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Foro Vida secreta de una adolescente

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Aniko0001
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12/08/2011 15:30
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sonriente
#1
YovikSeries
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26/12/2011 12:43
dejadlobajar

Viviendo
Capítulo piloto




Belén entró en un piso en el centro de Nueva York. Alicia se encontraba tumbada en el sofá viendo la tele.

Belén: He repartido mi curriculum por medio Nueva York. Tú podrías hacer lo mismo en vez de estar tirada todo el día en el sofá.
Alicia: ¿Pero para trabajar en Nueva York no deberías de saber primero inglés?
Belén: ¿Y para que crees que viene Thomas todas las tardes aquí?
Alicia: Ah, ¿Pero que no te lo estás tirando?
Belén: Alicia, ¡Despierta! ¡Qué no tenemos ni un puto duro!
Alicia: No sé de que te quejas, vives en un piso en el centro de Nueva York, ¿Qué más quieres en la vida?
Belén: Con tener dinero para sobrevivir durante otro mes más me conformaría.
Alicia: ¡Mira que eres negativa! Encima de que te hago un favor dejándo que vivas aquí. ¡No haber venido!
Belén: ¡Me dijiste que eras una estrella de Hollywood! Y si me has llamado era por qué desde que dejaste a Ricardo estabas más sola que la una.
Alicia: ¡Ya estás hablando de Ricardo! Ahora me volveré a deprimir y me inflaré a chocolate...
Belén: Lo dudo, porque ni para chocolate tenemos dinero.
Alicia: Aún tenemos una habitación libre... ¿Por qué no la alquilamos?
Belén: (Tras pensar unos instantes) Oye... Pues no es tan mala idea. Pero a una española, ¿eh? Que si no con esto de los dólares seguro que nos timan.
Alicia: ¿Ves que fácil? Si es que tu no haces más que complicarte la vida, y ahora si no te importa quítate del medio, que estoy viendo Acorraladas.
Belén: De eso nada, que tenemos que buscar trabajo. ¡Vamos!


Media hora después...

Alicia y Belén caminaban por las calles de Nueva York.

Alicia: (Señalándo a una tienda) ¡Mira, una ''Strawberry''! Vamos a entrar, que casi no tenemos ropa de invierno y ya está a la vuelta de la esquina.
Belén: Si hombre... No tenemos dinero para comida vamos ahora a ponernos a comprar ropa.

Dos hombres muy atractivos se acercan a ellas.

Hombre1: No hemos podido evitar escucharos. ¡Qué suerte hemos tenido de encontrar gente de España aquí!
Alicia: (Mirándolos de arriba abajo mientras se entreda el pelo) No sabes bien tú cuanta...
Hombre2: ¿Vivís aquí o estáis de vacaciones?
Alicia: Vivimos aquí, tenemos un piso en el centro.
Hombre1: Oye... ¿Y Estáis muy ocupadas? Es que nosotros acabamos de llegar y nos gustaría que nos enseñárais un poco la zona.
Belén: Verás, es que ahora mismo estábamos...
Alicia: (Cortándola) ¡Por supuesto que sí! Por aquí cerca hay una cafetería buenísima. Siempre venía con mi novio, pero le dejé, ahora estoy soltera... ¿Queréis que os invitemos a tomar algo?
Belén: ¿¡Perdón!?
Hombre2: Nosotros encantados...
Belén: (Susurrándo) Como para no, no te jode...
Hombre1: ¿Decías algo?
Belén: (Fingiéndo una sonrisa) No, nada. Esto... Alicia, ¿Podemos hablar un momentito a solas?
Alicia: Claro que sí. Chicos, no os mováis, en seguida estamos con vosotros.

Belén y Alicia se separaron de ellos.

Alicia: ¡Tía, que hemos ligado!
Belén: ¿Que parte del NO TENEMOS DINERO no has acabado de pillar?
Alicia: No te preocupes tonta. Cogemos la primera cafetería que pillemos, les decimos que tenemos prisa para que no les de tiempo a pedir demasiado, pagamos nosotras para quedar bien y les pedimos los números.
Belén: ¡Alicia, que no! ¡Qué paguen ellos, que nosotras no tenemos dinero!
Alicia: Venga vamos, tonta.
Belén: (Gritando entre dientes) ¡Alicia!


