El secreto de Puente Viejo, el origen. Capítulo XV El gran final... ¡YA ESTÁ ACABADA!

3ª parte
Anabel paseaba por el lago, pensaba en todo lo que había dejado atrás, en su vida en Madrid, en su boda con Martín que se celebraría en cuanto cumplieran la mayoría de edad... Tiró una piedra al lago y el agua ondeó, observó como la superficie de éste se volvía lisa de nuevo y... Allí la vio, el reflejo de una mujer, miró a su lado y allí estaba. Era una mujer alta, con pinta temperamental, vestía muy elegante un vestido blanco, con mangas abombadas que llegaban a los codos, una pamela y joyas, guantes en las manos, su rostro era serio, pero tenía una sonrisa que a Anabel le dio escalofríos. La mujer se acercó y Anabel se levantó. -No hace falta que te levantes -dijo la mujer. -¿Quién es usted? -preguntó Anabel. -Mejor pregunta quien fui -contestó con voz apagada la mujer. -¿Vives en la casona de los Montenegro? -preguntó. -Sí ¿por qué? -dijo un tanto extrañada Anabel. -Porque las mujeres embarazadas de esa familia, están malditas, -Anabel abrió mucho los ojos -primero -continuó la mujer, -fue doña Elvira, la esposa de Carlos Castro, el hermanastro de Tristán, su hijo y ella, murieron en un incendio, luego doña Angustias, que fue una tragedia, se quitó la vida cuando su mejor amiga asesinó a su bebé de días, dicen que desde entonces, su fantasma se pasea por la casona, odiando a toda mujer embarazada -Anabel la interrumpió -eso son tonterías -dijo. -¿Tonterías? Déjame terminar chiquilla, Soledad, la hija de doña Francisca, tuvo un parto muy complicado, su hija nació muerta y ella, se envenenó, su marido sin poder soportar la desgracia se ahorcó. -la mujer concluyó. -Mentira -gritó Anabel. -Juan Castañeda está vivo, yo misma escuché a Mauricio decirle a Francisca que lo vio en un burdel -. -Querida, ¿sabes con quién está la lealtad de Mauricio? Pues con doña Águeda y con Olmo Mesía, yo se que lo dijo para burlarse de Francisca, y ahora querida, marcha, o tu prometido entrará en colera -. Anabel corrio del lugar olvidándose su sombrilla y su sombrero. La mujer dijo para si misma -se lo ha creído todo -. Y se rió.

Doña Francisca y don Rodrigo preparaban la fiesta en el salón, Mariana y Rosario los atendían. -¿Dónde está su otra hija? -preguntó doña Francisca. -Nos podría ayudar -. -Salió a pasear por el bosque con una amiga que se ha echado en el pueblo, Pepa Aguirre -dijo Rodrigo. -¿Pepa la partera? -dijo Francisca, -con la iglesia hemos topado. -Mariana -dijo Rodrigo, -¿sabes que vajilla se pondrá en la fiesta? -preguntó. -La vajilla de París señor -contestó la chica. -Y yo llevaré un vestido de donde es la vajilla -dijo Vicenta que había entrado radiante en la sala. -Hermana ¿qué pasa? -preguntó Francisca disimulando el desdén que le provocaba su hermana. -El gobernados provincial, don Eduardo, ha mandado una carta diciendo que acudirá a la d¡fiesta encantado -dijo. -Excelente -contestó Rodrigo. Martín entró en la sala, llevaba una caja en las manos. -Mariana acompáñame a la biblioteca, quiero que me ayudes con la ropa del bebé -. -Enseguida dijo Mariana yendo tras él. Cuando se cerró la puerta, apareció Anabel quien tras saber donde se encontraba Martín fue a la biblioteca. -¿Dónde estabas? -preguntó Martín sin mirarla. -Paseando -dijo con un hilo de voz la chica. -En breve se te acabarán los paseos y divertimentos, casarás y te verás en la obligación de obedecerme -dijo Martín. -Si, en cuanto a la ropa, tu abuela me dio esto -dijo Anabel, y de la caja sacó un bonito traje blanco de bebé.

...

Había llegado la madrugada, Anabel tenía un cuarto para ella sola, el que en su día fue de Angustias le habían dicho, eso junto a lo que le había contado aquella extraña mujer le hicieron sentir miedo. Su sueño se vio interrumpido, se despertó y vio, justo sentada en el sillón a una mujer, Anabel hizo gala de su valentía y dijo -¿Angustias eres tú? -todo le parecía un sueño, pero no lo era, la mujer se levantó, llevaba un quinqué, lo tiró y la alfombra salió ardiendo.

