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El secreto de Puente Viejo, el origen. Capítulo XV El gran final... ¡YA ESTÁ ACABADA!

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#0
anfrjaun
anfrjaun
13/10/2011 20:51
En esta historia, alternativa a la serie, se cuenta una historia muy diferente, dejando en segundo plano a Tristán y Pepa, pero siguiendo siendo los protagonistas, se centra en Martín y doña Francisca, de momento... ¿Te pierdes con tanto personaje nuevo? Échale un ojo a la lista.

PERSONAJES
Doña Francisca Montenegro Vinuesa
Tristán Castro Montenegro
Josefa Águeda María Elisabeta de todos los santos Moraña y Madroñal de Weigel y Carrera de la Vega de Garibay y San Román y Montenegro Vidal, duquesa de Moraña, Grande de España
Martín Castro Balmes
Alena Teach/ Ángela Teach
Elisa Castro de Moncada
Don Augusto Carvajal Echegaray, gobernador provincial
Doña Violeta Iglesias Vázquez
Emilia Ulloa
Sebastián Ulloa
Raimundo Ulloa Cantalapiedra
Doña Leonor Vinuesa Ugarte de Montenegro (madre de doña Francisca)
Don Alfonso Montenegro Pérez (padre de doña Francisca)
Doña Urraca Pérez Sanz (abuela paterna de doña Francisca)
Don Eduardo Campomayor San Román, gobernador provincial
Doña Águeda
Olmo Mesía
Alfonso Castañeda
Hugo Márquez
Los Mirañar
Rosario Castañeda
Mariana Castañeda
Prudencia Alvear (escritora que acude a Puente Viejo, enamorada de Ramiro)

ANTIGUOS
Federica Sáez de Tejada y Bosco de Higueras † (enamorada de Martín)
Anabel Sáez de Tejada y Bosco de Higueras † (Prometida de Martín)
Don Rodrigo Sáez de Tejada Rivillas † (Padre de Federica y Anabel)
Doña Raquel Bosco de Higueras Hidalgo (La madre de Anabel y Federica, se marcha de Puente Viejo)
Doña Eloísa Garcín Núñez del Moral, duquesa de Caldas, Grande de España (se marcha tras la muerte de su hijo)
Soledad Castro Montenegro †
Doña Vicenta Montenegro Vinuesa (hermana de Francisca) †
Don Ricardo Ruiz Almaseda (médico de la capital y hermano de don Julián) †
Don Eduardo Campomayor San Román, gobernador provincial (le destituyen del cargo)
Elisa Castro de Moncada †
Javier Santamaría Lezcano †
Carlos Castro †
Elvira Orellana †
Gregoria Casas †

Capítulos
I Llegadas.
II La Verdadera Identidad.
III La fiesta.
IV Un giro inesperado.
V Raimundo y Tristán ¡Son padre e hijo!
VI La llegada de madame Teach.
VII Raimundo preocupado por Francisca.
VIII La venganza del pasado.
IX La impostora.
X El regreso de Elvira.
XI El marino audaz.
XII La confesión de Francisca.
XIII Eloísa regresa a ayudar a Pepa.
XIV Pepa se despide de Martín.
XV El gran final.
#1
thirdwatch
thirdwatch
13/10/2011 23:09
La sorpresa de la Paca ¿sera que Raimundo le hace alguna de las suyas?
El tema del accidente y que Pepa sea testigo me intriga.. Quiero saber más
¿Y el marqués? espero que no sea como el de la primera temporada
#2
anfrjaun
anfrjaun
14/10/2011 00:00
12 de octubre de 1911.
El camino dejó de estar tranquilo, un carruaje avanzaba a toda velocidad, los caballos corrían y el cochero les daba latigazos, una partera andaba por el camino, oyó el ruido y se apartó del camino, el cochero se dispuso a tomar la curva pero por la velocidad, la calesa volcó. Pepa se aproximó rápidamente al carruaje, el cochero yacía inconsciente en el suelo con una brecha en la cabeza, le buscó el pulso, tenía, en ese instante bajó una criada del vehículo y se acercó a Pepa. -Vete -le dijo. -Vete o su ira caerá sobre ti -Pepa no entendió nada pero en ese momento se escuchó un grito -Balboa -. Era una voz joven y fuerte, que a Pepa le sonó un tanto familiar, la mujer la empujó para que se fuera y dijo -voy marqués -. Pepa se alejó y vio como un joven asomaba por la ventana de la calesa. Era un chico guapo, de no mas de 16 años seguramente, con cabello castaño que salía a chorros y despeinado en la coronilla, y unos ojos castaños muy hermosos que Pepa creía que había visto en alguna parte, el joven reparó en ella, y la partera salió corriendo en dirección a Puente Viejo.

