El Rincon de Alfonso y Emilia. No concibo mi vida sin ti.

Ains que ando un poco perdida por el foro, en primer lugar Felicitar a todas las pilares y en segundo lugar.........SEVEEEEEEEE CAETE EN UN POZO NEGRO GUAPO...

FELICIDADES A TODAS LAS PILARES :).

sobre la serie yo tengo esperanzas, a Emilia la veo rara con el mascas además no quiere dejar de ver a Alfonso aun despues de la pedazo paliza que le dió al "amor" de su vida, eso es por algo no? que ni está tan enamorada del mascas ni Alfonso le importa un pimiento... yo creo que las tornas están cambiadas y está loca por Alfonso y el Mascas le importa un pimiento asi que toy positiva aunque sabiendo que ese tipo todavia está grabando no se que me da...¬¬.

Gracias por los fics mañaneros! son geniales!
Aquí os dejo otro xD

La decisión

***Quien fue a Sevilla…2***

Se sonrio de camino a la casa de los Castañeda.Que poco la importaban las amenazas de Severiano ahora.Un trueno lejano se escucho,se sonrio al escucharlo y recordar los vaticinios de Hipolito.

Habia ido hasta la puebla.Llevaba un regalo para Alfonso,lo habia envuelto diligentemente en la cocina de la posada mientras su padre reia mientras le contaba sus planes y deslizaba una nota dentro del paquete.Sintio que la antigua Emilia,la que Alfonso le echo en cara que ya no conocia volvia a ella.Para si misma se reconocio que todo lo de Severiano habia sido un gran error y queria enmendarlo.No sabia como pero este era su primer paso.

Llamo a la puerta.Otro trueno sono lejano.Alfonso abrio la puerta.Seguia serio y taciturno.

-No te habia dicho Severiano que no me hablaras.

-Alfonso,parece mentira que no me conozcas.¿Cuando he hecho yo algo que me han ordenado?.

-Dime-dijo enseñandole una silla-Que se te ofrece.

-Hace tiempo que no echamos una buena parrafada,Castañeda.Tengo muchas cosas que contarte.

-¿No se enfadara tu novio si vienes a echar una parrafada conmigo?.

-No creo,estara en el lupanar de la Puebla ahogando sus penas en alcohol o donde le de la gana ahogarlas.Hemos tenido una disputa y lo hemos dejado.La verdad si te soy sincera me importa un bledo.

-No te preocupes-dijo el amargamente-Pronto te vendra con milongas y tu te las tragaras tan ricamente.

-No creo,esta Emilia esta muy harta de Severiano,de sus requiebros y de sus sandeces,de ser un bueno para nada.No es lo que yo me pensaba.-dijo resuelta-¿Sabes?.-siguio tomandole la mano-Te tengo que pedir perdon,por que no te hice caso,tenias razon en todo,la pena es que he sido tan necia que no he sabido verlo antes.Tenia tantas ganas de enamorarme que el primero que me dijo cuatro tontas me lio y me confundi.

-No me tienes que pedir perdon por nada-dijo tras una pausa mirando al suelo con la mano de ella asida a la suya-No soy tu novio ni nada parecido,solo soy como un hermano para ti.

-No,eres mi hermano,ni mi padre,pero ellos tampoco lo son pero tu si,tu si eres tu,siempre lo has sido, y yo no te he sabido ver.-puso su mano entre las suyas buscando apoyo,el levanto la suya y la junto con las de ella-Ay,Alfonso ni yo soy Emilia Ulloa,no se quien soy..pero me conformo con volver a ser la Emilia Ulloa a la que respetabas algun dia.

-¿De que hablas?.-dijo mirandola extrañado-Emilia no dudes que yo siempre te respeto y te respetare.¿Qué dices de que Raimundo no es tu padre ni Sebastián tu hermano,ni tu Emilia Ulloa?.

-Ves por eso necesitamos una larga charla de las nuestras.

Emilia le puso al tanto de lo acontecido con su padre,de cómo se habia enterado de la noticia,de cómo se habia sentido de cómo sucumbio a los requerimientos de Severiano en un momento de flaqueza.El la miraba con ojos tristes imaginando cuanto habia penado por aquellos acontecimientos.Se reprendio a si mismo por haberla echado en cara el encamarse con el.La entendia en parte.

