El Rincon de Alfonso y Emilia. No concibo mi vida sin ti.

Buenas noches. Nada que añadir a todo lo que habeis dicho.

Como Rosa sigue manteniendo secuestradas a las musas y no las deja venir para Galicia, no he encontrado la inspiración suficiente para continuar con la historia de MONSTRUOS. Pero os dejo una tontería que ha parido mi neurona en un momento modo morriña ON. Se lo dedico a mi Rosa, la mejor cronista de Puenteviejo y a Kumita, por esas conversaciones tan estupendas.

PREOCUPACIONES

“No puedo dormir, aunque mi cuerpo me pide a grites un poco de descanso. Mi espalda empieza a resentirse por el peso de mi abultado vientre, y mis piernas hinchadas agradecen que me venga antes a la cama. Pero mi mente no encuentra sosiego y no paro de darle vueltas a mis rencores y mis miedos. Rencor hacia mi padre y mi hermano, por haber arriesgado todo aquello por lo que he trabajado. Y miedo por lo que está por venir.No puedo olvidar que estoy a punto de quedarme en la calle, sin un fúturo que ofrecerle a este hijo que crece día a día en mis entrañas y que no debería pagar por los errores que cometen los otros. Y lo peor es que en mi desgracia voy a arrastrar a Alfonso, que tendrá que cargar con una mujer que está en boca de todos y con hijo que ni siquiera ha engendrado. Pero sigue estando a mi lado, como lo ha hecho toda la vida, repitiéndome una y otra vez palabras de ánimo con las que quiere evitar que me derrumbe, como lo está haciendo todo a mi alrededor. Ojalá encontrara el modo de compensar tantos desvelos, esa lealtad y ese amor de los que no me siento digna. Él se merece mucho más que las fatigas y las preocupaciones que yo le he dado”.

“Por fin se ha acabao la faena por hoy. La verdad es que estoy cansado, deseando irme al cuarto y acurrucarme a su lado. Pero tambien me vienen bien estos momentos a solas, cuando no tengo que disimular un optimismo que no siento, cuando no tengo que ser diplomático y mantener las formas ante Raimundo. Bien sabe Dios que quiero a ese hombre, que siempre le estaré agradecido por lo que ha ayudado a toda mi familia. No puedo, ni quiero olvidar que fue él quien nos enseñó a leer y escribir, quien nos daba faena o simplemente un plato con el que calentar el buche cuando los cuartos escaseaban en casa. Sin embargo, me hierve la sangre al ver como mi mujer sufre por los errores de su padre y su hermano. Ella se ha deslomado desde que era una chiquilla por sacar adelante este negocio, a veces incluso sola, sin más apoyo que el de Pepa y la poca ayuda que Ramiro y yo le podíamos ofrecer cuando volvíamos del trabajo en los campos.Y siento una impotencia enorme por no poder hacer nada. Ojalá no fuera un pobre bracero ignorante que sólo tiene sus manos para trabajar. Ella se merece mucho más de lo que yo puedo darle.”

“Siento como abre la puerta despacito, con mucho cuidado, porque teme despertarme. Él no sabe que no soy capaz de dormirme hasta que siento su calor en mi espalda, pero no quiero preocuparlo y cierro los ojos fingiendo un sueño que me es esquivo. Además, no sólo la cabeza me da vueltas. Hoy este pequeño está especialmente inquieto, no lo culpo pobrecito, que se habrá contagiado de la zozobra de su madre, y no deja de dar patadas. Supongo que es su forma de protestar por mi mala cabeza, por no descansar como me ordena Pepa, por no tomarme las cosas con una tranquilidad que no hallo en nigún lado. Trato de calmarlo, acariciando mi panza, pero el muy tunante solo se apacigua cuando siente la mano de su padre en mi regazo. Porque él es y siempre será su padre. Y me quedo dormida soñando que este niño no fue engendrado en un encuentro furtivo sobre las tablas de las bodega, sino aquella noche en la que aprendí como debía ser el amor, cuando se coló por mi piel tan poco a poco como antes se había metido en mi corazón.”

“Abro la puerta del cuarto muy despacio,pues no quiero interrumpir su sueño. Me desvisto a oscuras y me acurruco a su lado, aspirando el olor a lavanda que desprende su piel y su cabello. Duerme, pero sé que no descansa. Veo la expresión crispada de su rostro, como si estuviera angustiada por algo. Imagino que las preocupaciones tambien la persiguen en sueños. Tengo miedo de que tanto sufrimiento pueda hacerle daño al niño. Cierro los ojos y poso mi mano en su vientre y siento como la criatura se mueve. Y con cada movimiento suyo mi corazón se sobresalta. Sé que yo no lo he engendrado, pero no me importa. No me importó cuando su madre se negaba una y otra vez a aceptarme como marido, y menos me importa ahora, que ambos duermen entre mis brazos.

Gracias Meiguiña por tu precioso fic...siempre me dejas con los pelos como escarpias.Anda ya con que tengo las musas atadas a la pata de la cama...MENTIRA COCHINA...por que no salen esas cosas tan bonitas asi como asi.

Buenas noches serranas:
Lapuebla, ¿nos visita la misma musa? Porque hemos tenido la misma idea...

****Remember***

Emilia, hacía un rato que se había acostado vencida por la fatiga y abrumada su alma por sus muchas cuitas. Se acurrucó entre las sábanas aguardando impaciente que Alfonso llegara.
Había salido por ver a su madre y comunicarle las últimas nuevas. No quería que se preocupase más de lo debido y que las noticias le llegasen por boca de otros ,aumentadas y deformadas por los dimes y diretes de las gentes del pueblo.
Sin él se sentía sola y desamparada en su lecho vacio de amor y se preguntó como pudo vivir tanto tiempo sin su aliento y compañia. Lo quería más que a nada en el mundo y sentía que ese amor crecía día a día llenando su existencia y alimentando su corazón-
Ahora más que nunca se sentía sola y su marido , en contra de lo que siempre había creido ,era su único sosten, el pilar en el que se apoyaba para no desfallecer y seguir confiando en que habria un futuro para ellos.
Recordó de pronto el día en el que le confesó su embarazo; el momentó en el que desbordado por la revelación la besó y sus ojos se abrieron a una nueva realidad que había estado siempre ahí, pero que ella no fué capaz de percibir...
Recordó tambien su conversación posterior, ella recelosa y él emocionado , entregándole su amor y su vida entera con tal de protegerla y amarla.
Su destino era Alfonso , sin duda. ..

