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Foro El secreto de Puente Viejo

Puente Viejo: UN lugar donde Soñar

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#0
musicintheair13
musicintheair13
03/04/2012 17:12
Este es mi historia. Dejad un comentario. Gracias!!

puenteviejounlugardondesonar Franrai

puenteviejounlugardondesonar Kumita23



CAPITULO 1: LOS INVENTOS DE HIPÓLITO

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Amanecía en Puente Viejo. Emilia se había levantado temprano. Desde que Alfonso había recuperado la casa de comidas a ella no le importaba faenar todas las horas que hicieran falta. Aunque Alfonso y Pepa le habían aconsejado que no hiciera grandes esfuerzos, ella seguía trabajando como si nada. Al final su padre tendría razón, y a cabezota no la ganaba nadie.

-Buenos días Emilia.- La saludo Mariana. Pese haber recuperado la casa de comidas Mariana seguía trabajando allí. Mariana necesitaba un sueldo para no tener que volver a trabajar para la Doña y ella, que había sufrido lo que era para trabajar para Francisca, le quería ayudar. Además , necesitaba alguien que le ayudara en la cocina mientras esperaba a su primer hijo, y después del nacimiento de este.

-Buenos días Mariana. ¿Qué hay en la plaza para que estén todos allí?

-Hipólito, que ha vuelto hacer de las suyas.- Le explicó Mariana mientras sonreía y barría el suelo del patio.

-¿Qué le pasa a este ahora?- Preguntó Emilia. Y es que de sobras era conocido que Hipólito cambiaba de trabajo como de camisa.

-Inventor. Ahora dice que quiere ser inventor. Como un tal Julio Cervera.

-¿Y ese quien es?

-Es un hombre que ha hecho que de un aparato sin hilos saliera la voz de un hombre. Una tal radio le llaman.

-¿Pero a este muchacho se le ha destornilladlo la sesera?

En aquel instante llegó Hipólito con un cacharro en las manos.

-Bella Emilia, dulce Mariana. Os presento mi nuevo invento.

-Hipólito no tengo tiempo para tus tonterías.- Mariana le cortó-Tengo que ir a la cocina. ¿Qué
piensas, que estos parroquianos se alimentan solos? Alguien tiene que llenarles el buche.

-Claro dulce Mariana. Ve. ¿Con que delicia vas a conquistar hoy mi paladar?

-Hipólito no seas embaucador. Hoy creo que tocan lentejas ¿verdad Emilia?

Emilia estaba contemplando la plaza. Sabía que no podía ser verdad, pero le había parecido ver a Sebastián a lo lejos.

-¿Emilia que te tiene tan enfrascada en otros quehaceres?- Preguntó Hipólito mirando en
dirección a la plaza intentando atisbar que era aquello que desconcertaba a la bella Emilia.

-Nada. Miraba el escándalo que has montado por nada, botarate. Mariana vamos a la cocina. Hasta más ver Hipólito.

-Ve con Dios Bella Emilia. Mariana, ¿tu también piensas que no sirve para nada? Te voy a enseñar como..

-Hipólito, hasta luego- le dio un beso en la mejilla. Aquello si que lo dejo sin palabras para explicar su nuevo invento.

Hipólito se giró de nuevo y fue hacia la plaza.

-Señoras les presento el invento que revolucionara sus casas.

Capitulo 2: Vivimos en el mundo cuando amamos. Sólo una vida vivida para los demás merece la pena ser vivida.

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En ese instante, Alfonso entró por la puerta de la casa de comidas con cara de sorprendido.

-¿Y este Hipólito que ha hecho ahora?- preguntó Alfonso que venía cargado con el vino que había encargado a Marcial, el de la puebla.

-Nada, dice que quiere ser inventor.- respondió Mariana que empezaba a preparar la barra para la tanda de desayunos.

-Este muchacho cada vez esta peor. Aún que con los padres que tiene…

En aquel momento Emilia salió cargada con dos botijos y el firme propósito de ir a llenarlos a la fuente. Aunque tras aquello se encontrara el propósito de comprobar si la vista le había engañado o en aquella plaza se encontraba su hermano Sebastián.

