Las hijas de Lord Thaylor

Nadie podia comprender todo aquel designio tal vez puesto por la providencia o por su contraparte, lo unico de lo que pudimos darnos cuenta era de que Alexis estaba solo en el bosque, no tenia nada en las manos ni siquiera el cuchillo, sus ojos estaban lividos de colera ahora como le explicaria a Emilia todo lo que habia pasado, se imaginaba dandole toda clase de respuestas a las preguntas que ella le formularia, tendria que contarle la verdad, o debia de mantenerlo en secreto, sabia ocultar secretos, lo habia hecho minimo unas cien veces, pero aquello era demasiado fuerte, para estar oculto, pero tambien demasiado fantastico como para que lo tildaran de loco si decia una palabra, el cabello castaño que le caia de manera hermosa sobre los hombros y el traje de montar le dieron las excusas perfectas, si alguien preguntaba por su ausencia, monto su caballo y se dirigio lo mas rapido posible que pudo hacia Roldesthand, cuando llego Emilia le interrogo sobre lo que habia pasado, el se quedo callado unos momentos, miraba aquellos hermosos ojos llenos de dudas, y cuestionamientos que le helaron un poco el alma, Emilia estuvo a punto de hallar nuevamente en Alexis al joven altivo y desdeñoso de meses atrás, su ira estuvo a punto de hacerse evidente cuando el levantando los ojos al cielo y lanzando un suspiro dijo, envuelto en una ola de pensamientos calidos.
_ Ya se quien te ataco en el bosque,Emilia.
_ ¿Deberas? Entonces dimelo por favor
_ Fue un asaltante.
_ ¿Qué?
_ Si no te lo conte pero habia un tipo llamado el cazador que asaltaba a las doncellas a esas horas, como te vio indefensa y que no tenias nada intento atacarte es por eso que sentiste aquel cuchillo en el cuello, pero no tengas miedo yo ya lo entregue a las autoridades, y al saber que intento hacerle daño a una de las hijas de Lord Thaylor entonces su condena sera lo suficientemente larga para que no ande poniendo en peligro a las personas, debo decirte tambien que intento en vano sobornarme, llevaba un bolso con varias libras esterlinas las saco y me las puso en bandeja, me indigne terriblemente contra el le indico mi rango y que no me hacian falta esa clase de chucherias que yo tenia el dinero suficiente como para despreciar unas cuantas monedas, cuando me pongo en el plan de presumido orgulloso de su fortuna, nadie me puede ver mas alla de lo debido, tranquilizate Emilia ahora ya nada malo te va a pasar ya todo acabo.
Emilia trato de dibujar una sonrisa pero su cara manifestaba a simple vista que no estaba segura de las palabras de Alexis y sabia que ocultaba algo mas.

¿Y cómo va a explicar lo de Antonia?

Capitulo LXIII
Al fin habia llegado la fiesta en el castillo del marques de Sadine en honor de su hija la bella Julia, la marquesa lo supervisaba todo con mucha insistencia, miraba de lado a lado que los cisnes de cristal estuvieran puestos en los estantes que algunos maestros chinos habian traido, la noche anterior procedente de Singapur, las grandes reservas de comida anglicana le parecieron lo suficientemente agradables pero seguia con la duda de porque no habian traido el pavo en salsa de naranja que habia mandado preparar, ella decia varias veces que las cocineras que contrato su marido, solo sabian hacer ensaladas y pure, pero no sabian como deshilachar alguna presa de pollo puesta en un caldo,que no combinaban bien los sazonadores, ella probaba varias veces la ensalada curtida, y la encontraba avinagrada, reprendia a la cocinera de ensaladas diciendole que no era bueno que le echara tanto vinagre a los tomates y a los coliflores, probaba de nuevo el jugo que corria de la salsa de naranjas, eso la mantuvo calmada por algunos minutos, ordeno que sacaran el cerdo de la congeladora, ella misma lo corto en trozos y lo echo en la olla de color azul, su hija aun no estaba lista y ella se consumia en poder conseguir los favores de aquel que la despreciaba, mas tenia un plan sabia que alguien vendria de visita y esa era la ocasión ideal, las mujeres como Ines suelen ser misteriosas y llenas de matices que nadie puede jamas comprender, una vez quitado el delantal salio de la cocina y fue a su cuarto para ponerse el vestido.
Saco del ropero una cara colección de vestidos franceses que eran considerados por todas las damas de la alta sociedad el ultimo grito de la moda, hermosos trajes hechos a base de piel de animales, de leopardos, de tigres y de osos, habian varios de aquellos vestidos que le gustaban terriblemente y no sabia por cual decidirse estaba tan nerviosa como si la fiesta fuera para ella y no para su hija, si bien habia un vestido con su color favorito, tambien habia otro que tenia los encajes que tanto habia visto en las revistas de moda, y habia un tercer vestido que era el unico que combinaba con su nuevo juego de collares y pulseras, estuvo varios minutos sin saber que ponerse hasta que al fin se dijo que lo mas importante era que su hija se luciera delante de los invitados, la gente ya habia empezado a llegar, los criados no se daban avasto atendiendo a tanta gente.
Julia que ya estaba entre los convidados con un hermoso vestido color turquesa, presumia a su enamorado delante de varias damiselas, aun asi le extrañaba sobradamente que Abel no se haya presentado a tales horas, ella le habia invitado la semana pasada, pero el joven no dignaba a aparecerse, tal vez sospechaba lo que planeara la señorita Julia en contra de el, que de malo habia en asisitir al cumpeaños de la hija de su padre el marques de Sadine, se mantuvo serena durante un buen rato hasta que le ordeno al mayordomo que se dispusiera a buscar a Abel,porque ya habia llegado la invitada que ambos tanto esperaban, el mayordomo obedecio recibiendo alguna mirada de capricho de la señorita, ella suntuosa se convertia en la recreacion de todos los jovenes de la fiesta, y alli entre el grupo de doncellas que acaban de llegar al parecer de Iglaterra estaba la primogenita del Lord Lucia Thaylor con un vestido de color azul marino, siendo presentada a los amigos de Julia quien la saludo amablemente y fria a la vez, porque aun no aparecia el hijo del marques de Sadine.
_ La ultima vez que nos vimos fue en el internado de las Mercedes recuerdo que nos despedimos llorando, y tu hermana Catherine no queria apartarse de mi en cambio Emilia ya estaba en la puerta parece que no le caigo bien, siempre ha sido algo desdeñosa conmigo quiza tenia celos de que yo le robara el cariño de su hermana mayor.
_ Emilia no es ninguna egoista, pero era la que mas deseaba salir del internado, es por eso que fue la primera en acercarse a la puerta, pero es una buena señorita si tu la vieras ahora te sentirias llena de una gran envidia.
_ ¿Se ha puesto bonita?
_ Si muy bonita, sabes que tuvimos que cambiarnos a otro internado de las Mercedes porque no habian suficientes habitaciones y mi padre no queria que nos sintieramos incomodas, ya sabes el se aprovecha porque tiene dinero, Catherine toca el piano y Emilia lee novelas.
_ Novelas,que vida tan patetica
_ Si lamentablemente no le ha sucedido nada emocionante en sus ultimos dias alla en Sunderland, salvo ganarse la antipatia gratuita del hombre mas influyente de todo Sunderland el dueño del condado de Roldestahd, mi antiguo prometido,Alexis Brower te conte en una carta que el me habia dejado plantada en el altar, me resenti contra el durante un buen tiempo, queria ahorcarlo, el me habia hecho ilusionar como una estupida, cuando me di cuenta en realidad que mi amor le pertenecia a otro, si a un montero que crio mi padre en compañia de Ema Haunser que se suicido hace dos meses, Abel es el hombre de mi vida fue dificil aceptarlo incluso llegue a aborrecerlo cuando me confirmo lo que Ema me habia confesado, lo tilde de traidor y de arribista, nos mantuvimos alejados durante todo el tiempo que duro mi compromiso con Alexis, yo me sentia liberada cuando veia mas cerca el dia de mi boda, aquel sueño se volvio una pesadilla, me deprimi terriblemente y Abel que se habia alejado a vivir con el grupo de cazadores que trabajaban para mi padre, no vino a verme, fui a buscarlo una segunda vez,la primera es mejor no recordarla, la segunda no pude seguir ocultando lo que sentia y acepte mi amor por el, lo mantuvimos en secreto y finalmente mi padre lo acepto.
_ ¿Que harias si lo vieras ahora mismo?
_ Que mas quisiera yo, pero se fue a vivir con su padre.
_ El marques de Sadine
_ si asi supe que se llama el padre de Abel.
_ Pues tengo que confesaros algo querida amiga mi nombre completo es Julia de Sadine de la Arbole, en el internado me inscribieron con el apellido de mi madre, por temor a que las demas niñas me miraran coon recelo, pero yo soy Julia de Sadine y Abel es mi hermano, te he visto lanzar un suspiro lo quieres mucho, es un joven muy bueno, simpatizamos bastante yo le tengo un gran afecto.