-Así es doña Francisca, con el viaje en calesa he perdido día y medio, el atraso es la seña de identidad de este pueblucho, tal vez debería mandar construir carreteras -. La duquesa de Caldas y Francisca se sentaron en el sofá. -En eso estamos doña Eloísa, en eso estamos. -Le agradezco una vez mas su cortesía al dejarme hospedarme en su casa hasta la llegada del telegrama que me diga si debo ir a Girona o a la capital, que entre nosotras, prefiero mil veces la capital, he oído que el sol abrasa en Girona por estas fechas y creo que podría darse por bien pagada si consiguiera que instalaran luz eléctrica en su casa -. -Se lo agradecería, y mi hijo también, cuando regrese de la capital claro está -. -Muy bien, mañana mismo escribiré a una amiga, Alicia Alarcón, del Gran Hotel de Cantaloa en Asturias, he estado allí este verano y bueno, sabe de una empresa que trata estos asuntos -. -Conozco el hotel, yo y mi difunto esposo, Salvador Castro pasamos nuestra luna de miel allí-. -Me habría gustado conocerle-. -No lo creo doña Eloísa él...- se vio interrumpida, Mariana entró en la estancia con un bebé en los brazos. -Duquesa, su hijo ya está aseado -le dijo dándole al bebé. -Gracias querida -la duquesa se quedó contemplando a su hijo. - Me dijo que se llamaba, Álvaro ¿no? -preguntó doña Francisca.

-Entonces, ¿me he roto el pie? -preguntó el joven. -No señorito, pero si deberá usar un bastón durante un período de tiempo -contestó el doctor Guerra. -Había una mujer- comenzó el joven, -era joven, bastante agraciada, de cabello y ojos castaños, de rostro serio y mirada penetrante, una muchacha de estatura media, andar firme y movimientos delicados, salió corriendo, ¿sabría quién es? -preguntó. -Pues ese tipo de mujeres abundan en la comarca señorito y... -en ese momento entró el alcalde en el consultorio. -Buenos días doctor Guerra, me presento señor marqués -hizo una reverencia tan exagerada que casi se besa los pies, -soy Pedro Mirañar López Regueria Jaca de Togores y Pérez de Pulgar -dijo casi sin aliento. Miró al joven por primera vez a los ojos y se quedó paralizado.

Fin de la 1ª parte.
#3
thirdwatch
thirdwatch
14/10/2011 00:06
¿De qué conocerá Pepa al accidentado? Y veo que en esta historia seguimos teniendo a la Duquesa de caldas..
#4
anfrjaun
anfrjaun
14/10/2011 00:09
Third, aquí es como si no hubieran ocurrido ni el accidente de la duquesa, vamos que no fue nunca a la casona y por ende no se lio con Juan, ni tampoco se produjo el secuestro de Pepa, el de Martín si.
#5
monkeygirl
monkeygirl
14/10/2011 00:51
Me encanta y me encanta!!! Tiene una pinta genial esta historia Álex, y lo del puntazo de Gran Hotel... simplemente genial tu idea de enlazar las series. Esperano ansiosa por la 2ª parte me hallo.
#6
anfrjaun
anfrjaun
14/10/2011 01:00
2ª PARTE.
Dolores llegó resoplando al consultorio, -Pedro, que sea la última vez que me dejas atrás, -le dijo a su esposo. -Señor marqués ya conoce a mi marido, Pedro Mirañar y Pérez de Pulgar, yo soy su mujer, Dolores Asenjo de Mirañar, y ¿usted es...? -preguntó la alcaldesa. -Marcos Fernando Juan de todos los Santos Pérez de Barradas y Fernández de Córdoba y Bermúdez de Castro y Díez, nieto del marqués de Peñaflor y heredero del título de duque de Santa Lucía -dijo el joven de una sentada. -Ahhh, Pedro te has quedado blanco eh, bueno don Marcos, ahora mismo le llevamos a casa de doña Francisca Montenegro, la mas acaudalada terrateniente del lugar -dijo con una sonrisa, -Pedro -gritó. -Si Dolores si -contestó con un sobresalto el alcalde, Alberto observaba la escena anonadado.

