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Foro El barco

FanFic || Estrella Polar.

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#0
SoniaULINOA
SoniaULINOA
23/04/2012 17:51
Próximamente...



FanFic.
#61
dchamadoira
dchamadoira
08/06/2012 21:15

Capítulo 16: ‘Que empiece la fiesta’

[/h1]

Los rayos de sol empezaban a hacerse paso entre el oscuro cielo, alejando poco a poco a la brillante luna hasta el horizonte. Todos en el Estrella Polar estaban dormidos, descansando para el duro día que les iba a deparar a algunos…

12.00 horas [/u]

Ramiro se levantó lentamente de la cama, se arregló un poco y sin ni siquiera salir a por algo para desayunar en el comedor, agarró la caja negra y salió rápidamente del camarote. Caminó por los pasillos hasta llegar a la escalera, la bajó lentamente y entró en una pequeña habitación en el interior de la sala de máquinas.

Echó un rápido vistazo a la habitación, y se sentó junto a una amplia mesa. Empezó a curiosear el aparato y tras usar algunas herramientas, y cambiar algunas cosas, consiguió que la caja negra empezará a pitar y al instante empezó a apreciarse una conversación. Intentó agudizar el oído todo lo que pudo, para enterarse bien de todo lo que el piloto decía.

_ SOS, SOS. –gritaba la voz de Roberto Muñoz en medio de un bullicio de gritos y golpes- Nos quedamos sin combustible. ¿Alguien puede escucharme?

_ Aquí AirLines 154. –contestó otra voz-

_ ¡Por fin! No sé lo que ocurre. No encuentro tierra por ninguna parte. Y perdemos combustible. Pronto perderemos altitud…

_ ¡Aquí AirLines 154! ¡Nos dirigimos a una pequeña isla en el océano Atlántico –respondió el
piloto del otro avión muy emocionado- Coordenadas 54º Latitud Sur 64º Longitud Oeste.

Se escucha unos sonidos provenientes de algunos mandos y que de repente empiezan las alarmas. La voz del piloto ha desaparecido, y entonces se escucha una nueva voz, la de una
copiloto.

_ Atención. –dijo la copiloto por megafonía- Estamos dirigiendo nuestro rumbo a una pequeña isla que todavía queda. Estamos a demasiada distancia como para que nos dé tiempo a llegar sin
combustible casi… Así que, recen y prepárense.

En aquel momento cundió el pánico, los gritos y los golpes incrementaron, dio la impresión de que todo se movía y luego un gran ruido de una explosión, y se acabó. Ramiro apuntó rápidamente las coordenadas que acababan de nombrar. Sacó el mapa que llevaba doblado en su bolsillo derecho del pantalón y lo extendió sobre la mesa. Salió rápidamente de la habitación, y subió a toda prisa las escaleras. Abrió la puerta de su camarote y agarró una mochila que se había olvidado apoyada en la silla. Volvió de nuevo a la habitación y con ayuda de una regla trazo dos rectas perpendiculares que se tocaban en un punto, las coordenadas que se escuchaban en la conversación. Miró más atentamente el papel, y lo comprobó. Esa isla ocupaba un pequeño territorio entre lo que antes eran Brasil y Chile. Pero tardarían bastante tiempo en llegar hasta allá, y más aún en buscar la diminuta isla en aquel gran océano. ¡Aunque ya era bastante! Había conseguido averiguar algo más, y ahora era más probable que encontraran la isla antes de que fuera demasiado tarde.

En aquel momento giró la cabeza y se dio cuenta de que Gamboa estaba parado a su lado, observando atentamente los puntos que él había señalado en el mapa. Se acercó un poco más hacia él y le preguntó intimidante:

_ ¿Así que en alguna parte de esos puntos está la isla?

_ Sí, eso parece. –contestó él recogiendo el mapa, algo desconfiado-

_ ¿Qué estás haciendo? –contestó él agarrándolo de el brazo-

_ ¿Pero qué coño te pasa? –respondió Ramiro empujándolo contra la pared- ¡Déjame en paz, anda!

Y justo cuando agarró su mochila, y se la puso en la espalda, dispuesto a salir a toda prisa de la habitación, la mano de Ernesto Gamboa le agarró fuertemente dos dedos y se los retorció, haciendo que éste soltara un tremendo grito de dolor. Entonces Gamboa le agarró fuertemente del cuello y lo lanzó contra la pared.

_ No le dirás nada de esto al capitán, ahora solo me contarás todo lo que averigües a mí. ¿Está claro? ¿¡Está claro?!

_ Sí, claro. –Contestó Ramiro muy dolorido por el golpe en el cuello y en los dedos-
*****************************************************************************
Julia caminaba lentamente por cubierta, pensando sonriente en su cita con el capitán por la noche. Esbozó una gran sonrisa, y se sentó contemplando como el Estrella Polar se agitaba lentamente al compás de las pequeñas olas de aquel azul y brillante mar inmenso. De pronto, algo le hizo salir de sus pensamientos. Miró fijamente aquel punto y vio algo raro. Se acercó rápidamente a la barandilla, e intentó verlo mejor. Era una especie de caja, o de bote, o algo por el estilo. Esperó a que el oleaje la arrastrara un poco más hacia el barco, y salió a buscar al capitán. Lógicamente, Ricardo estaba en el puente de mando, mirando impaciente un gran mapa con algunos puntos marcados.