-Pero Emilia, amor. ¿Donde vas?

-Es que no se ve. Pues a la fuente a llenar estos botijos.

-Emilia, deja que te ayude.- le pidió Alfonso.

-Que no hombre. Que yo puedo. Esto lo llevo haciendo desde pequeña y no me ha pasado nada.
Tu quédate aquí ayudando a Mariana.

- Pero nunca habías estado preñada, amor. En tu estado no puedes faenar tanto.

-Pero mira que es pesado tu hermano Mariana.- Miró a Mariana esperando complicidad. Pero no fue eso lo que encontró.

-Emilia. Por una vez tiene razón. Déjame que ya voy yo a por el agua.- Mariana le cogió los botijos y salió hacia la fuente.

-¡Pero bueno! Parece que todos os habéis puesto de acuerdo para que tenga que estar todos los días sentada mano sobre mano. – Se sentó en la silla más próxima.

-Emilia, mujer. No te enfades que lo hacemos por tu bien y por el bien de el hijo que viene en camino.

-Lo sé Alfonso. Pero es que yo no estoy hecha para ver como los demás trabajan mientras yo estoy sentada sin nada que hacer.

-Bueno. Yo si que tengo que faenar. Voy a la barra que ya vienen los primeros parroquianos. –Le dijo un beso en la frente y le susurró cariñosamente en el oído- Descansa Emilia. Hazlo por los
dos.

Alfonso se encaminó hacia la barra mientras saludaba a los paisanos.

- A los buenos días Fermín. Buenas Julián. Váyanse sentando que ahora les traigo un chato de vino y un poco de pan con chorizo y queso que nos han traído de Requejo. – Mientras de reojo miraba a su mujer que cada día estaba más guapa.

Capitulo 3: La peor prisión es un corazón cerrado.

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Aquella misma mañana Pepa desayunaba en el Jaral junto a Tristán. Desde que Soledad y Olmo habían sido condenados a cárcel ambos necesitaban tapar el hueco que Olmo y Soledad habían dejado en sus vidas. A Soledad no le quedaba mucho para salir ya que tan solo había sido condenada a tres semanas por ocultar un robo, que ella en principio no sabia. A eso también había que sumarle que Francisca había removido Roma con Santiago para que su hija saliera de la cárcel lo antes posible.

-Felicita a la cocinera del Jaral de mi parte- Dijo Tristán para romper el silencio que se había establecido entre ellos desde que, al ir a coger la jarra sus manos se habían tocado.

-La verdad es que las pastas son del Colmado. A Feliciana, la cocinera, le he dado la mañana libre. Y es que no me acabo de acostumbrar a tener a gente que trabaja para mi. Ni tener tres cucharas….- Aquello le hizo recordar a Águeda, su madre. La misma madre que Olmo había matado y por eso cumplía condena. Se derrumbó. Pensó que se iba a caer en cima el plato pero la cálida mano de Tristán la cogió justo a tiempo.

-¿Pepa? ¿Pepa estas bien?

-Si, Tristán , no te preocupes. La verdad es que desde que Olmo no esta me planteado en serio despedir a las criadas. La única razón por lo que no o he hecho es porque se que es la única forma que tienen de llevarse algo caliente a la boca y la única forma de mantener a sus familias.

-Eso te honra Pepa. – Se la quedó mirando. Deseaba tanto besarla. Pero sabía que no era lo correcto. Era su hermana. Por mucho que les pesara.

-Bueno, ¿y que tal con Gregoria?- Preguntó Pepa, quería cambiar de tema.

-Pero que le ha dado a todo el mundo con preguntar por ella. Ayer fui al colmado y Dolores también me preguntó. Mi madre también esta pesada con el tema. Pero si hasta cuando fui a visitar a mi hermana se preocupó más por ella que por mi.

-Es normal Tristan. Es tu prometida. Y esta en coma.
#1
musicintheair13
musicintheair13
03/04/2012 17:29

Capitulo 4 : Es al separarse cuando se siente y se comprende la fuerza con que se ama.

