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Foro De repente, los Gómez

Vuelvo al foro!!

#0
puskarino
puskarino
26/11/2010 18:24
:)
#1
Yovik
Yovik
21/10/2011 16:03
vuelvoalforo

Capítulo
Una producción de Yovik para Ignis




La habitación era amplia y luminosa, pero parecía algo vacía, tan solo tenía una cama, una mesilla de noche, un armario, un cuadro y un gran escritorio en el que un hombre escribía una carta.

Sé que nunca me has creído, pero esto ha llegado demasiado lejos, si sigo aquí mi vida estará en peligro, al igual que la tuya, no me queda más tiempo para seguir convenciéndote inútilmente de que dejes la mansión; espero que pronto abras los ojos y lo veas, antes de que sea demasiado tarde...

Fdo. Pascual.


El hombre cogió la carta y salió de la habitación, recorrió un largo pasillo, hasta llegar a unas escaleras, las subió y llegó a la última planta de aquella enorme mansión. En la puerta colgaba un letrero: Ágata Ibáñez Rojas. El hombre metió la carta por debajo de la puerta y volvió a bajar las escaleras. Regresó a su habitación, sacó una maleta de debajo de la cama y salió por la puerta.



1 mes después...



Ágata entró en su mansión, detrás de ella se encontraba Alba, su sobrina.

ÁGATA: ¿De verdad piensas que tienes alguna posibilidad de aprobar el exámen práctico de conducir?

ALBA: (Bajando la cabeza) Lo siento. Esto no es lo mio...

ÁGATA: Menos mal que le tengo a todo riesgo porque le has dejado que parece que he entrado a robar en el desguace.

ALBA: Espero que tenga arreglo...

ÁGATA: Eso es lo de menos, dinero para comprarme otro coche no me falta, podría comprarme cien más si quisiera. Lo importante es que apruebes el examen. A ver, ¿cuándo es?

ALBA: Uhmmm... ¡Qué olor más rico! ¿Sabes que ha preparado Alfredo para cenar?

ÁGATA: ¡Alba, no me cambies de tema! ¿Cuándo?

ALBA: (Musitando) Mañana.

ÁGATA: Querida no tienes remedio, pues nada, otro año que tengo que seguir dándote clases...



Susi, la nieta de Ágata, entró en la habitación de su hermano.

SUSI: (Gritando) ¡Calixto!

CALIXTO: ¿Se puede saber que quieres? Estoy al punto de descubrir la fórmula para la calvicie de los ratones.

SUSI: ¿Experimentas con ratones?

CALIXTO: Los ratones modificados genéticamente tienen mayores glándulas sebáceas, con el consiguiente aumento de aceite alrededor del folículo piloso y la capa de células de la piel más gruesa durante el tiempo de pérdida de pelo. Cada uno de sus pelos tiene una glándula sebácea encargada de lubricarlo, cuando se produce la caída del pelo, la glándula asignada a él sigue generando sebo, lo que provoca un aumento de la enzima 5-alfa-reductasa. Esta enzima convierte la testosterona en dihidrotestosterona DHT, responsable directa de una mayor caída del cabello. Al tener menos pelo, aumenta la cantidad de sebo y el círculo sin fín continúa.

SUSI: No recuerdo haber dicho en ningún momento que me contaras tu vida. Venía porque me han desaparecido las entradas del concierto de Avril Lavigne que había en mi habitación. El concierto es esta noche y como no aparezcan lo siento por los ratones que se quedarán sin nadie que encuentre la fórmula para su calvicie. Seguro que sufrirán mucho...

CALIXTO: ¿Para que iba a coger tus entradas?

SUSI: No te hagas el tonto. ¡Esas entradas cuestan un pastón!

CALIXTO: No he cogido tus entradas. Vete y no me molestes

SUSI: ¿¡Qué has hecho con ellas!?

CALIXTO: ?? ??? ?????? ?????? ??????a.

SUSI: ¡A mi no hables en chino!

CALIXTO: Es macedonio inculta.

SUSI: Te juro que si no me dices que has hecho con ellas mezclo en tu habitación Isocianato de Mercurio con Trinitrotuleno.

CALIXTO: ¡Está bien! Te lo digo, pero te advierto que si haces eso el fin del mundo llegará antes de lo previsto.

SUSI: ¡Calixto, habla!

CALIXTO: Las vendí para comprar Peróxido de benzoilo para el acné.

SUSI: ¡Eres empollón muerto!

CALIXTO: Si quieres te doy un poco.

SUSI: ¡Yo no tengo acné!

CALIXTO: Puedo hacer que te salga.

SUSI: ¡¡Y yo puedo hacer que mueras!!

