Arresto domiciliario

El nuevo abogado de Arturo, César, consigue cambiar la cárcel por el arresto domiciliario, pero para ello tendrá que fingir que su cliente está mal de salud (va en sillas de ruedas). El problema es que Arturo se lo salta todos a la torera. Aconsejado por el abogado, intenta que un psicólogo le firme que tiene brotes esquizofrénicos. Y no hay un psicólogo más cercano que su cuñada Mónica....

Marcos se ha quedado al frente de Armasa y cree que va llevar la empresa a lo más alto hasta que unos matones le piden dinero a cambio de seguridad. Sin embargo, una persona como Marcos no cede tan fácilmente ante un chantaje.

Mónica busca trabajo para ayudar a la economía familiar. Para ello, se entrevista con un tal Doctor Portillo en una Clínica psicológica. Mónica consigue el trabajo pero como tiene que intentar conseguir la firma del Doctor Portillo para que declaren a Arturo perturbado y acaba perdiendo el trabajo.

A Pablo le ofrecen el trabajo de su vida: un puesto financiero en Bruselas. Pablo tiene claro no aceptar si eso significa estar lejos de Susana, ni siquiera se lo pregunta. Susana que se entera, piensa que ha fastidiado los sueños laborales de su novio y le empujará a aceptar el trabajo aunque ello signifique romper con él.

Josele se ha echado una novia rumana llamada Irina. La tentación es demasiado fuerte para Javi, que no tarda en beneficiársela a espaldas de su propio primo. No solo le terminará robándole la novia, también el trabajo.

Fermín está estudiando el libro de la autoescuela. A pesar de que parece que le cuesta bastante, asegura estar aprendiendo cosas muy útiles, como, por ejemplo, que cada dos horas hay que parar para hacer estiramientos. Por otra parte, su nieta Raquel le recuerda que el cinturón de seguridad debe llevarse siempre puesto.