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[Fanfic: Ricardo + Julia] Volver a empezar || CAPÍTULO 23: Viejos conocidos

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#0
EvaRicarjulista
EvaRicarjulista
25/03/2013 16:43
''Es difícil resistirse a la oportunidad de volver a empezar. ¿Quién decide cuando lo viejo termina y empieza lo nuevo? No es un día específico del calendario, ni un cumpleaños, ni un año nuevo. Es un hecho, grande o pequeño. Idealmente, nos da fuerza. Una nueva forma de vivir y de ver el mundo, dejando a un lado viejos hábitos. Lo importante es que nunca dejemos de creer que podemos volver a empezar. Pero también es importante recordar que, dejando a un lado toda la mierda, hay ciertas cosas que merecen la pena mantener.''



fanficricardojuliavolveraempezarcapitulo23viejosconocidos
#41
EvaRicarjulista
EvaRicarjulista
28/06/2013 11:23
CAPÍTULO 15: 2 palabras, 8 letras.


Ricardo caminaba por el pasillo de camino a su camarote seguido de Julia. Los dos estaban en silencio.

Al pasar por delante del camarote de la doctora ella se paró frente a la puerta y vio como Ricardo seguía caminando y entraba en su camarote.
La mujer, a punto de entrar al suyo, se armó de valor y fue hasta la puerta del camarote del capitán. Llamó a la puerta y el hombre abrió.

-¿Qué pasa Julia? -Preguntó él

-¿Puedo pasar? -Contestó

-Claro, -Dijo mientras se apartaba de la puerta para dejarle paso -pero debería ir a cambiarse o le va a coger una pulmonía


-Ricardo por favor, perdóname.

-Julia no... -Antes de acabar la frase la mujer lo interrumpió

-No puedo estar mas así, lo hice por protegeros a todos. -Ricardo se dio la vuelta y apoyó sus manos en la mesa quedándose de espaldas a ella.
Hubieron unos segundos de silencio hasta que Julia volvió a hablar.

-Antes, en cubierta ¿me habrías besado? -Preguntó la mujer.

Ricardo, pensó durante varios segundos ¿la habría besado? Por supuesto que si, ¿por qué no lo hizo? Bueno, cuestión de principios, orgullo, y por una mentira que había sido ocultada por protección.


Suspiró profundamente, giró su cabeza para mirar a Julia, que parecía estar temblando ya que seguía tan empapada como él.

Apartó las manos de la mesa, se acercó a la doctora, agarró su cintura tirando la chaqueta que él le había dejado al suelo y la besó con pasión durante un tiempo indefinido del que ninguno de los dos podría decir la duración exacta.

Ricardo bajó sus manos hasta las nalgas de Julia, haciendo que esta se estremeciera, para seguir descendiendo y agarrarla por las piernas poniéndola sobre su cintura, y sin parar de besarla la puso contra el armario, quedando la espalda de ella apoyada con sus brazos alrededor del cuello de Ricardo mientras él la sujetaba por los muslos.
Sus bocas seguían unidas moviéndose deprisa y acompasadas, entrelazando sus lenguas y mezclando su saliva. El agua de la ropa de ambos había creado un pequeño charco en el suelo.
Ricardo apartó sus labios de los de Julia, ambos con los ojos aun cerrados juntaron sus frentes, notando sus respiraciones agitadas, sin moverse.

-¿Qué significa esto? -Preguntó la doctora susurrando mientras rozaba con su nariz la nariz de él.

-No lo se... -Contestó el capitán dejándola de nuevo en el suelo y colocándose de espaldas a ella evitando mirarla.

Julia, desconcertada i entristecida, salió por la puerta y fue a su camarote para cambiarse.


Ricardo se sentó en el bordillo de la cama y enterró su rostro entre sus manos.

La verdad es que a todo el mundo le gusta pensar que puede ser fuerte. Pero ser fuerte no solamente se trata de ser duro. Se trata de asimilarlo. A veces tienes que darte a ti mismo permiso para no ser fuerte por una vez. No tienes que ser duro cada minuto de cada día. Está bien bajar la guardia. De hecho, hay momentos en los que es lo mejor que podrás hacer. Siempre que escojas tus momentos con cabeza.





-Estos dos se han perdido o algo por el camino. -Dijo De la Cuadra hablando con Salomé.

-Ay no me seas cascarrabias -Contestó -igual hasta se están recoinciliando

-Pues menudo momento eligen para recoinciliarse -Pasaron varios minutos más y Ricardo llegó al puente.




-¿Cómo va la tormenta? -Preguntó el capitán al entrar.

-Pues en esta media hora que has tardado en cambiarte... -Contestó con ironía -Igual, simplemente que la niebla está desapareciendo.

Julia entró al puente segundos después. Se había cambiado de ropa y se había hecho una trenza, medio despeinada, con el pelo mojado.

-¿Alguna novedad? -Preguntó sin mirar a Ricardo, acercándose a los comandos, donde se encontraba Julián.

-Ninguna, la niebla se está dispersando pero habrá que esperar.



Los cuatro se sentaron cada uno en una silla. De la Cuadra y Salomé hablaban sobre su futuro hijo, Julia, sentada unos pasos mas atrás leía un libro y Ricardo detrás de ella la miraba y pensaba.

La doctora se levantó para ir al baño y Ricardo salió detrás suyo, la agarró del brazo y la paró antes de que bajara las escaleras. Los dos se pararon en el pequeño pasillo que se encontraba frentre a la cristalera del puente de mandos, a la vista de la gente que había o que pasaba por el salón.


-Siento lo de antes -Dijo Ricardo en voz baja -No se que me ha pasado

-¿Te digo yo lo que ha pasado? -Contestó Julia seria -Ha pasado que has tenido un calentón y has preferido hacer eso a gritarme. No tengo nada que perdonarte.

-¿Qué? -Dijo Ricardo extrañado -No sabes lo que hablas

-Pues dime tu la razón

-Me habías preguntado si antes, en cubierta te hubiera besado, -Dijo Ricardo mirando a Julia a los ojos -lo único que he hecho ha sido responderte.

Julia lo miró y volvió a hablar.


-Déjame preguntarte otra cosa, ¿podrás perdonarme a mi alguna vez? -Dijo la mujer

Ricardo se quedó en silencio.