-"No ves que tendrás que sacar tú sola a una criatura adelante"
- "No insistas Alfonso, por favor... No estaré sola. Tendré a mi padre y a mi hermano, que siempre están a mi lado"

Caprichos del destino porque nunca imaginó que su hermano se vería obligado a huir perseguido por la justicia y que se sentiría tan alejada de su padre como lo estaba ahora.

Era tan grande su dolor y tal su desesperación que no podía perdonar a su padre. Su traición le arañaba el alma y no comprendía como había cedido a las pretensiones de Sebastián. Su hermano estaba enloquecido y les había ofendido gravemente , a las claras se veía que su ofuscación no le dejaba ver que sus propuestas desesperadas no traerían nada bueno.
Y para colmo ahora le salía con amores tardíos y un compromiso matrimonial con Agueda de Mesía...
No, no podía con ello. Su padre había arruinado su vida y les dejaba en la estacada cuándo precisamente su hijo estaba por llegar.
Y con estas cavilaciones , pudo escuchar sus pasos en el pasillo. La puerta se abrió y entró sigiloso para no perturbar su sueño. Se quitó la ropa y se coló en el lecho conyugal. Se acercó y la abrazó por la espalda ...
- Emilia, ¿duermes?
- No, ¿acaso crees que puedo conciliar el sueño sin tí?
¿Como estan Rosario , y Mariana?
- Bien, están bien. Se ve que la Doña gasta un humor de perros y que los ánimos por la casona no andan muy templados.
- ¿Les has dicho lo nuestro?
- Sí pero suavizado por no preocuparlas demasiado. Todavía tengo esperanzas de que podamos salvar la casa de comidas... en cuánto al compromiso de tu padre, ya estaban al tanto de todo. Se ve que a Doña Francisca no le ha caido muy bien la noticia.
- ¿Y eso porqué?
- Ya sabes que no mantiene armonía ni con Raimundo ni con Águeda, Supongo que esa alianza no le ha gustado en lo más mínimo.
En fín , mi madre, que te manda mil besos y me ha dicho que cuando tengas un rato te pases a verla. Se ve que ha estado tejiendo algo de ropa para la criatura. Dice que hay que prepararle una canastilla , que el tiempo pasa volando Emilia.
- Tiene razón, iré en cuanto pueda.
Buenas noches ... Alfonso.

Se acurrucó en el chal de sus brazos y cerró los ojos. Sintió su aliento en la nuca, sus besos suaves y húmedos recorriendole el cuello y un tequiero por lo bajinis que la obligó a abrirlos de nuevo y a buscar sus labios para besarlos . Los besos les llevarón a las caricias y estas a desprenderse de sus ropas de dormir para sentir sus cuerpos y fundirse piel con piel.
Emilia tan sensual, a pesar de su preñez , conocía las debilidades de su esposo y le gustaba complacerle mordisqueándole la oreja o recorriéndole el cuerpo entero con sus besos y arrumacos.
Pero hasta cuándo el deseo le desbordaba, Alfonso sabía contenerse y le hacía el amor con delicada ternura , por miedo a dañar al niño que llevaba dentro .
Emilia pensó que aquello era la gloria bendita, que todavía había esperanza, sabía que de una manera o de otra otra, estaba a salvo. Entre sus brazos no tenía miedo ni sentía soledad o rencores , solo su amor y protección. Juntos saldrían de aquel atolladero en el que la vida les había puesto.

"Pero ahora no quiero pensar en nada, ya lo pensaré mañana"

Y yo traigo el testimonio de la otra parte....

*****DESDE DENTRO DE TI*****


Siento que fuera hay un gran lio.No se que pasa pero mama no para quieta,siento que solo la hace calmarse la voz de un hombre,debe de ser papa.Noto sus caricias cuando mama esta triste y yo tambien me siento triste,pero siento su caricia y yo me muevo feliz dentro de mama.

A veces escucho su voz diciendome que me enseñara a cazar,que me llevara con el a enseñarme los rios y los montes.Pero mama dice que soy una niña y los dos discuten en broma por que se rien mientras siento sus manos acariciandome.

Ahora hace tiempo que no oigo la otra voz como la de papa que venia a hablar conmigo y que me decia que si era niña tendria que ser una muchacha preparada que sacara al pais del atraso atavico que habia.

Mama,se enfada cuando habla con el.Me parece que es el abuelo y se pone muy triste pero otra vez cuando parece que todo se desmorona vuelve papa.

Tengo muchas ganas de verlos,a ellos y a la amiga de mama.Muchas veces las escucho hablar de un tal Tristan mientras mama la consuela por no poder estar con el.Mama habla de su Alfonso y de cuento le quiere,ese Alfonso debe de ser el nombre de papa.

Hay veces que mama se pone muy nerviosa y llora y yo le doy una patadita para que sepa que nada puede salir mal.Lo dice papa y me parece que tiene razon.Mama me habla,me dice que me quiere que sabe que soy una nena y que me va a querer mucho.

No tengo muy claro si soy una nena o un nene como dice papa,pero la verdad estoy la mar de a gusto aquí dentro,aunque me mata la curiosidad el saber que tal se vive fuera de mama.Se que pronto saldre…pero debo esperar el momento.

Y el momento se acerca,algo me hace moverme de la postura tan comoda que tenia,ahora que habia conseguido que el maldito cable este por el que como no se me enroscara en el pie.Oigo a mama gritar,y yo gritaria por que me da mucho miedo.

Oigo a papa,nervioso llamando a Pepa,que debe de ser la amiga de mama.Noto que mama cada vez esta mas nerviosa y grita que la duele.Y a mi no paran de empujarme fuera con lo caliente que se esta aquí dentro.

Mama,por dios.No me saques de aquí,dejame.

Pero no me oyen,mama sigue gritando y llorando mientras Pepa la calma.Llega otra voz femenina a quien conozco,dice mama que es la abuela Rosario.Ella con voz calmada le habla a mama diciendole que se lo tiene que tomar con calma y yo por si acaso sigo sus consejos.Me dejo llevar por cada empujon que se saca de mi comoda casita que ha sido este tiempo.Veo una luz y alguien que me saca sin que yo quiera.

