El Rincon de Alfonso y Emilia. No concibo mi vida sin ti.

sal

sal...segundo intento

Buuenas chicas!! ¿Que tal? se que estoy desaparecida pero ando sin tiempo de nada
Pero ya estoy al día con la serie! POR FIN! Emi ha abierto los ojos,que listo ha sido Alfonso,menos mal que Emilia se dejo llevar hasta alii..!! no sabes los botes que pegue cuando lo vi jejeje

Gracias por los videos chicas!!
Belen la ultima chorradita,muuuy grande jeje
Y todos los fics,ya me los he leido,maravillosos me encantan! ;)

Aqui os dejo las capturas de la semana pasada que solo habia hecho las de lunes y martes ;)























Vosotras ¿que tal?

Edito: me tengo que ir a currar,hasta mañana chicas ;)

Por fin he terminado la 3ª parte de mi fic, ahí va.


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SUEÑOS 3ª parte


Se levantó asustada de la cama dejando caer aquel retrato al suelo. No entendía lo que estaba sucediendo. Intentó calmarse por un momento y darle una explicación razonable. Se sentó de nuevo en la cama y respiró profundamente.
“pero como es posible…. Estoy segura de que anoche me encontraba en mi cuarto…. ¿dónde estoy?”

De repente la puerta se abrió, y entró correteando una niña morena de unos cuatro o cinco años dando saltos alrededor de Emilia.

-¡Mamá, mamá!, mira lo que me ha hecho papá.- la niña llevaba en sus manos una cajita de música- es parecida a la tuya, solo que ésta esta mas nueva.- se la dio a Emilia para que la viera.

-Es…. Es muy bonita.- No daba crédito a lo que estaba pasando. ¡Aquella niña le había llamado mamá como si nada!

La niña cogió de nuevo la cajita y se sentó en el suelo para jugar con ella.
Emilia se quedó paralizada sin poder moverse observando con incredulidad a aquella niña. Tenía el pelo ondulado, largo y moreno y sus ojos eran grandes, de color castaño oscuro. Diría que era igualita que Alfonso si no es porque eso era imposible, cogió de nuevo el retrato y volvió a mirarlo, “esta mujer soy yo…. No hay duda, y este hombre…. ¡Es Alfonso! Pero…. ¿Acaso estoy casada con Alfonso Castañeda?”. Se miró la mano derecha, y en su dedo anular llevaba una alianza con un grabado: “Siempre tuyo, Alfonso”.


De pronto la puerta se volvió a abrir y ¡allí estaba él!

-¡Elena, qué haces aquí! Mira que te dejé bien claro que dejaras a mamá descansar, anda mi niña sal a jugar fuera.- Alfonso la cogió de la mano y dándole un beso la sacó del dormitorio, luego se sentó en la cama al lado de Emilia.- ¡Buenos días mi amor!, ¿te encuentras ya mejor?

-Al….Alfonso, qué está pasando aquí.- Estaba asustada, pues no llegaba a entender lo que estaba pasando.

-¿No lo recuerdas?, anoche te mareaste después de cenar y te caíste pegándote un buen golpe en la cabeza, luego te traje en brazos hasta la cama. ¡Menudo susto me diste Emilia! Pero no te preocupes, he llamado a Pepa para que te vea, no creo que tarde en venir. Ya sabes que tu cuñada Gregoria y tu hermano están de luna de miel en Barcelona. Mientras tanto, puedes quedarte aquí que yo me ocuparé de darle el desayuno a Elena.- y dándole un beso cariñoso en la frente salió del dormitorio.

A Emilia le faltaba el aire, ¿ella casada con Alfonso y con una hija? Era demasiado para asimilarlo.

Se miró en el espejo del tocador que había enfrente de la cama, se ladeo el pelo y en la parte derecha de la cabeza vio como tenía un pequeño bulto que cuando se lo tocó le dolía. Era raro, pues no recordaba haberse dado ningún golpe. Lo último que creyó recordar fue que se acostó en su dormitorio, en la casa de su padre después de que Pepa le diera aquella infusión.
Todavía algo aturdida, cogió un vestido que había encima de la cómoda y se lo puso rápidamente. Dudaba si salir del dormitorio o no, le daba miedo lo que pudiera encontrarse detrás de la puerta. Después de pensárselo mucho, la abrió.
A la izquierda había otro dormitorio, tenía que ser de aquella niña ya que, en el suelo, había una muñeca de trapo y unos zapatitos de color rojo. Siguió por el pasillo hasta llegar a lo que parecía la cocina. Allí vio a Alfonso preparando el desayuno entre los fogones, y sentada en la mesa se encontraba la niña esperando a que su padre terminara.

-Venga papá date prisa, que me tengo que ir a la escuela.

-Ya está, ya he terminado. Toma el vaso de leche y las tostadas.

La niña al ver las tostadas puso mala cara - jo ¿también me tengo que comer las tostadas?

-Pero bueno, vamos a ver Elena, ¿tú no me dices siempre que te gustaría ponerte grande y guapa como mamá? Pues para eso tienes que comer mucho.

Alfonso, con la paciencia que le caracterizaba, trataba de que su hija terminara de desayunar a base de juegos y risas. Cuando por fin terminó le puso el abrigo y una bufanda, y dándole un beso se despidió de ella.