-Y lo peor Alfonso,es que mi padre mato a mis padres verdaderos.Iba borracho,el carro se le fue y les arroyo.No se puede volver atrás,pero..hay veces que me cuesta sentir a Raimundo como mi padre,siendo como es el responsable de que no conociera a mis padres.

-Bueno puedes hacer una visita a tus parientes de Villafranca.Asi les iras conociendo por lo que te cuenten de ellos.¿Quieres irte con ellos?-pregunto esperando una negativa.

-No,-respondio negando con la cabeza y mirandole a los ojos siguió-por mas que quiera Puente Viejo es mi hogar,donde esta lo que quiero.No me iria a ningun lugar del mundo.

-Ni a America con Severiano-replico el

-Con ese menos que con nadie.-y mirandole a los ojos dijo firmemente-Creeme Alfonso si te digo que me da igual donde este.Todo se acabo.Quizas la viuda de Cosme le de asilo.

-No te entiendo Emilia,hace unos dias..

-Hace unos dias era imbecil,Alfonso,espero que pronto me recupere de esa imbecilidad.

A el se le escapo una sonrisa con tamaña confesion y ella sonrio al verle a el.

-¿Sabes que cuando sonries estas muy guapo?.

-Emilia,no me tires piropos.-dijo sonrojandose-No me gustan las chanzas.

-No es chanza.Es verdad.Ahh se me olvidaba.Han dejado esto en la posada para ti.Venia a dartelo.

-¿Para mi?-dijo confundido-Yo no espero nada de nadie.
-Es que ha veces Castañeda,cuando no esperas algo es cuando aparece.¿Que es?.

-No lo se-dijo examinando el paquete.

-Abrelo,por dios hombre.No me tengas en esta intriga.

Abrio el paquete sin quitarle ojo a Emilia.Por dentro sintio que ella habia descubierto su juego del admirador secreto y le estaba devolviendo la pelota.Sobre todo cuando a medida que quitaba el papel la miro de soslayo y la vio sonreir.

-Sera que tengo una admiradora secreta-dijo tanteando el terreno antes da abrir del todo el paquete.

-Puede ser.Yo tambien tuve uno que nunca se dio a conocer y que creia que nunca me enteraria de quien era.Abrelo hombre…

Abrio el paquete y se echo a reir.

-Caperucita roja-dijo entre risas-¿No estoy muy mayor para cuentos,Emilia?.

-No por que menudo cuentista que me has salido,Castañeda.Lee la dedicatoria.

-‘Para mi cazador,espantador de lobos malvados.Que siempre estes a mi lado por que te quiero,necio.

Firmado

Caperucita Ulloa.’

Sin acabar de leer la dedicatoria ella se acerco y le beso.Muchas veces habia soñado con un beso suyo y le supo a puchero recien cocinado,a dulces recien horneado,a la Emilia de toda la vida.A la Emilia de siempre la de antes de Severiano.Se levanto de la silla y tiro de ella hacia el.La abrazo por la cintura y la beso ardientemente,ella sintio que el final del mundo podia acercarse ahora mismo por que era la mujer mas feliz del mundo.Fuera la tormenta se desataba furiosa,como habia profetizado Hipolito.No llegaria el fin del mundo,pero si el principio del suyo.

Continuara si las musas me ayudan.

Colgada! cada vez te superas! me encanta! ya podría haber sido así... espero la continuación

Edito: Cuquina! acabo de leer el tuyo... genial! Espero que te lleguen las musas! jjeeje

No sé qué estará tramando el Calavera pero como ponéis arriba esa Cara no me gusta un pelo y da miedo imagino que intentará algo contra Alfonso... a ver si Olmo contrata a Alfonso y se pira de las tierras de la Doña...

Muy chulos esos relatos como Siempre!!!!! Perdón por el dobleposteo al no salir...

