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El Rincon de Alfonso y Emilia. No concibo mi vida sin ti.

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#0
MARCHISPITAS
MARCHISPITAS
22/06/2011 18:43

“Si de tanto que te quiero me duele.”



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Canales



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Sandra Cervera y Fernando Coronado.



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Mundo fan.



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#11541
MARCHISPITAS
MARCHISPITAS
08/10/2011 23:48
Yo tambien estoy enfadada por como llevan el tema, pero es que en la realidad pasan esas cosas, ahi tenemos a miles y miles de mujeres maltratadas que callan, porque las anulan completamente y miles y miles de cuernudas, que aunque les intentes abrir los ojos no se dejan...! Pero por es no va a dejarme de gustar la pareja, puedo enfadarme, defraudarme, pero creo que despues de la tormenta llegara la calma....o me quereis decir que si tuvierais una amiga que le estuviera pasando lo mismo y le intentarais abrir los ojos y no os creyera le ibais a dar la espalda luego? de los errores se aprenden, y Emilia nunca ha sido correspondida por nadie y eso le hace mas vulnerable todavia...!!Y yo pienso que los guionistan no van a ser tan tontos de no darnos algo bonito, soy ingenua verdad?, jejeje, pero es lo qe espero...
#11542
lapuebla
lapuebla
08/10/2011 23:55
Buenas noches.

Vaya, yo que entraba para ver si había algún fic optimista......Rosa, Olsi,...¿dónde estais?

Faye, creo que la mayoría se siente decepcionada con el rumbo que los guionistas han hecho tomar a esta pareja. A todos nos enganchaba la trama del admirador secreto, una historia de pequeños detalles, un toque de timidez y un mucho de ternura. Nada que ver con los dramas de la pareja protagonista o de Soledad-Juan. Pero supongo que visto el interés que despertaba, los guionistas decidieron estirar el chicle hasta el infinito. Y aquí nos encontramos, en medio de un triángulo surrealista: el guapo oficial, putero, borracho, vago pero zalamero; la chica ingenua que nunca se ha sentido amada y que se deja deslumbrar por los primeros piropos que recibe en su vida no dirigidos a sus guisos; y el amigo leal pero cobarde que calla. Y lo peor es que les funciona, porque al final todos seguimos viendo la serie, aunque sea a trompicones en el modo salón. Yo soy la primero que repito una y otra vez "anda y que les den, que yo no vuelvo a verla", pero al final me puede la curiosidad de ver por donde van a tirar.....

Menos mal que nos queda el foro, con sus fics, con los vídeos (por cierto, hay vide nuevo en La Gramola!!!), y con los comentarios. Así que porfa, no te borres, que aquí caben todas las opiniones.

Uf, qué pesada me pongo cuado le doy a la tecla. Os dejo, que estoy intentando encontrarle un final digno a mi último relato. Pero entre el primer resfriado del otoño y cierta desgana, no doy con la solución.
#11543
Abril 22
Abril 22
09/10/2011 00:32
A mí no me gusta la trama de la Bruja pero lo del Olmo si. Va a ser grande ver cómo se la han colado a Soledad y la Doñacarcajada!!!!
#11544
CUQUINA37
CUQUINA37
09/10/2011 01:20
Tengo dos fics a medias pero me puede el sueño para acabarlos.Faye mujer no te lo tomes tan a pecho,es una novela,en las novelas no todo el mundo actua cuerdamente si todo fuera mariposas y florecitas no venderian ni un rosco...las cosas las tienen que poner muy mal para que mejoren.

Severiano esta actuando como exactamente debe,al prohibirla a Emilia que vea a Alfonso y que se lo exija mas ganas la van a quedar a ella para querer verle.le echara de menos mas que nunca y en cuanto el otro se large al lupanar ella ira a reclamarle a Alfonso,vamos con ese pretexto...y iremos poco a poco viendo la luz,aunque tengamos Severiano tocando la moral una temporada.

Yo tengo fe en la pareja,mas aun cuando los mismos actores nos dan esperanzas.Fernando dijo que arderia Troya y ya hemos visto las primeras antorchas...todavia queda gente y pueblo por quemar.

No soy muy consciente de lo que escribo...me caigo de sueño.Hasta maana
#11545
olsi
olsi
09/10/2011 01:41
Mar, ya puedes usar la canción para algún vídeo, quedará precioso! ;) El videoclip mejor no verlo, se ve que no tenían presupuesto ni para la ropa de la chica... jaajajja

Faye, entiendo que puedas estar decepcionada, pero yo pienso que Emilia está cegada. Es una chica de pueblo en la que nunca un hombre se ha fijado en ella (lo de Alfonso ni lo sabe), por eso es tan enamoradiza a la que algún hombre es algo cortés con ella (lease Alberto). a Alfonso lo conoce de siempre, por lo que le cuesta verlo así... Ahora llega Severiano, guapo y con labia, ella piensa que está enamorado de ella, y no quiere ver la verdad porque es el único que le ha dicho que la quiere... no sé...yo pienso así, aunque no estoy nada de acuerdo con el frungimiento y mucho menos de que ella se quede preñada...

Os dejo la continuación del fic de ayer.
Buenas noches!!!

.........................


Reproches PARTE 2

Esa noche durmió entre sobresaltos. Cuando por fin conseguía conciliar el sueño, unos pocos minutos bastaban para volver a desvelarse. Estaban pasando demasiadas cosas en su vida que la colmaban de preocupaciones. Aquella verdad sobre su familia, a la que por mucho que intentara acostumbrarse, no era capaz. Pepa… Pepa estaba perdiendo el juicio creyendo ciegamente en las patrañas de aquella estafadora que se había ganado su reputación por méritos propios en toda la comarca. Habían discutido y la sentía más lejos que nunca. Severiano la había engañado, la había engatusado con su amor fingido y aquellas falsas promesas… Otra vez era la tonta que había entregado su corazón para que lo volvieran a pisotear sin compasión.

Lo único que le devolvía la esperanza y las ganas de seguir adelante era Alfonso… No le había fallado, como ella había creído, sino todo lo contrario… Siempre había estado a su lado, protegiéndola, aguantando sus reproches en silencio por evitarle un sufrimiento mayor… Aunque siempre lo había tenido en gran estima, notaba como si toda la ternura y el cariño que sentía en esos momentos hacia él no le cupieran en el pecho, haciendo que sintiera como si el corazón le fuera a estallar de un momento a otro.