El traje que lucia Abel al entrar en el apoteosico palacio de Sadine era simplemente espectacular, la camisa almidonada y los pantalones de color negro llamaron la atencion de todos los asistentes, las dams que mantenian agitados sus abanicos no dejaban de murmurar lo atractivo que era y que facilmente seria aceptado como el hijo legitimo del marques que en aquella ocasion se encontraba viajando en barco para finiquitar algunos negocios, Julia no se molesto por su ausencia con tal de que le trajera del caribe las cremas de belleza que tanto la habian seducido y que lamentablemente para cualquier vanidad francesa no se encontraban en el pais, las miradas de Lucia fueron de neta sorpresa jamas se hubiera imaginado que Abel fuera el hermano de su amiga Julia, el fuerte abrazo y el beso que se dieron era la clara señal de que se amaban y de que se habian extrañado, la misma Lucia se habia quedado sorprendida en tan poco tiempo Abel habia aprendido a comportarse como todo un caballero, y su conversacion era simplemente un delirio.
_ Te presento a mi hermana, la señorita Julia de Sadine.
_ Fuimos compañeras de colegio.
_ Vaya no lo sabia, que despistado que soy, si nuestro padre me enseño un album de fotografias cuando tu eras pequeña y tenias el mismo informe de Lucia la primera vez que se fue, ahora comprendo son cosas del destino.
Julia fingia sonreir aunque se sentia muy incomoda, habia planeado hacerle pasar un mal rato a Abel pero se daba cuenta que toda la gente se habia quedado fascinada y que le contemplaban como si fuera algun principe arabe, ya que desde ese momento se convirtio en el centro de admiracion de todos los invitados a la fiesta de Julia.
El baile continuo con la bella interpretacion de la novena sinfonia de Chaucer interpretada magistralmente por Anne Beneth que habia llegado de su ultimo concierto en Berlin especialmente para la fiesta de la hija del marques, las parejas se entrelazaban hermosamente a traves de la musica, las damas coquetaban con sus diminutos zapatitos de charol, mientras los caballeros intentaban llevarlas hasta las nubes por medio, de los diferentes pasos que se marcaban en todo el salon, los vestidos de las damas eran de por si vaporosos y daban de volteretas tanto que parecian estar combinados los unos con los otros, el peinado en rizos y recogido como un moño estaba muy de moda por aquella epoca, si tenias los bucles de color almendra con un vestido de color azul era imposible no ser solicitada por los caballeros para bailar.
Y precisamente ese era el look de Lucia Thaylor Abel tuvo que dejar que varios jovenes, entre ellos Sir Campell, la tomaran como pareja de baile, su belleza sin duda iluminaba todo el recinto, luego de Sir Campel siguio el conde de Netherfiel, un viejo de aspecto soberano que fue lo suficientemente delicado como si bailara con una mujer de cristal, la lista continuo hasta que Lucia volvio con Abel, Ines que ya se hallaba en el salon con un grupo de amigas, los habia estado mirando angustiada, demasiado celosa para poder contenerse, pero junto a ella estaba Armando, brindandole una muy agradable compañia que ella no osaba en rechazar, le pidio que se mantuviera lo suficientemente prudente en lo que le fuera posible para que nadie de los asistentes, sospechara que entre ellos habia un romance escondido.
Armando parecia molesto por tener que atacar esta orden pero Ines le sugirio si estaria dispuesto a perder la fortuna del marques de Sadine por lo cual el joven no tuvo mas remedio que controlar sus impulsos, aunque no podemos negar que ya desde hace mas de media hora no dejaba de mirar con ojos de admiracion a Lucia Thaylor, intento acercarse a ella para saludarla, pero la marquesa lo tenia bien agarrado de la mano, mientras tanto Lucia y Abel se trasladaban a otra parte del salon, Julia concedio la proxima pieza de baile a su futuro marido, aunque este ultimo tenia la mente puesta en otra parte, la señorita lo noto distraido y le pregunto:
_ Armando ¿Te pasa algo? No lo se te veo tan distraido, parece que tu mente esta en cualquier parte menos aqui en la fiesta, se trata de algun problema con la naviera se que eres administrador del barco de la Merced y que desde que se hundio en aquel terrible accidente, hace unos meses no has tendido noticias de las perdidas, ni de todo el gasto que debia acarrearte, la verdad me sorprendio que una noticia asi no saliera en los diarios, es que algo asi debia haberse sabido desde el comienzo, pudo haber dado lugar a todas las habladurias.
_ Fui yo quien solicito o mas bien dicho quien ordeno que no se propague la noticia del accidente de aquel barco.
_ ¿Porque?
_ Por mis intereses querida tu no comprendes, que mi unica fortuna era ese barco y que si alguien se enteraba de que estaba hecho ruinas, que ya no servia,todas las ganancias que habia obtenido en la bolsa se irian al diablo, era mejor que los usureros siguieran depositando, los cientos de francos a la cuenta que esta a mi nombre, yo recogia el dinero todos los meses y todo marchaba de la manera mas natural, hasta que llego el usurpador de tu herencia, mi bella Julia, el jefe de prensa me comunico a traves de una carta que el y un tal James Hamilton fueron a verle y consiguieron que les contara la verdad sobre aquel barco, eso me hizo enfadar, pero me tranquilice porque nunca supieron mi nombre, he mandado a la carcel a aquel hombre simplemente porque no podia exponerme a que abriera la boca he ordenado a un grupo de presos que cada vez que el intente decir algo en relacion a este asunto, le den una fuerte paliza hasta dejarlo inconsciente y que no pueda recordar lo que sucedio la noche anterior.
No te asustes no soy un desalmado, todo esto lo hago porque te amo como un loco, yo era la perdicion en persona hasta que te conoci, me llamo la atencion tu garbo y tu hermosura,eres tan sublime como una flor que no puedo dejar de admirarte, y ahora que ya te conte el gran secreto de mi vida,sigamos siendo la envidia de la fiesta tu porque eres la mujer mas hermosa de todo el baile y yo porque soy el unico que puede estar aqui contigo,ahora van a poner la melodia del baile que tanto te gusta dejaras que te tome por el talle esa sonrisa picara, me asegura que tengo permiso, no quiero que nunca dudes de mi, prometelo, promete niña mia que jamas prestaras oidos si alguien viene a decirte cosas malas acerca de mi, tu solo diles que me amas y que confias en mi ciegamente, si insisten en que desconfies de mi entonces usa toda la furia que te sea posible mandalos a la carcel si sus ofensas en contra de mi honor se tornan terribles, yo se que tu no permitiras que yo desenvaine mi espada para defenderme de los ultrajes verbales de cuantos envidiosos hay en Francia, porque me tienes mucha fe.

