.- ¿qué pasa? Ey Julia, ¿qué tienes?

Julia: es que no puedo más Ainhoa, llevó desde que se despertaron las niñas haciéndome la fuerte, pero no puedo más.-Ricardo lo estaba escuchando todo desde la cocina, no podía evitar sentirse como la peor basura del mundo.- Tengo que celebrar el cumple de mi hija con una sonrisa en la cara cuando lo que de verdad me apetece es encerrarme en mi cuarto y llorar, me prometió que estaría aquí, me lo prometió…

Ainhoa: bueno el día acaba de empezar no sabes si…-Julia la cortó.

Julia: Ainhoa, tu padre lleva días sin llamar… ¿de verdad crees que se va a presentar hoy aquí? Porque yo creo que no y no le culpo, el mar es su vida y yo ya lo sabía cuando le conocí. Así que no puedo reprocharle nada. Pero tengo tanto miedo…miedo de que se olvide de mí, de que se olvide de sus hijas, de que esté mejor a 500 millas de distancia que junto a su familia. Tengo miedo de que un día entre por esa puerta y no sea para quedarse, sino para decirme que se va, para siempre. Y sobretodo tengo miedo de estar sola, yo no puedo sola con esto y no quiero que por mi culpa le pase algo al bebé.-Ainhoa intentaba por todos los medios que dejase de hablar, pero no lo consiguió. Cuando llamó a su padre estaba dispuesta a contarle todo para que volviese, pero se encontró con la sorpresa de que ya tenía preparado el viaje de vuelta, así que no tuvo que contarle nada.

Ainhoa: Julia…-de repente Ricardo abrió del todo la puerta de la cocina, cuando Julia lo vio se quedó quieta, no podía creerlo.

Ricardo: ¿qué bebé?



Había adelantado su viaje para darle una sorpresa a su familia, para pasar con ellos el cumpleaños de Aitana y para decirles que nunca más se iría de su lado. Había rechazado la oferta de seguir capitaneando el buque. Pero la mayor sorpresa, sin duda, se la había llevado él.

Me ha encantado la vuelta de Ricardo, porfin ahora podran estar juntos, espero que Ricardo se tome bien lo de el bebe, tambien me da mucha pena Julia, pobre ultimamente esta sufriendo mucho. Siguelo pronto plis! Un beso

Pues yo si que quiero matarte. Y en seguida, porque yo quería un reencuentro super especial y me has dejado con la ingriga. Pues no así no, yo quiero que sigas y los juntes para siempre siempre.
En serio sigue, me he enganchado y mucho.

Bueno como se que es de mala persona dejar el fic donde lo deje xD y como estoy muy inspirada y tengo escritos 3 capitulos más...os traigo capitulo nuevo.Espero que os guste!!!
Un besazo!!



CAPITULO 26 (Parte 1)



Ainhoa decidió subir con sus hermanas y Ulises y dejar solos a su padre y Julia, necesitaban hablar. Necesitaban decirse tantas cosas…Ambos estaban en la cocina, Julia sentada en una de las sillas y Ricardo de pie, de un lado para otro.

Ricardo: se puede saber por qué no me lo habías dicho. ¿Te crees que puedes ocultarme algo así? No tenías derecho a hacerlo Julia.

Julia: lo hice por ti.-dijo Julia mirándole por primera vez desde que habían comenzado la conversación.

Ricardo: ¿por mi? No Julia, a la gente que se quiere no se la engaña y tú lo has hecho, lo has vuelto a hacer.- Julia se levantó.

Julia: habías tardado mucho en echármelo en cara, en remover la mierda del pasado.

Ricardo: yo no remuevo nada, simplemente no puedo entender porque a mi mujer se le olvida el pequeño detalle de contarme que vamos a ser padres de nuevo.-Julia se puso detrás de él.

Julia: Porque si te lo hubiese contado habrías venido corriendo Ricardo…-este se dio la vuelta y la miró.