En la casa de comidas, Raimundo leía un periódico con Emilia, había poca gente en el local y se podían permitir ese descanso. -Un gran sitio el Gran Hotel Emilia, quise llevar a Francisca allí, cuando nos amábamos, pero el cerdo de Castro se adelantó a mi regreso de la capital -dijo Raimundo, que, sin darse cuenta, había empezado a romper el periódico. -Padre no se sulfure, pero a parte de su amor con doña Francisca cuya historia me narró hace 9 años, no sabía que era usted un viajero -le dijo risueña la chica. -Lo fui, en otra época, o en otra vida me atrevería a decir, bueno me voy a la conservera a ver a Sebastián -dijo. -Pero padre... -dijo Emilia, pero Ulloa ya se había marchado, entró entonces Sebastián en el local, -¿y padre? -preguntó. -Se ha ido a la conservera a ver si se puede encontrar con Francisca Montenegro, se le ha olvidado que hoy tu librabas porque tenías que ir a Villalpanda para lo del tipo este que han asesinado, ese tal, -pensó un instante, -Severiano Garcés Flores -dijo Sebastián. -Eso, pues se le ha olvidado de las ganas que tiene de verlas, lo que me gustaría ver la cara de la doña -dijo entre risas.

-Doña Eloísa atienda al marqués mientras veo que le pasa al alcalde -dijo doña Francisca. -Marqués no sería correcto señora, -dijo Marcos, -en todo caso, duque de Santa Lucía -. -Si si duque -dijo Francisca con desdén avanzando hacia el alcalde. -Pedro que pasa -. Preguntó bruscamente. -Se-se-se-señora ve-ve... -intentó decir el alcalde. -Pedro que no tengo el día católico para andarme con tartamudeos -dijo. -A-a-a... -dijo el alcalde. -¿Achús? (lo que se "dice" cuando se estornuda) -dijo Francisca. -A propósito... -el alcalde fue interrumpido por Rosario. -Doña Francisca, una mujer pregunta por usted -dijo. ¿Qué mujer? -preguntó doña Francisca. Una mujer envuelta en joyas, con una gran pamela, de unos 60 años, entró en el vestíbulo. -¿Quién va a ser Paquita? Pues tu hermana Vicenta -dijo la mujer. Doña Francisca se quedó boquiabierta con los ojos como platos.

Muy pronto la 3ª parte.
#7
verrego
verrego
14/10/2011 01:03
Madre miaaaaaaaaaaaa!!!!!!!!!!! Esto parece una historia de folletin!!!!!!!!!!!!!!!!!!


Alex, no nos tengas mucho tiempo sin la 4º y la 5º y la 6º, jajajajajajajaj!!!!!!!!!
#8
monkeygirl
monkeygirl
14/10/2011 01:12
Jojojojo la Paca tiene una hermana!!!

Por dios, ya me quedo enganchadísima. Esto me ha sabido a poco!! Genial Álex.
#9
anfrjaun
anfrjaun
14/10/2011 01:18
Y en la 3ª parte.

Tristán y Pepa pasan la noche juntos (si lo hacen), Francisca descubre por Pedro la verdadera identidad de Marcos y se lo hace saber a Tristán. El Montenegro informa a Pepa quien es humillada en la plaza por el duque, Alberto decide ir a vengarse, Mauricio ve a Juan salir de un burdel de Villafranca e informa a doña Francisca, por otro lado Rosario encuentra un cadáver en el despacho de doña Francisca, todos se sorprenden al ver de quien se trata.