-¡Ricardo! -Gritó Julián haciendo que el capitán y la doctora dejaran de mirarse y observaran a través del cristal

Un enorme edificio aparecido de la nada se encontraba frente a ellos.


Cuando no sepas que responder, espera unos segundos. Tal vez alguien, o algo, lo haga por ti.




...
#42
yoyo91
yoyo91
29/06/2013 12:26
Capitulazo, capitulazo, capitulazo!!!!!Que me gustan a mi estos dos cuando estan enfadados jijijiji

Vuelve pronto con más, please!
#43
EvaRicarjulista
EvaRicarjulista
29/06/2013 14:12
Me paso para deciros que no se cuando subiré el siguiente capítulo porque estoy en mi chalet y solo tengo internet en el movil y como comprendereis no funciona muy bien, pero de todas maneras intentaré seguir subiendo capítulos.
Un saludo y gracias por los comentarios y por leer el fic :)
#44
EvaRicarjulista
EvaRicarjulista
02/07/2013 08:26
fanficricardojuliavolveraempezarcapitulo23viejosconocidos


Había sido una noche larga, los tripulantes esperaban impacientes que el sol saliera para poder saber que se escondía en ese pedacito de manecía en el Estrella, Montero y De La Cuadra junto con unos cuantos marineros, preparaban las dos lanchas, en las que irían: Ricardo, Julián, Julia, Ulises, Ainhoa, y unos cuantos tripulantes más, para ir al edificio.
Salomé se quedó en el barco al cargo de Valeria, Burbuja y todos los demás.




Los motores de las lanchas comenzaban a rugir, los tripulantes subían uno a uno a las lanchas y emprendían camino hacia su destino. Al llegar entraron por un enorme cristal que estaba hecho pedazos y comenzaron a caminar por los pasillos de aquel lugar.


Llegaron a una gran sala, con un bar y mesas y se encontraron con tres hombres a los que a penas podían ver por falta de iluminación. Ricardo y los suyos apuntaban con los arpones y el par de armas que habían a bordo. Uno de los hombres se adelantó unos pasos colocándose a la altura de la luz y dejándose ver.

No tendría mas de veinticinco años. Era de estatura media tirando a bajito, tenía el pelo rubio y una perilla. Sus ojos azules brillaban a causa del reflejo del sol en el mar.


-Mi nombre es Max, y les doy la bienvenida al Yho Hao, el último hotel del mundo. -Dijo el chico mirando a los tripulantes del Estrella y deteniendo su mirada en Julia durante un par de segundos mostrando una pequeña sonrisa.
Un gesto que pasó desapercibido para todos menos para Ricardo que giró su cabeza para mirar a Julia que estaba justo detrás de él. La doctora se limitó a apartar la mirada.

Por mucho que contemos una parte de la verdad, siempre queda ese 1% que ocultamos ¿Por qué? Por protección, por miedo, por principios, o simplemennte porque creemos que nunca nos hará falta contarlo. Hasta que llega un momento en la vida que ese 1% coge fuerza y te golpea, y no tienes otra opción que decirlo todo y esperar que todo, siga igual.



Tras comprobar que el hotel, y sus huéspedes, eran de fiar, Ricardo decidió que quien quisiera podría ir, y quien no, se quedaría en el barco con Salomé.


-Desde este edificio hemos visto las peores tormentas que podríamos haber imaginado, su barco es nuestra única salvación capitán. -Decía Max, bajo la atenta mirada de Julián, Gamboa y Julia.

-Lo se, pero ya somos 41 tripulantes, el Estrella no puede albergar mas gente. Navegamos a ciegas buscando un trozo de tierra que tal vez no aparezca nunca.

-Tiene razón. Pueden quedarse aquí el tiempo que necesiten mientras toma una decisión. -Dijo el joven mientras se levantaba y se marchaba seguido de un hombre.



-¿Vas a permitir que nos dejen aquí tirados como a perros? -Preguntó el hombre que acompañaba a Max

-No, pero no podemos hacer nada mas, tenemos que ser pacientes Teo. -Dijo haciendo que su compañero gruñiera y se marchara de ahí.

Julia se levantó de la mesa donde estaban todos reunidos, y dejó a Julián, Gamboa y a Ricardo hablando. Este último la miró de reojo cuando se marchó justo por el mismo lugar por donde se había ido Max, porque en efecto era a él a quien buscaba.

-Julia -Dijo el chico sonriendo cuando la vio aparecer.

-¿Se puede saber que haces aquí? -Preguntó la doctora

-Sabes la respuesta.

-Te han mandado ellos, ¿no?

-Bingo, para controlar a los tripulantes del Estrella Polar -Contestó Max

-Pensaba que estabas muerto. -Añadió Julia mirándolo

-¿Y no piensas darme un abrazo? Que soy tu hermano, me habrás hechado de menos -Dijo con una gran sonrisa y abriendo sus brazos.

Julia sonrió y se acercó a Max, a su hermano, y lo abrazó con fuerza dándole un beso en la mejilla. Después de todas las noches pensando en él, en su hermanito pequeño y en que nunca lo volvería a ver, ahí estaba, junto a él y dando gracias por primera vez al Proyecto Alejandría porque ambos estaban vivos.




Ricardo después de haberlo pensado, se levantó y fue a buscar a la doctora, por el pasillo por donde se había ido, y justo antes de girar la esquina se detuvo al ver como Max y ella se abrazaban.

Cuando nuestro cerebro está alterado, nos confunde. Engaña a nuestros cinco sentidos y nos altera más. Hace que confundamos la realidad con la peor situación que habita en nuestra mente, y no nos deja pensar.




...
#45
yoyo91
yoyo91
02/07/2013 16:25
Ricardo celoso de Max, que resulta ser hermano de Julia....¿puede ser más perfecto tu fic? Jajajaja
Quiero maaaaaaaaaas!!!! Jajajaja
#46
aragonvirgi
aragonvirgi
13/07/2013 12:55
aiii dioos! llevo bastante tiempo leyendo este fic y me encanta. Escribes genial jaja siguelo prontiiis
bss :)
#47
EvaRicarjulista
EvaRicarjulista
15/07/2013 20:56
fanficricardojuliavolveraempezarcapitulo23viejosconocidos



Ricardo esperó a que alguno de los dos, Julia o Max, se marcharan de ahí, pero ninguno se iba, asi que decidió interrumpirlos.

