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Foro El secreto de Puente Viejo

Una historia de dos: La GRAN INVESTIGACIÓN y una noche de amor

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#0
verrego
verrego
27/11/2011 13:21
unahistoriadedoslagraninvestigacionyunanochedeamor


Artemisilla y yo, Verrego, hemos juntado nuestras fuerzas, nuestras mentes y el resultado es una FIC un tanto diferente. La historia es narrada desde el punto de vista de Tristán y de Pepa, ellos serán los narradores.

UNA HISTORIA DE DOS, comienza con un suceso que todas tenemos ganas ver y en medio se descubrirán secretos, engaños, familias enfrentadas y los sentimientos jugarán un papel importante en todo el desarrollo de la historia.


unahistoriadedoslagraninvestigacionyunanochedeamor



Tanto Artemisilla como yo esperamos que os guste y disfrutéis.
#1
thirdwatch
thirdwatch
27/11/2011 13:24
Deseando leeros que sois dos genioss.. ¿Qué acontecimineto será? A esperar.
#2
verrego
verrego
27/11/2011 13:24
Tengo la boca seca, el pulso acelerado y la frente perlada de sudor, a pesar de que el frío de la noche se cale en los huesos. Cierro los ojos un instante y noto el corazón desbocado en mi pecho. He servido en las milicias, batallado en ultramar, condenado a muerte e incluso he sufrido la peor de las pérdidas que puede sufrir un padre. Pero si ella no viene esta noche, mi corazón se detendrá para siempre, sin remedio.

Mi fiel Rosario, como siempre, está a mi lado, consolándome con su sola presencia. A veces hubiera dado todo mi patrimonio y hasta un brazo por ser un Castañeda más y recibir a tiempo completo los mimos de esa mujer tan ancha de carnes como de corazón.

Por su parte, Don Anselmo intenta tranquilizarme diciendo que todas las novias llegan tarde, que es la costumbre y que nosotros, después de todo lo que hemos pasado, nos merecemos ser felices; eso sí, siendo bendecidos primero por Dios y por la Santa Madre Iglesia Apostólica y Romana. Pero es precisamente por todo lo que hemos pasado Pepa y yo por lo que estoy tan nervioso. Aún persiste en mi recuerdo Carlos Castro, el doctor Guerra, la pérdida de mi pequeño, los ardides de mi madre...

Estoy a punto de desfallecer cuando la marcha nupcial de Mendelsshon me avisa de la llegada de Pepa, cogida del brazo de Raimundo. Dios mío, está bellísima... el vestido es sencillo, lo cual realza la belleza de mi querida Pepa.

-Tristán, hijo, ¿estás en este mundo? - Don Anselmo me apremia.

-Está bien, hijo, pero atiende, que no he salido de la cama a las doce de la noche para que el novio no atienda en su propia boda.

-Prosiga, padre.

-Está bien. Pero me vais a perdonar que sea breve, que ya se sabe que si lo bueno es breve, dos veces bueno. En fin, como iba diciendo, estamos aquí reunidos, en este altar, para que Dios nuestro Señor, bendiga la unión entre dos de sus hijos que tanto se aman, por tanto, yo os pregunto sobre vuestra intención:

Tristán Castro y Josefa Mesía, ¿venís libres y de mutuo acuerdo a ser bendecidos en matrimonio ante los ojos de Dios y de los hombres?

-Sabe que sí, padre.

-Hijo, es mi obligación preguntar... ¿Estáis dispuestos a criar a los hijos con los que Dios os bendiga en la fe cristiana?

-Sí, estamos dispuestos.

-Siendo así, coged vuestras manos y expresad vuestro consentimiento ante Dios y su Iglesia.

Si he de ser sincero, no recuerdo bien aquel momento. Contestaba a todas las preguntas que me hacían, asentía y repetía palabras ya aprendidas como un autómata, pues sólo podía pensar en la mujer que tenía justo delante de mi, sonriendo como una chiquilla con zapatos nuevos. Según cuentan los pocos asistentes a aquella boda clandestina, mi semblante mostró durante todo el enlace una sonrisa bobalicona propia de un loco.

