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Foro Los hombres de Paco

Foronovela: Operación Luna de miel

#0
Daileen
Daileen
10/02/2017 19:46
Hola! Hace muchísimo tiempo que no entraba en el foro y me dio una nostalgia enorme recordar aquellos tiempos en los que la serie era eje central en la vida de muchos. Recordar peleas, risas, conversaciones, porque como todo en la vida hay matices y no siempre se está de acuerdo, pero qué maravilla de personas había por estos lares...

Reconozco mi fanatismo por la pareja de Sara y Lucas. Escribí muchos relatos que compartí en otros foros, no sé si aún quedan personas que ingresen acá, pero dejaré una parte de la historia. Si quieren que siga publicando, solo tienen que pedirlo.

Saludos


Operación Luna de Miel


Capítulo 1



Exhausto, el subinspector Lucas Fernández, se dejó caer en el butacón de cuero, se echó hacia atrás y puso los pies en el borde de la mesa. Miró el reloj de la pared y sonrió levemente deseando terminar la improductiva noche de vigilancia. En menos de doce horas, estaría en un 747 camino al Caribe. Allí, solo tendría que tomar ron con fruta y observar las bellezas al sol.

La vida iba a mejorar. Después de lo que había ocurrido en ese último año... Suspiró. No iba a pensar en eso ahora, no tenía sentido desenterrar viejos recuerdos ¿para qué?.Trabajo, tenía que enfocarse en su trabajo. En el último mes no había hecho ni un solo arresto. Llevaba un par de semanas sospechando que el caso que estaban investigando no llevaba a ninguna parte. Se habían cometido una serie de robos en un barrio elegante de la ciudad y don Lorenzo, los tenía a Paco, a Mariano y a él sobre la pista. Los robos eran limpios, no forzaban las puertas y no dejaban ni una sola huella.

M: No hace falta que te relamas, Lucas - le dijo Mariano, dejando unos documentos junto a sus pies - Piensa en los que nos quedamos aquí, lidiando con los delincuentes.

L: Tengo derecho a relamerme - río Lucas, poniendo los pies en el suelo - No he tenido vacaciones en tres años.

P: Estupendo- comentó Paco - Nosotros aquí enterrados bajo dos metros de nieve, con Montoya encima por el caso de los robos, y tú en la playa. No es justo

A Lucas se le borró la sonrisa de la cara y miró a Paco muy serio.

L: Ya sabes que la vida no es justa...

Paco iba a responder, pero don Lorenzo se lo impidió

D.L: Fernández, a mi despacho - ladró con el ceño fruncido

Lucas miró a sus compañeros, pero éstos solo se encogieron de hombros

D.L: Cierra la puerta - le ordenó a Lucas cuando hubo entrado. El comisario se apoyó en el borde de la mesa y Lucas se sentó en la silla- Tus vacaciones quedan canceladas.

Lucas se levantó de un brinco

L: ¡De eso nada! - contestó. Necesitaba unas vacaciones, descansar, olvidar. Estaba al límite. La semana anterior incluso se había pasado con un sospechoso. Si no hubiese sido por Mariano...

D.L: Cálmate, Lucas

L: Llevo tres años sin librar - le dijo con los dientes apretados - Comisario, estoy cansado. Necesito esas vacaciones

Don Lorenzo lo miró y se cruzó de brazos

D.L: Lo sé y créeme que no te haría esto si no fuera absolutamente necesario. Necesito un agente infiltrado para trabajar con el CNI

L: ¿El CNI?. Venga, comisario. No tengo ganas de vérmelas con un agente gubernamental meticuloso y estirado. Déselo a Montoya. Estoy cansado

D.L: Montoya ya tiene bastante y tú eres el único que tiene dos semanas libres

L: Sí, pero para irme al Caribe, no para trabajar con un arrogante del CNI

D.L: No será para tanto

Lucas río sin ganas

L:¿Qué? ¿con el CNI?. Eso es como decir que el CNI ha cambiado sus métodos de interrogatorios por unos más suaves y carismáticos. Cuénteme otro cuento, comisario