Guauuuuuuuuuuu!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Con fantasmas incluidos, jajajajajajajajajaja!!!!!!!!!!!!! Me encanta Alex, me encanta!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!

Alex tu historia engancha más que la propia serie. Enhorabuena, me tienes enganchada

Os presento a doña Vicenta Montenegro.

27 de octubre de 1911
La mujer salió corriendo, Anabel se levantó de la cama y gritó -fuego, fuego -, rápidamente su hermana llegó y apagó el fuego como pudo. -¿Estás bien? -preguntó Federica. Su hermana asintió.

...

A la mañana siguiente, Anabel, quien había ocultado a todos lo de la mujer, cosía con su madre en el salón. -Niña, niña -la llamó su madre. -Perdone madre -dijo saliendo de su ensimismamiento. Martín entró en el salón con un sobre en las manos. -El gobernador don Eduardo avisa de que llegará dentro de un rato, está en la posada de Villafranca desayunando -. -No lo conozco personalmente, -dijo doña Raquel, -pero si conocí a su tío, el gobernador, don Gustavo San Román -. Doña Eloísa entró en el salón, sin mirar si quiera a Raquel y a Anabel, se acercó a Martín. -Esta noche querido -le quitó un pelo del hombro -la luz eléctrica aparecerá en la casona, ya la están instalando y para que la fiesta sea mas espectacular se hará en ese momento -dijo la duquesa. -Me gustaría que me explicase un poco la cosa, estuve en la fiesta de las luces del Gran Hotel de Cantaloa, pero era un mozo de 9 años y no entendí mucho -dijo Martín. -Oh yo también estuve -empezaron a andar hacia la salida, -fue algo excepcional... -sus voces se perdieron. -Madre, -comenzó Anabel -esa mujer ni nos ha mirado -. -¿Y qué quieres que le haga yo? -dijo su madre. -Preocupaté mejor -su rostro pasó de severo a serio, -de tu pedida, llevo 16 años esperando esto -. En ese momento, Soledad entró en la casona y llorando, subió las escaleras, doña Francisca se dirigió a Anabel y doña Raquel -mucho me temo, que seremos uno mas en la casona -.

En el bosque, Pepa acompañaba a Federica, la hermana de Anabel ha recoger hierbas, la chica tenía la misma capacidad de Pepa para eso. -Pepa -dijo Federica -se que quieres bien a Martín y tengo que confesarte algo, verás, cuando el estaba con mi hermana, también estuvo conmigo -dijo rápidamente Federica para no echarse atrás. -¿Cómo? -preguntó Pepa... Federica le contó todo, le contó que se había estado acostando con Martín a la vez que su hermana, que se había enamorado de él, que lo quería. Pepa escuchó atenta y cuando Federica concluyó Pepa le preguntó, -¿y qué mas pasó? -. -Pepa yo, yo ya estaba digamos, prometida y, Pepa yo, yo tuve un hijo -. Federica terminó y se echó a llorar en los brazos de la partera que la miraba atónita. -¿Y qué pasó con el bebé? ¿Era de Martín? -preguntó.

Madre mía Álex, esto si que está iteresante. Espero que continues pronto...

Vaya pieza Martín... veo que Pepa va a seguir penando por él aquí también jajaja. Me encanta esta historia, aunque a veces me pierdo con tanto personaje. Me los voy a tener q apuntar xD

MADRE MIAAAAAAAAAAAA, niño que imaginación!!!!!!!!!!! Jajajajajajajajajajajaj!!!!!!!!!!!!! Me encanta y continúa cuanto antes!!!!!!!!

Jajajaja ,adre mía me he puesto al día... Martín va a seguir siendo foco de preocupaciones para su madre,

2ª parte
-Responde Federica -Pepa se impacientaba, pero sabía en cierto modo el dolor que sufría la niña, -¿era de Martín el bebé? -. -No, -dijo entre lágrimas. -¿De quién era? -preguntó la partera. Federica se secó las lágrimas con la manga y se dispuso ha hablar: Hace mas o menos 21 meses, yo tenía un prometido por decirlo de algún modo, entonces, una noche vi a mi hermana con Martín y por despecho me acosté con él. Quedé en cinta y mi familia me llevó a casa de él. Cuando di a luz a un niño, ni nombre me dejaron ponerle. Mi prometido me lo arrancó de los brazos y se lo llevó. No se si lo mataron, se lo dieron a la partera, se lo dieron a alguien... Solo que, el niño, tenía un antojo que tengo yo y mi hermana y mi padre. Se trata de una señal en el hombro, pero poco importa, mi hijo estará a miles de kilómetros de aquí... Concluyó y se hundió de nuevo en los brazos de Pepa, la partera también lloraba, sabía lo que esa niña había sufrido y sufría.