-Yo os declaro, marido y mujer. Puedes besar a la novia.

No podía dar crédito. Habíamos tenido que soportar injurias, matrimonios dolorosos y tuvimos que organizar una boda en apenas veinticuatro horas, con nocturnidad y alevosía, a espaldas de gente a la que apreciamos y que nos aprecia, pero sin duda puedo decir que mereció la pena. Pepa era mía y yo era suyo. Ahora nadie podría separarnos.

Es la boda más sencilla que he visto, pero la más hermosa, aunque fuese una boda clandestina, en un claro del bosque y en medio de la noche. Alfonso, Ramiro, Mariana, Hipólito y Emilia no paran de pedir besos de los recién casados. ¡Vive Dios que no me hacen falta ruegos de nadie para besar a la mujer más hermosa sobre la faz de la Tierra!

CONTINUARÁ...
#3
Artemisilla
Artemisilla
27/11/2011 13:26
Y nosotras deseando que disfrutéis leyándola tanto como nosotras escribiéndola :)
#4
verrego
verrego
27/11/2011 13:28
Lo único que deseamos Arte y yo es que disfrutéis y además sea de vuestro agrado. Ya están introducidos los nuevos personajes, AGUEDA Y OLMO.
#5
thirdwatch
thirdwatch
27/11/2011 13:32
Quiero más quiero más más y más.. Me estaba imaginando al capitan embobado viedno a la partera vestida de novia..
#6
monkeygirl
monkeygirl
27/11/2011 13:33
Me encantaaaaaaaaa!!!! unahistoriadedoslagraninvestigacionyunanochedeamorunahistoriadedoslagraninvestigacionyunanochedeamorunahistoriadedoslagraninvestigacionyunanochedeamor

Qué maravilla teneros a las dos en esta historia, estoy segura que va a ser genial, como todo lo que sale de vuestras privilegiadas cocorotas. Muchas gracias a las dos.

Y si me lo permitís, os voy a dejar aquí un poco de música para ambientar esta primera escena que es sublime.

#7
thirdwatch
thirdwatch
27/11/2011 13:44
Miri tocará esperar a ver si ha ido.. No sé yo puede que nos sorprendan.. A mi me gustaría una escena al estilo pasión de gavilanes la paca escondida viendo la boda de su hijo pero por orgullo no se deja ver.
#8
verrego
verrego
27/11/2011 14:01
“¿Me vas a dejar penando?” “Esa es la vida de los hombres soldado, penar, acostúmbrate” y yo le dije yo toda orgullosa y sonreía como solo el sabe hacerlo. Estas fueron las primeras palabras nos cruzamos el capitán y yo. Mucho tiempo ha pasado desde aquella primera vez, discusiones, lágrimas, sonrisas...mas lágrimas que alegrías si soy sincera, pero... aquí estoy de camino a la iglesia...me pongo más nerviosa solo de pensar que estará allí en el altar esperándome...hasta aquí hemos llegado, en contra de todo y de todos, el capitán y la partera analfabeta que resulta ser una rica heredera.

Ya hemos llegado.

Raimundo, ese hombre que desde el primer día me ha querido como una hija, hoy es mi padrino. Es que no podía ser otro. Siempre al lado de los suyos, al lado de los que quiere. Siempre preocupado, siempre me ha ayudado en los buenos y malos momentos. Me acogió como un miembro mas de su familia y, así, siendo mi padrino le agradezco todo lo que ha hecho por mi.

-Pepa, hija, estás temblando. Tranquila.

-Raimundo yo...

No digas nada. -Dijo mientras me miraba. -Cierra los ojos y respira profundamente. -Me dijo para tranquilizarme.

