La vajilla real

Juan encuentra casualmente unos papeles de un trámite de adopción y sospecha de que Cristóbal podría estar intentando adoptar a Juanito. Juan le exige una explicación a Cristóbal y éste le reprocha que él nunca ha querido a su hijo y que el niño se merece tener una familia. Los dos amigos tienen una fuerte discusión y llegan a las manos. Diana le propone a Cristóbal marcharse a Sevilla para evitar situaciones conflictivas y vivir felices junto a Juanito.

Lola y Pedro, son elegidos para actuar en la recepción en la que se presentará la vajilla que utilizarán el Príncipe y Doña Letizia en su boda. Ambos están muy contentos de ser los seleccionados, pero Lola en un principio no quiere actuar porque está enfadada con Pedro por lo del embarazo de Erika. Sin embargo, cuando ve que el director del evento se muestra muy afectivo con ella, aprovecha esta ocasión para darle celos a Pablo.

Puri se encuentra con Horacio vendiendo en un mercadillo. Él se ve obligado a recoger el puesto apresuradamente porque llega la policía. Los agentes consiguen detenerle. Puri le cuenta el altercado a Carmen y ésta olvida el daño que Horacio le causó y se dedica a buscarlo por las comisarías de la ciudad. La directora, consigue encontrarle casualmente en la calle y él le pide perdón por el daño que le causó. Horacio le explica que no le dijo la verdad porque es la única vez que se ha sentido querido por alguien.

Carmen delega en Juan la responsabilidad de organizar el concurso que se celebrará entre la escuela de Carmen Arranz y la escuela más prestigiosa de Barcelona. Andrés llega a Madrid para reunirse con Juan y coordinar el evento. Carmen, antes de la reunión, le pide a Juan que exija a Andrés que la prueba de baile sea la más importante y que el concurso se celebre en Madrid. Sin embargo, Andrés consigue emborrachar a Juan y le hace firmar el contrato del concurso con las condiciones que benefician a la escuela catalana.