Cuando el pasado nos persigue Parte 2: Una salida Cobarde.

Precioso jajaja los soldados echandole propos a Pepa

Me alegra saber que te gusta :) Ahora pongo la continuación (Pero no el capítulo completo que es muuy largo)


-¿Qué ha sucedido? - preguntó con perspicacia. Pues se suponía que su soldado había intentado abusar de ella.
-Este maldito bastardo que parece ser un incompetente como soldado está intentando llevarme a su lecho , ¿Puede explicarme eso?
-Sólo ha sido un malentendido , pero , ¿Por qué le ha golpeado?
-¿Le parece una pregunta normal como para que tenga respuesta?
Tristán se puso de lado de su soldado , estaba tan deseoso como cualquiera de ellos. Sin embargo le molestó que aquél incrédulo soldado suyo creyera que iba a conquistarla. Aquella mujer tenía que ser suya.
Se acercó a ella sonriendo , intencionado lo que el soldado anterior le había intencionado.
Cuando alzó la mano para rozar su pelo , ella alzó la suya para golpearle , pero Tristán le paró la mano en vilo y la acercó a él con brusquedad.
-Con migo no vas a poder , te lo advierto preciosa.
-¡Suéltame maldito malnacido! - exclamó removiendose en sus brazos.
-Capitán , nosotros la hemos encontrado primero , no es justo que usted...
-Cállese , no voy a hacerle nada de lo que vosotros ibas a cometer.
Los soldados se alejaron decepcionados y Pepa continuó resistiendose.
-¡Y si no quiere nada de mi por qué...!
-Sólo deseo observarle de cerca , es la mujer más hermosa que he visto en mi vida...
Logró apartarse de él golpeándole el pecho. Se echó hacía atrás con torpeza y cayó al suelo , haciéndose un rasguño en la rodilla. Tristán le tendió la mano con una sonrisa , pero ella no iba a acceder tan fácilmente.
-No necesito su ayuda – intentó levantarse , pero cayó de nuevo al suelo.
Tristán se echó a reír y sin precisar de su permiso , la levantó en sus brazos como si de una pluma se tratara. Pepa le miró con un extraño sentimiento corriendo por su espalda.
-¿Donde vive? , la llevaré hasta su casa.
Pepa sacudió la cabeza con resignación.
-Yo no tengo casa soldado – le confesó agachando la mirada. Tristán observó aquellos ojos negros entristecidos , y supo que había hecho mal.
-Lo lamento , no quería ofenderle..
-No se preocupe – susurró -. Llevo viviendo de lo primero que se me cruza por mi camino , y he sobrevivido.
-¿Puede sobrevivir de mi entonces? - susurró apartando un rizo de su rostro.
Pepa se quedó mirando a aquél incrédulo que la llevaba en brazos.
-Incrédulo es usted soldado – se echó a reír por debajo de la nariz - , estoy cansada de que los hombres intentéis conquistarme , ¿Y para qué , para dejarme preñada y después abandonarme?. Lo lamento , no busco nada con usted.
Tristán sonrió irónico mientras se imaginaba aquellos gruesos labios entre los suyos.
-Yo no la abandonaría , y menos si...
-No insista , así no va a conquistarme.
-¿Qué debo hacer para tenerla?
-Primero llevarme a casa de la familia Montenegro y después...
-¿Montenegro? - la interrumpió.
-Si , me han ofrecido el puesto de comadrona , al parecer necesitan mi ayuda.
-Mi madre es Francisca Montenegro – le explicó - , y puedo llevarla a mi casa ahora mismo.
-Me haría un gran favor si me llevara antes del anochecer.
Tristán albergó esperanzas con ella , con la mujer que en aquellos momentos ocupaba el puesto de la mujer de sus sueños. Caminó con ella a cuestas hasta su caballo , en donde la sentó y la paseó sendero arriba una media hora. Durante ese período de tiempo estuvo observándola detalladamente.
Al llegar , a Pepa ya no le dolía la rodilla y caminó sola hasta la puerta. Tristán llamó con aprisa y cuando la criada que hacía llamarse Mariana abrió y observó a su patrón , hizo una reverenda y sonrió.
-Me alegro de verle , señor.
-Avise a mi madre , por favor.
Mariana lo hizo de inmediato. Francisca no tardó en bajar , tan solo escuchar el nombre de su hijo , bajó a la carrera y le abrazó como si la vida le fuese en ello.
-¡Hijo mío , te tomaba por muerto!
-Ya ve que eso no es así , estoy vivo.
Francisca acarició su mejilla y seguidamente , tras Tristán , observó a Pepa aguardar impaciente.
-¿Ya está usted aquí? - preguntó con el cejo fruncido - , quedemos en que vendría esta tarde.
-Topé con su hijo y se ofreció en acompañarme hasta aquí.
Francisca fulminó a Tristán con la mirada y sonrió.
-Muy generoso por su parte – casi susurró -. Por cierto , daré aviso a Angustias de tu llegada. Por cierto partera , Angustias será la mujer a la que atenderás hasta su parto , no deseo que a mi nieto le suceda algo malo.
Pepa imaginó que Tristán sería su esposo , así que lo maldijo mil veces en su interior al intentar conquistarla.
-No se preocupe , si quiere puedo visitarle ahora mismo.