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-La verdad Pepa es que nunca la he querido. Y ella lo sabe. De hecho el mismo día que cayó enferma, rompimos. No es mi prometida. No, ya no. No aguantaba más. Lo íbamos hacer oficial aquella misma tarde. Pero ella no llegó. El carruaje que venía de la Puebla en el que iba ella que volvía de visitar un paciente, volcó. Un caballo se desbocó y… Bueno, eso ya lo sabes.

-Tristán… pero yo creía que... –Pepa se había quedado sin palabras.

-Tú creías lo que te habíamos hecho creer. Lo que vosotros mismos hicisteis que os hiciéramos creer. Mi madre casi me lo impuso. Y tú, ¿no es cierto que en parte eres culpable de acercarme a Gregoria?

-Tenias que alejarte de mí. Y pensé que ella...

-Ella no es nada para mí. No tengo ningún lugar de mi corazón para ella. Tú lo ocupas todo.

-Tristán, no. Sabes que…

-Lo sé. Pero eso no quita que te quiera. Que lo seas todo para mí. Contigo pasé los momentos
más bonitos de mi vida. Eres la madre del niño que más he querido. Que más he hecho mío. Y si no fueras mi hermana lo serías todo para mí.

Tristán no pudo aguantar más. Demasiadas emociones. Gregoria en coma, Soledad en la cárcel, su madre viviendo un romance con alguien y luego Pepa. Su Pepa. Aquella Pepa que tenía que querer como si fuera una hermana aunque su corazón le pidiera amor. Pero un amor diferente a aquel que le podía ofrecer. Un amor de pareja. Un amor puro

No pudo más y se inclinó. Cuando pensó que iba a rozar sus labios, Pepa se separó. Cándida, una criada había entrado en el comedor.

-Señor Castro.-Hizo un gesto en señal de saludo. – Señorita Pepa. La reclaman de la casona. Rosario se ha desmayado. Y al no estar la prometida de usted, señor Castro, quieren que la atienda usted.

-Claro, Cándida. Cojo unas cosas y salgo. Diles que preparen la calesa.

-Enseguida señorita.- Cándida salió de la habitación.

-Pepa siento lo de antes.- Tristán aun estaba aturdido.

-No te preocupes ahora lo fundamental es ver como esta Rosario.-Dijo Pepa quitándole hierro al asunto. Como si cada día la besaran sus hermanos.

-Voy contigo.- dijo Tristán.

Y los dos salieron corriendo del Jaral para ir a la casona, donde les esperaba una sorpresa.
#2
Ruthlovetristan
Ruthlovetristan
03/04/2012 17:53
Muy bonito!! Me gusta mucho!!
#3
musicintheair13
musicintheair13
03/04/2012 18:07

Capitulo 5: El amor hace que su alma salga de su escondite

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En la casona todos iban para todas direcciones. Rosario se había desmayado en la cocina. Mauricio, el capataz, ya la había subido a el comedor y el pobre hombre intentaba queRosario se recupera mientras Pepa y Tristán venían. Ángela, una criada, buscaba como loca a Doña Francisca que no daba señales de vida. Elena ya había ido a avisar al Jaral.

Pepa y Tristán entraron corriendo. Mientras una preguntaba por Rosario y se encaminaba hacia Mauricio, el otro preguntó por su madre.

-Ángela, ¿Dónde esta mi madre?

-No lo sé señorito. Anda desaparecida desde ayer después de cenar.

-A mi madre le quitas la silla de ruedas y ya no la encuentras- Pese a que ahora se lo tomaba a risa habían sido muy duros los tres meses que su madre había permanecido atada a aquella silla. Por eso fue una gran suerte que Gregoria le confirmase que podía andar. Desde aquel momento su madre casi no paraba en casa. Y cuando lo hacía se la notaba alegre. Era lo que hacía aquel novio suyo. Es que a todos nos cambia el amor. - ¿Habéis subido a su alcoba a ver si esta allí?

-No señorito. No nos esta permitido subir allí si su madre no ha dado la instrucción exacta.

-No te preocupes Ángela, ya voy yo.

Tristán subió rápido las escaleras hacia arriba.


Pepa mientras tanto estaba con Mauricio ayudando a despertar a Rosario.

