FormulaTV Foros

Foro El secreto de Puente Viejo

Subforo La Casona

HASTA LA ETERNIDAD, una historia de Raimundo y Francisca (by Cris y Ruth) // Raimundo escribe a Francisca

Anterior 1 2 3 4 5 6 7
#0
Kerala
Kerala
14/07/2012 21:58
hastalaeternidadunahistoriaderaimundoyfranciscabycrisyruthraimundoescribeafrancisca


Porque te tengo y no
porque te pienso
porque la noche está de ojos abiertos
porque la noche pasa y digo amor
porque has venido a recoger tu imagen
y eres mejor que todas tus imágenes.
Porque eres linda desde el pie hasta el alma
porque eres buena desde el alma a mí
porque te escondes dulce en el orgullo
pequeña y dulce
corazón coraza

Porque eres mía
porque no eres mía
porque te miro y muero
y peor que muero
si no te miro amor
si no te miro...

Porque tú siempre existes dondequiera
pero existes mejor donde te quiero
porque tu boca es sangre
y tienes frío
tengo que amarte amor
tengo que amarte
aunque esta herida duela como dos
aunque te busque y no te encuentre
y aunque la noche pase y yo te tenga
y no...

(M. Benedetti)
#121
chatosara
chatosara
25/09/2012 23:33
:CCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCCC Jopé, me deprimes. Raimundo, ve ya a Espanya y empotrala a la pared:3
#122
mariajo76
mariajo76
26/09/2012 09:43
Pero que debió pasar esa noche para que Raimundo pusiera un océano de por medio entre ellos, tuvo que ser algo horroroso para que ese hombre decidiera separarse de lo que más quería, me tenéis intrigadísima.

Adoro esa carta, vale más por lo que calla que por lo que dice, es tan dulce...y lo mejor es que va a servir como bálsamo para el corazón de nuestra Francisca, para que se dé cuenta de que si Raimundo no acudió a su lado fue por causas de fuerza mayor y lo mejor es que le pide contestación...

Ni os imaginais que ganas tengo de leer una carta que empiece "Mi pequeña, mi amor" y que sea contestada con otra que empieza "Raimundo, mi vida..." o algo así.

Adoro esta historia, está llena de sentimientos, de verdad que es una maravilla, Ruth y Cris os adoro (pero eso ya lo sabeis)
#123
MrsT
MrsT
26/09/2012 10:43
... algo horroroso?? pues no sé! yo que pensaba que la ha consolado y algo más.....

pero bueno, conociéndoos, de aquí a que tengamos otro flashback o carta que nos aporte más luz al asunto, vamos listas.

Precioso como siempre. Espero sigais pronto. Esto es un sin vivir! Queremos marchaaaaaaa!
#124
chatosara
chatosara
26/09/2012 14:05
Lista de cosas por hacer de las Raipaquistas

1. Creamos una maquina para viajar a la ficción.
2. Viajamos a Puente Viejo y luego a las Américas con dos portátiles (con webcam y micrófono), uno se lo damos a Francisca y el otro a Raimundo.
4. Instalamos Internet en el mundo de Puente Viejo.
5. Raimundo y Francisca tendrán cibersexo.

Y ale, ni océanos ni hostias:3
#125
Kerala
Kerala
02/10/2012 13:25
Que algo pasó esa noche es más que evidente. Lo que no lo es tanto es el "qué pasó". Si es algo horroroso o no, tendréis que juzgarlo vosotras cuando conozcais lo que ocurrió esa noche jejejeje

Gracias a todas por seguir esta historia. En breve tendréis nuevo capítulo... Perdonad por teneros esperando tanto, pero ya sabéis cómo va el tema del tiempo guiño
#126
chatosara
chatosara
03/10/2012 16:17
*________* Esperamos ansiosas n.n ¿Por qué tarda tanto en volver? snif Jooooo:C Pt océano, te odio Atlántico. hum
#127
Crippy
Crippy
05/10/2012 21:26
Buenas noches chicas.

Una vez más, me gustaría pedir disculpas por la tardanza. Últimamente tengo tantos cambios y tan poco tiempo que no puedo hacer nada (ni escribir, ni capturar, ni hacer montajes).

Esperamos que os guste este nuevo trozo.