Armando sonrio tomando en cuenta su suma hipocresia para ver si hacian sus palabras efecto alguno en la señorita, y para tranquilidad suya el amor que se reflejaba en sus ojos daba la intencion de que le obedeceria en todo, antes de que Julia pudiera interrogarle, Armando sello sus rosados labios con un beso apasionado que se prolongo por lo menos unos cinco a diez minutos, ella le acompaño a la banqueta de los alamos que era su lugar secreto, mas alli en medio de su intimidad, encontraron una pequeña carta, era una hoja platinada con las unicas palabras de color rojo puestas ahi, Armando pudo leer las siguientes palabras con un tono muy asustado de la voz.
“ Que supliquen al creador todos aquellos que se atrevieron a desafiar, el camino de la oscuridad que yo elegi, que supliquen porque mi venganza no los alcanze”.
Y firmaban aquellas lineas una A, y una B, y nada mas. Armando intento buscar por todo el papel si habia algo mas que identificara a aquella pequeña carta, mas no hallo nada, y Julia lo miro con ojos llenos de dudas, trato de preguntarle si sabia que significaban aquellas dos letras, pero Armando moviendo la cabeza, le dijo que no y entraron de nuevo al salon, el joven llevaba aquel papel en la mano, y lo guardo dentro de uno de los bolsillos de su pantalon, sin que su compañera se diera cuenta.
La fiesta continuo con Armando queriendo entablar conversacion con la hermosa novia de Abel, mas cada vez que intentaba un acercamiento con ella, siempre tenia que sufrir varias interrupciones entre ellas que Julia le pidiera que la acompañara al vestibulo a probarse unas nuevas joyas pues decia que las que traia puestas, no combinaban del todo con su hermosos vestido, el la complacia de manera solicita y con una mirada llena de amor, aunque por dentro se sentia bastante frustrado, de no poder actuar segun lo que a el le convenia.
Julia tardo sasi media hora en decidir que juego de joyas se iba a poner, Armando disimulaba su impaciencia, silbando y mirando al cielo, recordaba que hace un par de años el habia conocido a la posible dueña de aquellas dos siglas, mas a causa de las dificultades que aquello le habia traido en su anterior vida de pirata, pues debemos decirlo, el distinguido Armando de la Morcela fue pirata, decidio que lo mejor era hacer como si aquel papel no existiera y si algun criado lo echaba a la basura entonces todo seria mejor, aquel fue todo su pensamiento, al fin su novia termino de arreglarse y volvieron al salon, como Julia estaba conversando con un grupo de amigas, Armando aprovecho la occasion para presentarse a Lucia y la saco a bailar sin problemas.
_ ¿Y vuestro padre tiene mucho dinero?
_ Lo necesario para ser considerado uno de los hombres mas importantes de Sunderland.
_ ¿Cual es el negocio de la familia?
_ El cultivo de naranjas, mis hermanas y yo trabajamos incansablemente en aquella faena.
_ Vaya,no me lo esperaba, las señoritas de Francia, se derriten si es que tienen que trabajar, mi novia es un ejemplo, creo que fracasaria en el campo, tiene usted que venir al teatro, las funciones de Edipo rey son las mejores en todo el pais, usted y su novio estan invitados, tambien vendra mi querida Julia.
Armando le hablaba con bondad a la señorita Thaylor mas sus ojos brillaban de codicia al mirarla. La fiesta continuaba animadamente, la marquesa tambien quizo formar parte de la algarabia de los jovenes, cosa que le parecio de muy mal gusto a su hija, que siempre decia que su madre era una presumida que le gustaba lucirse delante de los demas luciendo sus vaporosos vestidos, por lo tanto se sentia con una rival que la destronaria del trono de reina que estaba ocupando en su fiesta, pero lo que Julia no sabia era, que habia alguien mas que se habia convertido en la admiracion general de aquel salon, y era Lucia Thaylor quien estaba en aquel momento valseando con Abel.
Ambos eran demasiado admirados por todos los presentes y todo el mundo deseaba convertirse en su compañia, tal situacion molesto a Julia a tal extremo que se sento, y se nego a bailar a pesar de la insistencia de Armando, el se molesto un poco, porque le habia hecho prometer que si ponian el danubio azul, el la sacaria a bailar de grado sublime, lo cual quiere decir como se pide el baile a una reina, con reverencia incluido, y que ahora ella no le dejaba cumplir lo que le habia prometido.
Armando fumo un cigarrillo y dijo para sus adentros que su señorita prometida estaba de un humor insoportable, tal vez porque estaba cumpliendo mas edad y se veia cada vez mas cerca del envejecimiento, empezo a hablarle de su tema favorito que eran los conciertos en la opera de Chanel, y a nombrarle las partituras de su libro de musica que tenia guardado en su habitacion, mas Julia estaba pensando en otra cosa.

Pero estos no saben ser discretos....

Capitulo LXIV
Cuando Catherine Thaylor supo que por fin veria a Edward Nigthley sintio un gran jubilo,aunque la prision le parecio el lugar mas horrible del mundo.
Tuvo que bajar por lobregas escaleras, mal iluminadas por un viejo farol que era sostenido por el guardia de presos de aquel dia, y decimos que era dia, aunque pareciera que fuera noche, el lugar era bastante humedo y terrible nadie hubiera aceptado en su sano juicio pasar una temporada en el, deciase que todos los presos, culpables o inocentes que alli estuvieran encerrados terminaban por volverse locos, ya habian existido varios casos de buenos caballeros que salieron de alli, convertidos en unos completos lunaticos que hasta se portaban como si fueran animales salvajes, y vestian de harapos en las calles de la ciudad.
Catherine habia escuchado de todas aquellas historias y tenia miedo de que a su amado Edward le suediera lo mismo, pero estaba segura que a pesar de todo, siempre lo iba a querer ademas que contaban con el dinero suficiente para inciar su tratamiento si era envuelto en aquella desolacion, miraba pasamada y asustada, las paredes estrechas que parecian que se le iban a caer encima, el carcelero le pidio que le entregara todas sus cosas, que se las devolveria a la salida, Catherine asintio con un gesto de repugnancia, hasta que logro llegar a la celda que correspondia a los triadores a la patria, habian dos niveles apenas comunicados por una pequeña cueva, en el nivel superior habian cientos de presos, y habian tres celdas consideradas especiales pues estaban hechas de oro, aunque sus barrotes era oxidados, asi que no hay que considerarlas como prisiones de lujo pues eran todo lo contrario, Edward se encontraba haciendo algunos calculos en una tabla de cera con un punzon que apenas podia leerse, sus ojos llenaronse de jubilo cuando vio a Catherine con aquel fuerte abrazo que le brindo.
_ ¡Tenia tantas ganas de verte!
_ Y yo esperaba tanto que vinieras gracias al cielo que te han dado el premiso para verme, me parecia injusto que tu siendo mi prometida no tenias autorizacion, pero lo que importa es que ya estas aqui, a pesar de todas las cosas que me han dicho.
_ Se que te han dicho cosas malas que tengo pretendientes y que me casare con algun conde.
_ Asi es
_ ¿Y tu les crees?
_ Claro que no, yo confio en ti ciegamente, ya ves la situacion aqui para mi no es de la mejor pero es la ideal si la comparamos con la de James Hamilton.
_ ¿James Hamilton esta aqui?
_ Si lo detuvieron por traicion a la patria.
_ El es un patriota que yo sepa.
_ Y lo es de eso estoy completamente seguro, pero lo arrestaron y lo mandaron aqui porque salvo la vida de un niño alemas, aquel niño habia sido tomado como rehen y el deber de James era fusilarlo, pero lo dejo escapar, los mayores lo supieron y le tomaron como traidor por salvar la vida de aquel niño.
_ Es algo realmente mostruoso yo no comprendo porque castigan asi a James si lo que hizo fue un acto de bondad, son unos desalmados sin corazon.
_ Cuando lo trajeron aqui lo mandaron al nivel inferior y lo tienen a pan y agua en las noches se escuchan sus quejidos el centinela lo golpea con una vara, si tu vieras en que estado esta aquel joven que visito tu hacienda hace seis meses sentirias un dolor profundo, se ha vuelto huraño algunos compañeros aseguran que no tardara en volverse loco, los celadores dicen que lo mejor para el es morirse.
_ ¡Cielo santo cuanto dolor!
_ Yo mismo se que se volvera loco y no puedo hacer nada y eso me hace sentir lleno de impotencia.
Edward golpeo el suelo con el puño, en señal de protesta por James Hamilton. Nada mas hacia falta para saber que la angustia de su propio encierro en comparacion al tormento que vivia aquel joven le hicieron ver a Edward que su suerte a pesar de todo habia sido de mayor benevolencia, tenia dinero y contaba con el privilegio de ser el mejor amigo del hombre que practicamente gobernaba Sunderland, aquello le provoco incontables remordimientos, a medida que le contaba a su prometida todos los pormenores del arresto de James, Catherine lo escuchaba abosorta estupefacta, con la expresion mas piadosa que alguien pudiera imaginar en rostro humano.
_ Todas las noches lo escuchamos llorar y al mismo tiempo reir, varias veces menciona a tu familia y tambien a Abel, al mismo Alexis y termina con la frase de “Buenas gentes”. Pero despues empieza a caminar de cuatro patas, las cadenas le pesan, y se da de golpes en la cara con los barrotes de su prision, han venido varias veces a llevarlo a la enfermeria, y siempre continua haciendo lo mismo, los diarios sensacionalistas que por supuesto no llegan a poder de las mujeres, aseguran que en cualquier momento se suicidara que ya se prendera fuego, a mi me da una rabia ver como aquella gente que no sabe nada especula de tal manera sobre la vida de un ser humano, ayer mismo recibi la visita de Alexis, esta haciendo todas las gestiones necesarias, para demostrar que lo que estan haciendo con James Hamilton es una injusticia, le he obligado a que renuncie a mi defensa con tal de que lo salve a el, ya saben ustedes como es de testarudo y me dijo que puede con ambos casos, que el dinero puede romper las manos mas cerradas de la injusticia. A veces creo que es un tirano, pero despues me doy cuenta que es el mejor hombre que he conocido en mi vida, las cadenas le dejan heridas realmente espantosas al pobre James, sus cabellos negros y brillantes como una seda, ahora parecen unas telarañas, su ropa elegante ha sido convertida en un monton de harapos en sus delirios grita que todo fue una conspiracion en su contra de parte de una mujer, mas cuando esta a punto de mencionar su nombre se desmaya y pierde la memoria, como si alguna fuerza desconocida lo estuviera llevando a eso, a ninguno de los presos nos dejan verlo,pero si escuchamos todas las noches sus gritos feroces, estas tan abatida que no deseo continuar tu vienes a verme y yo te cuento cosas horribles, mas ahora que te tengo aqui tan cerca, tomando tu bella mano te prometo que por ti he de ser un hombre libre, todos vamos a prometer que ayudaremos a James como el nos ayudo a todos nosotros.
_ Ahora es un demente.
Aquella chispa de vanidad hirio a Edward.

