¡Que no te enteras, Contreras!

¡Hola a todos!

Después de tanto tiempo, entro un poquillo enojada, ja, ja. Quizá es que soy demasiado vehemente e impulsiva, pero, ya que tenía un rato libre y esto me rondaba en la cabeza desde hace tiempo... ¡Ahí lo dejo!

Quizá debería haberlo comentado en “Los Gazapos…”, donde ya hablamos del asunto en más de una ocasión. Me refiero a la poca importancia que le han dado a la radio en la serie. Ya dijimos que ésta era muy popular y que en todas las casa y los establecimientos estaba siempre puesta a tope. En las casas con las radionovelas especialmente, pero también con las canciones dedicadas, ya fueran boleros o canción española, tan en boga. Y en los bares y similares –aparte de estas canciones- con las retransmisiones deportivas
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¡Pues no señor!. Los habitantes de la Plaza de los Frutos (no hay otros barrios en Madrid, ja, ja, ja) lo único que escuchan, si acaso (Pelayo y alguno más) es la emisora clandestina pirenaica. Alguna vez, de pasada, se habló de Elena Francis y poco más.

Lo que voy a decir puede que parezca una tontería, pero me tiene rabiando el hecho de que no hablen del programa “Cabalgata fin de Semana” presentada por Bobby Deglané, cuando fue un verdadero boom y todo el mundo estaba esperando que llegara el sábado para escucharlo. ¡Por cierto! Sí mencionaron hace unos días a Bobby Deglané. Lo hizo Miguel, el hijo de Felisa, diciendo que su padre “estaría escuchando el programa deportivo que presentaba Bobby”. ¡Menos mal! Supuestamente, se refería a “Carrusel Deportivo” que, efectivamente, fue ideado por éste. Pero es que ¡“Cabalgata…” ya llevaba tres años en antena!.

Pienso que si la serie quiere reflejar cómo era la vida en aquellos años, debería tener en cuenta estas cosas. Y espero que a nadie se le ocurra objetar que se centra en cosas más serias, como la política (?). No, con eso no se me puede rebatir. En primer lugar porque ¿qué política? ¿Los comentarios de Pelayo sobre “el chaparrito”? Que, por cierto, no sé de donde se sacó la palabrita; puede que de las películas de Cantinflas, tan en boga entonces, pues así es como se les llama en México a las personas bajitas, pero yo, al menos, no lo había oído nunca en España como algo habitual.

Pues eso, que de política nada. Es más, cuando han tratado ce centrarse en ella, me ha parecido excesivo. Entre otras cosas porque la gente normal, es decir, EL PUEBLO, EL VULGO, ya fuera por miedo (no voy a contradecir a quien opine así) o por cansancio, lo que quería era olvidarlo todo; tener un trabajo y un sueldo que llevar a su casa para mantener a su familia; especialmente los padres de familia. Y desde luego, en los años que se supone están ahora, mucho más. En este caso, me parecen muy sensatos (apropiados al momento, quiero decir) la manera de pensar y los comentarios que han puesto en boca de Miguel y su familia. Triste; pero así era.

Por otra parte, si os parece una frivolidad o una tontería esto de la radio… ¿Para qué queremos más tonterías que las que se les ocurren a los de “El Asturiano”?. Que si la aparición de la Virgen en sus paredes; que si relojes premonitorios, que se paran a una hora fatídica; que si fantasmas…

En fin, que si lo quieren es reflejar cómo era la vida en aquellos años, los guionistas deberían tener muy en cuenta estos detalles. La radio, como el cine, formaba parte de la vida y la cultura española de un modo muy especial. Entre otras cosas porque, como digo que se querían olvidar todas las calamidades pasadas, era una manera de evadirse y de soñar.