Ricardo: pues claro que lo hubiese hecho, porque para mí lo más importante es mi familia.-la miraba con rencor.

Julia: no me mires así por favor, yo solo quería darte el tiempo que pedías a gritos. Tú quisiste irte, lo necesitabas y yo dejé que lo hicieras.-sentía que de un momento a otro se caería allí mismo, no tenía fuerzas. Se sentó en la silla para que Ricardo no notase nada.

Ricardo: ¿estás bien?-Julia negaba con la cabeza.- ¿qué te pasa?-al no tener respuesta se arrodilló delante de ella y le cogió dulcemente la cara con sus manos haciendo que lo mirase.- ¿Julia?

Julia: no estoy bien, no lo estoy Ricardo. Desde que cruzaste esa puerta he intentado aparentar que no me importaba, que todo estaba bien, pero no era así. Cuando me enteré de que estaba embarazada no me hizo feliz y ¿sabes por qué? Porque no podía compartirlo contigo. Justo dos días antes en tu última llamada me dijiste que debías elegir si aceptabas seguir o lo dejabas, yo…lo único que quería era que esto no afectara en tu decisión. Que si decidías dejarlo fuera por ti, porque realmente querías hacerlo. Lo siento, siento mucho habértelo ocultado.


En ese mismo instante un terremoto entró corriendo en la cocina, era Aitana. Se abrazó a su padre y Julia aprovechó para quitarse las lágrimas que había derramado. Al escuchar los gritos de Aitana, Valeria también fue corriendo a la cocina. Su padre había vuelto, tal y como les había prometido.

Valeria: que guay, ahora podremos ir todos al parque ¿no?-miró a su padre que asintió y después miró a Julia.

Julia: claro cielo, venga coger las cosas y nos vamos.- cuando fue a levantarse se mareo de nuevo, pero Ricardo lo notó y la cogió por la cintura.

Valeria: ¿te pasa algo?

Julia: ¡¡que me va a pasar!! Venga corre, ayuda a tu hermana a coger el triciclo nuevo.

Ulises: voy a ayudarlas.

Ainhoa: voy contigo.

Ricardo: si no te encuentras bien nos quedamos.-dijo ayudándole a sentarse.

Julia: solo ha sido un mareo, gracias por no dejarme caer.

Ricardo: yo jamás te dejaría caer.-la miró a los ojos y logró sacarle una sonrisa.- venga vámonos, no todos los días cumple años una de las princesitas de la casa.

Por favor, escribes genial!! Me ha encantado, hacia tiempo que queria una escena como esa que han vivido en la cocina, em encanta que Ricardo cuide de Julia. Ya ser que siempre lo dijo, pero me dejas con ganas de mas! Siguelo pronto un beso enorme y muchas gracias :)

Aquí os traigo la segunda parte del capitulo!!Os digo que ya tengo casi terminado el fic, le quedan como mucho 6 capitulos.
Espero que os guste :)


CAPITULO 26 (Parte 2)


Ya tendrían tiempo para hablar, porque tenían mucho de qué hablar, pero hoy era el día de Aitana, y no iban a estropearle su primer cumpleaños.

Pasaron el resto de la mañana en el parque, Ulises y Ainhoa veían desde un banco la escena. Valeria intentaba subirse a lo alto del columpio, mientras su hermana pequeña intentaba imitarla con ayuda de su padre. Julia estaba pendiente de los pasos de Valeria. Cuando Aitana se cansó Ricardo la cogió como un avión llevándola hacia su madre, la cual la acogió en sus brazos.

Ricardo: ¿estás bien?-preguntó acariciándole la mejilla con su mano derecha.

Julia: perfectamente.-le dio un beso en la cabeza a su pequeña.

Aitana: teno hambe.

Julia: ¿si cariño? Pues venga vámonos a comer.


