Fanfic de El Barco // Hasta lo más perfecto puede fallar.

El Proyecto Alejandría es un proyecto de supervivencia, un plan B se pondrá en marcha en caso de que el acelerador de partículas fracase. Sólo hay una posibilidad entre un millón de que esto suceda, pero si esto falla, el acelerador de partículas, la especie humana desaparecerá.... -pensaba Julia Wilson mientras terminaba de preparar su maleta.

Sólo hay una posibilidad entre un millón, sólo hay una posibilidad entre un millón... -se repetía- No puede pasar nada. Además, es un proyecto que consiste en la supervivencia de la especie.

Pero, ¿y si falla algo? No, no puede pasar nada, está todo controlado.

Intentaba buscar respuestas a todas sus preguntas, intentaba, o mejor necesitaba, pensar que todo iba a salir bien. Pero aunque intentaba controlar sus pensamientos no podía, tenía miedo y estaba demasiado nerviosa. Le esperaba una larga noche y un largo día hasta que llegase la hora en la que el Proyecto se pondría en marcha.

Llegó la hora de salir de su casa para partir hacia el puerto. Miraba todo pero lo hacía con los ojos lleno de nostalgia. Se fijaba hasta en el más mínimo detalle, hasta en ese detalle que nunca se había fijado. Todo va a salir bien, todo va a salir bien – se repetía una y otra vez. En dos meses estaré en casa.

Cuando estaba a punto de salir por la puerta se paró un momento y cogió un marco que se encontraba en una mesilla con un florero lleno de flores rojas. Al coger el marco y verse a ella abrazada en la foto con su madre no pudo evitar decir que ojalá hubiera estado hace unos meses con ella, quizás si ese maldito cáncer no se la hubiera llevado, no hubiese entrado en ese proyecto.

Ya no hay marcha atrás, Julia – se dijo para sí. Puso el marco en su sitio pero antes de hacerlo le dio un beso a la cara de su madre y le dijo TE QUIERO mientras acariciaba la cara con su dedo. Sus ojos se humedecieron.
No voy a llorar, ella, mi madre, odiaba verme llorar -dijo mientras tomaba aire.

Dejó el marco en su sitio cerró la puerta y se fue camino al puerto.

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-¡Todo está listo capitán! -gritó el primer oficial, Julián de la Cuadra.
-Me alegra saber que todo está en orden para cuando llegue la hora de zarpar. -anunció el Capitán Ricardo Montero.

Todos estaban vestidos con los trajes de gala para recibir a sus nuevos pasajeros que durante esos dos próximos meses iban a ser como su familia.

-¿Ves que tranquilo está todo? -preguntó de la Cuadra. Pues ya mismo todos los pasillos del barco estarán lleno de adolescentes con las hormonas revolucionas.
-¡Y de alegría, Julián, y de alegría! -exclamó Ricardo mientras esbozaba una gran sonrisa.
-¿Alegría? Eso es lo que te falta a ti Ricardo, desde que murió Marisa no has vuelto a ser el mismo y eso no puede ser, ¿eh? Tienes que salir adelante por ti y por tus hijas -comentó Julián mientas miraba a Ricardo como aún después del tiempo que había pasado seguía poniéndose triste al recordar a su esposa fallecida.

Ricardo Montero, capitán del barco Estrella Polar, un buque-escuela donde impartían clases educativas durante dos meses navegando por alta mar. Ricardo, un hombre viudo y con dos hijas a su cargo, Ainhoa y Valería. Embarca con sus hijas a la que ha decidido que será su última travesía. No sabe muy bien como educar a su hija pequeña, Valería, así que Ainhoa lo ayudará volcándose con su hermana y ayudará a su padre a ser un buen cabeza de familia. A Valería le ha afectado mucho la muerte de su madre, la pequeña tan sólo tiene 5 añitos.

-oye, Julián, ¿tú cuándo piensas sentar la cabeza y formar una familia? ¿no crees que ya va siendo hora? Mira que los años no pasan solo... -dijo Ricardo mientras intentaba contener la risa a su gran amigo Julián.
-Yo soy pájaro libre, Ricardo -le contestó Julián al capitán. Además, todavía soy joven.
-Bueno... - dijo Ricardo mientras se balanceaba hacia detrás y hacia delante.
-Bueno no soy tan joven como los chavales que están por llegar pero soy joven, ¿eh?
-Claaaro -dijo Ricardo irónicamente- Si ser joven es tener 5.. ¿50 años? -el capitán reía.
-Julián miró mal a su amigo de tantos años y se quedó pensando qué responder. Soy joven de espíritu que es lo más importante.