Estoy muy nerviosa, me tiembla todo el cuerpo, creo que el camino hacia la iglesia se va hacer muy largo...tengo una sensación extraña, no sé si tengo ganas de reir o de llorar de la emoción que me embarga. Raimundo me habla y no soy capaz de articular palabra, lo hace para intentar tranquilizarme. Me agarra fuerte, miro para él, él mira para mi, sonreímos y comenzamos a caminar. “Lo mío con Tristán simepre ha sido un cuento y...que sepa todos los cuentos tiene un final feliz” Cuantas veces se lo dije a mi querida Emilia, cuantas veces lo he pensado, cuantas veces he llorado porque creía que había llegado el final, que equivocada estaba cuando aquella tarde...aquella tarde “pero ya que hacemos esto por tercera vez, hagámoslo bien para que esta vez sea la definitiva. Pepa, ¿quieres casarte conmigo?” Allí estaba mi soldado arrodillado en medio de la plaza, toda la gente mirando “sí” que le iba a decir si no.

Raimundo apoyó su mano dereccha sobre la mía. Ya estábamos en la puerta de iglesia.Volví a la realidad. La mirada de Raimundo me tranquila. Miro al frente y ahí está él, mi soldado, mi capitán, Tristán. Está guapísmo con ese traje. Me mira, me está mirando, me sonríe.Está nervioso, lo sé, lo conozco. Vamos caminando, ya queda menos para llegar a junto de él. Me parece estar soñando y si es un sueño, es el más bello de todos los que he podido soñar. El camino se acorta, ahora lo veo más con claridad. Nos miramos y sonreímos. Viene hacia nosotros...Raimundo y él se abrazan, se miran y Raimundo le entrega mi mano. Tristán me mira, yo lo miro, por un instante parece que estamos solos...

Volvemos a la realidad, andamos dos pasos y ya estamos en el altar. A mi derecha Raimundo, a la derecha de Tristán, Rosario, la mujer que siempre nos habló desde el corazón y la que siempre nos animó a luchar. A nuestra espalda quedaban Sebastián, Emilia, Alfonso, Mariana y Paquito, un familiar de los Castañeda. Pero...me falta alguien en este momento tan especial en mi vida, mi madre, mi verdadera madre, Águeda de Mesía. Esa mujer que me ha apoyado contra ciertas personas, la madre que me ha animado a irme a Madrid...como me gustaría que estuviera aquí...

-Tristán, hijo, ¿estás en este mundo? - Don Anselmo me apremia.

-Está bien, hijo, pero atiende, que no he salido de la cama a las doce de la noche para que el novio no atienda en su propia boda.

-Prosiga, padre.

-Está bien. Pero me vais a perdonar que sea breve, que ya se sabe que si lo bueno es breve, dos veces bueno. En fin, como iba diciendo, estamos aquí reunidos, en este altar, para que Dios nuestro Señor, bendiga la unión entre dos de sus hijos que tanto se aman, por tanto, yo os pregunto sobre vuestra intención:

Tristán Castro y Josefa Mesía, ¿venís libres y de mutuo acuerdo a ser bendecidos en matrimonio ante los ojos de Dios y de los hombres?

-Sabe que sí, padre.

-Sí.

-Hijo, es mi obligación preguntar... ¿Estáis dispuestos a criar a los hijos con los que Dios os bendiga en la fe cristiana?

-Sí, estamos dispuestos.

-Siendo así, coged vuestras manos y expresad vuestro consentimiento ante Dios y su Iglesia.

Sus manos cogen las mías, son de tacto suave. Mis manos están frías en comparación con las de él. La agarra con fuerza, sentir las suyas sobre las mías me tranquiliza, me da seguridad. Nos estamos mirando fijamente y estoy contestando las preguntas sin pensar pero...solo puedo pensar en la persona que tengo enfrente de mi, él único hombre que ha sabido leer mi alma...

-Yo os declaro, marido y mujer. Puedes besar a la novia.

Nos miramos, sonreímos y cuando me di cuenta sus labios ya estaban sobre los míos, era nuestro primer beso como esposos, como marido y mujer, era el primer beso del comienzo de una nueva vida.