Que frio,hace.¿Por que se rien estas mujeres?¿Quienes son?.

Escucho a mama a lo lejos pidiendo que quiere verme.

-Es una niña,Emilia.-dice la mujer morena.-que preciosa es.

-Es igual que tu Emilia-dice la otra mujer que no se quien es-Mi primera nieta.

Ahhh ya las voy conociendo,la que esta recostada y a quien me acercan es mama.Que guapa es,y si me parezco a ella tambien sere muy guapa.

-Pepa,¿has visto que bonita es mi niña?:Te lo dije…era una hembrita.

-¿Cómo la vas a llamar?-dice mi abuela

-Elena como me llamaba yo antes de que Raimundo me recogiera cuando mis padres murieron.Me lo dijo mi tio Eulalio.

-Voy a hablar con el padre y el abuelo que estan histericos fuera.

-Pepa,no quiero ver a mi padre.

-Emilia,venga.

-Sacare a la niña yo-dice mi abuela-Para que tu padre la vea.Pero es su abuelo Emilia.Tambien el la necesita.

-Todavia no puedo perdonarle,Rosario.Poco le importo mi niña cuando casi nos deja en la ruina.

Yo sigo abrazada a mi mama.Me gusta verla aunque mi abuela,me coge en brazos y me saca a un sitio muy frio donde dos hombres me miran,embobados.Reconozco a papa cuando me toma el brazos,es el mismo calor que sentia dentro de mama cuando ponia su mano sobre mi.Me besa la frente y me hace cosquillas con su bigote.Y me enfado y lloro,pero me gusta mi padre,sobre todo cuando una lagrima le corre por la mejilla y me dice:

-Mi bien,yo te protegere siempre,mi niña bonita.Cuanto te quiero.

Y me vuelven a meter en el cuarto con mama.Que a gusto se esta entre sus brazos.Ella me mira los deditos,me acaricia la cara y me besa.No estaba yo muy conforme con que me sacaran de donde estaba pero ahora con mama dandome besitos y con papa cogiendome la manita me siento feliz.Froto mi carita contra mami para aspirar su olor,es mi mami…y aprieto la mano de papa.Espero que cuando sea mayor me lleve a ver los pajaritos del bosque y me cuente cuentos como me prometio.Seguro que lo hara…por que me gusta su cara aunque me hacen cosquillas los pelos de su cara.

Mama llora,papa la besa.Y yo quisiera besarla tembien pero no se.Tengo muchas cosas que aprender.Y creo que tengo unos buenos padres que me ayudaran.

Que maravilla¡¡¡Cuanta inspiración recorre este rincón...

Lapuebla-Guarda esa melancolía como el tesoro que es, si es capaz de llevarte a escribir preciosidades semejantes. Le reservo a tu dedicatoria un lugar especial.
Rosa-Si esa "Decepción", dentro de su dureza contiene montones de ternura, en "Desde dentro de ti" son montañas lo que forma.
Yolanada-La voz de Emilia se encuentra dentro de ti. Has plasmado con tremendo acierto todo lo que creo que le debe rondar por la cabeza en estos momentos. Y le has añadido al aliño un poco de sensualidad para hacerlo mas sabroso.

Gracias mis bellas damas, me quito el sombrero ante su arte y confieso mi envidia.

Hoy tengo el dia infantil.Hipolito no me sale ni para atras.

*****DESDE DENTRO DE TI 2*****


Esto de estar fuera no esta tan mal.Todo el mundo esta pendiente de mi y me gusta.La abuelita me coge en brazos cuando lloro y me canta canciones mientras mama intenta dormir por que he estado un poco revuelta esta noche.

Y es que quiero estar con ellos.Me dejan en este sitio tan grande llena de cosas que flotan a mi alrededor y me da miedo.Ademas mama cuando me pongo llorona y no sabe que hacer conmigo me saca una cosa que hace ruido y me da miedo.

Entonces desesperada después de dejarme sin ropa y ponerme otra e intentar hacerme comer sin ganas llama a papa,que es lo que yo quiero desde el primer momento y no me ha hecho caso y entonces el me acuna en brazos hasta que me duermo…a veces me meten entre ellos en el sitio donde ellos duermen y asi calentita entre los dos mientras hago pucheros y pedorretas me duermo tan tranquila.

Pero mama se enfada.Dice que soy una consentida,que tengo que dormir en la cuna y que nada de ir a cogerme si lloro.Ni la tia Mariana que es tan simpatica,ni el chico ese que llama a mama bella Emilia.

-Nadie…-dijo gritando un dia-..esta niña me tiene agotada de vuestras malcrianzas.Cuando esta en la cuna por mucho que llore o grite se queda alli.

Pero cuando mama esta con la tia Mariana en la cocina y estoy al cuidado del tio Paquito que me cuenta historias muy raras que me hacen reir consigo que Papa venga corriendo a cogerme en brazos y darme besitos.

A veces el abuelo se asoma a mi cunita que ahora han bajado al patio para que mama cuando no este la abuela Rosario me tenga cerca,se asoma y yo le tiendo los bracitos.Eso le gusta mucho a papa asi que cuando veo al abuelo tambien lo hago.Y me coge y llora.

No quiero que llore por que cuando yo lloro es por que me he hecho caca,tengo hambre o quiero que papa me coja pero no creo que el abuelito quiera nada de eso,ademas yo soy pequeña pero el abuelo es grande y papa no podria con el.

Creo que es por que mama esta enfadada con el.El me abraza y me dice cosas dulces como que soy su pequeña luz,que me parezco tanto a mi mama.Me habla de mi tio Sebastián,a ese no le conozco,me cuenta que se tuvo que ir lejos por que hizo una cosa fea,pero que seguro que ahora estaria tan contento de verme que seguro que seria tan feliz como el conmigo.Y yo le agarro de la barba por que se que eso le hace reir y me besa en mi carita dejandome en la cunita sola otra vez.

Y yo grito,esperando que alguien mas venga a contarme algo guardando la esperanza de que mama no venga a regañarme por estar gritando otra vez.Pero cuando veo la silueta de papa reflejarse en la cristalera del patio aparece mama mandando a papa a la taberna para comprobar que no tengo caca,ni hambre solo que quiero salir de la cuna.