Tenía que volver a hablar con él, disculparse por su maldita ceguera que no le había dejado ver más allá de sus propias narices, intentar recuperar a ese hombre que ahora sentía que necesitaba más que a nada en el mundo.
Pero sabía que no sería tarea fácil, pues el día anterior ella le había soltado cuatro frescas, creyéndose cargada de razón, y no sabía qué decirle o cómo actuar para que él entendiera todo lo arrepentida que estaba por tratarlo así.
Necesitaba verlo de nuevo, fijarse en los detalles en los que antes no reparaba para sentir un poco del amor que Juan dijo que sentía hacia ella. Aunque no estaba muy convencida, pues la actitud que había tenido hacia él seguramente habría ido matando poco a poco esos sentimientos…

Se levantó para empezar cuanto antes sus quehaceres, dispuesta a acabar cuanto antes para poder ir a casa de los Castañeda y arreglar este desaguisado.
Por mucho que se apresuraba, las horas se le hicieron eternas, hasta que por fin acabó de preparar la comida.

- Padre, he de salir un rato.
- ¿A dónde vas hija? ¿Vas a encontrarte de nuevo con Eulalio?
- No… es otro tema el que tengo que resolver. Ya le contaré más tarde. Le he dejado todo preparado para la comida.
- Está bien, ve tranquila.

Se quitó el mandil, dejándolo sobre la barra, y se encaminó hacia su destino. A cada paso que daba, sentía que el corazón le latía más deprisa y que unos nervios que nunca antes había sentido se adueñaban de todo su ser.
Cuando llegó a la puerta de los Castañeda, notaba como el corazón se le iba a salir por la boca. Respiró hondo, dándose ánimos a ella misma para controlar aquellos nervios que sentía y que temía le jugaran una mala pasada. Cuando fue a llamar a la puerta vio que estaba abierta y la empujó para entrar.

A la mesa estaba sentada Rosario, que lloraba desconsolada mientras Mariana intentaba consolarla regalándole un abrazo.

- Rosario… ¿qué tiene? – preguntó Emilia preocupada
- Ay Emilia… no te habíamos oído llegar – dijo Mariana, mientras Rosario se secaba las lágrimas.
- Nada, hija… que una no gana para disgustos…
- ¿Otra vez Juan? – preguntó tímidamente, con temor a que creyeran que se metía donde no debía.
- No… esta vez no es él… es… Alfonso… - respondió Rosario volviendo a llorar.
- ¿Alfonso? ¿Le ha ocurrido algo?
- Se ha ido Emilia… Mi hijo más trabajador, bueno, noble… el que ha sido como el cabeza de familia, nos ha dejado…
- ¿Cómo que se ha ido? ¿A dónde? – Emilia cada vez estaba más impaciente.
- Esta mañana se levantó dispuesto a marcharse… recogió sus cosas y se despidió de nosotras – dijo Mariana ahorrándole a su madre el sufrimiento de explicarlo, sabiendo de sobras el motivo de la partida de su hermano – ayer… discutisteis de nuevo ¿verdad?
- Sí… - dijo pensativa Emilia – venía a arreglar las cosas con él… ¿A dónde se dirige? ¡Tengo que alcanzarlo antes de que se vaya!

Mariana le dio un beso a su madre y condujo a Emilia hacia el patio.

- Emilia, sabes que te apreciamos, que siempre has sido como una hermana para nosotros… pero será mejor que dejes marchar a mi hermano…
- ¡No! Necesito hablar con él…
- Mi hermano ya ha sufrido bastante, y se merece intentar empezar una nueva vida lejos del motivo de su sufrimiento… lejos de ti…

Emilia la miró con los ojos nublados, pues sabía que Mariana tenía razón… bien sabía ella que el peor de los males se sufre con el desamor, cuando ves que la persona a la que amas con toda tu alma no te corresponde, y, por mucho que le doliera, ella había causado ese sufrimiento en Alfonso, aunque fuera sin darse cuenta…

- Lo sé… pero… yo no quiero que sufra… me he dado cuenta de muchas cosas Mariana, y no me perdonaría en la vida si no hago nada por recuperar lo único que da luz a mis días… y ese… ese es Alfonso… - dijo entre lágrimas, notando como el rubor subía a sus mejillas por estar abriendo su corazón a aquella verdad que sentía desde la noche anterior.

Mariana la miró fijamente y pudo ver en sus ojos todo el sufrimiento y desconsuelo de aquella mujer que parecía haberse dado cuenta de todo lo que valía su hermano...

- Está bien… - dijo después de unos segundos – si marchas ahora, tal vez lo alcances en La Puebla… marcha hacia Lugo…
- ¡Gracias, mil gracias Mariana!

(continúa)
#11546
olsi
olsi
09/10/2011 01:41
La abrazó con fuerza y le dio un sonoro beso en la mejilla, para luego salir corriendo. Tenía que alcanzarlo, debía hacerle saber lo arrepentida que estaba por no haber seguido sus consejos, por haber creído en Severiano antes que en él, que siempre había estado a su lado. Lo necesitaba, ahora más que nunca, y no dejaría que la abandonara ahora que se había dado cuenta de que lo único que quería es ser amada de la manera que sólo Alfonso Castañeda era capaz de amarla…

Cuando llegó a La Puebla, vio que no sería tarea fácil encontrarlo, pues había demasiada gente esperando diligencias con diferentes destinos. Aquel era el lugar de referencia desde el que se podía viajar a cualquier parte de España y, por lo tanto, el gentío le dificultaría su cometido de encontrar a Alfonso.

Ya llevaba dando vueltas un buen rato, corriendo entre la gente y mirando desesperada para todos lados, cuando por fin lo vio, dándole un vuelco el corazón. Estaba sentado en el suelo, al lado de un saco de tela abultado donde llevaba todo su equipaje, y llevaba puesta su inseparable gorra, mirando fijamente al suelo.
A medida que se aproximaba hacia él sentía como los nervios se volvían a apoderar de ella, haciendo que le temblara todo el cuerpo y creyendo que sus piernas le fallarían en cualquier momento. Se colocó a su lado, sin que él reparara en su presencia.

- No te vayas… - susurró.

Alfonso levantó la vista y se quedó atónito al verla.

- Emilia… ¿qué haces aquí? – preguntó levantándose con premura.
- He venido para pedirte que no me dejes… - dijo entre lágrimas.
- Lo siento Emilia… - volvía a mirar al suelo en un intento de que Emilia no viera el dolor que seguramente transmitían sus ojos – la decisión está tomada.
- Pero no puedes hacerme esto… ahora que te necesito más que nunca…
- Tú no me necesitas… tienes a Severiano, tienes a tu familia…
- No tengo ni una cosa ni la otra… Alfonso… me he dado cuenta lo equivocada que estaba, tú tenías razón y yo nunca escuché tus advertencias… lo siento… ¿qué tengo que hacer para que me perdones? ¿qué tengo que hacer para que no me dejes? Si quieres puedo pedírtelo de rodillas…

Emilia empezó a agacharse, con la intención de arrodillarse ante él, pues haría cualquier cosa por retenerlo en Puente Viejo. Si él se marchaba, su vida sí que ya no tendría sentido…
Alfonso la agarró de los brazos, impidiendo que se arrodillara obligándola a subir.