CONTINUARÁ...
#9
verrego
verrego
27/11/2011 14:04
Miri se descubrirá en nada si la DOÑA fue a la boda o no, incluso si han ido ÁGUEDA Y OLMO...

Nos alegramos que os guste lo poco que hemos colgado.
#10
thirdwatch
thirdwatch
27/11/2011 14:08
¿Y qué puedo decir yo? Que estoy disfrutando como una enana
#11
monkeygirl
monkeygirl
27/11/2011 14:11
Qué chulada por dios jajaja, es q es un puntazo esto de saber que barruntan sus cabecitas.

Me encanta mi Rai de padrino, claro que sí :_)
#12
verrego
verrego
27/11/2011 14:18
-¡¿Pero qué despropósito es este?!

Durante una centésima de segundo pensé que no podía ser cierto, pero lo era. Mi madre lo había descubierto todo y se presentaba ante nosotros furibunda y con el rostro desencajado.

-Hijo, ¿es que realmente has perdido el oremus? Y usted, Don Anselmo, ¿es que no aprendió la lección después de casar a mi hija y al destripaterrones de Juan Catañeda?

-Sin faltar, señora, que yo a usted no la he insultado en ningún momento - dijo Rosario.

-Madre, siento decirle que llega tarde, Pepa y yo somos marido y mujer, le pese a quien le pese. Guste a quien guste. Y si usted no gusta, le sugiero que vuelva a la casona; hace frío y podría resfriaarse.

-Tristán, te lo dije en su día y te lo vuelvo a repetir: te dije que si te casabas con la zarrapastrosa de la partera, te desheredaba. Pues bien, que sepas que desde este mismo momento, tu hermana Soledad es la heredera universal de todo mi patrimonio.

-Madre, ¿de verdad cree usted que me importan todos sus bienes cuando tengo a mi lado el mayor tesoro del mundo? Además, no le permito que diga una sola palabra en contra de Pepa, porque Pepa y yo somos uno.

-Déjalo Tristán. No te enfurezcas, eso es lo que quiere.

Cogí a mi marido del brazo y lo agarré con fuerza.

-Usted nunca sabrá lo que es amar de verdad, porque no sabe lo que es el amor, no sabe lo que es amar alguien con todo su ser, solo se quiere a sí misma y hacer daño a los que le rodean. Pero no le voy a permitir que le estropee este momento a su hijo.

-¿Qué hijo, partera?

-Su hijo. Por mucho que le pueda decir es su hijo, lo haya llevado en sus entrañas y que sepa que ha dado vida a una persona maravillosa y ni usted siendo su madre lo ha podido corromper.

-Madre me considero inmensamente rico si me despierto todas las mañanas justo a Pepa, una mujer con mucha más clase e inteligencia que usted. Por eso no me importa su dinero. Y ahora, si nos permite, tenemos un convite que celebrar.

-Está bien, como quieras, Tristán. Sólo te voy a pedir dos cosas; la primera es que jamás vuelvas a poner un pie en mis tierras ni me llames “madre” mientras sigas casado con esa furcia que sólo busca tu dinero. Y a vosotros, id a vuestras casas y a vuestra posada de mala muerte a esperad mi venganza, porque hasta ahora no habéis conocido a la verdadera Francisca Montenegro.

Raimundo se acercó hasta ella y apartándola unos metros de donde nosotros estábamos, le habló al oído. Ellos pensaban que su conversación quedaba en secreto, pero tantos años en la guerra te dan la destreza necesaria para leer los labios en caso de que una explosión te prive del oído durante un tiempo o para comunicarte en silencio con los compañeros que te cubren las espaldas, así que pude reproducir su conversación sin mayores problemas:

-Francisca, por favor, deja ya este numerito, que no tienes edad.

-¿Y a ti quien te ha dado vela en este entierro, condenado tabernero?

