Nacido en Tenerife, Luis García Temprano comenzó su trayectoria televisiva hace más de una década. Dio sus primeros pasos en los informativos de Telemadrid, aunque tal y como el mismo reconoce "me di cuenta de que aquello no era lo mío, lo encontraba un poco aburrido". Poco después saltó a los programas de corazón y entretenimiento.
Su gran lanzamiento llegó en 2003 al convertirse en uno de los reporteros del exitoso programa 'Aquí hay tomate' durante 5 años. También ha sido reportero y colaborador en los programas de 'TNT', 'Tal cual lo contamos', 'Vaya par' y del popular 'Sálvame'. A pesar de la popularidad que le ha dado la televisión, reconoce ser "un gran tímido y cortado en mi vida diaria".Actualmente podemos verlo en Telecinco como reportero en 'Vuélveme loca'. Recientemente además ha estado colaborando también como tertuliano en 'Enemigos íntimos'. García Temprano se define como "un gran defensor de los programas de corazón". Dice entender únicamente la división entre el trabajo hecho con profesionalidad o sin ella, por lo que no entiende las diferencias que algunos compañeros intentan remarcar a menudo.
FórmulaTV.com ha entrevistado a Luis García Temprano para hablar de su trayectoria y conocer su opinión acerca de algunas cuestiones relacionadas con el medio televisivo.
En su momento, tuviste un hueco en los informativos de Telemadrid...
(Risas) Bueno eso fue nada más finalizar la carrera, hace aproximadamente 12 años. Hice una beca en informativos y luego estuve un año trabajando. Básicamente estaba todo el rato en redacción para el 'Telenoticias', y yo me encargaba, sobre todo, de temas de sociedad y cultura. Más tarde también estuve en los informativos de Canarias y en la agencia Europa Press haciendo política nacional. Me di cuenta de que aquello no era lo mío, lo encontraba un poco aburrido.
Y entonces decidiste dejar de lado ese camino...
Yo tenía claro que la información de corazón me gustaba. Tras la etapa de informativos, empecé en Onda6TV como reportero de ocio... Fue entonces cuando comencé a moverme por diferentes saraos. El director de ese canal empezó más tarde a dirigir 'Nada es personal' (Telecinco) y me fui para allí de reportero. Fue un programa que presentaron Nuria Roca, Llum Barrera y Maribel Casany y que duró aproximadamente desde principio de verano hasta noviembre. Fue mi primera incursión en este tipo de espacios. Poco después estuve también algunos meses en 'Sabor a ti' (Antena 3).
¿Se podría decir que tanto 'Nada es personal' como 'Sabor a ti' marcaron un antes y un después en tu trayectoria profesional?
Fue en estos espacios cuando realmente empecé a hacer lo que me gustaba, lo que me divertía. Lo cierto es que me lo pasaba bien. Puede decirse que fue cuando empecé a calentar motores (risas).
Sin embargo, te haces popularmente conocido por 'Aquí hay tomate'. ¿Qué ha supuesto para ti este programa? ¿Crees que ha sido un trampolín con trampa?
Yo siempre digo que al "Tomate" le debo muchas cosas. Me curtí muchísimo en ese formato. 'Aquí hay tomate' era un programa de corazón en el que constantemente estábamos a prueba. Veníamos de una grabación y casi seguido teníamos el directo... no había casi tiempo para prepararse. Los márgenes de tiempo con los que te mueves son tan cortes que acabas prendiendo muchísimo, te curtes... Después de hacer este tipo de programas de corazón, creo uno está preparado para hacer de todo. Los directos te dan muchas tablas. El "Tomate" fue todo un trampolín. Yo me sorprendí de la popularidad que nos dio el programa. Hacíamos nuestro trabajo y no éramos realmente conscientes de que llegábamos a tantísima gente. Te sorprendes que cuando vas a los sitios y sientes que la gente te mira y te reconoce.
¿Has llevado bien la popularidad?
La gente siempre ha tenido conmigo un trato muy agradable. La gente, en general, me ve como una persona cercana. Siempre me dicen que soy muy amable con los personajes. Hasta ahora nunca he tenido ningún problema. Si no me vienen en plan masa -que eso sí puede resultar agobiante- no tiene por qué molestarme.
Sueles recurrir mucho a tu ironía y a tu acento canario para sonsacar a los famosos. ¿Dirías que son esas tus principales armas de ataque frente a los entrevistados?
Totalmente, aunque sobre todo destaco la ironía. Me gusta tratar el corazón con ironía. A veces lo tratamos con una profundidad que parece se nos fuera la vida en ello. Este mundo está lleno de personajes con los que la gente al final se entretiene como puede ser Belén Esteban. Siempre recurro a ello porque me siento cómodo con este recurso. Con la ironía también es cierto que se consiguen muy buenas declaraciones. Soy canario y por mi manera de ser no me gusta la polémica, ni va con mi manera de ser...
Nos cuentan que sientes verdadera adoración por la Duquesa de Alba. ¿Qué tiene ese personaje que no tenga ningún otro?