_ Ricardo, ven a ver esto...

Julia acompañó a Ricardo de nuevo a cubierta y señalo al extraño objeto que venía poco a poco hacia el Estrella Polar. El capitán se acercó a un tripulante que estaba controlando las redes y le ordenó que intentara traer aquel extraño objeto. Algunos minutos después, observaron para su sorpresa, que era una especie de mini nevera portátil. Julia se acercó cuidadosamente a ella, y la abrió, impaciente. Soltó una tremenda admiración, por lo que Ricardo se acercó a la nevera para echar un vistazo. El capitán se quedó muy sorprendido, en su interior venían algunas botellas de agua, un tetrabrik de zumo, y unos cuantos envases de salchichón, chorizo, e incluso unas sardinas en conserva.

Julia agarró rápidamente la nevera y entró rápidamente en el interior del barco. Pero, al acordarse de Burbuja, dejó despistada la nevera en la cocina y se dirigió rápidamente a la enfermería.
#62
dchamadoira
dchamadoira
08/06/2012 21:15
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Salomé estaba en la cocina, mirando entre las neveras, que cada vez estaban más necesitadas de alimentos, lo que podían preparar para la comida y para la cena. En aquel momento entró De la Cuadra, que se acercó a Salomé y le plantó un dulce beso.

_ ¿Qué te parecería organizar hoy una fiesta en el Estrella Polar?

_ ¿Una fiesta? –Respondió Salomé sorprendida- ¿Con qué motivo?

_ ¿Acaso hace falta? –contestó él extrañado-

_ Bueno, no sé, pero hacer una fiesta porque sí…

_ Pues entonces te doy yo el motivo. –contestó Julián y se arrodilló frente a ella, mirándole fijamente a los ojos-

En aquel momento De la Cuadra agarró suavemente las manos a Salomé, y tras soltar un tremendo suspiro, le soltó de repente:

_ Los días que he pasado junto a ti en este maldito barco han sido los mejores de mi vida... –dijo él y se quedó algo cortado-

_ ¿Sí? –respondió ella haciéndose de rogar-

_ Pues, que si…

_ ¿Qué si qué?

_ ¡Que si te quieres casar conmigo, copón!

_ ¡Pues claro que sí! –respondió ella soltando una pequeña risita y abrazó fuertemente a Julián-

Ahora déjame tranquila, que tengo mucho trabajo que hacer para la fiesta. Tú ve a avisarlo por megafonía o algo, ¿Vale?

Tras revisar toda la nevera y no encontrar nada que preparar para un día tan especial, se giró y para su sorpresa, se topó con una pequeña nevera. Extrañada, se acercó a ella y le echó un rápido vistazo por dentro. ¡Vaya! Ahí había una docena de huevos, perfecto para hacer unas buenas tortillas de patata para aquella noche. Ese día iba a ser un día especial.

_ ¿De dónde habrá salido esta comida? –pensó Salomé para sí misma, extrañada- Bueno, no importa. ¡Ah, se me olvidaba! Aún tengo algunos cangrejos… ¡Menuda fiesta va a ser!
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Ricardo miró su reloj. Acababan de dar las nueve. Perfecto, aún tenía algo de tiempo antes de su cita con Julia. Salió rápidamente de su camarote. Llevaba un impecable traje e iba muy arreglado y peinado, preparado para acudir a las nueve y media a su cita con la doctora. Giró hacia la izquierda y luego a la derecha, bajó las escaleras y entró pausadamente a una pequeña habitación. Encima de la mesa había un pequeño cuaderno, encima del cual había un rotulador y un mapa enrollado. Decidió acercarse y echar un pequeño vistazo a ese mapa. Lo desenrolló rápidamente y lo extendió sobre la mesa. Lo miró fijamente. ¡Ramiro había marcado varios puntos en el mapa! Así que había descubierto algo en la caja negra… Había tierra en alguna parte, eso ya estaba asegurado. De pronto miró el reloj. ¡Eran las nueve y media! Salió rápidamente de la habitación, sin molestarse en cerrar la puerta y se fue a toda prisa hacia el camarote de Julia.
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Ainhoa estaba en su camarote, sentada en el suelo. La nariz no le paraba de sangrar y ahora le daban pinchazos en la pierna. Y además, de cuando en cuando se mareaba y perdía la visión. Por lo menos, había pasado su última noche con Ulises. Y menuda nochecita. De pronto se acordó de lo que le dijo Gamboa: Morirás dolorosamente. No quería morir así, pero sabía perfectamente cuál era su destino. Miró el reloj que colgaba de la pared. Faltaban cinco minutos para las diez y cuarto. No le quedaban muchas horas de vida…

Así que se decidió. Salió del camarote, que se encontraba vacío ya que los demás ya se habían ido a la fiesta, y se dirigió hacia el camarote de Gamboa decidida. Caminó rápidamente por los pasillos, y entró sin hacer ruido. Afortunadamente también Gamboa había acudido a la dichosa fiesta. Era irónico que hicieran una fiesta el día que ella iba a morir. Claro que ninguno de ellos
lo sabía. Y era mejor así. Y de repente, le fallaron las fuerzas y se derrumbó en el suelo. No le quedaba mucho tiempo. Se levantó con pocas ganas y empezó a buscar en el camarote, en busca del revólver. Revisó todos los cajones y los armarios. No había nada. Levantó el colchón de la cama y allí la encontró. La sacó y se apuntó a la cabeza. Entonces la puerta del camarote se abrió.

