Serie relacionada
Los Seres Humanos estamos de enhorabuena 'Community' ha vuelto al fin! Ha costado pero Greendale ha vuelto a abrir sus puertas gracias a Yahoo! casi un año después del final de su quinta temporada. Tras su tumultuosa trayectoria en la NBC, la serie de Dan Harmon ha reiniciado su andadura con un gran reto por delante: aprovechar la nueva plataforma para atraer a ese público, generalmente joven, que no suele consumir televisión por medios tradicionales pero sin traicionar a los fans/hooligans que se mantuvieron fieles a 'Community' durante cinco años. ¿Y cómo piensan lograrlo? Con nuevos personajes que sirvan de puerta de entrada y, sobre todo, rebajando un poco el tono.
Cambiar para que todo siga igual
Para empezar, el 'tag' o gag inicial de 'Ladders' cumple una doble función. Por un lado, Abed, a través del decano Pelton, nos pone al día con cuatro pinceladas (Jeff continúa como profesor, Britta vive en una tienda de campaña diminuta en el campus, Abed sigue atrapado en su mundo meta y Annie sigue salvando Greendale de sus crisis) a la vez que facilita información básica de los protagonistas a los neófitos (Jeff es un caradura, Britta una perdedora, Abed un friki y Annie una maniática del control).
Todo sigue igual salvo que ahora son uno menos (o tres menos si, además de a Shirley, contamos las ausencias justificadas de los profesores Hickey y Duncan) pero con la incorporación de Frankie Dart, la administrativa contratada para controlar los gastos de Greendale interpretada por Paget Brewster ('Mentes Criminales'), consiguen cubrir su hueco. Porque no, Frankie no es una nueva Annie sino una nueva Shirley, un personaje que sirve de toma de tierra del grupo y que, presumiblemente, se acabará contagiando de la locura de los demás como su antecesora.
Aprendiendo de los errores
En cuanto al tono, tanto el inicio del episodio como su desarrollo son toda una declaración de intenciones. La acumulación de 'frisbees' en el tejado del edificio principal de Greendale que provoca el colapso del techo de la cafetería, además de generar una situación graciosa, es una metáfora de la propia serie que, a menudo, ha se ha pasado de frenada en algunas de sus excentricidades.
'Community' siempre fue un tanto especial, por no decir rara, pero en sus inicios se centraba en el día a día de, como dice Abed, una familia formada por estudiantes inadaptados y no fue hasta "Modern Warfare", el celebrado episodio de la guerra de paintball, que todo cambió. A partir de entonces, los episodios normales empezaron a sabernos a poco, y Harmon y su imaginación desbordante se dejaron arrastrar por la espiral de "más es más". Es verdad que la mayoría de los fans recordamos especialmente con cariño los episodios 'high concept' tipo "Remedial Chaos Theory", "Pillows and Blankets", "Advanced Dungeons & Dragons", "Paradigms of Human Memory", "Cooperative Calligraphy" o "Digital Estate Planning", por sólo nombrar unos pocos, pero la estrategia no siempre les salió bien y, en algún momento, llegó a ser realmente frustrante.
Menos excéntrica pero más equilibrada
Tal vez por eso Harmon asume que, como Greendale, él también necesita que alguien le ponga límites para mantener el 'status quo' (en su caso es Chris McKenna, el otro productor ejecutivo de la serie) y que la anarquía, por muy divertida que pueda parecer, puede desembocar en el más absoluto de los desastres si no se pone un poco de cabeza. Todo en su justa medida.
Pero como dice Jeff, ¿cuánto puedes mejorar Greendale antes de que deje de ser Greendale? No será fácil encontrar el equilibrio pero esperemos que la nueva 'Community' 'digievolucionada' mantenga los bares clandestinos en sus sótanos, y las clases sobre escaleras, varitas mágicas o sobre cuándo está bien sacudir a un niño, pero sin perder del todo el contacto con la realidad como Abed. Este cambio ya se deja ver, y para bien, en los personajes y es que a pesar de que los viejos están más rebajados de tono respecto a la pasada temporada, los nuevos siguen pareciendo prácticamente personas normales en comparación.
Adaptada al nuevo formato
"Ladders" cumple como episodio reiniciático de 'Community' (y ya van dos) y marca las nuevas reglas del juego. Evidentemente, no todos los episodios serán así de normales, al menos sabemos que habrá otra guerra de paintball (¿tendrá algo que ver el hartazgo de secundarios como Garrett o Leonard?), pero apuesto a que no abusarán del 'high concept'.
Por último, reconforta ver lo bien que la serie se ha adaptado a Internet (¿tal vez su medio natural?) y que el cambio de duración (unos siete minutos más por episodio de media) no perjudica al conjunto sino que permite introducir cameos como el de Nathan Fillion ('Castle') desarrollar con mayor profundidad 'frivolités' como 'The Butcher and the Baker', el 'spin-off' loco que Abed imagina para Shirley y que sirve de bonita despedida para Yvette Nicole Brown.