-Ya esta Elena,deja de llorar que estas limpita y comida ahora duermete.¿Quien te ha sacado de la cuna?.Como si lo viera,tu padre.Ahora duermete…shhh,mira el sonajero que bonito…

Nada mama es mas lista que nadie y me tengo que conformar y dormirme.Que mania tiene esta mujer con que duerma.Aunque abro un ojo para comprobar que la tia Pepa aparece por el patio para decirme cositas y yo me rio.Mama tambien se enfada con ella y empiezan a hablar bajito al lado de mi cuna mientras mama la mece y no me queda mas remedio que dormirme por que no oigo lo que dicen.

He debido dormirme mucho rato por que cuando despierto estoy en el colmado metida en el carrito con esos gorritos que me pone mama llenos de lazos y puntillas.Una señora muy chillona grita que soy la mas bonita del mundo.Alli esta el tio Hipolito como dice el aunque creo que no es mi tio.Haciendome cucamonas que me hacen reir.

Mama mientras compra cosas para la cocina mientras papa que hoy viene con nosotras habla de lo lista que soy y de lo bien que hago pucheros…y como no voy a dejar en mal a mi papa pues les hago una demostración practica de cómo poner pucheros,mientras todos admiran mi habilidad para hacer monerias como dice mama.

Hay un señor de cara amable que dice que un angelito como yo tenia que estar ya bautizado y por la via de urgencia que si papa y mama son unos desaprensivos.No se que sera lo de bautizar pero papa asiente a todo lo que el señor de la cara amable le dice.Y quedan para que el domingo sin falta me hagan eso.

Cuando salimos a la calle,mama le quita el carrito a papa.Vamos a dar un paseo hasta La Puebla,según dice mama el sol me vendra bien para crecer fuerte,la verdad es que se agradece.Papa va diciendome nombres de cada arbol que pasamos y mama deja que me saque del carrito.Todo me gusta y papa cuenta historias muy divertidas,no se que dice pero por las risas de mama deben de serlo y yo me rio con ellos.

A la vuelta cuando ya estoy llena de la rica leche de mama,se les ha ocurrido la brillante idea de mojarme con la poca gracia que me hace.Lo unico bueno del momento es ver a papa soplandome el ombligo mientras me hace cosquillas con el bigote y que le cojo con la manita,para luego volver a soplarme en el ombligo mientras mama le regaña por que dice que me altera.

Y venga a remojarme.La mania que le ha dado a mi madre con mojarme todas las noches..y yo protesto pero papa haciendo el tonto por detrás de mama me quita las penas y me dejo bañar.Lo de hacer el tonto lo dice mama…

-Alfonso,deja de hacer el tonto que esta niña esta de juerga todo el dia.

Y luego me visten mientras papa me sopla en la pierna mientras yo me rio como una loca.Tambien lo dice mama.

-Alfonso,deja de hacerla eso.No ves que se pone nerviosa y se rie como una loca y luego no hay quien la duerma.

Pero hoy me voy a dormir.El paseo hasta La Puebla me ha cansado…tantas cosas que ver.Tantos pajaritos,flores….y me duermo soñando con ellos,por que soy una niña buena y hoy dejare que mama se duerma.

Que bonito el video.Croquep de acuerdo contigo en todo lo de Rai no tiene arreglo.

Venga,sal...sal

Buenas noches, hace bastante que no paso y por lo que veo seguís igual o más creativas que antes, menudo DON que teneís.
La verdad esq últimamente estoy un poco desinflada con nuestra pareja. No por ellos, sus escenas costumbristas me siguen pareciendo preciosas, me encanta cuando hablan de sus cosas y sus pesares y toman decisiones de mutuo acuerdo, demostrando así lo que se importan el uno al otro y como se cojen de la mano en los momentos difíciles, cuando se sientan a hablar con Rai o Sebas, para darse fuerza.
Pero ha pesado mucho en mí la trama de Sebas, me ha cansado y sobre todo, y como ya os comenté hace tiempo, y por lo que leo opináis lo mismo; que no me gusta este Alfonso, que me da pena que lo desperdicien mesa sirvo-mesa limpio; le han encerrado en la Taberna (si, gracias a ello podemos alegrarnos más la pestaña viendo a Fernando, pero...) y no lo mueven de ahí ni patrás, ya casi no interactua ni con Paquito ni con Hipólito y lo echo en falta.

Sigo queriendo a Paquito para Mariana, aunque esta se haya puesto celosa de la Maestra de Latín...
LA DOÑA osease, MARIA está que se sale. me encanta.

Yolanada, gracias a tu explicación, en esta si estoy notando el cambio de temporada.
Croquep, estoy contigo, creo que "la cosa" que cae en la escena del avance es Agueda, (aunque entonces tengo que decir que se confirma lo macabros y brutos que son y lo que les gusta la violencia gratuita a estas guinistas) pero que la fiesta es la de su compromiso con Rai... Espero, por que no creo que lleguen a casar a Tristán... lo comprometerán , pero casarse ya... no, no, no...

Feliz semana.

Hola mis niñas!!

No se el tiempo que llevo sin pasarme por aquí pero creedme si os digo que estos días he estado un poco agobiada con los exámenes, aparte de que he estado algo desanimada por cuestiones personales, pero que conste que no he dejado de espiaros de vez en cuando, ya sabéis que soy una adicta a todo lo que hacéis, ya sean fics, videos, comentarios……en fin, que me alegráis los días. Gracias a todas, a Kumita, Lapuebla, yolanada, Cuquina, geniales los fics como siempre. Seguid así con ese arte.
Croquep el video precioso. Me encanta esta canción, gracias por ponerlo guapa.

Acabo de leer vuestros últimos comentarios y poco me habéis dejado para comentar de la serie, estoy en la misma línea que vosotras y estoy de acuerdo en todo lo que decís. Sois únicas destripando cada escena, cada gesto de los personajes, así que no se si comentar algo para que no suene repetitivo jeje.