-Mauricio, ¿Cómo ha sido todo?

-No lo sé Pepa. Estaba en el jardín cuando de repente he oído como caía una bandeja. Me he acercado y he visto a Rosario. La he subido y habéis llegado vosotros.

-¿Habéis avisado a Mariana, Alfonso, Juan, Ramiro, Paquito, a alguien?

-No. Estábamos esperando para ver que decías tu.

-Ir a avisar a alguno de ellos.

-Claro Pepa ahora mismo voy.- Ya se estaba levantando cuando Pepa le gritó.

-No, tu no. Te necesito aquí. Que vaya otro.


Mientras tanto Tristán llegó a la alcoba de su madre, abrió la puerta y no pudo creer lo que veía.
#4
musicintheair13
musicintheair13
03/04/2012 18:52

Capitulo 6: Un viejo enamorado es como una flor en invierno.

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-¿Madre?

-Tristán ¿Qué haces aquí?- Preguntó Francisca mientras separaba su mano de la de su novio.

-¡Raimundo! ¿Qué hace usted aquí?

Raimundo no supo que contestar. Durante días e incluso semanas se había estado viendo con Francisca. El era el culpable del cambio de carácter de la Doña.

-Tristán…- Raimundo empezó a hablar.

-Ya es momento de que lo sepa, Raimundo.- Francisca lo miró a los ojos. Con la mirada más sincera que su hijo había visto jamás.- Tristán, él es mi pareja. Él es el culpable de levantarme cada mañana, él es el culpable de mi cambió de humor. Él es el culpable de haber robado mi corazón.

Después de esto Tristán solo pudo cerrar la puerta. ¿Su madre cortejándose con Raimundo Ulloa? Era totalmente imposible. Desde que él tenía memoria los Castro Montenegro y los Ulloa eran enemigos ¡a muerte! ¿Qué podía haber hecho que aquello cambiara?

Bajo las escaleras tan dentro de su mollera que no se percató de que la misma Rosario le saludaba.

-Tristán. ¡Señorito!- Rosario tuvo que levantar la voz para que Tristán la escuchara.

-¿Qué Rosario? ¿Rosario?¡Rosario! ¿Ya estas mejor?

-Si señor tan solo ha sido un mareo. Algo propio de la edad. ¿En que estaba pensando mientras bajaba las escaleras?

-En mi madre. Y en Raimundo Ulloa.

-¿Que les ha pasado señorito?

-No lo sé. Explícame todo lo que sepas de ellos.

Rosario se dirigió al despacho y tras ella Tristán que cerró las puertas.
#5
Aurora1
Aurora1
03/04/2012 19:31
¡Ayyy me encanta, me encanta,,,seguir por favor!

No se si ocurrirá así pero algo parecido, ahora que lo de la doctora en coma es un puntazo pero no ocurrirá, será parecido pero con la doctora dando por saco, eso seguro!
#6
Kumita23
Kumita23
04/04/2012 10:09
Esta genial, music¡¡ Y con tantas novedades¡¡

Alfonso y Emilia de vuelta a la casa de comidas. Olmo y Sole encarcelados. Y la Paka con Rai¡¡¡Noticia bomba¡¡ Ahora necesitamos un flasback de como ha sido eso....carcajada

A la espera de la continuación quedo.
#7
teresag
teresag
04/04/2012 11:34
Me gusta mucho , me imagino la cara de Tristan al ver a la Paca y Raimundo :-D
#8
musicintheair13
musicintheair13
04/04/2012 14:05

Capitulo 7: No hay amores imposibles-Raimundo

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Francisca y Raimundo habían crecido juntos. Parecía el típico cuento. Un muchacho rico se enamoró de una muchacha rica. Sus padres lo sabían y jamás lo hubieran impedido si no hubiera sido por las ganas de aumentar capital. De hecho estaban hasta prometidos. Pero un día llegó a casa y sus padres no estaban solos. Junto a ellos estaba ella, Rocío. Era la hija de una familia con buena posición. Su padre quería ampliar capital y era la opción perfecta. Era bonita. Pero no era Francisca. Aquel era todo su defecto. No ser Francisca Montenegro.

