El Rincon de Alfonso y Emilia. No concibo mi vida sin ti.

jajajajaja seré positiva, ná medio ejército español en la conservera pa quedar todo en una simple diarrea, como todo se soluciona con agua, limón y un poquito bicarbonato terminan dejando libre a Sebas que termina reconciliándose con su family, y así hasta esperar el feliz acontecimiento.

En el fondo tenéis razón, con tanto drama con las otras tramas, por lo menos esta nuestra que sea más tierna.

Aunque me temo que a nuestra pareja no les van a dar mucha más tregua, esperemos a ver que se inventan.

Buenos y gélidos días.

Por lo que veo a todo hay quien gane. Y yo que me consideraba de las escépticas y ahora el rincón está invadido por el pesimismo........

No he visto los VE de Enriqueta y Dolores (perdonarme, pero ahora mismo mi memoria de pez no recuerda los nombres de ambas actrices) pero según comenta Rosa, han dicho que Emilia tenía el niño. Además, tanto hablar de un bautizo, pues será el de esta criatura. ¿Que tienen que armar alguna trama para dar al traste temporalmente con la felicidad de la pareja? Pues sí, pero no tiene porque ser un aborto. Una idea de las mías: cuando nazca la criatura reaparece el Severiano y se la lleva como venganza. Y ya tenemos a la pareja angustiada. Aunque sería un poco calco de la situación por la que pasó Pepa. Pero ya sabemos que estos guionistas tienen tendencia a repetir situaciones.

En cuanto al funeral, si tal como comentais el actor que da vida a Efrén ya no está grabando, mucho me temo que por ahí irán los tiros. Una verdaera lástima, porque es un personaje lleno de ternura en medio de un nido de víboras. Ojalá fuesen otros los que acabasen en el camposanto de Puenteviejo, pero no nos caerá la breba de librarnos de Olmo, por poner un ejemplo.

¿Y la boda? Alguien apuntaba a Olmo y Soledad. Puede ser, pero si tuvieran un mínimo de rigor histórico sabrían que un proceso de anulación de un matrimonio llevaba años. Lo único que se me ocurre es que haya algun defecto en el acta de matrimonio de Juan y Soledad que invalide su unión, así de un día para otro. A no ser que el entierro sea de Juan......

Hola:

Normalmente un "obedece a tu marido", me repatearía.........pero si me lo dicen así, lo digiero y todo.
Hoy poco que comentar de los chicos, solo que cuando la Emi descubra que andan ocultándole cositas se va a armar la marimorena.

La que se ha salio ha sido la Paca, con el cura, con la Calvario, con la doctora y el hijo.......con la hija hoy no, la dejamos pa la semana que viene.

Creo que el avance ha estado mas interesante que el capitulo en si.

Cuquina, la mierda de la capa del Sdlc, tiene seguro explicación, q antes andaba mu limpio el hombre, remojándose en pilones delante de la parroquia femenina. Andará escondido por los montes o por las cochiqueras, que pa el caso, lo mismo da.

Feliz finde serranitas salerosas¡¡

Muy buenas zagalas!!

A ver, que llevo unos días sin pasarme mucho por aquí y ando algo perdida. ¿Decis que va a ver dos funerales y una boda?......(parece el titulo de una peli jeje).
Aquí esta mi teoria:

-Parece que una de las muertes pueda ser la de Efrén, pobrecito mío con lo bien que me caía este personaje lleno de ternura en medio de tanto drama, pero como creo que he leído por ahí que ha dejado de grabar pues parece lógico que sea uno de los que palme. La cuestión ahora es de qué manera muere…..sospecho que Olmo tendrá algo que ver en esto, y más por cómo lo amenaza con esa mirada fría. Es un hombre sin escrúpulos y muy calculador y ya ha dejado claro el odio que profesa hacia Pepa, por tanto creo que para verla sufrir lo mata. Es más, no se por qué pero creo que Águeda esta enfermando por su culpa, creo que le esta suministrando veneno en la comida o en la bebida para quitársela de en medio y así quedarse con toda la fortuna. Tanto a Águeda como a Pepa las ve como una amenaza hacia sus intereses y hará lo posible para que no sea así, si incluso piensa en que mueran, como así se lo confesó a la sole.