- No hagas esto…
- Si así consigo que desistas de tu idea de marcharte, lo haría una y mil veces… ¿no ves que te necesito? ¿Que no puedo vivir sin ti?
- Emilia por favor… necesito alejarme para poner en orden mi vida… quedándome aquí no podría…
- ¿Por qué? ¿Porque estás enamorado de mí?

Alfonso la miró confuso… ¿cómo podía saber ella eso? Se había empeñado en esconder aquel sentimiento y no podía entender cómo había logrado descubrirlo…

- Lo sé todo Alfonso… - dijo secándose las lágrimas – ¿por qué? ¿por qué no me dijiste nada? Habría sido todo tan diferente…
- Tú me veías como a un hermano y lo único que hubiera conseguido si te lo hubiera confesado es que huyeras de mí, perderte para siempre…
- Y ahora soy yo la que te pierdo a ti… ahora que he abierto los ojos, ahora que he despertado de la pesadilla con Severiano, ahora que empezaba a soñar contigo, con nosotros… te vas… volviéndome a dejar sola…
- No digas eso… - le dolía en el alma verla sufrir de aquella manera y no podía reprimir los impulsos por abrazarla, así que no lo hizo. La rodeó con sus brazos, dándole un suave beso en la frente, con el que ella notó que se estremeció todo su cuerpo.
- Sé que no soy digna de ti, que no merezco ser amada por un hombre como tú Alfonso, no ahora que ya no soy pura – dijo sobre su pecho- Sé que creerás lo peor de mí y que desconfiarás de mis palabras, pero sólo te pido que me des la oportunidad de demostrarte que sigo siendo la misma Emilia de siempre… Pero por lo que más quieras, no te vayas…
- Lo que más quiero en este mundo eres… tú, Emilia – dijo separándose y mirándole a los ojos – y ni pienso lo peor de ti ni me voy a ningún lado… No sé qué te habrá hecho abrir los ojos, pero bendito sea el motivo, pues pensé que te había perdido para siempre…
- Nunca me has perdido y nunca me perderás…

Volvió a abrazarlo con fuerza, intentando quitarse de la cabeza las ansias locas que tenía de besarlo, pues no quería errar y tenía que hacer las cosas bien, pues en ese momento no se sentía digna del amor de un hombre tan noble como Alfonso. Se ganaría de nuevo su confianza y su amor… ese amor que ansiaba más que nada en el mundo y que había hecho que volviera la esperanza a su maltrecho corazón…
#11547
CUQUINA37
CUQUINA37
09/10/2011 06:18
Que bonito Olsi.Yo estoy desvelada..como siempre.Voy a dejaros el fic que acabe para ver si me entraba el sueño.

---LA VERDAD DEL AMOR 4---

A la mañana siguiente al poco de marchar Alfonso al tajo y mientras se miraba en el espejo del dormitorio su incipiente tripita,llamaron a la puerta.Se puso una bata por encima y miro por la ventana quien podia ser.Vio a Mariana un tanto aturdida y temerosa abrio la puerta de la calle.

-Mariana,no te hacia aquí tan pronto.¿Que ha pasado?.

-Emilia,¿puedo confiar en ti?.

-Claro mujer.Somos cuñadas y ademas me gustaria que confiaras en mi como si lo fueramos hermanas de verdad.¿Ha pasado algo con Hipolito?.

-No ha pasado nada fuera de lo normal,Emilia pero me ha dado miedo.

-¿Qué es lo que te ha dado miedo Mariana?.Me estas asustando.¿Ha hecho algo raro Hipolito para que te asustes asi?.

-No básicamente lo que dijo Pepa.Pero no es eso-dijo bajando la voz-Es que me da miedo las caras que pone Hipolito mientras..eso..ya sabes.Y luego..no quiere apagar la luz y cuando la apago empezo a hablar como un poseso y me ponia nerviosa hasta que le tape la boca con la mano para que callara.

- Es la cosa mas sencilla del mundo,dile que se calle y si te asusta las caras que pone pues no le mires.-dijo riendo-Ay Mariana que cosas tienes.Hombre Hipolito no es un hombre..digamos muy agraciado pero para que te enamoraras de el alguna virtud tendra.

-Tu a Alfonso le miras la cara cuando…y¿ habla tambien?

-Yo a tu hermano le miro todo lo que haya que mirar y ya sabes que es parco en palabras…pero solo es parco en eso.Pero esa no es la cuestion.A ver Mariana…¿A ti Mariana te ha gustado?.¿O no?.Por que te puedo decir alguna cosilla para que te guste mas..pero que no se entere tu hermano que ya sabes como es para ciertos temas.

-Emilia..me da vergüenza..pero si me ha gustado..¿eso esta mal o es pecado?.

-Eso no es pecado,es normal que te guste hacerlo con la persona que quieres.

-¿Y que cosas son esas que dices que sabes para que me guste mas?.

-Como se entere tu hermano que hemos tenido esta conversación te mato.A ver escucha.

Se acerco a su oido y empezo a susurrarle cosas que a Mariana le hicieron sonrojarse mientras asentia con la cabeza.

-Emilia..¿eso le va a gustar?.

-Creeme,le gustara.Ademas como todo,la practica lleva a la perfeccion.Ahora date la vuelta..vuelve con tu marido y la siguiente clase teorica que te la de Pepa.¿Que ha dicho cuando te ha visto salir?.

-No me ha visto,estaba dormido y me escabulli.

-Anda tira para tu casa y no vuelvas por aquí hasta mañana y no hayas practicado esos trucos al menos tres veces cada uno.

Mariana salio por la puerta y Emilia se echo a reir imaginandoselos no habia dado un par de pasos dentro de la casa cuando volvieron a llamar a la puerta.

-Mariana,vuelve con tu marido-dijo.

-No soy Mariana-dijo Pepa al abrir la puerta-Vengo por que estoy preocupada por ti.Me ha dicho tu padre que te encontraste mal ayer.¿Es el bebe?.

-No estoy estupenda,no tengo ni nauseas ni nada de lo que dicen las embarazadas.

Dejame ver como vas.Las dos mujeres se metieron en la habitación.Pepa la examino.

-Emilia una buena noticia,creo.¿Cuando lo hicisteis Alfonso y tu la primera vez?.

-El dia de la tormenta que anego los campos de la doña.

-Y de eso hacen cuatro meses que es de lo que aproximadamente estas embarazada semana arriba,semana abajo.Si fuera de Severiano estarias de casi seis meses y no estas tan cumplida.

-Osea que no es de Severiano,no lo es..¿estas segura?.

-Segurisima.Con los años que llevo de partera te puedo asegurar que no estas embarazada de mas de cuatro meses si no tuviste mas relaciones con Severiano después este niño es imposible que sea de el.Aunque no te congratules tanto de no tener nauseas ni vomitos,no tardaran en aparecer.Sueltate un poco el corse y deja espacio a lo que viene.

