Foro Los hombres de Paco
Nueva novela Sara y Lucas. quot;Nos hemos coronadoquot; Un final para ellos
#0
21/04/2013 17:12
Holaa! Bueno, hace tiempo yo escribía una novela de Sara y Lucas en un Fotolog y me fue bastante bien, a mí me encanta escribir y me encantaban Sara y Lucas, hasta que nos metieron el bulo de Sarita poniéndole la cornamenta a Aitor, así que he decidido escribir una nueva novela para poner un final a su historia y hacerle justicia a Lucas porque se rieron de él todo lo que pudieron y un poquillo más. Así que espero que os guste mucho y que me apoyéis. Me va a ayudar con las ideas para la novela una amiga mía que somos las dos unas fanáticas de Sara y Lucas y ale, un besazo para todas.
LLUVIA ETERNA.
Eran las siete de la tarde de aquel fatídico día. Sara y Lucas acaban de llegar a su nueva casa, Lucas había estado áspero y serio todo el camino y Sara tampoco tenía muchas ganas de hablar. Sara dio una vuelta por toda la casa, era muy grande y luminosa, era la casa de sus sueños. Pensó en la ilusión de Lucas al comprarla para los dos, en las esperanzas que él tenía al volver de Carolina y en lo que se había encontrado y en cómo se sentiría. Ambos estaban ahora en el dormitorio, los dos estaban muy cansados y todavía tenían que prepararse para una larga noche de velatorio. Lucas estaba dolorido y tenía algunos cortes y heridas por todo el cuerpo. Antes de llegar a la casa habían pasado por el hospital para que a Lucas le miraran la herida de bala, no era nada, solo un pequeño rasguño. Lucas empezó a desabrocharse la camisa para darse una ducha, ambos estaban sentados en lados opuestos de la cama y se daban la espalda. Sara no pudo evitar pensar en todo lo que había pasado, con su tía, con Montoya, Nelson y Quique. Le parecía imposible y comenzó a llorar en silencio. Lucas se metió en el baño de la habitación, abrió el grifo de la ducha y se metió dentro. El agua comenzó a resbalar por su cuerpo, Lucas cerró los ojos y recordó las palabras de Aitor: “Yo creo que tú no tienes ni puta idea de lo que quiere Sara” “¿Te ha dicho Sara que quiere un chalet, que quiere un todoterreno, que quiere organizar cenas todos los sábados por la noche?” Esas palabras resonaban en su cabeza. “¿Será verdad que no sé lo que quiere?” pensó. “¿Y si no soy capaz de hacerla feliz?” La rabia lo consumía por dentro: “Yo he hecho lo mismo que hiciste tú” recordó las palabras de Aitor. Se sentía engañado y humillado por todo el mundo. Él le había jurado amor eterno a Sara delante de Dios, se había casado con ella, y sin embargo, había quedado como el malo que había dejado tirado a Sara, cuando había sido ella la que le había pedido que se fuera, y todo el mundo la apoyó a estar con Aitor. “¿Por qué?” pensó y dio un puñetazo a la pared para desahogar su rabia. “¿Y si es verdad que no soy lo suficientemente bueno para ella?” “¿Y si todos tenían razón?” Cerró los ojos y recordó su primer año de casado, cada despertar a su lado, cada beso, recordaba su primera noche de casados en la misma cama, y despertar y verla desnuda y perfecta a su lado. Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no escuchó abrirse la puerta del baño. Sara se coló en su ducha, le acarició la espalda suavemente y Lucas se sobresaltó y se dio la vuelta y la vio, indefensa, completamente destrozada y ella se tiró a sus brazos y rompió a llorar desconsolada.
LLUVIA ETERNA.
Eran las siete de la tarde de aquel fatídico día. Sara y Lucas acaban de llegar a su nueva casa, Lucas había estado áspero y serio todo el camino y Sara tampoco tenía muchas ganas de hablar. Sara dio una vuelta por toda la casa, era muy grande y luminosa, era la casa de sus sueños. Pensó en la ilusión de Lucas al comprarla para los dos, en las esperanzas que él tenía al volver de Carolina y en lo que se había encontrado y en cómo se sentiría. Ambos estaban ahora en el dormitorio, los dos estaban muy cansados y todavía tenían que prepararse para una larga noche de velatorio. Lucas estaba dolorido y tenía algunos cortes y heridas por todo el cuerpo. Antes de llegar a la casa habían pasado por el hospital para que a Lucas le miraran la herida de bala, no era nada, solo un pequeño rasguño. Lucas empezó a desabrocharse la camisa para darse una ducha, ambos estaban sentados en lados opuestos de la cama y se daban la espalda. Sara no pudo evitar pensar en todo lo que había pasado, con su tía, con Montoya, Nelson y Quique. Le parecía imposible y comenzó a llorar en silencio. Lucas se metió en el baño de la habitación, abrió el grifo de la ducha y se metió dentro. El agua comenzó a resbalar por su cuerpo, Lucas cerró los ojos y recordó las palabras de Aitor: “Yo creo que tú no tienes ni puta idea de lo que quiere Sara” “¿Te ha dicho Sara que quiere un chalet, que quiere un todoterreno, que quiere organizar cenas todos los sábados por la noche?” Esas palabras resonaban en su cabeza. “¿Será verdad que no sé lo que quiere?” pensó. “¿Y si no soy capaz de hacerla feliz?” La rabia lo consumía por dentro: “Yo he hecho lo mismo que hiciste tú” recordó las palabras de Aitor. Se sentía engañado y humillado por todo el mundo. Él le había jurado amor eterno a Sara delante de Dios, se había casado con ella, y sin embargo, había quedado como el malo que había dejado tirado a Sara, cuando había sido ella la que le había pedido que se fuera, y todo el mundo la apoyó a estar con Aitor. “¿Por qué?” pensó y dio un puñetazo a la pared para desahogar su rabia. “¿Y si es verdad que no soy lo suficientemente bueno para ella?” “¿Y si todos tenían razón?” Cerró los ojos y recordó su primer año de casado, cada despertar a su lado, cada beso, recordaba su primera noche de casados en la misma cama, y despertar y verla desnuda y perfecta a su lado. Estaba tan ensimismado en sus pensamientos que no escuchó abrirse la puerta del baño. Sara se coló en su ducha, le acarició la espalda suavemente y Lucas se sobresaltó y se dio la vuelta y la vio, indefensa, completamente destrozada y ella se tiró a sus brazos y rompió a llorar desconsolada.
#21
27/04/2013 07:15
Una vez más, gracias!! Y como siempre, quiero seguir leyendo :-)
#22
29/04/2013 21:39
Sara se echó sobre la cama completamente extasiada de placer y se quedó dormida, Lucas, todavía boca arriba, se quedó despierto, todavía respirando agitadamente y pensando en lo maravilloso de aquel momento, se giró para observarla a su lado, preciosa y dormida como una niña pequeña. Se atrevió a deslizar suavemente su mano sobre su cara y suspirar. Después se levantó, se puso el pantalón gris del pijama y se fue a la cocina, era casi la hora de comer y Lucas decidió preparar algo para almorzar. Abrió la nevera y sacó cuatro huevos. Mientras Sara se revolvió en la cama y al no notar a Lucas a su lado, se despertó. Estaba feliz, no cabía en sí, se puso la camiseta de Lucas y salió de la habitación. Se lo encontró en la cocina, sin camiseta y guapísimo:
- Pero bueno… ¿qué pasa, que en la CIA te han enseñado a cocinar? –dijo agarrándolo por la cintura y dándole un beso en la espalda.
- He aprendido muchas cosas… ¿eh? Por ejemplo, ya sé hacer huevos con puntillitas.
- ¿Sí? –dijo pícara besándole el cuello- Pues lo mismo me lo tienes que demostrar.
- ¿Si no? Yo pensaba que te lo acababa de dejar más que claro…
- No… todavía no… Yo necesito muchas más demostraciones…
- ¿Sí no? Bueno… empecemos por el almuerzo…
Después de almorzar Sara se atrincheró en el dormitorio revolviendo ropa a diestro y siniestro. Lucas había recibido una llamada del CNI y tuvo que ir prometiendo a Sara que estaría de vuelta a las nueve para ir a cenar. Sara estaba llena de ilusión, lo que había pasado por la mañana entre ellos lo consideraba un gran avance. Lucas, aunque no pudo evitar que su cabeza pensara en Sara y Aitor mientras estaba con ella, también lo consideraba un gran paso. Sara quería deslumbrar a Lucas, quería que se le cayera la baba nada más verla, quería sentirlo vibrar cuando ella pasara por su lado. Sara escogió un vestido negro, palabra de honor, corto y brillante que reafirmaba su perfecta figura. También se puso unos taconazos negros brillantes y se maquilló muy discretamente. Mientras estaba en el baño, maquillándose en ropa interior, Lucas llegó. Entró en la habitación y la vio preciosa, concentrada en su maquillaje, mirándose al espejo.
