FormulaTV Foros

Foro Amar es para siempre

La España de 1961-1963

#0
Pareja21
Pareja21
23/03/2014 15:21
Aquí para comentar las cosas que ocurrían en España en los años en que transcurre la temporada.

Por cierto, chicos, os dejo esta noticia sobre la Memoria Histórica y un nuevo libro.

LAS 15.000 CARTAS DE RADIO PIRENAICA DAN VOZ A LOS VENCIDOS Y REPRESALIADOS EN LA GUERRA.

- Durante la dictadura miles de estremecedores testimonios de los vencidos llegaron a Radio España Independiente en forma de misivas.
- Aquellas cartas han sido analizadas ahora en un libro que constituye "un gran fresco del sufrimiento de los perdedores".
- Rosario Fontov y su marido, Armand Balsebre, firman 'Las cartas de La Pirenaica. Memoria del antifranquismo'.

En la larga dictadura franquista, Radio España Independiente, más conocida como la Pirenaica, recibió por escrito miles de estremecedores testimonios de los vencidos. Quince mil de aquellas cartas han sido analizadas ahora en un libro que constituye "un gran fresco del sufrimiento de los perdedores". "Es la gran queja colectiva de los represaliados del franquismo y no sólo desde el punto de vista del castigo jurídico o carcelario sino desde el de las humillaciones a que fueron sometidos", dice Rosario Fontova, autora junto con su marido, Armand Balsebre, de Las cartas de La Pirenaica. Memoria del antifranquismo. Es la gran queja colectiva de los represaliados del franquismo desde el de las humillaciones a que fueron sometidos, dice Rosario Fontova, autora junto con su marido, Armand Balsebre, de Las cartas de La Pirenaica, Memoria del antifranquismo. Publicado por Cátedra, el libro contiene una exhaustiva investigación sobre las casi 15.500 cartas que se conservan en el Archivo Histórico del Partido Comunista de España, enviadas por radioyentes a la citada emisora clandestina del PCE, que fue fundada en 1941 en Moscú "para combatir el fascismo en tiempos de guerra" y que en 1955 trasladó su sede a Bucarest, donde operó hasta el 77, señalan los autores. En esas cartas hay "un testimonio inédito de la España del hambre, la miseria y la represión", comenta Balsebre, catedrático de Comunicación Audiovisual y Publicidad de la Autónoma de Barcelona. "En esos textos nos hemos encontrado con lo que pensaba la gente común, que son los grandes olvidados de la posguerra, los que no tenían ninguna manera de expresar lo que sentían más que escuchando aquella radio por la noche y debajo de una manta; seguramente, para que no les oyeran los vecinos", añade Fontova, periodista especializada en temas culturales.

La historia de pueblos enteros.

Los autores tropezaron "un poco por casualidad" con este "tesoro documental" cuando Fontova preparaba un libro sobre la historia de la cárcel Modelo de Barcelona y tuvo que consultar el archivo histórico del PCE. Las cartas eran "parcialmente conocidas", pero su importancia "había sido minusvalorada". Sí se mencionan algunas de ellas en "un completo libro" de Luis Zaragoza sobre la historia de Radio Pirenaica, aclara Balsebre. Las cartas eran parcialmente conocidas, pero su importancia había sido minusvalorada Para facilitar el trabajo de investigación, el matrimonio obtuvo permiso para fotografiar todas las cartas, que suman un total de 39.000 cuartillas. "Algunas tienen hasta 25 cuartillas y cuentan la historia de pueblos enteros", afirma la autora. "Solo un tres por ciento de las cartas resultó ilegible", y eso que muchas están escritas con faltas de ortografía y con separación inadecuada de palabras. Como ejemplo de esas incorrecciones, propias de una época en la que abundaba el semianalfabetismo, podría servir una carta de 1963, enviada por la Golondrina (muchas de ellas están firmadas con seudónimos) desde Valladolid y que comienza así: "Cuando tenía 11 años, dejé de 'Hir' al colegio. No aprendí nada más que 'la vecedario' y un libro que se llamaba Catón. Hasta que 'tube' 21 años 'estube' trabajando en el campo. Ahora trabajo en una fábrica. 'Llebo' 20 años y cada 'bez' nos tratan peor. Los jefes dicen que al 'Hobrero' hay que tratarlo como al limón: sacarle el zumo y luego tirarlo". Este remitente decía en su texto que, si no había escrito antes a la Pirenaica, era por "el miedo, porque al que lo 'cojen' lo muelen 'apalos'".

"Era ilegal escribirlas".

