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Foro El secreto de Puente Viejo

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#0
eiza
eiza
23/10/2011 12:32
labibliotecal-z

EL RINCÓN DE LADYG
labibliotecal-z
El único entre todos I, II, III, IV, V

EL RINCÓN DE LAPUEBLA
labibliotecal-z
Descubriendo al admirador secreto
Los Ulloa se preocupan por Alfonso
La vida sigue igual
Los consejos de Rosario
Al calor del fuego I, II, III
Llueve I, II
La voz que tanto echaba de menos
Para eso están las amigas
El último de los Castañeda
No sé
Pensamientos
La nueva vecina I - IV, V, VI - VII, VIII, IX, X, XI, XII, XIII, XIV, XV
Sin rumbo I, II, III, IV
Un corazón demasiado grande
Soy una necia
Necedades y Cobardías
El amor es otra cosa
Derribando murallas
El nubarrón
Una petición sorprendente I, II, III, IV, V, VI, VII, VIII , IX – XII
Deudas, cobardes y Victimas I (I) (II), II (I) (II), III, IV, V, VI,
El incendio
Con los cinco sentidos

EL RINCÓN DE LIBRITO
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Hermanos para siempre. Las acelgas. Noche de ronda
Tertulia literaria, La siembra
Cinco meses I-IV

EL RINCÓN DE LNAEOWYN
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Mi destino eres tú
Eres mi verdad
Raimundo al rescate
Rendición
Desmayo
Masaje
Qué borrachera, qué barbaridad...

EL RINCÓN DE MARTILEO
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Cuenta la leyenda
El amor de mi vida

EL RINCÓN DE MARY
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Cumpliendo un sueño I, II, III, IV

EL RINCÓN DE MIRI
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Recuperando la fe
La verdad
Una realidad dolorosa
Yo te entiendo
De adonis y besos

EL RINCÓN DE NHGSA
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Raimundo, Francisca y Carmen: un triángulo peligroso
Confesión I, II

EL RINCÓN DE OLSI
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Descubriendo el amor I, II
El amor todo lo puede
Bendita equivocación
Sentimientos encontrados I, II
Verdadero amor I, II, III, VI
El orgullo de Alfonso I, II, III, VI
Descubriendo la verdad I, II
Despidiendo a un crápula I, II
Siempre estaré contigo I, II
La ilusión del amor I, II
El desengaño I, II, III
Sola
Reproches I(I), I(II), II, III, IV
Tenías que ser tú I, II, III
Abre los ojos I, II, III, VI, V
Ilusiones rotas
El tiempo lo cura todo I, II
La despedida

EL RINCÓN DE RIONA
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Abrir los ojos
Su verdad
Si te vas
Y yo sin verte I, II, III, IV, V
Cobarde hasta el final
Un corazón que late por ti
Soy Emilia Ulloa Soy Alfonso Castañeda
La mano de un amigo I, II, III, IV, V

EL RINCÓN DE RISABELLA
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Como a un hermano
Disimulando
Alfonso se baña en el río
Noche de pasión

EL RINCÓN DE VERREGO
labibliotecal-z
Lo que tendría que ser...

EL RINCÓN DE VILIGA
labibliotecal-z
Tristán y Pepa: Mi historia

EL RINCÓN DE YOLANADA
labibliotecal-z
¡Cómo Duele! I, II, III, IV, V, VI, VII

EL RINCÓN DE ZIRTA
labibliotecal-z
El despertar de Emilia Ulloa
Atrapado en mis recuerdos
La última carta
Contigo o sin tí (With or without you)
Tiempo perdido (Wasted time)
Si te vas
El tiro de gracia
Perro traidor
#81
olsi
olsi
31/10/2011 21:23
El Reencuentro - parte 2

https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/637/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/
#82
yolanada
yolanada
31/10/2011 22:52
A ver . Eiza, si lo pongo bien.

Os dejo el link de mi último fic.
****AMOR Y VENGANZA****

1ª Parte
http//www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/633/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-port-para-hablar-de-esta-pareja.

2ªParte
http//www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/634/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja.

3ª y 4ª Parte
http//www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/635/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post`para-hablar-de-esta-pareja.