Emilia observaba aquella escena con ternura desde detrás de la puerta. ¡Se les veía tan felices!…. Ella casada con ese hombre y con una niña preciosa. Ni en el mejor de sus sueños podría imaginarse una vida así. Estaba claro que tenía que tratarse de eso, de un sueño. Pero parecía tan real como la vida misma.

Mientras que Alfonso recogía los platos llamaron a la puerta, era Pepa que venía acalorada con su inseparable maletín lleno de hierbas y remedios caseros. Emilia al verla resopló con alivio. A ella podría explicarle lo que le estaba pasando.

-¡Pepa!, menos mal que has llegado, tengo que hablar contigo.

-Ufff siento llegar tarde, no sabes la noche que he pasado. María, la panadera, que de repente se puso de parto y ha habido complicaciones, pero gracias a dios ha tenido un niño bien hermoso. - Cuando Pepa vio a Emilia se percató de que estaba muy nerviosa, le temblaba todo el cuerpo y no tenía buen color. – Alfonso me ha dicho que te mareaste después de la cena y te pegaste un buen coscorrón. Anda, vamos al dormitorio y allí te examinaré. – Cogió a Emilia de la mano y se la llevó.

Alfonso se sintió un poco preocupado. Sabía de la fortaleza de su mujer, pero la encontraba rara. Las siguió hasta el dormitorio y quiso entrar con ellas, mas Pepa no vio oportuno que se quedara.

-Aquí sobras Castañeda, no te preocupes por tu mujercita que yo te la cuido. - Y con un empujón cariñoso sacó a Alfonso del dormitorio.

Pepa, algo preocupada, tumbó a Emilia en la cama. – Pero qué te pasa muchacha que estas temblando toda.

-No lo se Pepa, algo me está pasando. O me estoy volviendo loca o estoy soñando.

-¿Soñando? – Se echó a reír. Mientras la examinaba, Emilia no dejaba de mirar aquél retrato matrimonial y preguntándose si todo aquello pudiera ser real.

Al cabo de unos minutos la partera terminó de examinarla, y con una sonrisa ayudó a Emilia a incorporarse.
-No se si estarás soñando, pero uno de ellos que más anhelabas desde hace tiempo se acaba de cumplir…. ¡estas embarazada! – le dijo, abrazándola con fuerza.

-¿Yo…. Embarazada?, pero….¡ cómo puede ser Pepa!.

-No querrás ahora que te explique cómo ha sucedido no? – Dijo Pepa riéndose – Lo raro es que solo hayáis tenido una niña Emilia, que me da a mí que desde que te casaste con el Castañeda tus noches son de lo más pasionales, o me equivoco – dijo con picardía guiñándole un ojo – Está claro que el mareo fue a causa de tu nuevo estado, yo diría que estas de dos o quizás de tres meses.

Emilia se ruborizó ante las palabras de Pepa. No sabía si aquello era real o no pero la felicidad tan grande que sintió dentro de ella nunca la había experimentado antes.

Después de que Pepa le dejase unas hierbas para las nauseas y le diese algunas recomendaciones, se fue presurosa de la casa con el pretexto de que le quedaban todavía algunas visitas por hacer.
Emilia salió del dormitorio buscando a Alfonso, necesitaba verlo y hablar con él. Necesitaba estar segura de que todo aquello no era producto de su imaginación.

(continuará)

Que maravilla de fics....de verdad...da gusto entrar y leerlos!!!

Ja-Ja , ojalá tuviera puente pero que va, mañana a pringar xD
Gracias por las capturas Yasmine.
Muy bonitos los fics chicas, gracias :)
Sólo tengo un pero para el de Gespa... ¡¡¡¡3 años sin abrir los ojos es de juzgado de guardia!!!! eres peor que los lionistas!! jajaakajjaaj

Madre mia que dedos tenéis... menuda imaginación, que grandes sois.

Romi miles de gracias x las capturas :)

Colgada...me ha salido la vena lionista que llevo dentro...que le voy a hacer...jajajaja!!

Buenas tardes, compañeras, el fín de semana ya se acaba, y ha sido un placer compartirlo con vosotras.
Os dejo la continuación de mi fic ...

*******AMOR Y VENGANZA****** 3ª Parte.

Mariana y Juan , salierón hacia Puente Viejo urgidos por su madre que se asustó mucho cuando descubrió intacta la cama de su primogénito y presintió que algo muy gordo había pasado para que su Alfonso se hubiese quedado a dormir en casa de los Ulloa.
En los últimos tiempos, su hijo llegaba con la anochecida, ya comido ,puesto que cenaba con Raimundo y Emilia; cada noche, departía con los últimos parroquianos y tras echarles una mano en el quehacer de recoger , se despedía hasta el día siguiente y marchaba para su casa .
Cansado se iba directamente al catre , pero no sin antes darle las buenas noches a Rosario y ponerla al tanto de las últimas novedades del pueblo , de las que Raimundo y el párroco D.Anselmo le daban buena cuenta.
Pero en aquella fatídica noche, a Rosario le había vencido el cansancio y el sueño sin haber visto llegar a su hijo.

Y lo encontrarón allí, junto al paso del río, tirado en el camino sobre un charco de su propia sangre, aterido por el frío y medio muerto. Juan tiró para la casa para informar de la desgracia a su madre y coger el carro , para así trasladar a su hermano moribundo al consultorio médico de Puente Viejo.