------------------------

Hubieron de pasar varios minutos para que al final lograra tranquilizarse.

Sentía como si toda la fuerza hubiese abandonado cada miembro de su cuerpo, dificultándole el movimiento. Hacía años que no recibía un golpe tan duro. Había luchado durante unos segundos por contener las lágrimas pero tras esa primera y con la ligera sensación de que nadie irrumpiría en el salón, no pudo evitar que la siguieran otras igual de amargas.

Emilia todavía tardaría un rato y si hacía gala de esa inteligencia que sabía, poseía, no volvería a presentarse frente a ella en lo que restaba de tarde. Así que por una vez, se dejó llevar por la lástima que sentía por sí misma. Y por los turbios recuerdos.

¿Acaso no se habían dañado el uno al otro a lo largo de los años? Ambos, por igual. Por eso no podía comprender por qué ella todavía lo sentía incrustado en cada partícula de su cuerpo y sin embargo él había sido capaz de dejar todo atrás. De dejarla a ella.

Suspiró, dándose cuenta en esos momentos de que en aquel lapso de tiempo sus lágrimas habían cesado. Pero pese a todo, pudiéndolas sentir secas sobre sus mejillas, tuvo la necesidad de intentarlo ella también.

Hacía años que todo el mundo en el pueblo consideraba que nada había bajo su pecho. Ningún sentimiento. Era ahora cuando debía darles la razón.

- Nunca más –se repetía a sí misma una y otra vez –No te lo mereces… -murmuraba, sintiendo como de su interior nacía una ira casi desterrada.

Temió que sus piernas no la sostuvieran como había ocurrido hacía poco más de un año, cuando aquella maldita operación le había arrebatado la sensibilidad en ellas. La razón era diferente, pero los resultados si esto ocurría serían los mismos.

Poniendo especial empeño en apartar esos malos recuerdos de su mente, se levantó, sorprendiéndose de que todavía pudiese encontrar la energía para hacerlo. Después fue consciente: suficientes habían sido los golpes a lo largo de su vida como para poder aguantar este nuevo envite.

Lentamente subió las escaleras que conducían al piso superior. Sintió ciertas reticencias, incluso miedo a derrumbarse cuando abrió la puerta. Se amonestó mentalmente. Francisca Montenegro no podía comportarse como una chiquilla. Debía soportar el dolor con entereza.

Por ello cruzó el umbral prometiéndose, jurándose y perjurándose que esta vez no ocurriría.
Pero los recuerdos volvieron a golpearla. Y dolían más que cualquier bofetada.

- Basta ya… -gimió angustiada.

Pero como podía evitarlo si estaba dentro de ella. Como podía apartarse de la cabeza algo que ya formaba parte de su propio pasado. Un pasado más presente que nunca.

Un arrebato de rabia. De repente se encontró caminando con paso firme y seguro dentro de la habitación, acercándose hasta la cama. Retirando el edredón y todas las sábanas. Con fuerza. Con ira. Como si lo que verdaderamente estuviese haciendo fuese arrancarlo a él.

De nuevo, toda su fuerza desapareció, obligándola a sentarse sobre ese mismo colchón, ahora prácticamente puesto al descubierto. Temblorosa.

Lo intentaba, cada día lo hacía. Pero más le valía irse acostumbrando a que él siguiera formando parte de su vida y de sus pensamientos. Solo podía confiar en que el tiempo y la distancia consiguiera aliviar en parte el dolor que ahora le causaba.
#128
Crippy
Crippy
05/10/2012 21:27
-------------------
Otra vuelta más. Pese a estar tumbado, percibía sus miembros resentidos por el cansancio. Y aun así, era incapaz de mantener los ojos cerrados y deslizarse en un profundo sueño. Su cerebro se negaba a desconectar, impidiéndoselo.

No podía parar de preguntarse cómo sería recibida esa carta. Si no sería demasiado tarde.
Suspiró. En esos momentos deseaba con todas sus fuerzas estar en el pueblo, observándola desde lejos. Hablar con ella aunque solo fuese para discutir.

Todo lo que había perdido. Por no pensar, por dejarse llevar.