...

Vicenta leía un libro, pero no era un libro exactamente, si no un diario, el diario de doña Leonor Vinuesa Ugarte de Montenegro. Vicenta lo encontró el día de su boda con Emiliano Moreno, en la casona, tras un pasadizo que había en la biblioteca. Vicenta leía:
No aguanto mi matrimonio, es la mayor farsa de la historia, no amo Alfonso Montenegro, pero tuve que casarme con él, si no fuera por doña Urraca mi suegra, mi hija de apenas 2 años, Vicenta y Gustavo el amor de mi vida no se que haría...
Hoy Gustavo y yo hemos salido a pasear por los Manantiales de Tronco Hueco, hemos pasado una tarde maravillosa, él me da el amor y el cariño que Alfonso no me da. Mi marido está demasiado ocupado con esa tal María Vidal, la terrateniente que visita Puente Viejo cada verano...
Estoy embarazada y se que es de Gustavo porque no he yacido con Alfonso, pero esta noche debo hacerlo porque si no me descubriría...
Ha sido una niña, Gustavo y yo estamos muy contentos, pero Alfonso sigue creyendo que es suya, la llamaremos Francisca y a ojos de todos será una Montenegro....
Llamaron a la puerta, Vicenta cerró el diario y Rosario entró. -Doña Vicenta, don Eduardo el gobernador ha llegado -dijo la criada. -¿El sobrino de don Gustavo? -preguntó Vicenta. Rosario asintió. -Enseguida voy -dijo Vicenta y Rosario cerró la puerta.

Soledad andaba por el pasillo superior, se dirigía abajo a recibir al gobernado, Anabel salió de su alcoba y la vio. -¿Quién es usted? -preguntó la chica. -Soledad, la hija de Francisca -dijo la otra. Anabel abrió mucho los ojos, no podía ser, esa chica estaba muerta. Salió corriendo hacia la escalera, vio a Francisca, sus padres y al gobernador, de repente, se pisó el bajo del vestido y cayó por las escaleras, sintiendo un profundo dolor en el vientre.

Arrea!!!! Que la Paca no es una Montenegro jajajaja Qué puntazo Álex! Muerta me he quedao!

Aquí me huele a aborto... otro niño nonato en Puente Viejo, ves, si es que te tenían q contratar los de A3! Bueno, mejor me espero, que igual me estoy adelantando jajaja Grande, muy grande Álex

Vaya caja de sorpresas que es esta historia!!!!!!!!!!!! VIRGEN SANTA, esto es LA CAJA DE PANDORA NO UNA HISTORIA,


Alex me gusta y me río mucho, ya continuarás!!!!!!!!

3ª parte
-Hija, hija mía -gritó doña Raquel corriendo hacia su hija que yacía boca abajo en el vestíbulo. -Le debemos dar la vuelta con cuidado -dijo Tristán. Entre él y don Rodrigo se la dieron. Anabel abrió los ojos, alegrémonos de que solo ha sido el golpe y el niño no peligra -dijo Tristán. -¿Alegrarnos? -dijo con enfado doña Raquel -mi hija se cae desde esa escalera y ¿usted celebra Tristán? -. -Vamos vamos señora, -intervino el gobernador, -que no lo ha dicho con mala intención -. -Bueno -dijo don Rodrigo ayudando a su hija a ponerse en pie, -iré a buscar a Federica que no aparece -. Salió por la puerta. -Los invitados están a punto de llegar -dijo Francisca -pasemos al salón -. Una vez allí y por la situación, Anabel entendió que aquella mujer le había tomado el pelo pues Soledad vivía y Juan Castañeda también por lo que se ve, y conoció la historia, Juan se había acostado con una cupletista y Soledad le había descubierto.

Sebastián arreglaba un ramo de flores, Emilia se acercó a él. -¿Eso es para mí? ¿O es para la prometida de Martín? -preguntó. -No -dijo Sebastián, -es para Prudencia, la escritora, un regalo de bienvenida. -Ya ya -dijo Emilia poniendo una sonrisa maliciosa. Ramiro entró en la posada y se sentó, Emilia le fue a atender. -¿Qué llevas ahí Ramiro? -preguntó. -Un libro, La Odisea de Homero, se lo voy a regalar a Prudencia por su llegada al pueblo -. Emilia se alejó del Castañeda, siempre se metía en todos los fregados...