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Ricardo contempló de nuevo a Julia. Estaba estupenda, llevaba un precioso vestido rojo y el pelo muy arreglado y largo. Se sonrojó un poco y probó un poco del segundo plato. Tras unos segundos de intenso silencio, el capitán comenzó a hablar:

_ ¿Y qué tal está?

_ Muy bien. –contestó Julia incómoda- Pero ya me lo has preguntado cuatro veces…

_ Ah, ¿Sí? –respondió Ricardo y se puso algo nervioso-

_ Bueno. –Julia miró al suelo algo nerviosa- ¿Y qué tal el asunto de la caja negra?

_ Se la di a Ramiro y la estuvo escuchando. Creo que ha descubierto que hay una isla entre Brasil y Chile, no sé en que coordenadas exactamente. –dijo él algo confuso por la pregunta-
Ricardo observó a Julia mirar nerviosa el reloj. No sabía si había sido buena idea invitarla a cenar en su camarote. Pero él estaba enamorado de Julia. En aquel momento la doctora se levantó y se puso la chaqueta.

_ Creo que se está alargando demasiado. Ya volveremos a quedar otro día. –contestó ella y le dio un profundo beso en sus labios, y luego le abrió la puerta para que se marchara-

Ricardo salió confuso del camarote y se dirigió a cubierta. En cuanto el capitán se hubo marchado de su camarote, Julia salió sigilosa y se dirigió a toda prisa al camarote de Gamboa. Tenía que contarle lo que había escuchado sobre la caja negra. Que ahora la tenía Ramiro. Porque si no se lo decía y se enteraba por sus propios medios, Ainhoa se quedaría sin antídoto y estaría condenada a morir.
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Ainhoa giró la cabeza al escuchar que alguien había entrado en el camarote. Era Gamboa. Se apuntó con la pistola a la cabeza.

_ ¡No, Ainhoa! –gritó el tras cerrar la puerta- ¡No lo hagas!

_ ¿Cómo que no lo haga? –contestó Ainhoa sin dejar de apuntarse- ¡Tú me has condenado a esto! ¡No te atrevas a decirme eso!
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Ramiro, que llevaba dos dedos vendados por el golpe de Gamboa, terminó de comerse su trozo de tortilla de patata y se levantó lentamente de la silla. Se acercó a Estela, que le miraba sonrojada desde el otro lado de la mesa, y le dijo:

_ ¿Quieres bailar conmigo? –y le agarró de la mano-

_ ¡Claro! –contestó ella y salió tras él, guiñándole un ojo a Vilma, que le saludaba sonriente sentada junto a Piti-

Y entonces todo el mundo se puso por parejas y salieron a bailar, y empezó a sonar una tranquila y dulce melodía, y todo el salón del Estrella Polar se llenó de risas, sonrisas y bailes. Mientras, algunos rezagados terminaban de cenar para unirse a la fiesta.
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Ricardo caminaba por cubierta dando un paseo tras la increíble cita con Julia, cuando entre la oscuridad del oleaje, divisó algo. Intentó divisarlo entre la oscuridad, pero era casi imposible, las luces que emitía el Estrella Polar no le permitían verlo con claridad. Aunque conforme se iba acercando, iba aumentando la claridad para verlo. Y entonces se dio cuenta de que era un bote. Sin esperar un segundo más, salió atropelladamente hacia la sala de mandos y giró unos cuantos grados a estribor.
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Ainhoa agarró fuertemente la pistola y cargó la bala. Empezó a temblar, pero se apuntó a la cabeza. En aquel momento la puerta se abrió de nuevo. Y justo cuando iba a mirar quien había entrado, el Estrella Polar giró bruscamente, y del brusco movimiento, Ainhoa no pudo evitar caerse al suelo, disparando la pistola.

_ ¡PUM!

Muy pronto... 2ª TEMPORADA

#63
Nagore31
Nagore31
08/06/2012 21:52
Buaaaaaa!!!! Creo que no tengo que decirte nada que ya no sepass pero BUAAAA,es Alucinanteee dchamaidora!!!
APLAUSO, APLAUSO, APLAUSO!!
Por cieerto, cuando empezara la segundaa temporadaa?? Espero que no hagass como en la realidad jajajajja :D
#64
dchamadoira
dchamadoira
08/06/2012 21:58
¿Y qué hacen en la realidad? XD ¿Costar 6 meses? Si es poquito. Vas a esperar mas. JAJAJa es broma
#65
Nagore31
Nagore31
08/06/2012 22:53
Jajajajaja,casi me da un infaryo antes de leer la ultima frasee jajajajja :D
#66
SoniaULINOA
SoniaULINOA
09/06/2012 17:50
___________________________________________ Piiiiiiiiiiiiiiiiiii *he muerto* JAJAJAAJJAJA madremia feito ¡¡¡SIN PALABRRRRRRAS!!! me ENNNNNNNNCANTA enserio. Buff que empiece pronto la segunda temporada si no muero de verdad. Jajajaja ♥
#67
dchamadoira
dchamadoira
16/06/2012 17:29

¡Atención!