Gracias por leerme.
#10
monkeygirl
monkeygirl
14/10/2011 01:23
elsecretodepuenteviejoelorigencapituloxvelgranfinalyaestaacabada
#11
thirdwatch
thirdwatch
14/10/2011 13:30
bravobravobravobravo
#12
anfrjaun
anfrjaun
14/10/2011 15:51
3ª parte
-¿Es que nadie va a coger mis maletas? -dijo en voz muy alta doña Vicenta -¿tengo que subirlas yo a mi dormitorio? -. Francisca mandó con un ademán a Rosario que hiciera tal cometido. -Alcalde le presento a mi hermana, Vicenta Montenegro Vinuesa, es una cantaora y la madre de mi sobrino de Munia, Enzequiel Moreno al que conoce -dijo doña Francisca. -A sus-sus pi-pies doña Vicenta -dijo el alcalde tartamudeando. -Es un placer -dijo, -hermana voy a cambiarme a mi alcoba de siempre, viéndote siento que tengo el corazón contento, el corazón contento y lleno de alegría -dijo entre risas a doña Francisca antes de subir por la escalera. -Bueno alcalde, -dijo Francisca una vez Vicenta se hubo marchado de la sala -¿qué pasa? -. -Doña Francisca, se trata del joven nieto del marqués, creo que es su nieto. -Dijo Pedro casi sin respira. -¿Del marqués? -pregunto la Montenegro. -No, su nieto de usted, el señorito Martín, aquel que fue secuestrado por su hijastro el señor Carlos Castro -. -¿Y cómo ha a tal conclusión alcalde? -preguntó. -Mírele a los ojos y verá doña Francisca, es él, no miento. -dijo el alcalde. Justo en ese momento, Vicenta bajó y entró en el salón, donde la duquesa de Caldas y Marcos conversaban, doña Vicenta dio un grito de alegría. -Martín, oh Martín sobrinonieto mio de mi alma y de mi corazón -dijo mientras corría a abrazarle -no te veía desde que te alojaste en mi casa en Munia cuando la trágica muerte de tu madre Angustias, una tragedia, compré 100 velas para ir poniéndoselas todos los meses, me quedan 98 aún -. Marcos miró de hito en hito a doña Vicenta y a doña Francisca, -disculpe señora pero se confunde, ni mi madre se llama Angustias, ni está muerta, ni yo soy ese tal Martín -. -Oh pues claro que sí, no te chancees de tu tia abuela que no está para estas cosas -dijo Vicenta, -recuerdo a ti como si te hubiera leído el cuento de Blancanieves anoche mismo, eres Martín y de ahí no me sacas -. -Señora -comenzó Marcos -se confunde, yo soy Marcos, duque de Santa Lucía y nieto del marqués de Peñaflor, hijo de su segundo hijo y de la duquesa de Santa Lucía -. -Eres Martín, y aquí está la prueba, -levantó la camisa del joven y dejó a la vista 3 lunares en la espalda. -¿Lo ven? Es Martín, el hijo de mi sobrino Tristán y de su difunta esposa, Angustias.

Raimundo entraba abatido en la casa de comidas, llevaba un paquete en las manos y su rostro estaba triste. Emilia salió de la barra y se acercó a su padre. -Padre, ¿qué le ocurre? -reparó en el paquete -¿ha traído pasteles? -. -Son unos dulces de hojaldre que le encargué a Maruja la mujer de Benito, se los fui a llevar a Sebastián a la conservera pero no estaba allí -. -¿No recuerda que hoy iba al entierro del tal Severiano Garcés de Villalpanda? Ese pobre muchacho al que primero robaron, luego violaron varios hombres, luego le pegaron una paliza y luego lo mataron dolorosamente, no lo conocía pero que final mas malo ¿no? -dijo con un estremecimiento Emilia. -Todos tienen lo que se merecen hija mía -dijo Raimundo acercándose a la barra y dejando los pasteles allí -por lo que se oye, creen que pudieron ser los esposos de varias amantes del tal Garcés. (Queda claro que en esta historia "el guapo" no aparecerá).