Llamaron a Valeria, que bajó rápidamente del columpio y fue a contarle a su hermana mayor hasta donde había subido ella sola. Ricardo miró a Julia y ambos sonrieron, la abrazó por la cintura y fueron a reunirse con el resto.



El día había sido tan agotador como maravilloso. La cumpleañera disfrutó al máximo y sus padres, hermanas, tíos, primos…lo disfrutaron con ella. Si la mañana había sido más calmada la tarde fue todo lo contrario, entre Julia y Ainhoa habían preparado una gran fiesta en el parque de bolas del barrio. Todo había salido fenomenal.

Cuando llegaron a casa tanto Aitana como Valeria se habían quedado dormidas en el coche. Ricardo cogió a Valeria y Julia hizo lo propio con Aitana, las acostaron y se fueron a su cuarto. Actuaban de forma extraña, ninguno sabía qué decir o qué hacer.


Ricardo llevaba un mes fuera de casa, lo que le apetecía ahora era dormir abrazado a la mujer de su vida, pero no podía quitarse de la cabeza la conversación que habían dejado a medias. Julia, por su parte, no quería hablar, había sido un día movidito y cargado de emociones. Se acostó en la cama, se pegó al borde y se tapó con las sabanas. Ricardo hizo lo mismo, alzó su mano derecha y rozó suavemente la espalda de Julia. Cuando iba a hablar, esta se adelantó.

Julia: ahora no, por favor.-se giró un poco atrapó la mano de Ricardo con las suyas e hizo que la abrazara.- mañana ¿sí?

Ricardo: claro, ahora descansa.- la dio un beso en la nuca e intensificó el abrazo atrayéndola más hacia él.



La claridad que entraba por la ventana hizo que se despertase, abrió un ojo y lo cerró al instante. Comenzó a notar cosquillas en su tripa, abrió con pesadez los ojos miró debajo de la sabana. Y lo encontró a él.

Ricardo: creo que hemos despertado a mamá.-decía mientras le daba pequeños besos en el vientre.

Julia: Ricardo…

Ricardo: shhh.-poco a poco fue subiendo, beso a beso, hasta llegar a estar cara a cara con su mujer.- yo decidí irme, tú me entendiste. Ahora me toca a mi entenderte un poco ¿no?-ambos sonrieron.- Así que dejemos atrás este mes y todo lo que ha pasado, pero prométeme que nunca más volverás a esconderme nada, por favor.

Julia: te lo prometo.-se acercó a sus labios lentamente, como si quisiera detener el tiempo en ese mismo instante.- te quiero.-y cuando estaba a punto de besarlo, él se alejó.

Ricardo: ¿tú sabes la que se nos viene encima?-Julia le miró y arrugó la frente.- Más pañales, más biberones, más noches sin dormir…y antes de todo esto…¡¡Tenemos que preparar una boda!!-ambos comenzaron a reírse a carcajadas. Ricardo la besó.

Valeria: ¿hemos oído boda?-miraron hacia la puerta, y allí estaban, Valeria sostenía la mano de Aitana, y esta cogía con su otra manita a su osito Boby.

Ricardo: sí, creo que ha escuchado bien ¿no?-miró a Julia.

Julia: sí, has escuchado perfectamente.

Valeria: ¡¡¡¡bieeeeeeeeeeeeeeeeeeen!!!!


Las niñas corrieron y se tiraron encima de sus padres, entre cosquillas y besos, comenzaron una guerra de almohadas.



Mucha gente desea amanecer en una playa desierta, rodeados de todo tipo de lujos y sin nada ni nadie que les moleste. Pero para ellos ese era su mejor despertar, en su casa, con su familia, teniendo una guerra de almohadas junto a la persona que aman y viendo reír a sus hijas, ese era su momento perfecto y tenían claro que querían vivir momentos así cada día del resto de sus vidas.

Aish me encantan *-* El como ha despertado Ricardo y Julia ha sido muy perfecto.