De todas maneras ahí va mi opinión personal de la serie en general:
Como a muchos seguidores de la serie creo que está algo estancada y noto que algunas de las tramas ya no dan más de sí, supongo que como consecuencia de las pocas neuronas imaginativas de estos guionistas, por no decir todas. Ejemplos hay muchos en mi opinión:
-La conservera y el conservero……Es como cuando de pequeño te decían eso de “¿quieres que te cuente el cuento del gallo pelón?” es el cuento de nunca acabar……no quiero que me lo cuenten otra vez joer, ¿Cuántos capítulos llevan con lo mismo? que sebas se de un volteo por las américas y deje de dar por saco a su familia con sus ambiciones de riqueza y egoísmo. Creo que ya lo dije en otra ocasión, pero mucho tiene que cambiar este personaje como para que le tenga algo de interés. Personalmente creo que este actor no lo hace mal y quizás se merezca algo de consideración por parte de los guionistas que tener que hacer este personaje tan aburrido y tedioso.

-Pepa y Tristán……más de lo mismo, parece que esta claro que tris se casará con la galena empujado por las circunstancias a sabiendas de que nunca llegará a quererla.

-Sole y olmo……pocas veces he comentado sobre esta pareja……será porque nunca me convenció esta relación y sigue sin convencerme. Que tenga cuidado Soledad porque me temo que su prometido es igual o peor que su padre. Si es capaz de matar a la mujer que lo cuidó como a un hijo es capaz de cualquier cosa. Miedo me dá.

-La muerte de Efrén, aunque me dio mucha pena gracias a ello pude descubrir a un Mauricio sentimental y enternecedor que hizo que se me saltaran las lágrimas. Me encantaba este personaje, la ternura que transmitía era muy grande. Tuvo una muerte muy absurda y, en mi opinión, podía haber dado más de sí su historia.

-Raimundo y su egoismo, ¿Qué le pasa a este hombre? Deja sin sustento a su hija embarazada y para colmo le importa tres pepinos el futuro que pueda tener a partir de ahora cuando ha sido él mismo quien ha provocado esta situación. Sólo ha tenido ojos para el ambicioso de su hijo sin tener en cuenta el daño que podría causarle a su hija, y todo para nada. Decepcionante.

-Por último Alfonso y Emilia. Estoy cansada de que no tengan el protagonismo que se merecen, por no hablar de Alfonso que casi parece que se ha convertido en un extra más de la serie. No hace más que servir mesas y poco más. Añoro tiempos pasados en que Alfonso tenía más importancia en la serie. No creo que se merezca tan poco por parte de los guionistas, es un gran actor al igual que Sandra y merece mucho más. Somos muchos los fieles seguidores de esta pareja que gracias a su bonita historia hicieron que nos enganchásemos a esta serie. Me da pena que se haya estancado tanto pero, aunque ahora esté desilusionada, tengo la esperanza de que vaya a mejor en los próximos capítulos. De todas maneras aquí estaré al pie del cañón como todas vosotras.

Bueno os dejo ya que se me van los dedos y no paro, espero pasarme más a menudo. Besicos.

<<<<<<<<<<<<<<<<En Nombre del Hijo IV >>>>>>>>>>>>>>>>


Le fueron relatando todos los detalles. El cuerpo estaba tan deteriorado por el tiempo que pasó en el agua, que no pudieron identificarlo. Supusieron que cayó al rio en los días de crecida, lo que explicaba su estado y que hubiera llegado tan lejos en su recorrido. A la búsqueda de su identidad, su descripción fue remontando el rio lentamente, buscando coincidencias entre los desaparecidos de las zonas que cruzaban hasta llegar hasta allí, a Puente Viejo.

“Por fin, por fin.” , eso era lo que habían planeado. Alfonso se encargó de llevar el carro a la orilla de rio, un poco antes de que los jornaleros se encaminaran al tajo, esa madrugada aciaga. Tiro allí su carga y pasó el día en el campo como uno más. Las lluvias justificaron por si solas su presencia, reparando destrozos e intentando desaguar la tierra.

Al sacar su adorno de la herida, esta era demasiado pequeña para ser reveladora, y pensaron que los golpes de las ramas y las piedras que arrastraba la corriente harían el resto. Amén de que el agua borraría cualquier indicio que pudiera señalarles. Era más seguro que enterrarlo en cualquier parte y correr el riesgo de que alguien lo descubriera. Aunque, la verdad, siempre creyeron que lo encontrarían antes.

Lo más lógico sería suponer que volviendo trasnochado y bebido, del último antro que permaneciera abierto, porfiara en cruzar el rio pese a la crecida, sin reparar en el peligro, y que la propia corriente desbordada lo arrastrase. Al menos ellos creían que era lo más lógico, faltaba averiguar que creían los demás.

De momento todo se había puesto en marcha a su alrededor. Los amigos salieron en desbandada, cada uno con un cometido. Había que notificar a la amante de Severiano el hallazgo y pedir el informe de la guardia civil. Contrastar las conclusiones y descubrir si contaban con alguna pista, a parte de la denuncia, no por certera menos malintencionada de la mujer. Y procurar liberar a Alfonso cuanto antes.

Al fin un pequeño hilo se soltaba de la madeja de las esperanzas, y aunque diminuto y casi invisible, era suficiente para agarrarlo con la punta de los dedos y empezar a tirar. Por primera vez en muchos días sintió que las cosas se movían, como despertando de un largo letargo, primero muy despacio, desperezándose y calentando los músculos, para luego echar a correr.

No se dio cuenta de lo que hacía, sentada a solas en el patio, perdida en sus conjeturas. La hizo volver al presente el rugir hambriento de sus tripas. Sorprendida fijo la vista en su vientre, y allí, acurrucada, encontró una de sus manos. Traidora de sus sentimientos, la apartó deprisa y se la quedo mirando desconcertada.

¿Qué significaba esto? Su cuerpo traicionaba a su mente. Por su propia cuenta y riesgo había decidido por ella agarrarse a la vida. Sobrevivir. Y proteger también la vida que albergaba. Vaciló un tanto antes de rendirse por completo, se hacía difícil desbancar los desgarradores pensamientos que la acompañaban a cada hora, cada minuto, cada segundo. Habían hecho costra. Pero ella no se caracterizaba por recrearse en la duda, tomaba decisiones y apechugaba con lo que viniera después.