¡¡¡Ay!!!

_ Es un ser humano, que nos necesita, tu no eres una niña egoista y lo sabes, asi que quitate de la cabeza esos prejuicios absurdos y sin ninguna base.
_ Lo siento es que estaba tan preocupada por ti, que me parecio inadecuado que me hablaras de otros, en lugar de hablarme de ti mismo, Alexis me dijo que estabas encadenado los primeros dias, ahora veo que te las han quitado, porque me miras asi.
_ No me han quitado las cadenas.
_ ¿Entonces?
_ Apenas supe que tu venias me las quite y tengo que volver a ponermelas para que no me descubran, no queria que me vieras encadenado, no lo soportaria.
Y al decir aquello Edward le dio un beso a Catherine.
Aquella noche se repitio el mismo ruido de todas las veces, los gritos feroces provenian del nivel inferior, una sombra espigada caminada encorvada hacia los pasillos de la torre del sur dando quejidos que conmoverian un corazon de piedra por mas severo que pudiera parecer a simple vista natural.
Se podia notar a simple vista que era un hombre aunque de cerca se asemejaba a una bestia, era alto delgado de hermosos despliegues, su cabello era castaño, su barba habia crecido de manera escandalosa, apenas si se le podian notar los ojos, tenia el traje de un cavernicola, nadie imaginaria que aquel hombre que era una bestia, habria sido en algun tiempo el noble James Hamilton, los perros le hacian compañía, y el les imitaba en todo, ladraba y lanzaba aullidos, tenia que comer del mismo plato que usaban los canes, ninguno de los guardias se preocupaba por el, nadie parecia tener la minima señal de compasion hacia aquel desgraciado, solo habia alguien que disfrutaba con aquel sufrimiento, su risa era terrible rencorosa, llena de malicia, aquella risa provenia de un preso que habia cometido el delito de traicion y se habia hecho pasar por muerto, en el pasado fue almirante de la marina inglesa, pero brindo informacion a los alemanes a cambio de dinero, siendo denunciado por su superior poco antes de levantarse la tapa de los sesos, un hombre que fue amigo de Lord Thaylor, nos referimos a Lord Carter, si ya habeis averiguado que el hombre que disfrutaba de la desgracia de James Hamilton, no podia ser otro que uno de los villanos de nuestra historia, William Bingley, alli estaba el con las manos en en el menton aplaudiendo las falencias del suicida viviente como llamaban a James, tenia su traje de etiqueta habia tenido la suficiente angustia para que los guardias, no le quitaran sus prendas estaba en el nivel inferior de la prision pero ya hace dos semanas se habia dado mania para ver con sus propios ojos a Edward y tambien habia visto a Catherine al verla tan hermosa y sublime, los celos se apoderaron de el y tuvo ganas de interrumpirles, pero se contuvo y se quedo viendolos todo el rato que duro la visita, la risa de Bingley se hizo cada vez mas fuerte, sus palabras eran crueles.
_ Si alguien viera en lo que te has convertido, realmente sentiria una gran lastima por ti, yo te he conocido en la marina inglesa siempre me ha parecido que tu patriotismo es algo realmente estupido ya ves donde te encuentras yo a pesar de haber traicionado a Inglaterra gozo de ciertos privilegios, no sabes lo que disfruto viendote asi, estas alli acurrucado, pareces una nena a punto de llorar.
¿Quieres pelear conmigo infeliz? Ven no tengas miedo no seas un cobarde, ya sabia que no me ibas a responder eres un cobarde sabes algo Lucia y Abel saben lo que te ha pasado y a pesar de que tu los consideras tus hermanos no han venido a verte n tampoco te veran no les interesas, alli esta la cuerda colgada en la ventana tomala y muerete, vamos acaba con tu estupida vida, yo te voy a ayudar si no tienes el suficiente valor para hacerlo.
_ ¡No me toques maldito infeliz!
William se dio vuelta y vio delante de si a James Hamilton, que estaba de pie y lo miraba de manera recelosa con los ojos llenos de un gran odio, habia vuelto a ser el mismo joven con la misma cordura, los gritos de angustia se transformaron en represiones.
_ ¿Tu no estabas hecho un demente?
_ Claro que no estoy aquí injustamente por haber salvado la vida de un niño aleman y yo no me considero un traidor como tu y las palabras que me dijiste acerca de Lucia y Abel no te las crees ni tu mismo como tampoco aceptas que Edward Y Catherine se aman y ahora estan mas unidos que nunca, yo no he perdido al contrario he ganado, estare encerrado, pero saldre libre yo confio en la justicia de Inglaterra a pesar de todo, asi es.
_ ¿Justicia en Inglaterra? Por favor no me hagas reir, aquí solo hay justicia para los ricos, ya ves que Edward esta en una prision dorada, si a pesar de que esta acusado del mismo delito que nosotros.
_ El unico traidor aquí eres tu, Edward es inocente todo fue una emboscada y tu debes estar detrás, si como no se me ocurrio antes, alguien te esta ayudando para destruir a la familia Thaylor, tu recibiste dinero de los alemanes y eso es lo peor.
_ Tu tampoco estas hecho un ramillete de virtudes.
James se quedo mirando de manera egoista al malvado Bingley ninguno de nosotros sospechaba de que estaba fingiendo su locura a veces habia de usarse ciertas estratagemas para conseguir lo que se desea, mas llego el momento en que volvio a tomar la misma actitud de antes y comenzo a caminar de cuatro patas y a lanzar aullidos llenos de furia, el rostro de William estaba palido del horror viendo todo aquello las voces que lanzaba James eran demasiado escandalosas, y de pronto empezo a saltar como si fuera un mono, se acerco de manera salvaje hacia Bingley y le mordio en el cuello, la herida fue profunda y le dejo una marca en el yugular, los dientes era realmente afilados y la sangre corria por su cuello a borbotones, se desperto sobresaltado aun estaba vivo y su compañero de celda estaba entregado al sueño mas profundo todo habia sido una horrible pesadilla.