-Pepa,que feliz va a ser Alfonso.Ya no planea la sombra de Severiano tras lo nuestro.Pepa,no sabes cuanto le quiero.

-Os vi ayer bailando en la plaza.Por cierto,he visto a Severiano saliendo de casa de la viuda de Cosme.Me ha dicho Gregoria que la mujer ha ido con una enfermedad de esas que se cogen en los prostíbulos.Esta claro quien se la pego.Tuviste suerte por los dos lados.Ni niño ni nada malo.

-Me da igual Severiano.El unico hombre que me importa es mi marido.Le amo con toda mi vida.Sabes,Mariana ha venido hace un rato..que risa me he pasado.Creo que Hipolito es tan creativo en el catre como el su vida normal.Me la tenia asustada.

-Menudo par.-rio Pepa.

-Me voy a vestir.¿Vienes conmigo al colmado a comprar para la posada?.Y para comprar un trajecito a mi bebe.Quiero que todo el mundo sepa que voy a tener un bebe..y mira..me voy a soltar la ropa..que se me note.

-Venga te espero.

Salieron las dos felices de la casa dirigiendose al colmado.Raimundo desde la puerta las saludo con la mano.Hechas las compras,Pepa se fue a un parto mientras Emilia se fue hacia la casa de comidas.

-¿Qué vas ha hacer de comida hoy,hija?.-dijo rebuscando en las cestas.-¿Y esto?.

-Unos patucos.Se que es pronto..pero me hacia ilusion el comprarle algo.-dijo acariciandose la tripa-No se que sera,pero que sere la mas feliz del mundo.

-Hija..un nieto.Mi primer nieto.Hija,¿lo sabe Alfonso?.

-Claro esta al dia.Ya lo sabia desde hacia tiempo pero queria antes comprobar una cosa…y ahora que todo esta como dios manda…pues que se entere el mundo entero.

Una voz socarrona se escucho a su espalda.

-Vaya Emilia.Enhorabuena.¿Es mio?.Veo que no le has contado a tu padre que tu y yo nos acostamos.

-No,no se lo habia contado,pero te agradezco en el infinito que sucediera.¿Sabes por que?.Por que no entiendo como siendo tan aficionado a los burdeles te das tan poca maña con los asuntos del catre.Eres bastante inútil.Afortunadamente ahora se lo que es que te hagan disfrutar en el catre.Ya te lo dije ayer,Alfonso es mejor que tu en todos los sentidos,y ahora largate de mi casa y de mi negocio.

-No te creas que os habeis librado de mi.

-Ahh y vete a la doctora,se dice por ahí que tienes gonorrea.Que asco.

Salio furibundo de la posada.Raimundo miro a su hija.

-Padre,me engaño,estaba mal y me deje llevar.Fue un error.Pero el niño no es suyo es de Alfonso.No puede ser de el..estaria de mas tiempo.

-Hija no sere yo quien te juzge.Solo te apoyare en todo lo que necesites incluso si hay que partirle otra vez la cara a ese.Mira quien viene por la plaza…y viene cargado.

-Este hombre..no tiene medida.¿Ha que trae la cuna que encargo sin decirme nada?.No hago carrera de el padre.Se pasa los dias haciendome regalos.

Raimundo sonrio al ver salir a su hija corriendo a los brazos de su marido.Les contemplo a ambos en el patio abriendo el paquete que traia Alfonso.Le gustaba tanto verla feliz.
#11548
lapuebla
lapuebla
09/10/2011 09:36
Olsi: bravo

Rosa: bravo

Yo quiero una trama así para Hipólito y Mariana!! Es que sólo de imaginarme una noche de bodas entre estos dos.......carcajada
#11549
olsi
olsi
09/10/2011 11:21
Cuquina!!! como animan tus fics! Graciassssssss ;)

Os dejo la tercera parte del fic ;)

......................


Reproches PARTE 3

Ya habían pasado unos días desde que Alfonso desistió de la absurda idea de irse de Puente Viejo. Desde entonces había visto a Emilia a diario, como era antes de la llegada de Severiano al pueblo, y notaba que los lazos que se habían roto entre ellos se iban recomponiendo, sintiendo que cada día que pasaba eran más fuertes.

No habían vuelto a hablar del amor que Alfonso sentía por ella. Ella quería ir despacio, esta vez no erraría por la desesperación de ser amada, sino que quería establecer sólidamente los cimientos de la relación que ansiaba mantener con él. Además, después de lo que había pasado con Severiano, tenía que ir con cautela, pues lo último que quería es que Alfonso pensara que era una cualquiera…

Se limitaba a verlo llegar cada tarde a la casa de comidas y, como si de un ritual se tratase, cogía dos vasos y una jarra de vino y ambos salían al patio a conversar durante horas, hasta bien entrada la noche. Era curioso, pero bastaban sus palabras para traer el sosiego y la calma a su alma, esa calma que tanto necesitaba y que no había conseguido encontrar con nada. La escuchaba, la aconsejaba, la confortaba… Aunque todavía tenía los mismos problemas, sentía que teniéndolo a su lado podría luchar contra todo lo que le deparara el destino.

Cada noche, en la oscuridad de su habitación fantaseaba con su voz, con su profunda mirada que la traspasaba calándole en el pecho, con sus manos acariciando su cuerpo, con sus labios recorriéndole cada centímetro de su piel… Nunca antes había tenido esos pensamientos con nadie y comprendía un poco más cada día que aquella era la primera vez que amaba de verdad, y lo sentía con tanta fuerza que sabía que sería la única. Aunque le había costado descubrir esos sentimientos, sabía que el amor de su vida era únicamente él y que ella había nacido para amarlo.

Alfonso, por su lado, no le había vuelto a sacar el tema. No quería presionarla, más sabiendo que acababa de llevarse una desilusión con el que en mala hora trajo a Puente Viejo. Se limitaba a escucharla, y se sentía feliz… feliz por ver cada día esa sonrisa que hacía tanto tiempo que no veía y que ahora sólo le dedicaba para él. La sentía más cerca que nunca y eso llenaba su alma de esperanza e ilusión, pensando en que, tal vez, algún día, ella pudiera sentir un poco del amor que él profesaba hacia ella.