-La otra muerte apunta a Águeda como lo más lógico, por su enfermedad, pero me da a mí que no va a ser ella. Yo creo que puede que se trate de Calvario…….su personaje se ha anclado y no va ni pa tras ni pa lante, y ahora que se sabe que no es monja le dará un ataque de locura o algo y terminará por suicidarse como Angustias, que por algo son hermanas. Otro personaje que se me ha pasado por la cabeza es Juan, hace tiempo que anda en la cuerda floja y tentado a la suerte en más de una ocasión y en una de éstas no la cuenta y termine a balazos o en manos de Pardo o de Olmo.

A mi lo que me gustaría sería que fuese Olmo uno de los que la palmase, que es que ya no lo aguanto más, y otro por ser igual de inaguantable que fuese sebastonto. A ver si es verdad que se pira del pueblo para no volver jamás, aunque no caerá esa breva.

-En cuanto a la boda tengo mis dudas. Todo apunta que se trate de sole y olmo porque están prometidos, pero ella necesita todavía la nulidad de su anterior matrimonio, y como dice lapuebla, es un trámite que no se hace de la noche a la mañana, y si es así no es nada creíble, aunque conociendo a los lionistas a saber por donde tirarán.
¿Y no puede ser que sea la boda de Tristan con la galena?.......no se pero en principio no lo veo tan descabellado chicas. Que me perdonen las fans de la pareja protagonista, pero ya tuvimos boda de pepa con el médico y conociendo la poca imaginación de los lionistas, que se repiten más que el ajo, puede ser que casen a Tristan con la médica, para no perder la costumbre.

En fin niñas, estas son mis elucubraciones. Veremos quien acierta :)

Pues nada, que ya me despido, que sepais que aunque no me pase tanto como quisiera, os sigo espiando lo que puedo.
Kumita, me encantó tu fic. Precioso como siempre.
Y gracias a todas las que participais, ya sea en forma de fics, capturas, gifs, comentarios, etc. Sois mu grandes. Besicos.

kumi... que te gusta que te llame kumi... ciertamente no es buscando... vaga que es una y eso de escribir un par de letras más como que cansa.... lo hago con todos... y con todo....

vengo con las capturas de hoy, bueno que no son de hoy, son del capítulo 242 pero son las que toca poner hoy.... se me entiende no????

esta no me ha quedado muy bien pero me encantaba la postura

Hola chicas,siendo daros la murga,he mandado un microrelato a un concurso si os apetece votarme.

Es el de Rosa Cuquina.

https://apps.facebook.com/easypromos/entries/24506

***El premio del amor***


Cuando les dejaron a solas mientras Emilia dormia cansada del esfuerzo de traer un hijo al mundo el se aposento en una silla cercana entre la cama y la cuna,observando a madre e hija y sintiendose el hombre mas dichoso del mundo.

Por momentos mandaba callar a su corazon loco que no le saltara dentro del pecho.Se sentia tan feliz que ahora comprendia todo lo que habia escuchado a Raimundo sobre el amor a un hijo,a su madre en sus quebraderos de cabeza por Juan y sintio por primera vez como si algo les pasara a alguna de ellas moriria en el momento.

Raimundo le llevo una taza de caldo ya que llevaba prácticamente todo el dia sin probar bocado convencido que si le instaba a abandonar el cuarto se iba a negar en rotundo.Mientras a regañadientes tomaba el caldo que le llevaba su suegro,el abuelo miraba a la pequeña embelesada.

-Es como Emilia,es igual que ella.

Los dos hombres miraron la cuna.Un sonrosado bultito dormitaba mientras arrugaba la nariz en un sueño que debia tener.Tambien estaria cansada,venir al mundo no es tarea facil.El ver repetido en la hija ese gesto que Emilia ponia cuando se le llevaba la contraria les provoco una sonrisa a los dos.

-Como sea igual de terca que la madre-sonrio Raimundo-La que te espera.

El hombre abandono el cuarto para no despertar a Emilia que dormia besandola en la frente.Alfonso se preparo para pasar la noche en el sillon,no muy comodo tapandose con una manta que habia sacado del armario.Nadie le haria moverse de alli.

