~A ras del cielo, alcanzando la felicidad~ Capítulo 7

Aiii MUCHÍSIMAS GRACIAS A TODAS!
Como ya ha dicho Ruth no pensábamos que nada más empezar iríamos a tener tanta aceptación por vuestra parte :)
Laura,he estado ojeando tu historia y me ENCANTA! Más tarde intentaré ponerme al día!

Esta tarde escribiré la siguiente parte!

Seguuiiiiiid! Me encanta , no puedo esperar a la escena de aurora pepa y tristan :)

Chicas me encanta es precioso seguid pronto porfa

Muchísimas gracias a todas por vuestra aceptación,me alegro muchísimo de que os guste nuestra historia :)
Siento el retraso,pero hasta ahora no me podido continuar escribiendo.Aquí pongo la siguiente parte.Espero que os guste!

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Capítulo 4 ~Viviendo el cielo en la tierra~

No sabría expresar como me sentía en ese momento.No encuentro palabras para definirlo,tal vez no las haya.No podía dejar de mirarla,de acariciarla y de llenar de dulces besos sus suaves mejillas.Ambas lo habíamos logrado,éramos fuertes y estábamos juntas.Por un instante perdí la noción del tiempo,nada importaba,solo éramos mi pequeña y yo.Con cuidado y delicadeza la sostenía entre mis brazos,apoyándola junto a mi pecho.Sentía su respiración y los latidos de su corazón.Sus ojos grandes y marrones permanecían cerrados.Su nariz pequeña y respingona era adornada por un pequeño lunar.Con su diminuta mano sostenía mi dedo índice como si de alguna forma encontrara en mí la fuerza y protección necesarias para seguir adelante.Cuando eres madre sientes que todo tu mundo gira a su alrededor,como las estrellas en el firmamento.Alba era todo cuanto yo tenía,parte de mí.Debido a la emoción del momento no pude evitar derramar una lágrima que lentamente resbaló por mi rostro.

-Mi niña,mi princesa,mi pequeña,aún no me puedo creer que te tenga a mi lado.¡Cuántas veces pensé que no llegaría a ver tu carita!¡Cuántas otras que no pudiera estrujarte entre mis brazos!- le susurré sollozando.

A mi lado,recostado sobre la almohada tenía a Tristán que me tenía tomada la mano.Junto a la cama,acomodada en una silla estaba Emilia y de pié frente a la puerta,un emocionado Raimundo.

-Nunca he sido yo de creer,pero si hay cielo no puede ser comparable con la paz y felicidad que siento ahora mismo- dije emocionada.

-El cielo es un sentimiento que nosotros creamos y que solo nosotros podemos alcanzar-añadió Emilia- Y este es el vuestro,Pepa.Después de tantas penalidades lo habéis conseguido.

-Y ahora que estamos los tres juntos,prometo que nunca me separaré de vuestro lado,mi amor,nunca- dijo Tristán mientras besaba mis labios.

-Bueno,dejémonos de tanta carantoña y besuqueo que creo que por hoy ya ha sido más que suficiente- dijo Raimundo entre risas.

-Ni todo el amor del mundo sería suficiente para ellas,padre.Las quiero más que a mi propia vida-dijo Tristán mientras nos miraba.

-En ese caso,lo más conveniente es que os dejemos solos y podáis hacer gala de cuantas carantoñas gustéis- dirigiéndose a su hija- Vamos Emilia,que dejé a la niña con Alfonso y no sé como se las apañará con ella.

-Emilia,tienes que traerme a María para que conozca a su prima Alba- le comenté.

-Pierde cuidado Pepa,que esta misma tarde aquí nos tendrás.De seguro que a María le encantará ver a su primita.

-Emilia,creo que lo mejor sería dejarles descansar tranquilamente- dijo Raimundo.

-¿Y qué mejor paz iba a encontrar yo que rodeada de las personas a las que quiero?Así que Emilia,no hagas caso de tu padre y en cuanto puedas,tráeme a la pequeña- mirando a mi niña- ¿A qué si Alba?¿A qué os haréis las mejores amigas?