Sintió como su furia se desinflaba poco a poco al reconocer quien era. Llorando. Pero no un llanto normal, sino un llanto silencioso, de quién se ha acostumbrado a hacerlo sin que nadie se dé cuenta… o para que nadie se dé cuenta. Y sin embargo, ahí estaba él, para ver como esos ojos anegados en lágrimas dirigían una mirada de cariño y afecto a quien, hasta hacía pocas, era la única persona aparte de él que la conocía de verdad. Que sabía cómo era antes de convertirse en ese ser amargado y solitario.

Le constaba creerse la escena ante sus ojos y, sin embargo, ahora empezaba a pensar que el verdadero motivo por el que Francisca no había dejado que los suyos se llevasen el cuerpo de Rosario era porque quería despedirse a solas de ella, sin miradas incómodas. Sin reconocer sus debilidades. Y él estaba allí, siendo testigo mudo de esa despedida.

Se sentía un intruso y sin embargo, al mismo tiempo… no podía irse, no podía apartar su mirada de esa Francisca débil, frágil, que ya tenía olvidada. Que sufría por sus semejantes. Por eso sus pasos lo llevaron a acercarse.

Ella siguió sin darse cuenta, pues en ningún momento su atención se apartaba del cuerpo de Rosario. Él no quería asustarla, no quería que le echase de su lado, y lo intentó lo mejor que pudo. Apoyó suavemente la mano derecha sobre su hombro, sintiendo el sobresalto y el temblor que el llanto le provocaba.

Su cabeza se volvió hacia él y su rostro se contrajo al reconocerlo. Retiró la mirada y quiso levantarse. Apartarse de esa lástima que leía en sus ojos. Pero él no la dejo, su mano se mantuvo firme donde la había colocado segundos atrás, sobre su hombro, sosteniéndola y ella… no tuvo fuerzas para retirarlo. Hacía tiempo que no estaba tan triste. Tan necesitada de cariño. Así que volvió a lo que estaba. A velar a su amiga.

Raimundo no pudo sino alegrarse porque no le hubiese apartado de su lado. Su mano comenzó a moverse trazando pequeños círculos por su hombro: suaves, con la intención de tranquilizarla. Poco a poco fue acercando la mano hasta rozar su mejilla, donde para su sorpresa sintió como ella ladeaba la cabeza, yendo a su encuentro, humedeciéndole el dorso con sus lágrimas. En esos momentos solo podía alegrarse por estar allí, para apoyarla, olvidando toda la furia y la rabia que había sentido antes.

Los minutos pasaron y con ellos aumentó la cercanía que había comenzado a unirles. Pronto fueron dos manos las que acariciaban sus hombros para tranquilizarla y después unos brazos los que se cruzaban por delante de su cuello y suaves besos en la sien. Podía sentirla llorar todavía y sin embargo, aunque ella no dijese nada, como se relajaba lentamente.

-Vamos, necesitas descansar –murmuró junto a oído pasado ya un rato –Vamos… -se situó frente a ella, tomando su mano y tirando suavemente de ella. Sus ojos tristes y acuosos se clavaron en él. Hacía tanto tiempo que no la veía tal cual era, sin su máscara de arrogancia…

-Vamos Francisca… -la tomó entonces por las dos manos, ayudándola a levantarse. Ella no opuso resistencia, pero tampoco pareció tener ganas de abandonar la habitación, pues su mirada se dirigió inmediatamente a Rosario.

-Nada podemos hacer ya por ella… Además –trató de animarla –ahora estará con Juan y… allá donde esté, recuperará la sonrisa...

Pero nada parecía ser suficiente para calmar su dolor. Ni la culpabilidad. Por eso, y por primera vez desde que estaba con ella, Francisca habló.

-No… no debería haberla tratado así los últimos años… ella era buena… ella me cuidaba –murmuró –pero nunca me di cuenta de que algún día llegaría a perderla. Y que entonces ya sería tarde para pedirle disculpas… -se le quebró la voz, y una nueva lágrima hizo acto de aparición.

-Salgamos de aquí –quiso evitarle de esa manera más sufrimiento. Soltando sus manos y rodeándola por la cintura para conseguir sacarla de allí. Escuchando sus sollozos mientras sentía cómo dejaba caer suavemente su cabeza contra la de él y se apoyaba en su hombro.

Un cúmulo de sentimientos bien distintos entre si se adueñaron de él nada más traspasar la puerta de la habitación de Francisca. La misma que había tenido cuando era joven. La misma a la que él había acudido cuando pensaba que se moría.