Continuaaa Esta muy bien! Te pasas por mi historia?

Me encantaaaaaa continua pronto porfaaa :-D

Claro que me paso por tu historia! si es que me la estaba leyendo hace unos minutos jajaja
Me alegro de que os guste! :) Ahora mismo os pongo otro trocito , que como tengo tres capítulos bien largitos...


-Está bien , cobrará...
-No , no es necesario. Ya me ofrece suficiente con que me quede aquí instalada.
Francisca quedó fascinada con aquella muchacha , y supuso que tan solo tendría diecinueve o veinte años. Asintió complacida.
-Señora , ¿Puedo visitar a mi paciente? , sólo para reconocerle el embarazo y como lo sobrelleva. Si usted quiere.
-Por supuesto querida - y le señaló las escaleras. Pepa no se dignó a mirar a Tristán , y este lo notó e intuyó que no volvería a hablar con ella -. He hecho bien en contratarla , parece una buena adquisición , además es muy joven.
-Si , Angustias estará en buenas manos – comentó como si la conociera de toda la vida.


Entró en la habitación de sopetón , y se encontró con Angustias , una mujer pálida , flaca y rubia mirando a través de la ventana. Dejó la puerta abierta y se acercó a ella.
-¿Quién eres? - preguntó sin apenas dar la vuelta.
-Me llamo Pepa y seré tu comadrona hasta el día de tu alumbramiento.
Se giró con el ceño fruncido , convencida de que aquella mujer le superaba en torno al físico y belleza. Estaba segura de que solo quería hacer daño.
-Márchese campesina , no necesito a una bastarda analfabeta como usted para que me cuide.
Pepa sacudió la cabeza.
-Cálmese , soy partera de toda la vida , no le haré ningún daño. Aun que si me viene con estas no tendré otra opción que buscar a otra paciente.
-Eso es lo que tiene que hacer , ¿Me ha entendido? , y ahora márchese.
Se dio por vencida , vaya mujer tan estúpida , pensó mientras salía por la puerta y bajaba entre suspiros. Se cruzó con Francisca , que sonreía.
-¿Y bien?
-Lo lamento señora , pero Angustias no me permite reconocerla. Renuncio a ser su comadrona.
Francisca frunció el cejo.
-¿Pero qué dice?
-Ya lo ha oído. Cuando se calme avíseme y la visitaré , no estoy dispuesta a ser pisada , ni siquiera por mi patrona , fíjese.
Y cruzó el pasillo desdichada , sintiendo que no merecía la pena ilusionarse con tener un puesto fijo en aquella casona. Cuando cruzó el jardín a zancadas observó atónita como un niño de unos cinco o seis años hablaba solo y correteaba por el recinto que daba la entrada al jardín. Pepa pasó desapercibida , pero el niño se paró delante de ella , le sonrió y le tendió una escopeta de madera.
-¿Quieres jugar conmigo señorita? - preguntó con voz infantil.
Pepa sonrió por debajo de la nariz.
-Lo siento pequeño , pero debo irme. Otro día será.
-Pero... ¿ Y si te vas y no te vuelvo a ver que pasará?
Miró al niño con comprensión , ¿De dónde habría salido? , el capitán era muy joven como para ser su hijo. Le revoloteó el cabello con brusquedad y se arrodilló para mirarle a los pequeños ojos negros centelleantes.
-¿Y de dónde sales tu , pequeñajo?
-¡Padre! - exclamó el niño de repente , corriendo hacía Tristán con desesperación.
Pepa se quedó pasmada , sin saber cómo reaccionar. Sacudió la cabeza , retomó las cosas y cruzó por fin el jardín , sin mirar atrás.
Por la noche optó por alquilar una habitación en la posada , estaba demasiado cansada como para volver a la casona de los Montenegro y cruzarse con el canalla de Tristán.
Cuando se dispuso a cenar , se topó con el ejército junto con su capitán celebrando algun acontecimiento a lo grande. Ella los ignoró y continuó a lo suyo. Emilia , la posadera , le sirvió la cena. Tristán observó fulminado de nuevo a aquella joven. Era hermosa , y destacaba en el establecimiento.
-¡Anda Emilia ponme otro trago! - exclamó Tristán contra Emilia cuando se desencantó.
Esta sacudió la cabeza y resopló cansada.
-Lo siento pero no pienso ponerle otra copa , señor.
-Te exijo un poco de respeto.
-El respeto se gana , no se pide – discrepó Pepa sin mover apenas la cabeza. Ella coninuaba comiendo.
Tristán sonrió al escucharla.
-Respeta a nuestro capitán , furcia – le recriminó el soldado que había salido herido en manos de Pepa.
Pepa se alzó de la silla enfadada , se plantó delante del soldado , tan cerca como le llegaron los límites.
-Atrevete a repetirlo sinvergüenza.
-¿Qué pasa bonita , te he ofendido? ¿Acaso no es verdad lo que digo?. Ah no , espera , es cierto eres una pobre desgranada que no tiene en dónde vivir y que huye de los problemas porque no sabe afrontarlos. Eres una cobarde.
Aquellas palabras la obligaron a retroceder. Se quedó en blanco , pues sabía que tenía razón. Agachó la mirada con resignación y volvió a sentarse en la mesa.
Tristán la observó impotente llorar silenciosamente , algo que había comentado su soldado la había herido profundamente.
-Y ahora se dispone a llorar , qué desfachatez de mujer , solo sirve para encamarla.
-¡Bueno basta ya! - gritó Tristán enfuriasmado - , Cómo vuelvas a insultarlas te las verás conmigo , ¿Te queda claro?
Pepa alzó la vista y observó al capitán plantando al soldado contra la pared. Emilia recogió la comida de Pepa ignorando la pelea y se adentró en la cocina. Cuando Tristán soltó al soldado , este marcho con el rabo entre las piernas junto con los demás.
Se acercó a ella cuidadosamente , se sentó en la silla continua , pero Pepa le ignoraba.
-¿Está bien? - le preguntó por lo bajo.
-No necesito su ayuda.
-Yo puedo consolarla.
-No necesito su consuelo , y menos viniendo de un hombre casado y con dos hijos , por el amor de dios...
Apartó la mirada de él y se sintió profundamente traicionada por su corazón.
-Dime al menos como te llamas.
-Pepa.
-¿A secas?
Asintió pesadamente.
-¿Quieres saber mi nombre? - preguntó con una sonrisa.
Pepa sonrió a pesar de la situación.
-Me llamo Tristán.
-¿A secas?
-A secas – respondió sin poder apartarse de su mirada.
Pepa reaccionó y se levantó para marchar a la habitación. Al ver que Tristán parecía desolado y triste , con la mirada clavada en el suelo. Primero sintió lástima , ¿Tendría que ver eso con Angustias?