En la Posada amanecía un nuevo día con Emilia en la cocina preparando los desayunos y Raimundo arreglando el comedor ayudado por Pepa. El tabernero se dispuso a abrir las puertas y salió a la plaza para respirar el aire de la mañana y comprobar la metereología.
Le escamó ver el viejo carro de los Castañeda justo en la puerta del dispensario y se acercó por ver que pasaba, en su interior encontró a una Mariana sollozante con su hermano ensangrentado entre los brazos.

- Pero muchacha, ¿que ha pasado?
- Hemos encontrado a Alfonso malherido, tirado en el camino, lo han querido matar, D.Raimundo...

Raimundo notó como tiraban de su manga y Alfonso entreabría los ojos instandole a que se acercara para decirle algo-

- Ha sido Severiano, su hija... no debe saberlo... Raimundo ...debe estar al tanto, que no le haga más daño...

Por el extremo de la Plaza llegaban Juan y la doctora Casas. El mismo Raimundo les ayudó a subir al pobre muchacho hasta el consultorio. Después de examinar la herida, la doctora se dispuso a preparar su instrumental, pensativa se volvió y ordenó:
- Raimundo, vaya por Pepa, es la única persona capaz en este pueblo para asistirme , pero vaya rápido hombre...

Estaba claro sus conflictos personales con la partera no eran obstáculo para pedir su colaboración en aquel incidente, no iba a dejar que un hombre joven y sano como Alfonso muriese por rencillas que nada tenían que ver con su oficio.

Raimundo encontró a las dos amigas departiendo alegremente mientras compartían desayuno, Emilia notó al momento por el gesto apesadumbrado de su padre que algo había sucedido...
- Padre ¿ocurre algo , a que viene esa cara?
- Pepa, corre al consultorio que la doctora te requiere con urgencia.
- La doctora Casas , me requiere ¿ a mí? , vamos hombre si no puede ni verme.
- Hazme caso , que no es chanza, Alfonso Castañeda ha sufrido un ataque esta noche y está muy grave . La doctora ha de hacerle unas curas urgentes y necesita que le asistas...
- Ambas se levantaron ; Pepa salió corriendo hacia la plaza y Emilia nerviosa comenzó un interrogatorio sin fín...
- Pero Padre, ¿ quien ha podido atacar a Alfonso? , digame que ha pasado, hable ...
- No sé hija, parece ser que unos maleantes quisieron robarle y como no puedo entregarles mas que unos pocos cuartos , le metieron una cuchillada...
- Padre , sabe que le digo, que me voy para el consultorio.
- No , tu no vas para ninguna parte. Estan sus hermanos y Rosario viene de camino, que fué a la casona a poner al tanto de lo sucedido a Doña Francisca. Además ahora no podrás verle, porque son la Doctora y Pepa las que tienen que atenderle y salvar su vida.
Cuando ellas hayan hecho su trabajo , iremos a preguntar si puede recibir visitas.

Emilia se conformó a duras penas , pasó la mañana medio ida, sin poder quitarse de la cabeza aquella desgracia. Ni la ruptura con Severiano , ni el conocer su traición habían supuesto para ella la mitad del dolor que le producía el pensar que Alfonso se muriese. ¡No! eso no podía pasar,que haría ella sin él , sin su compañía y protección , sin sus pláticas y consejos.
Si Alfonso se moría , ¿como podría ella seguir viviendo? ¿Dónde estaba el Dios de D.Anselmo que permitía aquella injusticia , era un hombre joven y hermoso... el mejor de Puente Viejo.

Tras servir las comidas , no pudo resistir más la ausencia de noticias y quitándose el mandil , marchó para el consultorio
- Voy por Pepa, Padre, a ver si puede decirme algo.
Raimundo la vió salir con preocupación y maldijo el día en que el guapo se cruzó en el camino de su hija.

Llego inquieta al consultorio y encontró en la sala de espera a Mariana, que sentada en un rincón no dejaba de llorar a lágrima viva.
- Y vienes tan fresca... siendo que tienes toda la culpa del infortunio de mi hermano.
- Pero Mariana ¿que dices? ¿ que culpa voy a tener yo de que unos maleantes asalten a Alfonso?
- Pues que si no hubieses sido caprichosa y terca, y hubieses escuchado a mi hermano tantas veces como te advirtió de que no te convenía, no le hubieses obligado a actúar como lo hizo y Severiano no se hubiese cobrado venganza.
- ¿Fué Severiano quién atacó a Alfonso?

La puerta del consultorio se abrió y Pepa salió dirigiéndose hacia las dos mujeres.
- ¿ Como está Alfonso? - preguntó Emilia-
- No os voy a mentir, está grave. La doctora ha hecho un buen trabajo , es un hombre muy fuerte y puede recuperarse pero ha pasado toda la noche a la intemperie y ha perdido mucha sangre.
Las próximas 48 horas son cruciales, si conseguimos contenerle la fiebre y que tome algo de alimento puede recobrar las fuerzas que necesita para salir de esta.
Necesita descansar , esperemos que no sufra complicaciones , su vida no está fuera de peligro.
- Pepa, ¿puedo verle?
- Aprovecha que la doctora ha salido un momento a comer algo , y recuerda que no debe fatigarse.
Rosario está con él.
Emilia miró a Mariana con ademán de pedirle permiso, ella asíntió , para expresarle que lo tenía y se dispuso a entrar. Ya en el umbral de la puerta , Pepa la requirió: Emilia, él te ha llamado varias veces...
-Continua-

Chicas los fics geniales!!! graciasss!! Martileo, me tienes intrigadísima! jejeje

Yasmine, gracias por las capturas!