Saluditos
#83
Alfemi
Alfemi
01/11/2011 00:04
Ay Pepa, gracias!!!!Me encanta!!!Me gusta volver a ver esa parte de Juan :)
Ains,tus fics son parte de la alegria de mis dias!Sigue asi y no dejes de regalarnos tu arte,ahora estoy super intrigada por saber que le ha contado Basilio a Juan!
#84
olsi
olsi
01/11/2011 00:36
Pepa, en serio, eres una ARTISTAZAAAA!!! bravo

EL REENCUENTRO - Parte 3

https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/638/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/
#85
eiza
eiza
01/11/2011 01:29
Vale, añadidos al word titulado "pendiente de actualizacion, cuando el foro me deje" los fics de la puebla, de nghsa, de yolanada, de ladyg y de olsi.

Yolanada si lo has echo bien ;D gracias!!!!

Bueno solo decirle a mi siamesa que gracias, por fin alguien que saca de esa fase de autodestruccion a juan, o al menos empieza a sacarlo jeje, me huelo que eso k tienen k kontarle tiene k ver con seve.....

Nas noches a todas!
#86
lapuebla
lapuebla
01/11/2011 10:04
DEUDAS, COBARDES Y VÍCTIMAS (parte 10)

Aquella noche Raimundo se encontraba más cansado de lo habitual. El día se le había hecho interminable. Desde la marcha de su hija a Villafranca tenía que ocuparse de los fogones y la posada, contando sólo con la ayuda de su yerno, que se afanaba en ser útil a pesar de la ceguera. Normalmente, cuando echaban el cierre a la taberna y podían dar cuenta de la cena, pasaban un buen rato charlando y haciéndose compañía tratando de espantar la tristeza que les provocaba la ausencia de Emilia. Pero esa noche le dolía la cabeza y estaba deseando irse cuanto antes a domir.

-No se preocupe Raimundo, que ya acabó yo de recoger y echo el cierre al portón.

-Te lo agradezco hijo. Pero, ¿estás seguro de que no será demasiado trajín para tí?

-Ande, marche ya a descansar, que ya le he dicho que puedo cerrar yo.

Finalmenete, su suegro accedió a irse a su cuarto dejando a Alfonso con las últimas tareas. Recogió los platos y los vasos de la cena, limpió las mesas, levantó las sillas y barrió el suelo. Al fin estaba todo listo para echar el cierre y poder irse tambien a dormir. Pero no tenía sueño, y las noches sin su mujer se le hacían eternas. Así que decidió salir un rato al patio y sentarse en uno de los bancos a pensar. Fuera la noche estaba fría y el silencio reinaba en la plaza. Sólo se sentía el agua del caño de la fuente y alguna que otra racha de viento. Cerró los ojos y siguiendo los consejos de su madre, quien de niño le decía que para espantar el dolor o el miedo no había nada mejor que buscar un recuerdo agradable, pensó en Emilia, en aquella sonrisa pícara que ya no podía ver. También recordó a sus hermanos y las muchas aventuras que habían compartido de niños. Quizás, en un día no muy lejano podrían ir a visitar a Ramiro y a su padre a Galicia. Y mientras tanto tendrían que conformarse con las cartas que les enviaba todas las semanas. Pero Juan era otro cantar. ¿Dónde estaría? ¿Cómo se ganaría la vida? ¿Habría olvidado ya a Soledad o seguiría afligido por su recuerdo?. Demasiadas preguntas y nínguna respuesta. Sólo aquel dinero que llegaba puntualmente todos los meses y las preciosas alianzas que le regaló para su boda.

-¿Quien anda ahí?-un ruído proveniente del interior de la taberna lo devolvió a la realidad-. Ya hemos cerrado.

Se levantó del banco y a tientas se dirigió al interior de la casa. Nadie contestaba pero le pareció intuír el brillo de un candil en la barra. Quizás fuese una vela. Pero él, estaba seguro de ello, había apagado todas las luces cuando Raimundo se retiró a descansar. Al fin y al cabo, por desgracia a él no le eran de nínguna utilidad.

-¿Quién anda ahí? Raimundo, ¿es usted?-preguntó de nuevo una vez que se encontró dentro de la taberna.