[/b]

¿Qué te ha parecido esta temporada? ¿Qué esperas de la segunda? ¡Coméntalo!

[/h1] Cuantos más comentarios haya, ANTES colgaré el primer capítulo de la segunda temporada. ¡Ánimo! [/h1]
#68
pequevillo
pequevillo
17/06/2012 12:38
Que bonito el fic, es una pasada! Me encanta :)
#69
Nagore31
Nagore31
17/06/2012 21:06
A comentar sea dicho!
Jajajajjaja,pues no se,ya te he dicho que me encanta la primera temporada. Es muy intrigante.. Seguro que la segunda más y mejor. Creo que pasarán mogollón de cosas de todas las tramas. Que será genial!!! jajajjajaja
Un saludooooo :D
#70
dchamadoira
dchamadoira
19/06/2012 22:44

Capítulo 17: ‘Lágrimas’

[/u] [/h1]

Primer capítulo de la 2ª TEMPORADA



No pudo evitar soltar un grito ahogado. Giró la cabeza lentamente, con algo de temor, y contempló horrorizada a Julia, en la cual había impactado la bala. La doctora estaba sentada en el suelo, y con la mano tapándose una hemorragia encima de la cintura. Entonces se dio cuenta. Ella había disparado, y estaba claro que eso se habría oído en todo el barco, por lo cual ahora casi todos los tripulantes estarían inspeccionando todos los rincones del Estrella Polar tras haber oído el disparo. Y si su padre viniera y viera que había disparado a Julia… ¿Qué iba a decirle? ¿Qué podía contarle? Si le contaba algo sobre lo de Gamboa, ella estaría perdida, y es probable que Julia también. Ainhoa no podía contar nada, o acabaría sin antídoto, y ya había visto por sí misma las consecuencias de no tomarlo. Tenía que pedirle una dosis del antídoto a Gamboa, y pronto. De pronto le dio un tremendo dolor en la cabeza y segundos después cayó desmayada al suelo.

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Ramiro paró de bailar al instante. Le había parecido oír un extraño ruido, pero con aquella música a todo volumen, no había podido percibirlo con claridad. Al ver que no escuchaba nada más, se acercó de nuevo a Estela y ambos siguieron bailando.

Vilma, que estaba sentada junto a Piti algunos metros más allá, sintió una tremenda punzada en el estómago, seguida de unas fuertes rayadas. Se llevó la mano a la boca y salió todo lo rápido que pudo del comedor. El chico, sorprendido por aquella reacción, se quedó con la boca abierta. En aquel momento la mitad de los que allí se encontraban salieron del comedor a todo correr, tapándose la boca. ¿Qué estaba pasando? En aquel momento la música se paró, y segundos después, el Estrella Polar viró tan rápidamente, que algunos de los allí presentes se precipitaron al suelo.
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El capitán caminaba rápidamente por los pasillos, había dado la orden de virar el barco para ver mejor lo que se acercaba lentamente hacia ellos, pero entonces había escuchado un disparo. ¿Qué demonios estaba pasando ese día?

Decidió revisar uno a uno todos los camarotes del Estrella Polar. Entró rápidamente al primero, echó un rápido vistazo y sin encontrar a nadie, salió de nuevo.
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Gamboa sacó rápidamente de su bolsillo izquierdo un pequeño tubo dentro del cual había un líquido de color rojizo, y lo vertió con precisión sobre la boca de Ainhoa. Después, se acercó con cuidado a la doctora, que también había caído desmayada y cuya chaqueta estaba bastante manchada de sangre, y la metió a toda prisa bajo la cama. Se acercó a un cajón, agarró un cuaderno, y arrancó a todo correr una hoja. Limpió el rastro de sangre que había desde la puerta hacia la cama, y tras escuchar pasos, lo metió a toda prisa en el cajón, ignorando que le habían caído algunas gotas de sangre en el dedo índice. En aquel momento Ainhoa se levantó algo confusa, los efectos habían sido inmediatos y ya se encontraba bastante mejor. Pero antes de que pudiera preguntar nada sobre la doctora, la puerta se abrió de golpe y su padre entró en el camarote. Se extrañó bastante al ver a su hija junto al profesor.

_ ¿Qué estás haciendo aquí, Ainhoa?

_ Pues, vine a preguntarle una cosa para el exámen de Supervivencia. –mintió Ainhoa tartamudeando un poco-

_ Ah, vale. Oye, ¿Vosotros no habéis oído un disparo? Me pareció oírlo cuando estaba en cubierta.

_ No, nosotros no hemos oído nada. –respondió Gamboa-

_ Bueno, pues nada. –contestó Ricardo y sacó el walkie de su bolsillo al oír que le hablaban-

_ Ricardo. –se oía la voz de De la Cuadra a través de dicho aparato- Será mejor que vengas a ver esto ahora mismo.