Sigue caundo puedas, esta muy bien tu historia

me encanta!

sigue cuando puedas, ya me tienes enganchadita!!!!!

Sigue!Sigue!Sigue!

Gracias a todas por vuestros comentarios. Esta noche o manana subire 2 trozos para compensaros la espera.

¡Buenas noches forer@s! Ya tengo tiempo libre , ahora mismo os pongo un trozo largito.
Besitos!



-¿No se marcha a casa Tristán?
-No creo que sea lo más apropiado. Me cuesta vivir allí.
-¿Quiere pasar a mi habitación y … me lo cuenta en un momento?
Tristán aceptó encantado , y ambos entraron en la habitación. Pepa cerró la puerta tras él con llave y se sentó en la cama. Él hizo lo mismo.
-Cuéntame , te escucharé.
-Hace seis años que estoy en una guerra en Cuba , y aun no me cabe en la sesera haber engredado a Martín , ni siquiera al hijo que lleva Angustias en su vientre.
-No le entiendo Tristán , pero ¿No ha tenido relaciones con su esposa?
-Una vez , pero estoy seguro de que no es posible engredar dos hijos de un solo tiro.
-Es imposible sin lugar a dudas – le afirmó parpadeando. Observó su rostro triste , como si viviera de una mentira. Por primera vez des de que le había conocido , se acercó a él y le acarició la mejilla. Tristán quedó eclipsado y intentó contener sus impulsos.
-Escúcheme , no es justo que sufra , hágase esta pregunta: ¿Creo realmente que Angustias dio a luz a un hijo tuyo? Y luego respondeme.
Tristán quedó pensativo sin dejar de observarla. En cierto modo jamás había imaginado que Angustias estuviera embarazada , no tenía ni idea de donde había salido Martín , pero le quería.
-No estoy seguro Pepa , ¿Y si ha estado engañándome en mi marcha?
-Es muy posible , por qué si va a dar a luz y usted dice que solo tuvo una vez sexo con ella , pues estoy segura , los niños no salen del cielo , debe saberlo.
-No se que hacer... - se llevó las manos a la cabeza.
-No se preocupe Tristán , intente ser feliz.
-No puedo ser feliz sin alguien que me ame , ¿No lo entiende? , te necesito.
Se aproximó a ella , casi rozando su rostro , inspirando el dulce aroma que desprendía. Pepa se mostró inquieta , mal , se retiró lentamente , pero mantuvo la postura.
-Esto no puede suceder – dijo con ansiedad - , Angutias...
-Puede que esté engañándome , tienes que comprenderme por favor.
Pepa agachó la cabeza , jamás había tenido en mente que volvería a ser la elegida por un señorito casado , estaba harta de esos juegecitos. Tristán poso su mano derecha sobre la de Pepa , sin percatarse de que ésta estaba a punto de recaer como hacía seis años.
-Bueno basta ya , suéltame – quitó su mano con brusquedad.
-¿Qué ocurre?
-¡Qué estoy harta de los hombres , harta de que me conquistéis , me llevéis al lecho , me dejéis preñada y después me abandonéis de la manera más cruel que existe en este mundo! - exclamó entre lágrimas.
Tristán frunció el cejo , ¿Qué le habría sucedido como para decir tales cosas?.
-Si me permitieras quererte te darías cuenta de que te daría el cielo – le susurró.
-Ya me prometieron el cielo , y sin embargo caí en el mismísimo infierno , yo sola , fui ilusa amando a quién no me correspondía , y tu...tu eres un señorito casado.
Al observarla llorar desconsoladamente , pasó los brazos por sus frágiles caderas y la empujó contra su pecho. Pepa se dejó consolar , agarró su chaqueta con ansiedad y cerró los ojos cuando logró calmarse. Tristán acarició su suave cabello mientras pensaba en qué habría pasado Pepa como para decir esas cosas.
-Debes irte – musitó Pepa cuando bajó de sus pensamientos y se percató de que estaba en sus brazos.
Tristán no vaciló , entendió que necesitaba estar sola , entenderse por si misma sin su ayuda.
Se despidió con la cabeza y salió lentamente por la puerta. Al cerrar la puerta escuchó su llanto desenfrenado , casi a gritos. Realmente deseaba saber que habían echo con ella.