Y es que el miedo late en un buen número de cartas, "porque era un acto ilegal escribirlas", comenta Balsebre, especialista en periodismo radiofónico y en historia de este gran medio de comunicación. El miedo llevaba también a algunos remitentes a "escribir con guantes" para que no pudieran identificar sus huellas, a hacerlo en papel de luto "para disimular" y a utilizar "tinta invisible"; es decir, el viejo truco de escribir con palillos mojados en limón. Luego, al aplicar una fuente de calor, se podía leer el texto. Queremos que este libro contribuya a deshacer la leyenda de que las cartas de Radio Pirenaica eran falsas Los autores cotejaron las quince mil cartas con los guiones de los diferentes programas de la Pirenaica (se conservan todos en el citado archivo) para ver cuántas de esas misivas se habían leído en la radio, aunque fuera parcialmente. El libro, de 600 páginas y cuajado de testimonios impresionantes, contiene párrafos o frases de unas mil cartas. Más que suficiente para hacerse una idea de cómo era la vida de millones de españoles en la posguerra, de sus penurias económicas, de sus angustias y temores. Y de sus ganas de luchar para tratar de acabar con la dictadura. "Queremos que este libro contribuya a deshacer la leyenda de que las cartas de Radio Pirenaica eran falsas". Para salir de ese error basta con consultar este archivo epistolar y ver los sobres con sus matasellos, afirma el autor. "Las cartas son ciertas. Algunas son de militantes del partido, pero la inmensa mayoría son de gente anónima que utilizaba el correo para contar sus vidas", añade. "De algunas cartas no hemos podido confirmar lo que se dice, pero de la mayoría sí lo hemos hecho, como en el tema de las fosas comunes y los asesinatos en los cementerios, sobre los que hay un aluvión de textos", afirma Rosario Fontova, apasionada de la Historia. Las huelgas de la minería asturiana de 1962 dispararon el número de cartas enviadas a la Radio Pirenaica Los datos sobre las fosas "se han confirmado cuando las asociaciones de Memoria Histórica han acudido a esos lugares y han comprobado que era cierto lo que decían los remitentes", comenta. Las huelgas de la minería asturiana de 1962 dispararon el número de cartas enviadas a la Pirenaica, hasta las 1.824. Un año más tarde la cifra aumentó hasta las 4.378, por la detención, consejo de guerra y fusilamiento de Julián Grimau, "mito, héroe y mártir de la causa comunista", escriben los autores. Fue el número más elevado de toda la correspondencia recibida entre 1959 y 1977. La muerte de Grimau indignó a los oyentes de la Pirenaica y los enfrentó "con el recuerdo de sus propios muertos en la guerra y en la primera posguerra. Fue el símbolo que les hizo recordar esa herida que tenían dentro del corazón y que no había cicatrizado", subraya Balsebre.

Fuente: http://www.20minutos.es/noticia/2090303/0/cartas-radio-pirenaica-voz/vencidos-guerra/memoria-antifranquismo-libro/
#1
Igilcas
Igilcas
23/03/2014 16:56
Gracias Pareja!
#2
Igilcas
Igilcas
23/03/2014 16:58
Interesante y conmovedor...
#3
Pareja21
Pareja21
04/04/2014 16:25
Os dejo el enlace de youtube de un vídeo sobre "El Pozo del Tío Raimundo". Por si le queréis echar un vistazo...

El vídeo se llama "Construyendo la identidad - El Pozo del Tío Raimundo".

Link.-
#4
Pareja21
Pareja21
18/04/2014 20:52
Por si queréis conocer más sobre El Pozo del Tío Raimundo, también está el documental "Flores de luna" (2008) de Juan Vicente Córdoba.
#5
Pareja21
Pareja21
01/06/2014 21:10
Chicos, os dejo esto sobre una exposición en Barcelona de los tebeos de la postguerra. La exposición abarca desde el final de la Guerra Civil hasta 1960.

LA CORONA DE ARAGÓN ACOGE LA EXPOSICIÓN "TEBEOS DE POSTGUERRA".

Muestra la realidad de la postguerra a través de la colección de cerca de 200 ejemplares del especialista en comics Luis Conde.

El Ministerio de Educación, Cultura y Deporte ha inaugurado hoy, en el Archivo de la Corona de Aragón, la exposición ‘Tebeos de Postguerra’. La muestra, que puede visitarse hasta el 30 de septiembre, exhibe a través de la colección del especialista en cómics Luis Conde cerca de 200 ejemplares de tebeos que nos acercan a la realidad de la posguerra, desde 1939 hasta los años 60.

Se trata de una excelente oportunidad de comparar la multitud de editoriales, géneros, formatos, dibujantes, etc., que integraban el mundo del tebeo de la época. ‘Tebeos de la Postguerra’ coincide con la celebración en Barcelona de la 32 edición del Salón Internacional del Cómic.

Con esta exposición el Archivo de la Corona de Aragón quiere abrir su programación de actividades a un público juvenil que refuerce su compromiso con el Sello de Patrimonio Europeo, además de estrechar la colaboración con otros Archivos Estatales gracias a la exhibición de fondos con una temática contemporánea.