Pero no hubo respuesta. Sólo distinguió el ruído de unos pasos que se aproximaban. Instintivamente echó mano a la navaja que siempre llevaba en el bolsillo y con la que se entretenía tallando la madera. Por un momento parecía que el intruso se alejaba, quizás asustado por la presencia del arma. Sin embargo, pudo sentir como alguien revolvía en la barra, tirando los vasos al suelo y abriendo la caja donde solían guardar los dineros para los proveedores. Seguramente, el ladrón sabía que estaba ciego y que no podía hacer gran cosa por defenderse. Incluso, le pareció oír una risa burlona que le resultaba vagamente familiar. En aquel momento se sintió invadido por la rabia y la impotencia. Si pudiese ver a aquel criminal le haría pagar muy cara su osadía. Y la risa burlona sonaba cada vez más cerca. Lo que él no sabía es que un hombre alto, no contento con el robo, estaba a punto de clavarle un cuchillo.

-¡Sueltalo malnacido, si no quieres que te reviente la cabeza!-aquella voz conocida provenía de la puerta del patio-.-¡He dicho que sueltes el cuchillo!-insistía.

El agresor dejó caer el arma al suelo, con gran estruendo. Mientras, Alfonso no acababa de entender lo que estaba ocurriendo. No sabía quien era el maleante pero sí quién era el heroe que acudía en su ayuda.

-Juan, hermano, ¿eres tú?

-¡Y ahora date la vuelta, que pueda ver tu cara hijo de mala madre!-ordenaba con voz furiosa.

Pero el ladrón no estaba dispuesto a dejarse atrapar. Con un rápido movimiento tiró el candil con el que se había alumbrado, dejando la estancia a oscuras. Aprovechó el desconcierto para empujar a Alfonso, con tanta fuerza que cayó de bruces contra el suelo. En ese momento el malhechor se sentía a salvo de las balas, pues Juan no se atrevería a disparar a oscuras y correr el riesgo de herir a su hermano. Así que aprovechó para escaparse. Eso sí, no pudo llevarse consigo el botín.

Al cabo de unos segundos ambos muchachos reaccionaron y mientras uno intentaba ponerse de nuevo en pie, el otro encendía una vela con la que poder iluminar la estancia.

-¿Estás bien?-preguntó Juan mientras se acercaba a su hermano mayor-. ¿No te habrá herido ese desgraciado?.

-Estoy bien, no te preocupes. Supongo que sólo quería robarnos el dinero de la caja y quien quiera que fuera pensó que ya no había nadie.

-Te equivocas. Ese mal nacido estaba a punto de clavarte un cuchillo.

-¿Quería matarme?-preguntó aturdido-.Pero si yo no podía defenderme y no habría podido impedir que huyese con los cuartos.

-Ese malnacido de Severiano te odia, hermano. No sólo quería el dinero, tambien quiere venganza.

-¿Severiano? ¿Estás seguro de que era él? Pero si todos pensaban que al final se había ido a América.

-Es una historia muy larga. Pero es tarde y querrás descansar. Además-hizo una pausa y bajó la voz avergonzado-además, supongo que despues de todo lo ocurrido, lo último que quieres hacer es hablar comigo.

-Tienes razón, es tarde y hay que descansar. Pero, ¿no le va a dar un abrazo a tu hermano mayor?.

Alfonso abrió sus brazos y espero a que Juan se estrechase contra él. Lo apretó con fuerza y lo consoló, porque aquel muchacho que minutos antes le había salvado la vida empezó a llorar. Pero entre lágrimas y sollozos quiso pedirle perdón por todo el daño causado.

-Lo siento, lo siento tanto......Jamás podré perdonarme por lo que os ocurrió a ti y a Ramiro.

-Escúchame bien-Alfonso le sujetó la cara con sus manos-tú no tienes la culpa de lo que aquellos desalmados nos hicieron. Simplemente fue una casualidad desgraciada que nos confundieran. Pero ya pasó, y lo importante es que estás de nuevo aquí y madre se va a llevar la mayor alegría del mundo.

Aquella noche Juan Castañeda volvió a compatir cuarto con su hermano mayor. Y por primera vez en mucho tiempo, se sintió tranquilo. Recordó aquellas tormentas de niño, cuando no podía dormirse hasta que Alfonso le decía que los truenos eran inofensivos, que sólo eran el ruído que hacían las nubes al pelearse allá arriba.
#87
CUQUINA37
CUQUINA37
01/11/2011 10:38
Pepa que bonito...ayss MALDITO SEVEMIERDADELOSCOJONES...
#88
Alfemi
Alfemi
01/11/2011 10:52
ayyyy pepaaaa que buena forma de empezar el dia!que precioso!!!!me encanta y ese juan vulnerable lloranfo desconsolado en brazos de su hermano!que bonito!!!!
#89
eiza
eiza
01/11/2011 12:39
por que sabia yo que seria cosa de seve!! te tengo calada siamesa!!! pero lo de que intentara matarlo asi a sangre fria no me lo esperaba!!! Me encanta, te lo repito gracias por sacar a juan de su buble autodestructivo!!
#90
olsi
olsi
01/11/2011 12:46
Pepa, me encantaaa!!! pero eso ya lo sabes! jejeje graciassss guiño