La Duquesa es un personaje que siempre me gustó, siempre la veía por la tele y me parecía encantadora. Después de tratarla siempre le digo que me recuerda mucho a una abuela que ya no tengo. Es encantadora, inteligente, hace con su vida lo que le da la gana... Los encuentros con ellas son muy divertidos y le tengo mucho cariño... quien lo iba a decir (risas).
Has mencionado a la colaboradora de 'Sálvame'. ¿Qué te parece Belén Esteban como personaje? ¿Entiendes el fenómeno que ha surgido en torno a su figura?
Está claro que Belén Esteban es un fenómeno mediático. Ahora mismo es el único personaje que cada vez que habla sube el pan... en este caso la audiencia. A Belén Esteban la hemos levantado todos. Si cada vez que saliera por televisión la gente cambiaría de cadena no seguiría teniendo su silla. Somos todos un poco responsables de ese fenómeno. Es increíble la cantidad de gente que la adora... parece mentira ver cómo empezó y ver dónde está ahora. Belén Esteban funciona en televisión y Telecinco no deja de ser una empresa. Levanta las audiencias y cada vez que habla de su vida o de sus enfrentamientos el share de los programas se dispara.
Si tuvieses que destacar algún aspecto negativo de tu trabajo... ¿Qué es lo que más odias como reportero?
A medida que pasan los años, lo que peor llevo son los horarios. Muchas veces, en la época de mayor vorágine informativa, no sabes dónde vas a dormir o a qué hora vas a acabar de trabajar... y, claro, llega un momento en el que uno quiere mayor tranquilidad. Muchas veces los espectadores no son conscientes de las condiciones en las que trabajamos. Por otro lado, las medidas de seguridad de algunos personajes nos complican nuestro trabajo. El mundo de la calle es muy duro. Es muy complicado compaginar esta profesión con la vida personal y mucho más alcanzar una estabilidad... aunque si se pone empeño se consigue (risas).
¿Los reporteros que cubren la "información rosa" no suelen tener buena fama? ¿Crees que desde las Asociaciones de Periodistas no se os defiende lo suficiente? ¿Estáis tal vez algo marginados?
Sí, estoy totalmente de acuerdo. La imagen de este tipo de reporteros está infravalorado. Te encuentras con el cariño y el reconocimiento de la gente en la calle, pero por parte de otros compañeros es como si estuvieras haciendo un trabajo menor o de segundo grado. Uno hace el trabajo bien o mal, y punto. El trabajo del reportero es un trabajo difícil de hacer. Hay bastantes diferencias entre la manera de hacer las cosas entre unas personas y otras.
En su momento, también estuve un verano en 'TNT' con Jordi González. Hasta hace algunas semanas he estado también colaborando con 'Enemigos íntimos'. Los programas de ahora son, sobre todo, muy polémicos. La nueva modalidad es que los periodistas nos sentemos con los propios personajes del corazón que ejercen de entrevistadores. El trabajo de plató es totalmente diferente al de la calle. A veces parece más tranquilo que la calle pero últimamente hay que ponerse más la armadura al entrar en un plató que siguiendo a la Pantoja en los juzgados de Marbella.
¿Cómo llevas personalmente que los programas de televisión comiencen a poner a los personajes al mismo nivel que los verdaderos profesionales?
Uno acaba por asumirlo porque la producción en televisión va hacia esos derroteros. Uno como periodista y profesional defiende sobre todo la profesión. Choca mucho que tengan el papel de entrevistadores, pero es lo que hay. Todos los profesionales del medio estamos intentando adaptarnos a estos cambios. En general, convivimos bien los unos con los otros.
Creo que ya nos has respondido, pero ¿dejarías la calle por un plató?
En este momento de mi vida prefiero ir tirando más hacia plató e ir dejando la calle. Uno va a cumplir 35 años y aspira a tener mejor calidad de vida. El plató siempre es mucho más tranquilo y menos sacrificado que la calle.
Hace más de dos años y medio condujiste junto a Yara de León el magacín 'El patio' en la autonómica canaria. ¿Cómo recuerdas esa faceta, esa etapa?
Fue una etapa fenomenal, porque me tira mucho la tierra canaria. Yo me fui algunos meses antes de que acabara el "Tomate". Estaba muy cansado y quería hacer otras cosas, así que me fui a Tenerife. Estaba muy saturado cuando a los pocos meses me surgió esta propuesta. 'El patio' fue un magacín muy variado, mezclaba la actualidad con el entretenimiento, además fue cambiando mucho sus contenidos. Cada día parecía un programa diferente. La verdad es que estuvo muy bien.
Ahora podemos verte en 'Vuélveme loca'. ¿Tenemos algún que otro proyecto a medio plazo?
No, ahora estoy centrado en este trabajo. No tengo nada más en perspectiva, sin embargo, soy un culo inquieto y no me gusta acomodarme. Este mercado está cambiando constantemente, así que uno está siempre abierto a lo que pueda llegarle.
