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La película comienza francamente bien, con un clima realista, no censurando detalles en ningún momento y exhibiendo el despliegue de la violencia verbal y física en la totalidad de su faceta, sin fisuras, dejando asomarse al espectador al complicado ambiente por el que pasan un grupo de personajes y mostrando sin corte ni pudor las consecuencias que se acarrean a la gesta de ese mal oculto, imperceptible, y disimulado de un modo ciertamente macabro. Porque cuando tú no te das cuenta de que estás sembrando la semilla de un mal duradero y de magnitudes inimaginables, la postura que tomas no deja ser otra que la más banal e incorrecta posible, fruto de un estilo de vida zafío, criticable, pero que muchos de vosotros, incluido yo aplaudimos (véase el título), aunque a muchos le da apego reconocerlo. Las escenas de violencia no se muestran entrecortadas, sino que de una manera mansa y distendida, con toda serie de detalles, algo de lo que estoy convencido que muchos espectadores agradecerán.

Tampoco consiste en justificar los actos del anormal inmundo que ejecutaba esos espeluznantes hechos, pero quizás la realidad del sórdido ambiente en el que se crió, un mundo lleno de odio, retratado por un padrastro borracho, una madre prostituta y una hermana guarra que tira por el mismo camino que no le muestran el suficiente cariño unido al violento ambiente escolar son los causantes de la conformación de esa máscara de abominación a la que tanto se agarra el sujeto para eclipsar su vulnerable esencia de inocencia para enfundarse ese pedazo de goma sucio y así poder sentirse a gusto y dispuesto a realizar su práctica de desahogo existencialista, lo más natural que le sale hacer, matar.

A partir de ahí una sucesión de aborrecibles tópicos inundan el kilómertico montaje que se plasma en mi pantalla, y que dejan todo un contraste de decepciones de todos los colores. Personajes estúpidos (y eso que me gusta hacer y mucho lo que ellos hacen) y predecibles, exagerados movimientos de cámara, gritos conforman una insípida mezcla que por lo único que destaca es por la ausencia de ingenio conformada en película, película a la que no la puedo subir del tres pese a sus buenos efectos especiales, algo de cuya existencia me quejo a resonantes aullidos hablando de las nefastas producciones televisivas de terror. Una sucesión de personajes