Cuando Ricardo le iba a responder llegó uno de sus ayudantes para avisarles que ya estaban llegando los chicos que serían sus nuevos pasajeros.

Ricardo, al escuchar eso, mandó a preparar todo para que sus nuevos pasajeros pudieran subir cuanto antes al Estrella Polar.

El capitán salió del barco para saludar a los nuevos alumnos del Estrella y a sus familiares. Por fin había llegado el día de zarpar, eso le proporcionaba alegría pero también tristeza ya que ese iba a ser su último viaje en el barco que durante tantos años había sido capitán.

Al lado del Estrella Polar, en el puerto de Valencia, se encontraba lleno de chicos y chicas despidiéndose de su familiares y amigos y otros chicos que habían llegado solos porque su padres no habían podido acompañarlos o no habían querido hacerlo.

Todos estaban felices. Se respiraba alegría en el ambiente.

Siguelo pinta bn aver como sigues :)

Me gusta síguelo porfa.

Unos daban pequeños saltos de la emoción, otros se quedaban contemplando el barco mientras sonreían. Otros, en cambio, lloraban al despedir a sus familiares y amigos.

Poco a poco todos sus familiares se fueron marchando quedando en el puerto sólo los chicos que iban a subir a bordo.

-Pero mira a quien tenemos aquí –escucho uno de los chavales a pasar por el lado de una de las chicas. Pero si es Pedro Gironés.
-Piti –corrigió el chico.
-Es verdad Pedro Gironés más conocido como Piti, ¿no?, el seductor, el picaflor, el don Juan del curso.
-Y…y el más guapo, también, que se te olvidaba -dijo el chico mientras levantaba un dedo para enfatizar más lo que estaba diciendo.
-Ahhhh es verdad –dijo la chica fingiendo que se le había olvidado comentar eso también. Ya no me acordaba que tienes más ego que cuerpo.
-Ja-ja-ja ¿Me estás llamando bajito? –dijo el chico un poco enfadado.
-No, yo no te he dicho bajito, eso lo has dicho tú –dijo la chica con cara de burla.
-Ya claaro pero lo has referido, no me lo niegues porque yo sé que sé. Tú sigues siendo la misma graciosilla del instituto –dijo Piti

Cuando la chica se disponía a responderle vino un chico y la besó, abrazándola por detrás.

-Oh là là! -dijo Piti sorprendido. Pero si la sosa tiene novio, pensé que esto nunca sucedería –decía Piti con tono burlesco para hacer enojar a la chica.
-¡Gilipollas! –exclamó la chica.
-Que sepas que de sosa no tiene nada y deja en paz a mi novia si no te la quieres ver conmigo –dijo enfadado el novio de la chica.
-Uy uy que el novio se pone bravo –dijo Piti riéndose.
-Déjalo, mi amor, no ves que no tiene sentido. Pelear con él es como pelear con un niño de tres años.
-Ohh, que tieerno. Mi amor y todo, es tan, tan …. Cómo decirlo ... –Piti se quedó pensando en una palabra para describir aquella situación.
-Y tú eres tan, tan imbécil –gritó el novio de la chica.
-¡qué bonito! No paráis de insultarme, ¿eh? –dijo Piti
-tú te lo buscas –dijo la chica.
-¿Cómo es que era tu nombre? A ver, a ver ¿María? No, no Ana era Ana, ahh no tampoco, como era ahh ya sé Vilma ¿no? Sabes Vilma creo que vamos a ser compañeros en el barco, así que me vas a tener que aguantar pero míralo por el lado bueno me vas a ver todos los días y me vas a poder echarme la culpa de todo, como solías hacer en los viejos tiempos.
-NOOOOO, noo me digas que vas a subir al barco. Dios mío que he hecho para que me mandes este castigooo. Dime que es bromaa, por lo que mas quiera dímelo.
-Lo siento, bueno no lo siento para que mentir, no es broma. –le respondió con una gran sonrisa.
-Mira, chico como me entere que le haces el viaje a MI novia insufrible a la vuelta te la ves conmigo ¿Me entiendes?
-Claro que te entiendo pero no te tengo miedo –dijo Piti imitando la forma con la que le había amenazado el novio de su compañera.
-A todo esto Piti –dijo Vilma mirándolo de arriba a bajo. ¿Dónde está tu novia? No me digas que no tienes novia….