CALIXTO: ¿Cómo? ¿Tienes Borohidruro de sodio? Porque precisamente ahora iba a necesitar un poco; verás, es que resulta que...

SUSI: (Cortándole) ¿Quieres que le diga a la abuela que sigues jugando a ser Einstein para que te cierre el chiringuito?

CALIXTO: ¡No! ¡No la digas nada! ¡No puedes hacer eso! Te prometo que te pagaré lo que hayan costado.

SUSI: Y mañana no asistes a la reunión sobre física cuántica.

CALIXTO: ¿¡Qué!?

SUSI: Que recuperaré el dinero, pero me quedo sin ir al concierto, así estaremos en paz.

CALIXTO: ¡Pero la fisica cuántica es el futuro de la ciencia!

SUSI: Y yo el futuro del rock y me quedo sin ir al concierto de Avril Lavigne.

CALIXTO: Algún día seré el científico más famoso del mundo, mientras tú no serás más que una alcohólica y drogadicta que pasará todas las tardes de su vida en una tragaperras para aislarse de su mierda de vida.

SUSI: Papá no quería que fueses científico, sino notario, como él.

CALIXTO: Papá ya no está, se ha ido, asúmelo de una vez, ¡nos ha abandonado!

SUSI: ¡El jamás haría eso! Está huyendo de algo. ¿O no le veías durante los últimos meses? Siempre observando por dónde pasaba, espíando a los trabajadores de la mansión, anotándolo todo en su libreta...

CALIXTO: (Cortándola) ¡Papá se había vuelto loco!

SUSI: Tú no le conocías bien.

CALIXTO: Nunca me ha apoyado en nada, me consideraba un bicho raro, al igual que mis compañeros de clase. Cuando murió mamá me quedé huérfano, de madre y de padre.

Susi no pudo evitar que las lágrimas que tenía retenidas en sus ojos se escaparan y empezaran a recorrer su mejilla. Miró a su hermano, éste arrepentido de lo que había dicho no dijo ni una palabra.

SUSI: Nunca ha estado orgulloso de tí porque nunca has hecho nada para que lo esté, ¡no eres más que un friki marginado!

La chica salió de la habitación y cerró la puerta de un portazo.



Ágata llamó a la puerta de una habitación y entró.

ÁGATA: ¿Maruja?

Una mujer salió de un cuarto con una toalla en la cabeza y un albornoz.

MARUJA: Hermana, me pillabas dándome un baño.

ÁGATA: Lo siento. Pero es muy importante, no podía esperar.

Maruja se sentó en la cama.

MARUJA: Cuéntame.

ÁGATA: Voy a irme de la mansión.

MARUJA: ¿Sigues todavía con el mismo cuento?

ÁGATA: Mi hijo no estaba no loco, he encontrado su libreta y he continuado sus investigaciones; y tenía razón, aquí mi vida corre peligro, creo que ya sé dónde está y pienso ir allá.

MARUJA: Ágata, por favor, que no se te vaya la cabeza a ti también. Con un loco en la familia es suficiente...

ÁGATA: No se me está yendo la cabeza, créeme.

MARUJA: Sólo te digo que no hagas ninguna locura. Si te vas, ¿qué pasará con tus nietos?

ÁGATA: Tu puedes ocuparte de ellos.

MARUJA: Hermana, esto no tiene ni pies ni cabeza. Si esta mansión es peligrosa y tu vida corre peligro, ¿por qué no intentas proteger a tu familia y alejarnos también a nosotros de aquí?

ÁGATA: Porque me llevaré lo que está buscando; y a vostros no os querrá para nada, ya que no sabréis donde estoy.
#2
Yovik
Yovik
21/10/2011 16:04
Maruja entró en la peluquería de la mansión.

LOLA: Buenos días, Maru.

MARUJA: No sé yo si son precisamente buenos.

LOLA: ¿Ha pasado algo?

MARUJA: Mi hermana, que está ya muy mayor y ahora resulta que se va a ir de la mansión, ha empezado a relacionarlo con la desaparición de su hijo, y dice cosas muy raras...

LOLA: ¿Qué tipo de cosas?

MARUJA: No voy a decirte nada más que acaba de empezar la tarde y a todo el que pase por aquí se lo vas a cascar.

LOLA: Desde que Encarna ha dejado a Fermín se me ha acabado el tema de conversación. ¡Esto ya no es una peluquería!

MARUJA: ¡Mira que eres cotilla! Y luego soy yo la que se llama Maruja...



Fermín, el mayordomo, entró en la consulta de Encarna.

ENCARNA: ¿Qué haces tú aquí? No has pedido hora en ningún momento.

FERMÍN: Venía ha hablar contigo.