‘Tebeos de Postguerra’ está organizada en cuatro secciones: 1939-45 Victoria y Represión, 1946-50 Aislamiento y Autarquía, 1951-55 El Sendero hacia los Pactos, y 1956-60 Del Campo a la Ciudad. En los años cuarenta se observa un uso de los tebeos como propaganda oficial del régimen aunque también se introducen algunas críticas y protestas sociales por las duras condiciones de vida que sufre la población. En los años cincuenta, los tebeos se hacen eco de los acuerdos firmados entre España y el Vaticano y Estados Unidos, ofreciendo títulos en los que se lucha contra el comunismo y se apoya las intervenciones de tropas o de agentes de Estados Unidos en distintos países del mundo. A finales de la misma década, con la migración del campo a la ciudad, en los tebeos se aprecian síntomas de modernidad, abriéndose a modelos que triunfan en Europa como el género policiaco y la ciencia ficción.

Es la tercera vez que se puede visitar esta exposición itinerante, que en 2010 se mostró en Salamanca y en 2011 en Palencia. Además, complementa la organizada en diciembre de 2008 por el Centro Documental de la Memoria Histórica y que llevó por título ‘Los Tebeos de la Guerra Civil’.

Fuente: http://www.cinemascomics.com/2014/05/14/noticias/noticias-de-comics/40016
#6
Pareja21
Pareja21
21/07/2014 11:19
Pedro Rodríguez, el diseñador de moda del que hablan Manolita y Dorita en el capítulo del viernes.

Forma parte de la historia de la Alta Costura española. Se caracterizó por su sencillez y excelente calidad de confección. No bocetaba, sino que modelaba directamente sobre la modelo como si de un escultor se tratase. Pedro Rodríguez, fue auténtico pionero de la alta costura en España, entre las décadas de los 40 y los 70 del pasado siglo.
Pedro Rodríguez nació en Valencia, pero su familia se instaló en Barcelona ya en 1900. Cuando tan sólo tenía 10 años comenzó su aprendizaje en un taller de sastre, y desde 1914 trabajó en un taller de modisto.

Abrió su primer salón en el Paseo de Gracia de Barcelona en 1919 en colaboración con su esposa, Ana María, costurera de profesión, y fue el primero en hacerlo siguiendo escrupulosamente las directrices de la Cámara Sindical de la Moda de París, es decir con el compromiso de presentar una colección por temporada con diseños para todas las horas del día, presentados en desfiles sobre modelos vivas e íntegramente elaborados en los talleres de la casa.
Su consagración tuvo lugar en el desfile para la Exposición universal de Barcelona de 1929, y durante los años 30 entabló amistad con la otra luminaria de la moda española de la época, Cristóbal Balenciaga.

La moda en la posguerra estaba limitada tanto por la calidad de los materiales, como por la situación social, donde predominaban los colores grises y negros. A Pedro Rodríguez nunca le costó destacar.

La alta buguesía catalana no tardó en rendirse al exquisito talento del modisto, quien tras exiliarse durante la Guerra Civil volvió a escena con un fulgurante éxito que llegaría a su cénit a finales de los años 40.
En la España de los años 40 apenas había tejidos de calidad y no era fácil levantar de nuevo un taller de moda. Los colores no eran muy alegres y nadie quería destacar. Para cambiar ese panorama desolador e impulsar la industria textil española decidió crear la Cooperativa de Alta Costura Española.
Por la situación del país no muchas personas podían acceder a la alta costura, así que empezó a trabajar para clientas europeas y americanas. Llegó a tener tres talleres abiertos -en Barcelona, Madrid y San Sebastián-, centenares de empleados y clientas entre la aristocracia europea y las actrices de Hollywood, quienes visitaron sus salones antes de aficionarse a los de Balenciaga o Pertegaz.

Pedro Rodríguez trabajaba directamente sobre la modelo, sin diseño previo, y en este sentido se le considera como un “escultor” de la moda. Siempre en competición con Balenciaga, ambos representan en la historia de la moda española dos vocaciones, dos alternativas para vestir el cuerpo y dos estilos de mujer. Poseía una calidad técnica en la confección que en nada resulta inferior a la de Balenciaga.
Pedro Rodríguez formas y volúmenes que resaltaban el cuerpo de la mujer de una manera sensual, sencilla y sofisticada. Vistió a celebridades de todo el mundo, triunfando especialmente en Hollywood en los años 50 y vistiendo a actrices como Audrey Hepburn, Ava Garner o Sophia Loren.

Inicia la alta Costura en España, primero en crear una línea que cumplía con las directrices marcadas por la Cámara de París: los modelos eran creaciones exclusivas; debía presentarse una colección por temporada en los propios salones; y confeccionar las prendas en sus talleres.

Sus creaciones evidencian una inspiración mediterránea, concibiendo el cuerpo como un objeto de seducción. Busca la riqueza de los materiales, siendo el drapeado una constante en su estilo. Es el más barroco de los creadores de este momento, dotando a las prendas de una gran suntuosidad.

Pedro Rodríguez es uno de los diseñadores que más han producido en toda la historia de la moda en España.
Los figurines eran dibujados después de que el diseñador desarrollase los vestidos con las telas, tijeras y alfileres sobre el maniquí, esta manera de trabajar era la costumbre de la época, la del siglo de oro de la alta costura.