Poco después, los cuatro estaban sentados en una cafetería.

Belén: Decidme lo que queréis y ya lo pido yo.
Hombre1: Yo tomaré una copa de vino tinto...
Hombre2: Yo también.
Belén: Pues nada, vino para todos... ¡Waiter!

El camarero llegó.

Belén: Four copas of vino tinto, please.
Alicia: Madre mía que vergüenza...
#2
YovikSeries
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26/12/2011 12:44
40 minutos después...

Belén: Y entonces le dije...
Alicia: (Cortándola) ¡Belén, cállate! Que llevas hablando de Emilio más de media hora. Seguro que les estás aburriendo.
Hombre1: No, si está muy interesante... ¿Y al final que pasó con la Rocío esa?
Hombre2: ¡Dios, mira que hora es! (Enseñándo el reloj al otro chico)
Hombre1: Bueno chicas pues un placer, pero tenemos un poco de prisa, ¿invitábais vosotras, verdad?
Alicia: Si, claro; pero, ¿no preferís que os invitemos a nuestra casa a tomarnos la última?
Hombre1: Imposible, nos están esperando nuestras novias...
Alicia: Ahh, bueno... Oye, ¿Qué os iba a decir...? Ah sí, que eso de que invitábamos nostras era un poco relativo; verás es que... (Se da cuenta de que los chicos se han ido) ¡Mierda!
Belén: ¡Esto te pasa por gilipollas! Pues que sepas que esto lo pagas tú...
Alicia: ¿Yo? Lo dudo, porque no me he traído dinero...
Belén: ¿¡Cómo que no!?
Alicia: ¿Para qué lo iba a sacar? Si siempre lo llevas tú.
Belén: Joder Alicia, que yo tampoco...
Alicia: ¿¡Pero cómo se te ocurre salir de casa sin dinero!?
Belén: Oye guapa, que nosotras íbamos a buscar trabajo, te recuerdo que has sido tú la que ha decidido invitar a los dos gilipollas estos a tomar algo... ¡Si esque tú no piensas con la cabeza, piensas con la entre pierna!
Alicia: Bueno, tampoco exageres. Vivimos aquí al lado, en un momento una de las dos se acerca a por lo que cueste. ¡Qué no haces más que complicarte la vida! Siempre te lo digo y siempre te lo diré.
Belén: ¡Waiter! ¡La cuenta, please!

Poco después el camarero se acercó con la cuenta y tras dejársela, se volvió a ir. Belén cogió su copa para beber el último trago de vino; mientras lo saboréa miró la cuenta. De pronto se atragantó y comienzó a toser.

Alicia: ¿Qué te pasa? ¿Estás bien?
Belén: ¡160 dolares! Alicia, que no tenemos tanto dinero... Ni aquí ni en casa.
Alicia: ¿Cuatro copas de vino 160 dolares?
Belén: Ai, que yo ya he estado en la cárcel, tengo antecedentes...
Alicia: ¿Tú en la cárcel? ¿Cuándo?
Belén: Pues una vez que estafé a Poseidón Seguros con Emilio y nos fugamos a... ¡Bueno, eso que más da ahora! ¿¡Qué hacemos!?
Alicia: ¿Y si finjo que me da un infarto?
Belén: ¿Un infarto con 33 años? ¡No digas bobadas!
Alicia: ¡Yo por lo menos pienso cosas!
Belén: Sí, gilipolleces. (Mira a la puerta) ¡Alicia, mira quien está ahí! (Señala a la entrada)

Alicia se gira y ve que Ricardo que entra con otro hombre.

Alicia: El que hacía falta... Como Nueva York es pequeño...
Belén: ¿Pero no te das cuenta de que ese hombre es la única oportunidad que temos de no acabar en prisión?
Alicia: ¿En prisión? ¡Ala, pero que dices!
Belén: Has sido tú la que nos has metido en este marrón, a si que ahora tú nos sacas.

Alicia suspira y se aproxima a Ricardo.

Alicia: Hola...
Ricardo: (Tras verla) ¿Tú que haces aquí? Pensé que habrías regresado a España.
Alicia: Pues ya ves que no... Esto... ¿Podemos hablar un momento a solas?
Ricardo: Claro. Ryan, Will do you excuse me a moment?
Ryan: Yes, I do. Of course.

Ricardo sigue a Alicia hasta su mesa.