-¿Podemos hablar? -Preguntó el capitán seriamente cuando se acercó hasta Julia

-Claro -Contestó ella notando el enfado de Ricardo, al igual que Max.

-A solas -Añadió mirando al chico.

-Si, bueno, yo ya me voy -Dijo disimulándo y retirándose de allí hasta quedar escondido en el lugar que minutos antes había estado el capitán.



-¿Qué pasa? -Preguntó Julia

-Aquí no -Contestó cogiéndola del brazo y llevándola hasta el pasillo siguiente, donde se encontraban los ascensores, y entrando en uno.

-Ricardo, me estás asustando.

-¿Cnocías a Max antes de encontrar el edificio? -Preguntó el hombre.

-¿Cómo dices? -Contestó intentando disimular.

-Julia os he visto abrazados, contesta

-Bueno, esto es increible -Dijo la doctora cruzándose de brazos -¿Ahora también me espías? -Añadió intentando intentando cambiar tema.

-Qué te crees, ¿qué soy idiota? -Contestó enfadado, estuvo varios segundos en silencio sin obtener respuesta por parte de ella. -¿Era tu novio?

-¿Pero qué dices? Si tiene 24 años.-Dijo Julia riéndose mirando la cara de Ricardo que seguía completamente serio -¿Estás celoso?

-¿Celoso? -Preguntó incrédulo -Vamos a ver, te ríes en mi cara, rehuyes mis preguntas y ahora me dices que estoy celoso. Mira, me da igual lo que hagas -Contestó saliendo del ascensor, aunque no avanzó mucho ya que Julia lo agarró del brazo e hizo que entrara de nuevo.

-Está bien, conoczo a Max desde hace años, -Dijo la mujer -pero no porque fuera mi novio.

-¿Entonces?

-Max, es mi hermano.

-Tu hermano -Dijo casi sin creerlo -¿Es tu hermano? ¿Y por qué nunca me has dicho que tienes un hermano?

-Pues, porque nunca me lo has preguntado, y porque pensaba que estaba muerto -Contestó mirando a Ricardo que la escuchaba atentamente.

-¿Pertenece al Proyecto Alejandría?

-Si... -Contestó bajando el rostro


Ricardo la miraba con lástima, había metido la pata. Se acercó a Julia, agarró su barbilla para levantarle la cara y la abrazó, un gesto que ella aceptó encantada.


-Gracias por haberme contado la verdad, y siento haber dudado de ti -Dijo Ricardo al oído de la doctora

Julia sonrió y enterró su cabeza en el pecho de él mientras mantenía sus manos también ahí y Ricardo la abrazaba por la cintura aspirando el olor de su perfume.


Como seres humanos podemos intentar hacer lo que nos parezca lo mejor para reparar los errores, aunque parezcan irreparables. "Lo siento" no siempre es suficiente, quizás porque se utiliza muchas veces, como arma, como excusa. Pero cuando lo sentimos y lo utilizamos como es debido, cuando lo pensamos, cuando nuestras acciones dicen más que las palabras… Cuando lo hacemos bien, "lo siento" es perfecto.





-¿Qué hacemos con el capitán? -Preguntó un hombre a Teo.

-Tan solo hay que activar los ascensores -Dijo un chico entrando en la habitación, donde se encontraban unos 10 hombres metiendo armas en bolsas. -Lo acabo de ver entrar a uno con la doctora.

-Pues encárgate de eso y en marcha. Hay que conseguir ese barco, no nos van a dejar aquí. -Contestó Teo haciendo una seña para que todos salieran mientras uno de los chicos devolvía la corriente a los ascensores.





Ricardo y Julia, seguían abrazados en el intenrior de unos de los ascensores cuando de repente las luces de dentro se encendieron, y las puertas se cerraron.

-Ricardo, -Dijo la doctora separándose de él al escuchar el ruido -¿habías pulsado algún botón?

-No, pero aunque lo hubiera hecho no tendría porque haberse puesto en marcha. -Contestó mirando a Julia extrañado.





-Perdona, -dijo Ainhoa -¿eres Max?

-Si soy yo -Contestó el chico que seguía escondido

-Soy Ainhoa Montero, la hija del capitán

-Encantado

-Igualmente -Contestó la joven sonriendo -¿has visto a mi padre? Me han dicho que había ido a hablar contigo

-Si, está en uno de los ascensores con Julia, quería hablar con ella a solas. -Contestó mientras Ainhoa giraba la esquina para mirar

-Aquí no hay nadie -dijo mirando las compuertas cerradas haciendo que Max saliera de su escondite

-Pero que...

-¿Pasa algo?

-La corriente de los ascensores está cortada, no deberían funcionar, y además está parado en la planta 108, estamos en la 120 -Dijo mirando a la joven -Esa planta está completamente inundada. Hay que sacarlos de ahí ya
#48
EvaRicarjulista
EvaRicarjulista
15/07/2013 20:58
-¡Papá! -Gritaba Ainhoa para hablar con su padre -¡Papá!, ¿me escuchas?



-Ricardo... -Dijo Julia mirando la compuerta mientras él no paraba de pulsar botones -¿Has oído eso?



-¡Papá! -Volvió a gritar



Ricardo y Julia se miraron y sonrieron.

-¡Ainhoa! ¡Te escucho! -Gritó el capitán.



-Vale, ¡os vamos a sacar de ahí! -Dijo la joven que observaba como Max colocaba unos cables en la caja de electricidad que estaba justo al lado del ascensor. -¿Porqué quieres ayudarlos? -Preguntó mirando al chico -A penas nos conoces

-Cierto, a ti y a tu padre tal vez no, -hizo una pausa y miró a Ainhoa -pero a Julia si.

-¿A Julia? -Preguntó extrañada.

-Es mi hermana.

Ainhoa se sorprendió al escuchar aquello, no sabía que Julia tenía un hermano, y su padre tampoco lo sabía. Al fin y a cabo, la conocía demasiado poco.




Mientras tanto en el Estrella Polar, Teo y sus hombres retenían a los tripulantes en el salón.

-No se lo que habréis hecho con Ricardo, pero en cuanto lo sepa os vais a enterar -Dijo De La Cuadra que estaba sentado en el suelo junto a Salomé, que abrazaba a Valeria y Burbuja. y Ulises. Vilma, Piti, Estela y Palomares frente a ellos con algunos tripulantes mas.