Raimundo al principio se negó aquella boda. Estuvo a punto de casarse con Francisca. Pero tuvo
que renunciar a ella. A tu madre nunca le contó la verdad. Le dijo que no la quería y aquello la destrozo. Pero realmente lo hizo porque si no se casaba con Rocío, la rica heredera, los padres de Raimundo se encargarían de destrozar la vida de Francisca y quitarle todas sus propiedades. Raimundo se fuera para arreglar papeleo y lamentablemente su prometida falleció. Y él iluso, volvió a Puente Viejo dispuesto esa vez definitivamente a sellar su amor hacia Francisca delante de la Iglesia. Pero cuando él regreso, su madre estaba casada con el padre de usted y embarazada de ti, Tristán. Desde entonces tu madre le quitó todo lo que Raimundo tenia.

Y así ha sido hasta hoy señorito.

Las puertas del despacho se abrieron. Francisca entró. Tenía cara de estar muy enfadada.

-Rosario, ¿a ti que ahora se te paga por explicar historias de amores imposibles o por fregar?

- Por fregar señora.-Respondió flojito. Empezaba a tener miedo.

-Pues haz que ese aumento de sueldo que te voy a dar se note.- Francisca Sonrió. Tristán sonrió. Rosario sonrió.

-¿Es eso verdad señora?

-A caso he mentido yo alguna vez.

-Bueno madre, eso forma parte de otra historia. Rosario haz la cena y tomate la tarde libre.-
Respondió Tristán sin acabarse de creer lo que había escuchado, tanto de los labios de Rosario
como los de Francisca.

-Gracias señorito. Gracias señora.- Rosario se fue. Francisca también lo iba a hacer pero Tristán se lo impidió cerrando de nuevo las puertas de el despacho.

-Aprovecho madre. Usted y yo tenemos que parlamentar.
#9
Franrai
Franrai
04/04/2012 14:12
bravobravo

Me ha gustado mucho todo, aunque obviamente queda claro mi parte favorita jaja


Lo que daría por ver la cara de Tristán en una situación así. Y Rosario contando la historia... ¡Genial! guiño
#10
Millor
Millor
04/04/2012 14:51
Me ha encantado. Escribes muy bien, con mucho ritmo, me parece estar viendo a los personajes delante de mí..Qué risa me ha dado al imaginarme la escena de Tristán-Raimundo y Doña Francisca¡¡ Ojalá los guionistas fueran tan creativos como tú. Si leen esto seguro que cogen alguna idea porque está muy bien. Esperamos ansiosos más capítulos.
#11
madrilistaa99
madrilistaa99
04/04/2012 15:32
precioso...bravo sigue cuando puedas
#12
musicintheair13
musicintheair13
04/04/2012 16:49

Capitulo 8: El fracaso es una gran oportunidad para empezar otra vez con más inteligencia.

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Había vuelto. Hacía mucho que no pisaba aquella plaza. Tenía que hablar con su padre y con su hermana. La había intentado saludar hacia unas horas mientras Hipólito les explicaba la nueva locura del mes. A él le pareció que atisbaba a ver algo entre los parroquianos que levantados de sus catres; algunos para ir a faenar, otros para hacer recados y algunos otros por culpa de los gritos de Hipólito, estaban en la plaza.

Al salir Mariana a por agua a la fuente, la cogió por detrás y la apartó hacia una esquina.

-Mariana templa, soy Sebastián.

-¿Sebastián? ¿Pero tu no estabas en las Américas?.- Le estrujo entre sus brazos. Para ella Sebastián siempre había sido uno más de la familia.

-Estaba. Pero he conseguido contactos y ya no es necesario que huya. ¿Dónde esta mi padre? ¿Y Emilia? ¿Cómo esta? ¿Ha nacido ya mi sobrinito? ¿O es sobrinita? ¿O uno de cada? ¿Y la casa de comidas como esta? ¿Y como que no llevas el traje de Doña Francisca? ¿Acaso….? ¿Acaso se ha muerto la Doña? No, en ese caso irias de negro igual. A no ser que se muriera hacer mucho. ¿Pero entonces sigue viva o no? ¿Y la señora de Mesia? ¿Sigue endeudando a los Montenegro? ¿Cómo va todo? ¿Se ha casado alguien? ¿El colmado sigue abierto? ¿Y Hipólito sigue con las suyas? ¿Y Don Anselmo como esta? ¿Se han casado ya Soledad y Olmo? ¿Y tú como estas?¿hay algo interesante? Bueno, ni que tu fueras la cotorra de la alcaldesa consorte. ¿Ha cambiado mucho el pueblo? ¿Se me ha echado de menos? ¿La conservera la lleva alguien?