Ricardo: ¿Aquella de allí no es Belén?
Alicia: Ehh... Sí.

Los dos llegaron a la mesa.

Ricardo: Hola Belén. ¿Qué tal?
Belén: (Sonriéndo) Pues muy bien, la verdad... (La sonrisa se borra de su cara de pronto) Osea, mal, muy mal, fatal diría yo... Somos incapaces de encontrar trabajo.
Alicia: ¡Y mira que lo hemos intentado, ¿ehh?!
Belén: Si bueno... Unas más que otras. Y encima Alicia te echa mucho de menos.
Ricardo: (Mirándo a Alicia) ¿Es eso cierto?
Alicia: Bueno... Un poco sí.
Ricardo: Yo también.
Alicia: Si no he vuelto a España ha sido por ti... Tenía la esperanza de que volviésemos a recuperar nuestro amor.

Ricardo se lanzó a los labios de Alicia.

Ricardo: Te quiero mi amor.
Alicia: ¡Y yo! ¿Y qué otra cosa te iba a decir...? ¡Ah, sí! (Con una gran sonrisa) ¿Nos pagas la cuenta?


Veinte minutos después...

Belén y Alicía entraron en el piso.

Alicia: Aunque no lo parezca todo esto ha tenido una moraleja.
Belén: ¿Qué los ex forrados siempre te solucionan la vida?
Alicia: ¡NO! Que no se puede salir de casa sin dinero.
Belén: Mañana sin falta salimos a buscar trabajo, ¿eeh? ¡Y esta vez de verdad!
Alicia: Que sí pesada... Y seguro que la gala de Acorraladas ya se ha terminado... (Enciende la tele)

Alguien llama a la puerta. Belén y Alicia se acercaron y la abrieron. Una chica algo más joven que ellas se encontraba al otro lado.

Belén: ¿Si?
Chica: Hola, soy Ainhoa. ¿Vosotras buscáis una compañera de piso, verdad?

Belén y Alicia se miraron pensativas, mientras la chica no paraba de sonreír.

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#3
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13/05/2012 01:49
dejadlobajar

Capítulo 1: El monstruo de la isla.

El barco llegó a su destino. Nerea, una joven de diecinueve años bajó de aquel pequeño velero pisando así tierra firme. La chica se quedó contemplando detenidamente el paisaje de aquella remota isla situada al sur de España mientras su madre pagaba al conductor náutico. Cuando el velero volvió a ponerse en movimiento y comenzó a alejarse de ellas, Rita, se situó al lado de su hija.

Rita: ¿Estás segura de que es aquí?
Nerea: Sí, mamá. Estoy completamente segura, este es el lugar con el que soñé.

Rita, aliviada, se secó las lágrimas de los ojos y besó a su hija en la cabeza.

Rita: Todo va a salir bien, te lo prometo.
Nerea: Juntas lo vamos a conseguir.

Rita, ya algo más calmada, levantó su vista hacia el horizonte y suspiró.

Nerea: ¿Dónde está la aldea?
Rita: A pocos minutos de aquí.

Madre e hija, comenzaron a caminar. Aquella isla, a pesar de poseer decenas de hectáreas, en su interior, tan solo había una pequeña aldea que no tenía más de cien habitantes.


Mientras, a un par de kilómetros de ellas, el colegio ‘Diosa Minerva’ abría sus puertas como cada día, y decenas de personas de entre tres y dieciocho años se dirigían a su clase. Soraya, una guapa adolescente de dieciocho años, caminaba por los pasillos hasta llegar al aula de segundo de bachillerato. Una vez dentro, la joven se sentó junto a sus amigos: Vicente, Ariadna y Nicolás. La profesora no tardó mucho en llegar.

Profesora: Buenos días. Antes de comenzar la clase, os hablaré sobre el trabajo que tendréis que hacer esta evaluación, y que tendrá como fecha límite el dos de junio. Bueno, imagino que a todos os habrán contado cientos de veces la vieja leyenda sobre el monstruo del bosque, ¿Me equivoco?

Todos negaron con la cabeza, como señal de que la profesora estaba en lo cierto.

