FanFic DE EL BARCO (Distinto al resto, este es especial)

(Me gusta la idea :))
Se encuentra a Gamboa en su cama.
Gamboa: He oído el estruendo y he venido, pero no estabas. Estabas con ese chico.
Ainhoa:Ulises...sí.
Tenía miedo de decir algo más y cagarla. El colombiano, más alterado de lo normal. Bajó de la litera y se aceró a Ainhoa.
Gamboa: ¿Qué pasó Ainhoa? Éramos felices, todo estaba bien, nos queríamos, pero ahora estás con él. No me puedes haber dejado de querer tan rápido, y menos odiarme. Dices que quieres estar con él ¿no? ¿Qué fui para ti entonces? ¿No crees que te precipitas? ¿Sabes lo que quieres ahora? No estoy seguro de que le quieras. De que estés enamorada. No ha pasado tanto tiempo desde que lo dejamos.
En ese momento, Vilma despertó y la hija del capitán sintió que la habían quitado un peso de encima. Gamboa le echó una mirada asesina a la rubia y se marchó del camarote.
Vilma: ¿Todo bien Ainhoa? ¿Qué te ha pasado en el tobillo?- Dijo mirando la venda.
Ainhoa: Todo bien- mintió. Se había asustado con aquella conversación- Me he hecho un esguince pero bien.
Sonrió levemente. Estela se despertó y las tres se vistieron para ir a desayunar.

En el comedor.
Ainhoa se había preparado dos tostadas y estaba sentada en una mesa del comedor. Sin comer, con la mirada perdida es su desayuno. De repente, Ulises se acercó por detrás y se sentó a su lado.
Ulises: ¿Qué tal tu tobillo? ¿Te duele?- Dijo mientras se acercaba a ella y la besaba.
Ainhoa: Bueno, me molesta pero... nada. Ulises tengo que hablar contigo.
Ulises: ¿Qué pasa Chivata?
Ainhoa: Gamboa no entiende que esté contigo. Sé que no debería preocuparme pero... Creo que me precipité con él, y ahora... Todo esta yendo tan rápido... No sé... Tengo miedo de equivocarme. O de hacer algo que no deba. Estoy yendo deprisa. No sé lo que hago.
Ulises: ¿Estás cortando conmigo?- Preguntó Ulises, con más miedo que nunca a escuchar la respuesta.

(Gracias, sigo)

Ainhoa: No, no es que te quiera dejar, pero...con la visita de Gamboa, me siento..Insegura..
Ulises: (Nervioso): No puedes dudar, Ainhoa, nos jugamos mucho.
Ainhoa: Te lo estas jugando TÚ. Tienes miedo de que sienta algo por Gamboa y se entere de lo que escondes.
Ulises: No...

Gamboa se acerca lentamente desde el pasillo del comedor, se hace el silencio

Gamboa: Buenos dias Ainhoa...

Ainhoa mira a Ulises preocupada...

Ulises y Gamboa intercambiaron unas miradas de odio. Ulises bajó la mirada hasta Ainhoa, decepcionado. Ella podía sentir su dolor y no pudo evitar que una lágrima cayese por su mejilla cuando él se levantó y se alejó sin mirar atrás. Solo podía sentir una cosa ahora: Dolor. Miró a Gamboa, se levantó y se fue hasta su camarote, se tumbó en la cama y empezó a llorar hasta quedarse dormida.

Ulises llegó a cubierta. Estaba furioso, decepcionado y triste a la vez. Se agarró a la varandilla apretando las manos. Quería llorar, gritar, correr a partirle la boca al hijo de puta de Gamboa. Quería correr a decirle a Ainhoa que no podía vivir sin ella. Pero no, no era capaz, ella lo había dejado, debía aceptarlo, por muy doloroso que fuera, debía olvidar todo lo que pasó con ella, aunque para ello tuviera que irse de aquél barco.
Miró al horizonte y soltó un suspiro.
Miró a su padre, que se había acercado y encontró su mirada preocupada.
-Ulises... hijo, ¿qué pasa?-preguntó el primer oficial tocándo el hombro del muchacho-¿Pasa algo con... Ainhoa?
Ulises apretó la mandíbula con fuerza, se apartó de su padre y se quitó la camiseta, mientras se alejaba. Llegó hasta proa y se tiró al agua. Empezó a nadar, alejándose del barco, soltando toda su ira.