De sus tiendas en salieron modelos que han vestido a una legión de clientes (mujeres, sobre todo) de toda América. Además todos sus modelos pueden vestirse actualmente sin necesidad de ningún arreglo ni reparación; la calidad de su confección es admirable, estudiaba los tejidos y los colores.

En 1979, con el triunfo instantáneo de la moda rápida representada por el pret-a-porter, llegó el ocaso de la firma, y se vio obligado a cerrar sus tres casas por razones económicas. De todos modos continuó sus actividades de creación diseñando por encargo.

En 1986 donó setenta y ocho de sus prendas de vestuario al Museo Textil y de Indumentaria de Barcelona, institución que en 1989, poco antes de su muerte, le dedicó una sala. El Metropolitan Museum of Art de Nueva York posee también obra de Pedro Rodríguez.


Pedro Rodríguez
Diseñador de moda
1895 Valencia-1990 Barcelona

Os dejo también el enlace para que veáis los figurines:

http://lovelyretro.com/disenadores/item/905-pedro-rodr%C3%ADguez-el-dise%C3%B1ador-que-amaba-a-las-mujeres.html
#7
Pareja21
Pareja21
26/07/2014 11:09
Chicos, os dejo este documento sobre El Campo de Concentración de Albatera.

CAMPO DE ALBATERA.

Introducción.

El Campo de Concentración de Albatera fue uno de los más siniestros ejemplos del universo concentracionario franquista. Se reutilizó la infraestructura de lo que era un Campo de Trabajo de la República nada más terminar la guerra civil, con el fin de hacinar en él a la gran masa de republicanos que apresaron en el puerto de Alicante el 31 de marzo de 1939.

El Campo de Trabajo de la República.

El campo de concentración de Albatera fue la reutilización que los vencedores hicieron del Campo de Trabajo que los republicanos habían concebido en plena guerra, como “medida para los desafectos al régimen democrático”: obra de dignificación social, sería la definición que de ellos haría el Servicio de información de la Subsecretaría de Propaganda, en un artículo publicado en el diario El Luchador, el 16 de octubre de 1937: van llegando a Albatera los primeros grupos de presos políticos destinados a este Campo de Trabajo, que dentro de poco será oficialmente inaugurado. Prosigue el texto con una justificación moral hacia esta variación penitenciaria: el fundamento moral que inspiró la creación de estos campos para penados (es) la de incorporar a la vida de trabajo, a los que hasta ahora habían vivido la existencia parasitaria de verdaderos convidados sociales. Así, los adjetivos y metáforas propios del estilo redactor de la época continúan exaltando la generosidad de la República para con sus traidores, al sacarlos de las prisiones para que puedan incorporarse a la vida activa, de manera que cuando consiguieran la libertad puedan hacerlo con los honores de hombre moderno, que gana su existencia con la cooperación de su labor a la obra nacional.
Según la Memoria Anual Reglamentaria del Campo de Trabajo del Segura (Sección de Albatera) que se elaboraba desde la inspección gubernativa, y cuya entrada al registro general del Ministerio de Justicia se fecha en el 21 de marzo de 1938, podemos destacar que se constatan las obras de construcción de barracones en los que se estima la habitabilidad de unas dos mil personas. Entre los diversos apartados que constan en el informe, encontramos uno dedicado al tipo de trabajo que realizaban los presos, siendo éste, fundamentalmente, el de las labores agrícolas. No podemos saber con seguridad la realidad de estas afirmaciones así como tampoco la realidad de las condiciones de trabajo, aunque según afirman se designa el trabajo de cada penado, según su edad, conocimientos específicos y cualidad física.
Es necesario destacar que los sublevados, a pesar de utilizar este asentamiento, no reutilizaron las instalaciones para las funciones con que fueron concebidas por los republicanos, sino que se limitaron a aprovechar el cerco de alambre y alguna estructura habitacional para albergar a los guardianes de aquel lugar.

El Campo de Concentración Franquista.