(Aquí la continuación , no me cabía)


Cuando llegó a la casona se encontró de frente con Angustias , que lucía un vestido color pastel y un sombrero de paseo y iba ligeramente maquillada. Cuando observó que se dirigía a la puerta , la detuvo agarrándola del brazo y obligándola a mirarle. Angustias sonrió disimuladamente , intentando deshacerse de su esposo.
-¿A dónde te diriges? - preguntó.
-El alcalde ha organizado una fiesta en su casa , y su esposa quería que estuviese presente.
Tristán apretó los labios con aprensión.
-Requiero de hablar contigo , espera unos segundos.
Angustias suspiró , tenía prisa por salir.
-¿Qué deseas , querido esposo?
-Deseo que me expliques cómo has quedado encelo.
Angustias fingió sentirse ofendida.
-¿Aun no sabes cómo se engreda a un hijo?
-Lo se perfectamente. Pero yo no comprendo como has quedado preñada de Martín , y de este nuevo preñamiento estoy más receloso.
Angustias sabía a la perfección que Tristán estaba a punto de descubrir su gran engaño , pero optó por sonreír.
-Hay mi querido Tristán... Creo que Cuba te ha contagiado el recelo. Adiós amado mío.
Abrió la puerta sin mirar atrás , pero Tristán seguía confundido.
Cuando se dispuso a acostarse no pudo dejar de pensar en varias cosas que le impidieron conciliar el sueño de inmediato.


Amaneció temprano , los pájaros daban aviso del nuevo día y tras la ventana de su habitación prestada podía observar pasar a la muchedumbre por el mercado.
Aquella noche no había descansado en absoluto , las pesadillas le habían nublado la conciencia y ahora se encontraba perdida.
Emilia la recibió con una sonrisa y le puso el desayuno frente a ella cuando se sentó en la mesa con desgana. Le acechó el pensamiento de que debía pagar su estancia , pero no disponía de dinero , por lo cual pronto se vería perdida , así que cuando terminó de desayunar marchó a la casona de los Montenegro , mal le pesara.
Allí el ambiente era de tensión aquella mañana , observó cómo Mariana servía una tisana a Francisca y a Angustias. Se aproximó a ellas lentamente , procurando no irrumpir.
-Buenos días , señoras.
Francisca se giró al escuchar de nuevo la voz decidida de aquella mujer joven.
-Buenos días querida , ¿Vienes a recuperar tu puesto?
-Si , pero antes debo disculparme por cómo le hablé.
-No se preocupe – respondió suavemente. Miró a Angustias remordinarse con el cuerpo -. Quiero que la visite de inmediato , parece tener mucho dolor de panza.
Pepa asintió y Francisca le hizo una señal a Angustias para que subiera con su comadrona. Esta suspiró , sonrió fingidamente y subió a desgana las escaleras.
Cuando entraron en la habitación , Pepa colocó el maletín en la mesa de madera y esperó a que Angustias se tumbara. Esta por el contrario se quedó pasmada en su reflejo , acariciando su enorme barriga.