Pepa se lavaba la cara en su cuarto, no dejaba de pensar en el joven del carruaje, se miró en el espejo, habían pasado 9 años desde que llegó a Puente Viejo y conoció a un capitán militar, que marchó a Madrid cuando ella se casó con Alberto Guerra, el médico, un hombre que la hizo sufrir y de echo la hacía. Llamaron a la puerta, la partera abrió y para su sorpresa se encontró con Tristán, aquel militar que le robó el corazón, fue a abrir la boca pero Tristán le dijo -No hables, solo bésame -y así se dirigieron a la cama, sin dejar de besarse y se dispusieron a pasar la noche juntos.

¿Martín Castro Hernando? -Preguntó el joven. -No debemos precipitarnos, esperaremos a que lleguen Tristán y los señores marqueses para aclarar este asunto -dijo doña Francisca. -¿Aclarar el qué? -preguntó Pedro, -este es el señorito Martín y no hay masque hablar, lo acaba de ver doña Francisca, los lunares y además mire su anillo ¿no han reparado en él? Las iniciales, M.C. Martín Castro -le sacó el anillo a Marcos del dedo y lo agitó ante doña Francisca, el anillo que don Tristán le regaló a su nieto de usted antes de enviarle al internado doña Francisca -dijo el alcalde. Doña Eloísa, Marcos y Francisca miraban sorprendidos al alcalde y a doña Vicenta que se miraba los dedos de las manos como si lo que pasaba con su sobrino nieto no tuviera importancia. -No se explicar el origen de ese anillo, lo tengo desde que tengo uso de razón -dijo Marcos. -Pero es del todo imposible que yo sea ese tal Martín, mi nombre es y ha sido siempre Marcos Fernando Juan de todos los Santos Pérez de Barradas y Fernández de Córdoba y Bermúdez de Castro y Díez -. -Repito -dijo Francisca -esperemos a la llegada de sus padres y a la de Tristán, aunque sería conveniente llamar a Pepa la... -Francisca fue interrumpida por Marcos que dijo -la partera -. Todos los presentes exxcepto Vicenta que seguía mirándose las uñas, miraron asombrados a Marcos, Pedro se mostraba satisfecho, Francisca sorprendida, Eloísa asombrada y extrañada, pero el silencio se rompió cuando Álvaro, el bebé de Eloísa empezó a llorar. Francisca musitó -no hay duda, se trata de Martín -. En ese momento el reloj dio las 12, acabando con ese ajetreado día.
#13
verrego
verrego
14/10/2011 16:13
asombrado Al seve lo han violado los maridos de sus amantes!!!!!!!!!!!! asombrado


Jajajajajajajajajaja!!!!!!!!!!!!!! Nunca me imaginaría así el final de este personaje carcajada carcajada
#14
thirdwatch
thirdwatch
14/10/2011 16:20
Acabo de leer el final del guapo jajajajajaja eso si que es un buen final más que merecido
#15
monkeygirl
monkeygirl
14/10/2011 16:50
jajajajajajajajajajajajajajajajajajaja

lo que me he podido reir leyendo lo de Seve, ains...
#16
anfrjaun
anfrjaun
14/10/2011 23:35
Miri están en 1911, hace 9 estaban en 1902, ha habido un supermacrohipermegasalto temporal XD.

Todas habéis resaltado el final de Severiano XD, a ver si lo leen y lo hacen XD.
#17
viliga
viliga
14/10/2011 23:46
me encanta, por favor cuando puedas continúa sonriente
eres un crack
#18
anfrjaun
anfrjaun
15/10/2011 01:24
19 de octubre de 1911
Había pasado una semana desde los hechos que acaecieron con la identidad del duque, Martín había vuelto y tanto Francisca como Tristán habían asumido, no así el joven, que aunque acepara su nueva identidad, no se adaptaba a su nuevo estatus, a pesar de que como le decía doña Eloísa, no había cambiado mucho. Pepa había intentado ver a Martín, pero Tristán no quería, decía que no le parecía conveniente. Pero Pepa iba quería aprovechar que Martín estaba paseando por el pueblo. El joven se apoyaba en el bastón cojeando, pero sus andares a pesar de ello eran gráciles, Dolores le salió al paso. -Don Martín, ¿alguna novedad que yo como alcaldesa consorte debiera saber? -preguntó. -Una cosa -dijo Martín, -que la que tiene el puesto de alcaldesa consorte es como la que tiene un tío en Cuenca, que ni tiene tío ni tiene nada -contestó el Castro. Dolores lo miró como si le acabaran de dar dos tortas, con la boca abierta. -En boca cerrada no entran moscas madre -dijo Hipólito apareciendo por la puerta del colmado. Esa aparición y que Martín prosiguiera su paseo hicieron que las mejillas de Dolores que tenían unas feas manchas rojas se pusieran mas coloradas, pero de rabia -Hipólito -gritó -no quiero oír ni una frase hecha mas en esta casa -.