Os dejo más lectura...

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EL REENCUENTRO

Volvía a Puente Viejo después de pasar casi un año en tierras gallegas, junto a su padre. Después de lo que pasó con Emilia no pudo por más que alejarse de su pueblo y de su gente. Con todo el dolor de su corazón marchó, pues las palabras de Emilia le habían roto el corazón y, sabía que de quedarse allí, no la podría olvidar nunca.

Cuando Emilia se dio cuenta de las verdaderas intenciones de Severiano, todo pareció volver a su lugar, volviendo a renacer entre ellos aquella complicidad que algún día tuvieron. Hasta alguna vez tuvo la sensación de que Emilia empezaba a sentir algo por él… “Y pensar que he estado a punto de perderte…” le había dicho mientras se mordía el labio inferior.

Pero poco duró aquel sueño… Ella supo que estaba embarazada y su actitud cambió repentinamente cuando él le ofreció matrimonio. No era que se estuviera sacrificando, ni mucho menos, Alfonso deseaba más que nada en el mundo casarse con la única dueña de su corazón y de su vida. Al principio dijo rechazar el ofrecimiento por él, porque no se merecía cargar con un niño que no fuera suyo, pero ante la insistencia de Alfonso, ella le despreció, le dijo que nunca se casaría con él, que no lo amaba y que nunca podría amarle.

Aquellas palabras le rompieron el alma en dos. Nunca antes había sentido tanto dolor, ningún dolor físico podía compararse con el que sintió con aquel desprecio de la mujer a la que había amado durante toda su vida…

Pero de poco le sirvió poner tierra de por medio. No había día que no pensara en ella y fracasaba en todos sus intentos de odiarla, pues no se puede odiar a lo que uno más ama…

Antes de marchar, les dijo a su madre y su hermana que le escribieran, que le fueran explicando las novedades que ocurrían en el pueblo, pero les suplicó que, por favor, no le hablaran de ella. Y así lo hicieron. Sus cartas relataban como los Mirañar habían vuelto con el rabo entre las piernas después de que el nombramiento como gobernador de las Chafarinas fuera un error, como Raimundo y Don Anselmo seguían discutiendo de política y religión, cómo se había oficializado el noviazgo entre Mariana e Hipólito, y cómo se había descubierto que Águeda, la mujer que vivía con aquel tal Mesía, había resultado ser la tía de Pepa. Pero ni rastro de Emilia, no sabía si ya había tenido el hijo o si había conocido a algún hombre.
Y aquella contradicción dentro de él lo mataba, les había dicho que no quería saber nada de ella, pero necesitaba saber si estaba bien…


No habló en todo el camino, pues estaba demasiado nervioso por volver. A su lado lo acompañaba María, la joven hija de los vecinos de su padre. Precisamente ella fue quien lo convenció de volver para hacer una visita a su familia y, así, ella aprovechaba para ver un poco de mundo.

Desde que llegó a casa de su progenitor, entabló una bonita amistad con ella. Era una muchacha risueña y feliz, siempre andaba haciendo chanza y cuando ella aparecía, el día se tornaba un poco más alegre, y eso era precisamente lo que Alfonso necesitaba. Desde el principio conectaron muy bien, incluso alguna vez Alfonso pensó que, de no conocer a Emilia primero, seguramente se habría enamorado de ella. Pero sólo les unía una sincera y bonita amistad. En los últimos meses había sido su consejera y confesora, habiéndole explicado toda la historia entre Emilia y él.

Era unos cinco años más joven que él y estaba soltera. Su padre estaba muy enfermo y había dedicado los últimos años de su vida a cuidar de él, junto a su madre. Estaba renunciando a su juventud, pero nunca perdía la sonrisa.
Por eso había accedido a viajar a Puente Viejo. Él se moría de ganas por ver de nuevo a su familia y a ella le iría bien alejarse por unos días de la mucha responsabilidad que tenía en su casa.

Por fin llegó la diligencia a Puente Viejo y ambos amigos bajaron de ella. De una manera subconsciente, la primera mirada de Alfonso fue hacia la casa de comidas, que bullía en actividad. Todo seguía tal como lo recordaba y sonrió para sí viendo a su buen amigo Raimundo tras la barra.

- Alfonso – dijo María mientras Alfonso cargaba con el equipaje de ambos - ¿por qué no tomamos algo fresco antes de ir a tu casa? Tengo mucha sed…

Alfonso dudó. Aunque sabía que no debía, se moría de ganas de ver a Emilia. Además, no podría evitar verla, pues aunque su intención era pasar sólo unos días en el pueblo, no pensaba irse sin saludar a Raimundo.

- Está bien… vamos…

(continúa)

Entraron a la casa de comidas y pudo observar a Emilia sirviendo una de las mesas. Estaba tal como la imaginaba, o incluso más hermosa que antes, aunque a lo mejor era el efecto que le producía volverla a ver después de tanto tiempo. Dudó en si acercarse a la barra, donde Raimundo parlamentaba con Eugenio el cestero, sin advertir su presencia, pero pronto vio con paso decidido a su amiga y se decidió a seguirla.

