¡A mi padre vas!

Toni no aparece y el programa está a punto de empezar. En el último momento, Mariví decide sustituirle argumentando que es una presentadora experimentada, seria y responsable. Comienza la emisión y aparece Toni, que se ha retrasado debido a un incidente... con su bragueta. Es tanta la rivalidad entre el presentador y la directora de “Directo 24” que saltan chispas entre ellos. Sin embargo, Eduardo, el director de la cadena, opina que la combinación resulta tan divertida que ambos deberían presentar el programa juntos de ahora en adelante.

El padre de Antón viene de visita. Se trata de un humilde señor que vive en el pueblo cuidando de una vaca que sólo se deja ordeñar si ve la televisión. Como el aparato se ha roto, el hombre decide comprar otro aprovechando que va a ir a la ciudad. Los compañeros de Antón, -que fue contratado en “Directo 24” porque ese día esperaban a un enchufado-, suponen que su padre es un poderoso magnate que viene a comprar una cadena de televisión porque su ‘amiguita’ tiene ese antojo. Fanny se prepara para intentar ligárselo. El malentendido promete...

Sonia y Diego hacen un reportaje sobre el nacimiento de un bebé concebido mediante fecundación artificial, cuya madre es una de las primeras niñas probetas de nuestro país. El responsable médico es Jesús, un atractivo ginecólogo que se muestra muy interesado por salir con Sonia. Diego se queja de que su compañera, deslumbrada por los encantos del doctor, hace a éste protagonista absoluto del reportaje. Cuando comprueban que el bebé que acaba de nacer es negro mientras que sus padres son blancos, Sonia debe elegir entre lo personal y profesional, pues es lógico pensar que Jesús ha cometido un grave error médico.