EL REENCUENTRO - Parte 4

https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/638/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/
#91
yolanada
yolanada
01/11/2011 12:59
Pepa, me gusta un montón. Sigue por favor.
Menos mal que alguien se acuerda del pobre Juan , para bien, que es una pena como nos lo tienen.
Y lo de Seve y su venganza ... es algo que no lo descarto.
Gracias
#92
martileo
martileo
01/11/2011 14:13
¡¡Pepa, me encanta como lo relatas!!. Es como si lo estuviera viendo, el pobre Alfonso ciego y el seve siempre de por medio. Este hijo de mala madre seguro que cobrará su venganza con Emilia y Alfonso.

Aqui dejo la 4ª parte de SUEÑOS

https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/638/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/
#93
lapuebla
lapuebla
01/11/2011 20:15
DEUDAS, COBARDES Y VÍCTIMAS (parte 11)

A la mañana siguiente, tal y como hacía siempre, Alfonso se levantó con los primeros rayos de sol. Tenía que ayudar a su suegro con los preparativos para las comidas y a servir los desayunos a los parroquianos más madrugadores. Además, quería recoger el estropicio que había causado el intento de robo de la noche anterior. Aunque quiso vestirse del modo más sigilioso posible, su hermano se despertó.

-¿Qué hora es?

-No lo sé. Pero tú sigue durmiendo, que tienes que descansar. Voy a preparar el desayuno y de paso limpio el estropicio de ayer, antes de que a Raimundo le de un soponcio al ver media cristalería por los suelos.

-Pero puedo ayudarte-intentó protestar medio dormido.

-No hace falta, que me las arreglo muy bien solito. Tú descansa, que ya parlamentaremos tranquilamente durante el día.

Cuando Alfonso estaba a punto de cerrar la puerta del cuarto tras de si oyó la voz somñolienta de su hermano.

-Gracias.

-¿Por dejarte dormir un rato más?. Yo que tú no me acostumbraría-bromeó.

-Por ser mi hermano, a pesar de todo.

La puerta se cerró y Juan siguió durmiendo. Alfonso, ayudado por su bastón, se encaminó a la taberna. Antes de abrir contraventanas y puertas y bajar las sillas tenía que eliminar cualquier rastro de la batalla vivida la noche anterior. Con un trapo se dispuso a retirar con mucho cuidado los pedazos de cristal esparcidos por el suelo. Fiel a su carácter de siempre, quería evitarle un disgusto a su suegro. Pero Raimundo tambien había decidido madrugar.

-¿Pero qué ha pasado aquí?-preguntó asombrado ante el estropicio-.No, si la culpa la tengo yo por cargarte con tanto trabajo.

-No he sido yo-protestó instintivamente Alfonso, como hacía siempre que alguien cuestionaba su capacidad para llevar a cabo alguna tarea.

-¿Cómo dices?

-Venga, será mejor que se siente y se lo explico-le dijo mientras se incorporaba y buscaba a tientas la mesa más cercana.-Anoche entraron a robar, pero no se preocupe, que el ladrón no pudo llevarse nada.

Durante los siguientes minutos Alfonso le refirió a Raimundo todo lo acontecido: los ruídos, el intruso, el intento de robo y la providencial aparición de su hermano cuando aquel desalmado estaba a punto de apuñalarlo y llevarse todo el dienero guardado en la caja.

-¡Maldita sea!. Pero ¿es que nunca podremos vivir tranquilos?. ¿Y por qué no me avisastes?-preguntó más avergonzado que malhumorado al darse cuenta que no se había despertado a pesar del ruído-. Deben ser esas hierbas que me recetó Pepa para la jaqueca, cada vez que las tomo duermo como un tronco y no me despierta ni una manada de bueyes.

-No se preocupe, que no hubiera podido hacer nada. Además gracias a Juan ese canalla no pudo salirse con la suya.

-¿Y dónde está ahora tu hermano?