- Pero bueno… ¿qué pasa, que en la CIA te han enseñado a cocinar? –dijo agarrándolo por la cintura y dándole un beso en la espalda.
- He aprendido muchas cosas… ¿eh? Por ejemplo, ya sé hacer huevos con puntillitas.
- ¿Sí? –dijo pícara besándole el cuello- Pues lo mismo me lo tienes que demostrar.
- ¿Si no? Yo pensaba que te lo acababa de dejar más que claro…
- No… todavía no… Yo necesito muchas más demostraciones…
- ¿Sí no? Bueno… empecemos por el almuerzo…
Después de almorzar Sara se atrincheró en el dormitorio revolviendo ropa a diestro y siniestro. Lucas había recibido una llamada del CNI y tuvo que ir prometiendo a Sara que estaría de vuelta a las nueve para ir a cenar. Sara estaba llena de ilusión, lo que había pasado por la mañana entre ellos lo consideraba un gran avance. Lucas, aunque no pudo evitar que su cabeza pensara en Sara y Aitor mientras estaba con ella, también lo consideraba un gran paso. Sara quería deslumbrar a Lucas, quería que se le cayera la baba nada más verla, quería sentirlo vibrar cuando ella pasara por su lado. Sara escogió un vestido negro, palabra de honor, corto y brillante que reafirmaba su perfecta figura. También se puso unos taconazos negros brillantes y se maquilló muy discretamente. Mientras estaba en el baño, maquillándose en ropa interior, Lucas llegó. Entró en la habitación y la vio preciosa, concentrada en su maquillaje, mirándose al espejo.
#23
29/04/2013 21:40
- Sara, tengo una noticia que darte.
Sara dejó de maquillarse y miró a Lucas, que estaba sentado en la cama, con preocupación.
- ¿Qué pasa? ¿Es algo malo?
- No… no te preocupes, me han llamado del CNI porque me han destinado a San Antonio.
- ¿¡En serio!? –sonrió.
- Sí –asintió- Así que vamos a estar muy cerquita todos los días… -dijo acercándose a su boca.
- ¿Qué pasa, señor agente del CNI? ¿Piensa usted escabullirse a los vestuarios?
- A los vestuarios, al montacargas, a la briffing… donde sea para estar con usted, señorita becaria.
- Señora, agente, señora… ¿Sabe? No creo que a mi marido le haga mucha gracia que se escabulla usted conmigo… -le dio un pico.
- Su marido dice, ¿no? Bueno… con meterlo en el calabozo hay de sobra… que usted es solo para mí, becaria… -la agarró por la cintura.
- Soy solo suya, agente –le susurró al oído.
- Ah, joder, repítelo…
- Soy solo tuya, solo tuya…
Antes de que Sara pudiera repetirlo una tercera vez Lucas le estaba arrancando la ropa interior. Y solo unas horas más tarde de haberse entregado el uno al otro, ya lo estaba haciendo de nuevo. Sara quedó desnuda sobre el pecho de Lucas que todavía respiraba agitadamente.
- ¿Y cuándo dice que vuelve su marido?
- Verá, agente, resulta que mi marido no va a volver…
Lucas arqueó una ceja:
- ¿Ah, no?
- No, porque yo en un arrebato le he pegado un tiro y lo he matado, así que tiene usted que detenerme porque soy una asesina muy peligrosa.
- ¿Lo ha matado, dice usted, no? Bueno, entonces tendré que retenerla en la cárcel de mis brazos y condenarla a cadena perpetua.
- Esa cárcel me gusta… -lo besó- Quiero estar en ella toda la vida. ¿Sabe, agente? Mi marido me había prometido llevarme a cenar esta noche…
- No me diga, becaria, que descortés su marido que se muere sin cumplir su promesa. En fin, tendré que cumplir la promesa de su marido, aunque yo creo que ya me la he cenado a usted enterita... Anda, vístase, becaria, que no está bonito ir provocando a los superiores.
- ¿Disculpe? Es usted el que va provocando por ahí con ese cuerpo que tiene, seduciendo a jovencitas como yo que nos sentimos atraídas por su experiencia…
- Señorita, ¿me está usted llamando viejo verde?
- Yo no he mencionado esas palabras en ningún momento… -se levantó de la cama- Pero digo, igual a usted le van las colegialas, no sé… -abrió el armario y comenzó a buscar algo.
Sara dejó de maquillarse y miró a Lucas, que estaba sentado en la cama, con preocupación.
- ¿Qué pasa? ¿Es algo malo?
- No… no te preocupes, me han llamado del CNI porque me han destinado a San Antonio.
- ¿¡En serio!? –sonrió.
- Sí –asintió- Así que vamos a estar muy cerquita todos los días… -dijo acercándose a su boca.
- ¿Qué pasa, señor agente del CNI? ¿Piensa usted escabullirse a los vestuarios?
- A los vestuarios, al montacargas, a la briffing… donde sea para estar con usted, señorita becaria.
- Señora, agente, señora… ¿Sabe? No creo que a mi marido le haga mucha gracia que se escabulla usted conmigo… -le dio un pico.
- Su marido dice, ¿no? Bueno… con meterlo en el calabozo hay de sobra… que usted es solo para mí, becaria… -la agarró por la cintura.
- Soy solo suya, agente –le susurró al oído.
- Ah, joder, repítelo…
- Soy solo tuya, solo tuya…
Antes de que Sara pudiera repetirlo una tercera vez Lucas le estaba arrancando la ropa interior. Y solo unas horas más tarde de haberse entregado el uno al otro, ya lo estaba haciendo de nuevo. Sara quedó desnuda sobre el pecho de Lucas que todavía respiraba agitadamente.
- ¿Y cuándo dice que vuelve su marido?
- Verá, agente, resulta que mi marido no va a volver…
Lucas arqueó una ceja:
- ¿Ah, no?
- No, porque yo en un arrebato le he pegado un tiro y lo he matado, así que tiene usted que detenerme porque soy una asesina muy peligrosa.
- ¿Lo ha matado, dice usted, no? Bueno, entonces tendré que retenerla en la cárcel de mis brazos y condenarla a cadena perpetua.
- Esa cárcel me gusta… -lo besó- Quiero estar en ella toda la vida. ¿Sabe, agente? Mi marido me había prometido llevarme a cenar esta noche…
- No me diga, becaria, que descortés su marido que se muere sin cumplir su promesa. En fin, tendré que cumplir la promesa de su marido, aunque yo creo que ya me la he cenado a usted enterita... Anda, vístase, becaria, que no está bonito ir provocando a los superiores.
- ¿Disculpe? Es usted el que va provocando por ahí con ese cuerpo que tiene, seduciendo a jovencitas como yo que nos sentimos atraídas por su experiencia…
- Señorita, ¿me está usted llamando viejo verde?
- Yo no he mencionado esas palabras en ningún momento… -se levantó de la cama- Pero digo, igual a usted le van las colegialas, no sé… -abrió el armario y comenzó a buscar algo.
#24
29/04/2013 21:41
Sara sacó la camisa blanca y la falda a cuadros de su uniforme de colegiala:
- ¿No, tito? –preguntó mostrando el uniforme.
- ¡Nooooooooo, eso otra vez nooooooo! –gritó echándose sobre la almohada.
Sara rio divertida:
- Yo creo que ya no me entra, he engordado, ¿sabes?
- ¿Sí, no? ¿Cuánto has engordado tú? –se levantó de la cama- ¿Medio gramo?
- Que sí, mira –se puso la camisa- ¿Lo ves? No cierra…
- Anda, deja de hacer el tonto y vístete… -dijo entrando en el baño.
Lucas la llevó a un restaurante con espectáculo incluido. Eran canciones lentas y muchas parejas aprovechaban para bailar. Lucas estuvo encantador toda la cena y después por supuesto, le demostró que sabía bailar y de qué manera.
- ¿No, tito? –preguntó mostrando el uniforme.
- ¡Nooooooooo, eso otra vez nooooooo! –gritó echándose sobre la almohada.
Sara rio divertida:
- Yo creo que ya no me entra, he engordado, ¿sabes?