Me da penilla que acabes este fic, pero tienes que hacer otro eh

Pero que bonito! :3 Hace tiempo que no me pasaba y bueno tengo excusa :P Tenía exámenes globales y no tenía mucho tiempo la verdad xD. Pero bueno ahora estaré aquí para leerlo siempre que pueda, jiji. Que pena que se esté acabando, de verdad. Me encanta, es tan perfecto y tu escribes tan bien. Síguelo prontito porfiplis que me has dejado con muchas ganas de saber más. Un beso muy grande a todos. Cuidaros muchísimo! <3

Waaa por favor me encanta, tengo que reconocer que estoy super enganchada a tu fic, me da pena que se acabe porque es genial :(
lo que mas me ha gustado ha sido la forma en la que Ricardo a despertado a Julia, a sido precioso. Siguelo pronto besos a todos

Nuevo capitulo por aquí, el 27 ya...quién me lo iba a decir cuando empecé a escribir el fic jajaja Muchisimas gracias por los comentarios!!!!!
Espero que os guste este capitulo :)
Un beso!


CAPITULO 27



Estaban desayunando los cuatro juntos, en la cocina, las niñas aún no sabían nada del embarazo de Julia y parecía que no habían escuchado nada esa mañana. Había llegado el momento de decírselo, de contarles que iban a tener un nuevo hermanito o hermanita.


Ricardo: Valeria cariño, esta mañana… ¿has escuchado algo más que lo de la boda?

Valeria: mmmmm no, creo que no. ¿Tú has escuchado algo Aiti?-dijo mirando a su hermana, la cual negó fuertemente con la cabeza.-pero tranquilos, que entendemos lo de los besos, los abrazos, las caricias, el “seso” y…

Ricardo: vale, vale hija, lo hemos entendido.-cortó rápidamente a Valeria. Julia no pudo evitar reírse.

Julia: verás Valeria, es que tenemos que contaros algo.

Valeria: no te vas a ir más ¿verdad? Dime que no te vas papa por favor, dímelo.- agarraba el brazo de su padre, que estaba sentado a su lado.

Ricardo: no cariño, no pienso irme más.-le dio un beso en su cabeza y la abrazó.

Julia: lo que tenemos que deciros es que… la familia crece.-Valeria abrió los ojos asombrada.

Valeria: ¿¿¿¡¡Ainhoa está embarazada!!!???

Ricardo: no hija, tu hermana no está embarazada…-Valeria miró a Julia, esta se puso una mano en la tripa.

Valeria: otro hermanito…¡¡¡Aitana vamos a tener otro hermanito!!!-se levantó de su asiento y fue a abrazar a Julia. Aitana reía y daba golpes en la mesa, ajena a lo que le pasaba a su hermana.

Julia: ¿entonces te hace ilusión?

Valeria: ¡¡¡pues claro que sí!!! Pero Julia…la próxima vez cuéntamelo a mí primero por fis-dijo mirando a Julia con cara de ofendida.

Julia: jajaja ¿la próxima vez? ¿Pero tu cuantos hermanos quieres tener?

Valeria: no se…muchos, es que quiero que tu y mi papá seáis felices siempre y que estéis juntos siempre también.

Ricardo: pues no te preocupes, que no pienso dejar que se me escape la mejor mujer del mundo.-Julia le miró, sonrió y volvió a abrazar a Valeria.



Por fin la felicidad había vuelto a su casa, y esta vez había vuelto para quedarse. Las niñas jugaban en el piso de arriba mientras que sus padres veían una peli en el salón. Ricardo estaba sentado en el sofá, Julia estaba tumbada y descansaba su cabeza sobre las piernas de él.

Ricardo: recuérdame que la próxima vez sea yo el que elija la película… ¡menudo tostón has elegido!

Julia: no, no que seguro que me haces ver alguna de miedo.

Ricardo: pues mejor, así te abrazas a mí cuando lo sientas.-poco a poco fue poniendo su mano derecha sobre el vientre de Julia.