-Templa, Sebastián, templa. Entra en la casa de comidas. Te lo explicaremos mejor con un gran plato de lentejas, ¿te parece?

-Me parece. Y me parece muy buena idea. ¿Y Alfonso, sigue trabajando en la casa de comidas?

-Sebastián mejor te lo explicamos todo de una vez. ¿No crees?

-Claro. Pero me barruntaba yo..

-Sebastián no seas impaciente. Que ya sabes que eso es pecado…- le sonrió con una mirada picara.
#13
musicintheair13
musicintheair13
04/04/2012 19:27

Capitulo 9: Es mejor volver atrás que perderse en el camino.

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Cuando entró en la casa de comidas, todo el mundo le miró como un fantasma. Emilia estaba de espaldas parlamentando con Alfonso de donde era mejor lugar poner los vasos.

-Emilia….- Fue lo único que Alfonso pudo decir cuando le vió.

-¡Que no Alfonso! Vale que no pueda trabajar pero es mucho mejor ponerlos aquí abajo para no tener que ir andando a la cocina cada vez.- Emilia seguía en su idea.

-Emilia, gírate.

-¿Que pasa Alfon…?- El vaso que se resbaló de las manos de Emilia se rompió en miles de trozos al tocar el suelo- ¿Sebastián? ¿Eres tu?

- Si, hermana.

Emilia salió de detrás de la barra y fue abrazar a su hermano.

-Por lo visto he llegado a tiempo para ver nacer a mi sobrinito o sobrinita…- dijo tocándole la barriga.

-¿Pero que haces tu aquí? ¿No se suponía que estabas en América?

-Estaba. Pero ya no hace falta que huya. Puedo volver aquí. Contigo, con Alfonso- le saludó con un gesto de cabeza- y por supuesto con padre. Y volver a trabajar en la casa de comidas de padre.

-Me temo que la casa de comidas ya no es suya.- Alfonso se adelantó al resto.

-¿Cómo que no?

-La posada y la casa de comidas ahora es nuestra; de Alfonso y mía.- le explico Emilia ahorrándole muchos detalles.

-Al final conseguisteis vuestro propósito. Le robasteis a padre su casa de comidas, la misma que levantó con el sudor de su frente. Le robasteis su vida. Tenía razón. Alfonso solo te quiere Emilia para quedarse la casa de comidas. Sois unos egoístas.

-¿Cómo puedes estar tan ciego? Eres tu quien con tu intento de expandir la Conservera, pediste a Raimundo que hipotecara todo lo que tenia. Tú te marchaste pero nosotros seguimos aquí. Viendo como nos quitaban esto. La posada finalmente la compró Juan. Incluso tu hermana preñada como esta, tuvo que trabajar para Francisca. Pero finalmente Juan, cambió y nos ofreció la casa de comidas, pero cada mes le tenemos que dar una cantidad de dinero para poder ir pagando la deuda que tu, por tu egoísmo le creaste a tu padre, y a la vez, a Emilia, a mi y a nuestro hijo. – Una vez dicho esto Alfonso se dirigió a la cocina para no soltarle algo más que malas palabras a Sebastián.

Sebastián, ofendido , salió por la puerta. No se podía creer aquello.

Y Emilia, que estaba en medio, no supo que decisión tomar. Solo pudo sentarse en la silla a pensar lo que acababa de pasar.
#14
musicintheair13
musicintheair13
05/04/2012 13:00

Capitulo 10: Jamás es perdido el bien que se hace.