No habia dado una cabezada cuando un pequeño llanto le desperto de su duermevela.Se sonrio,la pequeña estaba intranquila no sabia muy bien por que.Quiso calmarla canturreandole una cancion que su madre le cantaba de pequeño pero no le debia gustar asi que para evitar que Emilia se despertara la cogio en brazos acunandola junto a su corazon.

Alli en sus brazos sintio su calido cuerpecito y penso que nada en esta vida le podia arrebatar esa felicidad que sentia que le nacia del corazon y como una calida corriente que le salia del alma embriagandole de amor por aquella pequeña que tenia en brazos.

Cogio su manita entre las suyas,tan diminuta al lado de la suya que no pudo mas que besarsela,contarle sus deditos.Ella refunfuño por el roce del bigote en su mano,pero de poco la sirvio por que luego la beso la sonrosada y regordeta mejilla cosa que la hizo soltar un mohin de desagrado.

Abrio los ojos y le miro,el supo aquel entonces que aquella pequeña y el eran uno,ella era su hija y ella sabia que era su padre.Con firme decisión la pequeña agarro su dedo como manteniendo esa firme convincion que el tenia de que ella sabia que era su padre.

Volvio la vista por si los rezungos de la pequeña habian despertado a la madre pero dormia placidamente con la mano debajo de la mejilla,como siempre cuando el la observaba en silencio dormir.

Miro de nuevo a la pequeña esperando encontrar en ella algo de aquel pero solo podia ver a cada rato que pasaba mas gestos de Emilia en ella y esa boquita tan bonita y que le perdia en la hija igual que en la madre.

Pronto empezo a lloriquear,los besos y los mimos del padre no eran suficientes para un bebe hambriento.Empezo a llorar primero quedamente como un gatito recien nacido y luego con una sonoridad alarmante dando muestras de tener unos poderosos pulmones.

Emilia se desperto al oir a la pequeña pero se hizo la dormida mientras veia a Alfonso susurrarle cosas mientras la acunaba intentando hacerla dormirse de nuevo.La estampa de aquel hombreton dominado por una pequeña hambrienta que no entendia de canciones de cuna,ni de mimos paternales,ni de numerosos besos la hizo reir.

-Anda traela,tiene hambre y por el tufillo que desprende tiene caca tambien.¿Es que no lo has olido?.

-Pues no.Me parecia normal.

Se sento en la cama mientras veia a Emilia cambiarle el pañal y el la acercaba cada cosa que le pedia.Luego Emilia empezo a darle el pecho,no tenia leche todavía pero Pepa le habia dicho que en menos de un dia la tendria pero que lo que ahora la daba le alimentaba.La pequeña daba buena cuenta de su comida mientras Emilia le hizo ademan de que se acercara.

-¿A que es muy bonita?.-dijo feliz.

-Se parece tanto a ti.Arruga la nariz cuando se enfada.Como tu cuando te llevamos la contraria.Es tan lista como la madre.

Emilia se la puso al lado tumbandose de espaldas y le indico a el que se tumbara con ellas en la cama.Ella jugaba con los deditos de la mano de la niña y el paso su brazo por la cintura de su mujer observando a las dos.Emilia se volvio besandole:

-Gracias.-dijo

-¿Por qué?.-respondio extrañado el.

-Por ser su padre.Por darnos amor,proteccion y por ser tu.

El la abrazo devolviendola el beso.Acaricio la manita de la niña que parecia que después de comer se volvia a dormir.Asi permanecieron largo rato hasta que les dio el alba y les vencio el sueño.

Cuando Raimundo entro por la mañana para despertar a Alfonso,se sonrio.Si era feliz por su nieta,lo era mas aun por ver como se habian convertido en una familia.

Croquep - Me ha vuelto a invadir el espíritu de lionista puenteviejero perverso, como tu lo llamas, lo siento.
Cuquina - gracias por tu tiernísimo fic. Hoy todo el azúcar te lo llevas tu. Enhorabuena¡¡
Lapuebla- Te voy a la zaga, antes con la violencia y ahora explotando la culpa y los remordimientos.

