~Nueva historia~ 24 Horas

Hola! Esta es una de las historias que he escrito. Se llama 24 horas. Aquí os dejo el argumento y el capii uno y dos :)

~ Argumento:
Elsa, Blanca y Elena son tres chicas. Su mundo gira alreddor del dinero. Sus padres son ricos empresarios.
Son las mejores amigas del mundo, estan unidas ante todo y todos. O por lo menos eso creen.
Ricky, un chico de barrio con poca suertte, entra en sus viidas. Su amistad se tambalea.
¿En realidad son tan amigas como dicen?
Algo inesperado les sucederá en sus vidas y cambiarán por completo.
Y ya nada volverá a ser igual.


~ Capítulo 1:

Para empezar voy a hablar un poco de mi. Me llamo Blanca. Tengo catorce años. Casi quince, que conste. Soy una chica normal, o eso creo. Con una vida aparentemente normal. Clase alta, mis padres son empresarios. Estan todo el día trabajando.
Alta, con el pelo largo, con los ojos color avellana, ect... ect... Digamos que tengo varios propósitos en mi vida:
1. Hacerme un tatuaje, una mariposa o un corazón. De esos que tanto me gustan, de colores.
2. Encontrar a mi príncipe azul. Si, aunque no lo parezca me gustaría. Tiene que ser: alto, moreno, ojos verdes, no muy delgado... tampoco gordo. Y sobretodo que me haga reír, que tenga sentido del humor.
3. Comer una deliciosa pizza o pasta en Italia, en un bar con un mantel de cuadritos rojos, como los de las pelis.
4. Hacerlo antes de los dieciséis.
5. Casarme en la playa, aunque para eso aún queda mucho.
Tengo dos mejores amiga, una se llama Elsa y la otra Elena. Estamos muy unidas. Nada nos podrá separar jamás. Siempre han estado ahí. Son diferentes. No es que sean muy frescas ni nada por el estilo, sino que son muy espontáneas y eso es lo que más me gusta de ellas. Siempre nos decimos todo. Nos gusta cotillear un montón y charlar de nuestras cosas. Hablando de decirnos todo.
Hoy Elsa nos ha citado en su casa, nos tiene que contar algo muy importante. No sé que será.
Llamé dos veces al timbre de su casa, seguidas. Asi abriría más rápido. Yo siempre llamó así. Es una tontería. Pero asi abre más rápido.
-hola, pasa- abrió la puerta sonriendo. -sólo faltabas tú- cerró la puerta despues de yo entrar.
-¿y qué tienes que contarnos?- le pregunte tambien sonriendo.
-bueno... ven, arriba lo cuento- subió las escaleras que daban a su habitación, yo fui trás ella. -es que abajo, están mis padres...- dijo en voz baja. Yo sonrei. Estaba feliz, contenta, como pocas veces la había visto. Su mirada estaba brillante. Algo sé y es que no es nada malo. Menos mal.
Entramos en su habitación. Allí también estaba Elena.
-pensaba que no iváis a venir- dijo riendo sentada en la silla del escritorio de Elsa.
-bueno, chicas... venid- añadió sentada con las piernas cruzadas encima de su cama.
Las dos. Elena y yo fuimos con ella. Nos sentamos a su lado. Mucho misterio para una simple noticia.
-he conocido a un chico...- dijo sonriendo. De nuevo sacó la mirada de antes.
-¿en serio?- le pregunto Elena incrédula.
-que sorpresa- me alegraba un montón por ella. Ya era hora. Antes, estaba con un chico, David, se porto fatal con ella. Se lo merece. Se merece otra oportunidad.
-pues si, es monisímo- dijo sonriendo, mientras, nos miraba a las dos para ver que decíamos.
-¿y como és?- yo fui la primera en preguntar.
-pues mira- ilusionada, nos enseñó una foto de su móvil.
-joder...- soltó Elena en medio de todo el silencio. -bueno esta, lo que no sé es que... como sois novios- dijo mirándola.
-Elsa, este tío tiene pinta de ser el chulito de barrio marginal- le dije. Somos amigas, las verdades en la cara. Aunque se sirvan en plato frío.
-chicas, ya sé lo que os pasa- dijo muy molesta por nuestra reacción. -es que estáis celosas- añadió. Elena y yo nos miramos.
Si antes me había quedado con la boca abierta, por ver la foto. Un poco más y me da algo.
-no, Elsa, eso no- dijo Elena muy enfadada. Tenía un humor... aún así es muy, muy buena persona. Aunque cuando esta enfadada saca su “lado oscuro”.
Las dos empezarón a discutir por un pequeño malentendido. No soportaba esas tonterías.
-¡chicas!- grite. Pero no me hicieron caso. -chicas, joder parad ya- grite aún más. Se callarón y me mirarón. -gracias, ¡eh!- las miré a las dos. -¿qué esta pasando?
-chicas... lo siento- Elsa se disculpó.
-yo tambien, perdonadme... por favor- dijo Elena arrepentida por su reacción.
-¿ya estamos en paz?- dijo sonriendo.
-claro- dijeron las dos a la vez.
-vamos a prometer, que nunca más nos vamos a poner asi por un tío, ¿eh? Es sólo un chico...
-yo... os lo prometo- dijo Elena sonriendo.
-y yo- Elsa también lo prometío.
-¿y tú, Blanca? ¿no lo prometes?- me pregunto Elena. -¿tienes un novio por ahí?- continúo preguntando desafiante. Me lo tomé a broma.
-vale, pesada- dije sonriendo. -¡abrazo colectivo!- grité y automáticamente nos abrazamos. Nos encantaba ese abrazo colectivo. Y nos reímos.