Hola chicas , veo que hay tranquilidad por aquí .
He leído todos los fics, gracias artistas- Aunque la verdad, el de la muerte de Ramiro, me ha resultado muy duro. ¡Es tan majete ese chico! Merece que los guionistas le den una mejor salida.
Será lo que tenga que ser y ya está grabado así que a esperar toca.
En cuanto a nuestra parejita , tranquilas que la cosa se está encarrilando.
Hay que ver en que estima se tienen el uno al otro, en un altar se tienen. Para Alf, Emi es inteligente , discreta, ilumina una estancia con su mirada, una flor delicada que necesita de cuidados, alegre como cantares de siega. Emilia es... especial.
Para Emilia , Alfonso es un hombre leal y trabajador, sensato, no se mete en peleas si no se le provoca con un buen motivo y ella necesita de sus consejos y compañía. Aunque su adorado Seve lo ha ordenado, más que pedido le dice que NO, que no dejará de verle y hablarle.
Y aquí chicas, se nos sugieren dos cosas:
- Que Emilia , está reaccionando tras la última conversación con Alfonso( A mí no me maneja nadie).
-Que queda abierto el camino para un acercamiento que por fuerza ha de darse- ¡Que solita está!
Pepa, enloquecida con su drama particular, su novio de parranda y ya nos dicen que desaparece tras el problema con Pardo y nuestra pobre chica con la pena negra de descubrir sus orígenes y lo de sus padres es muy fuerte ... que Raimundo se los llevó por delante y ella no ha dicho ni palabra a nadie...
Y otra cosa ... creo que van a retomar la trama del admirador secreto. ¡que bonito si Emilia descubre ahora de manera casual quien era y empieza a atar cabos!Comprendería todo y vería el sufrimiento que arrastra Alfonso desde hace semanas y que nos desespera a las foreras.
Porque si no el regalo del libro,.¿A que viene?.
Solo añadir que me encantó la escena del bofetón- Bravo a los dos, ¡que química, chicas! fijaros justo despues del cachete: el dolor contenido de él (pena, arrepentimiento,despecho) y los sollozos de Emilia; le duele el reproche de su amigo pero a la vez .creo que se da cuenta de los motivos de la pelea: Seve ha aireado su intimidad y Alfonso le ha recriminado su actitud y finalmente han llegado a las manos...
El desencanto por su príncipe azúl ha comenzado: el chico destiñe- A Emi no le parece bien que siga en casa de Alfonso de arrimado y mano sobre mano ( que tal si trabaja un poco ).

Es posible que Emilia recuerde al Admirador y que le pregunte al Calavera y cómo sabes que me gusta Julio Verne y que le diga que Alfonso le comentó algo o que Juan le dijo que de pequeños Raimundo les leía libros de él... y empiece a pensar que Alfonso es su admirador...

Se nota que es día festivo y que no ha habido serie, que esto está paradito.

Gracias como siempre a Rosa y a Colgada, que hacen que esta tarde de dolor de muela del juicio sea más llevadera. Cada vez que me duele la dichosa muela me acuerdo de la jeta de mascachapas anunciando la pasta de dientes....Grrrrrr

Os dejo lectura en la biblio. Es una prolongación del relato del fin de semana. No tenía pensado hacerlo, pero mi neurona no puede estarse quieta......

El mío también continúa... debajo del de lapuebla... me has dejado muelta! maldita artista! es que lo vivo! lo vivoooo!

Antes de nada felicitar a las pilares. He leido todos los fics y todos son como siempre, una preciosidad, gracias chicas.

Por favor, que ramiro no muera en la serie que bastantes desgracias tenemos ya, pero quien sabe con estos lionistas todo puede pasar.
Yo cada vez estoy mas animada con nuestra pareja, se atisba algo de luz y esperanza.............
¿dónde ha quedado el romanticismo en esta serie?, sólo salen penas y mas penas y de vez en cuando esta bien, pero hay que dar una de cal y otra de arena. Menos mal que nos quedan vuestros relatos para pasar un rato agradable.

Chicassss, los fics geniales, me encantan, por lo menos podemos verlos juntos aunque sea en vuestras historias...asi se nos hace el tiempo mas corto y ameno, asta que nos lo junten..

yolanada completamente de acuerdo contigo...en cada punto.

Pepa,por el amor de dios...acaba eso que estoy aqui dandole al actualizar...que quiero happy end.

Un trocito pequeño...continuara...tengo sueño y no se me despiertan las musas.

***Quien fue a Sevilla…3***

La tormenta caia furiosa.

-Parece que se va a caer el cielo-dijo el separado los mechones del pelo de ella que caian revoltosos en su rostro mientras la besaba la punta de la nariz.

-Eso dice Hipolito-dijo ella riendo-Pero la pena es que se ha quedado sin arca y ya no puede repoblar el planeta.Y eso que tu hermana y yo teniamos lugar principal en ella..ibamos a repoblar el planeta los tres solitos.