El móvil del novio de Vilma empezó a sonar.

-Cariño, me tengo ir y espero que éste –dijo en tono despectivo refiriéndose a Piti- te deje disfrutar de tu viaje. Nos vemos a tu vuelta. La beso y se fue corriendo.

Mientras todo esto pasaba en otro lado del puerto…….

Por fin he llegado –dijo Julia mientras miraba unos papeles para verificar que todo estaba en orden. A la vez que miraba los papeles Julia iba caminando para subir al barco.

Piti y Vilma

-Piti, ¿y tu novia? Estoy empezando a pensar que no tienes. Tú el seductor, el chico por el que todas las chicas se mueren… ¿sin novia? –dijo Vilma fingiendo estar preocupada e intentando aguantar la risa pero no pudo y se rió
-ey ey ¿Quién ha dicho que yo no tengo novia? –le respondió Piti.
-Es que es muy raro que si tienes novia no esté aquí y no estés presumiendo de ella, o ¿es que acaso está aquí?
-Pues claro que está aquí lo que pasa es que todavía no ha llegado –Piti empezó a mirar a su alrededor buscando a su novia.
-¿seguro? –le pregunto Vilma
-seguro –le respondió
- Pues voy a esperar contigo para que me la presentes, quiero saber a quién le ha caído el castigo de aguantarte.
- No es un castigo, si no un privilegio, no lo olvides. Allí está, allí está. Ya ha llegado –gritó Piti.
-A ver, ¿Cuál de todas es tu novia?

Piti señaló a una de las chicas que estaba sola. Ésa de allí es mi novia –dijo
-Venga vamos a saludarla y así me la presentas –dijo Vilma
-Mejor voy yo solo primero y luego vienes tú –dijo Piti con esfuerzo
-No para que voy a esperar mejor vamos los dos

Vilma empezó a caminar hacia la dirección donde se encontraba la chica que Piti había señalado como su novia.




Julia que andaba sin fijarse mucho por donde caminaba se tropezó con un hombre y se le cayeron todos los papeles. Papeles del proyecto.
-Disculpe señorita –dijo el caballero- no estaba mirando por donde caminaba y me he chocado con usted
-Pues a ver si tienes más cuidado –dijo Julia enfadada.
-Ya le he dicho que lo siento, no ha sido mi intención.

El caballero empezó a ayudarle a recoger los papeles. Julia sin haberse percatado que era el capitán del barco le gritó que lo dejara que ya había hecho suficiente tirándole todo al suelo y que no le ayudara.

El capitán al oír eso dejo de ayudarla y se puso en pie esperando a que ella terminara de recoger todo.

Cuando Julia terminó de recoger todos los papeles que estaban en el suelo, se puso de pie. Muy grande fue su asombro al ver que ese caballero era el capitán.

-Ca-ca– capi-capitán -dijo Julia con dificultad. No me había dado cuenta que era usted, disculpe capitán. No he debido hablarle así.
-¿Se arrepiente solo porque soy el capitán? Creo que todo el mundo se merece un respeto aunque no sea capitán. -dijo Ricardo con un tono enfadado

Me gusta bastante tu forma de escribir enhorabuena, siguelo pronto!

Vale, lo confieso, me he enganchado

Está muy bien, sigue escribiendo. Aquí tienes a una lectora que va a seguir leyendo. :D
PD: me encanta.

Me encanta! siguelo pronto que me e enganxado..

Gracias por comentar y leer =)
Noe, tú pones bastante alto el nivel, eh =)



os dejo otra parte aunque es bastante corta, mañana subo otra más largaa pero es que no me ha dado mucho tiempo. Espero que os guste

PARTE 3


-Capitán no ha sido mi intención faltarle el respecto pero...
Antes de que Julia terminase la frase, el capitán la interrumpió
-No ha sido tu intención pero lo has hecho, señora -dijo Ricardo
-Já ¿señora? Pero, ¿tan mayor me ves? Señorita sino le importa mejor.