La Hoja Oficial de Alicante (28/IV/1939) cifraba en seis mil ochocientos a la población reclusa en Albatera; mientras que la memoria anual de 1938 hablaba de la posibilidad de albergar a dos mil personas. Obviamente, la última fuente estima esa cifra respecto a las estructuras habitacionales; sin embargo, los presos de 1939 se instalaron en el terreno que circundaba los barracones. Entre los testimonios recogidos sobre el volumen de ocupación, las cifras oscilan de 20.000 a 30.000 reclusos.
En cuanto a la alimentación, se trataba de un menú que ninguno de los supervivientes ha conseguido olvidar: pan y sardina (no sólo utilizado en Albatera sino en otros campos como el de Los Almendros). Con el paso del tiempo y con un número de presos sensiblemente disminuido, el racionamiento evoluciona de las sardinas y el pan a un plato de caldo de lentejas.
También cabe destacar, entre las continuas vejaciones a las que eran expuestos los reclusos, el lamentable estado de las letrinas. A pesar de que entre las instalaciones republicanas puede constatarse la existencia de servicios, los reclusos del campo tenían vetado el acceso a los mismos y se veían obligados a hacer sus necesidades en cualquier parte. Este hecho condujo a una situación de alarma higiénica grave, que las autoridades del campo decidieron resolver mediante la apertura de zanjas en el terreno que a partir de entonces serían usadas como letrinas.
La situación geográfica de estas letrinas trajo consigo dramáticas consecuencias. Al hallarse enclavadas bajo las alambradas que delimitaban el campo, pronto constituyeron una posible vía de fuga para los presos. Las autoridades, alertadas por esta posibilidad, tomaron una drástica determinación: puesto que a cada recluso le correspondía un número de identificación, se estableció la medida de fusilar al número anterior y posterior al fugado incitando de ese modo a la delación entre los presos. De esta forma, se conformaba una red de vigilancia interior amparada por los propios prisioneros.
Además de estos asesinatos, también se cometían otros merced a las conocidas como sacas de los falangistas o ruedas. Tanto en este lugar, como en otros centros de similares características, era un hecho habitual el que grupos de falangistas y caciques venidos de diferentes lugares se pasearan por estos centros concentracionarios en busca de enemigos políticos paisanos. Tal es el caso del comandante Ortega, de Irún, el cual se trasladó a Albatera para identificar a los republicanos vascos que allí estuvieran, siendo fusilados inmediatamente después de su reconocimiento.
No obstante, una gran parte de los prisioneros consiguieron sobrevivir al campo de Albatera. Las fórmulas por las que lograron evadirse fueron muy heterogéneas: desde el traslado por enfermedad o el ingreso en otra prisión, hasta la fuga o la aplicación de una ambigua medida burocrática ejercida desde el campo mediante la cual permitían salir a los presos con la condición de que se presentaran ante el alcalde de su ciudad. Ese es el caso de José Rayos, el cual recibió un salvoconducto que le permitió regresar a Orihuela donde había de presentarse ante las autoridades periódicamente.
A pesar de las obvias dificultades que diariamente vivían los prisioneros del campo, éstos organizaron políticamente la resistencia, así como las evasiones a través de la asignación de responsabilidades y comités, por ejemplo en el caso del PCE. En el exterior, también la CNT logró la evasión de algunos de sus miembros mediante la falsificación de salvoconductos, como reveló Francisca Merchán en su testimonio, quien participó como enlace en esta misión.

Localización del campo.

El antiguo campo de concentración de Albatera se encuentra, en la actualidad, en la circunscripción de San Isidro, pueblo de fundación ex novo proyectado por el régimen franquista durante la década de los 50.
La ubicación del campo se halla inmersa en el paisaje agrícola y desértico de la huerta de San Isidro a unos 450 metros de la estación del tren.
En la actualidad, la estación de ferrocarril mantiene su antigua ubicación, por lo que el camino y paisaje situado entre ésta y el campo deben ser similares a los que se encontrarían los prisioneros en 1939 a su llegada, conservando el lugar un gran número de palmeras, tales como las que recuerdan los supervivientes, entre ellos Lluís Marcó Dachs en la reconstrucción de su reclusión que plasmó en el libro autobiográfico “Llaurant la tristesa”.

Fuente: http://lahistoriaenlamemoria.blogspot.com.es/p/campo-de-albatera.html
#8
Pareja21
Pareja21
26/07/2014 11:23
Más del Campo de Concentración de Albatera, de un artículo de "El País" del año 2009.

UN ESTUDIO RECREA LA VIDA EN EL CAMPO DE CONCENTRACIÓN DE ALBATERA.

- Se cumplen 70 años del cierre del recinto, emblema de la represión franquista.
- Antes de Auschwitz.

Los curiosos apenas encontrarán una losa conmemorativa colocada allí por un par de organizaciones anarquistas. Un testimonio humilde, localizado en un saladar jalonado de cañaverales, en el perímetro aproximado del campo de concentración franquista de Albatera, en Alicante, uno de los centros de represión más sanguinarios de entre los 188 habilitados en toda España tras la Guerra Civil. El campo fue desmantelado en octubre de 1939, hace setenta años. Y sus huellas físicas borradas a conciencia. Pero los testimonios orales lo convirtieron, junto con el célebre campo de Los Almendros, en un referente en tierras alicantinas de la represión franquista. Enrique Gil Hernández (Albacete, 1975), arqueólogo de la Universidad de Alicante especializado en la Guerra Civil, lleva tiempo investigando y reconstruyendo las condiciones del campo de Albatera.

"Hubo fosas comunes derivadas de fusilamientos masivos", cuenta Gil.