Julia: ya claro…eso es lo que quieres tú, que me abrace a ti.

Ricardo: pues…un poquito de amor no me vendría mal.-Julia rió ante el comentario de Ricardo, mientras este subía la mano que descansaba en el vientre de ella, hacia zonas más peligrosas para ambos.

Julia: Ricardo…-dijo mientras cogía la mano de este y volvía a ponerla en su tripa.

Ricardo: ¿qué? Julia, cariño, llevo un mes sin verte, sin besarte, sin tocarte…-en esta ocasión fue bajando su mano poco a poco hacia el trasero de Julia. Esta se incorporo y se sentó muy cerca de él.

Julia: ¿y yo qué?-Ricardo comenzó a besarla, a acariciarla.-Ricardo las niñas…-pero este no paraba.

Ricardo: están jugando, no van a bajar.-comenzó a darle pequeños mordisquitos en el cuello, sabía lo que le volvía loca a Julia y eso era lo que él quería.

Julia: para por favor…-dijo apenas sin voz, Ricardo seguía su camino, con su mano derecha comenzó a desabrochar los primero botones de la camisa blanca que llevaba Julia. Bajó dándole besitos por su escote. Julia perdía sus manos por el pelo de él, mientras se recostaba en el sofá llevándose a Ricardo con ella. Este sin dejar de besarla colocó una de sus manos en la parte interna del muslo de la doctora, y fue subiendo poco a poco hasta llegar al punto de placer de su mujer, que se arqueó hacia él emitiendo un silencioso gemido.

Ricardo: echaba de menos provocar sensaciones en usted doctora.-siguió su camino y desabrocho el botón del short que llevaba Julia.

Julia: como me pone que me trate de usted, capitán.-le cogió la cara con ambas manos y le besó, con desesperación, con urgencia, mientras él introducía su mano en el pantalón de ella.


No era el momento perfecto para amarse, pero ellos lo estaban convirtiendo en perfecto. Hasta que el timbre de su casa sonó. Rápidamente se separaron y se colocaron bien la ropa.


Ricardo: no me lo puedo creer…-dijo y cabreado se dirigió hacia la puerta y la abrió.-No podía ser otra persona…

Julián: ¿qué dices? ¡Anda ayúdame con el carrito leches!- Ricardo le ayudo a subir el escalón de la entrada, tras Julián entró Salomé con Izan de la mano.

Salomé: nada que estábamos paseando por aquí y a Izan se le ha antojado jugar con sus primas…-Julia la miró y sonrió.- Julia, cariño péinate un poco que menudos pelos llevas…oye voy a la cocina que Izan no ha merendado.-y se dirigió a la cocina, mientras Julián se acomodaba en el sofá.

Julia: claro…vosotros como en casa ya sabéis…-dijo mirando a Ricardo.- ¿los matas tú o lo hago yo?

Ricardo: yo mejor…me voy a la ducha.-Julia estalló en una sonora carcajada, Julián los miró.

Julián: ¿qué Ricardo vemos el fútbol? Domingo de futbol y cervecitas ¿no?-Julia sin parar de reírse se fue a la cocina con Salomé.

Ricardo: si, voy al baño un momentillo, enseguida vuelvo.


Su arrebato de pasión era una señal más de que necesitaban sentirse, estar a solas, aunque eso en aquella casa fuera difícil. Si no eran sus hijas, eran cualquiera de sus amigos que irrumpían en su hogar para pasar la tarde o ver el fútbol.


Tras la ducha de agua fría que le había aliviado bastante se puso a ver el futbol con su mejor amigo, mientras Julia y Salomé charlaban tomándose un refresco e intentando dormir al pequeño Roberto. Sus hijos jugaban en el piso de arriba. A pesar de que les interrumpiesen mil veces, adoraban la vida que tenían, eran una gran familia y disfrutaban pasando momentos juntos…parecía que ambos estaban pensando lo mismo, oían a sus amigos, pero no les escuchaban, solo se miraban. No podían evitarlo, sus ojos eran como imanes, como polos opuestos que siempre se atraen. Y de momento tenían que conformarse con eso, con miradas y sonrisas…lo demás tendría que esperar.