-No si ese es mas listo que el hambre-dijo Alfonso que no se cansaba de mirar aquella mujer que tanto amaba entre sus brazos.-No tengo nada de comida.Mi madre tardara en llegar de la casona sobre todo con esta tormenta y Juan estara de farra con Severiano.Si quieres un poco de queso mientras escampa la tormenta,luego te acompañare a tu casa.

-No tengo hambre-respondio-Me basta solo con tus besos.

La puerta se abrio de pronto,Ramiro que volvia del campo se quedo sorprendido al verles abrazados y besandose. Carraspeo dando las buenas tardes y se metio a su cuarto haciendole un guiño a su hermano.

-Emilia creo que ya para de llover.Te acompaño a tu casa.

El camino se les hizo corto.El la tomo de la mano,ella se atrevio un poco mas pasandole la mano por su cintura y agarrandose de la de el.El se paro a la entrada del pueblo para volver a besarla,nunca se cansaria de aquellos labios que tanto habia deseado y que al fin eran solo suyos.Emilia se sonrio y el le pregunto a que venia esa sonrisa.

-Sabes,es curioso.Severiano es tan putero que tendria que tener mas practica con los besos…bueno y con lo demas…me gustan mas los tuyos,el besa de pena después de probar los tuyos.

El sonrio con la picardia de Emilia.

-Tan mal besa.

-Pues si.Es bastante malo.Me quedo con los tuyos sin dudarlo.Anda ven que te invito a un chato en la casa de comidas.Mi padre tiene que estar que se sube por las paredes sin saber en que ha quedado mi regalo de admirador secreto.

Caminaron por la plaza como iban agarrados.De una esquina dando tumbos y dirigiendose a la casa de comidas surgio Severiano acompañado de Juan.

-Vaya amigo-dijo Juan-Parece que Emilia si iba en serio con no querer nada mas contigo.Me parece que le convence mas mi hermano que tu.Nada hay mas peces en el mar.

-Otra vez no se va a salir con la suya tu hermano.Otra vez no.Esta me la voy a cobrar de verdad.
-Severiano,aprende del refran:’Quien fue a Sevilla,perdio la silla’.

Hay que ver el talento que hay por aquí!
GENIALES todos los fics...la verdad es que da gusto leerlos!!Al menos nos alegran, ya que los lionistas no estan muy por la labor!

Rosa no te preocupes, no lo quiero leer por miedo a que lleveis razon, ya me la ha colado pepa y he llorado mucho y se que si lloro el tuyo llorare mas y no me apetece tanta llorera, escribeme uno bonito pal ramiro hombre, k no os acordais nunca de el en los fic (na mas k pepa y yo) y cuando os acordais es pa cosas malas!!!

De todas formas, recalco, k una cosa esk diga k abandone el barco si hacen un final tragico y otra cosa es k me desvincule por completo, abandonare si, y yo no soy de boquilla si veo que hay intenciones de matar a Ramiro dejo de ver la serie isofacto, fulminante, solo vere los videos de susi de alfon y emi y de cueva de mariana e hipolito, pero seguire en el foro y en el face como siempre, que no os librais de mi, ahora eso si, a la novela, la productora y la cadena k les den!!!

Pero yo sigo pensando que NO LO VAN A MATAR, NO SON TAN CAPULLOS, CREO!!

Bueno k me voy a dormir!! Un beso de parte de CARMEN que no tiene internet!!! NA NIT

LA MANO DE UN AMIGO (PARTE II)

Comenzó preguntando, así como quien no quiere la cosa, a los parroquianos que frecuentaban la taberna y finalizó haciendo el ridículo al ir a la hacienda de Olmo Mesía a que le dieran razón de Severiano; ni siquiera habían oído ese nombre jamás. Tuvo el impulso de hablar de sus sospechas a su padre o a Sebastián pero lo reprimió temiendo levantar la liebre innecesariamente… tal vez Severiano se había marchado en busca de trabajo… pero ese pensamiento se esfumaba al sobrevenirle la certeza de que, de ser así, la habría avisado al menos.