-El capitán y la doctora no creo que vuelvan a este barco... -Contestó Teo con burla

-Hijo de puta... -Dijo Ulises haciendo un intento de levantarse que se vio reprimido por su padre.

-Tranquilo hijo, estos no son capaces de hacerles nada.








-Julia tranquila. -Dijo Ricardo mirándola -Nos van a sacar de aquí -La doctora lo miró y sonrió un poco mientras temblaba, el agua les llegaba ya a la cintura. -¿Tienes frío?

-Un poco... -Contestó

-Ven -Dijo el hombre acercándose a Julia, que estaba apoyada en la pared frente a él, y la abrazó con fuerza frotando su espalda que estaba empapada por los movimientos del ascensor cada vez que el nivel del agua subía. -¿Mejor?

-Si -Dijo la doctora sonriendo mientras Ricardo la abrazaba.





-Los cables están ya conectados a la batería -Dijo Max mirando a Ainhoa. -Ahora solo falta que funcione.

-Funcionará.

Max, cogió el mango de la cuerda y tiró con fuerza. El motor rugía durante un segundo pero no arrancaba. Volvió a intentarlo, sucedió lo mismo. Una vez mas, igual. Dio un puñetazo a la batería y volvió a intentarlo sin éxito. Así dos veces mas pero seguía sin funcionar, el chico con lágrimas en los ojos dio una fuerte patada y siguió intentándolo.

-Max, tranquilo -Dijo Ainhoa intentando calmarlo. -Aún tenemos un poco de tiempo.

-Perdí a mi hermana hace unos meses, no pienso volver a pasar por lo mismo. -Contestó él.





Ricardo tenía el agua al cuello, literalmemte, y sostenía a Julia, de manera que ella estaba un poco por encima de él y el agua le llegaba un poco por encima del pecho.

-Julia -Dijo el capitán mirándola.

-Dime -Contestó ella, mirándolo también mientras ponía una de sus manos en la mejilla de él

-¿Puedo pedirte una cosa? -Preguntó

-Claro

-Si salimos de esta, ¿quieres casarte conmigo? -Dijo el capitán

-¿Cómo? -Preguntó Julia sonriendo.

-Casémonos, -Añadió riéndose -no te estoy prometiendo un para siempre, te estoy diciendo que voy a cumplir un hasta que la muerte nos separe. Te quiero Julia, cásate conmigo.

La doctora miró a Ricardo y lo besó sin parar de sonreír dando pequeños besos repetidas veces por toda la cara del hombre.

-Entonces, -Dijo el capitán -¿me vas a querer hasta el resto de mi vida?

-No -Contestó ella, y se acercó a su oído. -Te voy a querer hasta el resto de la mía.

Se abrazaron con fuerza, seguros de que iban a salir de ese ascensor.





-¡Vamos! -Gritaba Max, mientras seguía intentando arrancar el motor -¡Vamos joder!

Ainhoa lo miraba al borde de las lágrimas, su padre y Julia estaban ahí dentro, si no conseguían arrancar la batería... no quería ni imaginarlo, se veía incapaz de hacer cualquier cosa, tan solo podía rezar.


Pasaban los minutos, Max estaba agotado de tanto intentar que funcionara, el agua en el ascensor ya casi llegaba al techo, todo parecía ir de mal en peor.
Y fue entonces, en el último intento, cuando un ruido devolvió la esperanza a Max y a Ainhoa, el motor funcionaba por fin, el ascensor estaba subiendo. Los dos jóvenes se miraron, ambos lloraban, pero esta vez de felicidad.



Las compuertas del ascensor se abrieron, Ricardo salió corriendo a abrazar a su hija y Julia fue directa hacia su hermano para abrazarlo.

Algunas veces, el mundo parece venirse abajo. Y entonces, de alguna forma, improbablemente y cuando menos te lo esperas, el mundo por sí mismo vuelve a estar bien. O incluso mejor.




...
#49
yoyo91
yoyo91
16/07/2013 15:51
¡¡No sabes lo que echaba de menos leerte!!
Es genial el capítulo, justo estoy escribiendo la escena ascensor en mi fic jajaja

El Estrella Polar se va de boda!!!

Síguelo prontito ;)
#50
EvaRicarjulista
EvaRicarjulista
17/07/2013 12:59
Me paso para decir que este capitulo ha sido mas largo porque no he podido subir antes y he intentado compensaros. No se cuando podré subir el siguiente ya que no estoy en casa, pero de todas formas me las apañare. Un saludo.
#51
EvaRicarjulista
EvaRicarjulista
22/07/2013 12:02
fanficricardojuliavolveraempezarcapitulo23viejosconocidos


Ricardo, Julia, que acababan de ser rescatados y seguían empapados, Max, Ainhoa, Gamboa, al que acababan de avisar, y el resto de tripulantes del estrella que quedaban en el edificio se dirigieron al Estrella, sabían que algo estaba pasando, y no tenía pinta de ser nada bueno.


El capitán subió a cubierta, acompañado de todos. Pero tan solo él, Julia, Max, Gamboa y Ainhoa entraron. Decidieron ir por el puente de mandos tras comprobar que no había nadie.
El capitán se asomó por el cristal de la puerta del puente, y vió como un circulo de hombres, del edificio, tenían presos a sus tripulantes, a su familia. Se apartó de la puerta para que no lo vieran.

-Max, ¿que coño hacen esos tíos? -Preguntó enfadado pero sin alzar la voz. El chico lo miró extrañado y realizó la acción que minutos antes había hecho Ricardo.

-No se -Contestó. -Capitán, le juro que yo no tengo nada que ver. -Ricardo suspiró intentando calmarse.

-¿Y qué hacemos? ¿Entramos sin mas? Están armados. -Preguntó Montero

-No se preocupe -Dijo Gamboa sacando una pistola de la parte trasera de su pantalón. -Tenemos algo -Ricardo, por una vez se alegró de tener a Gamboa en su equipo.

-Está bien. Max, son tus hombres, entrarás delante y y nosotros detrás. -Dijo el capitán. -Gamboa guarda el arma, y si las cosas se ponen feas, solo en ese caso, sacarás el arma ¿Entendido?

Todos asintieron conformes con el plan de Ricardo, y Max abrió la puerta y todos lo miraron.

