Crítica 'Aída'

Si decimos Aída todo el mundo piensa en una serie cómica, pero lo cierto es que estamos ante una de las historias más trágicas de la televisión. En la serie encontramos a una chica que intenta olvidar su matrimonio en el que sufrió malos tratos, un ex-drogadicto que intenta salir adelante, una prostituta que al dejarlo intenta encontrar ese trabajo que siempre buscó, una madre que intenta sacar sola a sus dos hijos adelante sin estudios ni preparación... así un revuelto de historias dramáticas que sorprendentemente se unen para formar una serie 100% cómica.

Para darle la vuelta a la tortilla lo más importante es el guión. En "Aída" nada ni nadie se libra de la sátira, llevando al extremo la teoría de que el humor consiste en reírse del peor drama.

En cuanto a los personajes cabe destacar que ninguno tiene todo el protagonismo, las historias son paralelas, pero se unen siempre que sea preciso, si el argumento así lo requiere. De todas formas hay tres personajes que destacan por su comicidad: Chema, Mauricio (normalmente estos dos personajes mantienen una relación muy peculiar en la que se alterna la amistad y el odio) y Luisma (que pone el toque absurdo a la serie); sin dejar atrás otros personajes imprescindibles para la serie.

En cuanto al personaje de Aída, es curioso como cada vez ha ido teniendo menos importancia hasta desaparecer. Si está claro que la desaparición ha sido decisión de la propia Carmen Machi, la pérdida de protagonismo seguramente se debe al intento de la cadena de igualar en importancia las historias que ocurren en el barrio, algo que le ha dado mucho más dinamismo a la serie.

En definitiva, estamos ante una serie que es perfecta para acabar el fin de semana con una sonrisa, que en muchos momentos se ve transformada en una carcajada.