Había sido un necio cuando pensó en abandonar su pueblo. Sabía de sobras que, por mucho que se alejara, el amor que sentía era tan grande que le seguiría a dónde fuera, y que ni siquiera la muerte podría arrancar ese sentimiento que hacía latir su corazón.
Muchas veces, mientras oía el canto de su voz, se quedaba embobado mirándola, sin poder apartar la vista de sus carnosos labios y sintiendo que lo que más ansiaba en la vida era tomarlos con los suyos. Cada día que pasaba podía notar como el brillo que solían desprender sus ojos se iba recuperando, hasta que llegó el momento en que lo recuperó por completo. Estaba más bella que nunca y se sintió más enamorado si cabía con cada gesto, con cada mirada, con cada roce de sus manos entre las suyas, con cada abrazo…

La noche ya había caído y los últimos parroquianos ya habían marchado a descansar, incluso Raimundo, que ya llevaba rato en el catre.
Emilia estaba acabando de recoger, tarareando una canción. Aunque Alfonso no pudo quedarse a ayudarla, se sentía feliz… Aquella tarde, antes de marchar, la había abrazado, pasando sus manos por su cintura y dándole un beso en la mejilla, casi rozando la comisura de sus labios… Creyó que sus piernas no la sostendrían mientras ocurría, que sus rodillas cederían al notar el torrente de emociones que había sentido con aquel inocente beso. Esa noche fantasearía más que nunca, pues nunca antes habían estado sus labios tan cerca el uno del otro…

Estaba a punto de terminar y retirarse a descansar, cuando un estrépito a su espalda la sobresaltó. Giró asustada y vio cómo Severiano venía tambaleándose hacia ella, desprendiendo a su paso ese asqueroso olor a vino barato. No había vuelto a verlo desde que lo echó de su casa, y viendo lo borracho que venía, no podía buscar nada bueno…

- ¿¡Qué demonios haces aquí?! – le chilló ella interponiendo la escoba que sostenía entre ellos.
- Emilia… mi amor… ¿no me echas de menos? – le dijo cogiendo la escoba y tirándola al suelo con brusquedad.
- No me hagas reír… fuiste el peor error de mi vida… - dijo nerviosa por la actitud de “El guapo”.
- Eso no me lo decías en el catre... – la arrinconó entre la barra y él, rodeándola con sus brazos impidiéndole que escapara.
- ¿¡Pero que estás diciendo insensato?! – gritó forcejeando intentando escapar – me arrepiento de eso desde el mismo momento en que ocurrió…
- No mientas… - susurró acercándose a sus labios, hecho que junto a la peste que emanaba de su boca hizo que Emilia sintiera náuseas – sé que lo deseas tanto como yo… Hoy es tu día de suerte cariñito… me siento melancólico y quiero rememorarlo…

(continúa)
#11550
olsi
olsi
09/10/2011 12:40
Sin dejarla replicar, tomó sus labios con violencia, mientras comenzaba a subir su falda. Ella intentaba cerrar la boca con fuerza, echando la cabeza hacia atrás e intentando empujarlo para liberarse, pero todos sus esfuerzos eran inútiles. Tenía demasiada fuerza y sintió pánico, desesperación, impotencia por no poder hacer nada para hacer que aquella mala bestia parara… Lágrimas de rabia comenzaron a caer por sus ojos, cuando sintió que su agresor se separaba de ella bruscamente.
Vio como Alfonso lo agarraba de la camisa por la espalda, como lo tiraba al suelo de un empujón, para tirarse encima de él y comenzar a asestarle puñetazos.

Emilia lloraba sin moverse de donde estaba, contemplando la escena. Se sentía sucia, ese mal nacido la había vuelto a manosear y notaba cómo la piel le ardía por el asco que sentía.
Reaccionó al ver a Alfonso fuera de sí, no paraba de golpearle y Severiano estaba ya casi inconsciente. Si seguía así, lo acabaría matando.

- Para, Alfonso, para, que lo vas a matar… - dijo inclinándose hacia él y cogiendo sus brazos para que parara.

Alfonso la miró y ella pudo ver la rabia que transmitían sus ojos. Se levantó respirando con dificultad y miró con desprecio al desgraciado que yacía en el suelo con la cara llena de sangre.

- ¡Vete! ¡Vete ahora si no quieres que te mate hijo de mala madre!

Severiano se levantó con dificultad, teniéndose que ayudar apoyándose en una mesa.

- Me las pagarás Castañeda… juro que…
- ¡Si te vuelvo a ver cerca de Emilia juro que te mataré con mis propias manos! ¡No quiero que vuelvas a aparecer por aquí! ¿¡Entendido?!

Severiano salió por la puerta cojeando y limpiándose la sangre con el pañuelo que colgaba de su cuello. Cuando estuvo fuera, Alfonso corrió a cerrar con llave y se giró hacia Emilia, que lloraba de espaldas a él, apoyada en la barra.
Se aproximó a ella y la abrazó con ternura, dándole un beso en el pelo, para luego acercar su boca a su oído.

- Ya pasó mi vida… no voy a dejar que nada malo te pase…
- Alfonso… quédate esta noche conmigo por favor… te necesito – dijo entre sollozos.
- Claro que sí, no temas, me quedaré contigo…

Emilia se aseó, frotando su cuerpo con fuerza hasta hacer que la piel se le tornara rojiza. Necesitaba borrar la huella de las manos de aquel mal nacido, su peste a alcohol rancio… Cuando hubo acabado, tomó la infusión que Alfonso le había preparado. Se sintió algo más tranquila. La había vuelto a salvar a Alfonso, como siempre…

Al volver a la habitación, vio cómo Alfonso estaba sentado en una silla aguardándola, dispuesto a velar su sueño.

- ¿Qué haces ahí sentado? – le preguntó ella.
- Dormiré aquí, no temas… tú intenta descansar.
- Ven aquí conmigo… - dijo mientras se metía en la cama, dejando entreabierta la sábana – te necesito a mi lado…

Alfonso la miró aturdido… no se creía capaz de aguantar tenerla tan cerca, en camisón, sin poder tocarla, besarla, amarla como tanto deseaba… pero sabía que acababa de pasar por un mal trago y, viendo la desesperación y el temor que reflejaban sus ojos, fue incapaz de negarse.
Se tumbó a su lado tímidamente. Ella se aproximó a él, apoyando su cabeza sobre su pecho y rodeándolo con su brazo, a lo que él respondió con una caricia por su brazo.

- Te prometo que nunca dejaré que te ocurra nada malo… - le susurró.

Al cabo del rato, notó la respiración pausada de Emilia, sintiéndose el hombre más feliz del mundo de tenerla entre sus brazos, imaginándose lo que sería despertar cada día entre los brazos de aquella mujer a la que amaba profundamente…
#11551
mary14578
mary14578
09/10/2011 13:10
Buenos Días :).

Veo que habeis estado de debate jeje me gustan mucho todas vuestras opiniones y entiendo perfectamente la decepción de Faye, la mia es parecida pero no llego al punto de declarar que ya no me gsta la pareja por que vale que el inicio de ellos ya no será igual con toda la mierda que han mtido en medio y con lo que han hecho con los personajes pero la historia la sigo esperando por que pienso que cuando por fin se inicie nos compensarán (o eso espero).

GRANDES TODOS LOS FICS, ARTISTAS! Pepa yo tb kiero ya trama de Mariana e Hipólito y algo asi en la serie! es que ni a ellos los juntan :S.
#11552
CUQUINA37
CUQUINA37
09/10/2011 13:14
Gracias por lo piropos a mis fics.Pepa espero el tuyo con anhelo...