D.L: Fernández, soy tu superior - le recordó con frialdad -se trata de una situación especial y lo necesitan

Lucas tomó aire para calmarse

L: ¿Es una orden? - preguntó mirándolo con dureza

D.L: Sí, Lucas. Es una orden

Lucas sintió que la tensión le subía por la columna y se instalaba en su nuca

L: Bien - le dijo tomando aire de nuevo - Me tendrán que pagar el dinero del billete

El comisario asintió

D.L: Esta orden viene de arriba, no creo que haya problemas

L:¿De qué se trata? - preguntó resignado

Don Lorenzo abrió una carpeta

D.L: No es un asunto que ataña únicamente a nuestra ciudad. Parece ser que hay una nueva droga de diseño en toda Europa. Sabemos que hay casos en el Medio Oriente y parte de América

L: ¿Colombianos?

D.L: No. Según De Gaulle, está nueva cocaína sintética entra por Mallorca

L: ¿Mallorca? - Interesante, pensó. Aquel sitio era más un lugar de lunas de miel que de tráfico de drogas - ¿Cómo la pasan?

D.L: El CNI sospecha que la están sacando en helicóptero o en lanchas desde el puerto. Se hacen más de veinte viajes al día en ese lugar - suspiró

Lucas alzó una ceja y se cruzó de brazos

L: ¿Qué pasa?

D.L: Tengo un problema

L: ¿Cúal?

D.L: No puedo mandarte solo, Lucas. En esta operación debes ir acompañado

L: ¿Y?

D.L: Tengo que resolver con quien te mando a Mallorca

L: ¿No voy solo?- preguntó sorprendido

D.L: No - lo miró sopesando la situación - Pero ya hablaremos de eso. De momento, solo tus vacaciones quedan canceladas

L: ¿Es todo? - le dijo mientras se ponía de pie y miraba al comisario con odio, ¡MIERDA!. No le gustaba la idea de ir a Mallorca, de infiltrado y mucho menos, le gustaba la idea de ir acompañado

D.L: Por ahora

L: Bien - le dijo saliendo del despacho, dando un portazo

Todo le estaba saliendo mal. Necesitaba irse, alejarse un tiempo para olvidar... el dolor que Sara le había causado al abandonarlo después de vivir con el unos meses... Suspiró y se pasó la mano por el pelo. Aún no podía entender por qué, y la verdad es que ya no quería

Pero necesitaba esas vacaciones...

...Un policía cansado, cometía errores...

...Un policía con demasiado trabajo, era peligroso...

...Un policía frustrado, era mortal...

(Continuará)
#1
lanenapaca
lanenapaca
21/04/2017 16:53
Me gusta, continúa, por favor.
#2
Aniko0001
Aniko0001
21/04/2017 21:32
tambien me gusta.... sonriente
#3
lanenapaca
lanenapaca
23/04/2017 16:27
Por favor, continúa.
#4
Daileen
Daileen
14/05/2017 22:49
Hola! Siento la tardanza...aquí les dejo dos capis.


Capítulo 2



La sonrisa de Lucas Fernández podía tener efectos devastadores sobre una mujer desprevenida. Sara tomó un sorbo de su refresco mientras lo observaba pedir una cerveza a Lola, quien gustosa, le ponía en frente una jarra fría con el espumoso líquido.

Se suponía que Lucas debía estar más viejo, más torpe y menos atractivo ¿cómo si no, iba a conseguir olvidarlo de una vez por todas?

Ni una sola pincelada de gris, salpicaba su suave pelo oscuro. El pelo, ligeramente largo, se le rizaba en el cuello y sobre las orejas. Parecía no haber ganado ni un solo kilo en los últimos dos años. En realidad, era posible que hubiese perdido algunos. Alto y esbelto, con unos hombros que parecían diseñados a propósito para que la cabeza reposara sobre ellos, Lucas estaba igual que siempre: es decir, demasiado guapo y excesivamente perturbador.