-Durmiendo. Lo he dejado descansando en el cuarto. Despues de desayunar tenía pensado acercarme hasta mi casa y dar una vuelta por el pueblo. Así que voy a ir adelantando faena, para que no tenga ustede que cargar con todo.

Ambos hombres se dispusieron a realizar sus tareas habituales de la mañana. Alfonso abrió las contraventanas, dejando que la luz entrara al fin en la taberna. Y mientras su suegro se afanaba en preparar un buen desayuno, él empezó a bajar las sillas al suelo y reponer en la barra los vasos rotos. Al cabo de un rato, como si el olor del café fuese un cebo irresistible, apareció don Anselmo, dispuesto como siempre a disfrutar de un buen tazón de café con leche y migas de pan. Aunque en honor a la verdad, lo que más le gustaba era conversar un rato con el Ulloa e interesarse por las novedades de la familia.

Una vez que atendieron a los pocos clientes que frecuentaban a tan temprana hora la casa de comidas, Raimundo y su yerno aprovecharon para desayunar y departir con el párroco. Cuando estaban a punto de contarle lo acontecido la noche anterior fue Juan el que apereció por el pasillo que daba al interior de la casa. Don Anselmo se levantó de su silla dispuesto a recibirlo con un fuerte abrazo. Sabía que el muchacho había cometido muchos errores en el pasado, algunos de los cuales lo tuvieron a él mismo como víctima. Pero tambien sabía que había cambiado y que ahora no sólo no causaba problemas, sino que se preocupaba de enviar todos los meses una buena cantidad de dinero a su familia y tambien una pequeña contribución a la parroquia. Hacía ya mucho tiempo que aquel zagal había saldado sus cuentas pendientes con el cura.

-¡Alabado sea el Señor! Pero si es Juan Castañeda en persona-le dio un cariñoso abrazo-.¡Que alegría verte de nuevo por Puente Viejo!. Y dime, ¿cuándo has llegado?.

-Hace ya varios días que ando por la comarca.

-¿Y como es que no has dado señales de vida antes?-le inquirió bastante serio.

-Bueno, es una larga historia-dijo mientras se sentaba al lado de su hermano y le indicaba al sacerdote que hiciera lo mismo.
#94
lapuebla
lapuebla
01/11/2011 20:20
Raimundo le sirvió un gran tazón de leche y le invitó a compartir unas rebanadas de pan con aceite dispuestas desde hacía rato encima de la mesa. Durante los siguientes minutos los tres hombres escucharon atentamente el relato de Juan sobre lo acontecido en su vida durante los últimos meses. Procuró no explayarse mucho en su etapa al servicio de Pardo, pues los recuerdos eran dolorosos y prefería enterrarlos en lo más profundo de su mente. Sin embargo, una gran sonrisa se dibujó en su rostro al contarles como era la vida de aquel pintor llamado Carlos Romero que tanto estaba triunfando en Madrid. Supieron así que su trabajo le había permitido reunir el dinero suficiente para saldar de una vez por todas la deuda con el prestamista y que esa era la razón que lo había llevado a regresar a la comarca. Su intención era pagar a Pardo y tal vez mandar recado a don Anselmo para que le contase como iba todo por Puente Viejo. Pero en todo caso tenía pensado regresar pronto a la capital. Hasta que se econtró con Basilio.

-¿Quién es?-preguntó el cura.

-Es uno de los hombres que trabaja para Pardo. Pero no es un mal tipo. Por lo menos es al único al que le he visto que tiene un poco de conciencia.

-Poca conciencia puede tener si trabaja para ese usurero-pensó en voz alta Raimundo sin darse cuenta de que sus palabras podían lastimar a Juan-.Perdóname hijo, soy un bocazas..

-No se preocupe, yo tampoco estoy nada orgulloso de lo que hice. Bueno, pues como les contaba, Basilio me contó que Severiano había vuelto a las andadas. Se pasaba las noches de tugurio en tugurio, apostando en timabas y gastando lo que no tenía en los lupanares.

-¡Menudo gañán!. Y pensar que hubo un tiempo en que lo consideraba amigo mío-se lamentó Alfonso apretando los puños como cada vez que algo lo enfadaba.

-El caso es que al final tuvo que pedirle dinero al prestamista-continuó Juan-. Y para saldar la deuda empezó tambien a hacer….-su voz se tornó ronca- ciertos trabajos. Pero como seguía perdiendo dinero en las timbas, al final Pardo lo amenazó con darle un escarmiento si no le iba pagando algún plazo de los préstamos. Así que el muy sinvergüenza empezó a planear como dar un buen golpe y conseguir los cuartos.