Francisca paseaba por su jardín, pensaba en la vida, en su niñez, cuando jugaba con Raimundo en ese mismo lugar, cuando los asaltaron a ella y a su abuela Urraca, pero una tos la sacó de su ensimismamiento. Se giró y por un momento, su mente y su vista la engañaron al creer ver a un niño, pero tras parpadear vio al Raimundo Ulloa actual. -¿Qué haces aquí Raimundo Ulloa? -preguntó. -Verte -contestó él. -Quería felicitarte por el regreso de tu nieto -. -¿Felicitarme tú? -dijo disimulando su alegría convirtiéndola en enfado con éxito, -el mundo al revés -. -Si no me quieres aquí -dijo Raimundo sentándose en una silla y apoyándose en la mesa -me iré -señalo el camino que salía de la casona. -Haz lo que te plazca Raimundo -dijo Francisca dándole la espalda y marchándose como si la hubieran ofendido gravemente, con la cabeza alta. En ese momento Raimundo recordó, un recuerdo que estaba almacenado en su memoria pero que hasta que no vio a Francisca así............
20 de agosto de 1848
Dos chicas, una de unos 11 años y otra de 8 correteaban por el jardín, una arrancaba las flores, -no hagas eso Francisca -dijo Vicenta. -A mamá no le gusta que arranques sus flores -concluyó Francisca imitándola y lanzando pétalos de flores, un chico las observaba con avidez, salió al encuentro de ellas -Francisca -dijo. La joven lo miró con gesto examinador, negó con la cabeza y dijo -vámonos Vicenta, papá nos tiene que leer el cuento de Blancanieves -dijo Francisca. El chico se quedó mirando tristemente como las hermanas se alejaban, era obvio que llevaba planeando el encuentro mucho tiempo.
De vuelta a la actualidad...
-Martín -Pepa llamaba a su hijo por la plaza. -¿Pepa Aguirre? -preguntó le joven. -Si, -respondió alegre la partera, llevaba un paquete -te he hecho unos dulces, rosquillas de vino que te encantaban de pequeño -le mostró la bandeja. -Le diré 3 cosas señorita Aguirre -comenzó Martín. Alberto asomó por la calle pero no dio muestras de su presencia. -En primer lugar, gracias por las rosquillas -Pepa sonrió -pero, podría hacer una casa con estos ladrillos -cogió una y la tiró al suelo, Pepa sintió una piedra en su estómago. -En segundo lugar, diríjase a mí sin tutearme y sin confianzas y en tercer lugar, no quiero saber nada de usted, señorita Aguirre, la recuerdo poco, pero lo poco que recuerdo me basta, la vi rondando a mi padre, por su culpa mi madre se intentó suicidar, al recordar mi identidad, recordé que mi madre se suicidó por su culpa. No quiero que se acerque a mí, una simple bruja que se cree comadrona, si por mi fuera, todas las de su calaña estarían en el penal de Ceuta. -Concluyó con desprecio y se marchó. Pepa se derrumbó, sus lágrimas caían por sus mejillas, tiró la bandeja de roscas y corrió a su habitación. Alberto se acercó, miró la bandeja y soltó una lágrima.

...