No, nada había cambiado. Para un simple observador, parecía uno de esos tipos que se contaban por cientos, a los que solo les importa pasar un buen rato. A menudo la gente no percibía el destello de inteligencia en sus ojos, la forma en que observaba toso. Pero Sara sí. Ella conocía muy bien la oscura mirada de Lucas.

Cuando su madre se alejó, aquellos ojos se posaron otra vez en ella. Sara fingió estar tranquila, casi indiferente. Distraída, como si estuviera muy lejos de ahí.

L: Bien – dijo él. Tomando un sorbo se cerveza - ¿Cómo va todo, Sarita?

Sara lo miró ¿cómo iba todo?, ¿realmente tenía que preguntar?. Desde que lo había dejado todo iba mal en su vida. Se sentía vacía y triste. Sara le sonrió apenas y bajó la mirada

S: Bien…- dijo al fin

L: Bueno – le respondió sin dejar de sonreír - ¿ Y que tal la gripe?

S: Mejorando

L: Y ¿con el doctor matasanos?

S: El doctor Suárez – le corrigió ella – Pues… no ha vuelto a propasarse

Hace unos días había pillado una gripe de lo más tonta. La verdad que no se sentía nada bien y solo por eso había recurrido a la consulta médica. En fin, que el doctor se había mostrado más interesado en otras áreas de su cuerpo y no precisamente en sus delicados pulmones.

L: Ya… es un libidinoso

S: No es libidinoso – le dijo sin entusiasmo – es solo, un poco… pesado

L: Un viejo verde, eso es lo que es

S: Lucas…

L: Qué puede ser tu abuelo, Sara

S: Ya sé…

Era tan extraño que Lucas y ella estuvieran allí sentados juntos, en ese preciso momento, después de todo lo que había sucedido entre ellos.

L:¡Lola! – la llamó

LO: Dime, corazón

L: Me pones unos churritos?– le pidió con una sonrisa encantadora

L: Claro que sí, cariño- le dijo mientras volvía a la cocina y le traía un plato de churros.

L: Gracias, Lola

LO: De nada, hijo

Sara lo miraba comer

S: ¿Cómo puedes comer así y no engordar?

L: Soy delgado por naturaleza

S: Ya. Cualquiera de estos días, eso cambiará

Lucas se encogió de hombros

S: ¿Ya no vas de vacaciones al Caribe?

L: No

S: ¿por…?

L: No es tu problema, Sara

Sara no tuvo tiempo de responder nada. En esos momentos, su padre y Mariano entraban a los Cachis.

P: ¡Hola, Sarita! – la saludó con un beso en la mejilla - ¿ayudando a mamá?

S: Pues… mientras vuelve Bernarda – asintió sonriente

M: Vaya día que tengo. Bernarda que anda de viaje y tú Lucas…

L: ¿Yo, qué…?

M: Que no nos dices na… eso…

L: ¿Qué tengo que…?

P: Vamos, Lucas, que mi suegro ya nos contó.

S: ¿Qué cosa? – de repente sintió una opresión muy fuerte en el pecho

Lucas se inclinó hacia adelante, con los antebrazos sobre la mesa y una mirada clara y directa. Sara conocía esa mirada y no presagiaba nada bueno. El titubeó, tamborileó con los dedos sobre el mesón y de repente, Sara supo lo que iba decir.

L: Don Lorenzo y De Gaulle están buscando a alguien que trabaje de infiltrado y…

S: Ni lo pienses siquiera – le dijo ella suavemente, palideciendo – Dime que ni siquiera lo estás pensando

Lucas la miró y le dijo despreocupadamente

L: Es solo un trabajo

Sara respiró hondo. Debía tomarse con calma cualquier cosa que hiciera Lucas. Pero por desgracia, aquello era fácil de decir y difícil de cumplir.

P: Bueno, Lucas… ya sabes que es… bueno, peligroso

M: Que si Lucas, que andas buscando el peligro.

L: ¡Pero qué me estás contando Mariano!

M: Que te pueden matar…

L: Que no, Mariano, que no. Además, que es una orden…

P: ¿Una orden?