Tomó aire dándose ánimo, y se arrancó la pústula de su alma, dejo expuesta la herida para que tuviera oportunidad de sanar. Se entregó por entero a la deslealtad de su cuerpo, y fue como si hubiera estado sumergida, ahogándose y le permitieran alcanzar la superficie y llenar ávida los pulmones. Primero un inmenso alivio y luego un ansia desmedida de seguir viviendo. Atrás quedaba el dolor y el desespero. Muy despacio colocó la mano de vuelta en su abdomen abultado. Y sonrió.

Tenía que volver pronto con Alfonso y decirle que no cejara en su empeño, que pronto tendría a quien leerle cuentos. Y que ella los leería con él. Si seguía queriendo que lo hiciera.

Pero el destino jugaba en su contra. Aislaron a Alfonso en cuanto las nuevas llegaron a oídos del alcaide. Fue una medida de prudencia, para que el reo no obtuviera ninguna pista del desarrollo de los acontecimientos, por si necesitaban seguir interrogándolo. Aun tuvieron que pasar varios días para acabar de aclarar el entuerto. Lo que parecía más fácil, una vez sabido que no había indicios acusatorios, se torno un embrollo sin fin de papeleo legal.

La incertidumbre era una ingrata compañera. Fueron los momentos más difíciles de sobrellevar para él. Una hora se juntaba con la siguiente encerrado entre la penumbra del calabozo. Retomó el desasosiego de los días de enamorado sin esperanzas, acumulando noches sin descanso que desgastaban duramente su paciencia.

Tuvo tiempo de recrearse en su soledad y reflexionar. La vida no se lo estaba poniendo fácil. Le hacía luchar por cada uno de sus logros casi hasta la extenuación y las ventanas de dicha que conseguía abrir, nunca tardaban demasiado en cerrarse de nuevo.

Él creció deslomándose bajo la bota tirana de la Doña, y cuando encontró una ilusión propia a la que agarrarse, que alentaba su vida como nunca antes, vinieron a arrebatársela en sus narices. Por cobarde, por indeciso, nunca maldijo como entonces la reserva de su carácter.

Luego sufrió de celos callados e indignación mientras Emilia fue feliz en manos de su amigo, pero cuando ella también empezó a sufrir, no pudo permanece impasible. Hasta que consiguió arrebatársela al dolor. La cuido con mimo y la acompañó, recuperando poco a poco las esperanzas, a la vez que ella recomponía su vida. Y cuando lo tenía al alcance de la mano, rozándolo casi con la yema de los dedos, ella le confesó que esperaba un hijo.

Y aquello lo desencadenó todo.

Fue la fuente de su mayor alegría y también de su mayor tristeza. En nombre de esa preñez, él encontró las fuerzas para declararse y ella las encontró para rechazarlo. Girando alrededor de el amor que se profesaban, sin llegar a encontrarse. Pero fue esa criatura quien también volvió a reunirlos después de expiar su pena en la separación y las murmuraciones.

Formaba parte indisoluble de la esencia de su unión. Se daba cuenta de lo rápido que Emilia y el niño formaron parte su ser, como si hubiera un lugar en su alma preparado para recibirlos, y ellos hubieran encajado allí tan ajustadamente que ya no pudieran salir sin destrozarlo todo en el intento. Habían sido inmensamente felices hasta que amenazaron con despojarles de su hijo.

Casi había oído resquebrajarse la carcasa al encontrar a Emilia ensangrentada e inconsciente después del ataque de Severiano. Desde luego para ella algo quedo roto para siempre ese día, y por las grietas se le escapaba la felicidad a borbotones. Del mismo modo que tenía fecha para el comienzo de la desdicha de Emilia, para él fue la revelación de su falta de amor por la criatura lo que hizo que saltaran las astillas. Estaba frágil, un leve soplo podía desmoronarlo, pero aun resistía en pie. Entero.

Lamentaba amargamente no poder estar a su lado para ayudarla a componer el estropicio, sentía que solo estaba contribuyendo a agrandar las fisuras. Sabia, en su interior, que su presencia era el remedio para aquella alma rota. Y se lo comía la impaciencia por volver con ella y ayudarla. Él lo necesitaba casi tanto como ella.

A veces se sentía tan inútil como un yugo desparejado. Precisaba la fuerza de los dos para poder seguir luchando, sin ella el esfuerzo era inútil, energías gastadas ociosamente. Otras renacía la esperanza de haber hecho mella en ella con el deseo de su paternidad. No sabía si había conseguido algo con sus palabras. No le dio tiempo a leer nada en los ojos de Emilia.

La duda le mantenía dando vueltas sobre sus pasos, una y otra vez. Sin descanso. Agotándolo hasta caer rendido y dormir sin sueños, a trompicones. Vacio de ilusiones. Rompiéndose los nudillos en las paredes. Haciendo callo de apretar los barrotes. Desgastando las suelas.

Llego el día de su liberación casi sin sentirlo, atrapado como seguía en sus deliberaciones. Firmo papeles y recogió sus cosas. Cargó con su libro y puso los pies en el camino de regreso a su hogar. A medida que andaba más pesadas se le hacían las piernas, cuanto más cerca más esfuerzo por continuar. Pero si algo había aprendido de su sufrimiento era que aplazar el dolor solo hacia acrecentarlo, y ese único pensamiento le hacía avanzar.

Se acercó hasta la plaza y divisó la Casa de Comidas esperándolo al fondo, consumió a zancadas la distancia que le separaba de la puerta, vislumbrando la figura de Raimundo a través de los ventanales, moviéndose entre los escasos parroquianos. Traspasó el umbral y se le acercó, callado como siempre, esperando que terminara de servir las mesas. Su suegro escanció un par de chatos de vino y se giró camino de la barra cuando lo vió.

-Alfonso, ¿eres tú?- El hombre abrió los brazos llevado por el contento- ¡Hijo! ¡Qué alegría tenerte aquí! ¿Cómo es que no nos has dicho nada?, hubiéramos ido a esperarte.
-No importa, Raimundo.-Alfonso le devolvió el abrazo, contento de estar en casa- Quería darle una sorpresa a Emilia –miró alrededor buscándola- ¿Está en la cocina?
-Sí, hijo. Está trajinando desde hace un buen rato. Ve con ella, que le vas a dar una gran alegría.