El capitán salió a toda prisa del camarote, y en cuanto hubo cerrado la puerta, Gamboa sacó con cuidado a Julia de debajo de la cama, le hizo una seña a Ainhoa y se la llevó en brazos hacia la enfermería. Ainhoa iba delante abriendo camino, intentando evitar que cualquiera les viera. Ainhoa se acercó a la puerta de la enfermería, la abrió y ambos entraron en el interior. El profesor dejó a la doctora sobre la camilla, le desabrochó la chaqueta y se acercó a un cajón. Lo abrió rápidamente y sacó de su interior varios libros, una aguja, algodón y algunos otros objetos que Ainhoa no pudo identificar. No quería ver esa ‘operación’ a la pobre Julia, así que giró la cabeza y salió por donde había venido, sin pronunciar una sola palabra.
Caminó lentamente por los pasillos hacia su camarote; cabizbaja, pensativa y bastante triste por lo ocurrido con Julia. Deseaba con todas sus fuerzas que se recuperara y no le ocurriera nada. Justo antes de entrar en su camarote, se topó con quien menos quería ver en aquel momento: Ulises. Intentó pasar de él y evitar mirarlo, pero él la agarró del brazo.

_ ¿Pero qué te pasa? ¿Por qué huyes de mí? –preguntó él mirándola a los ojos- ¿Qué te he hecho? Además, después de lo de ayer…

_ Mira, Ulises. He comprendido algo. No estamos hechos para estar juntos, lo siento. –contestó ella mirando al suelo y pensando en qué le ocurriría a ella, a Ulises, a Valeria, y a su padre si seguía con Ulises-

Sin esperar a que le respondiera, se giró y entró en su camarote. Se agarró a la puerta y empezó a darle algunos golpes llena de furia. Poco a poco, varias lágrimas le fueron bajando desde los ojos hasta las mejillas.
*****************************************************************************
Ricardo llegó a cubierta a toda prisa, el segundo oficial a bordo le estaba esperando impaciente, sin dejar de mirar hacia el mar. El capitán se acercó a Julián, pero éste no dijo nada, solamente le indico con la mano lo que se acercaba hacia ellos. Ahora que había pasado algo de tiempo, se había acercado más y podía ver con claridad lo que era. Era un bote, un bote en el que venían 5 personas.

¿Qué os ha parecido el inicio de la temporada? Espero vuestros comentarios. ;)
#71
Nagore31
Nagore31
20/06/2012 14:03
BUAA!!! Menudoo comienzo de tempora!!!! JAJAJAJAJAJA
te has pasadooo jajajajajja,que intriga,que emocion que TODO!!
Bufff es que no tengoo palabrasss,escribes GENIAL!! :D
#72
SoniaULINOA
SoniaULINOA
20/06/2012 15:41
Madremia de mi vida. JAJAJA SIN PALABRAS ya lo sabes.
#73
rosita24
rosita24
21/06/2012 21:24
Me he enganchado a tu fic!! jaja el inicio de temporada perfecto!! quiero saber como sigue :D
#74
dchamadoira
dchamadoira
24/06/2012 14:07

Capítulo 18: ‘Secretos’

[/h1] [/u]

Poco a poco, los primeros rayos de luz aparecían tímidamente en el horizonte, tiñendo de un color rojizo el oscuro cielo. El mar estaba en calma, y a tan solo unos metros del Estrella Polar, había una pequeña barca en la que estaban 5 personas: 2 hombres y 3 mujeres, esperando impacientes a que les dieran permiso para entrar en el barco. Todos tenían pinta de haber estado varios días a la deriva.
Mientras, Ricardo buscada desesperado a la doctora. Raramente no estaba en su camarote, y tan solo eran las siete de la mañana. ¿Julia ya se habría levantado? De pronto, se le ocurrió la idea de que le hubiera pasado algo a alguien durante la madrugada y Julia estuviera atendiéndole en la enfermería. Así que cerró la puerta del camarote y se dirigió con algo de prisa hacia la enfermería.
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Julia comenzó a abrir los ojos y observó confusa que estaba tumbada en la camilla. Fuera, Gamboa esperaba parado, observando si alguien cruzaba por aquel pasillo.
La doctora se llevó la mano a una zona encima de la cintura. Allí tenía una pequeña y reciente cicatriz. Entonces recordó todo lo que había ocurrido aquella noche. Ainhoa le había disparado sin quererlo al dar un repentino giro el barco.

Se apoyó lentamente en la camilla y se levantó ágilmente, con bastante fuerza. Se dirigió pausadamente hacia la puerta y la abrió. En cuanto Julia hubo salido de la enfermería, Gamboa se acercó rápidamente a ella.

_ Será mejor que nadie se entere de lo que ha ocurrido. Y que nadie te vea la cicatriz. Ah, y no hace falta que me des las gracias por salvarte la vida.

_ No te las pensaba dar, pero tranquilo, no va a ocurrir siempre todo como tú quieras. Algún día descubrirán cómo eres en realidad, y pagarás por todo lo que has hecho.

_ Sí, bueno… -contestó Gamboa y se quedó callado de repente-

Gamboa se esforzó en escuchar, alguien venía caminando hacia ellos, y poco a poco el sonido del crujido de la madera se hacía más fuerte. Gamboa agarró a Julia del brazo y la empujó rápidamente hacia la derecha.