-¿Y por eso ahora se dedica a robar?-preguntó Raimundo.

-Supongo que sí. Pero una noche que estaba borracho empezó a fanfarronera diciendo que su próximo golpe le iba a proporcionar mucho dinero y además se vengaría de aquellos que lo habían humillado.

-No entiendo nada.

-Basilio tampoco sabía de que hablaba y empezó a tirarle de la lengua hasta que le contó el odio que sentía por los Ulloa y por los Castañeda. Su plan era hacer todo el daño posible, sobre todo a Emilia y a Alfonso.

-Menos mal que mi hija está en Villafranca-suspiró Raimundo-.¿ Y tú como supiste que iba a dar el golpe en la taberna?

Juan les contó que al enterarse por Basilio de los planes de Severiano decidió seguirle los pasos. Durante muchos días lo único que hacía era ir de su casa a la taberna y de la taberna a casa. Hasta que la noche anterior se fue al lupanar de La Puebla. Sin embargo, al ver que tardaba mucho en salir, decidió entrar a echar un vistazo y al no verlo preguntó por su paradero. Una de las mozas que trabaja en el tugurio le contó que le había escuchado algo de hacer una visita a unos viejos amigos de Puente Viejo. Juan sintió como se le helaba la sangre. Nada bueno podía estar tramando. Así que corrió hacia su pueblo, decidido a pararle los pies a aquel sinvergüenza.

-El resto de la historia ya lo conocen. Cuando llegué ese malnacido estaba a punto de largarse con los cuarto y apuñalar a Alfonso-dijo agarrando con cariño a su hermano del antebrazo.

-Bueno, menos mal que llegaste a tiempo-le sonrió Alfonso.

-Sí, pero no podemos bajar la guardia.

-¿Qué quieres decir?-preguntó Raimundo.

-Pues que mientras ese hijo de mala madre no esté entre rejas no podremos dormir tranquilos. Tengo miedo de que quiera hacerle daño a madre, a Mariana, a Emilia o a nosotros mismos. Es una víbora y estoy seguro de que ya está tramando el próximo golpe.

(continuará)
#95
olsi
olsi
01/11/2011 21:27
ay Pepa me tienes en un sinvivir!!! sigue cuando puedasss!! ejjeje

EL REENCUENTRO - Parte 5

https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/639/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/
#96
colgada
colgada
01/11/2011 22:24
Chapeau!
#97
eiza
eiza
02/11/2011 02:20
Ay pepa!!! Solo te digo eso, porque ¿Para que mas?
#98
martileo
martileo
02/11/2011 13:56
Lapuebla, que te voy a decir que ya no te hayan dicho, ¡¡eres genial!!

Aqui os dejo la 5ª parte y última de SUEÑOS

https://www.formulatv.com/series/el-secreto-de-puente-viejo/foros/877/639/el-rincon-de-alfonso-y-emilia-post-para-hablar-de-esta-pareja/
#99
eiza
eiza
02/11/2011 15:42
He escrito un poquito, va dedicado a tres personas:

La Puebla (Mi Pepa, por todo y por nada, porque SI)

Alfemi (Mi sister, por pesada más que nada)

Fermariarules (Mari, porque te echo de menos ^-^ )

En los ojos de un Castañeda. (A partir del #31 esta lo nuevo)
#100
lapuebla
lapuebla
02/11/2011 22:24
DEUDAS, COBARDES Y VÍCTIMAS (parte 12)

Juan pasó el resto de la mañana paseando y charlando con don Anselmo, mientras Alfonso y Raimundo hacían frente a sus quehaceres diarios en la casa de comidas. El sacerdote había sido como un segundo padre para el muchacho desde la marcha de su progenitor a tierras gallegas. Y, sobre todo, fue un gran apoyo durante aquellos aciagos dias en los que incluso quiso acabar con su vida colgándose de una viga. Lo cierto era que el cura casi siempre lograba infundirle algo de sosiego en su atormentada cabeza. Pasaron horas recorriendo las callejuelas del pueblo, salundando a los vecinos que se interesaban por su vuelta, paseando por las veredas de junto al río y las que bordeaban las tierras de los Montenegro.