- ¿Sí, no? ¿Cuánto has engordado tú? –se levantó de la cama- ¿Medio gramo?
- Que sí, mira –se puso la camisa- ¿Lo ves? No cierra…
- Anda, deja de hacer el tonto y vístete… -dijo entrando en el baño.
Lucas la llevó a un restaurante con espectáculo incluido. Eran canciones lentas y muchas parejas aprovechaban para bailar. Lucas estuvo encantador toda la cena y después por supuesto, le demostró que sabía bailar y de qué manera.
#25
29/04/2013 21:50
Hola Lanena.... 
me gusta mucho.... 
me gusta mucho....
#26
01/05/2013 06:28
Gracias!! Muy bueno!!
#27
01/05/2013 16:23
Olee la novela de mi niiñaa =) como siiempre increible un besooo wapiisiima (LL..
#28
04/05/2013 22:38
Así los días iban pasando y Sara y Lucas parecían haber superado todo lo que había pasado. Estaban reviviendo los inicios de su matrimonio, hasta que tocó volver a la rutina. Sara y Lucas llegaron el lunes por la mañana a comisaría.
- Chicos, reunión en cinco minutos en la briffing –dijo Curtis.
Todos subieron a la briffing, una vez allí Don Lorenzo habló.
- Bueno, chicos, bienvenidos a todos. Es hora de volver a la rutina. Espero que… todos os hayáis medio recuperado porque… la cosa viene pegando fuerte. Bueno, en primer lugar, deciros que tenemos nuevos compañeros. Tenemos a Reyes –dijo presentándola- la nueva jefa de personal, y Lis, Amaia, Goyo y Daniel que son los nuevos becarios, y a Decker, el nuevo forense… También sabéis que como agente del CNI tenemos a Lucas, que seguirá colaborando con San Antonio y el CNI nos envía a una agente en prácticas para que Lucas sea su tutor, se llama Cristina Salamanca y estará de prácticas seis meses con nosotros. Llegará mañana así que Lucas encárgate de ella.
Lucas asintió:
- ¿Cristina Salamanca? –susurró Sara- ¿De qué me suena a mí ese nombre?
- No se me ponga ahora celosa, becaria… -susurró Lucas.
- No es eso, tonto… es que me suena el nombre, ¿Cristina Salamanca? ¿Cristina Salamanca? ¡Ah, sí! Fue compañera mía en el instituto…
- Ni idea… -dijo Lucas- Yo no la conozco.
- Bueno –dijo Don Lorenzo- el CNI nos ha mandado información reciente acerca del Gordo.
Todos escucharon muy atentamente:
- Parece que el Gordo esconde su guarida aquí, en Madrid y está reorganizando su familia para volver a Italia y seguir matando... Los últimos soplos apuntan a tres lugares: el primero apunta a una casa chalet en El Bosque, el segundo a un piso en El Pinar y por último, una casa chalet en Boadilla del Monte. Povedilla y Curtis, iréis a El Bosque; Mariano y Paco iréis El Pinar y Fernández, Rita y Sara iréis a Boadilla del Monte. Quiero que hagáis registros de entrada y de salida…
Así todos se dispusieron a ir a sus respectivos lugares. Sara, Lucas y Rita se encontraban en el coche K apuntando registros de entrada y salida.
- Apunta –dijo Lucas-Varón, pelirrojo, mediana edad. 11:20 de la mañana.
- Lo tengo –dijo Sara.
- Me parece a mí que por aquí no va a aparecer ni el tato… -dijo Rita.
- Eso mismo pienso yo –dijo Lucas- ¿No tenéis hambre? –preguntó.
- Sí –dijo Rita- Mucha… si es que es la hora de la comida a media mañana… Puedo ir a comprar unos bocadillos…
- Bueno, vamos a esperar un poco –dijo Sara.
- Claro, como tú estás con tus engordes y tus cosas… -dijo Lucas vacilón.
- ¡Es que es verdad que he engordado!
- Que sí, que sí, que sí…
- ¡Uy, pues a ver si vas a estar embarazada Sarita!
Lucas arqueó una ceja:
- ¡Anda ya, Rita! ¿Cómo voy a estar embarazada?
- Uy, pues estándolo. ¿O es que quieres que te lo explique?
Lucas soltó una carcajada:
- ¡Que no, Rita, que no!
- Anda, ¿pues no estáis casados? Sería lo más normal del mundo…
- Bueno, pero hay precauciones y cosas… en fin… -dijo Lucas.
- Ay, pero eso nunca se sabe, mira Lucas, que mi Joselu con sus torpezas siempre se lo quería poner y para cuando acordaba, catapún se le olvidaba y mira lo que nos pasó… Pero que bueno, voy a comprar los bocadillos… -salió del coche.
Sara se quedó un momento pensativa:
- Oye, Lucas, ahora que Rita ha dicho eso… Tú… ya sabes… ¿el…? ¿últimamente?
- Chicos, reunión en cinco minutos en la briffing –dijo Curtis.
Todos subieron a la briffing, una vez allí Don Lorenzo habló.
- Bueno, chicos, bienvenidos a todos. Es hora de volver a la rutina. Espero que… todos os hayáis medio recuperado porque… la cosa viene pegando fuerte. Bueno, en primer lugar, deciros que tenemos nuevos compañeros. Tenemos a Reyes –dijo presentándola- la nueva jefa de personal, y Lis, Amaia, Goyo y Daniel que son los nuevos becarios, y a Decker, el nuevo forense… También sabéis que como agente del CNI tenemos a Lucas, que seguirá colaborando con San Antonio y el CNI nos envía a una agente en prácticas para que Lucas sea su tutor, se llama Cristina Salamanca y estará de prácticas seis meses con nosotros. Llegará mañana así que Lucas encárgate de ella.
Lucas asintió:
- ¿Cristina Salamanca? –susurró Sara- ¿De qué me suena a mí ese nombre?
- No se me ponga ahora celosa, becaria… -susurró Lucas.
- No es eso, tonto… es que me suena el nombre, ¿Cristina Salamanca? ¿Cristina Salamanca? ¡Ah, sí! Fue compañera mía en el instituto…
- Ni idea… -dijo Lucas- Yo no la conozco.
- Bueno –dijo Don Lorenzo- el CNI nos ha mandado información reciente acerca del Gordo.
Todos escucharon muy atentamente:
- Parece que el Gordo esconde su guarida aquí, en Madrid y está reorganizando su familia para volver a Italia y seguir matando... Los últimos soplos apuntan a tres lugares: el primero apunta a una casa chalet en El Bosque, el segundo a un piso en El Pinar y por último, una casa chalet en Boadilla del Monte. Povedilla y Curtis, iréis a El Bosque; Mariano y Paco iréis El Pinar y Fernández, Rita y Sara iréis a Boadilla del Monte. Quiero que hagáis registros de entrada y de salida…
Así todos se dispusieron a ir a sus respectivos lugares. Sara, Lucas y Rita se encontraban en el coche K apuntando registros de entrada y salida.
- Apunta –dijo Lucas-Varón, pelirrojo, mediana edad. 11:20 de la mañana.
- Lo tengo –dijo Sara.
- Me parece a mí que por aquí no va a aparecer ni el tato… -dijo Rita.
- Eso mismo pienso yo –dijo Lucas- ¿No tenéis hambre? –preguntó.
- Sí –dijo Rita- Mucha… si es que es la hora de la comida a media mañana… Puedo ir a comprar unos bocadillos…
- Bueno, vamos a esperar un poco –dijo Sara.
- Claro, como tú estás con tus engordes y tus cosas… -dijo Lucas vacilón.
- ¡Es que es verdad que he engordado!
- Que sí, que sí, que sí…
- ¡Uy, pues a ver si vas a estar embarazada Sarita!
Lucas arqueó una ceja:
- ¡Anda ya, Rita! ¿Cómo voy a estar embarazada?
- Uy, pues estándolo. ¿O es que quieres que te lo explique?
Lucas soltó una carcajada:
- ¡Que no, Rita, que no!
- Anda, ¿pues no estáis casados? Sería lo más normal del mundo…
- Bueno, pero hay precauciones y cosas… en fin… -dijo Lucas.
- Ay, pero eso nunca se sabe, mira Lucas, que mi Joselu con sus torpezas siempre se lo quería poner y para cuando acordaba, catapún se le olvidaba y mira lo que nos pasó… Pero que bueno, voy a comprar los bocadillos… -salió del coche.