Al pasar por al lado de Emilia, que seguía de espaldas a él, le llegó aquel olor a lavanda que tanto había echado de menos. Paró para aspirar el perfume, cuando de pronto ella se giró cargada con unos platos y chocó contra él. Su cara se tornó pálida al verlo y los platos cayeron al suelo por la impresión, sin poder dejar de mirarle fijamente a los ojos.

- Al… Alfonso… - susurró incrédula.

- ¡Hombre Alfonso! – la voz de Raimundo sonó desde la barra, mientras salía a saludar a su amigo.
- Hola Raimundo… - sonrió intentando disimular su nerviosismo mientras se acercaba a su amigo, dejando a Emilia boquiabierta - ¿cómo van las cosas por Puente Viejo?
- Pues echándote de menos, hijo… - dijo dándole un abrazo – pero menos mal que ya te tenemos de nuevo por aquí…
- No se crea… que sólo he venido por unos días…
- ¿Cómo? ¿Unos días? No me digas eso…
- Pues como lo oye, Raimundo… por Galicia hay trabajo y con mi padre estoy a las mil maravillas…
- Pues si no hay manera de quitarte la idea de la cabeza, te diré que me alegro por ti… Emilia, hija, prepara tres platos y acompáñanos a comer al patio…
- Pues tendrán que ser cuatro… Mire, le presento a María. Es la hija de los vecinos de mi padre.

Raimundo se giró y pudo ver apoyada en la barra a la joven.

- Encantado señorita – dijo ofreciéndole la mano – pues que sean cuatro entonces.
- Vayan ustedes padre – dijo Emilia con tristeza – hay mucha faena aquí y alguien tiene que quedarse atendiendo las mesas. Enseguida voy y les sirvo.

Los tres se encaminaron hacia el patio, aunque Raimundo iba algo más adelantado.

- ¿Por qué no me dijiste que era aquí donde trabajaba ella? Porque es ella ¿verdad? – le susurró María.
- Shhh… sí… es ella…

Emilia los vio salir y sintió una punzada en el corazón mientras veía la complicidad que había entre ellos, viendo a aquella muchacha susurrarle algo casi al oído. Le dolía, le dolía demasiado. Alfonso ni siquiera la había saludado, pero era normal, después de cómo lo trató antes de que se fuera. Lo que él no sabía era el verdadero motivo por el que le dijo lo que le dijo…

Les sirvió la comida y ninguna de las veces en las que se aproximó a ellos Alfonso la miró. Emilia sabía que toda la culpa era suya, pero eso no hacía que le doliera menos.
Mientras seguía atendiendo las mesas del comedor, no paraba de mirar hacia el patio, donde los veía hablando, reírse, hasta pudo ver como alguna vez aquella zagala le pasaba la mano por el brazo. Sentía rabia, impotencia por saberse culpable de haberlo perdido, por haber hecho que se alejase de ella y darle la oportunidad de conocer a otras mujeres, como aquella tal María.

Lo despreció de la peor manera posible, le dijo que no lo amaba, que nunca lo amaría, pero todo era falso. Cuando Alfonso le propuso matrimonio supo que lo había amado siempre y lo que más quería en la vida era unirse a él por el resto de sus días. Pero no le haría eso, no podía permitir que aquel hombre bueno y noble se atara a una mujer que no lo merecía. Se había entregado a Severiano y, de aquel grave error, había quedado embarazada. Alfonso Castañeda se merecía ser feliz, encontrar a una mujer digna de él, sin tener que lidiar con errores del pasado, errores como los que ella había cometido.

Tuvo que ser dura con él para asegurarse de que él no insistiera más, pues si se lo volvía a pedir nuevamente, ella habría sucumbido, se habría dado a aquel amor que sabía que sentía. Pero antes de nada estaba Alfonso y la única manera de hacer que se alejase de ella era ser tan dura como lo fue.

Aunque en el momento en que lo hizo tenía la seguridad de que era lo mejor, ahora dudaba de si había obrado correctamente. No lo había olvidado, ni mucho menos, sino más bien al contrario, lo amaba más que nunca y así lo confirmaban las mariposas que se empeñaban en revolotear por su estómago desde que lo había vuelto a ver.

Pero ahora no estaba solo… lo acompañaba aquella muchacha que no dejaba de mirarlo, de tocarlo…

Mientras frotaba un vaso hasta casi desgastarlo, pudo ver cómo se levantaban de la mesa y cómo la recién llegada pasaba su brazo por el de Alfonso antes de salir.
No pudo contener más las lágrimas y se escondió en la cocina para que nadie la viera llorar.
Aquellos dos tenían algo, estaba segura, y se culpaba, se culpaba una y otra vez por haber sido tan tonta de haber dejado escapar al hombre de su vida, al que sabía con certeza que era el único que la podría hacer feliz…

¡¡Ay olsi, que bonito te ha quedado!! por favor, sigue cuando puedas.
Yolanada, el tuyo es triste, pero igual de bonito.
Y cuquina, que te voy a decir..... pues que me encanta.
¡¡Gracias chicas por crear estas joyas de fics!!

Por hoy me despido, que sigo estando pachucha. Hasta mañana chicas!!

****** AMOR Y VENGANZA**** 4ªParte.

Emilia entró en el consultorio, allí estaba Rosario a los piés de su hijo, y le recordó por su planta a una dolorosa expléndida. Emilia se dirigió hacia ella y la abrazó en silencio .
- Salgo un momento, muchacha. Dijo , y salió de la sala dejándolos solos.