En ese momento.....

-¡Hola! Soy Vilma. -dijo dándole dos besos a la novia de Piti.
-Hola -dijo la chica.
-Piti, ¿no me presentas?
-Sí, sí.... -dijo
-Bueno ella es....
-Julia- dijo la chica- me llamo Julia ¿y tú?
-Vilma, yo me llamo Vilma. ¿Te puedo preguntar algo?
-Lo que quieras -dijo Julia
-¿Cómo soportas a Piti? Si es un suplicio.... -dijo Vilma poniendo cara de cansancio
-Buenooo... -empezó a decir Julia- cuando quiere es un encanto de chico -dijo mientras miraba a Piti sonriendo.

El capitán que permanecía ajeno a ese conversación decidió marcharse.

-¡Capitán! -gritó Julia- tenemos que terminar la conversación para aclarar esto
-En otro momento SEÑORITA ahora tengo cosas que hacer – le respondió y se marchó

Se quedaron Vilma, Piti y Julia. Vilma siguió preguntándole cosas a Julia y, ésta, le respondía como más bien podía.

Llegó la hora en la que todos tenían que subir a bordo para que el barco pudiese zarpar.
Todos subieron y fueron al club para escuchar el discurso de bienvenida del Capitán Montero.


Hola, soy Ricardo Montero, el capitán de este barco. Seré la mayor autoridad para ustedes en los próximos dos meses. Espero que vuestra estancia en el Estrella Polar esté llena de buenos momentos y que, aquí, encontréis buenos amigos, esos amigos que duran toda la vida. Espero que sea una experiencia que guardéis para el resto de vuestra existencia, ya que no todos los días se embarca uno en un buque-escuela durante dos meses. Si tenéis algún problema tan sólo tenéis que decírmelo a mí o a mi mano derecha el primer oficial Julián De la Cuadra -dijo mientras miraba a su amigo- en ese momento todos empezaron a mirarlo- Julián hizo un gesto con la mano para saludar a todos esos adolescentes que desde hacía unos segundos lo estaban mirando. Ricardo siguió con su discurso. Después de que termine de decir las normas y de presentar a los que serán vuestros profesores podréis marcharos a ver vuestro camarotes y a inspeccionar el resto del barco. Bien, empiezo por las normas. La primera norma es no llegar tarde a las clases que estos profesores os darán. La segunda norma es que nadie, absolutamente nadie, se tirará al mar sin que os demos permiso. El mar puede ser muy peligroso. Y la tercera norma y la más importante tenemos que respetarnos entre todos, a los profesores, al personal y entre vosotros – dijo Ricardo mientras miraba a Julia, Julia al escuchar esas palabras empezó a mirar hacia el suelo. Ricardo al ver que la estaba incomodando dejó de mirarla y siguió. Bueno, ya solo queda que os presente a los que durante dos meses serán los encargados de impartiros clases. Según vaya nombrando, vuestros profesores irán viniendo al centro para que los veáis mejor.
El profesor de supervivencia -> Ernesto Gamboa –Gamboa hizo una reverencia al pasar al centro como muestra de saludo.
Ricardo siguió presentando a los profesores hasta que terminó. Ahora os voy a presentar a una parte importante del barco, no son profesores pero hacen que este barco sea mucho mejor.
La cocinera, la que todos los días os va a preparar la comida y estoy seguro que aparte de cocinera será como una hermana mayor para mucho de vosotros → Salomé -al pasar al centro Salomé saludó con la mano y dijo hola con una gran sonrisa en la boca. Todo lo que necesitéis me lo pedís, estaré en la cocina. No dudéis en buscarme.
Ricardo siguió con el resto de la tripulación hasta que llegó a la encargada de la enfermería. Otra parte importante de este barco se encuentra en la enfermería, si os sentís mal o notáis que os está pasando algo raro, algo no habitual relacionado con la salud,allí os atenderá, seguro que muy felizmente la doctora Julia Wilson – Julia comenzó a caminar hacia delante para pasar al centro- Ricardo al darse cuenta que Julia era la chica con la que antes había tropezado se quedo perplejo. Julia se dio cuenta del cambio del capitán y eso, no sabía porqué, le había hecho sentir bien.

Me gusta mucho tu historia, Maria, y también tu forma de escribir :)
Síguelo pronto ;)

Sigueloo rapidoo etsa muy bnn

Mi fic no pone el nivel alto eh?