Sara se quedó un momento pensativa:
- Oye, Lucas, ahora que Rita ha dicho eso… Tú… ya sabes… ¿el…? ¿últimamente?
#29
04/05/2013 22:39
- Es que eso te iba a decir, que con la prisa y el calentón…
Ambos se quedaron serios un momento:
- No, no creo Lucas… porque si no tendría síntomas y otras cosas y no noto nada…
- Pues eso, que no…
- No, vamos, no, no puede ser.
- ¡Ya estoy aquí! –dijo Rita cortando la conversación- ¿Qué os pasa que tenéis esa cara de mustios?
Así pasó el día y llegó la noche. Sara y Lucas llegaron a casa muy cansados y apenas cenaron nada, así que se fueron directamente a la cama. Sara no podía conciliar el sueño, todavía recordaba las palabras de Rita, ¿y si era verdad y estaba embarazada? “No, eso no puede ser…” pensó “Lucas y yo apenas nos estamos recuperando de lo de Aitor… no es el momento adecuado… Pero, ¿y si lo estoy?” Sara cerró los ojos y se quedó dormida. Aquel sueño de ella y Lucas jugando con un bebé en la cama se repitió. En Lucas también habían hecho mella las palabra de Rita: “Un bebé… No, yo no estoy preparado para eso…” pensó con la mano sobre la tripa de Sara “Pero… ¿y si está embarazada? ¿Entonces qué? Un niño… yo con ella… Joder, que eso llora por las noches… y que yo no estoy preparado para ser padre, no, no, no, Lucas, no.” Lucas se quedó dormido y soñó con un campo desierto y escarpado, allí en mitad había una mujer que acababa de dar a luz, desangrada y con un bebé muerto entre los brazos, Lucas miró la cara de la mujer, era Sara. Se despertó sobresaltado. Él respiraba agitadamente y estaba sudando, se levantó para echarse un poco de agua en la cara y se miró al espejo: “¿Tú, padre?” pensó. “Pero si no soy capaz de cuidar bien de Sara, ¿cómo voy a cuidar un niño?”
Ambos se quedaron serios un momento:
- No, no creo Lucas… porque si no tendría síntomas y otras cosas y no noto nada…
- Pues eso, que no…
- No, vamos, no, no puede ser.
- ¡Ya estoy aquí! –dijo Rita cortando la conversación- ¿Qué os pasa que tenéis esa cara de mustios?
Así pasó el día y llegó la noche. Sara y Lucas llegaron a casa muy cansados y apenas cenaron nada, así que se fueron directamente a la cama. Sara no podía conciliar el sueño, todavía recordaba las palabras de Rita, ¿y si era verdad y estaba embarazada? “No, eso no puede ser…” pensó “Lucas y yo apenas nos estamos recuperando de lo de Aitor… no es el momento adecuado… Pero, ¿y si lo estoy?” Sara cerró los ojos y se quedó dormida. Aquel sueño de ella y Lucas jugando con un bebé en la cama se repitió. En Lucas también habían hecho mella las palabra de Rita: “Un bebé… No, yo no estoy preparado para eso…” pensó con la mano sobre la tripa de Sara “Pero… ¿y si está embarazada? ¿Entonces qué? Un niño… yo con ella… Joder, que eso llora por las noches… y que yo no estoy preparado para ser padre, no, no, no, Lucas, no.” Lucas se quedó dormido y soñó con un campo desierto y escarpado, allí en mitad había una mujer que acababa de dar a luz, desangrada y con un bebé muerto entre los brazos, Lucas miró la cara de la mujer, era Sara. Se despertó sobresaltado. Él respiraba agitadamente y estaba sudando, se levantó para echarse un poco de agua en la cara y se miró al espejo: “¿Tú, padre?” pensó. “Pero si no soy capaz de cuidar bien de Sara, ¿cómo voy a cuidar un niño?”
#30
05/05/2013 18:54
Hola Lanena.... es muy interesante....un bebé....muy bueno capitulo....
es muy interesante....un bebé....muy bueno capitulo....
#31
08/05/2013 05:57
Sigue con la historia!!
Gracias!!
Gracias!!
#32
08/05/2013 21:30
Lucas volvió a la cama y aunque le costó volver a conciliar el sueño, lo consiguió. Cuando amaneció, Sara y él fueron a comisaría. Sara fue con Rita al despacho de Don Lorenzo a entregar el registro de las entradas y salidas hechas el día anterior. Salgado abordó a Lucas cuando entró por la puerta:
- Fernández, esta es la nueva becaria del CNI –dijo con Cristina a su lado.
- Hola –dijo Cris.
- Hola –dijo Lucas- Yo soy Lucas.
Cristina sonrió. Cristina era una chica rubia, de pelo liso con los ojos azules. Debía medir 1,80 y llevaba una camiseta de tirantes gris con bordados rojos y unos pantalones cortos, grises con un cinturón de un lazo rojo. Era muy guapa, a cualquier hombre podría gustarle.
- Fernández, tendrá que llevarla a todas las intervenciones que haga, a todos los operativos y tendrá que enseñarle todos los trámites que se hacen en el CNI.
- Vale.
Salgado se fue.
- Bueno, Cristina…
- Cris… -le interrumpió ella.
- Bueno, Cris. Como te he dicho, soy Lucas y estoy aquí para entrenarte, no va a ser fácil. Lo sabes, ¿no?
- Estoy preparada.
- ¿Cómo has llegado al CNI?
- Bueno, he ascendido muy rápido en el cuerpo… llegué a inspectora seis meses después de ingresar por no parar de resolver casos importantes… A mí me gusta el riesgo…
- Bueno, a veces hay que arriesgar, Cris, pero no siempre se gana. ¿Eres consciente de ello?
- Ya, pero bueno… Si usted no hubiera arriesgado… no habría detenido al kaisser.
- Vale… veo que estás bien informada de mí… A mí no me salió del todo bien arriesgar… pero bueno… Y otra cosa, no me hables de usted, tampoco soy tan viejo.
- Vale –sonrió- Bueno, ¿qué vamos a hacer hoy?
- ¡Lucas! –se oyó la voz de Sara- Mi abuelo dice que tenemos que volver a vigilar el edificio de ayer… ¡Cris! –gritó fijándose en ella.
- ¡No puede ser! ¡Sara! –se dieron un abrazo- ¡Cuánto tiempo! No sabía que eras policía.
- Sí, bueno no soy agente del CNI como tú pero soy policía. Bueno, tenemos que irnos…
- Bueno, Cris, empieza la acción –dijo Lucas.
- Fernández, esta es la nueva becaria del CNI –dijo con Cristina a su lado.
- Hola –dijo Cris.
- Hola –dijo Lucas- Yo soy Lucas.
Cristina sonrió. Cristina era una chica rubia, de pelo liso con los ojos azules. Debía medir 1,80 y llevaba una camiseta de tirantes gris con bordados rojos y unos pantalones cortos, grises con un cinturón de un lazo rojo. Era muy guapa, a cualquier hombre podría gustarle.
- Fernández, tendrá que llevarla a todas las intervenciones que haga, a todos los operativos y tendrá que enseñarle todos los trámites que se hacen en el CNI.
- Vale.
Salgado se fue.
- Bueno, Cristina…
- Cris… -le interrumpió ella.
- Bueno, Cris. Como te he dicho, soy Lucas y estoy aquí para entrenarte, no va a ser fácil. Lo sabes, ¿no?
- Estoy preparada.
- ¿Cómo has llegado al CNI?
- Bueno, he ascendido muy rápido en el cuerpo… llegué a inspectora seis meses después de ingresar por no parar de resolver casos importantes… A mí me gusta el riesgo…
- Bueno, a veces hay que arriesgar, Cris, pero no siempre se gana. ¿Eres consciente de ello?
- Ya, pero bueno… Si usted no hubiera arriesgado… no habría detenido al kaisser.
- Vale… veo que estás bien informada de mí… A mí no me salió del todo bien arriesgar… pero bueno… Y otra cosa, no me hables de usted, tampoco soy tan viejo.
- Vale –sonrió- Bueno, ¿qué vamos a hacer hoy?
- ¡Lucas! –se oyó la voz de Sara- Mi abuelo dice que tenemos que volver a vigilar el edificio de ayer… ¡Cris! –gritó fijándose en ella.
- ¡No puede ser! ¡Sara! –se dieron un abrazo- ¡Cuánto tiempo! No sabía que eras policía.
- Sí, bueno no soy agente del CNI como tú pero soy policía. Bueno, tenemos que irnos…
- Bueno, Cris, empieza la acción –dijo Lucas.