También había ido al pajar de los Castañeda, donde sabía que él pernoctaba, pero estaba todo recogido, no halló ni una sola prenda de Severiano ni por casualidad y terminó acudiendo al único sitio al que no quería ir porque era el lugar que albergaba su última esperanza… si no sabían de él ya no tendría más remedio que asumir lo que llevaba tres días ahuyentando de su mente…

Era temprano, ése era el único modo de asegurarse de que aún no se había ido al tajo. Llamó con timidez a la puerta, nerviosa. Hacía días que no lo veía, desde que le había dado aquella bofetada que, con seguridad, le había dolido más a ella que a él. El corazón le dio un vuelco cuando le vio abrirle la puerta. Estaba a medio vestir, con la camisa sin abotonar y sorprendido, tanto por su presencia como por la hora.

-Emilia…

-Espero no molestar, Alfonso.

-Claro que no, pasa –se apartó del umbral.

Emilia se asomó y vio a Juan durmiendo en el jergón, así que no lo vio prudente y permaneció fuera.

-¿Es que ha pasado algo? –entendió él su gesto.

-Quería… -vaciló al no saber cómo enfocarlo. –Quería saber si sabíais algo de Severiano –dijo al final sin florituras, aunque en baja voz.

-Estará durmiendo en el pajar –respondió con extrañeza.

Ella negó con la cabeza, bajando la mirada y Alfonso comprendió, demasiado. La hizo pasar, cerrando la puerta tras él. Luego fue hasta el camastro y zarandeó a su hermano.

-Juan… ¡Juan!

-¿Qué diantres quieres? –preguntó con voz resacosa y la boca como de trapo.

-¿Dónde está Severiano?

-¿Y a mí que me cuentas? –agitó los brazos tratando de deshacerse de su hermano que lo sacudía para que le prestara atención.

-Es tu compañero de farras, algo sabrás –le insistió. -¡Juan!

-Está visto que aquí no se puede dormir –se levantó de muy mala gana del camastro, dispuesto a irse.

-Antes dime cuándo lo viste por última vez –lo sujetó con fuerza del brazo. Juan se zafó, tirando con brusquedad.

-Hace tres noches en una timba en La Puebla –dijo sin reparos, sin importarle que Emilia estuviera allí, como si fuera una espectadora ajena a lo que sucedía. –Cogió su parte de las ganancias y se fue. Desde entonces no le he vuelto a ver el pelo, ¿contento? –remató con gran sarcasmo. –Ahora no podré volver a coger el sueño… –comenzó a mascullar entre dientes, dirigiéndose a la puerta. Ni siquiera miró a Emilia antes de marcharse. Sin embargo Alfonso la miraba con pesar.

-Yo… no sé qué decirte.

-Puedes empezar por llamarme necia –le refutó con la voz encogida por la pena. –Tantas veces que me lo advertiste y yo…

Un sollozo escapó por su boca y Alfonso la tomó por el brazo, instándola a sentarse. Le sirvió un vaso de agua y se sentó a su lado.

-¿Por qué me hace esto? –murmuraba ella por lo bajo, apoyando la frente entre sus manos.

-Emilia, sé que en estos momentos lo ves todo negro pero mejor ahora que más tarde cuando no tenga remedio…

Alfonso trataba de consolarla pero no parecía funcionar pues, con cada palabra suya, mayor congoja le provocaba.

-Tú no lo entiendes…

-Entiendo que lo amas –le rebatió él, -pero pronto lo olvidarás y podrás volver a amar, encontrarás ese hombre que te quiera de verdad.

-Nadie podrá amarme –sacudía ella la cabeza.

-Claro que sí –insistía él. –Tú…

-Yo, Alfonso, estoy embarazada.

Era el segundo hombre que palidecía al saber la noticia, aunque Alfonso fue más allá, descargando su puño con violencia sobre la mesa, haciendo que Emilia diera un respingo.

-¡Ese maldito! –blasfemó. –Y él lo sabe –no supuso, afirmó, como lo hizo ella con la cabeza. –Le habrá faltado tiempo para salir huyendo.

-Yo... –balbuceó, sintiéndose una estúpida. -Me dijo que iba a buscar trabajo y a hablar con mi padre para casarnos –le contó con las mejillas empapadas en lágrimas. –Y yo le creí, necesitaba creerlo para convencerme de lo imposible, como la más grande de las cretinas.

Alfonso no decía nada, no era capaz. Finalmente había sucedido lo que tanto había temido, tanto que había rogado para que aquello no ocurriese… Emilia estaba sumida en la desdicha y él no podía hacer nada por remediarlo.