Jajaja que bueno, les da un arrebato de amor y pasión y como no, Julián interrumpiendo. Brutal, jajaja. Bueno, continualo prontito que quiero leer mas. Escribes genial! :)

Un beso muy grande a todos y cuidaros muchisimo. :D

Me ha encantado, escribes genial, siguelo pronto!!! Cuando termines este fic vas hacer otro de Ricardo y Julia?? Espero que si! Besos

Ahora si que sí os puedo decir que el último capítulo es el 32, ya esta todo escrito y también he empezado a escribir un nuevo fic, ricarjulista of course!!

No sé si podré subir hoy la segunda parte del 28, espero que os guste!!!
Un beso!!


CAPITULO 28 (Parte 1)



Al final Ulises y Ainhoa también se habían unido a aquella tarde entretenida de domingo, que se alargo hasta la cena. Ricardo daba gracias que era domingo, y al día siguiente la gente trabajaba, sino habría tenido que aguantar a Julián hasta las 3 de la mañana. Y él después de lo que había pasado aquella tarde en el sofá, solo tenía ganas de repetirlo, pero en su cama sin que nadie les molestase.


Ricardo: por fin se han dormido, les he tenido que contar dos cuentos porque no había manera.-dijo mientras entraba en la habitación y se metía en la cama.-pero ahora estamos solos…-pero Julia no se movía.- ¿Julia?-se incorporó y la vio profundamente dormida…volvió a acostarse con cara de fastidio. ¿Por qué las embarazadas dormían tanto? Se preguntaba. Se abrazó a Julia y se quedó dormido.




Como cada mañana había llevado a sus hijas al colegio, Ricardo había insistido en acompañarla pero ella se había negado, cosa que le molestó bastante a él. Pero no quería que descubriese la sorpresa que le prepararía esa noche.

Habían pasado dos días desde que Ricardo volviese y aún no habían podido disfrutar de un rato a solas, asique había decidido que esa noche le prepararía una bienvenida en condiciones. Primero se fue de compras, le iba a preparar una cena que no olvidaría jamás, Salomé le había dado una de sus recetas. Compró todo lo necesario, y también el postre, fresas con nata. Después se pasó por una tienda de ropa y se compró un precioso vestido. Quería estar perfecta y deslumbrante para él.

Llamó a Ainhoa y quedó a comer con ella, cosa que cabreó bastante más a Ricardo. Para un rato que podrían disfrutar a solas y se iba a comer por ahí, además iba a tardar porque le dijo que recogiera él a las niñas y las llevara a casa de Ainhoa.


Julia: oye muchas gracias por quedarte a las niñas esta noche.-dijo mientras pinchaba con el tenedor de su ensalada.

Ainhoa: no hay porque darlas. Mi padre y tú necesitáis intimidad y entre unos y otros…jajaja

Julia: creo que tu padre se ha enfadado…

Ainhoa: en cuanto te vea esta noche con ese vestido…se le pasará el cabreo créeme.

Julia: jajaja eso espero, tú ya sabes entretenle en casa, cuando tenga todo preparado te doy un toque y me lo mandas.

Ainhoa: a sus ordenes capitana.-las dos se echaron a reír.


Julia no era su madre, no se parecían en nada, ni siquiera físicamente. Pero aportaba tanto a su vida…y a la de su hermana. Para ellas se había convertido en esa persona que siempre está ahí cuando la necesitas, que te da el consejo perfecto en el momento clave, que te apoya y te cuida. No era su madre, era mucho más que eso.