#33
08/05/2013 21:38
De nuevo estaban en el coche K, esta vez Lucas, Sara, Rita y Cris.
- Pues en el instituto, Sara no paraba de hablar de ti –dijo Cris- Tía es que Lucas es tan guapo, está tan bueno, besa tan bien. ¡No paraba de hablar de ti! ¡No veas qué suplicio! ¡Me contaba todo lo que hacíais!
- ¿Todo, todo? –dijo Lucas.
- Todo, todo, no –dijo Sara.
- No quiso soltar prenda de vuestra primera vez.
- Uy, pues porque esas cosas no se cuentan –dijo Rita.
- Yo si quieres te la cuento… -dijo Lucas.
- ¡Tú te callas la boca! –dijo Sara.
- Verás, Cris… Sarita estaba cagada…
- ¡Lucas!
- Y entonces yo le quité el…
- ¡Lucas! ¡Que te calles!
- Vaaaale… -rio divertido.
- ¿Y qué ha sido de vosotros? –preguntó Cris.
- ¿Ves esto? –dijo Lucas mostrando su alianza- Significa que estoy atado a ella de por vida.
- Lo dices como si fuera una tortura… -dijo Sara algo molesta.
- ¿Qué dices, tonta?
- Nada, voy a ir a comprar algo para comer… -salió del coche.
- Creo que se ha enfadado… -dijo Rita.
Lucas salió del coche y aceleró el paso para alcanzar a Sara.
- Ey, rubia, ¿qué te pasa? –la agarró por el brazo.
- Ya te he dicho que nada, Lucas, vuelve al coche que parece que has hecho muy buenas migas con Cris…
- ¿Estás celosa? –sonrió- ¿Qué es porque le quería contar lo de nuestra primera vez?
- Pues en el instituto, Sara no paraba de hablar de ti –dijo Cris- Tía es que Lucas es tan guapo, está tan bueno, besa tan bien. ¡No paraba de hablar de ti! ¡No veas qué suplicio! ¡Me contaba todo lo que hacíais!
- ¿Todo, todo? –dijo Lucas.
- Todo, todo, no –dijo Sara.
- No quiso soltar prenda de vuestra primera vez.
- Uy, pues porque esas cosas no se cuentan –dijo Rita.
- Yo si quieres te la cuento… -dijo Lucas.
- ¡Tú te callas la boca! –dijo Sara.
- Verás, Cris… Sarita estaba cagada…
- ¡Lucas!
- Y entonces yo le quité el…
- ¡Lucas! ¡Que te calles!
- Vaaaale… -rio divertido.
- ¿Y qué ha sido de vosotros? –preguntó Cris.
- ¿Ves esto? –dijo Lucas mostrando su alianza- Significa que estoy atado a ella de por vida.
- Lo dices como si fuera una tortura… -dijo Sara algo molesta.
- ¿Qué dices, tonta?
- Nada, voy a ir a comprar algo para comer… -salió del coche.
- Creo que se ha enfadado… -dijo Rita.
Lucas salió del coche y aceleró el paso para alcanzar a Sara.
- Ey, rubia, ¿qué te pasa? –la agarró por el brazo.
- Ya te he dicho que nada, Lucas, vuelve al coche que parece que has hecho muy buenas migas con Cris…
- ¿Estás celosa? –sonrió- ¿Qué es porque le quería contar lo de nuestra primera vez?
#34
08/05/2013 21:43
Sara lo miró seria:
- Cariño, yo jamás sería capaz de contarle eso a nadie… Ese momento es solo nuestro… -la atrajo hacia su cuerpo.
Sara se acercó a sus labios y lo besó:
- Jamás olvidaré ese día –sonrió.
- Parece que ya se han arreglado –dijo Rita en el coche.
Cris guardó silencio. Sara y Lucas volvieron al coche.
- Oye, Cris, ¿quieres venir a cenar a casa esta noche? –preguntó Sara.
- Sí, vale.
Cuando volvieron a comisaría, Lucas fue a llevarle los informes a Don Lorenzo y Sara y Cris fueron a casa porque Lucas dijo que tardaría un buen rato, ya que tenía que mantener al tanto a Salgado de los avances en la búsqueda del Gordo.
- Tenéis una casa preciosa –dijo Cris- Lucas debe ganar mucho dinero…
- Preferiría no tener esta casa… -dijo Sara.
- ¿Qué dices, Sara?
- Verás, Cris… Lucas y yo solo hace año y medio que estamos casados… Hace unos meses, Lucas se fue a un curso a Carolina del Sur para convertirse en agente del CNI y yo me quedé sola en Madrid. En ese tiempo, yo me acerqué mucho a Aitor…
- ¿Aitor? ¿El chico con el que estuviste después de Lucas?
- Sí… y…
- ¿Le fuiste infiel?
Sara bajó la mirada avergonzada:
- Cariño, yo jamás sería capaz de contarle eso a nadie… Ese momento es solo nuestro… -la atrajo hacia su cuerpo.
Sara se acercó a sus labios y lo besó:
- Jamás olvidaré ese día –sonrió.
- Parece que ya se han arreglado –dijo Rita en el coche.
Cris guardó silencio. Sara y Lucas volvieron al coche.
- Oye, Cris, ¿quieres venir a cenar a casa esta noche? –preguntó Sara.
- Sí, vale.
Cuando volvieron a comisaría, Lucas fue a llevarle los informes a Don Lorenzo y Sara y Cris fueron a casa porque Lucas dijo que tardaría un buen rato, ya que tenía que mantener al tanto a Salgado de los avances en la búsqueda del Gordo.
- Tenéis una casa preciosa –dijo Cris- Lucas debe ganar mucho dinero…
- Preferiría no tener esta casa… -dijo Sara.
- ¿Qué dices, Sara?
- Verás, Cris… Lucas y yo solo hace año y medio que estamos casados… Hace unos meses, Lucas se fue a un curso a Carolina del Sur para convertirse en agente del CNI y yo me quedé sola en Madrid. En ese tiempo, yo me acerqué mucho a Aitor…
- ¿Aitor? ¿El chico con el que estuviste después de Lucas?
- Sí… y…
- ¿Le fuiste infiel?
Sara bajó la mirada avergonzada:
#35
08/05/2013 21:52
hola Lanena.... es muy bueno....
tan bueno cosa de nuevo leer de Sara y Lucas....
es muy bueno.... tan bueno cosa de nuevo leer de Sara y Lucas....
#36
08/05/2013 22:05
- Sí… Hace unas semanas, cuando volvió Lucas… yo lo elegí a él… pero aún así… siento que nuestro amor está resentido, no es el mismo que hace años… Y estamos intentando recuperarnos porque ambos nos queremos…
- Ya… -dijo Cris.
“¡Pero si esto me viene de perlas a mí!” pensó Cris “Siempre has sido una guarra, Sara… pero bueno… No te mereces el hombre que tienes… Pero yo sí… Es que Lucas… Lo que tiene que ser ese hombre en la cama… Con ese cuerpazo que tiene… Me lo follaba entero… Es un desperdicio que esté con alguien como Sara… Parece una niña, no puede darle lo que yo…”. Se oyó el ruido de la puerta, era Lucas.
- Hola –dijo al entrar en el salón.
- Hola, cariño –dijo Sara y le dio un beso ante la mirada de Cris.
- Vale… voy preparando la cena.
Lucas se metió en la habitación y Sara y Cris a la cocina.
- ¿Quieres que te ayude? –preguntó Cris.
- Sí, porfa. Ve cortando esas verduras.
Cris empezó a cortar las verduras.
- ¡Ay! –gritó de pronto.
- ¿Qué te ha pasado?-preguntó Sara.
- Me he cortado...
- Vaya… Bueno… hay un botiquín en el baño de este pasillo –señaló.
- Vale… voy a curarme.
Cris comenzó a caminar por el pasillo, la puerta de la habitación de Sara y Lucas estaba entreabierta y Cris se quedó mirando su interior. Lucas estaba con una toalla por la cintura sacando la ropa del armario. Cris se dio cuenta de que también había un baño en la habitación de Sara y Lucas, así que decidió hacer la del descuido. Entró en la habitación.
- Uy, perdón –dijo mientras se quedaba embobada con el torso desnudo de Lucas- Estaba buscando el baño… es que me he cortado y necesito un botiquín…
- No importa, puedes usar este, yo ya he terminado –sonrió.