"Se han hecho muchos estudios sobre el campo a través de los testimonios de los supervivientes. Es un tema recurrente. Pero la novedad es acercarse a través de una fuente hasta ahora ignorada, los restos materiales", explica Gil Hernández, quien espera poder acabar su investigación antes de finales de año. "El problema de este enfoque es que el campo ya no existe. Conocemos una zona, a grandes rasgos, pero no hay nada porque fue debidamente desmantelado y el propio espacio donde estuvo situado fue dividido para crear un nuevo asentamiento humano, San Isidro. Es como si no hubiera existido. Apenas quedó un casucho utilizado como cocina", se lamenta. "Pero tenemos la suerte de que, al menos, existen los planos y podemos inferir su estructura", añade, en referencia a la documentación encontrada en el archivo histórico de Salamanca.

El centro fue construido en 1937 por las autoridades republicanas, como campo de trabajo penitenciario, con una capacidad aproximada para 2.700 penados. Su ubicación, cercana al puerto de Alicante, escenario de los estertores del conflicto y frustrada vía de escape de miles de republicanos, se convirtió al acabar la guerra en un "espacio ideal para la concentración y posterior depuración del nuevo régimen dictatorial". Hablar de cifras es complicado. No existe libro de entradas y salidas y la única referencia no oral es La Hoja Oficial de Alicante, que habla el 28 de abril de 1939 de "seis mil ochocientos rojos". Gil Hernández piensa que la cifra llegaría a duplicarse. "Podemos hablar sin problemas de más de 12.000 personas en el momento álgido", asegura, pero no da validez a las cifras de 15.000 a 20.000 internos manejadas a través de testimonios directos.

Respecto de las características físicas del campo, Gil Hernández define un espacio cercado por una doble alambrada, con edificios modulares de madera, dependencias para los guardas, barracones con literas, cocinas, almacenes, celdas de castigo y un hospital. Las condiciones de habitabilidad, aceptables durante la República, se convierten en un infierno con la autoridad franquista. La sobresaturación, de hecho, lleva a la construcción de un segundo grupo de instalaciones, conocido popularmente como el Campo Chico. Una existencia difícil de concebir. Al hacinamiento inhumano, agravado por el calor propio de la zona, las carestías nutricionales y de higiene, hay que sumar la angustia, el terror, las torturas y vejaciones y lo que Gil Hernández no duda en calificar como "exterminio". "Hubo fosas comunes derivadas de fusilamientos masivos", asegura, y aporta como prueba el descubrimiento en huertos y jardines de la zona de abundantes restos óseos en una zona que no fue habitada hasta 1957. Otros no murieron allí. "La función del campo es controlar y clasificar y los presos van saliendo. Se hacen ruedas de reconocimiento y se producen peregrinaciones de autoridades falangistas desde todos los puntos de España para reconocer gente y llevársela para ajusticiarla en su pueblo de procedencia", explica. También se tiene constancia de que a cada fuga se contestaba con la eliminación del recluso anterior y posterior de la lista. El espanto fue desmantelado. Pero no arrojado al olvido absoluto.

Antes de Auschwitz.

El campo de Albatera fue diseñado siguiendo los modelos de los campos generados por lo que Gil Hernández denomina "las nuevas guerras" de la era industrial, la Guerra Civil Norteamericana (Andersonville tiene el dudoso honor de los precursores) o la I Guerra Mundial. Instalaciones ordenadas, con la función de concentrar y clasificar gente y con el rasgo común de la proximidad al ferrocarril, a modo de "gran cinta transportadora", según la inquietante comparación del arqueólogo. Albatera cumple esas condiciones. Pero existen también paralelismos escalofriantes con Auschwitz, el horror en mayúsculas, el icono de la barbarie nazi. "No digo que los alemanes tomaran nota, pero el precedente de Albatera, que no era un campo de exterminio pero en el que se exterminó a gente, presenta muchas similitudes", anota. Y advierte: "La reflexión final es que en España hubo una represión muy dura aunque se pretenda correr un velo para no hablar con propiedad de las cosas".

Fuente: http://elpais.com/diario/2009/10/05/cvalenciana/1254770283_850215.html
#9
janessi1
janessi1
26/07/2014 18:20
gracias pareja21,
#10
Pareja21
Pareja21
28/07/2014 11:23
Artículo de El País (25/07/2014).

MARÍA MARTÍN, UNA ANCIANA ANTE LAS TOGAS.

- Fue la primera víctima del franquismo en declarar ante el Tribunal Supremo.
- Ha muerto sin lograr recuperar los restos de su madre.

Fue la primera víctima del franquismo en declarar ante un tribunal. El escenario no era el que había imaginado, porque el juez al que había pedido ayuda era aquel día el acusado, pero el juicio contra Baltasar Garzón por su investigación de los crímenes de la Guerra Civil y la dictadura permitió a María Martín denunciar ante las togas del Supremo: “A mi madre la mataron en 1936 con 27 hombres y tres mujeres...”.

Era 1 de febrero de 2012. Tenía 81 años. Ha muerto esta semana, a los 83. Un problema de salud la hacía hablar en susurros con una voz ronca en la que cada palabra parecía un esfuerzo descomunal. Con esa voz angustiante, vestida de luto, resumió en 13 minutos aquel día ante el Supremo la triste historia de su vida.