Dirigió su mirada hacia la camilla, allí estaba él ,postrado, lívido y cianótico con el rostro de aquellos a los que ronda la muerte. Recordó de pronto la imagen del Doctor Guerra , moribundo , sobre aquel mismo lecho... y un escalofrio le recorrió el cuerpo.
Se acercó y tomó su mano , besó su frente y él sintió su olor ...y entreabrió sus ojos.
- Emilia...
- Aquí estoy.
- Emilia acércate, tengo que decirte algo...
- Alfonso no debes fatigarte.
- No puedo irme con este secreto, me voy a morir ¿entiendes?. Emilia te quiero, siempre te he querido , y mi sueño siempre fué casarme contigo y tener hijos.... No me olvides , te lo ruego y recuerda siempre que te amé más que a mi vida.
- Pero es que no te vas a morir ... ¿Alfonso me oyes?, tienes que luchar porque yo voy a estar esperandote y te juro que ese sueño se hará realidad. Alfonso tienes que vivir...

Alfonso había perdido la consciencia y Emilia lloraba inconsolable a su lado, cuando Pepa entró en la estancia y tuvo que sacar a su amiga de allí a la fuerza ,rota de dolor y presa de la desesperación-



Pero Alfonso , sobrevivió, mejoró lento pero seguro. Las mujeres que le rodeaban se habían propuesto arracárselo a la muerte y lo habían conseguido; sus cuidados y los caldos de Emilia habían obrado milagros. Tan pronto cesó la fiebre , pudierón trasladarlo a su casa para terminar allí su recuperación
Recibía visitas a todas horas , pero la más esperada era la de ella... que no falló ni un solo día; le alegraba la vida con su pícara mirada y su risa cantarina.
Nada más habían hablado sobre la conversación en el consultorio ,aquél día en que él creyó que se despedían para siempre, pero su complicidad crecía día a día . Una tarde , recostado él sobre su cama y leyendo ella la última carta de Ramiro, se mirarón a los ojos y se besaron, natural y apasionadamente y fué el primero de los muchos que se darían a todas horas, con cualquier excusa.
La decisión la tomarón prestos: tan pronto como Alfonso se recuperase completamente ,harían público su noviazgo y hablarían con Raimundo y D.Anselmo.


Pero ninguno de los dos sospechaba , que alguien les acechaba en la sombra. Severiano no había dejado Puenteviejo, vivía escondido en parideras en el monte envilecido por la rabia y el rencor. Había jurado venganza y la tendría. Él le habia arruinado el negocio de su marcha a Ameríca y ella le había rechazado y humillado publicamente , ¡eso no se le hacia a Severiano Garcés , alias el guapo! Tendrían su merecido.
Pero Severiano, desconocia también, que los destinos de Emilia Ulloa y Alfonso Castañeda estaban ya unidos para siempre , y que cada intento que él ensayase por separarles, tendría un efecto contrario y los uniría más y más . Porque ellos eran solo uno , para lo bueno y para lo malo , y así sería hasta el fín de sus días.

FIN

Más fics, más fics, más fics!! :P----
Buuff me estoy poniendo morá... me encantaaaaaaaan

Olsi, Yolanada... >.< estoy llegando al límite del sufrimiento jaajajaj me vais a matar!! por dios!!! y seguro que ahora estáis soñando con los no es justo!!!

Bueno, como La relación de estos dos está ya en otra fase... pues voy a tratar de que mi fic evolucione también. Os dejo otra parte... como siempre mini

Curando heridas (Parte 8)

Deseando estoy el saber que pasa con la Emilia del futuro si los sueños se convierten en realidad,en si se recupera de las heridas que le hizo el Sevemierda,y de todo..quiero saber.

Yo tampoco tengo puente,aqui solo lo hacen los colegios.Los demas nada de nada.

Asi que como estoy jorobadilla con mi prima la de Cuenca,me voy a la camita para mañana estar fresca para ver como Raimundo le parte el morro al Vispris.

Y si no se larga de Puente Viejo le compramos la braga del anuncio a ver si desaparece.

Buenas noches, he leido solo por encimilla, lo admito, pero es que me quede muy atrás.

Lo que si me he leido han sido los fics:

Decir a Lady G que mil gracias por traerme de vuelta a ramiro xD si le vas a poner una novia que lo acompañe de vuelta del sevicio militar, me presento voluntaria xD

Decir a Gespa que me ha encantado la manzana, pero opino como Ana, tres años son muchos años!!

A rosa y a Olsi ya no les digo nada, al igual que a Pepa, porque que diablos os digo ya que no os haya dicho eh???

Martileo, el tuyo tambien me encanta y el de Yolanada tambien!!

Quiero dar las gracias a Lady g y a Marileo por ir poniendo el link en la biblio, que sin que os digamos como va lo habeis echo, martileo lo hace perfecto especificando el titulo,, a lady g se le ha olvidado pero no pasa nda por que como trae de vuelta a ramiro se me olvida, pero para los proximos porfa me indicas el titulo y la parte que es y pones el link ahi, yo me encargo, eso si cuando la pagina me valla.

A yolanda decirle que no hace falta que ponga los links de lo que ha subido hasta ahora en la biblio porque los he ido rescatando yo, pero que por fa, lo que vallas poniendo nuevo, simplemente te acercas a la biblioteca L-Z y me dices, tan fic (nombre) parte tal (1,2,3...) y pegas el link, pork para mi es mas facil, vale??? muchas gracias!!!