-¿Qué va a ser de mí ahora? –seguía lamentándose ella. -¿Cómo voy a enfrentarme a esto sola? Ni siquiera sé cómo decírselo a mi padre. Caeremos en vergüenza por mi mala cabeza…

¿O tal vez sí podía hacer algo?

-Cásate conmigo –le pidió de súbito.

Emilia se levantó, separándose un par de pasos.

-¿Es que te has vuelto loco? –parecía espantada.

Alfonso se levantó acercándose los pasos que ella se había alejado.

-Yo tengo la culpa por haber traído a Severiano a este pueblo –se justificó.

-¿Y esa tontería es un motivo suficiente para que nos casemos? –no daba crédito a lo que escuchaba.

-Emilia, nos conocemos desde niños, nos entendemos y siempre nos hemos llevado bien –le enumeró. –Hay matrimonios que se basan en mucho menos que eso. Déjame ayudarte –le tendió la mano.

-Pero ayudarme significa sacrificarte de por vida –negaba ella con la cabeza, rechazándola. –Y tú tienes derecho a enamorarte, te mereces lo mejor que te pueda deparar el futuro, no unirte a una mujer que espera un hijo de otro.

-Que criaré como si fuera mío –exclamó con ardor, cogiéndola por los hombros. –De hecho será mío, nadie tiene por qué creer lo contrario. Sietemesinos han existido toda la vida.

-No sabes lo que dices… -susurró ella con la voz hecha un nudo.

-Prométeme que lo pensarás –sonó casi a súplica.

-Será mejor que me vaya –dijo Emilia tras unos segundos. Alfonso la tomó del brazo, impidiéndole que se marchara y rogándole con la mirada que, al menos, lo considerara. Sólo pudo arrebatarle un pequeño gesto de asentimiento, algo que era más que suficiente para él, pues suponía un paso más para llegar a convencerla. Luego la soltó lentamente, dejándola ir.

La vio cerrar la puerta y volvió a sentarse, queriendo perderse en sus pensamientos, en lo que acababa de suceder, pero la presencia de Rosario se lo impidió.

-Madre… ¿cuánto ha escuchado? –preguntó con temor.

-El suficiente –se sentó donde antes estuviera Emilia. -¿Por qué lo has hecho? –le cuestionó, aunque con voz dulce, la de una madre que quiere llegar al fondo del alma de un hijo.

-¿Usted sabe por qué? –fijó la vista en sus manos, avergonzado.

-Yo sí, pero ella no –apuntó, -y creo que lo más justo es que sepa la verdad.

-No puedo decirle que la amo…

-¿La amas aunque lleve en su vientre al hijo de otro? –demandó con clara intención.

-Aún así –le aseguró él.

-Pues con más razón ella debería saber de un amor tan grande.

-Al contrario, madre –negó él. –Quiero que me acepte, sí, pero no que se sienta obligada a amarme, comprometida a corresponderme. Si en su corazón llegara a despertar algún sentimiento hacia a mí, me haría el hombre más feliz del mundo, pero la quiero tanto que me conformo con tenerla a mi lado, aunque sea así.

-No sé, hijo –frunció los labios, pensativa. –Una vida sin amor puede haceros muy desdichados.

-No creo que pueda ser más desdichado de lo que ya he sido en este último tiempo, viéndola en brazos de otro, y a ella tampoco le espera una vida de regocijo como madre soltera –le recordó. –Yo lo único que quiero es hacerla feliz –dijo con convencimiento. –Y el amor que siento por ella me basta para los dos.

Rosario no supo qué más decir, quedando sin argumentos ya. Besó la frente de su hijo antes de levantarse para empezar a preparar el desayuno.

Respetaría su decisión, si eso era lo que él quería, su labor era la de apoyarlo y vigilarlo desde lejos por, si caía, alargarle la mano para ayudarle a levantarse… sólo esperaba no tener que hacerlo.

{continuará}

Riona... me encantaaaa y no veo la hora de que sigas!

Aquí os dejo otro más, que estoy que me caigo del sueño

...................


“Tenías que ser tú”

Caminaba despacio, indeciso, pues no sabía con seguridad si quería llegar a su destino. Cuando llegó del tajo esa misma tarde, Ramiro le dijo que Emilia quería hablar con él, sin saber darle cuentas de el por qué.