La casona se había iluminado con luz eléctrica y se celebraba la promesa del matrimonio. El alcalde leía, -por un lado, Martín Castro Hernando, nacido el 2 de enero de 1896 en Asturias, hijo de don Tristán Castro Montenegro y de doña Angustias Hernando Orellana, y por el otro, Anabel Sáez de Tejada Bosco y de Higueras, nacida el 16 de junio de 1896 en Madrid, hija de don Rodrigo Sáez de Tejada Rivillas y de doña Raquel Bosco de Higueras Hidalgo -. Firmaron y se hizo la pedida formal. Entonces doña Vicenta dijo -atención, como celebración a este evento, quiero hace gala de mis dotes de artista y me dispongo a cantar una copla, un hombre sacó su guitarra y...
Con el vito vito viene
con el vito vito va
Con el vito vito viene
con el vito vito va
No me mires a la cara
que me pongo colorá
No me mires a la cara
que me pongo colorá.
Y una malagueña fue
a Sevilla a ver los toros,
y una malagueña fue
a Sevilla a ver los toros,
y a la mitad del camino
la cautivaron los moros.
Y a la mitad del camino
la cautivaron los moros,
con el vito vito viene
con el vito vito va.
No me mires a la cara que me pongo colorá
no me mires a la cara que me pongo colorá...
Todos aplaudieron pero en ese momento, Pepa entró en el salón con un militar. -¿Qué hace esta en mi casa? -dijo Martín con desprecio. -Buenas noches -dijo el militar. -Soy el comandante Bouzón del ejercito -. -¿Ocurre algo? -preguntó Francisca. -Hemos encontrado el cadáver de un familiar suyo doña Francisca -.

No nos dejes así Álex!! Un muerto... familiar de la Paca... ay dios! Quién será?

¿Entre que tenemos a Martín prometido, un muerto y el comandante Bouzón Jajajajajajaja

JO-DER, ahora un muerto!!!!!!!!!!!!??????????????????? Jolines ni la CHRISTIE nos tenía tan enganchados a una historia, jajajajajajajajajaja!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Alex, hay que esperar hasta mañana???????? Eseremos que no, porque quiero saber de quien es el cuerpo.

28 de octubre de 1911
-¿Un muerto dice? -preguntó Francisca. -¿De quién se trata? -. -Del señor don Rodrigo Sáez de Tejada, su consuegro -. Francisca suspiró aliviada, pero se escuchó un ruido sordo, Anabel se había desmayado...

1 de noviembre de 1911
Los Montenegro se habían levantado aquel día sin saber lo largo que sería. Francisca fue a La Puebla con Soledad a por unos vestidos, Federica estaba con la duquesa charlando arriba, doña Raquel estaba con Anabel en el pueblo, de modo que Tristán y Martín desayunaban juntos. Martín removía su chocolate con la mirada perdida, -¿te ocurre algo hijo? -preguntó Tristán. Martín dejó la cucharilla con mucha parsimonia, miró a su padre a los ojos y le dijo -soy un asesino -. Tristán se quedó parado, intentando reaccionar, -¿qué? -preguntó Tristán. -Padre yo maté a Rodrigo, verá fui a buscar a Federica porque no aparecía, y me encontré con él en la rivera del río, empezamos a discutir cuando supo que buscaba a Federica, y le empujé y -Martín temblaba, -se golpeó con una piedra en la cabeza y no se movió -. -Martín no fue tu culpa -dijo Tristán, -puede -dijo el niño, -pero el doctor Guerra -arrugó la servilleta. -¿Qué pasa con él? preguntó Tristán. -Yo le dejé morir, él me pidió ayuda y yo, yo -Martín no pudo continuar y se tapó las manos con la cara

Francisca y Soledad paseaban, Prudencia se encontró con ellas. -Señorita Alvear -la llamó Francisca. -Querría hablarle de su artículo sobre como trato a mis jornaleros -dijo con una sonrisa maliciosa. -Es una completa basura infecta, ¿pero cómo se atreve? -dijo encorelizada la Montenegro. -Doña Francisca, siempre habrá opiniones y siempre disgustarán a alguien, buenos días -y con una sonrisa Prudencia se fue dejando a Francisca con la palabra en la boca.

Doña Eloísa charlaba con Federica pero... -Ups, los gofres con plátano del desayuno querida, voy al excusado ¿te importa cambiar a Álvaro? -sin recibir respuesta, Eloísa salió del cuarto, Federica se dispuso a asear al niño, le retiró los ropajes y lo vio, el antojo de su bebé en el hombro, era su hijo, se quedó mirándolo y de repente, un grito aterrador la sacó del ensimismamiento.