Y bueno del capitulo, que os digo, yo estoy de mal humor, por cosas personales, encima sumale, que en el curro es un no parar con halloween, que nos han robado dos disfraces, uno a la encargada y otro a mi, a ella no la han dicho nada, pa variar, y a mi si (si os sirve de consuelo me lo paso por el forro, dos manos tengo nada mas que pongan mas personal no te jode!) que el sabado me obligaron a ponerme en el curro un ridiculo dizfraz de esqueleto y despues de hacer casi 2000 euros de caja y pasar una calor de miedo yo me pregunte, en que parte de mi contrato diria que me tendria que vestir como una estupida para vender mas, en fin, como se aprobechan de lo mal que esta la vida, sumemosle tambien que se avecina la navidad y la odio y que el hecho de que la marcha de pablo espinosa este tan cerca me pone de muuuy mal humor, porque lo dejare de ver, y claro la conclusion es que el viernes estabais todas contentas, menos yo, y sigo sin estar contenta por el capi, me aislado este finde y estoy de mejor, bueno finde, el domingo porque el sabado sali de trabajar a las 22.30 y encima no tengo puente, putos centros comerciales...el caso es, que como siempre me enrollo mas que una persina, que el viernes ni la escena de alfonso descubriendo a seve me alegro el dia, porque no me lo pregunteis, pero tengo la sensacion de que por todo esto al final no he podido disfrutarlo como quisiera, si claro que disfrute de la actuacion de fernando que para mi fue el mejor, pero a mi el cabreo con rai no me lo quita nadie, ni con emilia, y ahora mismo lo unico que quiero es que ella sufra, y que sufra mucho, es que la escena del avance tampoco me gusto, fue, yo creo lo que mas me cabreo, pero esto que es, se comporta como una verdadera estupida y ala en dos dias ya va a estar con alfonso detras oliendole el culo y haciendole el gusto a la niña, no ahora se merece que el la desprecie, claro que el no va ha hacer eso, pero joder, que por lo menos se mueva un pokito y que luche por el, que no le sea todo llorar y tenerlo ahi comiendo de su mano, que van a dejar a alfonso ya de bueno tonto, y juro que a mi el embarazo me da igual porque total ya nos lo imaginabamos desde hace no se ni cuanto tiempo, cuandolo dijo tu abu gemma??? si es que los guionistas son tan previsibles, el caso es que yi ahora quiero que ella sufra un poco coño, que se lo merece, y viendo la escochorraidita de belen me he dado cuenta de que ahora si que entiendo lo de LAS REPRESARIAS, claaaaaaro ahora seve con la mirada k le echo a alfonso, va a ir a por el y como hacer daño a alfonso, con su familia o con emilia, asi que...no os extrañe que la tire por las escaleras, que la asalte en la posada, pork a este lo k le mueve es el dinero, y que le de un golpe en la cabeza, o que la envenene o vete tu a saber, pero tengo la firme creencia de que emilia caera enferma por culpa de seve, y si esta embaraza perdera al bebe por su culpa, y mirar que a mi la idea del aborto no me gusta demasiado, k ya bastante hicieron con matar a tristan junior, pero...es lo que creo que va a pasar

y bueno ya os dejo k me enrollo mas que una persiana.

buenas noches

EDITO: que se me a olvidao decirle a ROMI que gracias por las caps, ya las tengo guardaditas, y a BELEN que mu buena la escochorradita jejeje

os traigo una foto de capítulos de la semana pasada, que seguro que ya está colgada por aquí, pero me ha encantado esa escena, la iluminación, como jugaban con el exterior de la plaza y el interior de la taberna..... muy plástica... espero que os guste...





he dejado también algunas capturas de Alfonso solo en su hilo.......

(que a mi me gusta ser ordenada!!! je je je je)

Buenas noches chicas..los fics como siempre geniales...enhorabuena a a todas!!

Yo como eso de la escritura no lo llevo muy bien, os tengo preparado un video que mañana subire al youtube y os lo pondre aqui.

que paseis Buena noche

Buenos dias por la mañana.Mi prima la de Cuenca me esta dando la noche.Voy a ver si se me pasa un poco.Buenos dias y que los spoilers nos acompañen.Que tengais buen dia los que teneis puente y los que no que os sea leve.

Os dejo un fic iba para una cosa corta pero se me han ido los dedos.

***Cuentame un cuento***

La pequeña Elena no se dormia.Lloraba incansablemente.No eran capaces de bajarle la fiebre.Habian probado todos los remedios caseros habidos y por haber.Pepa habia venido de la casona por que la doctora que estaba de luna de miel con Sebastián no llegaba hasta el dia siguiente.

Los ratos que estaba despierta clamaba por su padre quien pacientemente la sostenia en brazos acunandola y besandola mientras su pequeño cuerpecito tiritaba sin que con sus abrazos lo pudiera remediar.

El pequeño Ramiro,lloraba en su cuna,quiza tambien preocupado por su hermanita o quiza por el vaiven de la noche.Raimundo cogio al niño y le saco de la habitación llevandoselo a su cuarto y quedandose con el hasta que se durmió.

Emilia lloraba incansablemente incapaz de soportar el ver que su hija cada vez estaba peor.Alfonso,acunaba a la niña besandola y susurrandola cuanto la queria.