Olsi idem.

Os dejo otra parte ando entre pucheros.

---LA VERDAD DEL AMOR 5---

Su padre no la dejaba hacer mucho en la taberna desde que se entero de que estaba embarazada.Severiano habia regado por el pueblo que el niño que esperaba era suyo,pero a ella le dio igual.

Ella sabia la verdad que a su tiempo desmentiria los bulos que corrian,lo unico que le preocupaba era su marido y lo que dijeran de el,pero la fortaleza que el demostraba abrazandola en publico,paseando orgulloso de su brazo incluso besandola apasionadamente en mitad de la plaza importandole poco el que diran la llenaba de animo.

-Todo es pura envidia-se decia-Por que ninguna de esas chismosas tiene un marido tan guapo,tan bueno y tan leal como el mio.

Dolores como poco usual en ella desmintió la noticia a quien fuera a chismorrear,cosa extraña en ella ya que su nuera le imponia tal pavor en que se hablara de algun chismorreo en el colmado que ni osaba en que en su presencia se hablara mal del hermano o de la cuñada de esta.

Las dos muchachas se hicieron muy amigas,Mariana encontro en Emilia,no solo una consejera si no en la hermana que nunca tuvo y siempre deseo.Incluso cuando Pepa y ella le tomaban el pelo con algun asunto marital que la asustaba.

Los Mirañar le regalaron a su unico vastago una casita pegada al colmado que Mariana arreglo diligentemente ayudada por su cuñada que pese a su embarazo le fue de mucha utilidad tanto en la decoración de la casa como en sus cuitas maritales.Y es que estar casada con Hipolito Mirañar era a la par de divertido,muy peligroso.

Últimamente le habia dado por la escritura ligera,según decia el,literatura marrana según su esposa que maldecia el dia en que le dejo llevarse la maquina de escribir del colmado a casa para pasarse las horas muertas en casa vagueando en vez de atender el colmado.

Sin embargo Dolores le cogio mucho aprecio a la muchacha.No solo era una gran trabajadora si no que a aliviaba mucho en el trabajo diario,tanto que ampliaron el negocio y ahora tenian vestidos y articulos finos.

Rosario seguia bregando con Juan el unico que permanecia en la casa ya que Ramiro,alli en Asturias habia tardado poco en seguir los pasos de sus hermanos mayores y se habia prometido con una linda muchacha.

Aquel dia como otros tantos Mariana se acerco a la casa de comidas donde su hermano faneaba ayudando a su mujer tras la barra con los parroquianos.

-Emilia,necesito hablarte.-le dijo.

Alfonso se rio por lo bajo,le hacia gracia el secretismo de su hermana con Emilia y como esta la daba consejos jurandola secreto eterno pero que luego no cumplia,ya que sabia que por la noche le sacaria a Emilia que habia hablado con Mariana con un par de arrumacos.Y que luego tras enfurruñarse por hacerla cantar le prometia que no le diria a Mariana que se lo habia contado.

-Emilia,estoy harta de las guarrerias que le da a Hipolito por escribir.Mira.-le extendio un papel que Emilia leyo con una sonrisa en la cara estaba tan mal redactado y era tan malo que no entendia el sofocon de Mariana.

-Mariana,esto es malisimo.¿Que es lo que te sofoca?.

-Que cuenta todo lo nuestro.Como alguien se lo publique menuda vergüenza.

-Mariana,te puedo asegurar que esto no se lo publica nadie.Es tan rimbombante y tan malo que no creo que nadie lo lea salvo tu.¿En serio haces estas cosas en el catre?.Creo que hablas demasiado con Pepa.

-No bromees,Emilia.A mi me da apuro que escriba estas cosas.Se lo he dicho pero dice no se que de unas musas que no puede acallar en su mente.¿Y ahora por que te ries?.

-Por que me lo paso muy bien con tus cuitas maritales Mariana.Deberiais escribir sobre ellas,esas si que serian buena literatura.No le hagas caso dejale que escriba,asi no te dara la lata con otra idea peregrina que se le pase por la cabeza como cuando le dio por profetizar el fin del mundo.Cuando no te veas se las escondes y listo.

-Pero eso no es todo.Acabamos de tener una discusión terrible.Mira lo que he encontrado en el armario.Estoy casada con un satiro.

Le extendio unas fotos picantes que habia encontrado rebuscando en el armario.Emilia recordo que Alfonso le habia hablado de ellas.Se le escapaba la risa pero mantuvo la entereza al ver sollozar a su cuñada.

-Mujer,estas fotos son de hace mucho tiempo,antes de que te pretendiera cuando le dio por querer ser fotografo.Quitaselas y quemalas…y ya esta.Espero que tu hermano no tenga de esto en casa por que le mato.

-No Emilia,Alfonso no creo que tenga nunca cosas como estas,ni Alfonso ni Ramiro,son satiros como Hipolito quien hace esas cosas.Y no es por que sean mis hermanos…pero ellos no.Solo yo soy tan desgraciada…ademas,no te lo he dicho..creo que estoy embarazada.

-Eso si que es una buena noticia,cuñada.-le dijo feliz Emilia-Un sobrinito.¿Ya se lo has dicho a Hipolito?.Seguro que deja la literatura y se centra en lo que viene.¿Estas bien?

-No le he dicho nada.Si estoy bien me mareo un poco por la mañana,y me da asco la comida pero poca cosa mas.A eso venia yo tambien,a que me acompañaras al medico para que me examinara.Ha ido donde Pepa pero esta con Don Tristan.

-Dejame que coja un chal y te acompaño.Voy a decirle a Alfonso que vengo ahora.

Se acerco a la barra.Y le dio un beso a su marido.

-Me voy con Mariana al medico,creo que vamos a ser tios.

-¿Y por eso lloraba?¿Le tengo que ir a leer la cartilla a Hipolito?.

-No te preocupes.Luego te lo cuento todo…pero ya sabes el precio,sin mimos no hay cotilleo.

-Emilia,que mal aconstumbrada te tengo.-le dijo riendo.

-Y haces muy bien-contesto riendo y guiñandole un ojo,mientras salia por la puerta.
#11553
FermariaRules
FermariaRules
09/10/2011 13:27
Faye, si te sirve de algo, yo te comprendo a la perfección. Mil veces me he enfadado con Emilia y mil veces no la he entendido. Realmente me sorprendió de algunas personas la respuesta tan vehemente a tu comentario, porque creo que todas hemos pasado por ahí. Yo misma he tenido ganas muchos días de apagar la tele y que le dieran mucho por saco a la serie, a los guionistas y al tiempo perdido. Y creo que todos tenemos derecho a expresarlo sin entrar en lo que cada una haya vivido en su vida. Emilia está siendo una lerda, y no hay más. ¿Que es una situación que se daba y se sigue dando? Sí. ¿Y qué? Eso para mí no justifica ciertas actitudes suyas.