L: Sí, joder. De tu suegro. Si vieras la gracia que me hace tener que postergar mis vacaciones e infiltrarme y con compañía.

S: ¿Con compañía?

L: Sí- se encogió de hombros- Supongo que con alguien del CNI

¿Alguien?... ¿una mujer?... De pronto, Sara recordó con excesiva claridad cuando Torres la secuestró. Lucas la había rescatado, se habían enfrentado a todos, se habían ido juntos y luego… luego ella lo abandonó.

Volvió con sus padres. Lo había hecho en parte por cobardía y para salvar el matrimonio de sus padres que se venía abajo. Pero sobretodo, no quería que Lucas perdiera todo por ella… Además, había pensado que con el tiempo, su padre entendería y acabaría apoyándoles…

Pero seguía esperando. Su padre seguía igual. Le faltaban unos cuantos meses para cumplir 18 años y aún no había tomado ninguna decisión acerca de su futuro, principalmente porque no quería pensar en un futuro sin Lucas. Y ahora, él le decía que se iba a infiltrar ¿Y si no salía vivo de esa misión?

Paco estaba muy atento a las emociones que cruzaban por el rostro de Sara y también, disimuladamente miraba a Lucas. Y no era el único. Lola, que había salido de la cocina y había escuchado toda la conversación, también escudriñaba sus rostros de reojo.

Sara hizo amago de salir, pero Lucas la detuvo agarrándola rápidamente de la muñeca. Ella se quedó mirando su mano maravillada de su tamaño, su fuerza y su innegable masculinidad. En todos esos meses que llevaban separados, siempre había intentado no tocarlo. No se abrazaban cuando se encontraban, ni se daban un beso de despedida, ni siquiera se estrechaban las manos. Pero ahora, esa mano agarrando su muñeca…La sensación despertó en ella muchos recuerdos.

Lucas retiró la mano despacio, como si acabara de darse cuenta de lo que había hecho.

L: Lo siento

Ella asintió todavía aturdida

S: Es muy peligroso – le dijo apenas

L: Está todo bajo control – le dijo suavemente

S: Eso no puedes saberlo

L: Mira, Sara, sé que no te gusta, pero…

S: A mi no me importa lo que hagas – le cortó – Si quieres infiltrarte y hacer que te maten, adelante.

L:¡Joder, Sara!

Sara se levantó y se fue a la cocina…Ni Paco, ni Lola, ni Mariano decían nada. Solo observaban la escena en silencio, como mudos espectadores.

Lucas se inclinó en la silla y la vio alejarse. La sonrisa que había esbozado durante toda su conversación se esfumó. El pelo rubio y abundante, más largo de lo que solía llevarlo, caía suavemente sobre sus hombros.

Ella no miró hacia atrás ni una sola vez mientras se alejaba, pero Lucas tampoco lo esperaba. Sara Miranda nunca miraba atrás… y él tampoco, se recordó.


(Continuará)
#5
Daileen
Daileen
14/05/2017 22:51
Capítulo 3

Sara cerró la cortina de la cocina y se quedó quieta mirando el vacío. Se estaba volviendo loca… Recordó los besos, las caricias que había compartido con Lucas y se ruborizó…

Estaba convencida de que Lucas la detestaba, que pensaba que era una cabeza atolondrada, voluble. Pero estaba completamente equivocado

Miles de recuerdos le vinieron a la cabeza. Todas las decisiones que había tomado en su vida, desde que ropa debía ponerse hasta como debía actuar. Siempre había sido una chica impulsiva, y llevada a sus ideas; por lo general hacía lo que sentía, salvo en el aspecto más importante de su vida: a quien debía querer. Había retrocedido en el terreno más relevante de su historia y todo por complacer a sus padres… a su padre. Pero ya había tenido suficiente…

Mientras Lucas aún estaba en silencio, mirando el espacio vacío que había dejado Sara. En fin, sabía que a ella no le gustaría la idea de la infiltración, pero no esperaba aquella reacción. Al fin y al cabo, ella lo había abandonado.

Sara lo había herido profundamente, lo había hundido, pero a pesar de todo, todavía le importaba.