Capitulo LXV
Julia decidio invitar a su amiga a que pasara una temporada en el castillo, y fue establecida en el cuarto de las visitas, su equipaje fue dejado en uno de los aposentos denominados para los equipajes de los extranjeros y que una criada le traia cada vez que ella lo solicitara, la habitacion era grande y de bastantes muebles, habia una comoda con un espejo y una biblioteca y aunque Lucia Thaylor odiaba leer no tenia mas remedio que tomar alguna novela y pasar asi el rato ya que casi todos salian a hacer sus propias diligencias, aquello en cierta forma se podia decir que le hacia bien pero cada vez que sabia que Abel formaba parte de aquel mundo nuevo para ella, ya que el joven ahora pertenecia a la nobleza, su antiguo orgullo afloraba estaba acostumbrada a ser la niña rica enamorada del montero de la hacienda pero ahora, el nivel social de Abel era superior al suyo.
Estuvo sentada casi dos horas leyendo los primeros capitulos de Madame Bovary, sus cabellos castaños medio aclarados por el temporal, se agitaban gracias al viento que entraba por la ventana, las cortinas estaban abiertas y enrolladas hacia arriba, el calor por aquellos dias era insoportable, Lucia estaba viviendo sus primeros dias en aquel castillo, la compañía de Armando si bien no era la ideal en cierte forma le resultaba agradable, ya que era el unico que tenia tiempo para hablar con ella tambien salieron a montar a caballo, cabalgaban juntos por varias praderas como Armando solia adelantarse en la carrera dejando varios metros atrás a su compañera tenia que volver para que ella le diera alcanze, una vez que llegaban cerca del arroyo se bajaban de sus caballos y se sentaban juntos a conversar, la brisa del mediodia era realmente mas que sublime.
_ Este lugar es muy bonito.
_ Si, claro aunque no soy muy amante de la naturaleza, me gusta mas las cosas de la ciudad.
_ Yo vivo en la region de Sunderland alli las cosas son muy diferentes, realmente yo amo la naturaleza si aunque a ti te pueda parecer demasiado ridiculo.
_ Si alguna vez te animas a llevarme.
_ Estaria encantada.
_ ¿Deberas?
_ Claro que si, Abel y yo estariamos encantados, le he pedido que a mi regreso me siga y se quede unos meses en la hacienda tu puedes venir y de paso ayudar a mi padre que ya esta un poco enfermo en sus asuntos, se que tienes mucha habilidad para llevar las cuentas del castillo, Julia dice que si no fuera por ti todo aquí estaria de cabeza, y es cierto.
_ ¿Has leido el alma de la noche solar?
_ No.
_ Pues es una novela que trata sobre los amores de Julio y Clementina, ellos pertenecian a familias enemigas el la amaba pero ella amaba a otro, a un don nadie que se habia vuelto rico de la noche a la mañana, este don nadie era un bebedor y aficionado a las cartas apostaba y perdia todas las semanas, llego un momento en que estaban en la ruina, tiempo atrás cuando Julio le declaro su amor a Clementina ella lo rechazo y mando que dos peones de su hacienda lo gopearan, es por eso que al verse en la ruina su marido la convencio de que fuera a negociar con el nuevo dueño de la hacienda de los grirasoles, ella quedo sorprendida al ver que era Julio, cegada por la ambicion mato a su marido dandole veneno en un pastel de chocolate, el marido murio y fue enterrado entre lagrimas por cierto falsas de su esposa a los tres dias se presento en la hacienda de Julio y le manifesto que lo amaba con locura, pero el le dijo que amaba a su esposa, furiosa por esto Clementina se suicido maldiciendo a los esposos y todas las noches cuando es verano sale de su tumba para perseguir a Julio por no haber sido comprensivo con ella y dejarla morir en la ruina.
_ He escuchado varias historias pero nunca una como la que me acabas de contar, creo que ya es hora de irnos a Julia no le gusta que la hagas esperar y yo tengo muchas ganas de ver a Abel.
Cuando regresaron al castillo la noche llego momentos despues los paisajes se dibujaban en el horizonte las luciernagas cantaban de manera hermnosa, los peldaños estaban vacios, solamente una sombra se distinguia entre las malezas la figura de un hombre que caminaba en direccion de atravesar aquel vacio, no se distinguia nada mas que su traje militar sus cabellos eran oscuros y su barba bastante desaliñada por el paso de la guerra, Lucia estaba sentada en la ribera cuando vio que de repente aquel hombre se lanzaba al vacio su cuerpo golpeaba las rocas y se hundia en el fondo del mar. Se escucho entonces un fuerte grito exclamando.
_ ¡James!
Lucia se desperto sobresaltada estaba en la habitacion, prendio la lampara su cabello estaba suelto y estaba en le cama con traje de dormir, todo no habia sido mas que una pesadilla mas al volver a cerrar los ojos la imagen de James Hamilton lanzandose al vacio se le volvia a presentar entonces ella no decidio otra cosa que llamar a Abel y contarle todas aquellas terribles pesadillas, cuando Abel entro en la habitacion de Lucia encontro a la joven sumida en un mar de lagrimas terribles, le acaricio el rostro y pudo ver que las lagrimas que derramaba podian solo ser casusadas por un ser humano, intento hablar con ella pero Lucia estaba triste, sensible mas bien parecia una niña caprichosa que una señorita formalizada en matrimonio de pronto tomando la mano de su prometido le conto su sueño.
_ Lo he visto lanzarse al vacio y lo he visto morir.
_ ¿A quien?
_ A James Hamilton si era el estoy segura, se lanzo al vacio lo llame y no me escucho estoy segura que algo malo le ha pasado, si tu lo sabes por favor dimelo, lo sabes cierto, tu mirada tratando de esonderse de mi me lo asegura Abel.
_ Ya que no tengo mas remedio te lo dire pero lo oculte antes para no verte sufrir pues se que le tienes afecto, he recibido hace dos meses una carta de Alexis Brower contandome que James esta en la misma prision de Edward y que esta acusado de traicion a Inglaterra por lo que me conto James ya no es le mismo que conocimos y todos aseguran que muy pronto se volvera loco esta encerrado y los guardias lo tratan como a un animal, si lo vieras mi amada Lucia te espantarias es un salvaje y no reconoce a nadie y tampoco se permite verlo se que esto te llena de una suma tristeza y se que sientes que no puedes hacer nada, yo tambien me siento igual que tu.
La joven mantenia el rostro oculto lleno de lagrimas, sus cabellos hermosos mas que la mañana trataban de ocultar en vano toda su tristeza toda su desolacion.