-Eso no lo dudes Pepa- dijo sonriente Emilia- Y ahora Tristán,disfruta de las dos mujeres de esta casa.

-Las más bellas del mundo- dijo sutilmente mientras acariciaba mi cabello.

Tras varios besos y achuchones por parte de Emilia y de Raimundo,al fin,Tristán y yo logramos pasar un rato a solas.

-Mi niña,mi tesoro venido de las estrellas- dije acariciando su mejilla.

-Si Dios existe,ya me ha pagado el cielo en la tierra,pues vosotras sois la mejor prueba.

-No nos adules soldado,ni a mí ni a mi pequeña.

-Lo haré siempre que guste partera.

-Gracias,gracias por hacerme tan feliz- dije mientras mis ojos se llenaban de agua.

-¡Ey! Mi amor- dijo Tristán secándome las lágrimas.

-¿Sabes? Al ver a Alba he recordado a mi pequeño,a Martín.¡Cuántas veces soñé con compartir este momento junto a él cuando tan solo era un bebé! El tenerle entre mis brazos,el hacerle sentir todo el calor que nunca pude darle.Verle crecer y oírle pronunciar de sus labios la palabra mamá- dije mientras cientos de lágrimas inundaban mi rostro- Ahora la tengo a ella y en su carita veo reflejada la de mi niño.Ahora solo existe en mi recuerdo, y por fin comprendo que nunca se fue,pues siempre permanecerá en lo más profundo de nuestros corazones.

Tristán se tumbó a mi lado y me besó en la frente mientras susurraba dulcemente "descansa mi amor"

Y así,entre besos y caricias de mi capitán,sosteniendo entre mis braazos a mi princesa y sintiendo a Martín en mi alma,por primera vez logré hallar la dicha más propia de otro mundo mientras me sumía en un profundo sueño.

Que bonito ... Me encanta ver a Pepa con Alba, quita de cierta forma el regusto amargo de saber que nunca pudo estar así con su pequeño Martín.

Continuad pronto chicas!

Que bonitoo! Ojala en la serie hicieran esta historia! Continuad pronto vporfavor :)

Nada mas que decir que con este capitulo me he emocionado , como siempre muchisimas gracias por regalarnos esta historia y esperando con muchas ansias a mas capiiis ! :)

Ruth, Carol, muchas gracias por escribir esta preciosidad, aqui tendréis una seguidora siempre. Aunque no esté viendo la serie por lo que han hecho, estoy leyendo todas las historias :)

Graciiiias :) Que os guste es lo máximo que se puede pedir. Bueno, pues aquí os lo dejo.

Capítulo 5~Bendito despertar~

Desperté. Sin apenas abrir los ojos, pasé el brazo por el lado izquierdo de la cama. Buscándole a él. Me extrañé al no hallarle aparentemente junto a mí y mis ojos se abrieron, buscándole con la mirada pero encontrándose con la misma situación, sin hallar a Tristán.

Me levanté, ya despierta del todo, dirigiéndome hacia el salón, pues Alba debía estar descansando en su cunita. Quizá tuviéramos visita y Tristán estuviera atendiéndola.

Quedé obnubilada. Mi sonrisa reflejaba toda la dicha y la emoción que sentía, al observarles a ambos, al ver esa hermosa estampa.

Me apoyé en la pared, quizás algo oculta, pues no quería interrumpir tan bello momento. Seguí observándoles. Tristán mecía a la pequeña, mientras ella, poco a poco, cerraba los ojos, dedicándole a su padre la más hermosa de las sonrisas.

-¿Cómo está la bella durmiente?-dijo sin dejar de mirar a Alba

Tras algunos segundos de contrariedad, supe que se refería a mí. Le contesté con una sonrisa, pero permaneciendo en mi sitio, esperando que prosiguiera.

-Partera…Has debido de perder algo de agilidad para ocultarte…-dijo esbozando una sonrisa pícara

Esta vez sí, me dirigí hacia él, riendo. Me senté a su lado.

-Echaba de menos tu risa despreocupada y alegre.