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Pepa estaba recogiendo flores en el jardín del Jaral. De vez en cuando una gota solitaria bajaba por su mejilla. Aquello le recordaba tanto a Efrén. Siempre, cuando iban a tomar el chocolate del desayuno se acercaba a Águeda y a ella y les ofrecía una flor a cada una. De vez en cuando recordaba aquella frase “SI sigue a este ritmo no va a quedar ninguna flor en el jardín”. Cuanto desearía que no quedara ninguna si aquello le devolvía a Efrén. Pero como mínimo se consolaba pensando que había tenido la muerte más noble posible. Había muerto defendiendo a unos niños inocentes de unos malhechores.

A todos les había cambiado Efrén. Su mirada inocente. Sus comentarios fuera de lugar pero con ternura. Como aquella vez que le sugirió que ella y Tristán se querían más que como hermanos. Y cuando, acto seguido le dijo que ella nunca estaría sola, que él estaría con ella, siempre.

-Efrén, cuanto daría porque estuvieras aquí ahora.

-Señorita Pepa, ¿decía algo?

-No, nada Cándida.

-Señorita venia a informarle de que tiene vista.

-¿Visita? No esperaba a nadie. ¿De quién se trata?

-De su hermano- El corazón le latía a cien por hora. Podría ser verdad que…

-¿Olmo? ¿pero no estaba en la cárcel?

-Y allí esta. Yo me refería a su otro hermano de usted, a el señorito Castro.

-¿Tristán?- Pepa se relajó un poco, pero no del todo.

-El mismo. Siento haberle producido un error con su hermanastro.

-No te preocupes Cándida. ¿dónde espera?

-La aguarda en la sala de estar.

-Dile que en dos minutos estoy allí. Puedes retirarte Cándida.

-Como usted guste señora.

Y es que Pepa antes de reunirse con Tristán tenia que acabar el ritual que le había cada dia a Efrén. Y es que a pesar de haber fallecido, lo tenía muy presente en ella. Tanto qu estaba segura de que siempre cuidaría de ella junto a Águeda, a Martín y a todos aquellos que ya se habían marchado.
#15
musicintheair13
musicintheair13
05/04/2012 16:48

Capitulo 11: Cambiaría mi reino por saber que te ha hecho sonreír.- Tristán.

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Llegó al salón. Nada más llegar, Tristán salió a su encuentro que selló con un beso.

-¿Pero que haces? ¿Se te ha destornillado la sesera?

-No. A menos, que yo sepa. ¿Por que Pepa?

-Porque me has besado.

-¿Y acaso eso es un pecado?

-Tristán, en serio ¿estas bien? Voy a pedir que te traigan una infusión de…- Pepa no pudo acabar la frase, ya que Tristán ya la había cogido y había sellado sus labios con otro tierno beso -¡Tristán! En que mundo estás. Eres mi hermano, no puedes hacer eso.

-¿Porque no Pepa? Te quiero y tú me quieres. ¿Hay algo ahí que nos impida querernos?

-Soldado, ¿has olvidado que nuestro padre es el mismo, que por nuestras venas corre la misma sangre?

-No, Pepa. Ahí esta la clave mi padre, bueno el tuyo, bueno…. Espera. Salvador Castro es tu padre, pero no el mío.

-Ya. Y ahora me dirás que tu padre es quién… ¿Raimundo Ulloa?-Dijo aquel nombre porque era el más improbable. De sobras era conocida la rivalidad entre Raimundo y la madre de Tristán.

-Así es Pepa.- En aquel momento Pepa realmente creyó que Tristán la estaba tomando por tonta.

-Tristán, ¿tengo cara de querer guasas?- En su cara aún se reflejaba el camino que había creado la gota por su mejilla cuando había recordado a Efrén

-No es ninguna guasa. Mi madre me lo ha acabado de confirmar.

-¿Confirmar el que?

-Que Raimundo Ulloa es mi padre.

-¿Raimundo Ulloa el tabernero? ¿El padre de Sebastián y Emilia? ¿El Raimundo que yo conozco?