Lucas ya tenía puesto el pantalón, solo le faltaba la camiseta. “Qué guapo es…” pensó Cris “La que te daba yo a ti, moreno… hacía que se te olvidara Sarita de un plumazo…” Cris entró en el baño y cerró la puerta. En el baño estaba todavía la ropa sucia de Lucas tirada en el suelo. Cris cogió la camiseta de Lucas y la olió.
- Pero mira qué hueles bien, Luquitas…
Entonces Cris vio los calzoncillos de Lucas y los cogió.
- Menudo lo que tienes que tener aquí guardado… Y que lo tenga que disfrutar Sara con lo que te ha hecho… No sabes lo que yo te puedo dar… Sara es demasiado ansiosa… en el instituto no paraba de hablar de ti y no sabía lo que me ponías ya… Si supieras que me hice policía por ti… para poder conocerte… Y ahora que estoy cerca de ti, voy a arrancarte de los brazos de Sara…
Cris salió del baño y se los encontró besándose apasionadamente en la cocina.
“Pero, ¿cómo coño puede seguir queriéndola? Con lo zorra que es… ¡Puta!”
- Ejem, ejem… -carraspeó Cris.
- Uy –dijo Sara- Perdona, Cris… -risa nerviosa- ¿Por qué no os vais sentando? La cena está casi lista.
La cena transcurrió tranquila y animada. Al finalizar, Sara dijo:
- Oye, Lucas, ¿por qué no acercas a Cris a su casa? Es tarde y no creo que encuentre taxi…
- Vale –dijo Lucas.
“¡Qué tonta eres, Sara! Pero bueno, mejor para mí… Eres para mí solita, hombretón.” Cris se subió al coche con Lucas.
- Oye, Lucas, se os bien muy bien a Sara y a ti… A pesar de lo que os ha pasado.
Lucas miró a Cris:
- Lo siento, Sara me lo ha contado.
- Bueno, lo sabe todo el mundo, era cuestión de tiempo que te enteraras…
- No sé… ¿cómo has sido capaz de perdonar? Yo creo que no sería capaz de hacerlo…
- Bueno… cuando alguien se arrepiente de verdad, de corazón, es bonito saber perdonar…
- ¿Y estás seguro de que Sara se arrepiente de verdad?
- Sí… ¿por?
- Ah, bueno, no sé… Yo si fuera tú no confiaría tanto en ella… Me duele decirte esto porque Sara es mi amiga pero ella siempre ha sido ligera de cascos… y no sé, un día quiere una cosa, otro día quiere otra… Y a lo mejor se arrepiente de haberte escogido…
- Ya hemos llegado –dijo Lucas serio.
- Gracias por traerme –dijo Cris- Hasta mañana.
Lucas volvió a casa, entró en la habitación y la encontró allí, cambiándose.
- ¡Hola! –dijo al verlo, sonriente.
- Hola…
Lucas entró en baño, estaba tenso, las palabras de Cris lo habían hecho pensar. Sara se metió en la cama y Lucas lo hizo unos minutos más tarde, en una esquina, reflexionando.
- Sara…
- Dime, amor.
- ¿Tú te arrepientes de haberme escogido?
- ¡No! ¿Cómo puedes pensar eso?
- Nada, cariño, perdóname… -la abrazó en la cama- Paranoias mías…
Sara estuvo tensa. “¿Por qué me habrá preguntado Lucas eso?” pensó. Lucas cerró los ojos y recordó aquel momento después de la boda cuando Sara lo escogió. “Llévame muy lejos de aquí, por favor” recordó las palabras de Sara.
- Ya… -dijo Cris.
“¡Pero si esto me viene de perlas a mí!” pensó Cris “Siempre has sido una guarra, Sara… pero bueno… No te mereces el hombre que tienes… Pero yo sí… Es que Lucas… Lo que tiene que ser ese hombre en la cama… Con ese cuerpazo que tiene… Me lo follaba entero… Es un desperdicio que esté con alguien como Sara… Parece una niña, no puede darle lo que yo…”. Se oyó el ruido de la puerta, era Lucas.
- Hola –dijo al entrar en el salón.
- Hola, cariño –dijo Sara y le dio un beso ante la mirada de Cris.
- Vale… voy preparando la cena.
Lucas se metió en la habitación y Sara y Cris a la cocina.
- ¿Quieres que te ayude? –preguntó Cris.
- Sí, porfa. Ve cortando esas verduras.
Cris empezó a cortar las verduras.
- ¡Ay! –gritó de pronto.
- ¿Qué te ha pasado?-preguntó Sara.
- Me he cortado...
- Vaya… Bueno… hay un botiquín en el baño de este pasillo –señaló.
- Vale… voy a curarme.
Cris comenzó a caminar por el pasillo, la puerta de la habitación de Sara y Lucas estaba entreabierta y Cris se quedó mirando su interior. Lucas estaba con una toalla por la cintura sacando la ropa del armario. Cris se dio cuenta de que también había un baño en la habitación de Sara y Lucas, así que decidió hacer la del descuido. Entró en la habitación.
- Uy, perdón –dijo mientras se quedaba embobada con el torso desnudo de Lucas- Estaba buscando el baño… es que me he cortado y necesito un botiquín…
- No importa, puedes usar este, yo ya he terminado –sonrió.
Lucas ya tenía puesto el pantalón, solo le faltaba la camiseta. “Qué guapo es…” pensó Cris “La que te daba yo a ti, moreno… hacía que se te olvidara Sarita de un plumazo…” Cris entró en el baño y cerró la puerta. En el baño estaba todavía la ropa sucia de Lucas tirada en el suelo. Cris cogió la camiseta de Lucas y la olió.
- Pero mira qué hueles bien, Luquitas…
Entonces Cris vio los calzoncillos de Lucas y los cogió.
- Menudo lo que tienes que tener aquí guardado… Y que lo tenga que disfrutar Sara con lo que te ha hecho… No sabes lo que yo te puedo dar… Sara es demasiado ansiosa… en el instituto no paraba de hablar de ti y no sabía lo que me ponías ya… Si supieras que me hice policía por ti… para poder conocerte… Y ahora que estoy cerca de ti, voy a arrancarte de los brazos de Sara…
Cris salió del baño y se los encontró besándose apasionadamente en la cocina.
“Pero, ¿cómo coño puede seguir queriéndola? Con lo zorra que es… ¡Puta!”
- Ejem, ejem… -carraspeó Cris.
- Uy –dijo Sara- Perdona, Cris… -risa nerviosa- ¿Por qué no os vais sentando? La cena está casi lista.
La cena transcurrió tranquila y animada. Al finalizar, Sara dijo:
- Oye, Lucas, ¿por qué no acercas a Cris a su casa? Es tarde y no creo que encuentre taxi…
- Vale –dijo Lucas.
“¡Qué tonta eres, Sara! Pero bueno, mejor para mí… Eres para mí solita, hombretón.” Cris se subió al coche con Lucas.
- Oye, Lucas, se os bien muy bien a Sara y a ti… A pesar de lo que os ha pasado.
Lucas miró a Cris:
- Lo siento, Sara me lo ha contado.
- Bueno, lo sabe todo el mundo, era cuestión de tiempo que te enteraras…
- No sé… ¿cómo has sido capaz de perdonar? Yo creo que no sería capaz de hacerlo…
- Bueno… cuando alguien se arrepiente de verdad, de corazón, es bonito saber perdonar…
- ¿Y estás seguro de que Sara se arrepiente de verdad?
- Sí… ¿por?
- Ah, bueno, no sé… Yo si fuera tú no confiaría tanto en ella… Me duele decirte esto porque Sara es mi amiga pero ella siempre ha sido ligera de cascos… y no sé, un día quiere una cosa, otro día quiere otra… Y a lo mejor se arrepiente de haberte escogido…
- Ya hemos llegado –dijo Lucas serio.
- Gracias por traerme –dijo Cris- Hasta mañana.
Lucas volvió a casa, entró en la habitación y la encontró allí, cambiándose.
- ¡Hola! –dijo al verlo, sonriente.
- Hola…
Lucas entró en baño, estaba tenso, las palabras de Cris lo habían hecho pensar. Sara se metió en la cama y Lucas lo hizo unos minutos más tarde, en una esquina, reflexionando.
- Sara…
- Dime, amor.
- ¿Tú te arrepientes de haberme escogido?
- ¡No! ¿Cómo puedes pensar eso?
- Nada, cariño, perdóname… -la abrazó en la cama- Paranoias mías…
Sara estuvo tensa. “¿Por qué me habrá preguntado Lucas eso?” pensó. Lucas cerró los ojos y recordó aquel momento después de la boda cuando Sara lo escogió. “Llévame muy lejos de aquí, por favor” recordó las palabras de Sara.