Yo sigo teniendo fe en Alfonso y Emilia porque creo que las cosas van a cambiar, porque Fernando nos ha dado mucho ánimo (y buena culpa tiene del aguante que estamos teniendo) y porque me apetece seguir viendo la serie para poder seguir comentando con la gente que la comento habitualmente. Si no fuera por eso, yo también me habría batido en retirada.

Bueno, y por los fanfics, que son la sal de esta historia (que se chinchen los guionistas).

Me pongo con ellos. ;)
#11554
librito
librito
09/10/2011 14:56
Buenos dias a todas las que esteis por aki....

Faye... te entiendo... ha decepcionado mucho..pero albergo la esperaza de que vuelva a ser la Emilia CSI que tanto nos gustabas.. y que la historia de AlfyEmi...vaya tomando un rumbo mejor... yo no se xke complican las cosas tanto los guionistas.. no tienen ni un apice de cohesion..de la requetebonita historia de amor del admirador.. a esta amargura que nos han echo vivir...y ahora..al menos sabemos que tornarán un poco las cosas..pero no sabemos cuanto van a estirar el chicle... QUE JUNTEN A ALF Y EMI NO SIGNIFICA QUE SE QUEDEN SIN CURRO SÑORES GUIONISTAS... que habrá un montón de capitulos y nosotr@s los seguiremos requetencantadas...jejejejej...
Al igual que creo que susi... te doy las gracias por mostrar tu opinion..xke esto es un foro para compartir cada uno sus pusntos de vistas y entretod@s intuir que leches estan haciendo con la serie XD jeejjejejeje

Rosa.... me encantan y me parto con esa MAriana jajajajajja

Olsi... lo flipo cada dia mas contigo.. y decias que no sabias si te iba a salir bonito...requetebonitos todos ..... me has dejado con el ay en la boca al quedarse los dos asi ...quiero mas jajajajaj

Where is PEPA????? que desde que vine esta noche y me puse a leerlos...me tiene en vilo... artistaza... los pelos de punta...creo que en a3 deberian de renovar la plantilla de ciertos departamentos....y te podian buscar a tí ;O)

Bsos y luego seguimos
#11555
martileo
martileo
09/10/2011 15:35
Olsi y cuquina, os doy mi enhorabuena por los fantasticos fics. Seguid así levantándonos el ánimo cada día.

¡¡ ARRIBA ALFONSO Y EMILIA !!

Hasta lueguito
#11556
CUQUINA37
CUQUINA37
09/10/2011 15:38
AQUI HAY TONGO.

Voy a lo del chozogozo y no me dejan votar por que dicen que ya he votado y no lo he hecho...

Asi suben los demas y nosotros nos quedamos estancados.

PEPATRIS

14145 votos

ALFONSOEMI


8943 votos
#11557
LadyG
LadyG
09/10/2011 15:57
Olsi, estoy sin palabras, que es precioso, perfecto, por favor la continuación yaa.
Y Cuquina, que con tu fic no he dejado de sonreír en todo momento. Ojalá se viera la escena de Mariana pidiendo consejos a Pepa y a Emilia, y también cómo ésta última le cambia información a Alfonso por sus mimos....
Por cierto cuquina, respecto a lo del chozogozo, a lo mejor votaste ayer a partir de las 12 y ya cuenta como el día de hoy, es que a mi también me ha pasado.
Gracias a todas, sois las mejores!!!
#11558
martileo
martileo
09/10/2011 16:05
Cuquina creo que es lo que dice LadyG porque precisamente me he metido ahora para votar y no he podido porque voté a partir de las 12
#11559
olsi
olsi
09/10/2011 18:29
Chicas! Me habéis sacado los colores! jejeje me alegro de que os gusten... :D

Os dejo la última parte ;)

...................


Reproches PARTE 4

Ya estaba amaneciendo y el primer rayo de sol que se asomó por la ventana fue el que despertó a Alfonso. Por un momento, al verse abrazado a Emilia, creyó estar soñando, pero pronto recordó todo lo que había ocurrido la noche anterior.
Menos mal que había llegado a tiempo o no se lo habría perdonado en la vida… Miró a Emilia, que dormía profundamente sobre su pecho, y sintió deseos de quedarse así durante el resto de su vida. No le hacía falta nada más, despertar y que lo primero que viera fuera su rostro, ya le colmaba de una infinita felicidad.

Luchando contra sí mismo, se levantó, acomodando con cuidado a Emilia para no despertarla. Tenía que marchar cuanto antes, pues no quería que nadie se percatara de que había pasado la noche allí y pensara cosas que no eran.

Se puso la camisa y se extendió un poco el pantalón, que llevaba algo arrugado de haber dormido con él. Cuando ya estaba dispuesto a salir, la voz de Emilia a sus espaldas lo impidió.

- ¿No te vas a despedir de mí? – preguntó mientras se incorporaba en la cama.
- No quería despertarte… - respondió nervioso – es muy temprano… todavía puedes descansar un poco más…
- Está bien… - dijo mientras se levantaba y se acercaba a él. Verla con ese camisón y saber que nada más llevaba debajo lo aturdía sobremanera – gracias Alfonso… gracias por estar siempre a mi lado…

Pasó sus brazos alrededor de su cuello, dándole un beso en la mejilla con el que él sintió que se derretía. Pasó sus manos por su cintura, aquella cintura que sin los ropajes normales podía intuir cómo era realmente, abrazándola con fuerza para intentar retener su aroma y que lo acompañara el resto del día.

- Esta tarde, vendrás ¿verdad? – preguntó Emilia en tono de súplica sin dejar de abrazarlo.
- Claro… claro que sí… A partir de ahora no me iré hasta que no cierres con llave la casa de comidas. Te prometí que no dejaría que te ocurriera nada malo y lo voy a cumplir…

Se separó de ella, dándole un beso en la frente. Tenía que salir de allí si no quería que sus instintos se adueñaran de su voluntad.
Salió sigiloso por el pasillo para no despertar a nadie, dejando a Emilia con una amplia sonrisa. Despertarse y ver como Alfonso se vestía y despedirse de él con aquel abrazo había sido mejor de lo que había soñado. Empezó a fantasear en cómo sería su vida junto a él, viéndolo marchar cada día, despidiéndose de él cada mañana entre besos y arrumacos… Eso era lo que quería y ahora más que nunca estaba convencida de ello.

Pese al mal trance de la noche anterior, aquella noche creyó que había sido la mejor de su vida, pues había dormido al compás del corazón de Alfonso, sintiendo en cada latido que lo amaba un poco más.

El día pasó como todos los demás, y, aunque su relación con Pepa no pasaba por su mejor momento, no pudo reprimir las ganas de contarle todo lo ocurrido. La había visto salir de su habitación y había corrido a su encuentro.