Con delicadeza la ayudó a sentarse sobre la cama ya abierta por alguna de las doncellas, observando como sus manos tensas se agarraban al borde. Sabía que estaba luchando por controlar las lágrimas, cosa que estaba consiguiendo y sin embargo… poco podía hacer por esconder su dolor.

Él se deshizo de su chaqueta rápidamente, colocándola en la silla junto a la puerta y quedándose en mangas de camisa. Dándose la vuelta para encontrarla en la misma posición que la había dejado, mas esta vez con la mirada perdida.

-Francisca –murmuró al mismo tiempo que se sentaba a su lado y volvía a tomar una de sus manos. Pero ella no reaccionó. Y fue entonces, llevado por una necesidad que ni él mismo podía comprender que todavía siguiese viva, la necesidad de evitarle cualquier sufrimiento, cuando se atrevió a posar sus labios sobre la mejilla todavía húmeda de ella. Un beso firme seguido de otros tantos muy suaves… sabía que no tenía derecho, que no debía hacerlo pero si ella le estaba permitiendo ver de nuevo su verdadero ser, bien podía él dejar a un lado el rencor y los reproches.

Sentirla cerca. Y permitir que sus rostros estuviesen peligrosamente próximos. Lo suficiente para que su nariz la rozara suavemente y para que sus respiraciones se entremezclasen. Para que en un momento dado sus labios se encontrasen de manera suave, y la mirada del otro les confundiese. Para encontrarse bajo el ser amado y sentir como éste le regalaba una nueva caricia. Para entrelazar las manos que nunca debieron separarse y volver a rozar con la punta de los dedos la posibilidad de ser feliz.
#129
chatosara
chatosara
05/10/2012 22:00
Sigue, sigue, sigue, por favor, necesito saber como acaba este recuerdo, :C Me he estremecido al leer como la consuela. Voy a releerlo.
Raimundo, ven ya a Puente Viejo.
#130
mariajo76
mariajo76
06/10/2012 11:38
Uffffffff, necesito saber como termina ese recuerdo, por que de momento no encuentro nada que sea lo suficientemente grave para que Raimundo saliera por patas al otro lado del mundo

Lo que me tiene fatal es Francisca, pobre, esa sensación de que Raimundo la ha podido olvidar...está tan sola, ojalá llegue pronto la carta y se de cuenta de que la única razón de que Raimundo no esté con ella es el destino en forma de borrasca que los separó sin ella saberlo, creo que esa carta le va a hacer mucho bien, le va a dar esperanza y lo mejor es que la va a poder contestar y espero que esta vez sea un poquitín menos seca y también le de alguna esperanza de que no todo está perdido a Raimundo.

Seguid prontooooooooooooooooooo
#131
Kerala
Kerala
06/10/2012 14:38
Disfrutad al menos de ese trocito de recuerdo jejejeje

Gracias por el capítulo, Cris
#132
chatosara
chatosara
06/10/2012 22:56
Me he leído el recuerdo ya 4 veces. Necesitamos saber que pasó... ¿Fue después de esto que pasó algo por lo cual Raimundo se fue? D:
#133
paquirai
paquirai
03/11/2012 14:29
Ehhhh como acaba???? Como acaba???? Como acaba?????? No me dejeis asiiii...
#134
Sonia1919
Sonia1919
18/11/2012 01:17
¿¡¡¡ Pero no vais a continuar!!!? !! No nos podéis dejar así ¡¡

¿ Cómo continua ? Por favor no esperéis 16 años para seguir con el relato.
#135
chatosara
chatosara
18/11/2012 10:30
No quiero presionaros, pero... ESCRIBID. Ese recuerdo es precioso y necesitamos saber como acaba*-*
#136
nicuxy
nicuxy
18/11/2012 21:37
Me uno a vuestras peticiones!!!!! Como pican los escritos de estas dos grandes escritorassss!!!! Enhorabuena por lo anterior y ánimo para los futuros.
#137
Sonia1919
Sonia1919
26/01/2013 12:53
¿Este relato ha continuado en algún otro sitio?

Si es así decidme donde y si no, por favor continuad, necesito saber qué pasó.
Anterior 1 2 3 4 5 6 7