Creo que escribes muy muy bien

Siguelo :)

Me alegro que os guste =)
Claro que si, Noe, me tienes enganchada :P

perdón por haber tardado tanto pero no he podido ponerlo antes

PARTE 4

Después de estar unos segundos mirando a la doctora, Ricardo siguió con el discurso. Otra persona muy importante en el barco aunque sin ninguna actividad específica es Burbuja –Burbuja pasÓ al frente y saludÓ- H-ho-ho-hola, a-a-aquí te-te-tenéis a un-un nuevo a-amigo-añadió.
Ya hecha todas las presentaciones os doy la bienvenida al buque-escuela Estrella Polar, disfrutad de vuestra estancia. Podéis ir a donde queráis. Un saludo de vuestro capitán.

Algunos de los chicos comenzaron a marcharse para ver el resto del barco. Otros se quedaron en el club hablando con sus nuevos compañeros y, quizás, futuros amigos.

-¡Hola! Yo soy Ainhoa –dijo presentándose a una de sus compañeras.
-¡Holaa! Encantada, yo soy Vilma –le dijo mientras le daba dos besos.

En ese momento llegó alguien.

-¡Hey, chicas! ¿Sabéis cómo va el tema de los camarotes?
-Sí –dijo Ainhoa. Cada camarote es de tres personas y se pueden compartir con quien quieras pero –se paró un momento y siguió- hay camarotes de chicos y de chicas.
-Aham –dijeron las dos a la vez.
-Ya sabéis con quién lo vais a compartir vosotras dos? –dijo la nueva chica.
Las dos chicas se miraron, Ainhoa y Vilma.
-No –dijeron a la vez.
-Bueno, podemos compartirlo las tres, ¿no? –dijo la recién llegada.
-¿Por qué no? –dijo Vilma mientras las miraba.
-Me parece buena idea –añadió Ainhoa.
-Entonces que no se hable más –contestó Vilma con una gran sonrisa. En ésta, mi primera travesía, compartiré camarote con Ainhoa y espera ¿Cómo es que te llamas?
-Estela me llamo Estela –respondió. Me gusta la idea pero me hubiera gustado más que hubiesen sido camarotes mixtos –dijo mientras se le escapo una sonrisa picara.

Las tres chicas se quedaron hablando para conocerse más, tenían que saber más cosas de las chicas con la que iban a dormir. Luego, se dirigieron hasta el camarote que iba a ser su habitación en los próximos días.

Todo el barco estaba llenos de chavales yendo de un lugar para otro para conocer mejor el barco.

-Capitán, capitán esperee necesito hablar con usted –dijo alguien

El capitán se giró para ver quién lo estaba llamando.

-¡Ah! –exclamó al darse cuenta que la persona que lo llamaba era la doctora Wilson.
-Capitán necesito aclararle lo que pasó antes, veras…. –continuó la doctora- esos papeles son muy importantes para mí y al verlos caer cerca del agua…, no sé, me puse muy nerviosa
-Pero, ¿no crees que te pusiste demasiado nerviosa? Además, lo que menos me gustó no fue que me hablases mal sino fue que te disculparas sólo porque soy el capitán, aunque no fuese el capitán de este barco, también, merezco respeto.
-Ya, capitán peroo… -pausa- oye, ¿Por qué te sorprendiste tanto de que yo fuese la doctora de este barco? –preguntó Julia.
-No es que me sorprendiese, sino que no me esperaba que fueses tú –dijo el capitán con una voz firme.
- Y ¿Por qué no? –volvió a preguntar Julia. ¿Crees que no soy lo suficiente competente para realizar este trabajo?
-No, no confundas, señorita –dijo recalcando esta última palabra- yo sólo es que pensaba que la doctora iba a ser una mujer diferente, me esperaba otra clase de persona.

Julia hizo un gesto con la cara que demostraba lo mal que le estaba sentando las respuestas del capitán.

-Que sepa usted, capitán –dijo Julia con tono enfadado- que soy muy buena en lo que hago… y, entonces, si no me esperaba a mí, ¿a qué clase de persona esperaba?
-No sé, a una persona con un poco más de experiencia, quizás, y más, más simpática y, no sé, no con un novio al que le saca ¿15 años?
- Jáa –dijo Julia con un semblante disgustado- ahora también, ¿vas a opinar sobre mi viada privada?
-Solo digo lo que pienso doc-to-ra –respondió el capitán.