Profesora: Bien, pues el trabajo consiste en exponer todo lo que sepáis sobre esa leyenda, preguntando a la gente de la isla, aportando supuestos testimonios, etcétera. Todo lo que tenga que ver con el tema será bienvenido. El trabajo se realizará por grupos de hasta cinco personas.
Vicente: (A Soraya, Nicolás y Ariadna) Nosotros vamos juntos, ¿no?

Los tres asistieron con la cabeza.


Varios minutos después, Rita y Nerea, esperaban al lado de la casa que habían alquilado gracias a internet. En seguida, una anciana se aproximó hasta ellas.

Mujer: Me llamo Joaquina.
Rita: Yo soy Rita y ella es Nerea. Estamos esperando a Israel, ¿Le conoce?
Joaquina: Aquí todos conocemos a todos. No os preocupéis, Israel siempre llega tarde. Pero yo me quedo haciéndoos compañía.
Rita: (Fingiendo una sonrisa) Ah, que bien.
Joaquina: ¿Por qué venís a esta isla? Aquí no hay nada. Ni si quiera podrás conseguir trabajo. Todos los establecimientos están cubiertos.
Rita: Hay mucha paz, y con eso me conformo. Y bueno, Israel me comentó que tenía un bar y podría enchufarme.
Joaquina: ¿Mucha paz? Hay miles de islas y pueblos en España con mucha paz. Has tenido una pésima suerte eligiendo esta aldea.
Rita: ¿Y eso por qué?
Joaquina: (Susurrando) Allá fuera, en el bosque, habita algo. Muchas personas piensan que no son más que leyendas, pero otras tenemos pruebas suficientes como para pensar que existe.
Rita: ¿A qué se refiere con ‘’algo’’?
Joaquina: Un monstruo.

Rita comenzó a reír.

Joaquina: Lleva viviendo en nuestro bosque mucho tiempo, cuando yo nací la leyenda ya existía. Créanme, es peligroso, deben tener mucho cuidado, y nunca, repito, nunca, deben salir ahí fuera. Jamás deben adentrarse en el bosque, ¿Entendido?

De pronto, Israel llegó.

Israel: Anda que ya le vale, Joaquina. ¿Acaban de llegar a la isla y usted ya está metiéndoles miedo con la vieja leyenda? (A Rita y Nerea) No le hagan ni caso.
Joaquina: Venga Israel, si en el fondo tú también piensas que existe.
Israel: Joaquina, ¡Ya está bien! (A Rita y a Nerea) Acompañadme, os enseñaré la casa.

Los tres entraron en el interior de la vivienda, y Joaquina, se alejó de esta.
#18
YovikSeries
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13/05/2012 01:50
Esa tarde, Soraya, Vicente, Ariadna y Nicolás se reunieron en casa de este último.

Soraya: Podríamos pasear por la aldea, y preguntamos a la gente con quien nos crucemos lo que saben.
Nicolás: ¿No deberíamos contar primero la leyenda?
Ariadna: Yo no la recuerdo muy bien. Llevo años sin oírla. ¿No será mejor que se lo preguntemos a alguna anciana?
Vicente: Entonces, ¡Manos a la obra!


En la aldea, una mujer, miraba impaciente un test de embarazo que sostenía con las manos. Segundos después comenzó a llorar al descubrir que este daba positivo.

Norma: No puede ser…

Esta, escuchó como alguien entraba en su casa.

Emilio: (Desde la entrada) ¡Ya he llegado cariño!

Norma, asustada, se guardó el test en el bolsillo, se secó las lágrimas, y rápidamente salió del baño.

Emilio: ¿Estás bien?
Norma: Claro que sí, ¿Por qué?
Emilio: Estás un poco pálida.

Norma, sin saber como reaccionar y sin encontrar ninguna excusa, permaneció en silencio.

Emilio: (Mirando el test de embarazo que sobresalía de su bolsillo) ¿Qué es eso?
Norma: (Introduciéndolo del todo) Nada.
Emilio: (Enfadado) ¿¡Qué coño es eso!?

Norma respiró profundamente, y tras conseguir un poco de valentía miró a su marido a los ojos.