No sabía si eso sería verdad, tal y como dejaron las cosas la última vez que hablaron. Se encaminó a buscarla y de repente perdió la seguridad de sus pasos hasta quedar inmóvil en el pasillo. Indeciso. ¿Y si no había conseguido convencerla? ¿Qué pasaría entonces con su vida? No soportaría la idea de no ser el padre de los hijos de Emilia, de todos ellos, lo deseaba demasiado.

Le alcanzaron los olores de los guisos colándose por los rincones; el agua hirviendo en el caldero cubriendo patatas y zanahorias, la cebolla y el ajo pochándose en la sartén, el regusto del vino evaporándose entre jugosos trozos de cordero. Todo eso inundó su nariz, junto con el aroma a canela y leche hervida. Hoy su mujer preparaba ajo canto y de postre, arroz con leche.

Se dejo arrastrar detrás de su olfato, prendido de la familiar mezcla que llenaba sus pulmones. Su vista tropezó con una Emilia vuelta de espaldas, atareada con el cuchillo sobre la tabla de madera. Arremangada y sudorosa, envuelta en los vapores y los ruidos de los calderos hirvientes a su alrededor. No se percató de su presencia, entretenida en picar en diminutos trozos grandes cantidades de tomates maduros.

Se apoyo en el marco de la puerta disfrutando de su visión. El cabello trigueño escapándose travieso de la trenza que peinaba su esposa, la visión de su nuca blanca y despejada sobre las puntillas de la blusa, la rectitud de la espalda y el lazo del mandil, que enmarcaba la cintura y remataban su figura como el adorno de un presente.

Ella pareció sentir su mirada recorriéndola porque alzó un brazo, con el dorso de la mano enjuagó su frente apartándose los húmedos rizos de la cara mientras se volvía hacia la puerta. Alfonso disfruto un momento de su redondeado perfil, pleno de salud y de belleza, mientras Emilia completaba su lento giro y se llevaba la mano a la boca, ocultando la sorpresa que sus ojos pregonaban.

-Al…Alfon…- no conseguía articular ni una letra mas.

Ambos se sentían embargados por la alegría del reencuentro pero las dudas de su última conversación les retenían en el sitio. Como en los primeros estadios del amor, cuando solo la dicha del descubrimiento de los sentimientos compartido combate la inseguridad que atenaza las caricias y el implacable miedo al rechazo. Cuando la incertidumbre que pesa en las tripas se troca en ligeros revoloteos dentro del pecho y solo se necesita un pequeña señal para lanzarse ligero al vuelo.

Los ojos de Emilia empezaron a reflejar la lucha que mantenía su garganta con las palabras, empeñadas en no abandonar su refugio. Dejó caer la mano con un temblor y un rastro rojo y húmedo, sembrado de claras semillitas marcaron el sitio exacto donde posó los dedos.

Alfonso aprovechó la escusa que le proporcionaba la mancha sobre su boca para dar un paso en su dirección, titubeante. Extendió una mano deseosa de apropiarse de todo el jugo de sus labios. Ella vaciló balanceándose antes de emprender la carrera hacia sus brazos. Sus pies se movieron mas deprisa que su equilibrio, y tropezaron torpes uno con otro.

Él la vio trastabillar y acertó a recogerla en su caída, sosteniéndola por los brazos. No llego al suelo, pero el impulso del movimiento la hizo acabar abrazada a su cintura. A ella le dio igual. Hundió la cara en su abdomen y se dejó resbalar por su cuerpo, hasta quedar de rodillas a sus pies, asida con todas sus fuerzas a sus piernas.

Alfonso la tomo de las muñecas deshaciendo el nudo de su abrazo. Todavía mudo. Emilia levantó la cara hacia él, buscando la explicación a este rechazo con una nota de pánico reflejada en sus facciones. Se despejó las lagrimas de los ojos, intentando aclarar su vista y dejo otra huella colorada adornando su pómulo.

Él la contemplo con una sonrisa asomada en sus labios, tan enternecida como dichosa, borrando sus temores. Enmarcó su preciado rostro entre sus manos, cuidadoso, consciente de la aspereza que habían recuperado de tanto arañar las piedras de su encierro. Arrastró con sus pulgares, primero la humedad acida y salada, sembrada de blancas pepitas, de sus mejillas, y después de su boca. Limpio todo lo que fue capaz, pero el encarnado color se quedo atrapado en la piel y en los labios.

Seducido por la promesa de su boca, se inclino sobre ella, atrapándola bajo la suya. Hincó una rodilla en el suelo, deseoso de retenerla en sus brazos, tal como estaba, por siempre. Ella se aferro también al cuerpo que cobijaba el suyo, traspasada por la emoción. Solo pararon ante la falta de aliento, para al instante buscar perderlo de nuevo.

Emilia sintió la risa crecer dentro de su pecho, y la dejo escapar cantarina entre los dientes. Se dio cuenta que a él le recorrían el rostro tantas lagrimas como a ella, y unió las mejillas de ambos mezclándolas. Luego recorrió toda su cara, besándolo deprisa, saboreando esa sal.

¿Se puede llorar y reir a la vez? ¿Y con idéntica intensidad? Sonreír con pena y sollozar de alegría, eso es lo que hacía Alfonso mientras tanto. Finalmente las carcajadas ganaron la batalla y las sacudidas que le provocaron acabaron por separarlos.

-Míranos, por los suelos como dos chiquillos. – él completó su descenso, sentándose en el suelo. De todas las palabras que pensó dedicarle al verla nunca creyó que serian aquellas.
-Como niños enamorados.- ella le siguió, doblando las piernas bajo su cuerpo.

Les dio tiempo a apreciar las marcas del tiempo que pasaron separados. Ella presentaba mejor aspecto que antes, el vientre mas henchido y mejor color. Las ojeras habían desaparecido, parecía que la culpa le había dado tregua al sueño. Él, sin embargo, estaba más desmejorado, la barba crecida poblaba las mejillas y le ocultaba los labios, el pelo le caía largo y desmañado alrededor del rostro. Los ojos tristes y hundidos coronaban las mejillas consumidas.

-Estas muy delgado.- ella le pasó la mano por la barbilla, provocándose cosquillas en la palma con los ásperos pelillos que la cubrían.
-Y tú preciosa.- también él alargo la mano acariciándole la mejilla. La bajó, señalando su vientre. -Y él, ¿cómo está? – mantuvo la mirada fija en la mano, esperando inquieto la respuesta.
-Tan feliz como la madre.