Era la primera vez que les tenía delante, pero ya se había dirigido a los jueces por carta para explicarles por qué había acudido a la justicia: “Desde que mataron a su mujer hasta el 29 de marzo de 1977 en que murió, mi padre solicitó en Pedro Bernardo (Ávila) que le dejaran recoger los restos de mi madre, pero la única respuesta que recibió fue: ‘Tú te la llevarás al cementerio cuando las ranas críen pelo. No andes molestando no vayamos a hacer contigo lo que hicimos con ella’. Si fuera la madre de cualquiera de ustedes, habrían movido cielo y tierra para recoger los restos”, les escribió María. “Con todo mi dolor les envío un saludo de esta mujer que sigue esperando que las ranas críen pelo”, se despedía.

Tenía seis años, una hermana de 12 y otra de dos cuando fusilaron a su madre, Faustina. Antes de matarla, los falangistas le habían rapado la cabeza. “Todo menos un mechón en la coronilla que le ataron con un lazo rojo antes de hacerle pasear por el pueblo con un grupo de mujeres a las que habían hecho lo mismo”, recordaba. Su padre nunca se recuperó. María le siguió muchas veces hasta el lugar donde habían matado a su madre, y escondida, le veía llorar durante horas arrodillado en la tierra. “Agarraba un puñado de zarzas y tenía las manos tan duras de trabajar, que ni sangraba”, recordaba María. Su padre era segador. Su madre guisaba y limpiaba en casas de otros. “La mataron porque le pedían 1.000 pesetas, y no las tenía”, aseguraba su hija.

En el pueblo les hicieron la vida imposible. Había niños que la apedreaban cuando la veían pasar con su hermana y adultos que se divertían haciéndoles pasar un calvario que María se enorgullecía de haber logrado ocultarle a su padre, para que no sufriera más, y que describió por carta al juez Garzón muchos años después: “Nos llevaban atadas al cuartel de la Guardia Civil para obligarnos a comer aceite de ricino con guindillas. Un litro y 20 guindillas para las mujeres embarazadas y sin embarazar y para los niños como mi hermana, de 12 años y yo, de seis, medio litro y diez guindillas. Y yo me preguntaba: ‘¿Dónde está Dios?’ Porque este desaguisado lo hacían personas buenas de comunión diaria...”.

Al volver a su casa en La Ventura (Toledo) tras declarar aquel 1 de febrero de 2012 ante el Supremo, preguntaba: “¿Qué quieren? ¿Qué esperemos 75 años más?”. María, que decía que hubiera desenterrado a su madre de la fosa común “con las uñas” si hubiera podido, ha muerto esperando, sin haber logrado cumplir el encargo que su padre le había hecho antes de morir: intentar recuperar los restos de Faustina para enterrarles juntos. Pero hasta el último día estuvo peleando, pidiendo ayuda, y ni los años, ni los problemas de salud, ni los desengaños, lograron nunca que esta mujer menuda que siempre parecía exhausta se acomodara en la resignación.

Fuente: http://politica.elpais.com/politica/2014/07/25/actualidad/1406317666_151900.html

P.D: Podéis ver la foto de la mujer en la anterior página web. María Martín, retratada ante la fosa de su madre para el documental "El silencio de los otros", de Almudena Carracedo y Rober Bahar.
#11
Pareja21
Pareja21
01/11/2014 15:45
Os dejo esto sobre el atentado de la DGS en 1963:

GRANADOS Y DELGADO: 5O ANIVERSARIO DE SU EJECUCIÓN.

Publicado agosto 17, 2013.

Granados y Delgado: Los Sacco y Vanzetti españoles.

El día 18 de agosto de 1963 la prensa española anunció que en las primeras horas de la mañana, “y con sujección a las formalidades de la ley penal común, ha sido ejecutada la sentencia de pena capital dictada contra los terroristas Francisco Granados Data y Joaquín Delgado Martínez”.

Bajo esa hipócrita retórica se encubría el hecho de que dos jóvenes anarquistas habían sido estrangulados por el aro de hierro del garrote vil tras el “enterado” del general Franco y después de un juicio militar sumarísimo que se celebró apenas diez días después de los hechos que se les atribuyeron.


Granados y Delgado habían sido acusados de colocar sendos artefactos explosivos el 29 de julio de 1963 en la Sección de Pasaportes de la Dirección General de Seguridad y en la Delegación Nacional de Sindicatos. El primero de los artefactos, una carga de plástico de doscientos gramos de peso, provocó heridas a una veintena de personas.