_ Si pudiera hacer algo por James,Lucia.
_ ¿Lo harias?
_ Si, por supuesto.
_ Quiero que me lleves a verlo mañana si es preciso, dejaremos una carta a Julia y nos iremos antes de que todos se despierten por favor te lo ruego.
_ Como quieras de hecho a mi me haria bastante bien salir de este castillo sin la prescencia de mi padre nada es igual Julia asiste a tomar el te en la casa de alguna amiga la marquesa me ignora y Amando parece haberme odiado desde el primer dia en que yo llegue al castillo de los marqueses aunque veo que disfruta de tu compañía.
_ Armando es muy amable conmigo.
_ ¿Estas segura que quieres hacerlo?
_ Si.
Despues de esto ambos alistaron sus maletas para que la mañana siguiente se fueran de regreso a Sunderland. La marquesa viendo que su consentido se habia ido con su enamorada estallo en colera y le escribio una carta al marques diciendole que su hijo habia deshonrado la casa. Ines estaba sumamente llena de rencor cuando escribio aquella carta aun no podia olvidar que Abel la habia despreciado la ira la hizo consumir la peor de las venganzas, cuando el marques de Sadine recibio aquella carta quedo espantado las lineas eran breves pero llenas de veneno, Fernando las leyo lleno de indignacion.
_ “ Querido han sucedido cosas terribles en tu ausencia ya sabeis que Julia invito a Lucia Thaylor a quedarse una temporada aquí en el castillo, yo siempre manifeste mi negativa porque Lucia es la novia de tu hijo Abel, pero ya sabes lo caprichosa que es Julia y no tuve valor para decirle a su amiga que se vaya ademas me parecio siempre una buena niña y te digo que me lo parecio hasta que descubri algo realmente terrible y vergonzoso, aquello fue tan terrible para mi ,no habia nadie en el palacio ni siquiera los sirvientes Armando se habia llevado a Julia al teatro y yo me quede en mi habitacion como tenia ganas de salir a los jardines pude escuchar unos gemidos si ahí estaban en tu habitacion envueltos en la pasion mas perversa a tu hijo y a su novia estaban en tu cama amandose deshonrando tu lecho, tambien tenian varias copas de vino y se estaban riendo de ti. Se burlaban de tu nombre senti unas fuertes ganas de entrar y encararlos pero no me atrevi no queria ser testigo de su vergüenza ,me encerre en mi habitacion empeze a rezar a pedir por la salvacion de sus almas Abel siempre me ha parecido un muchacho correcto al igual que Lucia a pesar de los recelos que mostre hacia el la primera vez que vino le he tomado cariño pero no puedo pasar por alto esta falta tan terrible tienes que regresar para que evites que ellos lleguen lejos esta mañana han partido creo que al pueblo de Lucia ven por favor no permitas que deshonren tu buen nombre yo te estare esperando para evitar que ambos se quemen en su propio pecado asi sera.
Firma Ines la marquesa de Sadine, 1845,agosto.”
El marques leyo aquella carta y como era de esperarse creyo cada una de las palabras de su esposa por lo cual decidio adelantar el viaje estaba realmente encolerizado tanto que golpeo varias veces al cochero porque demoraba en llevarlo a su castillo, llego con la tormenta y con la ira en su alma su mujer lo esperaba junto con su hija y con Armando ellos ya habian sido informados por Ines.
_ ¿Dónde esta mi hijo, donde esta ese traidor?
_ Se fueron padre no pudimos darles alcance no han tenido ni siquiera la delicadeza de dejar alguna carta
_ Cuando Ines me conto lo que habia pasado no lo podia creer, yo estaba seguro que Abel respetaba a Lucia pero ahora veo que estaba equivocado.
_ Alguien tiene que saber donde estan no deben estar muy lejos, alguien sabe donde estan vamos que lo diga, le voy a dar un castigo a ese impertinente si su madre viviera sentiria la misma vergüenza que siento yo, quiero que los busquen y que los traigan de vuelta.
_ Señor la señorita Lucia Thaylor dejo esta cinta.
_ ¿Dónde la habeis encontrado?
_ En vuestra habitacion.
_ ¿En que parte de mi habitacion?
_ Estaba sobre su cama mi señor.
_ ¡Lo veis querido todo lo que yo te habia dicho era cierto tenias tus dudas de mis palabras tu mirada me lo decia pero ahora ya no dudaras mas de mi!
_ Si ahora no tengo dudas la cinta en mi habitacion es prueba suficiente para comprobar este desagravio.
_ Ahora que lo sabes padre mio prometeme que lo expulsaras de tu vida y que yo volvere a ser tu heredera Armando vive aquí y jamas se ha atrevido a faltarme al respeto, yo si soy digna hija tuya.
_ Claro que si princesa tu eres la mas pura de todas.
Y Fernando abrazo a su hija en clara señal de afecto.
_Diganle a mi hijo porque aun lo sigo considerando asi que venga a la biblioteca apenas regrese de todos modos va a volver le hara falta cualquier cosa.
_ Ahora todo saldra a nuestro favor.
_ Lo que nos dijiste de Abel y Lucia es cierto.
_ Yo misma los vi, fue realmente terrible.
Julia pudo ver por primera vez que su madre estaba ocultando algo que seguramente seria lo mas horrible que jamas se haya alguno imaginado.

Dos meses despues Abel y Lucia llegaron a Sunderland de inmediato solicitaron el permiso para ver a James Hamilton fue la intervencion de Alexis Brower lo que les permitio hacerle la visita, Lucia quedo espantada al ver aquellos estrechos pasadizos, al tropezar con alguna piedra Abel la tomo por la cintura nunca habia tenido un contacto mas intimo estaban alli en medio de la prision, el guardia los guio hacia la cueva subterranea que era la prision de James alli lo vieron de cuatro patas y encadenando se ponia a jugar como un animal, cuando los vio lo primero que hizo fue ladrar.
_ ¡A tras infeliz prisionero atrás! _ Le grito el guardia.
_ ¡No nos reconoce, Abel no nos reconoce!
_ Les dije cuando el dueño de Roldestahd consiguio el permiso que seria inutil que el no reconoce a nadie aun asi a pesar de que lo estais viendo con vuestros propios ojos deseais quedaros aquí con este salvaje.
_ Si nos quedaremos cierto Abel.
Abel miro a Lucia con una mirada llena de dudas, mas no se atevio a decirle nada ambos estaban alli en la prision de James Hamilton y el no los reconocia o al menos eso era lo que parecia. Lucia no podia dar credito a lo que estaba viendo James Hamilton aquel que la habia pretendido hace un tiempo y que se habia convertido en el mejor amigo de Abel de Sadine, porque el apellido Haunser ya no le pertenecia, estaba sumamente conmovida las lagrimas se le salian a borbotones viendo el terrible estado en que se encontraba aquel joven, alli de rodillas ante el guardia y ante los dos visitantes, James Hamilton tenia la conducta de un animal, y lo que mas horrorizo a Lucia aparte de que no los habia reconocido era que el joven estaba encadenado, y tenia un collar como si fuera un perro, su traje de cavernicola andaba ya de por si bastante sucio y James se revolcaba en el suelo dando sumidos gritos de dolor y angustia, los grilletes que tenia en las manos le estaban causando graves heridas, y que ademas empezaban a manar sangre, sus manos estaban rojas al igual que sus pies, Abel cubrio la cara de Lucia para que no siguiera viendo semejante espectaculo pero ella le aparto la mano y se quedo inclinada viendo a James.
_ No hemos tenido mas remedio _ Dijo el guardia _ Hubiera preferido que fuera mas asequible pero cuando descubrimos su crimen se nego a venir con nosotros por lo cual lo tuvimos que traer a la fuerza, si viera usted señorita y usted joven cuan terco se puso grito un monton de cosas horribles.
_ ¿De que se le acusa? _ Pregunto Abel seriamente.
_ De traicion a Inglaterra.
_ Señor el es un patriota es el mas grande patriota.
_ Eso suponian los del ejercito hasta que descubrieron algo realmente indigno en tiempo de guerra, los soldados habian capturado a un aleman de unos diez años, lo habian amarrado a uno de los francos de guarnicion y le habian ordenado sus superiores a James Hamilton, la bestia que ustedes ven aquí, que fusilara al niño antes de mediodia, pero el lejos de hacerlo aprovecho ese tiempo para dejarlo escapar, los soldados consideraron aquello como una traicion para todo el pais.
El jefe mayor del ejercito le quito su gracia de soldado predilecto y lo mando denunciar aquello sucedió hace tres meses, desde entonces este hombre si aun se le puede llamar asi esta en esta cueva y aquí morira.
_ ¡Fue por salvar la vida de un niño! No comprendo como pueden meter a la carcel a alguien por un gesto tan hermoso, que acaso sois de piedra, ese acto merecia la felicitacion y la condecoracion del mimo rey pero le habeis tratado como a un criminal!
_ Son las ordenes establecidas en el codigo de guerra, si se le brinda ayuda a alguien perteneciente al pais enemigo se le castigara con 100 azotes se le traera a esta terrible prision y cuatro meses despues de su encarcelamiento se le mandara a la horca.
_ ¡Cielo santo le mataran es imposible es injusto! Todos vosotros estais cometiendo la mayor injusticia de vuestras vidas estais condenando a quien deberiais considerar como un heroe, pero su estupido codigo de guerra es un codigo lleno de maldad de tirania lleno de tantas estupideces!
_ Lucia calmate no lograras nada poniendote asi.
_ Vos sabeis lo que es la injusticia y deberiais estar de mi parte, prometeme que vos le salvareis convenced a vuestro padre que consiga un amparo de su rey, que todos los franceses se alien a nuestra causa, estoy seguro que el a ti no te negara nada.
_ ¿Vienes conmigo?
_ No, yo me quedare con James.
Terminada aquella visita Abel dejo a Lucia en la hacienda y regreso a Marsella sin saber lo que pasaba, sin imaginar lo que le esperaba en el castillo.

¿Qué pasará?