-‘Lucha mi niña,lucha sol mio.Por que eres mi niña,por que no puedes dejar a papa’

Emilia con cada gesto de su marido si bien lo amaba profundamente cada vez lo amaba mas.El ver aquel hombreton con una niña que no era su sangre desesperado por poder perderla era hacerle amarle cada vez mas.

Al fin llego,Pepa.Examino a la niña.

-Creo que es varicela por estas rochas que tiene.No estoy segura pero mantener al otro niño fuera del alcance de la enfermita y tu Emilia con tu embarazo no estes muy cerca hasta que no llegue Gregoria.Dejanos a Alfonso y a mi.Prepara esta bolsa y agua tibia en una tinaja.Hay que bajarle la fiebre.Y estar pendiente de la diligencia en cuanto aparezca para traer a Gregoria a la carrera.Tranquila,nosotros nos ocupamos.

Cuando Emilia se fue Alfonso le pregunto como era de grave.

-Si en unas horas no baja la fiebre puede ser malo.Ayudame y entre los dos lo conseguiremos.Quitala la ropita yo la dare friegas para que la baje la fiebre.

Las horas no parecian pasar.Emilia solo podia mirar desde fuera.En su cuarto solo entraba y salia Pepa mientras de vez en cuando se oia a la niña llorar seguido por la voz de Alfonso que la calmaba.

-Hija acuestate-dijo Raimundo-Nada puedes hacer.Acuestate con el pequeño que tienes que cuidar lo que viene de camino.

-Padre,la niña…

-Alfonso la esta cuidando.No te preocupes.

Obedecio a regañadientes.Cuando desperto al lado de su pequeño Ramiro que la besaba mientras la acariciaba la cara sonrio,era una pequeña copia de su padre.Sus ojos negros la miraban y sus manitas la tapaban la boca.

-Mami,Lena mala

-Si mi niño,Lena esta malita.Pero tia Pepa y tia Gregoria la van a curar.Tu quedate aquí dormidito que mami va a ver como esta.

-Si mami,Lamilo meno.-Y cerro los ojitos quedandose dormidito.

Acaricio la cabeza de su pequeño,era tan parecido a el.No daba ningun problema,si algo le dolia no lo contaba,habia que sacarselo a besos.Incluso ahora sabia que debia ser bueno y que sus padres se preocuparan por su hermana.

Cuando salio del cuarto vio las maletas en la puerta y Sebastián paseando nervioso.La abrazo nada mas verla.Ella tuvo un mal presentimiento sobre todo cuando vio salir llorando de la habitación a Alfonso.

-No,Alfonso,no…-grito abrazandose a el-Dime que Elena esta bien dimelo.

-Si tranquila esta bien.Pero es que ya no podia mas Emilia,no podia.-se abrazo a ella y lloro como nunca habia llorado como nunca la habia visto llorar.

Pepa salio sonriendo.

-Esta pequeña es una Ulloa en toda regla.Nadie puede con ella.Dice que quiere una manzana.

Emilia rio.

-Si odia las manzanas.No hay quien se las haga comer.Voy por una.

La doctora salio de la habitación mientras dentro se oia a la niña gritar:

-Papaaa,Papaaaaaa

-Por dios llevarla una manzana.-dijo la doctora-Es una niña muy cabezona.Ha sido un ataque de varicela.No es grave solo necesita cuidados pero no tuyos Emilia que estas embarazada y el niño hay que vigilarle lo se lo haya contagiado.Mirale bien.

Alfonso entro en la habitación con la manzana.Mientras Emilia volvia con el pequeño a quien la doctora examino y no le vio nada.Les recomendo que le vigilaran.

Pasaron las horas y lo que habia sido preocupación evoluciono a risas y cuentos en la habitación de la enferma.Sin apartarse de la cama de la niña la contaba cuentos y no la dejaba rascarse.

‘Por que te vas a dejar marcas y las princesas no llevan marcas de varicela.Y si eres buena papa te contara un cuento y te dara una manzana’.

A los pocos dias la niña estaba recuperada y feliz de la vida corriendo por la casa y jugando con su hermano.Pero el que cayo enfermo fue el padre.Quien se quejaba amargamente de lo enfermo que estaba.

La doctora le receto un remedio.Era una simple gripe sin mas de pasar tantas horas durmiendo de mala manera en la cama de la niña.Pero Emilia sabia el remedio a aquel mal que padecia su marido.Dejo a los niños con su padre en la taberna y se metio en el cuarto.

El dormia pero ella se quito la ropa y entro en la cama.El se sorprendio de verla.

-¿Los niños?.

-Con mi padre.Yo vengo a darte un poco de medicina.

-Lo que te voy es a pegar la gripe.-rio el al verla tan ligera de ropa.

Le beso y la cura debio ser milagrosa por que esa misma tarde se levanto de la cama y cuando los niños volvieron hubo una sesion de cuentos como todas las noches.

-Papa,cuentame un cuento.

-¿Sabias el cuento de la princesa llorona que no queria comer manzanas?

La niña rio

-Papa,seguro que ese le gusta mucho a Ramiro tambien.

Con un niño de cada lado de la cama se dispuso a contar un cuento mientras ellos le miraban con arrobo.Mientras Emilia desde la puerta le dijo;

-Papa,luego me cuentas un cuento a mi.

-Por supuesto,mama…te contare un cuento.