Discovery Max estrena este sábado 'Car to the limit', un programa de supervivencia y motor

Se dice que un coche te puede llevar, si así lo deseas, hasta el fin del mundo. El problema es que en ese recóndito lugar, las carreteras no están precisamente asfaltadas, es difícil encontrar una gasolinera y desde luego, la grúa no acude en tu auxilio si tienes una avería. A partir del próximo 26 de enero, los espectadores de Discovery MAX se van a pensar seriamente si quieren cumplir este deseo, o mejor lo disfrutan desde la comodidad de su hogar con el estreno de 'Car to the limit'.

'Car to the limit' ofrece al espectador una sorprendente mezcla de dos géneros tan dispares como el motor y la supervivencia donde el resultado puede ser una verdadera carretera al infierno. Una fusión de dos de las variantes televisivas que más han cautivado recientemente a la audiencia, en la que se combinan a la perfección la tensión de las carreras deportivas y la espectacularidad de los paisajes recónditos y raramente transitados por el hombre. Si se le suma una buena dosis de adrenalina y las risas provocadas por la unión de personalidades dispares, el resultado es más que llamativo.

Gary y Bill, los protagonistas de esta frenética aventura

En esta nueva producción que llega en primicia a Discovery Channel, conoceremos a dos personajes totalmente dispares, convertidos en amigos a la fuerza. Uno de ellos, Gary, es un ex soldado de las Fuerzas Especiales británicas; el otro, Bill, es un fanático de las bujías y las correas de transmisión.

Juntos unen fuerzas para recorrer contrarreloj algunos de los lugares más inhóspitos del planeta, por donde nunca antes había circulado vehículo alguno y donde los víveres y materiales de repuesto escasean en caso de emergencia: glaciales, terrenos pantanosos, laderas de volcanes en erupción o intransitables desiertos.

Durante cinco episodios, usando sus conocimientos para la supervivencia en circunstancias extremas y sus habilidades al volante, Gary y Bill tendrán que adaptar su vehículo para convertirlo, de verdad, en un todoterreno.