Nuevas preguntas en esta nueva etapa del relato, acercandose al final.
_ ¿Creeis que Lucia y Abel deshonraron el lecho del marques de Sadine?
_ ¿Se demostrara la inocencia de Edward?
_ ¿James podra recuperar su libertad?
_ ¿Alexis debe confesarle a Emilia el secreto de Antonia?
Espero que sigais disfrutando del relato, porque nos acercamos a los ultimos episodios.

Capitulo LXVI
Sin embargo el camino hacia el castillo del marques de Sadine estuvo plagado de considerables peligros varias veces el cochero tuvo que hacer varias vueltas para lograr atravesar un camino empedrado que se les habia salido a ultima hora, habian cientos de trabajadores que estaban cosntruyendo varias carreteras y que interrumpian el paso de todos los habiantes de Marsella que tenian que transportarse en coche, los caminos se habia puesto bastante dificultosos al extremo que los caballos fueron jalados con violencia y agitaron las patas en el aires, un fuerte grito del cochero permitio que los trabajadores de la casa de gobierno encargada de hacer las obras en las calles francesas, comprendieran que debian dejarle libre el camino ya que en ese coche viajaba el hijo del marques, por lo cual se le permitio pasar por el piso que aun no estaba siendo modificado, por su parte Abel poco comprendia de este tipo de cosas habia vivido en el campo toda su vida, que le parecia bastante extraño ver hombres trabajando abriendo las pistas a plena luz del sol.
Dejando de lado aquello se puso a leer un periodico en el cual supo que el juicio para traidores a Inglaterra se llevaria a cabo el 16 de septiembre del año en curso en el viejo castillo de la Merced a mediodia asi que quedaba muy poco tiempo para demostrar la inocencia de Edward Nigthley y James Hamilton, estaba seguro que si solicitaba a su padre que interviniera a favor de sus amigos el aceptaria de la mejor manera, al fin cerca de tres horas de camino en pleno dia el cochero se paro en la puerta del castillo del marques, el joven entro en el castillo y el cochero fue a dejar los caballos en el establo y a hacer sus labores, Abel se extraño que en el castillo no estuviera nadie mas al ver a Ines supo que no era asi, Ines lo miraba de una manera realmente insolente, estaba en una silla tejiendo una bufanda.
_ Vuestro padre el marques quiere verte.
_ Gracias.
_ Esta muy desilusionado de ti.
_ ¿Qué?
_ Despues de la terrible falta que tu novia y tu han cometido no esperes que te hable con piedad.
_ No comprendo de que habla.
_ Tu solo limitate a aceptar que lo habeis hecho enfurecer yo sabia de antemano que esto tarde o temprano iba a suceder lo habeis humillado como seguramente tu mismo no tienes idea, anda ve a verlo y sabras que esta muy avergonzado de ser tu padre.
_Sus calumnias no me impresionan Madame de Sadine, no crea que voy a caer en su estupido juego.
Cuando Abel entro en la habitacion de su padre el marques se hallaba de espaldas en una silla consumiendo bastante tabaco y quejandose de dolor, sus ojos apenas vieron al joven se llenaron de ira no atino a decirle nada pero la mirada era de furia, lo unico que hizo fue poner la mano sobre la cama, y la empezo a acariciar de manera algo rauda.
En la cama habia una cinta de color rojo, Abel la reconocio era la cinta de Lucia pero no sabia nada.
_ ¿Reconoceis entonces la cinta de vuestra prometida? _ Pregunto el marques lleno de furia.
_ Si.
_ ¿Entonces es cierto lo que me han dicho de vos y de vuestra querida señorita Thaylor? Ustedes aprovechando mi ausencia han deshonrado mi lecho envueltos en el mayor de los pecados, han humillado mi honor llevando a cabo las pasiones mas bajas a las que pudieran someterse los seres humanos os habeis comportado como unos animales, que clae de ejemplo le estabais dando a tu hermana esperabais acaso que mi niña tambien se entregara a su novio, por lo que veo Isabel no te enseño el pudor.
_ Usted no tienes ningun motivo para ofender a mi madre ella esta muerta y es preciso que respete su memoria ademas yo en ningun momento le he faltado el respeto a usted ni a nadie en este castillo, Lord Thaylor me enseño que a una muer solo se le toca por primera vez en la noche de bodas que antes se considera un pecado mortal, yo respeto a Lucia porque la amo y porque no quiero que deshonren a Julia menos el tal Armando de la Morcela del cual le puedo asegurar que no confio.
_ Armando es un caballero lleno de virtudes, vos habeis faltado al respeto a esta familia deseo que en este momento vaya un ejercito y fusile a vuestra novia por haber sido pieza de pecado en mi lecho, de lo contrario os mandare a azotar con el verdugo.
_ Yo soy inocente de todo lo que me estais acusando pero si por salvar la vida de mi novia debo recibir el castugo que vos mi propio padre injustamente quieres imponerme no tendre ningun problema en aceptarlo castigadme si asi lo deseais, pero no os atrevais a ponerle ni una mano encima a Lucia, vamos decidme donde esta el verdugo que me va a castigar, es que acaso vos sentis un poco de piedad.
_ Querido hijo no me dejais mas eleccion.
Fue entonces que el marques saco de su traje un enorme latigo con diversas puntas y se quedo viendo a su hijo en señal de que el seria quien lo castigaria, Abel se inclino para recibir la condena.

¡¡¡¡Pero qué animal!!!!

La paliza que recibio fue cruel intensa llena de un dolor muy grande era aquella paliza que se les daba a todos los esclavos que no cumplieran de manera satisfactoria su labor, las espaldas del joven quedaron bastante maltrechas, la sangre fluia a raudales y el sabia que por defender el honor de su amada Lucia esto era un pequeño y leve sacrificio, el verdugo que simpatizaba con Armando y Julai aprovecho esa orden del marques para desquitarse de la excesiva amabilidad de Abel ya que preferia mil veces que le trataran con crueldad cosa que no sucedia con el hijo primogenito del marques de Sadine, por lo que sintio un alivio al ejecutarlo, pero la crueldad del marques no se detuvo ahí si no que mando encerrar a su hijo en uno de los calabozos.
El calabozo del castillo del marques de Sadine era un piso subterraneo donde estaba habituada una cueva de grandes proporciones, que parecia mas bien una cabaña de torturas por las diversas puas con que era conformada en los suelos no era dificil pasar por ellas sin lastimarse los pies asi le paso a Abel que tuvo que ponerse un par de cueros vacios de vino en su calzado para evitar que le saliera bastante sangre, los cueros de vino aun asi le parecian demasiado incomodos pero no tenia ninguna salida. El motivo de que su padre dudara de su honestidad le habia dolido en el fondo del alma, no comprendia quien le habia metido semejante idea de que el y Lucia habian deshonrado su lecho sabia que su conducta habia sido la correcta y que no tenia enemigos, entonces las dudas circulaban por su mente, hasta que recordo que dos horas antes de partir hacia Sunderland, Ines le habia pedido a Lucia que le prestara su cinta para mandar que su modista personal le hiciera una semejanta entonces no cabia duda de que aquella mujer era la que les habia levantado tan falsa acusacion, mas como enfrentarla a su marido como hacer que el la descubriera tenia muy en claro que era mas facil que le tildara de mentiroso, las palabras de Ines eran bastante convincentes,una acusacion de boca seria inutil.
Ines estaba en su habitacion disfrutando de su aparente victoria tanto que no tuvo reparos en volver a entregarse al delito en los brazos de Armando, aquel le hablaba de que en un par de semanas pediria a Julia en matrimonio, y que el dinero que consiguiera de la dote de la muchacha seria suficiente para comprarse una casa para que asi tuvieran un lugar propio para poder verse, la idea lleno de placer a Ines pero queria saber por sus propios medios si Abel ya habia sido castigado.
Las noticias del castigo del hijo del marques llenaron de suma satisfaccion a Ines estaba tan encantada de que su falsa acusacion tuviera tenido tal éxito que lo minimo que esperaba era que en cualquier momento Fernando escribiera el documento que indicaba que repudiaba a su hijo y que lo invitaba a marcharse de Francia, con una falta como la que supuestamente habia cometido el joven, ese era el camino indicado, mas cada vez que preguntaba al secretario general sobre si ya estaba escrito aquel documento, el caballero le respondia que el marques no le habia dicho nada, le resultaba demasiado molesto a Ines que su marido no haya repudiado a su hijo, y que solo lo haya mandado encerrar en un calabozo del cual conociendo su buen corazon de padre no tardaria en sacarlo en unos cuantos dias, aquella blandura que mostraba Fernando la indignaba, se sentia abatida, nerviosa de un humor terrible ya casi siempre se negaba a que Armando la visitara en sus aposentos, y tenia ciertos celos de su propia hija porque el marques la complacia en todo en cambio el pequeño deseo suyo de que repudiara a su hijo, no podia hacerse realidad.
Debemos decir que desde que Abel rechazara las pretensiones de Ines ella le tomado semejante aversion, que solo podia contentarse con alguna pena de muerte si es que no era echado del palacio, como tenia ciertas nociones de magia y de saber preparar venenos encontro una mortifera receta en uno de sus viejos libros, era un remedio que hacia perecer a los caballos unas cuants gotas en la bebida del prisionero harian que perdiera la vida en cuestion de minutos, pensando en el placer que se llevaria al ejecutar aquel plan empezo comprando de manera secreta todos los ingredientes, los oculto en un pocillo de porcelana, y comenzo a preparar el menjurge, ni siquiera se atrevia a aspirar su olor porque era demasiado fuerte, sin duda aquellas gotas eran una invitacion a la muerte.
Fue muy cautelosa en echar las gotas suficientes en la comida que se le daria a Abel, solo que ella no habia calculado algo aquel dia Abel no tenia hambre y le invito al criado que le traia la comida, que se llevara el plato de pollo en salsa de fresas ,el criado pregunto si podia comerselo y el joven le dijo que si y fue asi que Hameth fallecio despues de los mas agudos dolores corporales, el marques escucho del medico que aquel plato de comida habia sido envenedado cosa que resultaba demasiado extraña ya que todos habian comido lo mismo y no les habia pasado absolutamente nada.