-Pues a partir de ahora no dejarás de oírla.-dije acariciándole la cabecita a Alba, que ya se había dormido.

Tristán me sonrió.

-Sus llantos me despertaron. Aunque si siempre es esa la causa, bendito despertar.

-¿Por qué no me avisaste?

-¿Y para qué, Pepa? Dormías plácidamente. Además aquí dónde me ves, no me las apaño mal-sonrió levantándose para dejar a Alba en la cuna

Fui junto a él a la habitación de la niña.

-No…Ya sé que no. Pero nos ha costado tanto llegar hasta aquí, que pensar que algo pudiera sucederla, necesito protegerla, sentirla segura.

-Por eso no has de preocuparte, mi bien. Que a esta niña no va a haber quien le chiste. Para esto ya está aquí su padre.

-Miedo me da entonces, el día que se eche novio-reí

-Bueno, aún falta tiempo para eso. Ahora disfrutemos de nuestra pequeña. Es igual que tú. Una pequeña Pepa-sonrió

Regresamos al salón.

-¿Y bien, soldado?

Él me miró extrañado.

-Me suelta usted que he perdido agilidad y piensa que se va a ir de rositas… ¿No?

Tristán rió sin dejar de mirarme.

-Pues bien…Ya he recuperado mi cintura de siempre.

-Esa que me deja sin aliento…

-Esa misma. Así que comprobemos pues, si es cierta su teoría…-dije alejándome unos pasos de él, pensativa.

Me giré comprobando que estaba pensando lo mismo que yo, pues de siempre sus pensamientos se reflejaban en su rostro al instante.

-Ven aquí, partera.

Sonreí y al instante corrí a lanzarme a sus brazos, besándole con pasión. Esa que tenía toda una vida para ser derrochada. Una vida junto a mi amor, y junto a mi niña. Quién sabe si el futuro nos depararía alguna sorpresa más.

jo! Que rapido resupera Pepa su cintura!! Continuad pronto!!

Os pasais por la mia?? Capitulo nuevo

Que bonitoooooooo! Y que rapido se recupera Pepa jajajaj Seguid cuando podais ;)

Entre toda esta gente no podía faltar yo!!!! hace falta que os diga Carol y mi Tatta, que escribís como los ángeles de ese cielo que nombraís??? Ya me conocéis y sabreís, que en mi persona; teneís a una fan incondicional.....
Y por mucho tiempo que pase, y aunque aparezca poco, no me cansaré de decíroslo....

Muchísimas gracias a todas por vuestros comentarios! Nos alegramos enormemente de que os guste!
Laura a ver si pillo un ratito esta tarde y me paso por tu historia que con lo poquito que he leído he de decir que me ENCANTA!!!
Martaa!! claro que no podías faltar tú jajajaja muchísimas gracias!

Esta tarde me pondré a escribir en cuanto lo tenga os avisaré :)

carol, cariño; te esperamos!!!

Me encanta ver como habría sido la vida de estos dos si la suerte (y los guionistas) les hubiesen sonreído XD

Siento muchísimo el retraso pero no he podido conectarme hasta ahora Continuaré escribiendo y en cuanto lo tenga lo pondré! Mañana por la mañana ya lo tendréis!! :)

sigue pronto plisss, q esta quedando perfec

Carol, que tal llevais tú y Ruth el siguiente capítulo??? A la espera...

Siento muchísimo tan larga espera,pero ayer no estuve en casa y hasta hoy no he podido ponerme a escribir.Espero sepáis disculparme y que al menos haya merecido la pena.
Aquí os dejo el siguiente capítulo

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Capítulo 6 ~Una dulce velada~

Era mediatarde y ya se podía apreciar el aroma a chocolate y a tostadas recién hechas que anunciaban la hora de la merienda.Entre mis brazos sostenía a mi pequeña que acababa de despertarse mientras zarandeaba sus pequeñas manitas de un lado a otro en busca de algo con lo que sentirse protegida.Dulcemente le ofrecí mi dedo meñique que apretó con fuerza a la vez que sonreía.No podía apartar mi vista de ella,como si de algún modo atrajera mis ojos hacia su carita.Parecía tan frágil...sin embargo sabía que era fuerte como yo,pues a pesar de todos los contratiempos había luchado por aferrarse a la vida y lo había logrado,ambas lo logramos.Mientras embelesada cautivaba a mi princesa,la taza depositada sobre la mesa desprendía un agradable olor al que no pude resistirme.