Anabel chillaba, llevaba la falda mojada, y entre su madre y Pepa la subían arriva, había roto aguas, Martín y Tristán corrieron tras ellas, las mujeres entraron el cuarto. Abajo, Francisca y su hija llegaban del pueblo y doña Eloísa las puso al tanto, Francisca convenció a Tristán de que Martín no estuviera en el parto. Federica llegó angustiada y entró. -No la quiero aquí -gritó Anabel. -¿Por qué? -preguntó su hermana. Anabel recordó...

2 días antes
-Siento mucho lo de tu padre -dijo Martín, -no tiene mucha importancia, nuestra relación no era muy buena, el que me preocupa eres tú -dijo Federica. -No deberías tratar así a las personas, ni a Pepa Aguirre, mucha gente dice que te pareces a tu abuelo Salvador Castro y yo... Yo estoy enamorada de Martín, el alegre chico que era mi amigo de la infancia en la capital, no de la reencarnación de un monstruo... -Martín interrumpió a Federica besándola... Anabel los veía desde la entrada del jardín...

De vuelta a la actualidad...
-Pepa, Fedrica, ayudar a mi hija, yo saldré fuera -dijo Raquel. -Vamos señorita, con fuerza -dijo Pepa, y el resto desde el pasillo escuchó un grito atroz.

Madre mía me estoy recuperando con lo de Martín..

Vaya con la Eloísa, otra que se agencia hijos ajenos!

Y Martín... hará caso de Federica? O seguirá siendo un cabronazo con Pepa? Ay ay, cuanta incertidumbre!

Jolines con Martín, está haciendo gala y honor al apellido CASTRO, METE MIEDO ESTE MUCHAHCO, jajajajajajajaja!!!!!!!!!!!!

2ª parte
Raquel había salido a pasear, mientras que su hija, se desangraba y sufría un dolor atroz, -no puedo- decía una y otra vez. Martín consiguió convencer a Tristán de que lo dejeara entrar en el parto, pero el chico prefirió no haberlo hecho, -Martín ayúdame, dame la mano que no puedo soportar el dolor -le suplicó entre llantos la chica, pero Martín impotente se salió de la habitación, pero entonces, la chica gritó como nunca, la criatura nacía, ya llegaba, se escuchó el llanto y tanto Pepa como Federica se alegraron, Anabel se desmayó. La partera y su ayudante salieron del dormitorio, con el bebé en brazos. -Es un niño -dijo Pepa, y todos corrieron a verle, Federica fue a por agua para su hermana. Todos miraban al pequeño, Tristán buscaba nombres y Pepa no se creía que fuera abuela con 31 años. Federica pasó al cuarto sin que ninguno reparase en ella, entró pero, la cama estaba vacía, entonces la puerta se cerró y la vio, su hermana Anabel de pie con un cuchillo de oro. -Anabel ¿qué haces? -preguntó Federica asustada. -Voy a olvidarme de tu maldita cara, siempre lo supe, que eras una puta, pero ahora me dio cuenta de todo -, -¿qué dices? -preguntó Federica. -Voy ha acabar contigo -gritó y se abalanzó sobre su hermana hundiéndole el puñal en el brazo, la chica gritó y los Montenegro al completo (duquesa incluída) entraron en el cuarto. Martín se quedó boquiabierto, se acercó a Anabel obviando las súplicas de Pepa de que no lo hiciera. -Anabel -dijo, -baja ese puñal. Anabel lo miró, se levantó con el puñal en alto y dijo -me has hundido la vida -segundos después, Anabel, con toda la fuerza del mundo hundió el cuchillo en su pecho donde estaba su corazón, Martín corrió ha agarrarla, Anabel habló -te odio, y te deseo lo peor, espero que seas infeliz el resto de tu vida, y que mi muerte pese sobre tu conciencia, maldigo el día en que te conocí Martín Castro, te deseo lo peor y que vivas con la misma amargura que yo -y con esas palabras, su mano agarró la camisa de Martín pero pronto cayó, Anabel había muerto. Martín apartó los ojos de ella y ni miró a sus familiares, salió corriendo de la casa, a los jardines, Pepa tras él lo alcanzó en la salida de la casona. -Martín escucha -dijo Pepa, pero Martín la paró -no hay nada que escuchar Pepa, Anabel a muerto, y sus últimas palabras han sido para maldecirme, pero lo peor no es que me las merezca, lo peor es que mi hijo crecerá sin madre, como yo -dijo el niño con lágrimas en los ojos. -No Martín, tu no has crecido sin madre -, -si te refieres a que Angustias me cuida desde el cielo -dijo Martín pero Pepa lo interrumpió. -Tu madre ha estado contigo desde que en 1902 llegase tu padre de guerrear, Martín tu madre soy yo, tu eres mi hijo.