-Pero bueno Max, -Dijo Teo desde abajo -¿Has decidido unirte a nosotros?

-Teo, ¿se puede saber que estás haciendo? -Preguntó bajando las escaleras y mirando a los rehenes

-Pues hacer lo posible para ir a tierra.

-Esto no iba a ser así -Dijo el chico

-¿Y que vamos a hacer? ¿Dejar que nos dejen? -Añadió Teo furioso.

-No, esperar y hacer un plan, aliarnos con ellos. No apuntarlos con pistolas. -Contestó mirando las armas de sus compañeros.

-Pues, si no estás deacuerdo, no nos sirves de nada. -Levantó su mano ligeramente y uno de los hombres lo agarro por la espalda sugetandólo del cuello y colocando una pistola en la cabeza del chico.


Julia, al ver aquello quiso salir del puente de mandos pero tanto Ricardo como Gamboa se lo impidieron.

-Julia tranquila, nosotros vamos delante, quedaos vosotras aquí. -Dijo el capitán cogiendo un arpón que habia visto minutos antes y haciendo una seña a Gamboa para que sacara la pistola. Ainhoa abrazó a Julia y desearon suerte a los dos hombres.



-Suéltalo -Dijo Ricardo desde fuera del puente de mandos bajando las escaleras.

-¿Capitán? -Preguntó sorprendido Teo al verlo -Vaya, no se como habrá conseguido salir pero estoy impresionado.

-No váis a llevaros el Estrella. -Contestó ignorando el comentario.

-Espere vamos a hacer cuentas, somos 10, contra... ¿dos? ¿En serio cree que tienen posibilidades?

Ricardo miró a su tripulación, estuvo a punto de rendirse. Pero Ulises y Julián se levantaron rápidamente, el polizón agarró a Teo del cuello de la misma manera que sujetaban a Max, y lo apuntó con la pistola que le había arrebatado, y lo mismo hizo su padre con otro de los hombres


-Me parece que ya no somos dos. -Dijo el capitán mirando a Teo, que no podía moverse.

-Bajad las armas -Dijo el hombre, preso por Ulises -¡He dicho que bajéis las armas!


Los hombres del edificio bajaron sus pistolas y las dejaron en el suelo, haciendo que los tripulantes del Estrella respiraran tranquilos.

-Muy bien, -dijo Ricardo -y ahora iros al edificio, porque como volvais a poner un pie en este barco os mato.





Teo y sus hombres dejaron sus armas en el suelo del comedor, soltaron a Max, y subieron las escaleras con Ricardo, Julián, Ulises y Gamboa detrás sin dejar de apuntarlos, subieron a las lanchas con las que ellos habían venido y se marcharon.



-Max, -dijo el capitán mirando al joven -tenemos que hablar.





...
#52
yoyo91
yoyo91
24/07/2013 14:53
A ver de que habla con su cuñado jajaja y por cierto...nos debes una reconciliación en condiciones!!!
Síguelo cuando puedas!!!!
#53
EvaRicarjulista
EvaRicarjulista
25/07/2013 11:40
CAPÍTULO 19: Familia


Ricardo y Julián, reunieron a Max en el camarote del capitán, tras ha er pasado media hora. El chico se encontraba sentado frente a ambos, Ricardo sentado y Julián a su lado de pie.

-Capitán, de verdad que siento todo lo que ha pasado.

-Se que lo sientes, pero como comprenderás, no podemos subir a esa gente al Estrella -Contestó Ricardo mirando a De la Cuadra.

-No se ni en lo que pensaban esos idiotas... -Dijo Max avergonzado

-En lo mismo que todos, sobrevivir.

-Está bien, dejemos este tema ¿cómo piensan llegar a tierra? -Preguntó

-Pues navegando, no hay otra opción.

-Si la hay -Añadió Max sonriendo

-Chaval, ¿de qué estás hablando? -Preguntó Julián

-Tenemos las coordenadas de la tierra -Dijo el joven sacando un papel y entregándoselo a Ricardo. -Si no vamos a ir nosotros, por lo menos usted y sus tripulantes irán.

Ricardo y Julián se miraron sorprendidos.

-Vendrás con nosotros Max. -Dijo el capitán. -No veo otra forma de agradecertelo -Ambos se levantaron y se dieron las manos. -Y ahora, tenemos que ir a la cocina, la reunión no ha acabado.



-Pero Julia para que nos has reunido -Preguntó Salomé impaciente

Ainhoa, Valeria, Salome y Julia se encontraban en la cocina ya que esta última las había reunido.

-Espera mujer, que ahora os lo decimos -Contestó sonriendo al entrar Ricardo acompañado de Max y Julián.


Ricardo y Julia antes de hablar delante de su familia hablaron fuera de la cocina.

-¿Qué les vamos a contar? -Preguntó Ricardo susurrando para que no los escucharan.

-Pues lo de Max y bueno... -Contestó la mujer en el mismo tono, pero dudosa.'

-Julia si no quieres casarte lo entiendo, lo del ascensor fue una situación extrema. No quiero que te veas obligada a hacer nada.

-No Ricardo, vamos que si -Dijo sonriendo -Si quiero casarme contigo, me lo has pedido estando encerrados en un ascensor a punto de morir y me lo hubieras podido pedir en un pasillo del barco, porque mi contestació habría sido la misma. Así que vamos a contarles que Max es mi hermano y que tendremos una boda en el Estrella.

El hombre la miró feliz y ambos entraron en la cocina.



El capitán se colocó al lado de Julia, frente a todos, y comenzó a hablar.

-Os preguntaréis porque os hemos reunido a todos, a la familia. -Dijo Ricardo

-Espera, ¿familia? ¿entonces este chico que hace aquí? -Preguntó De la Cuadra mirando a Max y después a la pareja.

-Veréis, esta es la primera cosa que os queríamos decir. Max es mi hermano. -Contestó Julia dejando a Julián y Salomé completamente sorprendidos

-¿Es tu herman pequeño? -Preguntó Valeria, que estaba sentada en las piernas de su hermana, mirando a la doctora. -¿Cómo Ainhoa y yo?

-Si, como Ainhoa y tu -Dijo Julia sonriendo.