~ Capítulo 2:

Volví a mi casa. Casi ya era de noche. Había perdido mucho tiempo en casa de Elsa. Pero no me importaba. Nos lo pasamos genial. Siempre me lo paso así cuando estoy con ellas. Son las mejores.
-hola cariño, ¿ya has vuelto?- mi madre siempre pendiente de mí. De todo lo que hago.
-si, he estado con Elsa y Elena- dije sonriendo. Tenía que ser amable, osino me castigan sin salir.
Y eso es lo que me hace falta. Escuchando todo el rato: mucho trabajo, nuevos compradores, dinero. Que asco, por favor.
Entre en mi habitación. Me tumbé en la cama. Siempre mis padres dicen lo afortunada que soy, en todas las cosas que tengo. Creo que exageran. Cada uno tiene lo que se merece. O por lo menos eso pienso yo. Las cosas son así. Sonó el telefóno. Seguramente son para mis padres. Como tienen tanto trabajo. Siempre estan ocupados, de un lado para otro. Sin hacerme mucho caso... tampoco me importa tanto.
-Blanca, cielo... es Elsa- mi madre gritó desde el salón. Que raro. Ella siempre me llama a mi móvil. Lo más rápido que pude bajé las escaleras hacia el salón.
-gracias, mama- le dije a mi madre para que me dejara a solas. Y como pretendía así lo hizo. Me pasó el fijo y se fue a su despacho para seguir con su maravilloso trabajo.
-hola- dije a través del altavoz del telefóno.
-hola, ¿qué tal?
-bien...
-he pensado, que si puedes... ¿te importaría venir mañana por la noche?
-¿el sábado? ¿dónde?
-pues con mi novio...
-ya...
-y no te pases, es muy mono- dijo un poco molesta. Me acordé de lo que paso hace unas horas. Entonces seguí con la conversación. -¿entonces vas a venir?- preguntó.
-claro, todo por mi mejor amiga- dije sonriendo. Vaya como se tiene una que sacrificar. -una cosa...
-¿si? ¿cúal?
-lo traes bien educado, ¿no?
-JA JA JA, me encanta tu sentido del humor- dijo irónicamente.
-era broma, no te enfades- sonrei. -¿a qué hora?
-pues a las 22:00, ¿te viene bien?
-si, buena hora
-bueno, llegan mis padres, te tengo que dejar...
-adios, hasta mañana... te quiero- colgué. Por una noche, tengo que parecer interesada por aquel chico.
Vaya tostón. No sé como voy a disimular tan bien. Bueno, lo importante es que se lo crea Elsa. Con una buena actuación bastará. Me tendré que plantear dedicarme a esto.