Adiós, bandolera, adiós

Bueno, pues esto llegó a su fin.

Después de varios meses dando mi opinión sobre algunas tramas de la serie, otras no me han importado en absoluto, me gustaría dejar mi opinión al respecto. No sé si gustará o no, tampoco lo escribo para que guste, sino porque dado que esto es un foro de opinión… pues eso, dejo mi opinión.

¡Quién me iba a decir a mí, allá por el mes de abril que pasaría tantos meses enganchada a una serie cuyo visionado es incompatible con mi horario laboral! Pero sí, ha sucedido. Ni siquiera recuerdo qué es lo que me llevó a buscar un foro de “Bandolera”, pero eso ahora ya no importa.

Como lo mío es llevar la contraria pase lo que pase, y por aquellos tiempos el triángulo que nunca existió estaba en pleno apogeo, pues me puse a defender a Roberto (por aquel entonces, Pérez) de todo y de todos. En realidad eso no fue así, si me intenté enganchar a la serie a pesar del horario, fue porque días antes de su estreno pude ver en otra cadena los últimos minutos de una mini-serie, Serrallonga, y se me quedó grabada la imagen de un actor, totalmente desconocido hasta entonces para mí y cuya carrera voy a seguir a partir de ahora, Isak Férriz. ¡Qué casualidad que en pocos días comenzase una serie de la cual era uno de los protagonistas! ¡Qué desgracia que se cargaran su personaje de semejante manera!

Es de sobra conocido en el foro que la inmensa mayoría de tramas de la serie me importaban y me importan, parafraseando al gran Olmedo, una higa, pero quería ver hacía dónde llevaban el personaje de Roberto. Estaba bien claro, o al menos lo estaba para mí, que el triángulo amoroso NUNCA existió, en todo momento fue demasiado evidente que la historia romántica guardia civil-bandolera era la única con peso y que el jornalero estaba ahí para hacer bulto, pero al menos nos quedaba su faceta jornalero-revolucionaria. Otra faceta que pronto quedó en agua de borrajas, como tantas y tantas tramas que nos han cerrado a medias o simplemente han quedado en el olvido, abandonadas sin cerrar (muerte de Richard Reeves, por ejemplo). Como decía, aún nos quedaba la trama jornalero-revolucionaria y los enfrentamientos con Álvaro y Germán, pero esos también se quedaron a un lado al comprar Roberto las tierras de Blas. Un jornalero anarquista propietario de tierras, totalmente congruente, tanto como el timbre eléctrico de la casa de Sara Reeves. Ahí fue donde ya le dieron la puntilla al personaje de Roberto, solo quedaba enamorarlo de la niña bien del pueblo.

Ahora las robereugenistas en pleno se me tirarán al cuello, o no, porque también he pregonado a los cuatro vientos que nunca me gustó el personaje de Eugenia como pareja de Roberto, que Margarita hubiese dado mucho más juego a mi parecer, pero con la marcha de ésta última tampoco había dónde elegir, así que solo nos quedaba Eugenia. Esto supuso mostrarnos a una Eugenia que maduró a una velocidad de vértigo (de querer suicidarse por la desgracia de Antonio Villa a ponerse a cavar en el terruño no pasaron ni dos días) y a un Roberto que de tanto enamoramiento se nos ablandó hasta límites insospechados. Con todo, afirmo que la de Eugenia y Roberto ha sido la más bella historia de amor de toda la serie, historia que consiguieron destrozar. Desde el reducto robereugenista siempre hemos defendido que no había porqué haberse cargado esta historia o, que si debía acabar, había modos mucho mejores de hacerlo, más románticos, más felices (hemos dado tantas ideas que podríamos hacer nuestra propia serie) y que no era necesaria la muerte de nadie, aunque parece que por exigencias del contrato todo el mundo ha de salir de Arazana con los pies por delante; y lo mantengo tras haber visto el flash-back y la historia que María-Teresa-Mariloki-la no-prima, ha esgrimido ante doña Leonor, no hacía ninguna falta matar a Eugenia. Eso sí, ha hecho falta que muriese Eugenia para que Roberto retomase su actividad política, ¿por qué? Si estas enamorado, ¿tienes que estar enamorado y nada más? ¿tu vida ha de ser SOLO ese amor? ¿Otros personajes pueden tener una vida amorosa muy concurrida además de llevar negocios y ser bandolera y otros deben estar a una cosa tan solo?

Mientras tanto la serie seguía llamándose “Bandolera”, aunque la bandolera se dedicase a cualquier cosa menos a asaltar caminos y sus bandoleros tenían que pluriemplearse como médico de familia y tahúr para no morir de hambre.

Esta serie, como parece ser que sucede con todas las de Diagonal, (yo nunca antes me había fijado en cuál era la productora de una serie) lleva un año de emisión y no se parece en lo más mínimo a la que nos vendieron, o a la que al menos yo vi en el primer capítulo. La mayoría de los personajes principales han desaparecido, comprendo perfectamente que un año seguido a semejante ritmo cansa a cualquiera y que a nadie le gusta encasillarse; pero a los espectadores tampoco nos gusta que nos machaquen con lo mismo día tras día. ¿Cuántas veces hemos hecho chistes con el bucle espacio-temporal de Arazana? ¿Hasta cuándo seguiremos anclados en 1882 escuchando timbres eléctricos mientras los personajes se alumbran con velas? ¿Cuántas veces enamorarán a la bandolera del primero que llegue a pueblo para separarlos poco después?

También quisiera decir que no me han gustado lo más mínimo los piques internos del foro:
Miguelistas vs. Robertistas
Miguelsaristas vs. Robereugenistas
…
creo que estos piques, que no llevan a ningún sitio, lo único que han conseguido ha sido crear mal ambiente en algunas ocasiones y hacer que algunas no se sientan, o no nos sintamos, a gusto en ciertos lugares. De verdad que ha sido una lástima, pero como ya dije en una ocasión, si no te interesa un tema del cual se está comentando en un post en particular, no pierdas el tiempo en leerlo, que el tiempo se escurre entre nuestros dedos como si fuese arena, no lo desperdicies.



Después de esta parrafada… me quedo con:
- horas y horas frente a la pantalla del portátil riéndome mucho.
- un fin de semana en Barcelona en el que dormimos muy poco y nos reímos muy mucho; un mensaje a las otras dos conductoras: ¿ya habéis aprendido a cambiar una rueda? Pues practicad.
- el proyecto de otro fin de semana.
- un grupo de AMIGAS
- el descubrimiento de dos grandes profesionales: Sara Rivero e Isak Férriz, capaces de sacar adelante con MUCHA solvencia guiones sin pies ni cabeza.



¿Qué más puedo pedir a una serie de TV?
Solo una cosa más: que me guste y Bandolera, lo siento, pero no me gusta a pesar de que he podido disfrutar de algunas grandes escenas.

Un beso y hasta otra.