Norma: Estoy embarazada.
Emilio: (Sonriente) ¡Pero eso es fantástico mi amor!
Norma: De tres semanas.
Emilio: (La sonrisa se borró rápidamente de su rostro) Pero eso no es posible… Llevamos sin hacerlo al menos dos meses.
Norma: (Se vuelve a secar las lágrimas) No te he sido infiel… Te lo juro.
Emilio: ¿Entonces?
Norma: Hace tres semanas fue cuando aparecí en el bosque inconsciente.
Emilio: ¿El día que te pillaste esa borrachera? Pues entonces ahora me cuadra todo…
Norma: ¡Te he dicho mil veces que no bebí! ¿¡Por qué no me crees!?
Emilio: (Enfadado) ¿¡Qué coño quieres que crea!? La explicación que diste no tiene lógica alguna. No podía ser más irreal.
Norma: Emilio, ha sido aquello que habita en el bosque. Estoy convencida. Sería incapaz de engañarte con otro. Mi amor, tienes que creerme…

Emilio le da un bofetón a su mujer tan fuerte, que tira a esta al suelo. Norma, se toca la cara con una mano y empieza a llorar…

Emilio: ¡Basta ya! Afronta la puta realidad. Te emborrachaste, te follaste a otro, eso es todo. No quiero volver oír hablar de monstruos ni nada por el estilo.

Emilio, entra en una sala, dejando a Norma en suelo sin poder parar de llorar…


Nerea, se encontraba tumbada en la cama de su nueva casa. Rita se sentó a su lado.

Rita: ¿Te encuentras bien?
Nerea: Me duele un montón la cabeza…
Rita: (Le da unas pastillas) Espero que tengas razón y este sea el lugar que estamos buscando.
Nerea: Tenemos que encontrar a esa mujer… Solo ella podrá curarme.
Rita: Haré todo lo posible para dar con ella. Mañana mismo empezaré a investigar. (Guiña un ojo a su hija) La encontraremos.


Nicolás, Soraya, Ariadna y Vicente, caminaban por la aldea. Ariadna sostenía una cámara. De pronto, Vicente divisó a Joaquina muy cerca a ellos.

Vicente: Perdón. ¿Le importaría ser entrevistada para un trabajo del colegio?
Joaquina: No creo que os pueda servir de ayuda… Yo no he ido a la escuela.
Ariadna: No se preocupe, es un trabajo sobre la leyenda del monstruo del bosque. Con que nos cuentes un poco sobre lo que trata la leyenda, tu opinión sobre ella y alguna anécdota, en el caso de que la conozcas, será suficiente.

Joaquina: (Miró a los chicos algo extrañada) Está bien.
Nicolás: Muchas gracias, señora.

Soraya se situó a lado de Joaquina, y Ariadna comenzó a grabar.

Soraya: Desde hace muchos años, en esta pequeña aldea existe una leyenda. Esta leyenda trata sobre un supuesto monstruo que habita en el bosque que nos rodea. Usted, lleva mucho tiempo viviendo aquí, y estoy convencida que la conoce, ¿Me equivoco?
Joaquina: Por supuesto que la conozco. Me la contaba mi madre todas las noches para que no me adentrara en el bosque… Lo hacía para protegerme.
Soraya: Entonces, ¿Usted cree que es tan solo una leyenda o que es real?
Joaquina: Todas las leyendas tienen una parte de real. Y yo puedo aseguraros que en ese bosque habita algo.
Soraya: ¿Usted lo ha visto?
Joaquina: (Suspira) Lo que voy a contar ahora ocurrió hace muchos años… Unos sesenta y siete para ser exactos. Yo tan solo era una cría de siete años, y un día…

FLASHBACK.

Dos niños jugaban con una pelota en una pequeña explanada al lado del bosque. De pronto, la pelota rodó hasta que desapareció entre los árboles de este. El niño corrió rápidamente hacia ella, ocultándose también en aquel bosque. Su amiga le esperó durante varios minutos, pero el chico no aparecía. La pequeña Joaquina, decidió ir en su busca, y se adentró entre los árboles. A pocos metros de ella divisó la pelota, y corrió hacia ella. Cuando la cogió miró hacia adelante, y encontró la gorra de su amigo. Asustada, la pequeña se aproximó hacia esta, y cuando la estaba recogiendo, escuchó unos extraños ruidos provenientes de unos matorrales. Joaquina, se acercó a estos; detrás de ellos se encontraba el cadáver de su amigo, totalmente desgarrado. Pudo ver, como algo que no consiguió distinguir con exactitud se alejaba de allí a toda velocidad.

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14/05/2012 12:18
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14/05/2012 12:21
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