<<<<<<<<<<<<<<En Nombre del Hijo II >>>>>>>>>>>>>>>>>>


Raimundo tuvo que esforzarse por atender a todos los parroquianos. Alfonso salió antes del alba, camino de los terruños familiares, y poco después Emilia alegó encontrarse indispuesta para no abandonar su alcoba en todo el día. Y no fue una jornada de poco trabajo, estuvo tan atareado que ni le dio tiempo a preocuparse.

Desesperándose en su habitación mientras fingía descansar, Emilia no podía permanecer quieta. Aguardaba la llegada de su esposo vigilando la puerta a cada poco, consciente de la inutilidad del gesto, pero sin ser capaz de evitarlo. Y los ademanes repetidos no acababan ahí, repasaba sin descanso el adorno que usó de arma defensiva. Una y otra vez limpiaba con un lienzo toda su plateada longitud, sin mirarlo, sin verlo, y cuando caía en la cuenta de lo que hacían sus manos, se obligaba a posar el objeto sobre el tocador. Una y otra vez lo apartaba de su vista escondiéndolo por los cajones, una y otra vez volvía a sus manos, porfiado.

Y rezaba, como nunca antes lo hizo. No por ella, sino por él. La misión que tenía entre manos no era fácil, ni carente de peligro y solo pedía a Dios, que nada le pasara, que lo mantuviera a salvo. “A salvo, a salvo, a salvo” , en perenne letanía por toda plegaria.

No dejaba de apreciar la ironía. Ella pidiéndole a un Dios en el que poco creía, después de incumplir uno de sus más sagrados preceptos, o más de uno, si lo pensaba bien. Además, por mucho que lo intentara no se arrepentía. No podía hacerlo sin traicionarse a sí misma. Si de algo se arrepentía era de estar implicando a Alfonso en todos sus errores. Pero se le antojaba que, al menos, si la petición no era para sí misma, sino para alguien más bueno que ella, seria acogida de mejor grado.

Tuvo que esperar hasta la puesta del Sol, como habían acordado, hasta que la puerta volvió a abrirse.

-Está hecho.-Alfonso la tranquilizo en cuanto la habitación quedó cerrada.
-¿Te vio alguien? – se preocupaba ella.
-Juraría que no. ¿Y tú, como has estado?
-Solo nerviosa.-confirmó ella lo evidente.

No les quedaba más que tratar de aparentar normalidad. Sería difícil al principio, bien lo sabían, pero se irían acostumbrando, solo era cuestión de práctica. Nadie se había enterado, nadie les había visto. Entre los dos compusieron todos los destrozos que pudieron y se deshicieron de lo que no tenía remedio. Por suerte casi todas las magulladuras de Emilia se podían ocultar bajo la ropa e inventó una escusa para las que sí que se veían.

Discutieron sobre la conveniencia de hablar con Pepa, solo sobre la preñez, pero Emilia se negaba, su amiga podía llegar a ser mas perspicaz que su padre, que ya era decir, y no les convenían preguntas incomodas, al menos, no de momento. Alfonso se preocupaba, pero ella decía encontrase bien. Siendo sincera, había dejado de sentir el movimiento del niño en su vientre desde que ese desgraciado la atacó, pero al ver regresar a Alfonso también sintió de vuelta la vida de su hijo. Lo consideró un buen presagio.

Pasaron días enteros preocupados, creyendo escuchar palabras amenazantes en cada conversación, malinterpretando las miradas, controlando a duras penas sus temores, disimulando delante de Raimundo y de Pepa, y de todos los demás, dándose consuelo únicamente cuando estaban a solas.

Por mucho que intentaron pensar en todos los detalles, en la multitud de situaciones en las que podían encontrarse de ser descubiertos, lo cierto es que sus peores temores vinieron a cumplirse de manera inesperada. Fue D. Pedro, acompañado de Hipólito, quienes les trajeron las malas nuevas. Habían presentado una denuncia en el cuartelillo contra ellos por la desaparición de Severiano.

Muy compungido, Hipólito les fue desgranando la historia. Había sido una mujer, otra incauta víctima del seductor, quien alertada por su ausencia emprendió la búsqueda. No estaba tampoco muy bien informada de los detalles, le había contado que iba a Puente Viejo a cobrarse una deuda, pero al ir preguntando por él, las gentes le relataron todas las habladurías que corrían por el pueblo. La mujer no tardó en unir todas las piezas y presentar la denuncia. “Y estaba furiosa” , les dijo, “Exigía a gritos vuestra detención inmediata” .