Los dias en Roldesthand habian pasado de la manera mas tranquila, ya habia sido oficializado el compromiso matrimonial de Alexis Brower y Emilia Thaylor esta vez no tendria que ver ninguna clase de interrupciones ya que todas las difrencias con los Thaylor despues de que Alexis hace un año dejara plantada en el altar a Lucia, el mismo Lord ya habia perdonado el agravio a su hija y le resultaba demasiado bueno que una de sus hijas se convirtiera pronto en la esposa del dueño de la region mas rica de toda Inglaterra, podemos decir que desde que se habia confesado el amor, Alexis estaba del mejor humor posible y sus caridades hacia los pobres aumentaban de manera continua, la señorita Thaylor habia conseguido que saliera aquella dulzura en el joven que parecia no existir, ciertamente algunas deudas que habia adquirido el lord habian motivado que algunos de sus negocios se fueran a la quiebra.
La venta de naranjas estaba decayendo y era casi seguro que si no se recuperaba el dinero de la ultima inversion se tendria que cerrar el cultivo de naranjas, aquello tenia deprimido al Lord estaba enfermo de mal humor, y paraba siempre en sus habitaciones quejandose continuamente de dolor de cabeza, sus hijas llamaban al medico pero el no podia explicar que clase de dolencia era la que hacia padecer a su padre, Lucia era la que aparentaba estar mas preocupada, no se despegaba de su padre en todo el dia y la unica vez que lo hacia era cuando visitaba a James en la prision pero aquella visita le resultaba totalmente inutil, James no la reconocia por mas que ella hacia todos los esfuerzos posibles, le hablaba animadamente de sus visitas a la hacienda de todas las historias de patriotismo, que les habia contado a ella y a sus hermanas, le conto aquel relato de la princesa Alejandra,en el inicio de la guerra con los alemanes pero nada hacia volver al joven de su letargo.
Mientras que Catherine si podia hacer todas las semanas la visita correpondiente a Edward, tan solo faltaban un par de semanas para el juicio, y dado era por cierto que a falta de pruebas lo declararian inocente y le darian su libertad, de hecho lo unico que tenian de prueba era la carta que habia dejado William Bingley, y ciertamente las palabras de un criminal no siempre habria que tomarse por ciertas, pero el juez sufria ante la idea de haberse equivocado pero ello no significaba que admitiera su culpa, si no que buscaria las pruebas suficientes para comprometer a Edward, buscaba papeles documentos, sellos de ventas y compras algo que lo señalara no queria que sus teorias quedaran por los suelos.
Mientras aquello ocurria en los tribunales algo desconocido empezaba a tomar forma cerca de las tierras de Roldesthand una sombra extraña se habituaba continuamente cerca de las colinas era como un espejismo algunos creyeron que se trataba de algun fantasma puesto que desaparecia pero sus llantos se escuchaban en todos los alrededores, era la voz de una mujer mas que llanto para los que tenian un oido aquel llanto mas parecia una risa.
Cierto o no nadie mas sabia de donde venia, las noticias sobre aquel extraño fenomeno habian llegado a oidos de Alexis pero el no creia en ninguna de aquellas palabras decia que todo era parte de miedos infundados de la gente y que no exisitian las pruebas suficientes que garantizaran aquellos rumores, lo que podemos decir era que solamente el era el unico en Roldesthand que no creia nada sobre el espiritu, que se paseaba por las colinas mas quien podia asegurar, que se trababa de un espiritu y no de un ser humano, los intrusos a veces tienden a tomar ciertas formas para llevar a cabo sus crimenes, solo habia algo que se pudo notar a cambio de varios dias, un enorme cuervo negro sentado encima de un nogal, picoteando el tronco de una manera terrible, la madera del tronco quedo destrozada debemos decir que fue convertida en polvo, despues de eso el cuervo desaparecio y se formo un circulo de fuego.

Unos dias antes de aquellos acontecimientos llegaron a Sunderland, los maestros de Luciana para reclamar la presencia de su alumna predilecta, le explicaron a Alexis que las alumnas que eran huerfanas de padre y madre debian regresar enseguida al internado, fue algo dificil convencer a Alexis pero las suplicas llgaron al corazon del joven quien entrego a su prima, debemos decir que Luciana a pesar de llevar varios meses en Sunderland se encontraba en un estado inmejorable, sus cabellos dorados tenian el mismo brillo y sus labios no habian perdido el color mas una mirada de dolor se podia ver a simple vista, como si su vanidad no descansara en paz tras haber sido amenazada por Miss Elliot.
Alexis tomo la mano de su prima y le juro que haria hasta lo imposible por encontrar a quien la habia amenazado, la mano se movio un poco mas solo fue parte de la impresión que el mismo Alexis se habia formado, una vez que se habia colocado el uniforme del internado se la llevaron Luciana Brower ha regresado a Londres dispuesta a protegerse en el internado de las Mercedes sin que su institutriz halla aparecido para pagar por una amenaza tan terrible.
Emilia queria saber que habia sido de los trabajadores de Roldestahd que Alexis habia despedido de manera tan arbitraria, asi que hizo todo los esfuerzos posibles para que Alexis le dijera que habia sido de ellos, el joven se nego en un principio pero despues no tuvo mas remedio que decirle la verdad, los trabajadores en realidad nunca habian sido despedidos, si no que en realidad, el joven los habia elevado en altos puestos ya no eran los peones de una hacienda ahora en los adminstradores de varias propiedades del condado de Roldesthand, y vivian de la mejor manera posible por lo cual Alexis penso que el despido falso era la mejor forma de que aceptaran marcharse de la hacienda hacia una mejor vida.
Emilia quedo sorprendida alli vio a Pedro y a los demas trabajadores, las lagrimas se le cayeron al haber calificado de manera tan dura en contra de quien era ahora su futuro esposo, mas ella se dijo a si misma que era lo minimo en que podia pensar tanta arbitrariedad le parecia tan real, ella misma se lo reprocho a Alexis pero el callado le decia que esos asuntos solo le pertenecian a el, mas lo que le alegraba era que aquella gente si tenia trabajo y que ahora ganaban cinco veces mas que antes, podemos decir que la relacion entre Emilia y Alexis avanzaba de la manera mas normal que la que pudiera tomarse de una pareja de enamorados, solo que Alexis guardaba algun misterioso secreto que su prometida no debia enterarse por nada del mundo.

En historias como ésta, los secretos son peligrosos...