-Ummm - dije mientras inundaba mi dedo en aquel humeante cacao - sabe a gloria.

-Por lo visto sí que has recuperado pronto el apetito.

Sentada a mi lado se encontraba Emilia que tenía depositada a María en su regazo.

-Sí,eso parece,de todos modos siempre he sido muy golosa,un embarazo no conseguiría que dejara de catar estos dulces.

-Ni un embarazo ni nada,que de sobra es sabido que no haces ascos a nada que lleve chocolate y azúcar- añadió Emilia al punto que cogía una galleta del expositor.

-¡Mira tú quién fue a hablar! La que no se priva de comer galletitas- dije entre risas.

-En ese caso esperemos que estas dos pequeñuelas no se parezcan a sus madres,pues de lo contrario terminarían por acabar con toda la confitería de la Puebla.

-Esperemos,aunque con estas meriendas que prepara Rosario de extrañar sería no gustarles el dulce.

Durante un momento dudé,pero finalmente alargué el brazo para coger una tierna y suculenta tostada untada con mantequilla y mermelada.Mientras saboreaba tan dulce manjar,mis ojos fueron a parar a la pequeña María que con una pasta en la mano sonreía dulcemente.

-¡Qué tarde más maravillosa! Estoy en mi casa,junto a mi niña,al lado de mi mejor amiga comiendo chocolate de Astorga,¿qué más se puede pedir?- dije felizmente.

-Desde luego esta está siendo una dulce velada.

-¡Y ni tan dulce! Que la pequeña María ya se ha pringado la cara de chocolate- dije mientras señalaba las boceras que adornaban su rostro.

-¡María! ¿Pero que voy a hacer contigo?- dijo Emilia al tiempo que buscaba algo con lo que limpiarla.

-Ten- dije sacando un paño.

-¡Habrase visto que boceras! Eso te pasa por andar comiendo sin quitar ojo a Alba- añadió Emilia que intentaba no dejar rastro de chocolate en la cara de la pequeña.

-Eso es porque la ha llamado la atención,de seguro que no había visto antes a alguien más pequeño que ella.

-No,eso es porque acaba de conocer a la que será sin duda su mejor amiga y tiene ganas de crecer para jugar con ella,de ahí su interés de alimentarse a base de pastas.

-Pues más bien creo que la niña te ha salido más golosa que yo ¡y ya es decir!Eso es lo que tiene tener por abuela a Rosario que la hartará de dulces.

-De eso no andaba yo enterada...¡ya verá cuando me la tope! Ya rumiaba yo que no era normal que últimamente María no comiera sus papillas...

-La pequeña ha descubierto que un tazón de chocolate y unas suculentas galletas están mucho más exquisitas que los purés de su madre- dije entre risas.

-Ya,pero ese no es alimento alguno para ella,así que lo más conveniente es apartar estos dulces de su alcance.

-Como gustéis.Si vosotras no los queréis,mayor parte me toca- dije mientras cogía un pequeño pastel de crema- Ummmm ¡manjar de dioses!

-¡Muy católica te has despertado de la siesta redicha!

-No te chanceés de mí Emilia,que de sobra es sabido que el de arriba y yo hace tiempo que andamos reñidos.

Y saboreé dulcemente el pastelillo.Volví la vista hacia mi pequeña que se había vuelto a quedar rendida entre mis brazos.Acaricié dulcemente su varita y deposité un beso en su frente.Sentí que me encontraba sumida en un sueño rodeada de las personas a las que quería,pues tan bella estampa no podía ser real.Y así me sentía como en un cuento de hadas en el que no hay cabida para el sufrimiento y donde solo reina la felicidad,esa de la que yo gozaba.