-Pues primera cosa dicha, ahora toca la segunda, -Comenzó Ricardo. -Teo y sus hombres, los que habían intentado hacerse con el control del Estrella, nos encerraron a Julia y a mi en un ascensor, devolvieron la corriente y se puso en marcha descendiendo hasta las plantas sumergidas. Por suerte Max y Ainhoa se dieron cuenta y nos sacaron de ahí. Mientras estábamos encerrados, y con el agua al cuello, le pedí algo a Julia -Miró a la doctora, que no paraba de mirarlo haciendo una pausa. -Vamos a casarnos -Finallizó el capitán sonriendo y cogiendo la mano de su amada.

Todos los presentes se quedaron en silencio mirandolos, todos con una sonrisa de oreja a oreja, Salomé y Julián emocionados hasta que Valeria rompió el silencio


-¡Váis a casaros! -Gritó la pequeña consiguiendo que los tripulantes, que eran casi todos los del barco ya que era casi la hora de cenar, miraran hacia la cocina.


-Pero bueno... ¡Qué vivan los novios! -Grito Piti desde el comedor, haciendo que todos aplaudieran a la pareja. Como siempre el alma de la fiesta. -¡Qué se besen los novios! -Volvió a gritar sonriente.


Ricardo y Julia se miraron y él se acercó a la doctora para darle un pequeño beso bajo la atenta mirada de casi todos los tripulantes.



Pasaron varios minutos, la gente después de felicitar a la pareja y haber cenado se iba retirando a sus camarotes. Max y Julia charlaban en una de las mesas del comedor.

-Asi que, el capitán. -Dijo el chico mirándola

-Max...

-No no -Contestó interrumpiendo -Ricardo es una gran persona, que se que te va a cuidar y a querer no podrías haber elegido a alguien mejor, -la doctora sonrió -pero ¿has pensado en ti? ¿Qué dirán los del proyecto Julia?

-¿El proyecto? Esa gente me da exáctamente igual. -Contestó molesta

-¿Pero y si te hacen algo?

-No pueden hacerme nada, porque yo para ellos no soy nada.

-Eso no lo sabes... -Añadió intentando advertirla

-Escúchame, -Dijo mirando a su hermano -Ricardo me ha hecho mas feliz en tres meses que Philippe en todos estos años. Me he enamorado de él, sabiendo que todos corríamos peligro, pero el amor no se puede evitar.

-¿Estás segura de lo que vas a hacer? -Preguntó cogiendo las manos de Julia

-Nunca he estado tan segura. Le quiero. -Contestó sonriendo

-En ese caso, eres mayorcita para estar con quien quieras. Te acompañaré al altar cuando te cases con él, y no dejaré que nadie del proyecto te toque un solo pelo.

-Gracias Max -Dijo la mujer acercándose a él y abrazándolo


La familia son el mejor apoyo que tenemos. Nos advierten de los peligros, nos dan la enhorabuena cuando hace falta, se cabrean con nosotros si es necesario. Pero son ellos quienes están ahí siempre, para lo bueno y para lo malo. Son un tabique de cemento que evita que nos derrumbemos y si lo hacemos nos reconstruyen.




...
#54
yoyo91
yoyo91
29/07/2013 19:26
Que bonita FAMILIA :)
Siguelo cuando puedaaaaas!
#55
Eva15
Eva15
30/07/2013 22:28
Precioso!!! :) siguelo plis!!
#56
EvaRicarjulista
EvaRicarjulista
31/07/2013 12:18
fanficricardojuliavolveraempezarcapitulo23viejosconocidos

En el Estrella el tiempo parecía haber volado. Habían pasado nueve días, hacía ocho habían puesto rumbo a tierra gracias a las coordenadas de Max, pero lo más importante era que ya habían llegado a la noche anterior a la gran boda del capitán y la doctora.

Salomé había prohibido a los novios verse antes de la boda, ya que decían que traía mala suerte, algo que a ellos les parecía una tontería, aunque no habían querido rechistar porque la cocinera había estado muy estresada con los preparativos.

Julián, Ulises y Max habían hecho una especie de "despedida de soltero" en el club. Los cuatro charlando con una botella de wisky.

Y Salo, Ainhoa, Vilma y Estela, habían hecho otra despedida para Julia en el camarote de Ricardo.




Los protagonistas de las despedidas no paraban de pensar el uno en el otro, Ricardo pensaba en como iría mañana Julia vestida, en lo guapa que estaría, y Julia pensaba en si él estaría nervioso mientras la esperaba en el altar.

Los dos tuvieron el mismo pensamiento, como si se hubieran leído la mente, una corazonada y pusieron una excusa para escapar de sus respectivas fiestas.


Ricardo abrió la puerta que daba al salón. Al entrar no vio a nadie, encendió la luz y en efecto estaba solo. Se frotó la cara con una de sus manos, ni que fuera adivino, Julia estaría disfrutando de su fiesta.
Se dio la vuelta para marcharse y entonces escuchó el ruido de la puerta al abrirse.

Se giró rápidamente y ahí estaba ella, con uno de sus camisones y un batín rosa. Ambos sonrieron, esperaron varios segundos y Julia corrió hacia Ricardo riendo y lo besó abrazándolo al rodear su cuello con los brazos mientras él la sujetaba de la cintura. Separaron sus labios unos segundos.

-Sabía que estarías aquí. -Dijo Ricardo sonriendo mientras miraba la sonrisa de la doctora y sus preciosos ojos marrones.

-Te echaba de menos. -Contestó dándole un pequeño beso en los labios.

-Deberíamos volver, o nos empezarán a extrañar... -Dijo el capitán sin soltar a Julia

-¿Ya? -Contestó desganada

-Mañana vamos a casarnos y vamos a estar toda la noche juntos eh -Añadió Ricardo -No puedes quejarte

Ricardo comenzó a darle besos por toda la cara sin parar de reir al igual que ella.

-Julia -Dijo Salomé asustando a la pareja, que se dio cuenta de que la llamaba por el walkie -¿se puede saber donde estás? ¿Te has perdio?

-Salo, eh... -Contestó intentando no reirse y pidiendo a Ricardo que parara de besarla, algo a lo que no hacía caso -Es que he ido también al baño...

-Ya, en el baño... Anda vente ya o sino voy a la cocina y te cojo de la oreja para separarte de Ricardo

-¿Ricardo? No no no -Contestó sorprendida -Él no está conmigo eh, pero que ya voy. -Terminó y cortó la comunicación.