_ Viene alguien. Será mejor que no te vean aquí. Lárgate a tu camarote. ¡YA!

La doctora empezó a correr hacia su camarote justo cuando Ricardo doblaba la esquina y se acercaba a la enfermería. Por unos pocos segundos, Julia consiguió llegar a su camarote sin ser vista.

El capitán se extraño al ver a Gamboa parado en mitad del pasillo a aquella hora, así que se acercó para preguntarle qué estaba haciendo ahí.

_ ¿Se puede saber qué estás haciendo?

_ ¿Acaso está prohibido dar un paseo por los pasillos?

_ No, claro que no lo está –respondió cortante Ricardo ante aquella respuesta- Por casualidad, ¿No habrás visto a Julia?

_ No, no la he visto –mintió Gamboa y se fue caminando lentamente- Buenas noches.
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Abrió el grifo, se echó un poco de agua a las manos y se lavó completamente la cara. Tenía un repugnante sabor en la boca tras haber estado vomitando varias veces seguidas. Abrió de nuevo el grifo y bebió un poco de agua. De vez en cuando le daban unas tremendas rayadas en el estómago y sentía tremendos ardores. No sabía lo que le pasaba, pero aparte de ella medio barco tenía dolores de tripa en aquel momento. Debían de haber comido algo en mal estado durante la fiesta y se habrían intoxicado. ¿Y si le había ocurrido algo al bebé? Tal vez tenía que ir a la doctora, ahora que ya había dejado de vomitar. ¿Y dónde demonios se había ido Piti? De pronto, los dolores en el estómago fueron muy fuertes, y Vilma no pudo evitar pegar un grito de dolor, y segundos después cayó al suelo inconsciente, dándose un golpe en la cabeza contra el suelo.

Piti se encontraba en el pasillo, caminando hacia los baños, cuando escuchó un grito. Entró a todo correr en el baño y allí la vio. Vilma estaba tirada en el suelo, inconsciente. Se acercó más a ella y antes de agarrarla en brazos, se dio cuenta de que tenía un fuerte golpe en la cabeza del que surgía algo de sangre. Abrió rápidamente la puerta y salió a toda velocidad hacia el camarote de la doctora.
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Estaba decidido. Aunque seguía muy dolido por su ruptura con Ainhoa, tenía que pasar a la acción. Sabía desde hacía tiempo que Gamboa no era de fiar, pero no se había decidido todavía a decírselo al capitán. Si cometía la estupidez de decírselo sin pruebas, seguramente acabarían creyendo al maldito Gamboa y a él no le volverían a hacer caso jamás. Abrió la puerta del camarote y entró en él. Cerró la puerta sin hacer ruido y se dirigió decidido hacia la mesa.

Rebuscó en todos los cajones, sacando todo lo que había y dejándolo sobre la mesa. Se sentó y miró todo lo que había sacado. Eran varias carpetas, un estuche, y algunas otras cosas de poca utilidad. Decidió echar un ojo en cada una de las carpetas, por si acaso. No le llevó mucho tiempo, ninguna de ellas tenía nada sospechoso. Empezó de nuevo a buscar, y se dio cuenta de que uno de los cajones estaba cerrado con llave. Ahí debía tener algo. Seguro que sí. Ahora solo tenía que encontrar la llave, pero iba a ser bastante difícil. Y entonces vio que había una chaqueta tirada en la cama. Se acercó a ella y buscó en los bolsillos, en uno de ellos había una pequeña y plateada llave. Gamboa era más tonto de lo que pensaba. Agarró la llave y abrió rápidamente el cajón. Allí había una pistola, y dos carpetas de color rojo. Abrió ambas y se quedó pasmado. En la primera página de una de ellas había una descripción completa de Ainhoa, con algunas fotos pegadas a cada lado. Pasó de hojas, allí estaban anotados todos los sitios a dónde iba, las cosas que le gustaban, todo. Absolutamente todo. Lleno de furia, decidió mirar también la otra carpeta. Increíblemente, en la otra había un extraño símbolo en la portada, debajo del cual podía leerse claramente: ‘Proyecto Alejandría’. ¿Qué demonios era eso?

En aquel momento oyó los pasos de alguien, así que se acercó rápidamente a la puerta y miró por la mirilla. Era Ainhoa, que caminaba hacia el comedor, y tenía los ojos llorosos. Abrió la puerta, la agarró del brazo y la metió adentro. Ella le miró extrañada, pero Ulises solamente le indicó unas carpetas que había sobre la mesa.

La chica se acercó a ellas con intriga y al ver una de ellas se quedó paralizada. Había fotos e información sobre ella. Maldito Gamboa. La había estaba observando antes de subirse al Estrella Polar. La había seguido a cada sitio al que iba, hasta había una foto de ella entrando en el instituto. Sabía que Gamboa era un cabrón, después de todo lo que la había hecho, le había amenazado, envenenado y mil cosas más, pero no tenía ni la más remota idea de que la hubiera estado siguiendo antes de zarpar el Estrella Polar. También había información sobre su hermana, y sobre su padre. Ainhoa no podía contener la rabia que sentía en aquel instante, pero entonces volvió a la realidad. Si no hacía todo lo que decía Gamboa, ella estaría muerta, y su familia también. Lo único que podía hacer por ahora es resignarse y obedecer.