Valeria caminaba lentamente, arrastrando su osito, por el pasillo. Se paró y entró en el camarote de su hermana. La miró, estaba en su cama, llorando.
-Ainhoa, ¿por qué lloras?-pregunto, siempre inocente, la pequeña niña.
Ainhoa miró a su hermanita e hizo una mueca en un intento fallido por sonreir.
-Porque... me duele el tobillo-mintió ella, cogiendo a su hermana y abrazándola fuertemente.
-¿Estás triste?-preguntó la niña-¿Te has peleado con Ulises?

Ainhoa asintió ligeramente con la cabeza mientras le sonreía tristemente a Valeria, quien se sentó a su lado.

-Mamá siempre decía que, a veces, aunque nos enfademos con los demás no significa que no les queramos - comentó la pequeña niña mientras sonreía tiernamente en un intento de animar a su hermana mayor - también decía que la mejor forma de solucionar los problemas era hablar con las personas

-Sí Valeria, pero no sé siquiera si Ulises quiere hablar conmigo, creo que no me he portado de la mejor forma con él - respondió Ainhoa mientras una pequeña lágrima escapaba por su mejilla.

Valeria se acercó un poco más a ella y la abrazó; la pequeña sabía que eso era lo que su madre siempre hacia cuando Ainhoa estaba triste y que ayudaba para que se sintiera mejor.

-Ainhoa - interrumpió Ricardo entrando por la puerta del camarote - ¿Puedo hablar contigo un momento? Es sobre ... Ulises - agregó mientras ambas hermanas se separaban.
Valeria tomó su osito de peluche y salió del camarote dedicando una sonrisa a su padre.

-¿Qué pasa con él? - preguntó Ainhoa pasándose el dedo pulgar por la mejilla para limpiarse las lágrimas.

-Hace un rato que saltó al mar - explicó haciendo que Ainhoa se levantara de la cama - Hemos tratado de buscarle por los alrededores del barco, pero ... - el capitán hizo una pequeña pausa mientras que su hija comenzaba a respirar con pesadez - No le hemos encontrado

(me gusta muchísimo la idea Dani )

Ainhoa lanzó a llorar sobre los brazos de su padre. Mientras, De la Cuadra, que lo estaba observando todo desde la esquina del pasillo, cogió la zodiac y salió a buscar a su hijo.
El capitán, al ver que Estela, Sol y Vilma llegaban al camarote a consolar a Ainhoa, fue hacia el puente de mandos. Allí, desde la cristalera, observó a Julián en la zodiac alejándose cada vez más.

-Mierda Julián- dijo el capitán mientras empezaba a dar ordenes desde el walkie para que el barco siguiera a la zodiac.

Después de tres millas, Julián pudo encontrar el cuerpo de Ulises flotando a la deriva, lo sacó del agua y lo subió a la lancha.

-Vamos hijo, no me hagas esto- decía mientras le intentaba reanimar.

De pronto, Ulises se despertó y empezó a toser agua.

-¡Ulises, gracias a Dios! ¿Pero cómo se te ocurre lanzarte al agua?

-Era una manera de tirar mi ira por la borda.

Padre e hijo volvieron al Estrella, donde todos los tripulantes recibieron al joven polizón entre abrazos y alegrías, todos, excepto Ainhoa.

-¿Dónde está Ainhoa?- le preguntó Ulises a Sol.

-En su camarote.

Ulises salió de aquella ''fiesta'' y se dirigió al camarote de Ainhoa. Entró por la puerta y...

(Entro por la puerta y....)


Y encontró a Gamboa rebuscando entre las cosas de Ainhoa

-Ulises: Eres un hijo de puta, (dijo abalanzandose sobre Gamboa)


Aquella disputa fue suficiente para que el alboroto llamara la atención de la mas pequeña de aquel barco.

-Valeria: ¿Que estais haciendo?

Ulises y Gamboa dejaron de pegarse, y en aquel intentó de Ulises de explicarle a la pequeña que no pasaba nada, Gamboa con una rapidez inmensa cogió a la niña y se la llevó.Sin que Ulises pudiera hacer nada por la gravedad de sus heridas, y solo gritó.
En aquel momento Estela pasaba por allí y vió a Ulises tendido en el suelo del camarote de Ainhoa,

-Estela: ¿Que ocurre? Estás sangrando mucho...
-Ulises: Olvidalo...Han secuestrado a Valeria..
-Estela: ¿QUIEN? ¿COMO?

Ulises cerró los ojos sin poder terminar de contarle a Estela lo ocurrido...

Estela no sabía si salir corriendo o quedarse con él, pero optó por lo segundo.