-Pues ahora si que tenemos que despedirnos. -Dijo Julia mirándolo

-Bueno, te estaré esperando mañana en el altar, yo seré el que estará hecho un flan. -Dijo el capitán riendo

-No se me olvidará -Contestó separándose de él y acercándose a la puerta. -Yo iré de blanco.

Ricardo sonrió y susurró un "te quiero" y Julia, hizo lo mismo.


“Tan solo queda esperar” Repitieron ambos en sus mentes.




El sol de media tarde asomaba, la mañana había pasado rápido con los últimos preparativos. La boda sería en el comedor, la zona mas amblia del buque. De espaldas a la cocina estarían sentados los tripulantes, y el alltar frente a ellos.

Salomé había hecho flores con papel con la ayuda de unos cuantos alumnos que conocían el arte de la papiroflexia, y las había colocado a modo de pasillo entre los asientos, y también en el altar tapando las maderas que habían utilizado para crear un pequeño arco.

El novio, con un impecable traje negro y bajo un chaleco beige con la corbata del mismo color y una camisa blanca, estaba ya en el altar junto con Julián que intentaba calmarlo pero que conseguía ponerlo mas nervioso, y todos los invitados esperaban ya a que llegara Julia.


Salo y Ainhoa daban los últimos retoques en el aula a la flamante novia, aunque por últimos retoques se puede decir que tan solo le faltaba el vestido.

-Ya están todos esperando así que solo falta esto... -Dijo Salomé dando a Julia una funda de ropa que la doctora abrió impaciente descubriendo un precioso vestido blanco con un escote palabra de honor y una cinta por debajo del pecho. No tenía detalles pero no hacía falta, era perfecto.

-Salomé es... Madre mía no se ni que decir... -Dijo la doctora mirando a su amiga. -¿Cuándo lo has hecho?

-¿Por qué crees que he estado tan estresada esta semana? Entre esto y la boda en general casi no he tenido tiempo ni de ir al baño. -Contestó la cocinera, mientras que con Ainhoa ayudaba a Julia a ponerse el vestido.

-Madre mía, cuando te vea mi padre le van a temblar hasta los pelos de la barba. -Dijo Ainhoa mirando a la mujer.


-Vamos chicas, están todos listos. -Dijo Max entrando en el aula.

-Si, nosotras nos vamos para fuera. -Contestó la cocinera acercándose a Julia y dándole un beso en la mejilla, y marchándose junto con Ainhoa, cerrando la puerta y dejándo a Max y a la novia solos.


-Nunca te había visto tan preciosa -Dijo el chico mirando a su hermana.

-Y yo nunca me había alegrado tanto de tenerte a mi lado. -Contestó ella.

La marcha nupcial, tocada a la guitarra por Cristina, una de las alumnas, comenzó a sonar.

-Bueno, esa es nuestra señal, ¿preparada? -Preguntó el chico ofreciendole el brazo, al que Julia se agarró al instante, suspiró y asintió.


Max abrió la puerta de aula y los tripulantes se pusieron en pie al ver a la mujer.


Todos la miraban de arriba abajo, Ricardo no fue menos. Se quedó embobado al verla con un vestido largo, blanco, que le cubria los pies y que marcaba sus curvas. El pelo lo llevaba suelto y ondulado, y aunque fuera el dia de su boda no iba muy maquillada. El capitán se había fijado en todo esto rápidamente, pero su mirada se detuvo al ver la sonrisa de Julia, que no paraba de mirarlo.
¿Era él el causante de esa sonrisa? Al parecer si, pero aunque no lo fuera le gustaba verla tan feliz, tan... perfecta.
#57
EvaRicarjulista
EvaRicarjulista
31/07/2013 12:19
Max llegó con Julia al altar, esta le dio un beso en la mejilla a su hermano y se soltó de él para agarrar la de su futuro esposo, que no dejaba de mirarla.
Palomares se colocó delante de la pareja y los dos, y todos los presentes, después de haberse sentado, miraron al joven cura.

-Estamos aquí reunidos, en este barco, para unir a Ricardo y a Julia en sagrado matrimonio. -Comenzó -¿Quién nos lo iba a decir? Que aun estando en el fin del mundo presenciaríamos una boda. -Comentó sonriendo provocando la risa de todos.
-La mayoria de la gente, -siguió diciendo el chico. -cree que el matrimonio se basa en una promesa, pero no es exáctamente así. En el matrimonio, en este acto de amor, no importa lo que se promete, importa lo que se cumple. Y es que en el fin del mundo, son estas cosas las que nos mantienen con vida. Y con esperanza. Después de todo lo que hemos pasado, hay que saber que los lazos que nos unen, son en ocasiones imposibles de explicar. Nos conectan, hasta cuando parece que los lazos deberían romperse. Algunos vínculos desafían la distancia, el tiempo, y la lógica… Porque algunos lazos simplemente están predestinados.

Palomares hizo un pequeña pausa, cogió las manos de los novios y las juntó.

-Ricardo Montero, ¿quieres a Julia Wilson como tu legítima esposa para quererla, honrarla y cuidarla, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, en lo bueno y en lo malo, hasta que la muerte os separe? -Preguntó Palomares mirando al capitán

-Si quiero -Contestó el hombre mirando a Julia

-Y tu Julia Wilson, ¿quieres a Ricardo Montero como tu legítimo esposo para quererlo, honrarlo y cuidarlo, en la riqueza y en la pobreza, en la salud y en la enfermedad, en lo bueno y en lo malo, hasta que la muerte os separe? -Prenguntó, esta vez mirando a la doctora

-Si quiero -Contestó ella mirando los ojos azules de Ricardo.


-En ese caso, yo os declaro marido y mujer, podéis besaros -Finalizó el cura

Julia se acercó a Ricardo, agarró su cara con delicadeza y le dio un dulce beso, bajo la mirada de los tripulantes que se habían puesto en pie y aplaudían, la mayoria emocionados.




La oscuridad de la noche hacía acto de presencia, era casi media noche y en el Estrella la fiesta también. Después de la cena, los novios inauguraron el baile, como es tradicional, y lo hicieron a ritmo de 'Alone with a heart', su canción. Después de eso, otras parejas se unieron, y así pasaron casi una hora. Salomé se acercó a los novios y les dio permiso para escaparse. La doctora sonrió y cogió la mano del capitán, al que arrastró hasta el pasillo de los camarotes.