_ ¿Lo has leído, no? –dijo Ulises acercándose a ella- Te dije que Gamboa no era de fiar.

_ Sí, lo dijiste –contestó Ainhoa algo triste-

Si se llegara a enterar de eso su padre, aunque ella no hubiera sido quién había entrado en el camarote de Gamboa a rebuscar y a mirar aquellas carpetas, Ainhoa lo iba a pagar igualmente. Se quedaría sin antídoto, y ya había sentido en su propio pellejo lo que ocurría.
#75
dchamadoira
dchamadoira
24/06/2012 14:13
_ Vamos ahora a decírselo a tu padre.

_ ¿No es mejor que metas todo donde estaba? –contestó ella mirando al suelo- Quiero decir… Si nos vamos a avisar a mi padre, y te llevas la carpeta… Gamboa es muy listo. Puede destruir las demás pruebas y decir que esa carpeta es tuya.

_ No lo había visto de esa forma. Pero quizás tengas razón.

Así que Ulises se acercó al cajón y metió las carpetas de nuevo, lo cerró con llave y luego ordenó todo el camarote para dejarlo como estaba cuando llegó. Luego los dos salieron del camarote.

_ ¿No vienes a decírselo a tu padre? –preguntó Ulises al ver que Ainhoa se iba por el otro lado-

_ Primero tengo que resolver un asunto. Luego te alcanzo. Seguramente mi padre estará en cubierta. –dijo ella para evitar que sospechara-
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_ Está claro que Vilma ha ingerido algo durante la comida que le ha provocado esta reacción. –dijo la doctora dándole un vaso de agua y una pastilla a Vilma- Intenta descansar, y tómate esta pastilla para evitar que sigas vomitando. Y ten más cuidado, que solo llevamos algo más de un mes en este barco y tú ya has estado tres veces en la enfermería. En cuanto al niño, no te preocupes, seguramente no sea más que una simple salmonelosis y al bebé no le ha ocurrido nada.

En aquel momento Ricardo entró en la enfermería, bastante nervioso, y se acercó a la doctora.

_ ¿Dónde estabas? No te encontré por ninguna parte. Aunque eso ahora no importa. Julia, tienes que venir ahora mismo a cubierta. Hay más supervivientes.

_ ¡Vamos inmediatamente! –contestó ella alterada y salió rápidamente junto al capitán-

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Ainhoa, que iba corriendo por el pasillo, se chocó de frente con Ernesto.

_ Ulises ha encontrado unas carpetas con fotos mías en tu camarote y va a decírselo a mi padre. –dijo Ainhoa fatigada por tanto correr- Yo ya te he avisado.

_ ¿Qué? –respondió Gamboa con su extraño acento y salió corriendo hacia su camarote-

Cada vez le tenía más asco a aquel tipo, pero como tenía que acatar todas sus órdenes, no podía hacer nada. Y ahora a Ulises le iban a tomar por mentiroso cuando vieran que no había ninguna carpeta en el camarote de Gamboa. Pero de pronto se dio cuenta. ¿Qué pasaría si le preguntaban a ella si había alguna carpeta con fotos suyas en el camarote? Ella también la había visto, pero no podía decir nada. Y si decía que no, Ulises no la perdonaría nunca. Y Ainhoa todavía quería a Ulises, y cada día que pasaba sin él era aún peor que el anterior. Solo había cortado con él porque le obligó ese maldito de Gamboa. Tenía que pensar algo, quizás la doctora podría averiguar un antídoto para ese extraño virus…
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_ ¿Estás mejor? –preguntó Ramiro, que estaba sentado sobre la cama- ¿Te encuentras bien ya?

_ Sí, ya no tengo ganas de vomitar. –contestó Estela esbozando una sonrisa y se sentó junto a Ramiro- Muchas gracias por preocuparte.

La chica se quedó mirando a Ramiro, lo que hizo que éste se sonrojara y se pusiera algo nervioso. Estela acercó sus labios a los de Ramiro, pero éste se apartó rápidamente y se levantó algo brusco.

_ Tengo algo de sueño. –dijo Ramiro saliendo del camarote- Ya nos veremos.
Y se fue dejando a la pobre Estela confusa, que empezaba a pensar en que no le gustaba a Ramiro.
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La doctora les echó un rápido vistazo desde el Estrella Polar. Eran tres chicas y dos chicos, todos tenían pinta de haber estado varios días sin comer ni beber. Era posible que tuvieran alguna enfermedad, por lo que no podían permitirles entrar en el barco todavía. Entonces se fijó en una de las que estaban en la barca. Le resultaba extrañamente familiar, pero no sabía por qué. Tenía la impresión de haberla visto antes en alguna parte.

_ ¿Julia? -dijo Ricardo acercándose a ella rápidamente- ¿Te encuentras bien? Has puesto una cara muy rara.