ENCARNA: Ya, pero es que yo no quiero hablar contigo de nada.

FERMÍN: Lo de Petra fue un error, yo solo te quiero a ti.

ENCARNA: Toda la mansión sabía que me estabas engañando con la limpiadora, y ni aún así tuviste los cojones de decírmelo. Era mucho mejor esperar hasta que yo misma os encontrara en el cuarto de la limpieza.

FERMÍN: Es que yo no quería que te enteraras, fue Petra la que te tendió la trampa para que fueras en el momento que había quedado con ella y así me dejaras.

ENCARNA: Pues me alegro de lo bien que le ha salido la jugada a esa zorra.

FERMÍN: Pero ahora es la puta de la mansión.

ENCARNA: Y tú el cabrón. Y ahora si me disculpas estoy esperando a un paciente.

Fermín suspiró y salió de la consulta.



Petra llamó a la puerta que daba a la habitación de Ágata.

ÁGATA: Adelante.

Petra entró.

PETRA: ¿Me buscabas?

ÁGATA: (Tras un fuerte suspiro) Petra, tu siempre has sido como una hija para mi. Por eso quiero darte la noticia antes de que se entere el resto.

PETRA: ¿Te casas con Pedro?

ÁGATA: No, claro que no. Pedro y yo hemos dejado muy claro que entre nosotros sólo existía una relacción de jefa con jardinero.

PETRA: Me alegra saberlo. Personalmente no veía futuro a esa relacción; eres treinta años mayor que él. Creo que quiso tener algo contigo por tu dinero, fíjate.

ÁGATA: No empieces como mi hermana... Además me estoy desviando del tema. Lo que quería decirte es que me voy, no puedo contarte por qué razones, pero esta mansión es peligrosa para mí. Tú no te preocupes, mantendrás tu puesto y mi hermana se convertirá en tu jefa.

PETRA: ¿Cómo que te vas?

ÁGATA: Ya te he dicho que no puedo contarte nada, pero si sigo viviendo aquí mi vida corre un grave peligro.

PETRA: No seguiré haciéndote preguntas, pero necesito saber si también es peligroso para mi.

ÁGATA: No, tranquila. La única que corre peligro aquí soy yo.

PETRA: ¿Cuándo te vas?

ÁGATA: Para el resto de la mansión mañana por la mañana, pero me iré esta noche.

Petra dio un abrazo a Ágata.

PETRA: Te echaré de menos.

ÁGATA: Yo también a vosotros.

Petra se secó las lágrimas.

ÁGATA: No sólo te he traído aquí para eso.

Petra la miró extrañada.

ÁGATA: Quiero confiarte una cosa. ¿Puedo irme tranquila sabiendo que está a salvo?

PETRA: Claro que sí, pero... ¿Por qué me la das a mi?

ÁGATA: Sé que contigo estará más a salvo que con ningún otro habitante de esta mansión.

Ágata entregó a Petra una libreta.

ÁGATA: Esta libreta me ha hecho abrir los ojos, gracias a ella voy a poder salvarme. Es muy importante que no la leas.

PETRA: La guardaré como si fuera mi vida y jamás la abriré; no te decepcionaré.

Ágata sonrió.

ÁGATA: Entonces ya estoy lista para irme.



Alguien llamó a la puerta de la consulta médica.

ENCARNA: Adelante.

Nadie entró ni contestó. Encarna se levantó de la silla, se aproximó a la puerta y la abrió. Pero allí no había nadie, miró al suelo y divisó una carta. Encarna la cogió y la leyó.

Ahora mismo se me ocurren muchas cosas que decirte, pero tengo que elegir las palabras adecuadas. Con esta carta está en juego mi futuro contigo. Cada vez que recuerdo que te he perdido me gustaría retroceder en el tiempo y poder borrar todos mis errores. A veces pienso que estoy soñando y que cuando me despierte estarás a mi lado y te contaré mi pesadilla. Si ya no sientes nada por mi dímelo, y ya me las apañaré para olvidarte como pueda. Necesito una respuesta pronto, tómate tu tiempo para pensártelo. Mañana espero una contestación.

Encarna la miró una y otra vez mientras sonreía.



Llegó la noche, Ágata cogió su maleta y bajó las escaleras. Llegó al vestíbulo, abrió la puerta y salió de su querida mansión. Se sentía observada, como si alguien la vigilara o la estuviese siguiendo, miró a su alrededor una y otra vez, y tras asegurarse de que no había nadie continuó su camino. Pronto, la sensación volvió a apoderarse de ella y se giró. Alguien apuntaba a Ágata con una pistola.

ÁGATA: ¿Tú?

La persona apretó el gatillo y Ágata cayó en el lago que había a sus espaldas.