-Si, Pepa. El mismo con el que mi madre se llevaba como perro y gato. Ahora resulta que es mi padre. Y yo, soy un Ulloa. Ahora entiendo porque no tenia yo esa rama malvada que tienen todos los Castros- Gracias a la mirada de Pepa se dio cuenta de que su amada también lo era- Menos tú, por supuesto.- El labio torcido hacia arriba fue una señal que le indicó que se había salvado de aquella, pero solo aquella vez.

-¿Estas seguro de que es verdad?

-Al cien por cien.

Pepa llamó a la criada.

-Cándida. Si alguien pregunta por mi indícale que he salido, y que nadie me moleste. Subo a mi alcoba. -Una vez Cándida se marchó, invitó a Tristán a subir junto a ella a su alcoba.- Sígueme, Tristán… Ulloa.
#16
Ruthlovetristan
Ruthlovetristan
06/04/2012 12:20
Jajajajaja. ¡Bien! ¡Por fin lo saben! ¡Guionistas, apuntad la idea!
#17
teresag
teresag
07/04/2012 11:19
Me gusta mucho!!! Por fin saben que no son hermanos !!! Deseando la continuacion :-)
#18
musicintheair13
musicintheair13
07/04/2012 21:09

Capitulo 12: No basta levantar al débil, hay que sostenerlo después.

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Nunca pensó que Olmo podía ser tan cruel. La quería, o eso le había hecho creer. Era más egoísta de lo que jamás había podido llegar a presumir. La había encandilado con su palabrería barata de tres al cuarto. ¿Y ella? Ella que presumía de haber madurado, de haber crecido, de que con el error de Juan había aprendido de los hombres. Ilusa. Había vuelto a caer en lo mismo. Era el mismo perro pero con diferente collar. Aún podía escuchar sus ultimas palabras: ”Soledad. Púdrete en la cárcel”. Por suerte su último deseo no se había hecho realidad del todo. Tan solo había estado dos semanas en la cárcel. Tan solo por haber ocultado un robo del que ella, en principio, no sabía nada. A eso había que sumarle, que al haber tenido una buena conducta, la dejaban salir antes. Nadie la estaba esperando. Se debí a que nadie sabía que la iban a soltar ese día. Todos en la casona la esperaban dentro de una semana. En la cárcel le habían dado una muda que le quedaba grande y pese haber insistido a que le devolvieran sus ropajes, la echaron fuera con aquel tipo de capa que le habían cedido. Era Marzo, pero aún así hacia frio y eso, más el frio que ya había calado en sus huesos, hicieron que fuera gran parte del trayecto tiritando, tosiendo y cada dos pasos se cansaba más. Hasta que ya no pudo más. Se sentó bajo un freno. Sintió que finalmente el deseo de Olmo se había cumplido, no se veía con fuerzas para seguir caminando y si yacía allí nadie la encontraría y sería su fin.

Lo siguiente que vio fue una mano de un conocido ayudándole a levantarse.

-¿Soledad?

-¿Sebastián?

-Si soy yo. Soledad, ¿Estas bien? Estas débil. ¿En que pensabas para venir aquí tu sola?

-He salido de la cárcel y… - Soledad no podía decir nada más.

-Sujétate en mí. Te llevaré al consultorio de la Dra. Casas.

-No Tristán… - Soledad quería explicarle que Gregoria no estaba y que Tristán tenía que saber quien estaba detrás de todo.

- Desvarías Soledad. No soy Tristán, soy Sebastián.

Soledad no pudo decir nada más. Se desplomó. Y Sebastián la cogió en brazos. Y, haciendo aquello, sintió algo que hacía mucho que no experimentaba.
#19
Kumita23
Kumita23
08/04/2012 22:27
Music, si te dejamos en un rato nos arreglas todo Puente Viejo, eh? Me encanta que Alfonso le cante las cuarenta a Sebas y que de una vez tenga ese encuentro interesante con Soledad. Y que decir de lo de Tris y Pepa? Les falta el tiempo para recuperar lo perdido..jijijiji....carcajadacarcajadacarcajada

A la espera quedo de mas...
#20
Ruthlovetristan
Ruthlovetristan
09/04/2012 12:02
¡Me encanta! Estoy ansiosa por saber como continua lo de Tristán y Pepa. ¿Qué tendrá preparado la partera? JAJAJA
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