Una mujer envuelta en harapos era tratada por Alberto en el consultorio, Pepa entró triste. -Alberto ¿podemos hablar? -preguntó la partera. -Te he hecho una infusión -dijo Alberto. -Ahora, ven hablemos fuera -. Los dos salieron, Alberto pidió a la mujer que esperara. Cuando salieron, la mujer se acercó al vaso y echó un líquido en él. -Voy a acabar contigo Pepa Balmes, como que me llamo Elvira Orellana. -dijo.
#19
anfrjaun
anfrjaun
15/10/2011 02:04
2ª parte
Martín ordenaba papeles en la biblioteca, la puerta se abrió y Alberto entró en la sala. -Veo que la educación no se valora en este pueblo. -Lo mismo digo Martín sobre todo por como ha tratado a mi esposa -contestó el médico. -¿Su esposa? ¿Se refiere a Pepa Aguirre? -Alberto se sentó en el sillón -si Martín, a ella, que sepas que... que tengo lo oportuno para destruirte -Alberto se estremecía hacía espasmos. -Deje de hacer teatro -dijo Martín, -que no se morirá si no hay hambre -. Alberto calló al suelo, se estremecía y le salían espumarajos por la boca, -ayúdame por piedad -suplicó. Martín lo miró con desprecio, -¿no venía a destruirme? -dijo maliciosamente. Alberto se agarró a su pantalón, fue a decir algo pero no pudo. Martín le tomó el pulso, estaba muerto, se presignó diciendo -pobre don Alberto, el altísimo ha castigado sus malos instintos -. -Socorro, auxilio, que venga alguien presto -gritó. Tristán y Mariana entraron en tropel en la biblioteca. -¿Qué ha pasado? -preguntó Tristán. -Don Alberto, estábamos hablando y calló como fulminado por un rallo -. -Está muerto -dijo Tristán. Mariana se presignó, Martrín dijo -pobre, sin duda era un buen hombre -.

...

26 de octubre de 1911
Los días pasaban, el otoño empezaba ha hacer mella en Puente Viejo, las hojas se caían y las lloviznas eran cada vez mas frecuentes. Los Montenegro estaban muy engalanados, esa tarde llegaban al pueblo los Sáez de Tejada, una adinerada familia de la capital cuya hija mayor, Anabel, era la prometida de Martín, aunque se prometieron cuando el joven era duque, no tenían inconveniente en que todo transcurriera según lo previsto. Mariana ponía al tanto a doña Eloísa en su alcoba. -Pues sí doña Eloísa, la señorita Anabel llevaba una tripa de por lo menos 8 meses de gestación, la doña y el señor se han quedado blancos al verla -dijo Mariana. -Por dios, embarazada a su edad, pobre chiquilla -dijo la duquesa mirando al suelo. -Y luego está doña Raquel, que mujer mas estirada e insoportable, mil veces peor que la doña señora duquesa -. -Bueno, lo que tenga que se será, y ahora Mariana, voy a pasear con mi hijo Álvaro -dijo Eloísa.

Una mujer con una maleta caminaba por la plaza, parecía desorientada, se acercó a la posada y entró. Raimundo estaba en la barra con Sebastián. -Si Emilia está con Pepa, aún piensa en lo de Alberto y... -Raimundo reparó en la mujer. -¿En qué puedo ayudarla señorita? -. -Buenas, me llamo Prudencia, Prudencia Alvear y querría alojarme en su posada durante al menos 2 meses -. -Serían 30 pesetas señorita -dijo Sebastián. -Llámenme Prudencia por favor -. -Y Prudencia -comenzó Raimundo -¿a qué se dedica usted? -dijo poniéndole un vaso de agua. -Soy escritora y he venido a escribir un libro y un artículo sobre la realidad del campo en Castilla -. -¿Escritora? -preguntó Raimundo. -Pues espero leer su artículo y mire, ahí está el joven mas apropiado para ayudarla, -observó a Ramiro que entraba -Ramiro ven -le llamó. Le explicaron todo y de buen grado aceptó ayudar a Prudencia en su cometido. -Ah -dijo Raimundo, -y Prudencia, ten prudencia, bromas a parte Ramiro -dijo al ver la sonrisa de él -con Francisca Montenegro y Mauricio -. Marcharon y Emilia entró. -¿Cómo está Pepa? -preguntó Sebastián. -Mas que triste extrañada -contestó Emilia. -Una muerte muy rara la de Alberto -dijo Raimundo.
#20
viliga
viliga
15/10/2011 11:14
Me encanta, esta genial bravo bravo
cuando puedas sigue sonriente
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