_ Sí, sí. Estoy bien

En aquel momento se dio cuenta que una de las chicas estaba tirada en el suelo, inconsciente y con pinta de estar bastante deshidratada. Debía examinarles a fondo rápidamente y si no tenían ninguna enfermedad, dejarles subir. Así que se dirigió a por algunos trajes protectores que tenía guardados en su armario. Seguía dándole vueltas a la cabeza pensando en por qué motivo le resultaba familiar esa mujer, pero no halló respuesta. Quizás le hubiera parecido, y en realidad no la conocía de nada.
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#76
Nagore31
Nagore31
24/06/2012 15:13
SIN PALBRASS!! Lo bordasss :D, siguelo YA!
#77
rosita24
rosita24
27/06/2012 02:31
GENIAL!! síguelo pronto ;) pon más escenas ricarjulistas.... yo lo dejo ahí, a ver si funciona xD
#78
Nagore31
Nagore31
03/07/2012 12:46
dchamadoira para cuando el siguientee capituloo??
#79
dchamadoira
dchamadoira
04/07/2012 14:17
Pronto, muy pronto, que he tenido algunos problemillas, quizás hoy ya está colgado ;) La verdad es que este capítulo es bastante interesante. Puede que en algunos futuros capítulos muera alguien importante en la trama, y no solo uno secundario, pero ya veremos.. ;)
#80
dchamadoira
dchamadoira
04/07/2012 15:41

Capítulo 19: 'Los náufragos'

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En un abrir y cerrar de ojos, la cubierta 2 del barco quedó completamente despejada. Al verlo, la doctora les hizo una seña levantando la mano y los 5 náufragos subieron lentamente por la pequeña escalera. Se acercaron muy despacio a Julia y Ricardo, que se habían puesto sus trajes protectores para evitar contraer algún tipo de enfermedad.

Julia miró a todos de reojo, para después examinarlos uno a uno con la mirada. En aquel momento le pareció distinguir una mirada de desprecio en los ojos de la mujer rubia. Era alta, guapa y con una piel bastante morena. Aquella era la que le había resultado familiar al verla sentada en el bote. Debían ser imaginaciones suyas...

Entonces se percató de que los dos hombres agarraban de ambos brazos a una chica bastante joven, que tenía la cara llena de pústulas y heridas. Se acercó primero a ella y la examinó detenidamente. Tan solo sufría una tremenda deshidratación, pero no parecía poseer ninguna enfermedad. Solo tenía que beber bastante agua y descansar, y se encontraría perfectamente.
Después, la doctora examinó uno a uno a los otros 4 náufragos restantes. Extrañadamente, todos ellos estaban en perfectas condiciones, solo tenían algunos pequeños rasguños y la cara, algo quemada. Como no tenían ningún tipo de problema, Julia suspiró aliviada y se quitó el traje protector.

Ricardo, al verla, hizó lo mismo y se acercó para hablar con ellos. Pero antes de que pudiera decir algo, la doctora se le adelantó:

_ Debemos llevarla ahora mismo a la enfermería, es mejor que no haga muchos esfuerzos, y que beba agua inmediatamente.

Tras esto, Julia se acercó a la chica, le ayudó a apoyarse en sus hombros y la acompañó hasta la enfermería. Después de que la doctora se marchara, Ricardo comenzó a interrogarlos:

_ ¿Cómo os llamáis? ¿Cómo habéis sobrevivido? ¿De donde venís?

_ Bueno... Yo me llamo Leonor, y ellos son Tom, Victor y Claudia.

_ ¿Y cómo se llama la que se acaba de llevar Julia a la enfermería?

_ Ella es Dulce.

_ Bueno, será mejor que sigamos hablando en mi despacho.

Nadie podía tan siquiera imaginar que el enemigo ya había subido al Estrella Polar...

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Tras dejar a Dulce tumbada en la camilla, y darle de beber, Julia se dirigió a la sala de mandos. Tenía que dar una muy mala noticia. Ahora que Julián y Salomé se habían prometido... Era el peor momento para decírselo, pero debía hacerlo. Entró y allí lo vio, ocupado, ojeando unos mapas y mirando de reojo el sonar. Se acercó a él, algo cabizbaja. No sabía como decírselo. ¿Tanteaba el terreno o se lo decía de sopetón, soltándoselo de repente?

_ Julián, -titubeó un segundo y siguió hablando- Ya tengo los resultados del análisis.

_ ¿Y bien? ¿Qué pasa Julia? -se puso algo nervioso al ver que no contestaba- ¡Copón! ¿Qué pasa?

_ Tienes cáncer... cáncer de próstata. Y me temo que va a ir a peor sin que podamos hacer nada. Si estuvieramos en tierra y nada de esto hubiera pasado, tendrías los recursos necesarios y sería distinto. Lo siento, de verdad.

_ ¿Cuánto? ¿Cuánto me queda? -contestó Julián mirando al suelo-

_ Es posible que no te queden más de tres meses. Y si el cáncer se expande y se propaga a otros tejidos, puede que bastante menos.

Aquello le sentó como si le acabaran de clavar una espada en el corazón. Se iba a casar con Salomé y ahora le acaban de decir que su matrimonio duraría, con suerte, dos meses.

_ No tiene que enterarse nadie de esto. Nadie. Prométemelo.

_ Pero, Julián...

_ ¡Prometémelo, copón!

_ No se lo diré a nadie, te lo prometo. -contesto Julia bastante entristecida y salió muy despacio de la sala-

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