Cuando terminaron de comer dieron un paseo, haciendo tiempo para que Ricardo saliese de casa. Después Julia dejó a Ainhoa en su casa y se fue a prepararlo todo. Estuvo toda la tarde cocinando, quería que todo fuese perfecto.

Mientras tanto en casa de Ainhoa, Ulises entretenía a Ricardo con cualquier escusa. Hasta que pasadas las ocho de la tarde, Julia le dio el toque a Ainhoa y esta tras inventarse mil escusas le dijo a su padre que fuera a casa, que las niñas dormirían con ellos.

Todo le parecía muy extraño, pero cuando llegó a casa se dio cuenta de que su enfado con Julia desaparecía por completo. En la entrada, colgado de una percha, un precioso traje negro, una camisa azul celeste y una corbata del mismo color que el traje. En la percha había un pos-it “Capitán, póngase el traje de gala, le espero en el salón” . No pudo evitar sonreír al leerlo.

Obedeció y se encaminó al salón. Todo estaba lleno de velas, de pétalos de rosa, sonaba música tranquila y romántica. Miró hacia la mesa, todo perfectamente preparado y a su lado, deslumbrante, le esperaba la mujer de sus sueños. Llevaba un precioso vestido rojo, ajustado, que resaltaba sus curvas, su pelo suelto y ondulado, y los labios pintados a juego con su vestido.


Julia: ¿Un brindis?-le dijo tendiéndole una copa de champagne. Este la aceptó y tras el brindis la agarró por la cintura y la besó.- quieto fiera, deja algo para después ¿no?

Ricardo: cuando se trata de ti, no puedo contenerme.-Julia sonrió y esta vez fue ella la que le besó a él.

Julia: vamos a cenar, hoy tenemos todo el tiempo del mundo.

Me has vuelto a dejar con la intriga! :') Quiero leer mas y saber que mas pasa. Bueno, continualo prontito por favor que tengo muchas ganas de leer mas. Perfecto enserio! :) Un beso myy grande para todos, cuidaros muchisimo todos!! <3

Me ha encantado la frase Porque las embarazadas duermen tanto?? Hahahaha me he quedado con ganas de mas asi k por favor cuelga el capitulo k me muero por leelo. Espero k este fic tenga un final feliz. Muchos besos

Segunda parte!!!Disfrutad de este capitulo, que después de la felicidad viene la tristeza...
Un beso y disfrutad de las vacaciones!


CAPITULO 28 (parte 2)


Se sentaron uno frente al otro y comenzaron la cena que Julia había preparado. Ricardo le contaba cosas de su viaje, anécdotas de las que ambos reían, Julia le decía cuanto le habían echado de menos, él la preguntaba cómo había llevado el embarazo ese mes, ella le contaba cosas del nacimiento de Roberto. Cuando terminaron de cenar Julia se levantó a por el postre, Ricardo se había sentado en el sofá y ella llegó con un bol lleno de fresas y otro más pequeño con nata.


Ricardo: vaya vaya doctora, lo tenía todo planeado ¿eh?

Julia: por supuesto, yo siempre lo planeó todo.


Ricardo cogió una fresa, la untó de nata y se la dio a probar a Julia. Ella repitió el gesto y se echaron a reír. Parecían dos adolescentes en plena revolución de hormonas.


Ricardo: tienes un poco de nata ahí.- dijo señalándole el labio. Julia se intentó limpiar con la servilleta pero dejó restos de nata.-No, ahí no. Aquí.-y la besó.

Julia: ese truco está muy visto ya… ¿no lo sabías?

Ricardo: a ¿sí? Entonces tendré que utilizar otro…-untó uno de sus dedos en la nata y fue a parar a la cara de Julia.- ¿así mejor?

Julia: serás…-dijo con cara de ofendida. Y comenzaron una guerra de nata y besos que después no sabrían como parar.-capitán me va a manchar este precioso vestido.