Con eso estaba todo dicho, ella aceptaba al niño y ahora a él le pesaba menos el alma. Acogió la noticia con una sonrisa que le transformó la cara y le dio lustre a su mirada, marcándole pequeñas arrugas alrededor de los ojos. Acaricio a su hijo a través de la piel, traspasándole su calor y su cariño. Emilia unió sus manos a la de él y la vida que albergaba dio muestras de entenderlos y corresponderles. Lo consideraron un buen presagio.

Los ojos se buscaron dichosos y ellos se dejaron atraer por su brillo. Hundiéndose juntos en la felicidad del reencuentro de su pequeña familia. Unidos por los dedos y los labios, allí, en el centro de la cocina, eje de su hogar y su trabajo. De su vida entera. Burbujeando de actividad a la par que sus corazones.

-Emilia, la comida, ¡que se quema!.
-¿Y a quien le importa?, Alfonso.


No le pongo Fin, porque aun no he decidido si se puede tirar mas de este hilo o no. Mientras tanto, espero que lo disfrutéis.

Para ayudar a seguir la historia, tenéis las otras partes en las paginas 758, 761 y 765.

Ayss Kumita por dios que bonito....os quejais mucho de las musas...y las teneis todas...tengo a Hipolito escondido sin salir.

¡No y te quejarás!...No te saldrá Hipólito, pero chica, en cuestiones infantiles no te gana nadie.

EDITO: Cuanto arte, julivanmarolina¡Gracias.

Kumita es precioso!!! Escribes muy bonito, felicidades. Espero que las musas no te abandonen :)

he hecho estos gifs o banners gifs y collages:
emilia y alfonso:






collages de emilia y alfonso pero sin el gif:

qué bonitos los gifts julivanmarolina, me encantan

Estoy flipando con el Raimundo, da la sensación de que no es consciente de que Emilia y Alfonso se quedan sin nada, absolutamente sin nada, y una chica que no está acostumbrada a trabajar para otros se le va a hacer durísimo y más en esa época que los sirvientes eran poco más que animales.

Se comporta como si no pasara nada, no le da importancia, ya saldrán adelante, pero a costa de qué.

Ya empiezan a disvirtuar los personajes, suele pasar cuando alargar tanto la serie, porque a esta le queda un año mínimo, el Raimundo íntegro ya está mostrando otra cara, lo peor que es con su hija, da pena personajes que los tienes cariños por lo que representan que te los cambien de esta manera, pos nada que sigan así alargándola 10 años y vamos a las comuniones de los hijos a las bodas..... alegría

jaja me hace gracia el comentario de ver las bodas de los hijos y las comuniones ....

Buenos días. Antes de nada, como me conozco a unos cuantos foreros que son del sur, feliz día de Andalucía!!

Gracias por las imágentes y por los fics. Rosa y Ku ya saben lo que opino, así que no me voy a extender. Simplemente geniales, cada una es su estilo, una tierna y divertida, la otra desgarradora y muchas otras cosas más.

Me preocupa que haya poco movimiento en el hilo, aunque no es de extrañar, tal y como está la serie en estos momentos, en lo que a la pareja Alfonso-Emilia se refiere. Me gusta ver lo unidos que están ante la adversidad pero echo de menos algo más de movimiento para el personaje de él, que de tanto pasar el trapo a las mesas va a desgastar la madera. Emilia, afortunadamente, tiene sus momenos de lucimiento. Ayer estuvo fantástica en la discusión con su padre y en la gran escena final de la despedida de Sebastián. Pero Alfonso está demasiado relegado a un segundo plano. Me gustaría verlo interaccionar más con otros personajes, como hace Emilia en sus conversaciones con Pepa. Se echa de menos un poco de acción (la escena de la huída del cuñado se queda como tantas otras en el off) y si me apuran un toque de humor.

Del resto de personajes, pues que la Paca es cada vez más cruel y más irónica. Yo creo que no camina porque no quiere, porque así puede seguir haciendo chantaje emocional a unos (Tristán) y torturar a otros (Mariana,..). No me canso de alabar el trabajo de María Bouzas.

Como tampoco me canso de ver las escenas de Hipólito con Mariana. ¡Que forma de echarle piropos para animarla! Lástima que al final metiera la pata mencionando a Marita......Pero es que si no, pues no sería Hipólito. Y hablando de los Mirañar, me gusta mucho don Pedro cuando lo sacan del registro cómico. En el episodio de ayer se comportó como un verdadero amigo.

De Olmo y Soledad prefiero no hablar. Él es aun peor que la doña, tan pérfido pero sin gota de ironía y humor. Y la chica definitivamente es bipolar. Cuando empiezo a creer que hay esperanza de redimirla la ver como se comporta con Efrén, vuelve a ser la señorita déspota que humilla a Mariana y, lo que es peor, se ha convertido en cómplice de asesinato desde el momento que conoce los planes de Olmo.

En cuanto a Raimundo, es cierto que tiene un comportamiento incoherente. No creo que nadie que está a punto de perderlo todo, dejando a una hija y a un nieto que viene en camino en la calle, y con otro hijo huyendo a América para evitar ser ajusticiado, tenga ánimo para fiestas. Pero en fin, si en su juventud utilizaba la bebida como medio de escape, ahora está usando el amor. Además, supongo que intenta disfrutarlo al máximo sabiendo que Agueda está enferma. De todos modos, toda esta historia con la Mesía me parece deslabazada. Creo que los guionistas la han metido con calzador para precipitar la muerte de la mujer.

Y termino con Sebastián. Muy emotiva la escena de la despedida. Pero no puedo olvidar todos los errores que ha cometido en las últimas semanas, especialmente la falta de respeto que mostró hacia su hermana y su cuñado. Recordad que a ella la llamó fulana ("ese hijo podría ser de culaquiera") y a él muerto de hambre. Lástima lo que han hecho con un personaje que prometía tanto. Llegó como un joven, guapo, inteligente y progresista ingeniero, que podría hacerle sombra al mismísimo prota y se nos va como un fracasado que no ha dudado en poner en peligro la vida de unos soldados y el fúturo de su familia con tal de conseguir su sueño.

Uf, siento el tocho.