Quimera

El FBI contrata a Frank para recuperar un arma química, cuyo nombre en clave es Quimera, que se encuentra en posesión de Louis Tien, miembro de una tríada de la mafia china cuya base de operaciones es un restaurante en Chicago. Jules Faroux sopesa varias opciones para conseguir meter a Frank en el edificio, pero cada escenario que propone termina con la muerte de Frank.

Los agentes del FBI, Cleef y Wolfe, reciben una pista sobre la identidad del comprador, el terrorista Damian Blake, que llegará a EEUU de forma inmediata. Frank ve una oportunidad: la triada no conoce a Blake, así que con la ayuda del FBI, Frank se hace con un pasaporte falso y ocupa su lugar cuando Blake es arrestado en el aeropuerto. Pero Blake consigue burlar la seguridad y escapa, alertando al conductor que debía transportarlo hasta el punto de encuentro. Frank reacciona y consigue dejar al conductor K.O. y volver a poner a Blake bajo custodia.

Cuando entra en el restaurante chino, bajo la identidad de Damian Blake, pide hablar con Tien. Blake iba a transferir 30 millones por el arma a través de una cuenta secreta, que requiere un código de diez dígitos. Frank iba a recibir la información sobre el código de un agente infiltrado, pero la agente Wolfe reconoce que sospechan de la existencia de un topo. Caterina y Jules creen que el topo es el agente Cleef...

Cuando Frank transfiere con éxito 30 millones parece que el plan ha funcionado. Pero en el último momento Tien se da cuenta de que es una estafa y decide quedarse con Quimera y no dejar salir vivo a Frank del edificio.