Venga , que os pongo otro trozo :)


-Túmbese señora , será solo un momento.
-No quiero que me visite – rechistó.
Pepa frunció el cejo.
-Su suegra insiste en que la visite y así se hará. Túmbese.
-¡No eres nadie para ordenarme sinvergüenza! - proclamó y le empujó contra la pared.
Al escuchar los gritos de Angustias , Tristán entro en la habitación y observó a Pepa intentando levantarse. Corrió a ayudarla , la levantó por los brazos y observó alarmado a Angustias.
-¿Qué te ocurre? , la partera sólo quiere ayudarte.
-¡Cállate maldito seas tu , tu madre y la partera! - gritó golpeándole el pecho -. ¡No os soporto a ninguno , no os soporto!
-Angustias no le hemos echo nada – se defendio Pepa -. Sólo deseo que su hijo salga en perfecto estado.
-¡Pues no necesito tu ayuda , furcia! - la empujó de nuevo , pero esta vez contra Tristán.
Él explotó definitivamente. La agarró del brazo con fuerza y la aproximó a él.
-¿Se pude saber por qué te comportas así?
-Suéltame o me voy de aquí para siempre.
Pepa agarró a Tristán por la mano derecha y le obligó a retroceder. Cuando Angustias vio ese gesto , no pudo evitar sonreír maliciosamente.
-Así que tu y la partera...¿Cuando pensabas confesarlo?
-¿Confesar qué?
-¡Que te tiras a la maldita partera del demonio!
Una bofetada estalló en su rostro. Pepa se sobresaltó , quería salir de allí cuanto antes mejor.
Angustias quedó totalmente callada. Tristán se volvió hacía Pepa.
-Márchate de aquí , y espera en el jardín , quiero hablar contigo.
Pepa asintió con los ojos abiertos como platos y marchó con rapidez. Cuando cerró la puerta tras ella , Tristán se frotó el mentón.
-¿Qué te sucede Angustias?
-Nada de tu incumbencia , perturbado.
-¡Sólo deseo ayudarte!
-Suerte tengo de tener a alguien que me quiera – se echó a reír - , y no a un pánfilo como tú a mi lado.
Tristán no lo soportó más. Salió del cuarto sacudiendo la cabeza sin cesar y bajó al jardín para encontrarse con Pepa. Pero cuando se asomó , observó a Martín jugar divertidamente con ella. Ambos jugaban a soldados , el juego favorito de Martín.
-¡Te atacan los cubanos Pepa , escóndete! - exclamaba Martín agitando su escopeta de madera. Pepa se echó a reír.
-Tendré cuidado mi capitán , no se preocupe – dijo haciéndole cosquillas en la panza.
El niño se echó a reír sin remedio. Tristán entró por fin y Pepa , al verle , se colocó correctamente y sacudió el cabello de Martín.
-Veo que lo estáis pasando en grande.
-Si padre , quiero que Pepa se quede aquí conmigo siempre , es mi mejor amiga.
Pepa sonrió cariñosamente , Tristán se agachó para observarle y pudo ver como sus ojos centellaban al pronunciar el nombre de Pepa. Sin lugar a dudas Martín estaba mas feliz que nunca , y eso le reconfortó.
-Sólo si ella quiere , ¿Entendido?
-Si – respondió secamente. Luego se volvió hacía Pepa , ella se agachó y Martín le besó las mejillas un par de veces. Luego se abrazaron y el niño salió corriendo hacía el interior de la casa. Pepa se puso a la altura de Tristán , y borró la sonrisa de su rostro.
-¿Para qué querías hablarme?
-Estoy confuso Pepa , Angustias está haciendo cosas extrañas.
-¿Qué cosas extrañas ?
Tristán tragó saliva ruidosamente.
-Anoche marchó tarde de la casona , y según ella el alcalde hacía una pequeña fiesta.
-Pero si anoche yo salí a por agua caliente para mi baño y el alcalde y su familia estaban cenando en la casa de comidas.
Tristán parpadeó varios segundos. Luego se frotó el cabello con ansiedad , y Pepa se vio obligada a calmarle. Le frotó la mejilla con los dedos , y él sin pensarlo la miró amorosamente.
-No te pongas nervioso , las cosas hay que aceptarlas como vienen.
-Hablas como si tuvieras mucha experiencia en el dolor.
-La tengo , sin duda – respondió con la voz quebrada -. Pero bueno estamos hablando de tu situación , ¿Algo más extraño a sucedido?
-Si , me ha confesado que tiene a alguien que le quiere y que no me necesita. Detesta a mi familia y ni siquiera se el por qué.
-Pues entonces te lo ha dejado claro...- murmuró dejando caer su mano.
-¿Qué quieres decir?
-Pues que te ha confesado que se ve con otro hombre.
Tristán sacudió la cabeza.
-¿Cómo puedes estar tan segura de que sea eso? , ¿Y si se trata de...?
-Estoy segura porque no me permite visitarla , porque anoche salió tarde , te mintió y nos ve como si tuviéramos un romance , y eso nunca ha sucedido ni sucederá.
Tristán aclaro más sus dudas con sus palabras , pero su última frase le hizo sonreír.
-¿Y por qué no? - preguntó -, des de que te vi no puedo dejar de pensar en ti , noche y día.
-¿Estando en esta situación te dedicas a fulminarme con tus palabras?
-En esta situación lo único que puedo hacer es alegrarme de que mi esposa se ve con otro hombre. Puesto a que nunca la he querido , ahora...
-¿Alegrarte? - se echó a reír irónicamente - , ¿Pero tu te crees que soy tan imbécil como para meterme en tu lecho así como así?
Tristán le acarició la barbilla con suavidad.
-Pues si , te tomo por imbécil. ¿Puedes amarme ahora , partera?
Pepa estalló su mano contra la mejilla masculina y se separó de él. Sin que ellos se dieran cuenta , Martín les estaba observando des de el principio. Tristán se acarició la mejilla y observó los ojos de tristeza de Pepa. Estaba realmente ofendida.
-¿Así que me tomas por imbécil...? , Y yo imbécil soy de estar a punto de caer en tus brazos.
-Lo lamento , no era mi intención ofenderte.
-No era tu intención pero lo has echo – le acusó.
Martín entró al fin , sin ningún disimulo , y se plantó delante de Pepa. Ella le miró con el cejo fruncido y se agacho cuando se echó a llorar. Tristán se colocó al lado de Pepa y ambos observaron al niño.
-¿Qué te ocurre hijo? - preguntó Tristán con ansiedad.
-Lo he escuchado todo , y padre tienes razón – dijo con un hilo de voz -. Madre no es mi madre , cuando estabas en Cuba ella me llevaba al río con un señor , se besaban y...
Pepa miró a Tristán confidencialmente.

