Finalizamos con esta segunda entrega la entrevista realizada hace algunos días a Arantza Sinobas. La presentadora de televisión, además de actriz, locutora, ilustradora y artesana, nos habla de los cambios experimentados en televisión y, sobre todo, de su paso por 'El topo', la primera adaptación del formato 'The mole' en Euskal Telebista.
Con un "modesto" presupuesto, aunque con mucho ingenio y pericia el equipo del programa grabó todas las entregas a lo largo de un mes en distintos puntos de Euskadi. "Fue una aventura muy intensa, un derroche de energía y de trabajo por parte de todo el equipo".Sinobas se muestra orgullosa del trabajo realizado con aquel programa. "Nosotros junto a los catalanes fuimos los que más respetamos el formato original". "El programa de ETB y el de Telecinco son absolutamente incomparables. 'El topo' jamás ha sido un reality de convivencia".
¿Hay algo de lo que te arrepientas no haber hecho a lo largo de tu carrera?
Ha habido momentos en los que he tenido que elegir y a veces esa elección no ha sido fácil. Toda opción tiene sus cosas buenas y sus cosas malas. Generalmente, siempre me he dejado llevar por mis intereses personales. La profesión te da mucho pero la vida de uno mismo es mucho más importante. A veces la vida laboral y personal llegan a complicarse en esta profesión. En su momento, tomé las decisiones que creí correctas; profesionalmente tal vez no fueron las mejores pero decidí apostar por programas que lo merecían. He creído en un tipo de televisión que ha sido muy denostada y que ha perdido frente a otras fórmulas.
¿Ves muy cambiada la televisión? ¿Ha sido tan grande el cambio en los últimos años?
Sí, sin duda. En 2002-03 yo estaba haciendo el 'Factor humano' que tuvo muchísima repercusión y fue muy visto en ETB. Un programa de reportajes de prime time puede funcionar siempre que se haga bien. En aquel momento la televisión era muy variada, había todo tipo de formatos. Existían también los programas de corazón y también los considerados hoy día como telebasura. Teníamos una televisión mucho más rica de la que hay ahora. También recuerdo que en las plantillas de las cadenas había muchísima gente. Hoy día, hay menos tipos de formatos y menos presentadores. La televisión ha perdido en cuanto a cantidad y calidad.
Has presentado todo tipo de espacios: documentales, reportajes, festivos, debates, talk shows, info shows, realities... ¿en cuál de ellos te sientes más cómoda?
En cuanto a formatos no ha habido ninguno en el que me haya sentido mejor o peor. El medio televisivo es como mi casa, me encantan las cámaras. Me siento muy a gusto cuando hay cámaras grabando. Todos los espacios que he terminado haciendo me han aportado cosas distintas y para mí eso es muy importante porque soy una persona curiosa. Soy una persona que me aburro si durante mucho tiempo estoy haciendo lo mismo, me gusta cambiar. Tener que reinventarte con cada espacio es un gusto. Aunque si te digo la verdad sí hay un formato que me apetecería mucho hacer, la entrevista. El tener a otra persona delante y poder charlar de tú a tú, conociéndola y acercándola a los demás para mí es algo que me llena.
¿Si no te lo ofrecen por qué no lo propones tú?
De hecho, tengo desde hace tiempo un formato entre manos que me encantaría poder llevar a cabo. Por el momento, y por diversas circunstancias, no ha sido posible sacarlo adelante, pero me encantaría. Se trata de un programa de entrevistas, a mí manera (risas). Siempre he admirado a gente como Mercedes Milá, Jesús Hermida...
Muchos espectadores te recuerdan, sobre todo, tras tu paso por 'El topo' (2003) de Euskal Telebista. ¿Cómo recuerdas aquella etapa?
Recuerdo esa etapa maravillosamente. Guardo un grato recuerdo, sobre todo, por el papel que desempeñé. Por un lado, era la presentadora y, por otro lado, interpretaba un personaje. Quisimos darle un toque de misterio que requería el programa. Me convertí en una especie de agente especial que aparecía cuando menos se lo esperaban y guiaba al grupo. Siempre de negro, con gafas oscuras, muy dura, muy parca y concisa en mis manifestaciones...