Cuando iban a entrar al camarote de Ricardo, este paró a Julia.

-Espera, estoy hay que hacerlo bien. -El hombre se agachó y cogió a Julia de las piernas con su brazo derecho y con su mano izquierda la sostuvo de la espalda mientras ella se agarró a su cuello. La doctora soltó una sonora carcajada y, Ricardo, con su mujer en brazos entró al camarote cerrando la puerta tras de sí.

El matrimonio puede ser algo mágico e intenso, ¿pero el acto en sí mismo? No es exactamente placentero. Los nervios, las dudas, pero también es el comienzo de algo increíble, algo nuevo, algo impredecible. Es una promesa, que cambiará la vida de ambos, para siempre.




...
#58
yoyo91
yoyo91
01/08/2013 20:04
Que PERFECTO!!! Esperando ya el capítulo de la noche de bodaaaas!!!! Jajaja
#59
marinaIM
marinaIM
11/08/2013 00:41
diooooooosss que bonitoo :3 me encantaaaaaaa <3 siguelo quando puedassss porfavorrr
pd:esperando una luna de miel muyy largaa ;)
#60
EvaRicarjulista
EvaRicarjulista
16/08/2013 12:00
fanficricardojuliavolveraempezarcapitulo23viejosconocidos


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«Susurraste un te quiero, casi sin conocernos. Con la inocencia de un niño amarrado a mi pecho y tiraste la llave de mis secretos.
Desnudaste la luna, sin temor ni censuras. Mil caricias y un beso, divisiones y sumas, ¿quién llenó mi cabeza de esta locura?»



Ricardo dejó a Julia en el suelo del camarote, casi en el centro, pero alejados de la mesa y mas cerca de su cama que de la de Valeria.
Se puso frentre a ella. Ambos se miraban fijamente con una pequeña sonrisa en sus rostros. Él colocó el lado opuesto a la palma de su mano en la mejilla derecha de la doctora, desde su pómulo hasta su barbilla, bajando por el centro de su cuello pero cambiando el rumbo hacia la derecha para llegar hasta su costado y encontrar la cremallera de su vestido. La bajó con sumo cuidado estirando la parte inferior de la cremallera y ayudándose de su mano contraria para bajarla. El vestido cayó al suelo al instante.

El capitán se agachó, colocando una de sus rodillas en el suelo y su otra pierna levantada, la misma postura que se emplea para pedir matrimonio, pero que si él hubiera utilizado, probablemente se habría ahogado en el ascensor.


Julia apoyó su mano en el hombro izquierdo de Ricardo, y el agarró el pie de su mujer, al más puro estilo de 'La Cenicienta', pero para descalzarla. Primero con su pie diestro y después con el otro apartando el vestido, y al levantarse dejarlo en la silla que tenía a su lado colocándolo encima, y los zapatos junto a él en el suelo. A continuación dejó la chaqueta, el chaleco y la corbata sobre la mesa.

Se dio la vuelta, y vio a una Julia Wilson desprotegida y frágil. Una mujer, su mujer, como un tesoro,su bien mas preciado, que iba a proteger de cualquier cosa, la persona a la que había jurado un para siempre, y estaba dispuesto a cumplirlo, en lo bueno y en lo malo.

Al acercarse a ella, esta no tardó en coger el rostro de Ricardo y acercarse a sus labios. Con movimientos pequeños y delicados dedicaron unos pocos minutos a ese dulce beso. Un beso en el que mientras él la rodeaba con sus brazos, la doctora desabrochaba la camisa blanca que llevaba el capitán. Al acabar de quitarsela la lanzó hacia la mesa, y lo mismo hizo con sus pantalones.

El capitán agarró la mano de Julia, con su rostro pegado aún al de ella.

-Necesitas un anillo. -Susurró contra sus labios

-¿Cómo? -Preguntó confundida abriendo sus ojos después del beso

-En fin, nos hemos casado... ¿No quieres un anillo?

-Ricardo, ¿de verdad crees que en este instante me importa tener un anillo o no? -Contestó mirándolo

-Te prometo que tendras un anillo.

Julia negó dulcemente con la cabeza mientras sonreía, se acercó de nuevo y volvió a besar los labios del hombre.


«Regálame tu amor, y enamórame la vida. Ya conocí el dolor, y el sufrir de otras heridas.
Crucemos este mar y alcancemos nuestra orilla, con el viento a favor. Que no es facil vagar tanto tiempo a la deriva.
Toma mi corazón, llénalo de fantasías. De ternura y pasión.»



Ricardo rodeó a Julia, y se colocó detrás de ella, pegado a su espalda.
Llevaba un sujetador blanco sin tirantes, para que no se vieran cuando lucía su vestido de novia. Desabrochó el cierre con sus manos, y la prenda cayó al suelo.
Apartó su pelo con delicadeza, colocándolo al lado izquierdo de su cuello, dejando un acceso fácil a su nuca y al lado contrario.

Comenzó a dar pequeños besos a Julia en la parte destapada de su cuello. Ella tenía sus ojos cerrados, y se limitaba a disfrutar.
La mano izquierda de Ricardo recorrió su espalda hasta llegar al hombro de la doctora, y seguir descendiendo por su pecho hasta llegar a su abdomen. La otra mano del hombre bajó desde el hombro izquiero de Julia hasta llegar a atrapar su mano.

La mano que se había detenido en el abdomen de la doctora, continuó con su camino hasta llegar a tocar la tela de sus braguitas, tambien blancas al igual que el sujetador, y por encima de estas llegar hasta el interior de los muslos de Julia, que dejó escapar un debil suspiro.
El capitán retiró su mano, y trazó el mismo camino que había seguido anteriormente, pero esta vez al llegar a su pecho notó unos latidos ligeramente más agitados.

Un pulso acelerado puede indicar cualquier cosa, desde un ataque de ansiedad hasta algo más, mucho más grave: un corazón agitado o ser síntoma de una aflicción secreta… o puede indicar romanticismo: el mayor de todos los problemas.
Parece que no controlamos nuestros propios corazones. Las cosas pueden cambiar sin avisar, el romanticismo puede hacer que el corazón se salga del pecho, aunque bueno, a veces esa sensación nos gusta.
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