#37
09/05/2013 20:12
me no simpatico Cris....es la nina mal....
#38
10/05/2013 22:43
Cuando amaneció Lucas se despertó con el ruido de Sara vomitando en el baño. Se levantó rápidamente.
- Sara, ¿estás bien? –preguntó preocupado.
- Sí, debe ser que me ha sentado algo mal de la cena de anoche… -se sentó sobre el váter todavía sudando.
- Será mejor que te quedes hoy en la cama y que vayas al médico…
- Sí… -dijo Sara- Joder, ¡qué mareo!
- ¿Estás mareada? –preguntó Lucas.
- Mucho –dijo Sara.
- Ven aquí –la cogió en brazos y la llevó a la cama.
Lucas se tumbó a su lado un momento hasta que vio que respiraba más tranquila, se dispuso a vestirse.
- ¿Te apetece desayunar algo? –preguntó Lucas.
- No… No me hables de comida, por favor…
- Bueno, yo voy a desayunar y me voy a comisaría. Si necesitas algo, me llamas, ¿vale? ¿Vas a ir al médico?
- Sí, luego…
- Me voy, preciosa… -le dio un beso.
- Adiós, amor.
Lucas llegó a la comisaría y vio a Cris hablando con Aitor. Paco se acercó a él:
- Buenos días, Lucas.
- Buenos días, Paco.
- ¿Y Sara? –preguntó Paco al no ver a su hija.
- Se encontraba mal y se ha quedado en casa.
- ¿Y eso? –preguntó Paco preocupado.
- Nada, se ve que algo le sentó mal anoche y esta mañana ha vomitado… Iba a ir al médico más tarde…
- Bueno, no parece nada grave. Bueno, Don Lorenzo quiere que vigiléis a este tipo y que lo detengáis –le mostró una foto- El que entró ayer en el edificio que estabais vigilando… Dicen que puede formar parte de la banda del Gordo…
- Vale –dijo Lucas mirando la foto- ¿Y Rita? –preguntó.
- Rita tiene el día libre así que estás solo con Cris.
- Vale.
Paco se fue.
- ¡Cris! –gritó.
Cris, que seguía hablando con Aitor, volvió la cabeza.
- Tenemos trabajo –dijo.
- Sara, ¿estás bien? –preguntó preocupado.
- Sí, debe ser que me ha sentado algo mal de la cena de anoche… -se sentó sobre el váter todavía sudando.
- Será mejor que te quedes hoy en la cama y que vayas al médico…
- Sí… -dijo Sara- Joder, ¡qué mareo!
- ¿Estás mareada? –preguntó Lucas.
- Mucho –dijo Sara.
- Ven aquí –la cogió en brazos y la llevó a la cama.
Lucas se tumbó a su lado un momento hasta que vio que respiraba más tranquila, se dispuso a vestirse.
- ¿Te apetece desayunar algo? –preguntó Lucas.
- No… No me hables de comida, por favor…
- Bueno, yo voy a desayunar y me voy a comisaría. Si necesitas algo, me llamas, ¿vale? ¿Vas a ir al médico?
- Sí, luego…
- Me voy, preciosa… -le dio un beso.
- Adiós, amor.
Lucas llegó a la comisaría y vio a Cris hablando con Aitor. Paco se acercó a él:
- Buenos días, Lucas.
- Buenos días, Paco.
- ¿Y Sara? –preguntó Paco al no ver a su hija.
- Se encontraba mal y se ha quedado en casa.
- ¿Y eso? –preguntó Paco preocupado.
- Nada, se ve que algo le sentó mal anoche y esta mañana ha vomitado… Iba a ir al médico más tarde…
- Bueno, no parece nada grave. Bueno, Don Lorenzo quiere que vigiléis a este tipo y que lo detengáis –le mostró una foto- El que entró ayer en el edificio que estabais vigilando… Dicen que puede formar parte de la banda del Gordo…
- Vale –dijo Lucas mirando la foto- ¿Y Rita? –preguntó.
- Rita tiene el día libre así que estás solo con Cris.
- Vale.
Paco se fue.
- ¡Cris! –gritó.
Cris, que seguía hablando con Aitor, volvió la cabeza.
- Tenemos trabajo –dijo.
#39
10/05/2013 22:56
Cris le dirigió una sonrisa a Aitor antes de irse. Después fueron a hacer la vigilancia. Mientras estaban en el coche:
- Parece que has hecho buenas migas con Aitor, ¿no?
- Sí, bueno es… simpático –dijo Cris.
- ¿Simpático?
- Sí… bueno, no es el tipo de chico del que me pueda enamorar… No sé lo que Sara pudo ver en él…
Lucas se miró los pies molesto por el comentario de Cris pero sin embargo, esta no lo retiró:
- Es tan crío… -dijo Cris- Como un niño pequeño… Será por eso que Sara se fijó en él… Sara siempre ha sido muy niña… desde siempre… nunca ha sabido lo que quería y ha jugado con los sentimientos de los demás… Pero bueno –dijo después de haber hecho la jugada perfecta- ¡qué bien que ahora estéis bien!
- Sí, qué bien… -murmuró Lucas.
Entonces sonó el móvil de Lucas. Era un mensaje de Sara. “Estoy solita en la sala de espera del médico “. Lucas sonrió.“¿Y tienes miedo? Mira que los médicos tienen agujas grandotas que pinchan mucho…” contestó Lucas. “Nooooooo, no me digas esoooooooo, agente, venga a protegerme, tengo miedo :S” Lucas iba a contestarle cuando Cris lo abordó.
- Mira, Lucas, ¡es él! –gritó.
- ¿Dónde? –preguntó Lucas.
- ¡Allí! –señaló Cris.
- ¡Hay que detenerlo! –dijo Lucas.
Lucas sacó su Magnum 357 y le quitó el seguro, después salió del coche.
- ¡Quieto, policía!
Él solo se bastó para detener al tipo, Cris solo tuvo que mirar. Entonces Cris se dio cuenta de que a Lucas se le había caído el móvil, Cris lo cogió y empezó a registrarlo. Había fotos de Sara, de ellos dos juntos, incluso de alguna en ropa interior de Sara. “Mírala, si hasta tiene cuerpo de puta…” pensó. Después miró los mensajes, los te quiero que se dedicaban y ardía de rabia por dentro.
- Tú no lo quieres, zorra…
Entonces Lucas entró en el coche con el detenido y Cris se guardó el móvil de Lucas rápidamente.
- Bueno, vamos a comisaría… -dijo Lucas.
- Parece que has hecho buenas migas con Aitor, ¿no?
- Sí, bueno es… simpático –dijo Cris.
- ¿Simpático?
- Sí… bueno, no es el tipo de chico del que me pueda enamorar… No sé lo que Sara pudo ver en él…
Lucas se miró los pies molesto por el comentario de Cris pero sin embargo, esta no lo retiró:
- Es tan crío… -dijo Cris- Como un niño pequeño… Será por eso que Sara se fijó en él… Sara siempre ha sido muy niña… desde siempre… nunca ha sabido lo que quería y ha jugado con los sentimientos de los demás… Pero bueno –dijo después de haber hecho la jugada perfecta- ¡qué bien que ahora estéis bien!
- Sí, qué bien… -murmuró Lucas.
Entonces sonó el móvil de Lucas. Era un mensaje de Sara. “Estoy solita en la sala de espera del médico “. Lucas sonrió.“¿Y tienes miedo? Mira que los médicos tienen agujas grandotas que pinchan mucho…” contestó Lucas. “Nooooooo, no me digas esoooooooo, agente, venga a protegerme, tengo miedo :S” Lucas iba a contestarle cuando Cris lo abordó.
- Mira, Lucas, ¡es él! –gritó.
- ¿Dónde? –preguntó Lucas.
- ¡Allí! –señaló Cris.
- ¡Hay que detenerlo! –dijo Lucas.
Lucas sacó su Magnum 357 y le quitó el seguro, después salió del coche.
- ¡Quieto, policía!
Él solo se bastó para detener al tipo, Cris solo tuvo que mirar. Entonces Cris se dio cuenta de que a Lucas se le había caído el móvil, Cris lo cogió y empezó a registrarlo. Había fotos de Sara, de ellos dos juntos, incluso de alguna en ropa interior de Sara. “Mírala, si hasta tiene cuerpo de puta…” pensó. Después miró los mensajes, los te quiero que se dedicaban y ardía de rabia por dentro.
