TRISTE HISTORIA

Va a la televisión para encontrar a su madre biológica y descubre que fue fruto de una violación

La madre escribió una carta anónima al programa italiano 'Chi l'ha visto?' pidiendo que dejasen el tema en paz y no intentasen encontrarla.

Por Raquel Lucendo El 19 de Noviembre 2017 | 14:10

Acudir a un programa de televisión para finalmente encontrar a tu madre biológica no es una ocurrencia extraña. En España, ha ocurrido multitud de veces a lo largo de la historia de la televisión, el caso más reciente es el de Mai, una concursante de 'Cámbiame' que se reunió con su madre biológica gracias a su aparición y colaboración del programa.

Luisa Velluti justo después de leer la carta anónima de su madre biológica

Este caso, sin embargo, tuvo lugar en Italia. Luisa Velluti, una peluquera de 29 años, primero probó suerte con el Tribunal de Menores para intentar encontrar a su madre biológica. Cuando ese método no funcionó, pues nadie se presentó a la vista, Velluti decidió entonces aparecer en el programa italiano 'Chi l'ha visto?', dedicado a la búsqueda de personas desaparecidas y misterios sin resolver. Pero la situación rápidamente dio un giro inesperado.

La madre biológica escribió una carta anónima dirigida a Luisa, y en vez de querer conocer a su hija finalmente, pidió que por favor dejasen de buscarla. "Luisa, yo no decidí llamarte así ni tenerte", decía en la carta. "Para mí eres una dolorosa herida que tuve con 18 años. Yo era una niña, más joven que tú ahora. Todo lo que soñaba y todo lo que podía esperar, pero que no llegó a ser por la violencia que sufrí y de la que tú eres símbolo". A continuación, la madre pidió que se olvidasen de esa historia "que no existió y de respetar su dolor y su soledad".

Un resquicio de esperanza

Dado que la carta no iba firmada, una parte de Luisa todavía guarda la esperanza de que todo fuera una broma de mal gusto. A pesar de que la otra parte de ella, más grande y más fuerte, cree que realmente fue su madre biológica la que la escribió. "Ser el resultado de un acto de violencia duele, es un puñetazo al estómago, pero siempre espero que un día entre en la tienda y me diga: 'Luisa, soy yo, aquí estoy'". "No está sola", afirmó la peluquera. "Yo podría ayudarle a superar el dolor". ¿Acudirá a su llamada? Es todavía una incógnita y es que por ahora, el final de esta historia no es precisamente feliz para ninguna de las partes.