Que hubiera vuelto a su vida de aquella manera platónica era una tortura; una tortura a la que no pensaba renunciar. De modo que se esforzaba por no hablar del pasado.

Las cosas se estaban complicando cada vez más. Quizás lo mejor sería llamar a don Lorenzo y decirle que estaba listo para el operativo…

P: Lucas… - le llamó, sacándolo de sus pensamientos

L: ¿Qué pasa Paco?

M: Nada, hombre. Que tenemos que ir a por el regalo de bodas de Silvia y Montoya ¿no vienes?

Lucas sonrió. La pelirroja era una buena chica y deseaba verla feliz. Lo merecía. Iría a su boda, brindaría por los novios y les desearía una larga y feliz vida juntos.

Pero si Sara decidía volver a salir con alguien. Su sonrisa se desvaneció. Por mucho que lo intentara, no conseguía olvidarse de ella. Seguía pensando en ella como “suya”. Solo suya.

Fue por eso que le hizo una visita al doctor Suárez. El médico había abierto la puerta de su casa y se había encontrado con Lucas. El viejo verde se había puesto pálido, cuando con gran calma, lo había amenazado con arrancarle el hígado si volvía a molestar a Sara o si alguna vez tenía la ocurrencia de contarle a Sara su conversación.

P: Bueno ¿vamos?

L: Sí, Paco. Pero primero tengo que ir a casa a buscar algo ¿vale? – dijo saliendo – Regreso enseguida

Lola se acercó a Paco y a Mariano

LO: Paco, tienes que hacer algo

P: ¿Yo…qué?...

LO: No te hagas el loco, Francisco Miranda

P: Lolita, no sigas que te veo venir…- le advirtió

M: Que Lola tiene razón, Paco

P: ¿Tú también?

M: Paco, que eres el único que puede arreglar este desastre- dijo moviendo la cabeza

P: ¿Qué desastre? Yo no veo ningún desastre

M: ¿Qué no?

LO: ¡Paco por Dios! – Exclamó – La niña y Lucas ¿es que no ves como están?

P: Pues… están bien ¿no?

LO: ¡Pues no!, la niña está triste, apagada, que ya no es la misma, no ríe… y Lucas, mira que ahora se va a infiltrar

P: Lola, Lucas es un buen policía, algo bruto y un poco loco, pero…

LO: Pero nada. Primero eran unas vacaciones a Dios sabe donde y ahora la infiltración. Está huyendo y puede ser muy peligroso ¿y si le sucede algo?

P:¡Claro que no! ¿qué le puede pasar a mi Lucas?

M: Que lo pueden matar…- murmuró

P: ¡CALLATE MARIANO! ¡Dios!

M: Paco… que no es un capricho

P: Mariano – le cortó- no vayas por ahí. Ya sabes lo que pienso

M: Pero es que tú no le has visto hundido, Paco. Sufriendo por Sara. Y tampoco has visto a la niña buscándolo a cada momento…Que se quieren Paco…

Paco sacó su pañuelo y se lo llevó a los labios

P: Ustedes saben muy bien lo que pienso. ¡Y NO QUIERO HABLAR MÁS DEL ASUNTO!

LO: ¡PUES ME VAS A ESCUCHAR PACO!.- le gritó perdiendo la paciencia

P: Lola…- la miró sorprendido

LO: Que está en juego la felicidad de mi hija y de Lucas. De Lucas, Paco, que también es como un hijo para mí.

P: Que es una niña, Lola. Mi niña…que debería estar con alguien más de su edad... como...como Carrasco- pensó. Una cosa era pensar que Sara podría estar con Aitor,que era más fácil, que la niña no le quería...pero con Lucas... no quería ni imaginar las cosas que hicieron esos dos cuando vivieron juntos.

M: El becario de los cojones, Paco, que es un imberbe

P: Que imberbe ni nada, Mariano, que Aitor tiene la edad de la niña y...

LO: Pues que tu niña no le quiere. Sara quiere a Lucas.

P:¡Dolores!, me parece mentira que tú... tú conoces muy bien a Lucas y Lucas es...