Aunque fuera un malnacido con cuentas pendientes con la justicia, la acusación de la mujer era muy grave y no la podían dejar pasar por alto. En consideración a ellos, les daban unos días de tregua sin llevarlos a prisión, mientras La Guardia Civil reunía pruebas. “Pero ahora harán un registro en la Casa de Comidas y en la Posada, cerrad de inmediato. Y también querrán interrogaros” , les advirtió D. Pedro, y mirando a Emilia intentó sosegarla. “No os preocupéis, si no habéis hecho nada, no tenéis nada que temer. Intenta mantenerte tranquila, muchacha, que estas cosas no son buenas para las criaturas.”

No imaginaba el pobre hombre lo errado que estaba y lo poco alentadoras que resultaron sus palabras.

Aguantaron lo mejor que pudieron las pesquisas, encontrando las fuerzas necesarias el uno en el otro. Lo que mas sintió Emilia de todo aquello fue tener que informar a su padre. Había conseguido ocultarle las amenazas y dislates de “el Guapo”, y por un milagro, al buen hombre no le habían llegado los rumores sobre sus visitas intempestivas. Andaba demasiado ocupado en los problemas de Sebastián y ahora se lamentaba amargamente de no haber estado cuando su hija más lo necesitaba.

A Alfonso no se le daba bien mentir, pero si guardar silencio. Por una vez su habitual reserva jugó a su favor, y mantuvo la compostura admirablemente. En realidad no le era necesario engañar a nadie, el no había hecho nada. “¿Dónde está Severiano? ¿Hablaste con él el día que desapareció? ¿Le hiciste algo?” Las preguntas tampoco eran las adecuadas, solo necesitó verdades a medias y los arrestos que el recuerdo de cómo ese malnacido intento forzar a Emilia le proporcionaron.

Fueron más suaves con Emilia, en consideración su estado y atendiendo a los ruegos del alcalde y de su hijo. Se la interrogaba por rutina, como posible fuente de información, nadie pensaba que ella pudiera estar implicada en la desaparición. Veían a una mujer pequeña y embarazada, y no la creían capaz de ser una amenaza para nadie, y menos para un hombre grande y fuerte como Severiano. Lo del marido ya era otro cantar.

Revolvieron todas las estancias, dejando el desastre de un huracán a su paso, que luego costo muchas horas arreglar, pero no hallaron nada. Habían sido concienzudos en la limpieza, y luego Alfonso se encargo de quemar la ropa de Emilia y todos los paños que usaron para limpiar la sangre, haciéndolos pasar por rastrojos en el campo, hasta que solo quedaron las cenizas esparcidas a los vientos.

Se libraron ese primer día, pero la amante de Severiano resultó ser insistente. Herida por saber que Emilia esperaba un hijo de él, celosa por creer que la estaban engañando y vengativa, no cejó en su empeño. Y por desgracia, contaba con algunas influencias para ejercer presión. No consiguió encarcelarla a ella como era su pretensión, pero si la orden para apresarlo a él.

Hipólito les llevo la noticia desolado. “Mañana vendrán a arrestarte, Alfonso. No sabes como lo siento.” Alfonso asintió en silencio y luego le encomendó cuidar de Emilia. “Antes muerto que le pase algo a la Bella Emilia” le aseguró el muchacho solemne. Siempre fue un amigo fiel.

Esas últimas horas no las pasaron tranquilas los esposos. Era bien entrada la noche cuando Emilia aun medía la habitación a rápidas y nerviosas zancadas.

-Huyamos.- Ella buscaba una salida, cualquier salida.
-No podemos. Sería lo mismo que declararnos culpables y no tendríamos ni un segundo de tranquilidad en lo que nos resta de vida.

Cuando daba con algún resquicio de salvación, Emilia frenaba en seco para hacer partícipe a Alfonso y cuando él le rebatía sus argumentos a base de sentido común, ella asentía y continuaba con su frenético deambular en busca de otra solución, retorciéndose las manos.