-Pues tú, mi pequeña. Dices que nadie conoce a la verdadera Francisca Montenegro, pero yo sí que la conozco. O la conocí, y era una muchacha dulce, cariñosa, jovial y dicharachera, con el corazón más grande que jamás he visto. La Francisca de la que me enamoré. Y de la que aún... bueno, da igual. Sólo venía a pedirle a esa Francisca de hace treinta años que recapacite y que se de cuenta que el dinero no lo es todo y lo que importa es la felicidad de los hijos. Y yo te aseguro que Pepa es lo mejor que le puede pasar a tu hijo. Además, déjales que celebren esta noche su boda, a fin de cuentas, ya se han casado y tú, por muy poderosa que seas, esta noche no puedes hacer nada.

- Y no me hables de esa Francisca de hace treinta años, porque está muerta y enterrada, y la mataste tú al abandonarne por aquella infeliz.

-¿Sabes una cosa, Francisca? Eres testaruda y orgullosa como tú sola. Ya te expliqué las razones que me llevaron a hacer aquello y lo que hice después, pero tu maldito orgullo era incapaz de perdonar y de admitir que te habías equivocado. En fin, Francisca, soy el padrino de la boda más hermosa que he visto en mucho tiempo, y me voy a seguir con la celebración en mi posada de mala muerte. Con Dios, señora.

Tardé unos segundos en reaccionar. ¿Raimundo y mi madre...? No, aquello era imposible, seguramente habría perdido práctica leyendo los labios...

CONTINUARÁ...
#13
thirdwatch
thirdwatch
27/11/2011 14:32
Ayyyy Raimundo llamando a Francisca mi pequeña.. Ayyy cuando lo lea Miri
#14
monkeygirl
monkeygirl
27/11/2011 14:39
Pero que grandes chicas!!! Como sabéis lo que nos gusta. Esa Francisca que llega como un elefante a una cacharrería y Rai calmandola... "mi pequeña". Snifff! unahistoriadedoslagraninvestigacionyunanochedeamor

Y Tristán que se entera de la copla... o no? porque este muchacho es tan ingenuo y descreido...

Por cierto, ya estoy viendo a Raimundo haciendo el brindis de rigor por los novios en la taberna, que con esa constumbre que tiene él, la ocasión la pintan calva jajajaja
#15
Artemisilla
Artemisilla
27/11/2011 15:18
Gracias a todas por vuestras palabras!

Miri, a ojos de Pepa, claro que no sabe amar. A ojos de Raimundo y de quien sepa la historia, pues sí, si que sabe. O sabía.

Ay, mi Paca, cuánta falta le hace un revolcón y que a la mañana siguiente le lleven un desayuno con extra de fibra...
#16
lawanxa
lawanxa
27/11/2011 15:20
¡¡¡¡¡Me encanta chicas!!!!, ¿pero ahora como los caso yo?, ya no será lo mismo, esta es insuperable. Aunque yo lo narre en tercera persona. ¡¡¡¡¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!!!, QUE VOY A HACER.

¡¡¡Eureka ya lo tengo!!!, cuando llegue el momento, me lo escribís vosotras. jajajajajaajajaja!!!!!, ¡¡¡que morro!!!!!, o trasladáis la vuestra al hilo de la navidad. Ya lo trataremos ¡¡¡vale!!!!.

Me encanta ese punto de vista en primera persona, así nos daréis de primera mano lo que sienten cada uno.

Un besito guapas.

¿Cuando la habéis puesto que aun no la había visto?.


EDITO: jajajajajajajajaja!!!!!, ya lo he visto, está recien salida del horno.
#17
LoreProteyonki
LoreProteyonki
27/11/2011 15:34
QUE BONITO MADRE MIAAA!! Increible chicas...Lawa no te preocupes,tu mientras nos sigas dando gozos y chozos puedes tardar un poco mas en casarlos...pero solo un poco ehh?? jajajaj
#18
verrego
verrego
27/11/2011 15:45
Todos comenzaron a rodearnos como queriendo separarnos de la escena que se está produciendo a escasos metros de nosotros, pero al mirar a Tristán sé que algo está pasando. Intento hacer caso a las palabras de nuestros amigos, contesto con monosílabos, intento estar pendiente de lo que nos dicen, pero sé que hay algo que a Tristan le está turbando, por un momento su expresión ha sido de sorpresa como si supiera lo que están hablando Raimundo y Doña Francisca. Espero que la celebración no se vea enturbiada por la presencia de esta mujer.

