María no muere, era una trampa a la que Severiano se rebela.

María no muere, era una trampa a la que Severiano se rebela. Los guardias terminan por abatirle, pero Alfonso también cae herido. Restablecido Alfonso, María admite que la muerte de su padre biológico le trae sin cuidado. Para ella no hay más padre que Alfonso.

Matías trata de repeler el ataque de Ismael, quien parece demostrar que ha sido él el que ha filtrado la información. Matías trata de demostrar su inocencia sin éxito. Lo peor de todo es que también termina discutiendo con Beatriz. Hernando tampoco sabe qué pensar respecto a Matías. Ismael irá a Zaragoza para asegurarse personalmente de que el problema de las sales se soluciona. Onésimo llega a la Quinta con noticias sobre la inminente liberación de Emilia.

Todos en el pueblo se preguntan qué ha pasado con Emilia, por qué la dejan en libertad, quién es el forastero que ha muerto y que mató a Sol. Ella da la explicación oficial, se auto inculpó porque el asesino le había amenazado con matar a Alfonso y Matías.

Raimundo reconoce que Francisca siempre será su punto débil. Por ese mismo motivo, porque no puede ser imparcial con ella, va a dimitir.

Un leve roce hace que Adela y Carmelo se den cuenta de que sienten algo el uno por el otro.

Llega el momento de que María se vaya y Rosario y Matías acuden a la despedida secreta. Emilia parece no resignarse y propone plantar cara a Francisca, que sea Gonzalo el que venga a Puente Viejo y no María la que marche a Cuba.

Un escalón de la escalera cede tras un crujido y Camila cae al suelo como un fardo.