- No me ha querido decir nada, Alfonso – le había dicho el pequeño de la familia – pero me ha insistido mucho en que fueras a la casa de comidas a verla…

Creía saber el motivo, ¿cuál si no iba a ser? De seguro que Severiano había vuelto a hacer de las suyas, le habría llegado algún rumor, o hasta ella misma lo habría visto tonteando con alguna otra moza, y lo último que quería era volver a verla defendiéndolo, como venía siendo costumbre en los últimos tiempos.

No negaba que le extrañaba un poco, ya que la última vez que se habían visto ella le cruzó la cara de un bofetón, pero también lo inquietaba… Algo gordo tendría que haber pasado para que ella lo mandara llamar…

Finalmente se decidió a asearse un poco e ir a su encuentro, pues a parte de que la intriga lo mataba, no podía negarle nada a aquella mujer que sentía que amaba cada día más, aún con todas las estupideces que venía cometiendo últimamente.

Llegó a la puerta de la casa de comidas cuando ya había caído la noche. Miró hacia adentro y por un momento pudo ver a la Emilia de siempre, sirviendo chatos de vino y platos de aquellos guisos que eran los mejores de toda la comarca. Pero sus ojos estaban apagados… ya no quedaba huella alguna de la luz que irradiaban tiempo atrás, esa luz que parecía iluminarle a él el alma, y sintió tristeza, compasión por aquella mujer que estaba entregando el corazón a un amor que sabía de sobras que estaba predestinado al fracaso…

Respiró hondo, dándose las fuerzas necesarias para entrar, y cruzó la puerta, quedándose de pie junto a ella.

- Alfonso – dijo ella con una sonrisa cuando lo vio – has venido…
- Eso era lo que querías ¿no?
- Sí, sí… pero dudaba de si vendrías o no… - dijo bajando la mirada – espérame en el patio, por favor. Acabo de servir la cena a estos señores y en seguida estoy contigo…

Alfonso salió al patio y se sentó en una de las mesas. Mientras la esperaba, recordó el día en que le trajo reparada la cajita de música. Fue irónico ver cómo ella mataba todas sus esperanzas, rompiéndole el corazón, mientras pensaba que lo estaba confortando… “Si no lo nota, es porque no te corresponde” le había dicho “pues peor para ella, porque no encontrará hombre mejor en todo Puente Viejo”…

Absorto estaba en sus pensamientos cuando entró Emilia con una jarra de vino y dos vasos. Él se puso en pie y corrió a ayudarla, cargando con la jarra.

- No era menester que trajeras nada, Emilia, no pienso quedarme mucho rato…
- Alfonso… - dijo ella con tristeza – sé que el otro día no me comporté bien cuando te di la bofetada… y te pido disculpas… pero no me gustaría que nuestra relación se enfriara… he perdido demasiado ya como para perderte a ti también…
- ¿A qué te refieres? – preguntó extrañado.
- A nada… ya te lo explicaré con calma… si tú quieres… - dijo bajando la mirada.
- Está bien… y, ¿de qué querías hablarme? – dijo señalándole la silla para que se sentaran.
- De Juan…
- ¿De Juan?
- Sí… esta tarde ha estado por aquí Pardo… ¿te suena?
- Pardo… - murmuró como recordando – claro… claro que me suena… es ese usurero del que habla todo el mundo…
- El mismo…
- ¿Y qué ha venido a hacer aquí?
- Venía preguntando por Severiano y por Juan… Alfonso... las idas y venidas que se traen estos dos no me dan buena espina y si les ha venido a buscar Pardo…
- Eso quiere decir que algo le deben… - dijo apretando los puños – ¡me cago en mi estampa! – dio un puñetazo a la mesa.
- Tranquilo Alfonso - dijo poniendo su mano sobre la de él – puede que no sea nada, pero pensé que debías saberlo como cabeza de familia que eres…
- No… sí que pasa algo… hace días que Severiano lo metió en el mundo del juego, hasta llegó a robarle todo el dinero a mi madre para jugar… Lo sabía… sabía que tarde o temprano pasaría algo…
- La verdad es que no me ha dado buena espina y creí que debía decírtelo de inmediato… ¿Sabes que me tienes para lo que sea menester verdad?

(continúa)