Mientras tanto….

-Oye, oye espera –dijo Vilma
-¿Qué quieres ahora? Se nota que no puedes vivir sin mí –dijo Piti con voz sensual.
-Qué gracioso –dijo Vilma. No sueñes tanto, anda, que te vas a caer de las nubes un día de estos. –continuó la chica.
- Ya, ya –dijo no haciéndole mucho caso a lo último dicho por Vilma. Me vas a decir lo que quieres, mira que no tengo todo el día. Mi novia me está esperando.

Vilma miró mal a Piti

-Hablando de tu novia, ¿no crees que es un poco mayor para ti? –preguntó Vilma
-No –dijo Piti con voz firme. Además, ya sabes que a mí nunca me ha importado eso de la edad, ya sabes. Yo soy mas de fijarme en otras cosas –dijo Piti mientras sonreía.
-Ya sé –dijo Vilma- tu eres más de pensar con lo de abajo, ¿no? -dijo arqueando las cejas.
- N….
Antes de que Piti terminase la frase que había empezado, llegó Estela.

-Hola –dijo la recién llegada.
- Hola –le contestó Vilma.
- ¿No piensas presentarme al chico? –preguntó Estela a su nueva amiga.

Vilma le echó una mirada de ésas que matan.

-Déjala –dijo Piti- no ves que….
-¿No ves que? –continuó Vilma.
-Nada, nada –dijo Piti al darse cuenta que Vilma se estaba enfadando. Bueno, me presento yo. Yo soy Piti
-Yo Estela –dijo mientras le sonría con una cara más que amigable.


Ricardo y Julia….

- Ah, bien, entonces piensas que soy una asalta cunas, ¿no? –siguió diciendo Julia.
-Pues sí, ahora que lo dice sí que lo pienso –siguió respondiendo Ricardo.
-¡qué fuerte! –exclamó Julia. Bueno, tampoco debería importarle si lo soy o no, ¿no le parece, Ca-pi-tán?

Cuando la discusión estaba subiendo de tono, llegó la pequeña Valeria. La pequeña niña iba caminando por uno de los pasillos del Estrella con uno de sus peluches en la mano, el cual lo estaba arrastrando por el suelo, en busca de su padre.

-¡Papá, papá! –grito la pequeña mientras estiraba de una de las mangas del uniforme de su padre.

Los dos adultos cuando la vieron dejaron su discusión y Ricardo se dispuso a responderle.

-¡Hola, cariño! –dijo el capitán con voz dulce.
- Papi, no me siento muy bien, estoy un poco mareada –dijo su hija.
-Ven aquí –dijo Ricardo mientras cogía a su hija en brazos.
-¿Estabais discutiendo? –preguntó con la voz entre cortada.
-No, no cariño, no estábamos discutiendo –mintió Ricardo mientras miraba fijamente a Julia.
-Claro que no, pequeña –añadió la doctora. ¿Has dicho que no te encuentras bien? –continuó
-No, tengo ganas de vomitar –la pequeña hizo un gesto como si fuese hacerlo.
-Tiene que ser que no está acostumbrada a estar en un barco y le da mareo por eso -respondió Ricardo.
-Sí, debe de ser eso. Ven conmigo, princesa que te voy a dar algo para que te sientas bien, ¿va? –le dijo Julia a la pequeña con un tono cariñoso.

Julia cogió a la pequeña en brazos y se dirigió a la enfermería. Ricardo las siguió.

Me gusta mucho la trama, pero te aconsejo que cuando el capitán hable con alguien, se traten de usted, con Julia, por ejemplo, se han tuteado.


By: Marta

Me gusta mucho sigue escribiendo que lo haces muy bien.
pero seria mejor que ricardo y julia se ablen de usted porque ahora se estan conociendo.
solo es un consejo jejeje sigue asi que lo haces muy bien. Espero con ansia el siguiente
By: sara

Me gusta sigueloo!!

Otra parte yaaa!

Sí, es verdad, gracias por el consejo a las dos =) lo tendré en cuenta.