Ricardo: tiene razón, será mejor quitarlo que luego las manchas de nata se van fatal.-Julia rió y este aprovechó su momento de debilidad para besarla, sus manos fueron a parar al broche del vestido, bajó la cremallera y se lo quitó poco a poco. Él se quitó la chaqueta y la corbata, hacia demasiado calor allí.


Julia le miraba embobada, ¿cómo podía estar tan enamorada de ese hombre? Teniendo en cuenta lo mal que empezaron cuando se conocieron…Él se acercó a ella, la cogía suavemente de la nuca y la atrajo hasta sus labios.


Ricardo: ¿no hay más nata?

Julia: si, el bote está en la cocina. Voy a por él.

Ricardo: no, ya voy yo. Tú sube a la habitación y espérame.


Esta le obedeció, subió a su cuarto, el cual también había decorado para la ocasión. Se tumbó en la cama y esperó a Ricardo. Cuando este subió se quitó la camisa y el pantalón sin apartar la mirada de su mujer. Se tumbó en la cama junto a ella y comenzaron a besarse. De repente Ricardo cogió el bote de nata y extendió un poco en la tripa de Julia.


Ricardo: él también tiene derecho a un poco de nata ¿no?-ambos estallaron en una carcajada y entre risas Ricardo fue quitándole la nata dándole tiernos besos en su barriga, donde habitaba su futuro bebé.


Cuando acabó fue subiendo poco a poco hacia la cara de Julia. Esta le miró y le susurró un sensual “ahora me toca a mí” . Le tumbó y le llenó el pecho de nata, quitándosela de la misma forma que él había hecho con ella. Ricardo no podía más, se irguió y le quitó la ropa que le quedaba a Julia, hizo lo mismo con la suya. Se tumbó encima de ella, la miró mientras acariciaba centímetro a centímetro su cuerpo. “Te amo” susurraron los dos a la vez y con un solo movimiento de cadera de él sus cuerpos se estremecieron.

Julia acariciaba la espalda de Ricardo mientras que él tenía sus manos en la cara de esta. Estaban agotados, no sabían las veces que habían rodado por aquellas sábanas. Ricardo le dijo a Julia que se diera la vuelta, esta se tumbó dándole la espalda a su marido, que la abrazó fuertemente mientras la hacía suya. Julia colocó sus manos sobre las de Ricardo y ambos las entrelazaron mientras llegaban juntos al punto máximo de placer. Él besó los hombros de ella, cuando se iba a retirar Julia le cogió aún más fuerte. No quería despegarse de él en toda la noche.

Tras aquella demostración de amor ambos cayeron rendidos ante Morfeo. Había sido una noche que jamás olvidarían. Cuando despertó no pudo evitar quedarse mirándola como un idiota. Tenía entre sus brazos a la mujer más maravillosa del mundo.


Julia: buenos días.-dijo desperezándose.

Ricardo: ¿buenos? Buenísimos diría yo…-dijo sonriendo. La besó.

Julia: Ayer se me olvidó darte algo.-se acercó a la mesilla y cogió un sobre del cajón.

Ricardo: ¿Qué es esto?-lo abrió.- 18 de Junio de 2013.-leyó en alto.-¿esto es lo que yo creo que es?

Julia: creo que sí.-sonrió.

Ricardo: ¡¡Nos casamos en dos meses!! Pero… ¿cómo, donde?

Julia: Ainhoa me consiguió el teléfono de Palomares, hablé con él, aunque no quería saber nada de lo que pasó en aquella isla. Le pedí que nos volviera a casar, pero esta vez como dios manda.Y aceptó.

Ricardo: soy el hombre más feliz del mundo Julia.

Julia: y tú me haces feliz a mí.


El resto de la mañana la pasaron recogiendo la casa, entre besos y abrazos. Eran felices. Después de todo lo que habían pasado en sus vidas, podían decir que eran plenamente felices. En dos meses se casarían y en unos cuantos más tendrían a su cuarto hijo. No les podría ir mejor.