Sigue cuando puedas, me gusta mucho tu historia

Ains! Como nos puedes dejar asi xD,sigue cuando puedas

Buenas!! ¿Qué tal el día??? :)



-¿Y como era ese hombre?
-No lo recuerdo – sacudió los hombros -. Pero padre , yo no quiero a Angustias , yo quiero que Pepa sea mi madre.
Pepa se entristeció al ver el rostro apagado del niño y le abrazó impotente.
-Tranquilo Martín , olvida todo esto , yo cuidaré de ti – dijo mientras miraba a Tristán , que se levantó dispuesto a acabar con el falso matrimonio y que Angustias se confesase.
En ese momento , apareció Angustias chillando el nombre de Fernando . Tristán sujetó a Pepa y Martín y los tres se escondieron tras un matorral ancho. Pepa agarró la mano de Tristán por la espalda de Martín y sonrió para tranquilizarle.
Al pasar un minuto , un hombre de estatura alta , bien vestido con capa , de pelo rubio , se aproximó a ella y la besó en la panza. Tristán apretó a Martín contra su pecho para que no observara la escena , y Pepa prestó atención a la conversación.
-¿Cómo estás querida?
-Mal , una nueva partera ha venido para visitarme , y le tengo una excéntrica manía. Es demasiado hermosa , y yo...
-Tu superas a todas las mujeres de este mundo , mi amor.
Los dos se fundieron en un largo beso. Pepa entendió entonces el trato maniatico de Angustias.
-Además Fernando , hoy ''mi esposo'' me a golpeado el rostro sin razón , defendiendo a la partera del demonio , esa puta sin medida.
Martín levantó la cabeza a Tristán y hizo un puchero.
-¿Por qué insulta a Pepa?
Tristán le mandó callar , pero fue demasiado tarde. Fernando sujetó a Pepa por los pelos y la sacó de detrás entre gemidos. Tristán agarró la pistola que solía llevar en su pantalón y apuntó al tipo robusto.
-Suéltala o disparo – le amenazó.
Angustias gimió.
-¡Fernando suelta a esa furcia , por lo que mas quieras!
La tiró contra Tristán y este la echó a un lado junto con Martín. Pepa le abrazó y lo alzó del suelo en sus brazos. Angustias avanzó hacía ella con la nariz arrugada.
-¡Suelta a mi hijo! - exclamó - , ¡Suéltalo!
Pepa la ignoró.
-No me sueltes Pepa – el niño casi chillo. Tristán no dejó el arma.
-¿Quién eres tu y que haces en mi casa?
Fernando sonrió irónico.
-Soy el hombre que ha echo feliz a Angustias con la cual ha tenido dos hijos.
Tristán dejó lentamente el arma decepcionado , al fin sabía el porque. Fernando aprovechó y se lanzó contra él. Ambos rodaron por el suelo , Pepa observó como Angustias corría hacía ella con la pistola en la mano y se dispuso a huir con Martín en los brazos. Tristán se deshizo de Fernando y corrió a por Pepa y Martín.
Angustias los acorralo en la cocina , cargando la pistola.
-Devuélveme a mi hijo , perra.
Las criadas observaban la escena entre gritos. Pepa sacudió la cabeza con lágrimas en los ojos.
-No consentiré que le hagas daño.
-¡Dévuelvemelo!
Le puso la pistola en la frente y ella apretó con fuerzas al niño. Angustias escuchó los llantos seguidos de Martín , aferrado a Pepa como si la vida le fuese en ello.