Os dejo la siguiente parte. Siento que sea tan poco pero es que hoy no estado mucho tiempo en casa y estuve en el dentista y me duele mucho la muela. Mañana os pongo mucho más.


PARTE 5

Julia, al llegar a la enfermería puso a la niña en la camilla sentada mientras buscaba la pastilla adecuada para lo que le pasaba.

-Ten -dijo la doctora mientras le daba una pastillita a la niña- póntela en la boca y la chupas, ¿vale, cariño?
-Y, ¿con esto se me va a pasar? -preguntó la pequeña.
-Sí – le respondió Julia mientras le retiraba el pelo con una gran sonrisa- ya verás que cuando te la tomes vas a ir notando como se te va pasando el mareo.
-Ya verás que sí. Hazle caso a la doctora que ella es la que sabe de estas cosas -dijo el capitán Montero.

Esto le sorprendió mucho a Julia después de la conversación que habían mantenido minutos antes e hizo un gesto con la cara demostrándolo.
Ricardo se dio cuenta y frunció en ceño.

-Vale -dijo la pequeña Valería- me la voy a tomar. ¿pero puedo estar aquí hasta que se me pase? -preguntó.
-Claro que sí -respondió Julia mientras la ayudaba a tumbarse en la camilla- Yo me quedo aquí hasta q así sea, ¿vale?

Ricardo al ver como la señorita Wilson estaba tratando a su hija, después de la conversación en la que él no había sido muy amistoso con ella, empezó a cuestionarse si no había sido demasiado duro con sus palabras hacia la doctora. Ya que no podía ser tan mal educada para tratar a su hija así.

-¡Gracias! -exclamó la niña con una gran sonrisa en la cara.
-De nada pequeñaja, oye no me has dicho tu nombre -decía Julia mientras fingía cara de enfado.
-¡Es verdad! No me he dado cuenta. Mi nombre es Valería – dijo Valería. ¿y tú cómo te llamas? Tú tampoco me lo has dicho -dijo mientras sonreía.
-Julia, mi nombre es Julia
-¿¡Julia!? Me gusta tu nombre, jejeje -declaró la niña.
-Mmmm.. bueno no está mal, pero el tuyo es más bonito. -decía Julia mientras Ricardo miraba aquella escena.

Piti salió a cubierta, estaba nervioso, parecía estar buscando a alguien. Necesito encontrar a Julia -decía para sí- tengo que hablar con ella. ¿Dónde está?. ¿dónde está? -se repetía.

Piti siguió buscando a Julia por todo el barco.

Ricardo, Julia y Valeria.

Ricardo no se podía creer que aquella chica tan tierna fuese la misma con la que había tropezado antes.

-Valería, ¿te sientes mejor? -le preguntó su padre.
-Sí -respondió- La pastilla que me ha dado Julia ha funcionado y ya me siento bien.
-¿ves? Como yo no te miento -decía la doctora mientras le hacía cosquillas.
-No -decía la pequeña como más bien podía a causa de las cosquillas que le estaba haciendo Julia.
-Cariño, -dijo Ricardo- ya que estás mejor ve a jugar con Burbuja que yo tengo q hablar con la doctora.
-Vale, papi

Antes de que saliese la niña por la puerta Ricardo la llamó.

-Valería, si te sientes mal no dudes en avisarme, ¿eh? -dijo su padre.
-Vale -dijo Valería abrazándose a su peluche.

La niña se fue.
Julia se encontraba apoyada en la camilla mirando la escena de Ricardo y su hija.

-Doctora, ¿puedo hablar con usted? -dijo Ricardo con un tono más suave al que había usado anteriormente.
-Dime, Capitán -dijo la doctora
-Veras... primero quiero darle las gracias por lo que ha hecho por mi hija y por como la has tratado -decía Ricardo.
-No me tienes que dar las gracias ya que yo sólo he hecho lo que tenía que hacer. Yo sólo cumplo con mi trabajo.
-Sí, pero yo no es que....
-Además, su hija es un encantado de niña y es que no la podía tratar de otra manera -declaró la doctora Wilson.
-Pero doctora...

En ese momento llegó alguien, el cual abrió la puerta precipitadamente.

-Perdón -dijo- no he querido interrumpir pero es que necesito hablar contigo Julia.

Mala! Me has dejado con la duda! Sube otra parte ya!!!!!!

Perfecto !!! sigue asi !!