Dos días después de los atentados, el 31 de julio, a las 4 de la tarde, Francisco y Joaquín son detenidos, posiblemente a causa de una delación. Apenas tres semanas separaron la vida de la muerte para estos dos luchadores libertarios, sometidos primeros a torturas policiales y después a un juicio carente de garantías en el que son condenados a muerte. El Consejo de Guerra sumarísimo anunciado sólo 48 horas antes de su celebración les condena sin otras pruebas que las declaraciones arrancados bajo tortura, en un juicio lleno de irregularidades que incluyen el hecho de que el defensor no tenía título de abogado. Granados y Delgado negaron cualquier participación en las acciones armadas que se les atribuían y reconocieron ser miembros de la Federación Ibérica de Juventudes Libertarias.

El Consejo Ibérico de Liberación, la organización clandestina anarquista a la cual pertenecían Granados y Delgado, declaró el 11 de agosto ante la opinión pública nacional e internacional que Joaquín Delgado y Francisco Granados eran absolutamente ajenos a los hechos ocurridos el 29 de julio en Madrid, que los autores no habían sido detenidos y que el depósito de armas atribuido a Francisco Granados no había sido utilizado y permanecía intacto al ser descubierto por la policía.

Posteriormente esta misma organización haría público que el material descubierto por la policía estaba destinado a un atentado contra Franco.

El año 1963 fue muy importante para la lucha antifranquista, no en vano en dicho año continuaron las movilizaciones mineras asturianas iniciadas en la primavera de 1962. El renacer de la lucha contra la dictadura fue posiblemente uno de los motivos por los que el franquismo quiso “dar un escarmiento” a las nuevas generaciones libertarias que estaban entrando en actividad en aquellos años. También quisieron, probablemente, castigar la campaña contra el turismo en España que venían desarrollando la CNT, la FIJL y otras organizaciones anarquistas.

Después de su muerte, un largo silencio se extendió sobre ellos, silencio que ha llegado a nuestros días. El PCE iba a adquirir durante los años .

Fuente: http://www.ellokal.org/granados-y-delgado-los-sacco-y-vanzetti-espanoles/
#12
Pareja21
Pareja21
26/11/2014 23:01
Chicos, he encontrado lo siguiente sobre la mayoría edad en la mujer:

1972.

- La mayoría de edad de la mujer pasa de los 25 a los 21 años, equiparándola a la del hombre.

- Hasta esta fecha las mujeres menores de 25 años no podían abandonar el domicilio familiar sin permiso del padre, salvo para casarse o para ingresar en un convento (art. 321 del Código Civil), y cuando ya habían contraído matrimonio, estaban obligadas a presentar la llamada “licencia marital” para trabajar, ejercer el comercio, ocupar cargos públicos u obtener el pasaporte.

Fuente: http://www.lacavernadeplaton.com/articulosbis/cronomujer0910.htm
#13
Platero
Platero
26/11/2014 23:10
Entonces si Laura se casará con Julián, con su permiso podría hacer efectiva su mayoría accionaral, y ser presidenta de Químicas Blasco...dándole el consiguiente disgusto a Juana que se las prometía muy felices...pero..¿se les habrá ocurrido a los ingeniosos guionistas?.....lo dudo ....
#14
Pareja21
Pareja21
11/12/2014 23:09
Aunque nos los hayan pintado así, los anarquistas del CIL no eran unos asesinos, ni terroristas ni mucho menos, secuestradores de niños (grave error histórico por parte de Diagonal), luchaban contra el Régimen.
En el atentado de la DGS del 29 de julio de 1963, no pretendían siquiera que hubiera heridos, pero la cosa se les fue de las manos y las bombas explotaron cuando había gente allí. Afortunadamente, no hubo muertos. Sin embargo, a los pocos días, arrestaron en Madrid a Francisco Granado y Joaquín Delgado mostrándolos a la opinión pública como loa autores de los atentados. A pesar de no tener relación ninguna con los hechos, fueron sometidos a un Consejo de Guerra sumarísimo y condenados a muerte en apenas 15 días. Los responsables lograron cruzar la frontera a Francia sin ser detenidos, entre ellos, Antonio Martín Bellido, autor material, tanto de los atentados en la DGS como en el Valle de los Caídos y en los sindicatos falangistas.

Dejo aquí el documental Granado y Delgado un crimen legal.

El documental Granado y Delgado un crimen legal narra la muerte a manos de la maquinaria represiva franquista de estos dos jóvenes libertarios. Tras el visionado del documental la sospecha de que tras la detención de Granado y Delgado esté la delación de un confidente queda en el aire.




Fuentes:

- http://diariodevurgos.com/dvwps/granado-y-delgado-dos-veces-victimas.php
-



Todo ello, para que no nos llevemos una visión errónea de lo que ocurrió.
#15
Pareja21
Pareja21
18/02/2015 12:16
La Enciclopedia Álvarez de Segundo Grado que Encarna le regaló a Fortunato en el capítulo de ayer:

laespanade1961-1963
#16
aris50
aris50
18/02/2015 19:10
Aquí os mando una referencia de un libro de Alberto-Gil, sobre la España del año 1963.

http://www.noticiasdigital.es/index.php/cultura/5560-ocho-pingueinos-nueva-novela-de-alberto-gil