-¡Vamos Martín! - exclamó agarrándole por la cintura.
-¡No , no quiero ir contigo! - bramó - , ¡Pepa no quiero ir con ella!
Pepa lo apretó contra su pecho y en un acto seguido de tiramiento de ropa , la camisa se le rompió.
-¡Qué me lo des maldita puta! - exclamó.
Pepa fue a responder cuando observó algo impactante en la espalda de Martín. Observó atónita las tres pecas idénticas a ella en el hombro derecho. Recordó entonces la noche del parto; Martín era su niño , al que había estado buscando durante años.
En un descuido , Angustias golpeó a Pepa en el rostro y le arrebató a Martín de los brazos.
Tristán entró entre gemidos y en cuanto vio a Angustias con Martín , se lo arranco sin dificultad y lo apretó contra él.
-¡Quiero que te vayas de aquí ahora mismo! - le gritó señalando la puerta.
Angustias sacudió los hombros , agarró a Fernando por el brazo y salieron de la casona con la mirada de los sirvientes atónitos.
Tristán dejó a Martín en brazos de Mariana , se aproximó a Pepa , que permanecía inmóvil en el suelo , y la levantó suavemente.
-¿Te encuentras bien?
Al verla con la mirada perdida y medio sonriente , frunció el cejo.
-Ma...Martín – balbuceó. El niño se soltó de Mariana y corrió hacía Pepa con una sonrisa.
Ella lo abrazó con el peso de los años disminuyendo. Tristán no comprendió nada.
-¿Qué está pasando Pepa?
-Nada , me alegro de que esté bien , nada más – mintió.
Tristán se agachó y besó en la frente a Martín. A este se lo llevó una criada y ambos quedaron solos en la cocina. Pepa borró su sonrisa.
-Siento lo ocurrido Pepa , lo insultos...
-Descuida , tu no tienes por qué disculparte. ¿Estás bien?
-Si , muy bien – respondió rozando su mano izquierda con la de Pepa. Ella la tomó con fuerza.
-Martín está sufriendo mucho Tristán – le explicó -. Pero ahora que sabes que no es tu hijo...
-Lo quiero igual , sea quien fuese su madre. Siempre lo trataré como mi hijo.
-Eso es muy generoso pero...¿Y si te contara que es...hijo de...?
Tristán frunció el cejo.
-Ya se que es hijo de Angustias y...
-No , no... - se le atrancó la voz.
-Vamos habla Pepa , te escucho.
Pepa se mordió los labios desconsolada , ahora que sabía que Martín era su hijo le tocaba confesarle a Tristán la verdad. Aun que sabía que no era necesario , quería que alguien la escuchase. Al ver el rostro de Tristán en espera , se dio por vencida y huyó de la casona a la carrera. Él por supuesto la persiguió sin saber el por qué de su marcha y llanto.
Pepa cruzó el río sin dificultad , y cuando estuvo en la orilla , se dejó caer. Tristán la levantó sujetándole el rostro sin entender nada.
-¿Qué te pasa? , hablame por favor.
-Martín...Martín es...mi hijo – soltó y luego se derrumbó.
-¿Qué? - Tristán se quedó atónito - , ¿Pero qué dices?
-¡Martín es hijo mío y de Carlos Castro! - gritó y empezó a notar que el cuerpo le fallaba.
Tristán se quedó atónito , sin dar a crédito a sus palabras. Cuando vio que se desmayaba delante suyo , la tomó en brazos asustado y corrió a la casona con dificultad.