Después del espectaculo montado por doña Francisca, nos dirigimos a la taberna donde tendría lugar el convite. La celebración fue sencilla, pero hay que reconocer que no hubiese podido imaginar una celebración mejor. Entre Emilia y Rosario habían organizado un banquete digno de los dioses. Tampoco era muy difícil, a fin de cuentas son quienes nos han dado de desayunar, almorzar y cenar desde que nos conocen, así que tenían que saber cuáles eran nuestros manjares predilectos. El resto convidados también aportó su granito de arena y así el que no cantaba, tocaba algún instrumento o contaba chistes. Pero yo no podía centrarme en aquella algarabía, pues veía a Pepa y se me nublaba el entendimiento. Iba radiante, con la sonrisa más hermosa y tranquilizadora que jamás le haya visto. Sí, éramos felices.

Estaba equivocada, si Doña Francisca fue a la Iglesia con la intención de estropear ese momento mágico que estábamos viviendo, lo único que ha conseguido es que la celebración salga a la perfección tal y como queríamos. Aún así echo de menos a mi madre y mi...

-¡Madre!

-¡Hija mía! -Dijo Águeda con lágrimas en los ojos.

Todos los invitados dejaron de hablar. Un profundo de silencio inundó la taberna, que había cerrado especialmente para esta celebración. Tristán se levantó y se acercó a la familia de la que ya era su esposa.

-Olmo. -Dijo Tristán ofreciéndole su mano.

-Tristán. -Dijo Olmo con suma cordialidad.

Águeda se separó de su hija.

-Tristán. -Dijo abrazando al joven Castro.

Madre nos coge de la mano a Tristán y a mí. Sonríe y me gusta cuando lo hace. La he echado de menos y me alegra que ella y mi hermano estén aquí y ahora.

-He venido a pediros disculpas si alguna vez he podido dañaros. Era lo último que pretendía. Pensé que este amor no era tan fuerte como lo es y no quiero oponerme a él. He esperado muchos años para poder estar con mi hija, con mis hijos juntos y no quiero por nada del mundo perderos. Somos una familia y en ella hay lugar para las personas a las que amáis.

Mis ojos se llenaron de lágrimas y en mi garganta se formó un nudo que me enmudecía. Olmo se acerca a mi y me abraza. Mi madre, también con ojos llorosos, me abraza de nuevo y acaricia a Tristán. Nunca me imagine que pudiera ver, al final de todo, la aceptación de mi madre a Tristán. Por su parte, Tristán le cogió la mano y se la besa como el caballero que es. Olmo tenía su mano rodeándome la cintura, nos miramos y sonreímos.

Raimundo al ser testigo de la escena ya había colocado dos sillas más, una para madre y otra para Olmo. Doña Águeda estaba cómoda, conocía a todos lo que están en la mesa. Olmo disimula un poco, no está a disgusto, pero tampoco está cómodo por completo. Lo he podido observar en silencio, en más de una ocasión estando en El Jaral y creo que lo conozco un poco y, la verdad, me gustaría conocerlo más. Hay cosas de él que me intrigan, me resulta misterioso.

CONTINUARÁ...
#19
verrego
verrego
27/11/2011 15:51
Gracias a todas vosotras por vuestras palabras!!!!


LAWA! Tú pide que yo te redacto una noche de bodas espectacular!!!!!!!!!!!!!!!!!!! Y con la mano de arte la acabamos de armar!!!!!!!!!!!!!!!


Chicas disfrutar mucho porque hay muchas SORPRESAS, yo de vosotras me agarraría las bragas, ajajajajajajajajaja!!!!!!!
#20
Artemisilla
Artemisilla
27/11/2011 15:55
¿Cómo? ¿He leído noche de bodas? Eso está hecho!
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