-¿Cómo pueden haber salido las cosas tan mal?- se reconcomía.
-Sabíamos que esto podía pasar.-trataba Alfonso de tranquilizarla sin éxito ninguno.-Era una posibilidad.
-¡Si…pero no así! Esto es lo que pretendía evitar haciendo lo que hicimos. ¿Para qué ha servido entonces? – se volvió hacia él, espantado el gesto, arreboladas las mejillas.
-Emilia, siguen sin saber nada, solo que ha desaparecido. No han encontrado nada aquí. Si no fuera por la insistencia de esa mujer, nada nos hubiera pasado.- él usaba sus manos igual que cuando se intenta apaciguar a un animal desbocado, con las palmas hacia abajo y el tono acariciante.- Solo debemos tener paciencia y todo acabara por salir bien.
-¡¿Salir bien? Nada está saliendo bien! ¿Y cómo voy a tener paciencia cuando…- A ella se le rompió la voz en pequeños fragmentos puntiagudos que se desbordaron sin remedio a través de sus ojos -… cuando vengan a por ti?
-Emilia, no tenemos otra opción.
-Sí, si que tenemos, Alfonso. No voy a permitir que te arresten por mis faltas. ¡No lo voy a consentir!

Se dirigió hacia la puerta, despejándose los ojos a manotazos, dispuesta a salir en ese mismo momento en dirección al cuartelillo. Alfonso reacciono rápido y la intercepto cuando ya tenía el pomo en la mano y la puerta a medio abrir. Paso un brazo sobre ella, apoyando su peso contra la hoja y rodeo con el otro la cintura de Emilia, reteniéndola contra si.

-¿A dónde crees que vas? –esta vez había alarma en la voz.
-¡Déjame¡–Se revolvía ella. – ¡Suéltame ahora mismo! Confesaré y pagaré mi culpa.
-¡¿Te has vuelto loca, mujer?! De eso ni hablar, si piensas por un momento que lo voy a consentir, andas muy equivocada.
-Me da igual, me da igual, ¿entiendes?- Los sollozos la recorrían sin remedio, sin dejarla razonar.- No puedo dejar que pagues por mis faltas. No puedo.

Alfonso la volvió, pero manteniéndola aun sujeta por los brazos, inseguro de su reacción. Le habló sosteniendo firme su mirada.

-Emilia, todo saldrá bien, créeme. No me pasará nada y en unos días me tendrás de vuelta como si nada hubiera pasado y podremos seguir con muestra vida y olvidarlo todo.- Luego encogió levemente los hombros dando paso a un nuevo argumento.- Además, piénsalo, ¿cómo vas a ir a prisión en tu estado?
-No me importa mi estado. No puedo dejar que lo hagas.-hablaba más sosegada, bajo el dominio de su ojos hipnóticos, pero las lagrimas dejaban surcos en sus mejillas, sin dique que las contuviera.- Eres demasiado bueno, demasiado noble y no mereces que todos sospechen de ti y hacerte pagar por errores que son solo míos. No es justo.
-¿Y qué importa todo eso? –Trataba él de reunir todas las gotas en las yemas de sus dedos.- No pude protegerte de ese malnacido, pero de esto sí que puedo y eso es lo que haré. Quieras tú o no quieras.

Emilia se tragó de golpe su congoja. ¿Él se sentía culpable? Nunca dejaría de asombrarse de la entrega sin límites de este hombre y de su capacidad de sacrificio. Sería capaz de cargar sobre su espalda todos los contratiempos y no emitir una sola queja, con tal que a ella no la rozara ningún mal. Al incrustarse esta certeza en su mente, su propia culpa le golpeo sin piedad el corazón, se aguó de nuevo su mirada y arrecieron los gimoteos sin posibilidad de control, agitándose los hombros en un histérico compas.

-Sosiégate, por favor. Si no lo haces por mí, hazlo por el niño.

Que miserable se sentía, que vil, que poco digna. ¿Qué habría hecho ella en esta vida, o en cualquier otra, para merecer este regalo del destino? ¿Para merecer este Amor con mayúsculas? Nunca podría compensar tanta abnegación. Ella no se creía tan generosa. Trató de hacerle caso, de ceder a su petición como única ofrenda. Restregó su rostro empapado con las mangas de su blusa, intentando componer el desastre de su apariencia.