- Pepa… ¿cómo… cómo estás?
- Bien… - respondió la partera bajando la mirada. Le dolía en el alma estar disgustada con aquella amiga que más bien era como una hermana – Emilia… siento como te traté el otro día… pero esta desesperación que siento creo que me está nublando las entendederas…
- Tranquila… sé que tus palabras salen de tu dolor y no creas que te las tengo en cuenta…

Ambas amigas se abrazaron, pues sabían que no podían estar separadas y menos ahora, que tantas desgracias venían ocurriendo en sus vidas. Entraron en la habitación y departieron durante largo rato. Emilia le contó lo que había ocurrido la noche anterior con Severiano.

- Amiga… ten cuidado con “El guapo”. No quise decirte nada cuando te vi tan ilusionada, pero me hizo desconfiar desde que lo conocí. Y ahora que me cuentas esto, más que nunca te digo que vigiles… No cierres la casa de comidas sola bajo ningún concepto.
- Sí, lo sé… Alfonso ya me ha dicho que se quedará conmigo cada noche hasta que cierre…
- Ese chico vale su peso en oro, Emilia… y está enamorado de ti hasta las trancas…
- Lo sé… - dijo con una sonrisa – y… creo… creo que yo también lo amo Pepa…
- ¿Ah sí? – preguntó sonriendo.
- Sí… esta noche se ha quedado conmigo… - el rubor subió a sus mejillas al ver la cara de su amiga, que parecía haber entendido lo que no era – no creas cosas que no son… no ha pasado nada… sólo hemos dormido abrazados, pero creo que nunca había sido tan feliz en mi vida…
- Me alegro por ti amiga… No podrías haberte enamorado de hombre mejor…

El día siguió con normalidad, sirviendo chatos de vino y raciones de queso a los parroquianos que se acercaban a la taberna, pero Emilia sentía impaciencia por que llegara la tarde y volver a ver a Alfonso.

Por fin se acercaba la hora, y se le encogió el estómago viéndolo venir por la plaza. Todavía no entendía cómo había podido estar tan ciega durante tanto tiempo, pues a parte de la bondad y nobleza de aquel hombre, ahora lo veía el más atractivo del mundo…
Como era habitual, salieron al patio a parlamentar, pero esta vez las miradas entre ellos denotaban amor, ansiedad, deseo más que nunca… ambos estaban en una nube por haber desperado el uno junto al otro.

Cuando ya habían cerrado la casa de comidas, Alfonso la ayudó a recoger, entre miradas cómplices que se regalaban el uno al otro. Quería estirar al máximo las horas que pasaba junto a ella, pues eran las que le daban sentido a su vida y se sintió desilusionado cuando vio que ya era hora de marchar.

(continúa)
#11560
olsi
olsi
09/10/2011 18:29
- Bueno… pues creo que me iré yendo a casa, que ya es tarde…
- No te vayas… - dijo Emilia aproximándose a él – quédate conmigo hoy también…
- ¿Sigues nerviosa por lo de ayer? – preguntó apartándole un mechón de pelo de la cara y poniéndoselo tras la oreja.
- No… simplemente quiero estar contigo…

Alfonso pudo ver el deseo en los ojos de Emilia y no pudo reprimir más las ganas de besarla. La tomó por la cintura y acercó lentamente sus labios a los de ella, dándole tregua de apartarse si era lo que deseaba. Pero Emilia no lo hizo, esperó con ansia aquel beso que había soñado durante tantas noches.

Aquel primer beso desprendía tanta ternura, tanta dulzura, tanto amor… que Emilia creyó tocar el cielo con las manos. Entreabrió sus labios, suplicándole a los de Alfonso que la amaran, que calmaran esa pasión que sentía adueñarse de todo su cuerpo.
Alfonso se apartó y la miró a los ojos, pudiendo notar cómo ella deseaba aquel beso con la misma intensidad que él.

- Te amo Alfonso… - le susurró – creo que te he amado siempre… por favor, no me dejes sola esta noche…
- No lo haré…

Volvió a besarla, esta vez con más pasión, dando rienda suelta a la infinidad de sentimientos que siempre había tenido que controlar y que, por primera vez, podía mostrar sin tapujos, dejándose llevar por ese amor que sentía y que llevaba tantos meses asfixiando su alma.
Sin darse cuenta y sin dejar de besarla, sus pies lo encaminaron llevados por la pasión y el deseo hacia la habitación de Emilia.
No podía dejar de besarla, de acariciarla, y por la actitud de Emilia parecía que ella tampoco lo deseaba. Al contrario, sus besos le daban a entender que quería entregarse en cuerpo y alma a aquel amor.

La tumbó con delicadeza en la cama y la miró, viéndola más hermosa que nunca, con aquella respiración agitada que hacía que su pecho subiera para volver a bajar, en un vaivén que le aturdía y lo llenaba de pasión. Aunque la deseaba más que a nada en el mundo, no quería hacer nada de lo que ella pudiera a arrepentirse, por lo que no se tumbó junto a ella.

- Emilia… no sé si debamos…
- Shhh – lo calló ella poniéndose en pie frente a él – te amo como nunca pensé que podría amar a nadie… ahora sé que tú y sólo tú eres mi verdadero amor. Muéstrame que es cierto que tú también me amas, Alfonso Castañeda… Eso es lo que más deseo en la vida…

Volvió a besarlo con ternura, en un intento de que él pudiera notar a través de sus labios todo el amor que había descubierto sentir por él.

Se entregaron el uno al otro con ternura, como si fuera la primera vez para ambos… y en el fondo era así, pues nunca ninguno de los dos había experimentado lo bonito que es entregarse en cuerpo y alma a la persona que amas, lo dulce que es descubrir los secretos del amor al unísono, descubriendo a la vez la dicha de amar y ser amado…

Aquella noche volvieron a dormir abrazados, pero esta vez sus corazones rebosaban felicidad, aquella felicidad que ansiaba encontrar todo el mundo y que a ellos les había llegado en tan solo unas horas. Sabían que nunca nada les podría separar y que juntos tendrían la fuerza suficiente para luchar contra todo lo que les deparara el futuro.

Emilia volvió a dormir al compás del corazón de Alfonso. Atrás quedaron el sufrimiento y el dolor, ahora llegaba su hora, la hora de ser feliz junto al mejor hombre que hubiera podido imaginar y, aunque hacía mucho tiempo que conocía a Alfonso y el tiempo que le había costado descubrir que lo amaba como nunca soñó que amaría, en el fondo se alegraba, sabiendo que un amor tan profundo y puro como el que ella sentía no se albergaba de la noche a la mañana… Su madre siempre le decía que el amor verdadero, aquel que perdura en el tiempo y te llena de felicidad durante el resto de tu vida, no se encuentra fácilmente, que las mejores historias de amor son complicadas, y aquella era una de ellas, pues sentía que la colmaba de una dicha infinita que jamás pensó que encontraría…
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