Fue gracioso, aunque traía por la calle de la amargura a los concursantes. Íbamos todos juntos: el equipo técnico, el equipo de concursantes y yo. Todos nos alojábamos en el mismo hotel, así que para mantener el misterio y no romper ese lazo de respeto y curiosidad, yo tenía que seguir actuando incluso cuando no grabábamos. Los concursantes me conocían del programa 'Factor humano' y se extrañaban de mi actitud. Hubo quien llegó a comentar que era una desagradable. Cuando finalizó el programa, tuvimos la ocasión de hablar de manera relajada y les desvelamos que todo estaba preparado. Fue una experiencia muy interesante.
Fuiste la primera presentadora de 'El topo'...
Sí, fue la primera versión que se realizó, muy seguida de la de TV3. Yo jamás había presentado un reality o un concurso con tintes de reality, así que fue una experiencia incríble. Además, de ser la primera adaptación, tengo el título de ser la única mujer en el mundo que ha presentado este formato (risas). Tengo el honor de ser la única.
¿Qué tiempo se utilizó para grabar el programa de ETB?
'El topo' lo grabamos durante un mes entero por toda Euskadi. Fue todo muy intenso. En las posteriores ediciones han contado con unos presupuestos enormes, algo que nosotros no teníamos. Nosotros utilizamos nuestro ingenio y pericia para poder sacarlo adelante.
¿Has tenido ocasión de ver alguna de las ediciones posteriores?
He visto alguna edición. Lo cierto es que tenía mucha curiosidad por ver cómo lo hacían. Uno de nuestros cámaras que trabajó en 'El topo' de ETB estuvo en Australia trabajando para la edición de Telecinco. La productora, Four Luck Bannana, también era la misma. Había curiosidad de ver cómo lo hacían con un gran presupuesto.
¿Y cuál fue tu impresión?
No tenía absolutamente nada que ver con nuestro 'Topo', nada. Era una versión muy distinta. Nosotros en ETB jamás tuvimos un plató, ni famosos que comentaran el desarrollo del programa, ni familiares... Nosotros claramente intentamos crear una película de misterio que se cociera en sí misma. El programa de ETB y el de Telecinco son absolutamente incomparables. Creo que hay cosas en la edición de Telecinco que le han hecho perder parte de su encanto al formato.
'El topo' no es un programa sencillo, de hecho, en los 26 países en los que se ha versionado no ha tenido nada fácil hacerse un hueco.
'El topo' es un formato complicado de explicar. Nosotros con eso también nos peleamos muchísimo. No es un programa fácil de seguir, la propia dinámica del formato es coplicada. Hay que tener todo muy claro desde el primer momento y ese es uno de sus grandes handicaps.
'El topo' se emitió por primera vez en la temporada 2003/04. ¿Puede ser que el público se haya acostumbrado a otro tipo de realities.
Para empezar el formato original de 'El topo' jamás ha sido un reality de convivencia. Nosotros no grabábamos nada de su convivencia. 'El topo' es un programa de pruebas y de desenmascarar al traidor que se esconde en sus filas. Aprovechando que los concursantes estaban en un rancho, Telecinco quiso unir la competencia con la convivencia, pero no salió bien.
'El topo' no ha tenido mucha suerte en ninguna de sus ediciones. ¿Por qué crees que no funcionó en Telecinco?
Eso es cierto, pobrecito... Nosotros -ETB- junto a los catalanes -TV3- fuimos los que más respetamos el formato original. Cada cadena es un mundo. En la última edición, Telecinco ha querido aprovechar el formato y explotar la convivencia pero no ha convencido a la audiencia. El reality que mejor funciona en ese tema es 'Gran hermano'. Si a esa fórmula le añades nuevos ingredientes complicas su seguimiento.
ETB es la cadena autonómica que más realities ha producido desde la aparición de este tipo de formatos. 'El topo' no tuvo segunda edición. ¿Llegó ETB a daros algún tipo de explicación?
Las circusntancias en aquel momento fueron más complicadas. La cadena consideró que no había tenido la audiencia que ellos esperaban, aunque comparándolas con las audiencias de hoy día... Eran otros tiempos. La productora consideró que con el presupuesto que había era un formato muy difícil de sacar adelante. Fue un derroche de energía y de trabajo por parte de todo el equipo. Yo creo que en aquellos momentos entre la productora y la cadena decidieron que era mejor no hacer una segunda parte. Quien sabe lo que ocurrirá en el futuro.