Juan ardía en deseos de abrazar a su madre y a Mariana, sobre todo despues de que Alfonso le asegurara que lo esperaban con los brazos abiertos. Pero su ánimo no le permitía adentrarse en los dominios de doña Francisca y, mucho menos, acercarse a la casona, que tan malos recuerdos le traía. Por no hablar del torrente de emociones que experimentaba al pensar en Soledad. Vendería el alma al diablo por dar marcha atrás en el tiempo y no haber destruído su matrimonio por culpa de un capricho pasajero. Pero hay cosas que no pueden ser y sólo queda resignarse.

Don Anselmo avisó a Rosario del regreso de Juan y las instó a pasarse por la taberna cuando terminara su jornada de trabajo en la casona. Esa noche habría celebración y el agasajado sería el mediano de los hermanos Castañeda. Ambas mujeres no veían el momento de acabar con sus quehaceres y salir corriendo en dirección al pueblo para abrazar a su añorado Juan. Mientras, Alfonso y Raimundo, con la ayuda de Hipólito, se afanaban en preparar un estupendo puchero y muchas jarras de vino. Aquel día, a pesar de todo, del intento de robo y, aunque echaran de menos a os auentes, era un día de fiesta y había que celebrarlo.

Por fin llegó la noche y con ella el fin de la jornada de trabajo de las mujeres Castañeda. A ambas les aporreba el corazón en el pecho cuando pudieron distinguir por las ventanas de la casa de comidas la figura de Juan bromeando con Alfonso. Fue Hipólito el primero en darse cuenta que Rosario y su hija ya estaban cruzando la plaza.

-Ahí llega mi bella Mariana y mi fútura suegra-exclamó arrancando una carcajada de todos los presentes.

-Como te escuche mi hermana te vas a llevar una buena colleja-bromeó Alfonso.

Juan se quedó paralizado durante un segundo. ¡Cuántas veces había soñado con aquel instante!. Al ver las lágrimas de emoción en el rostro de Rosario echó a correr hacia las mujeres.

-¡Mi niño!- exclamó mientras entre sollozos se abrazaba a su hijo.- ¡No sabes cómo te hemos echado de menos!-las palabras salían atropelladamente de su boca-. ¿Por qué no nos has escrito?. ¡Estabamos tan preocupados por ti!

-Lo siento mucho, madre…….lo siento…..lo siento-era lo único que el muchacho podía decir sin soltarse de su madre.

Mariana los miraba con lágrimas en los ojos. Tambien Alfonso, aunque no pudiese verlos, sentía un nudo en el estómago.

-¡Pero qué guapo estás! ¡Mírate, pero si estás hecho todo un señorito! –lo piropeó su hermana mientras se abrazaba a él con fuerza.

-Bueno, basta ya de lágrimas que esto no es un funeral-interrumpió Raimundo-. Pasad todos adentro que tenemos que celebrarlo. ¡Hipólito!, venga zagal espabila y vete a la cocina a por la olla con el estofado-empezó a dar órdenes-. ¡Alfonso, Sebastián!, vosotros id llenando los vasos de vino, que no se diga que nadie pasa hambre o sed en casa de los Ulloa.

Aquella fue una noche alegre. Quizás echasen de menos a Emilia y a Ramiro, pero saber que Juan había reconducido su vida era un motivo de felicidad. Y con un poco de suerte, algún día no muy lejano podríán estar todos reunidos de nuevo, como años atrás cuando los criós de los Castañeda y los Ulloa crecían juntos.

En la iglesia sonaron las cámpanas que anunciaban la medianoche cuando los últimos invitados abandonaron la casa de comidas. Los Mirañar cruzaron la plaza camino del colmado, no sin que antes Hipólito intentara darle un beso en la mejilla a Mariana a modo de despedida. Don Anselmo se dirigió a la casa parroquial. Alfonso, Raimundo y Sebastián se retiraron a dormir, una vez que todo quedó recogido y comprobaron que todas las contraventanas estaban cerradas y que todos los postigos de las puertas estaban bien seguros. Y aquella noche Juan volvió a descansar en su cuarto de siempre, aunque esta sin tener que compartirlo con nadie. Se sentía inmensamente feliz de volver a compartir techo con su madre y su hermana, pero esa noche durmió con el revólver que le había prestado Basilio debajo de la almohada. Severiano seguía siendo un peligro y él no dudaría en defender a su familia, aunque fuese a dentelladas.

Sin embargo, alguien tenia problemas para conciliar el sueño. Tenía que buscar el modo de llevar a cabo su venganza.
(Continuará)
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