-¡Capitán, capitán!- gritó a Ricardo mientras entraba en el puente de mandos- ¡Gamboa a raptado a Valeria!
Ricardo no dijo nada y salió corriendo a buscarla, más asustado de lo que había estado nunca desde que había subido al barco. Mientras salía por la puerta, se cruzó con Ainhoa.
-¿Qué le pasa a mi padre Estela?- Dijo mientras veía extrañada la prisa que tenía.
-Gamboa a pegado a Ulises y se ha llevado a tu hermana, la ha escondido o... ¡Yo que sé!
-¿Qué?
Ainhoa repitió los pasos de su padre y se largó a buscar a Valeria.

La hija mayor del capitán entró en su camarote y se encontró a Ulises tumbado y herido en una de las camas.
-Lo siento Ainhoa yo... Intenté que no se la llevará en serio...
Ainhoa fue hacia él.
-No es tu culpa... Pero que te ha hecho... ¡Vé donde Julia, voy a buscar a mi hermana!
Ainhoa salió rápidamente del camarote y, a duras penas, Ulises siguió su consejo.

Gamboa había llevado a la niña a una de las salas de la bodega, le había atado las manos y tapado la boca. Teniendo ese tesoro, no esperaba soltarlo fácilmente.

Que malo el Gambas!! Seguid, porfiii! que me encanta!! :)

(gracias Lore2010,yo lo sigo si tú lo lees,pero esto esta muy parado...)

Ricardo corría cada vez más desesperado por encontrar a su hija pequeña. Gritaba su nombre por todos los rincones de su barco, pero no obtenía respuesta alguna y eso llenaba su cabeza de terribles paranoias.

Mientras tanto, Valeria lloraba como niña de seis años ante una situación como aquella... Gamboa, listo como nadie, decidió chantajear al capitán del barco. Si él abandonaba el cargo, el colombiano se haría con él y le devolvería a su hija. Pacto que aseguraba su victoria.

En otro lado del barco, Ulises llegaba a duras penas a la enfermería. Julia, al verlo acercarse por el pasillo, salió a su encuentro y le ayudó a sentarse en la camilla. Le limpió las heridas y le madó estar en reposo al menos una semana, o en la enfermería, o en su cama si le aseguraba que no se movería. Ulises, elegió la segunda opción y se tumbó en la cama de su camarote, pensando en si ya habrían enccontrado a Valeria.

El colombiano salió de la bodega, dejando atrás a Valeria, cansada de tanto llorar, en busca del capitán, para proponerle su pacto. De pronto se dio de bruces con él. Ricardo le agarró por los hombros y le zarandeó.
-¿Dónde está mi hija? ¡¡Devuélvemela cabrón!!- dijó ahogando un grito de desesperación.
-A partir de ahora, YO soy el capitán del Estrella, TÚ obedeces mis órdenes y te devuelvo a tu hijita- dijo con desprecio, tendiéndole la mano-. Si no, me encargaré personalmente de que no la vuelvas a ver.
A Ricardo, no se le pasó por la cabeza rechazar ese pacto e instantáneamente le estaba apretando la mano. Le dolía perder el cargo que llevaba su nombre desde hace años. Pero más le dolía aún la idea no volver a ver a su hija ´pequeña.

(Espero que te guste, he intentado mejorar :), prometo seguirlo siempre que pueda, independientemente de que alguien lo continúe, me encanta :D)
P.D. Sé que es cortito, pero bueno.

Tres días después de lo ocurrido...

Ainhoa no había vuelto a salir del camarote ni ha hablar con Ulises desde el día en que desapareció su hermana y su padre perdió el cargo de capitán al encontrarla. Todo aquello la estaba empezando a agobiar y a asustar. Recordar que su relación con Ulises se estaba yendo a pique hacía que se sintiera peor aún, y no pudiera hacer otra cosa que no fuese llorar.