me encantaaa! pero no nos dejes asi! :)

Gracias a todas por los comentarios , y no os preocupéis , ahora mismo os pongo el trozo que continúa :) Y diciendo esto entramos en el capítulo 2 , gracias a todas por seguir mi historia !!

2





Las criadas hablaban del suceso por los codos. Tristán agradeció que Francisca estuviera de viaje , así podía estar a solas con Pepa , aun que ella aun tenía que explicarle algo.
Cuando despertó del largo sueño , se topó con la noche y con Tristán al pie de la cama.
Él apenó el rostro , y Pepa no pudo sentarse , sabía que tenía que decirle la verdad.
-Tristán – le llamó. Él se volvió lentamente -. Quiero contarte la verdad.
Él asintió esperando. Pepa tragó saliva y removió recuerdos en su cabeza.
-Yo apenas tenía dieciséis años cuando empecé a trabajar en la casona de los Castro.
>>Mi vida era completamente normal , yo era aprendiz de partera , mi madre había sido una de las más famosas cuando vivió. Pasado el primer mes en la casona me percaté de la mirada penetrante de Carlos Castro , mi patrón. Yo empecé a sentir algo por él , hasta tal punto que , un mediodía , estaba haciendo las tareas y me irrumpió. Entonces me dejé llevar por él , pero para entonces yo era muy inocente y no sabía que estaba siendo utilizada. Al mes me enteré de mi embarazo. Era la niña más feliz del mundo. Pasaban los meses y Carlos me prometía el cielo , una casa , amor... . Entonces llegó el día de mi parto. Yo estaba completamente sola , en el bosque , nevando. Parí dolorosamente y cuando tuve a mi pequeño entre mis brazos , pude ver perfectamente los lunares idénticos a los míos.
Aquella misma noche Carlos intercambió a mi hijo por el de Elvira , que estaba muerto. Me hicieron creer que mi hijo había muerto , y yo quería recuperarle. Entonces entré en la casona a hurtadillas y busqué a mi hijo arriesgándome a morir. Lo cogí , salí de la casona , pero justo aparecieron los sirvientes y jornaleros y me arrebataron a mi bebé.
Me apalearon , me tiraron por un barranco hasta que me dieron por muerta.
Tristán observó a Pepa llorar atónito , desfigurado con lo que le había contado. Ahora entendía su comportamiento , ahora la entendía y deseaba consolarla.
Le levantó por la espalda para poder abrazarla. La abrazó impotente por la historia que había explicado.
-Tranquila , yo estoy contigo , yo cuidaré a Martín contigo.
Pepa se abrazó con fuerza a Tristán.
-Ya pasó , no llores más – le susurró.
Tras la puerta apareció Martín , y al verles abrazados él saltó en la cama y los rodeó con sus pequeños brazos. Pepa se soltó de Tristán y abrazó a Martín.
-¿Qué te pasa Pepa?
-Mi niño...por fin te he encontrado – dijo con una sonisa.
-¿Qué quieres decir?
Pepa prefirió contarle más adelante lo sucedido. Sacudió la cabeza y continuó abrazandole.
Una hora más tarde, Tristán se reunió con Pepa y Martín para cenar.
Los tres decidieron alejar lo sucedido de sus cabezas y pensar en otro tipo de cosas.
Tristán no dejó de mirar a Pepa , dispuesto a conquistarla hasta el final. Ella sonreía y jugaba con Martín a todas horas , hasta le daba de comer. Se notaba que Martín era su verdadero hijo , ella no mentía.
-Abra esa boca soldado – le ordenó Pepa a Martín cuando éste se negaba.
Lo que más sorprendió a Tristán fue que Pepa mantenía en su cabeza que Martín era hijo de él y no de Carlos Castro. Tristán conoció a la perfección a su hermanastro , detestable.
-Pepa , ¿Hoy dormirás conmigo o dormirás con papá?
Pepa se sonrojó al igual que Tristán.
-No mi amor , yo y tu padre no...
-Pero si os he visto abrazados y a padre diciendo cosas bonitas...
Pepa miró a Tristán con disimulo , pero este la vio y sonrió por debajo de la nariz.
-Eso no significa que ambos estemos juntos Martín – le explicó de nuevo.
-Jo – hizo un puchero - , pues a mi me gustaría que los dos estuvieseis juntos y os dieseis besos.
Tristán sonrió silenciosamente sin apartar la mirada de Pepa. Ella suspiró.
-A veces no es lo que uno desea Martín.
-A veces los deseos se hacen realidad , Pepa. ¿Por qué no le pides un deseo a dios?
-Pues porque yo no creo en él. Siempre he rezado y nunca me ha dado nada de nada.
Martín sonrió , pensaba que bromeaba. Pepa siguió dando de comer a Martín mientras pensaba entre escalofríos en Tristán.
-¿Te quedarás aquí , verdad Pepa? . No tienes dinero para seguir en la posada.
-Si , creo que será lo mejor – musitó entre suspiros.
-¿Y dormirás con padre? - preguntó de nuevo.
Pepa se echó a reír esta vez y pegó una colleja suave en su cabeza.
-Calla y come , parlanchín.
Tristán observó la escena con emoción , ver a Martín tan bien cuidado y mimado le ponía muy feliz , ya que nunca antes había recibido amor materno. Y ahora tenía a su propia madre delante , sin que el pequeño lo supiera. Por un momento quiso decirlo.
Terminaron de cenar sonrientes , se despidieron de Martín y Mariana le llevó a su cuarto.
-¿Dónde quieres dormir , Pepa?
-En donde gustes , es tu casa no la mía.
Tristán se acercó instintivamente a ella con una amplía sonrisa.
-¿Gustarías de dormir conmigo , Pepa? - preguntó por lo bajo.
Ella sacudió la cabeza instintivamente.
-¿Por qué no?
-Pues porque...no.
-Eso no me sirve. Mi madre no esta , estamos los tres solos.
-¿Y las sirvientas?
-Si ese es el problema las despacho y punto.
Pepa le agarró el brazo antes de que marchara y le obligó a mirarle.
-Tristán , no sabes cuánto te agradezco que comprendas mi situación y que me desees en esta casa.
Sonrió con amabilidad y retiró un mechón de pelo del rostro.
-Y yo agradezco que cuides de Martín como la madre que eres , y que me aceptes como su padre , aun que en realidad no lo sea.
Lo miró a los ojos con una sonrisa y no pudo evitar rozar con las manos su nuca.

Sigue sigue no nos dejes asi

Cris, sigue que está muy bonito el momento; no nos puedes dejar a medias!!!!