LO: ¿Qué es Lucas?- le preguntó con rabia

P: Pues... es Lucas y Lucas es un puto loco…

Lola miró a Paco, tomó aire para tranquilizarse.

LO: Lucas, Paco ¿qué es Lucas para ti? – le preguntó

Paco se quedó en silencio y miró a su mujer y a su mejor amigo… ¿qué que era Lucas para él?...Lucas era…

P: Mi hijo, Lola. Lucas es mi hijo

LO: ¿Y no quieres ver feliz a tu hijo... – tomó aire y prosiguió -… a tus hijos felices?

Paco se quedó callado. Sara y Lucas. Lucas y Sara. ¿ Y si se había equivocado? Todos eran capaces de ver como se querían. Todos… y él también.

P: ¿Estoy equivocado?

LO: Si, cariño. Yo diría que obcecado

Mariano asentía en silencio y a la vez esperanzado. Paco comenzaba a ceder… o eso esperaba.

P: Y ¿qué hago?

LO: No sé, Paquito. La verdad es que todos fuimos un poco culpables, que los separamos – miró a su marido – Pero tú eres el más culpable.

P:¡¡¡¿Yo?!!!- mirándola inocente – Yo solo quería proteger a Sara

LO: Ya lo sé, vida mía. Pero ahora lo arreglas – tomó entre sus manos la mano de su marido – Cariño, yo dije una vez que no sería el palo en la rueda y no quiero serlo. Quiero verles felices.


Paco miró a Mariano que asentía a cada palabra que Lola pronunciaba. Lucas y su niña. Juntos. Conocía a Lucas, sabía como era. Un loco, un descerebrado… y también conocía su punto débil: Sara. Era capaz de todo por su princesa, siempre había sido así. Ahora lo veía claro.

P: Ya sé. Me equivoqué. Pero te digo una cosa Lola, como que me llamo Francisco Miranda, vuelvo a juntar a esos dos…

LO: ¡Ay, Paquito!

P: Que yo también quiero verles felices. Y si su felicidad es estar juntos, pues…

M: Ojala y no sea demasiado tarde…

P:¡Que dices, Mariano!

M: Que se va a infiltrar… y acompañado. Quien sabe a quien le asignaran de compañero… o compañera.

P: De eso nada, Mariano, de eso me encargo yo.

M: Y está tambien Carrasco, que anda trás la niña como abeja a la miel...

P: De ese mocoso también voy a ocuparme yo, Mariano, faltaría más...

M: ¿De verás, Paco? ¡Qué alegría!- le dijo abrazándolo- ya verás como se pone Lucas cuando le cuente…

P: No, Mariano. No quiero que le digas nada

LO: Pero ¿en qué quedamos?- se sorprendió

P: Tranquila mi vida. Que yo no quiero presionarles. Así que los vamos a juntar sin que ellos se percaten

Sara salió en ese momento de la cocina y miró sospechosamente a esos tres. Esos se traían algo entre manos.

S: ¿Qué pasa?

LO: Nada, cariño ¿qué va a pasar?

P: Pues, rubia, que vamos a buscar el regalo de bodas de tu tía Silvia. Ya ves, entre amigos, con Mariano y con Lucas.

S: Ya…

P: Porque…Lucas es tu amigo ¿no?

Sara no respondió. Miró a su padre con mala cara y regresó a la cocina. ¿ Su amigo?... No, Lucas no era su amigo…Lucas era…

Siempre había pensado que la amistad nunca había entrado en su relación. Sus sentimientos eran demasiado intensos para algo tan tibio como la amistad

Y además, estaba lo más importante… Dolía demasiado ser solo su “amiga”

(Continuará)
#6
lanenapaca
lanenapaca
16/05/2017 17:54
Continúa, por favor.
#7
Carolv27
Carolv27
21/06/2017 19:33
Por favor, continúa. Gracias :)
#8
jerdanii
jerdanii
15/02/2018 00:21
Hola daileen, en.que foros has publicado mas relatos?por cierto, muy.chulo este.????