Alfonso desesperaba ante el dolor de su esposa. Cada frase que decía, lejos de confortarla, la hundía mas y mas en la amargura. La abrazó en un último intento de consuelo, la acunó a ella y a su hijo al calor de su cuerpo y le frotó la espalda protector, como si de una chiquilla apenada se tratara.

-Además, ¿esta es la despedida que me piensas dar?- Le tembló la voz un tanto, asustado de su propia osadía.

Aquella insinuación velada si tuvo el efecto deseado. Emilia cortó en seco su llanto y le miró desconcertada, buscando en su semblante el rastro de la chanza. Pero no era eso lo que transmitía su actitud. El la contemplaba absorto en el movimiento de sus pestañas húmedas y en el rubor intenso de su faz. En ese momento ella no hubiera podido negarle nada, se habría arrancado el corazón de cuajo, si eso es lo que hubiera deseado. Extendió una mano y lo condujo solemne hacia el lecho.

Esa noche ella se empeño en dibujarle en la piel filigranas construidas con hilos de saliva, recuerdos perennes para su alma entregada, que hincharon los labios en su ímpetu, que arañaron la piel en su violencia y rasgaron los temores sin misericordia, desgajándolos.
Que acariciaron tiernos sus sentimientos expuestos.

Antes de romper el alba, el abandono la cama y a su esposa, deposito un beso suave sobre su pelo, como despedida, y fue a entregarse sin escándalo, en solitario. Ella despertó más tarde, envuelta en el frio de la madrugada, extendió una mano y solo tropezó con su compacta ausencia.

Recibió el nuevo día llorando sin consuelo abrazada a su vientre.

---continuará---

Nota:

Animada por Krisruz he pegado también los fic en el FB, por si os resulta mas fácil encontralos allí este es el enlace. Espero haberlo hecho bien, ya me diréis.

[url= http://www.facebook.com/note.php?note_id=127251297397554] En Nombre del Hijo II[/url]

Grini, gracias por tus maravillosas capturas.
Gracias a tod@s por los comentarios tan preciosos que hacéis a lo que escribo para vosotr@s.
Muchas gracias a l@s que participáis, de la forma que sea.

Feliz Domingo

Buenas tardes.

Ya estaba yo preocupada por la escasa actividad del hilo. Creo que hemos batido un record con más de 24 horas de silencio. Menos mal que las musas no abandonan a Rosa y Kumita, que nos regalan con sus fics esta fría tarde de domingo.

Mi Rosa ya sabe que estoy celosa porque ata a las musas a la pata de la cama y no las deja venir a Galicia. Resultado: yo no escribo ni un solo párrafo decente y ella nos deja nuestra necesario dosis de azúcar.

Kumita, podría pasarme una hora intentando desciribir mis sensaciones al leer tu fic y no encontraría las palabras suficientes. Es demoledor, porque nos hace meternos en la piel de Emilia y sentir el temor, el miedo, el pánico, los remordimientos, la angustia. Sólo me queda decir simplemente gracias.

Entre Pepa y tu me teneis en un sinvivir kumita...por favor sigue.

Chicas os he hecho un himno ¿Os gusta?. El martes tengo un examen asi que os subiré la música el miércoles si puedo.

Si habéis oído el raipaquista sabréis que mi voz no es que sea... bueno... muy buena con el cante jejejejej Pero es que la soledad de la habitación hace mucho... Espero que ese detalle me lo perdonéis ;) Lo he hecho con todo el cariño para vosotras.

pues si que ha habido silencio este fin de semana.......

croque, gracias por lo de los links, pues nada esperaremos que la curiosidad de Fer en cuestiones facebookiles haga que los vea... me haría mucha ilusión....

yo hoy traigo amor, mucho amor.... espero que os gusten...... son del capítulo 243.. con la marcha definitiva de Seve y las inseguridades de mi Alfonso...

creo que fue lapuebla quien pidió una captura del abrazo colectivo de Alfonso, Emilia e Hipólito.. lo siento pero ha sido imposible encontrar un fotograma en que se vieran los tres para poder colgarlo, solo se veía una madeja de manos, brazos y pelos... no me ha gustado ninguna...

me encanta la cara que tienen los dos en esta captura