Ulises por su parte, se recuperaba favorablemente en la cama de su camarote. No podía dejar de pensar en Ainhoa, en cuánto la quería y en cuánto deseaba estar con ella en ese momento. Después de cómo acabaron las cosas entre ellos la última vez que se vieron, no veía muy claro la situación de su relación. Comenzó a llorar, no sabía cómo iba a terminar todo aquello. En ese momento, Piti entró en la habitación.
-Hola tío, he venido a hacerte compañía- dijo sonriendo.
Ulises se secó rápidamente las lágrimas para que su amigo no pudiera verlas y se volvió a recibirle.
-Pero si tenéis clase ¿no?
-Sí- dijo Piti sentándose al lado suyo-. Pero he dicho que tenía que ir al baño. ¿Qué tal por aquí? De vacaciones eee- añadió dándole golpecitos con el codo.
Ulises no respondió. Fue entonces cuando su amigo se dió cuenta de que tenía los ojos rojos, como de haber llorado. Su sonrisa desapareció en su cara.
-¿Ulises has llorado?- preguntó.
Éste no contestó, pero su silencio lo afirmaba.
-Es por Ainhoa ¿verdad? Pues no te preocupes, ella está peor. Me ha dicho Vilma que no para de llorar en su camarote y que tampoco va a clase.
Ulises se incorporó en la cama y miró a su amigo. Sus ojos estaban llenos de tristeza.
-¿Por qué no hablas con ella?
-No es tan fácil tío. No querrá verme.
-Yo creo que sí. Claro que, si no lo intentas...
-Para tí es fácil decirlo Piti. No eres tú el que está enamorado. Con las tías eres un veleta. Ayer te tiraste a una y probablemente no tardes en volver a hacerlo. No tienes nada serio. Qué vas a contarme tu del amor.
Piti no respondió, parecía ofendido, sólo intentaba ayudarle y su amigo se había metido con él.
-Tienes razón. Puede que no sepa lo que es el amor. Puede que nunca haya llorado por una tía. Y tampoco he aguantado ni una semana con ninguna. Porque todavía no ha llegado la mujer apropiada para mí o porque siquiera existe. Pero gilipollas no soy. Y me doy cuenta de cosas. Cosas como que tú amas a Ainhoa, y que ella está loca por tí. Yo no sabré nada del amor. Pero sí sé que si ahora te levantas, ahora, con dos cojones, y vas a decirle todo lo que sientes a esa chica, ella te perdonará.
Piti se quedó callado, miraba a su amigo intensamente. Tenía los ojos húmedos por las lágrimas. Ulises sin embargo, esbozó una leve sonrisa y se lanzó a abrazar a su amigo, dándole palmadas en la espalda.
-Siento si te he ofendido. Como "amante"- dijo riéndose-, pues a lo mejor no vales nada. Pero como amigo vales tu peso en oro. Gracias.
Dejó de abrazarle y le miró a los ojos, su amigo había dejado de llorar y ahora sonreía con él.
-Y ahora, ¿vas a tener huevos de seguir mi consejo o vas a quedarte ahí tumbado de por vida?- le preguntó.
Ulises le regaló la sonrisa más sincera que tenía, le dio unos golpecitos en la nuca, se levantó de golpe de la cama y salió del camarote.

Ulises se paró en seco en frente de la puerta del camarote de Ainhoa, iba con muchas ganas de arreglar las cosas pero a la hora de la verdad no sabía qué iba a decirla. Hizo varias veces amago de picar la puerta pero no se atrevía del todo. De repente, Estela salió del camarote de golpe, quedándose a escasos centímetros de Ulises. Éste se echó enseguida para atrás, intentando evitar a toda costa algún impuslo que pudiera tener la chica y que pudiera meterlo en más problemas.
-¡Ya te ha costado!- dijo suspirando Estela.
-¿El qué?
-Pues venir a ver a Ainhoa. Que está todo el día llorando. Pensé que nunca te ibas a decidir a hablarla. Aunque bueno, ella tampoco a movido un dedo... Sois unos tontos. Que teniendo en cuenta cómo están las cosas, mañana mismo se nos traga una ola... Ains... Venga, ala, suerte.
Estela le esquibó y se fue andando. Ulises se volvió a quedar como antes, en frente de la puerta sin hacer nada.
-¡Venga! ¡Así se murió uno!- dijo Vilma a sus espaldas junto a Estela.
-¡Joder como corren las noticias! Ya voy ya...
Como sabía que si se lo pensaba otra vez no lo haría, Ulises abrió de golpe la puerta del camarote.
Ainhoa, sobresaltada por el ruido, se giró en su cama y vio al recién llegado. No dijeron nada, ni él, ni ella. Se limitaron a observarse intensamente. Pero fue Ulises quien decidió cortar el hielo.
-Hola...- esbozó una leve sonrisa para que la hija del capitán viera que iba con buenas intenciones.
-Hola.
Ulises, se apoyó en la pared, a esacos centrímetros de la cama donde Ainhoa estaba tumbada. De repente, irrumpió en la habitación Sol, que entaba cantorreando y muy alegre. Se giró y al ver el panorama dijo.
-Lo siento, ¿interrumpo?
Ulises la miró y movió la cabeza como diciendo "Pues hombre, sí"
-Perdón. ¿Ya habéis arreglado las cosas?
Ellos no respondieron.
-Es que creo que le dais muchas vueltas. Que os queréis, ya esta. Pero es obvio, no veo necesario tanto culebrón.
-¿Eres siempre así de borde?- la preguntó Ulises.
-¿Y tú así de gilipollas? Yo creo que...
-Opinión no solicitada. Lo siento- la cortó Ulises.
-¡Pues ahora te jodes!- dijo dejando los libros con un golpe en la mesa-. Porque es mi camarote y tengo todo el derecho del mundo a estar aquí, que es lo que voy a hacer. Además, no os íbais a reconciliar, os quedáis ahí como tontos sin decir nada, así no se arreglan las cosas.
A Ainhoa, Sol la estaba poniendo de los nervios, y notaba que a Ulises también. Así que decidió seguir a sus impuslos, miró a Ulises, le giró la cara y le plantó un beso en todos los labios. Él, no se negó y siguió. Se sentía más feliz que nunca. Cuando la besaba, sentía que podía volar sin necesidad de tener alas.
-Te quiero- dijo Ainhoa entre beso y beso.
-Y yo a ti Chivata.
Sol, se quedó en frente de ellos, y ahora más que nunca, sintió que allí no pintaba nada. Cogió cabreda sus libros y salió dando un portazo del camarote.