- Tú no lo quieres, zorra…
Entonces Lucas entró en el coche con el detenido y Cris se guardó el móvil de Lucas rápidamente.
- Bueno, vamos a comisaría… -dijo Lucas.
#40
10/05/2013 23:02
Cuando llegaron a comisaría tuvieron que interrogar al detenido. Salieron un momento de la sala de interrogatorios.
- Parece que lo de este tío va para largo… -dijo Lucas- ¡Joder! –miró el reloj- Son casi las once, voy a llamar a Sara –metió la mano en su bolsillo buscando el móvil e hizo un gesto extrañado- ¿Dónde coño he metido el móvil? Bueno, da igual, llamaré desde el fijo de la comisaría.
Lucas marcó y esperó la señal.
- ¿Diga?
- Sara.
- ¡Lucas! ¡Por fin! Te he llamado mil veces, estaba preocupada…
- Nada, cariño, que nos hemos liado con el interrogatorio y no creo que vaya a dormir. Además he perdido el móvil.
- Jo…
- Bueno, amor, ¿qué te ha dicho el médico?
- Me ha mandado unos análisis, tengo que recoger los resultados, pasado mañana… Bueno y que guarde un poco de reposo, así que mañana no iré a trabajar.
- Bueno, descansa, ¿vale? No olvides que te quiero…
- No lo olvido, cariño… te quiero.
Mientras, Cris estaba en el baño, había metido su número en la agenda de Lucas, había mandado mensajes a su móvil desde el de Lucas que después ella había contestado y se hizo fotos comprometidas borrando muchas de las que Lucas tenía de Sara. La noche pasó muy larga, a la mañana siguiente Lucas volvió a casa, le dieron el día libre. Nada más entrar en su habitación la vio allí, acurrucadita y dormidita como una niña pequeña y no pudo evitar dirigirle una mirada tierna, después se dirigió al baño sin hacer ruido para no despertarla. Lucas se metió en la ducha, cuando salió se la encontró algo incorporada en la cama y muy pálida.
- Hola…-murmuró.
- Buenos días, cariño… -dijo Lucas- Tienes mala cara… -se acercó a ella y le puso la mano en la cara.
- Estoy muy mareada… ¿Me ayudas a ir al baño?
- ¿Tienes ganas de vomitar?
- Sí…
Lucas la llevó al baño y Sara volvió a vomitar, después Lucas la ayudó a volver a la cama.
- Lucas… estoy preocupada por esto…
- Bueno… mañana vas a recoger los análisis y verás como todo está bien…
- Ayer no pudo comer nada en todo el día, me acercaba a la comida y me daban unas ganas de vomitar horrorosas. Me tuve que pasar todo el día tumbada…
- Bueno… -dijo Lucas- Hay muchas cosas que podemos hacer tumbados –comenzó a besarle el cuello.
Sara simplemente se dejaba hacer. Lucas le quitó la camiseta del pijama y luego el sujetador y comenzó a besarle y acariciarle los pechos:
- Oye, están más grandes, ¿no? –dijo Lucas.
- Anda ya, tonto, ¿cómo van a estar más grandes a estas alturas?
- Que sí, mira, parece que han crecido un poco… -dijo besándoselos y le mordió uno de ellos.
- Lucas, amor, lo siento… -le acarició el pelo- Pero no me apetece…
- Bueno… -dijo Lucas y le dio un beso en los labios- Entonces voy a desayunar… ¿Quieres algo?
- No… no tengo nada de hambre…
- Bueno… ahora vuelvo, ¿vale? –le dio un último beso en el cuello.
Lucas salió de la habitación y Sara se levantó y se miró a un espejo que había en la habitación, su cuerpo estaba cambiando y no sabía por qué. Sara estaba muy asustada, los vómitos, el cansancio que sentía últimamente, tocó sus pechos levemente y los notó más grandes, como había dicho Lucas. “¿Qué coño me está pasando?” pensó Sara. Decidió tumbarse y poner la tele de la habitación, Lucas volvió unos segundos más tarde.
- ¿Estás mejor, princesa? –le dio un beso en la frente.
- Sí… ¿Me acurrucas?
- Claro… -sonrió.
Lucas le hizo un hueco entre sus brazos y Sara apoyó la cabeza en su pecho.
De pronto salió una escena de una mujer embarazada tumbada en la cama y su pareja se acercaba y comenzaba a darle besos en la tripa. Era una tripa bastante grande, debía estar de unos cinco meses. Sara sonrió.
- Parece que lo de este tío va para largo… -dijo Lucas- ¡Joder! –miró el reloj- Son casi las once, voy a llamar a Sara –metió la mano en su bolsillo buscando el móvil e hizo un gesto extrañado- ¿Dónde coño he metido el móvil? Bueno, da igual, llamaré desde el fijo de la comisaría.
Lucas marcó y esperó la señal.
- ¿Diga?
- Sara.
- ¡Lucas! ¡Por fin! Te he llamado mil veces, estaba preocupada…
- Nada, cariño, que nos hemos liado con el interrogatorio y no creo que vaya a dormir. Además he perdido el móvil.
- Jo…
- Bueno, amor, ¿qué te ha dicho el médico?
- Me ha mandado unos análisis, tengo que recoger los resultados, pasado mañana… Bueno y que guarde un poco de reposo, así que mañana no iré a trabajar.
- Bueno, descansa, ¿vale? No olvides que te quiero…
- No lo olvido, cariño… te quiero.
Mientras, Cris estaba en el baño, había metido su número en la agenda de Lucas, había mandado mensajes a su móvil desde el de Lucas que después ella había contestado y se hizo fotos comprometidas borrando muchas de las que Lucas tenía de Sara. La noche pasó muy larga, a la mañana siguiente Lucas volvió a casa, le dieron el día libre. Nada más entrar en su habitación la vio allí, acurrucadita y dormidita como una niña pequeña y no pudo evitar dirigirle una mirada tierna, después se dirigió al baño sin hacer ruido para no despertarla. Lucas se metió en la ducha, cuando salió se la encontró algo incorporada en la cama y muy pálida.
- Hola…-murmuró.
- Buenos días, cariño… -dijo Lucas- Tienes mala cara… -se acercó a ella y le puso la mano en la cara.
- Estoy muy mareada… ¿Me ayudas a ir al baño?
- ¿Tienes ganas de vomitar?
- Sí…
Lucas la llevó al baño y Sara volvió a vomitar, después Lucas la ayudó a volver a la cama.
- Lucas… estoy preocupada por esto…
- Bueno… mañana vas a recoger los análisis y verás como todo está bien…
- Ayer no pudo comer nada en todo el día, me acercaba a la comida y me daban unas ganas de vomitar horrorosas. Me tuve que pasar todo el día tumbada…
- Bueno… -dijo Lucas- Hay muchas cosas que podemos hacer tumbados –comenzó a besarle el cuello.
Sara simplemente se dejaba hacer. Lucas le quitó la camiseta del pijama y luego el sujetador y comenzó a besarle y acariciarle los pechos:
- Oye, están más grandes, ¿no? –dijo Lucas.
- Anda ya, tonto, ¿cómo van a estar más grandes a estas alturas?
- Que sí, mira, parece que han crecido un poco… -dijo besándoselos y le mordió uno de ellos.
- Lucas, amor, lo siento… -le acarició el pelo- Pero no me apetece…
- Bueno… -dijo Lucas y le dio un beso en los labios- Entonces voy a desayunar… ¿Quieres algo?
- No… no tengo nada de hambre…
- Bueno… ahora vuelvo, ¿vale? –le dio un último beso en el cuello.
Lucas salió de la habitación y Sara se levantó y se miró a un espejo que había en la habitación, su cuerpo estaba cambiando y no sabía por qué. Sara estaba muy asustada, los vómitos, el cansancio que sentía últimamente, tocó sus pechos levemente y los notó más grandes, como había dicho Lucas. “¿Qué coño me está pasando?” pensó Sara. Decidió tumbarse y poner la tele de la habitación, Lucas volvió unos segundos más tarde.
- ¿Estás mejor, princesa? –le dio un beso en la frente.
- Sí… ¿Me acurrucas?
- Claro… -sonrió.
Lucas le hizo un hueco entre sus brazos y Sara apoyó la cabeza en su pecho.
De pronto salió una escena de una mujer embarazada tumbada en la cama y su pareja se acercaba y comenzaba a darle besos en la tripa. Era una tripa bastante grande, debía estar de unos cinco meses. Sara sonrió.