Que chulo! Se que hace mucho de este fic, pero podríais seguirlo, si no lo seguís lo entenderé! Besos!

A mi no me importaría,pero es que ya hay otro fic ulinoa,el de Sonia :))

Seguirlo porfaa!!
yo también sigo el de Sonia.. pero últimamente esta parado, me encantaría que siguierais o dos:)
Besoss!:D

Si si, también sigo el de Sonia, pero habia leído este y me quede con la intriga jijiji, me gustan mucho los dos!

entrar a este link porfiss:
Ayudenos y si pueden pasar el mensaje
https://www.formulatv.com/series/el-barco/foros/4123/1/llamado-urgente-a-todos-los-fans/

(Continuo el fanfic)


La marcha de Sol angustiada por la relación de Ulises y Ainhoa no hacia mas que atormentarla, dentro de su cabeza se estaba cociendo una mezcla de ira y rabia, a pesar de que Sol sentia algo por Ulises, no fue capaz de contarselo por no poner en peligro su amistad con Ainhoa, aunque era mas que evidente que la relacion de ambos iba viento en popa, ella trataba de convencerse a si misma de que era capaz de parar aquello, a si que planeo una estrategia ruín es su retorcida cabeza de mentalidad fria.

Sol caminó a hurtadillas hasta el pasillo que conectaba con el camarote de Gamboa, y abrió la puerta, comenzó a rebuscar entre sus cajones, hasta que encontró un folio en blanco y cogió un boli en el que se hacia pasar por Ainhoa y se declaraba a Gamboa, poniendo así en peligro la relacion de Ulises y Ainhoa

Sol: Será mejor que deje la carta aquí y salga cuanto antes...

Sol consiguió salir del camarote de Gamboa sin ser vista y se dedicó a esperar a que Gamboa encontrara la "falsa carta"

Gracias por seguir Dani! Ami todos los fanfics me encanta, me distraen y me gustan! Siguelo pronto!!

En el estrella daban las 18:00 en punto de la tarde, y el ambiente estaba muy caldeado, cualquier cosa haría estallar los ánimos de los tripulantes, la mitad del pasaje ajeno al secuestro de Valeria, y en medio de la nada, la desesperación, reinaba en el Estrella.

18:00

Ulises Ainhoa, tu hermana ya ha a aparecido, la tiene retenida Gamboa, para amenazar a tu padre y tomar el control del Barco.

Ainhoa ¿Gamboa? ¿Ese cabrón otra vez? Esto se ha terminado, voy a acabar con esta mierda de una vez.

Ainhoa cogió un puñal que tenía escondido dentro de uno de sus cajones y lo empuño caminando rapidamente buscando a Gamboa

Ulises AINHOA, ¿QUE HACES? Suelta eso...

Ainhoa, salió corriendo hacia Gamboa para amenzarlo y Ulises detrás de ella, mientras todo el pasaje la contemplaba como en sus ojos se podía ver una furia descomunal

Ainhoa Suelta a mi hermana...

Capitán Ainhoa, ¿que haces aquí?, deberías estar en las clases de supervivencia. Suelta el puñal.

Gamboa solto a la niña en un intento deseesperado de huída corriendo hacia la borda y saltando al Oceáno

Ulises ¡VALERIA!

Capitán ¡Ha saltado...!

Toda la tripulación se asomó por la borda tratando de divisar a Gamboa en el mar, pero había desaparecido, demasiado rápido, ya no estaba, ni un rastro de burbujas, ni marea mas movida, ni nada. Era como mágico (Podeis seguirlo)

Por favor, sigue escribiendolo, me encanta.